Y bien aquí estoy dando lata de nuevo con otra confusa historia (Es en serio, no sé como me las ingenio para enredar tanto las historias) si lo se, todavía no acabo un fic y ya estoy poniendo otro, pero en estos momentos no puedo perder el tiempo, a mi comp. Parece que le queda poco tiempo de vida y tengo que aprovecharlo, espero traer pronto el capítulo que sigue de Los Cielos y la Tierra, es que tengo que ir a un Cyber ya que el América on line no sirve, no se dejen engañar ese Internet acorta la vida de su compu. Ejem..¬¬u ya me calmo. En fin, se valen sugerencias, críticas constructivas, reclamaciones y jitomatazos. Okis, Gracias a Tubasa Winner ya mi amiga que se parece a Duo, ella ya sabe de quién hablo, y quiero pedir perdón por no haber actualizado rápido.

Las palabras que están entre comillas "" son pensamientos o sueños, ah, y perdonen si no le entienden, esa es mi costumbre en los fics, que no se me entienda nada si no entienden algo pregunten en los reviews o manden mails, solo que no esperen respuestas rápidas ya que como dije en mi compu ocurren cosas raras.

Como verán Esta historia está basada en la película Ever After, o como nuestros maravillosos traductores le han puesto "Por siempre Cenicienta", porfa no me maten. Por cierto ninguno de los personajes de la serie Gundam Wing me pertenecen así como no me pertenece la historia de La Cenicienta ni los argumentos de la película que ya les mencioné. Y cualquier similitud, corss over o lo que sea es mera coincidencia y producto de mi retorcida imaginación ^_^u.

Y sin más preámbulos ahí les va:

*****~~~~~ Ever After ~~~~~*****

Capítulo I

-"...El Cid empleó la lanza y (cuando la hubo quebrado) metió mano a la espada y mató innumerables moros; la sangre le chorreaba por el codo, tres golpes le asesta al rey Yúsuf, el cual escapa del campo a toda rienda y se oculta en el castillo de Cullera..."- (suspiro)- ojalá yo fulera como él, (bostezo) padre, estoy seguro de que tú si fuiste igual de valiente, claro que para haberte casado con Lady raya mas en la estupidez que en la valentía. En fin.

Un joven se encuentra acostado cerca de una gran chimenea, recargando su cabeza en un montón de hollín mientras contempla ilusionado una espada, la cuál pareciera tener vida debido a las flamas que se reflejan en su hoja plateada y los rubíes incrustados en el mango de plata pura, en la hoja están grabados varios signos y xilografías. El chico guarda un pequeño libro junto con la hermosa espada y se acurruca más en su lecho.

-Es hora de dormir-

*****~~~~~

-Maxwell, Duo Maxwell! No tengo todo el día!,

-Mmmggrdm, déjame dormir- dice Duo volviéndose a acomodar.

-Demonios DUO despierta!!! ...bueno así lo quisiste.- Duo voltea a verlo con un ojo entrecerrado pero los abre al ver un enorme montón de paja dirigirse directamente hacia su rostro-

-No, espera!! Aaggh!! ........No tenías por que hacer eso!!- dice Duo enfadado y con varias ramitas de paja enredadas en su cabello.

-Si no lo hago con paja ten la seguridad de que lo hubiera hecho con el costal de herraduras- dice el chico chino mientras se recarga en el marco de la entrada de piedra de una pequeña choza.

-No lo harías-

-Ah no me crees?-

-Mmm, mejor no lo compruebo-

-Te quedaste leyendo hasta muy noche ¿no?-

-mmm-

-Ya deja de leer esos cuentos y mejor ven a ayudarme con los caballos que se hace tarde.-

-Wu hazlo tu, tengo que hacerles el desayuno a mis "oh siempre tan amables harpías"-

-Hey, cuidado con lo que dices-

-Bueno, bueno, obviamente no incluyo a Hilde-

-Entonces nos vemos en la tarde-

-Wu amigo, a Bruno déjalo en el valle, sabes que no le gusta estar encerrado-

-Si, si lo que digas-

Wufei sale de la cabaña dejando a un Duo adormilado.

-Bien es hora de comenzar- dice mientras se estira y da un profundo bostezo

*****~~~~~

Mientras tanto la tranquilidad del bosque es interrumpida por los golpes de cascos de caballos los cuales se oyen muy apresurados. Las hojas secas van volando por la velocidad de las pisadas de caballos. Un encapuchado va a la delantera de los demás. La persecución se acerca a un pequeño río, el que va a la cabeza hace brincar a su caballo y casi logra saltar el río, porque una de las patas traseras del animal tropieza en las rocas resbalosas de las orillas, la bestia cae al río pero ya no puede levantarse, mientras tanto el jinete se recupera de la caída y huye a toda prisa coarriendo mientras sus perseguidores saltan el río con sus caballos.

El encapuchado corre a toda velocidad esquivando las ramas y hojas que se atraviesan en su camino, a algunas no alcanza a esquivarlas y las rompe, sale hacia un valle de resplandecientes pastos verdes, desde lejos se alcanza a ver un hermoso caballo negro. El hombre se dirige hacia el animal y lo monta de un salto.

*****~~~~~

-Hay, espero que sea la última. Mmm, se ven bien, estas no se las daré a Reelena no me parto el lomo trepando a los manzanos solo por ella.-

El chico trenzado alza su vista al cielo y se tapa con una mano de los reflejos del sol para que no lastimen su vista enseguida baja del árbol de un solo salto con un costal lleno de manzanas en las manos, pero su trenza se atora en una de las ramas más bajas.

-Auch!, mejor la guardo si pienso seguir trepando- dice Duo tomando su trenza y ocultándola bajo su playera-En dónde está Bruno... - Éste pone dos de sus dedos en su boca de modo que un silbido sale de ella- ven bonito,.... Bruno!-

*****~~~~~

-Pero que demonios- dice el encapuchado el cuál está montando a Bruno al tratar de huir pero el corcel se desvía de su camino galopando en dirección contraria, directamente hacia los demás jinetes.- Detente!, que te pasa!-

Pero el caballo no se detiene, los perseguidores se hacen a un lado al ver que el caballo va hacia ellos, algunos caen de sus caballos debido a la sorpresiva acción, tratan de alcanzarlo pero el negro animal ya va muy lejos.-

-Extraña manera de eludirlos pero sirve- le dice el jinete al caballo, pero este de repente se detiene- ahora que, ¡aaaa! ¡rayos!-

-¡Hey tu!, bájate de Bruno- Duo le grita al jinete mientras le lanza una manzana directamente a la cara haciendo que caiga del caballo.- ¡ladrón de caballos!-

El joven que se encuentra en el suelo se para rápidamente quitándose la capucha y dejando ver que está molesto, tiene unos ojos azul cobalto penetrantes, los cuales miran por milésimas de segundo a unos violetas muy sorprendidos antes de que Duo bajase la mirada pero esos segundos fueron suficientes para dejar congelado a Duo el cual se inclina ante el joven.

-Lo, lo siento su majestad no era,... no quería-

-Guarda silencio, y tu no me has visto, ¿entendido?-

-Si su señoría-

-Me llevaré tu caballo-

-¡pero, su majestad es caballo era de mi padre!, por favor tome otro de los que se encuentran en las caballerizas pero no Bruno- Duo se encuentra todavía agachado, el otro joven lo mira detenidamente.-

-No tengo tiempo para ir a las caballerizas, pero, -el joven tira unas monedas de oro frente a Duo- por tu caballo, y... por tu silencio-

El chico de ojos azules monta de nuevo el corcel negro y se aleja. Mientras Duo se para recogiendo las monedas.

-Pero como rayos pudo montar así de fácil a Bruno, mf, debió de haber sido esa mirada, brrr, me dio escalofríos, pero me gustaría volver a verla.-

*****~~~~~

-¡Príncipe Heero!, ¡regrese!-

-Demonios ya me vieron-

Heero está dispuesto a acelerar el paso pero otro jinete de ojos verdes se atraviesa a su camino haciendo que frene.

-Príncipe Heero, por favor venga-

-Trowa-

El joven de ojos verdes parece astuto, lo cual afirma Heero al ver que trae el caballo más veloz de la cuadrilla. Así tal vez no podría huir aunque lograse esquivarlo.

-Creo que tendrá que devolver ese caballo-

-Hn-

Los demás jinetes llegan rápidamente hacia Trowa y Heero escoltándolo hacia una pequeña mansión en el fondo de un valle, justo a las orillas del bosque. Al llegar ahí uno de los guardias toca la puerta y sale una de las mozas de la mansión.

-Si, ¿en que se les puede servir su señoría?- la chica rubia se inclina ante el guardia.

-Venimos a devolverles uno de sus corceles-

Una voz se oye desde dentro de la casa, al mismo tiempo que unos pasos apresurados bajan las escaleras hasta llegar a la puerta.

-Silvia!, ¡¿Qué haces en la puerta necesito que....?!- la mujer de cabello castaño se detiene en seco al ver a los guardias y al mismo príncipe frente a su puerta- Oh! Su majestad, en que puede servirle esta humilde cortesana- La mujer quien trae su cabello recogido en dos trenzas a manera de que dos aros cuelgan de cada lado de su cabeza, se inclina y le dice casi en susurro a la joven a su lado- háblale a Reelena, rápido, dile que baje, es importante-

-¿disculpe?- el guardia se inclina para tratar de alcanzar a oír lo que dice-

-oh, nada mi señor, que desean?-

El príncipe se acerca con las riendas de Bruno en las manos- Le vengo a devolver uno de sus caballos mi lady-

-Pero que contrariedad su majestad, ¿se había extraviado?-

-Lo tomé, pero fui visto por uno de sus sirvientes con muy buen brazo- Heero se toca una de sus mejillas la cuál fue la afectada por la manzana a manera de proyectil.

-Uno de... de mis mozos?-

-De cabello castaño-

-Pero si es mudo señor, no le haga caso-

Duo Maxwell mudo, la mentira más grande jamás dicha, si el mismo Duo hubiera oído eso llegaría la noche y no habría parado de reírse.

-Me pareció que tenía un lenguaje muy.... Fluido-

-Bueno, es por temporadas, a veces habla y ,... otras no- dice la mujer con una risa nerviosa-

De nuevo se oyen pasos apresurados desde dentro de la casa y dos jovencitas salen estrepitosamente por la puerta empujando a la primera mujer. Una es rubia y de ojos azules y la otra de cabello largo negro y también de ojos azules.

-Ejem....su majestad estas son, las dos bellezas de la casa-

Las dos chicas salen de la casa para acercarse hasta el príncipe y hacerle su respectiva reverencia.

-Su alteza- dicen las dos al mismo tiempo-

-Encantado "la rubia se ve que es altanera, ...pero a mi me parece que serían tres las be.. de donde rayos salió eso"- los pensamientos de Heero son interrumpidos por una alucinación que se le vino a la mente por unos segundos-

-¿Se encuentra bien su majestad?- interrumpe la rubia al notar como Heero veía al espacio como si estuviera hechizado al tener sus pensamientos, claro que al parecer de la rubia y la que parecía ser su madre se le había quedado viendo a ella-

-Hn-

-Su majestad-interrumpe la mujer mas grande- Ella es Comptesse Reelena Gabrielle One Darlean, mi hija y ella- mira de reojo a la morena y con cierto desgano- ella es Hilde.

Heero se inclina como muestra de cortesía- Nos retiramos, con su permiso-

La tropa se marcha dejando a las mujeres frente a su casa.

-Me parece que cierto mozo con lengua venenosa necesita que lo interroguemos – La mujer de cabello castaño entra a la casa seguida de sus hijas.

-Madre, Duo tal vez pensó que era un ladrón o algo- Hilde trata de calmar a su madre pero es en vano-

-¡Pero como crees que no se le va a reconocer al príncipe!, Hilde cariño no abras la boca si no tienes nada bueno que decir.-

-Hilde, ¿no tienes nada bueno que hacer?, como ir a ver a tu "flamante" enamorado? -Reelena le dice con una sonrisa indolente en el rostro- ¿o que?, Wufei no es un caballero en blanco corcel?-

-¡Cállate!, Wufei es ...-

-Es un don nadie, olvídate de él hija, a menos que nos quieras servir el desayuno todas las mañanas-

-Madre yo no,...-

-Eso pensé, ahora vamos-

*****~~~~~

Un joven que camina distraído se acerca a la mansión y entra en ella por la puerta trasera.

-¿Y ahora que hago con el dinero?-

-Hey Duo, ven-

-¿Silvia?, que pasa?-

-Duo el caballo de tu padre, lo trajo el príncipe Heero-

-Lo sé , y pretendía quedárselo, mira- Duo le muestra las monedas a la chica mientras esta se lleva las manos a la boca de la sorpresa-

-Pero Dúo, es mucho dinero, guárdalo o si no Lady te los quitará-

-Lo sé, no te preocupes-

-Duo, no sé por que está tan enojada, pero será mejor que vallas y les des tus mejores manzanas, a ver si así se le baja su humor-

-Na, yo creo que ese mal humor no se le quita con nada, además estas manzanas no se las pienso dar así como así, si las quieren que suban a los árboles,-Duo ríe y cierra los ojos- ya me imagino a Reelena trepada en las ramas, ja, ja, ja-

-Hay Duo, mejor ve- Silvia le da una charola con unas copas de plata las cuales traen vino, mientras lo empuja hacia la puerta.

Duo entra al cuarto en donde ve a Lady y a Reelena jugando con unos dados y un juego de mesa, mientras Hilde está leyendo un libro.

-En ¿dónde habías estado?-pregunta Lady

-En el valle mi lady, recogiendo frutos- le contesta Duo sirviéndoles a ella y a Reelena sus copas-

-¿Es todo?, ¿de casualidad no viste a alguien?- cuestiona de nuevo Lady al tiempo que Duo le da su copa a Hilde y esta le susurra al oído-

-El príncipe-

Duo hace una mueca al acordarse mientras cierra los ojos lentamente esperando su regaño.

-El príncipe Heero vino esta mañana a devolvernos uno de nuestros caballos, se le veía molesto, y mencionó a cierto mozo con un lenguaje muy fluido, ¿Qué le dijiste?-

-Le, le dije ladrón.-

-¿¡Pero cómo se te ocurre?!, que no viste que era el príncipe?!!- Lady se acerca a él mientras Duo se pone mas tieso-

-Traía puesta una capucha y, yo, no lo vi no se le veía la cara-

-aaahhh!!!,...pero, no importa no estaba molesto gracias a que Reelena tuvo una maravillosa conversación con él, - Lady se acerca a su hija mientras la abraza por detrás- Puedes irte-

Duo sale de la habitación mientras mete su mano en uno de los bolsillos de su pantalón en el cuál tenía las monedas que Heero le había dado.

*****~~~~~

Siete caballos se aproximan hacia un majestuoso palacio blanco el cual resplandece por el sol, los apresurados galopes atraviesan un puente el cual de hacia las orillas de un laberinto, ahí los siente jinetes desmontan uno de ellos se acerca hacia el un hombre mayor y la que parece ser su esposa, están ataviados con rica vestimenta y coronas.

-Heero, muchacho ¿se puede saber en donde te metiste?-

-Padre, madre-

-Por Dios mi muchacho no vuelvas a preocuparnos así- La reina se acerca a Heero mientras le dice estas palabras.

-Hijo, naciste con privilegios al igual que responsabilidades, y no puedes andar por ahí haciendo lo que se te de la gana, y Heero... si vuelves a escapar te juro que, que..-

-Me quitarás el derecho al trono, padre?-

-Sí!-

-Por mi está bien-

-Heero, no hagas enojar a tu padre- la reina trata de calmar a su esposo mientras Heero se aleja.- Querido, si Heero no acepta el poder, ¿entonces quién gobernará?-

-Pues, pues, yo!-

-Querido, pero si llegases a morir?-

-Entonces... yo, ¡viviré por siempre! Y fin de la discusión!-

-Hay Odín- La mujer se lleva a su ya por demás alterado marido el cuál iba diciendo quien sabe que cuantas cosas.

Ya lejos de sus padres Heero se recarga en uno de los pilares cerca del laberinto de hierba, mientras el joven alto de ojos verdes se aproxima hacia el.

-Príncipe Heero-

-¿Tu les dijiste Trowa?- Heero cuestiona aún sin abrir los ojos- ¿Por qué lo hiciste?, eras el único que lo sabías-

-Príncipe...-

-Heero, nos conocemos desde bastante tiempo como para que me digas príncipe-

-Heero,... tenía que hacerlo, su majestad tiene razón, si llegases a desaparecer, entonces el país ya no tendría heredero.-

-No lo entiendes, tratan de controlar mi vida-

-Es necesario que te cases, tarde o temprano tendrás que hacerlo-

-Casarme, -Heero abre los ojos y mira retadoramente a Trowa, el cual solo alza una ceja ante esta acción- si, tendré que casarme algún día, PERO NO CON UN HOMBRE,- Heero levanta la voz y de nuevo se aleja de su amigo, pero este lo siegue.

-Heero, entiéndelo, el príncipe Quatre es heredero de todo oriente, eso formaría una unión muy poderosa- dice Trowa mientras trata de calmar a Heero el cuál iba furioso- ...además, no hay princesas disponibles, todas están desposadas, y bien sabes que su majestad, el rey no te casará con cualquier cortesana, bueno, por lo menos no con una que no sea de nuestro país, de nada le sirve una extranjera.-

-Hn,- Heero se detiene de golpe y se dirige con su ya famosa mirada a Trowa- dime ¿te casarías con un hombre?-

-Que?! No, yo, pero no , y si es...-

-Lo vez?, no es fácil aceptarlo- le responde Heero reanudando su caminata-

-Hay, Heero-

*****~~~~~

La noche cayó en el reino, mientras en una mansión al fondo de un valle, las ventanas se iluminan con la leve luz de unas cuantas veladoras. Dentro se ve que la gente está en el comedor.

Lady y sus hijas cenan en una mesa de madera mientras los candelabros alumbran su comida.

-Silvia, ¿se puede saber en dónde están mis cubiertos de plata?-

-Mi señora, desaparecieron, perdone usted le he traído los de cobre-

-Esto no está bien Silvia, descontaré esto de su sueldo-

-Si mi señora- No le queda otra opción, así que en vez de que Lady se diera cuenta de su enojo, prefirió agachar la cabeza para ocultarlo.

-Madre, tampoco mi espejo está, y las pinturas de nuestro padrastro han desparecido también- Reelena agrega a la conversación mientras se lleva a la boca un trozo de carne.

-Reelena hija, me parece que hay que hacer algo al respecto,...y ya se que haré- Lady recarga su rostro en su mano mientras fija la vista en Hilde- Hilde, ese amigo tuyo, ¿Cómo se llama?..-

-Wufei?, madre-

-Como se llame,... últimamente ha estado entrando a la casa, ¿no es verdad?- su mirada se hace mas sospechosa y Hilde lo presiente.

-¡Madre, el solo viene para sacar la leña de la cocina!- Hilde se para de su silla mientras golpea la mesa con sus manos, su rostro se ve asustado, sospechando lo que su madre piensa.

-Hilde, cariño, es solo un criado. Ningún bien te trae estar con él, lo mas seguro es que nos esté robando, ¿verdad Reelena?-

-Madre, lo he visto tomar mi espejo de mi recámara- Reelena le sigue la corriente a su madre, mientras que la pobre Hilde lucha por que las lágrimas no escapen de sus ojos-

-Madre, por favor te lo suplico-

-Silvia- la chica da un pequeño salto del susto ya que se había quedado viendo la escena muy triste- Dile a los demás criados que vallan a palacio y denuncien a Wufei Chang, por robo.-

-Pero mi señora-

-¡haz lo que te digo!-

-Si!-La chica sale corriendo mientras Hilde comienza a llorar desconsoladamente tirándose en su silla de nuevo. Lady se le acerca y trata de abrazarla, pero Hilde se levanta rápidamente mientras la mira con recelo.

-Madre, ¡¿Por qué?!-

-Hilde, bien sé que estás enamorada de ese muchacho, y no permitiré que una de mis hijas se case con un cualquiera-

-Hasta que te acuerdas que tienes otra hija!!- Reelena se sorprende al ver la cara de su hermana que la mira- y Wufei no es cualquiera, el me ama!!!-

-Mi niña, el ama tu dinero, por eso se acerca a ti, por que crees que un mozo se acerca a una muchacha como tú?-

-Que insinúas madre?-

-Vamos hija, necesitas descansar estás muy ....-

-¡NO!, -Hilde toma un cuchillo de la mesa y toma su largo cabello con la otra mano mientras pasa el cuchillo cerca de este- Madre si dejas que lo capturen te juro que me corto el cabello-

-¡Hilde!, si cortas tu cabello, ¿Qué diría la gente?, te confundirían con un muchacho, ¿Qué pasará con el prestigio de la familia?-

-A diferencia de ti, madre a mi no me importa lo que diga la gente, pero ya que lo mencionas, lo haré si no dejas a Wufei en paz!-

-Pero Hilde, no puedo hacer eso.. yo..-

Pero Hilde no le dio mas tiempo, empuñó el cuchillo y lo hizo pasar por su hermosa cabellera negra dejándola caer al piso, acto seguido deja caer el cuchillo y corre llorando hacia su cuarto.

-Bien, parece que la única doncella casadera en esta casa soy yo- Reelena no le da mayor importancia al asunto y lo demuestra comiendo una uva mientras dice esto.

-Si, y es lo único que necesitamos, te casarás con l príncipe a como de lugar-

-Si es que no desposa antes al príncipe de Arabia-

-Por favor Reelena, no seas ridícula. El príncipe Heero preferiría a una campesina antes que casarse con un hombre.-

-Mjiji,ji,ji- risa burlona- madre a menos claro que tenga los gustos de Duo-

-Ni lo digas , ese niño nos ha traído muchos problemas, me los quitaría en un dos por tres si se lo vendiera a el conde Traize-

*****~~~~~

"-Padre, me darás esa espada como herencia?-

-Si, Duo, cuando seas mayor todo lo que poseo te pertenecerá-

-Entonces podré ser como tú?-

-¿Cómo yo dices?-

-Si padre, llegaré a ser un excelente espadachín y arquero, seré tan valiente como lo eres tu-

-Duo, para ser valiente no tienes que hacer todo eso, solamente escucha a tu corazón, que lo que él te dicte siempre será lo correcto-

Una tierna sonrisa sale de los labios de Duo mientras su padre acaricia su cabeza.

-Bien, es hora de partir, .. Duo, cuida a tu madrastra y a tus nuevas hermanas con esto- el hombre le entrega a Duo una hermosa espada, después monta su caballo y se despide de su esposa y sus hijas-

-Adiós padre!- Duo corre tras el caballo de su padre y se detiene ante el umbral de la huerta mientras agita su mano. Pero al poco rato ve con horror como después de unos segundos de que su padre se agachara cae del caballo y este sigue galopando- PADRE!!- Duo corre hasta él seguido de su madrastra y sus dos hermanas y se detiene ante su ahora caído padre, con lágrimas brotando de sus ojos- padre, por favor, párate, padre.-

-Duo, -levanta su mano para acariciar su rostro y mirar a Lady- te quiero mucho Duo-

Acto seguido, cierra los ojos y su mano cae.

-Querido, no! No!, - Lady comienza a llorar mientras Duo se recarga en el pecho de su padre-

-Padre, padre NO!!!-

*****~~~~~

-NOOOO!!!!- Duo despierta con la respiración agitada y bañado en sudor, y se lleva una mano a la frente ya que algo lo molesta, son unos fuertes golpes en su puerta- solo un sueño- se dijo.

-Abre, Duo!!!!-

Duo se para de golpe aproximándose a la puerta, cuando la abre una joven de ahora cabello corto de hecha a llorar en sus brazos.

-¡Duo, tienes que hacer algo!, ¡ellos, se lo llevaron!-

-Calma Hilde, que pasa?, ¿a quién se llevaron?- trata de calmarla mientras acaricia su cabeza.

-A Wufei!, lo tienen, madre lo acusó de robo, y se lo llevan a palacio para venderlo como esclavo,! .¡Lo llevarán a las Américas si no hacemos algo!-

-¡Que dices!, vamos Hilde, no lo permitiré-

Duo y Hilde salen de la pequeña cabaña, corren hasta donde se ven unas antorchas y varios hombres cerca de la casa. Cuando llegan, los guardias suben a Wufei a una carreta con barrotes de madera.

-Hey déjenlo en paz!, Wufei, amigo!-

-Maxwell cierra la boca, y lárgate-

-Pero Wu, tu no eres culpable, lo se-

-Ya cállate!-

Uno de los guardias se acerca a Duo y lo detiene cuando el trata de acercarse a la carreta.

-Ya escuchaste mocoso, vete de aquí!-

Duo y Hilde ven como se llevan a Wufei y este le alcanza a gritar.

-Ah!,y Maxwell, cuida de Hilde!!!-

Hilde se abraza más a Duo mientras llora silenciosamente y este ve las luces de las antorchas alejarse lentamente por el bosque. Y voltea a ver a Hilde.

-No llores,- le levanta la barbilla dulcemente- hermana no te preocupes, mañana mismo Wufei y tu estarán aquí, juntos. Ya no llores....¿que le pasó a tu cabello?

Hilde no le responde por un rato hasta que se calma y le habla.

-Lo corté, ..lo se me veo horrible- desvía su vista al suelo pero Duo la vuelve a hacer mirar hacia él

-Hermana, tu eres hermosa, y no dejes que nadie te diga lo contrario- Duo le dedica una sonrisa mientras cierra los ojos- Además, lo que te dije hace rato no era solo para consolarte, mañana mismo Wufei te estará molestando como siempre-

-Oye!- Hilde sonríe con rastros de lágrimas todavía- ¿Cómo lo harás?-

-Simple, un esclavo se compra, ¿no?, yo lo compraré-

-¿Con que dinero?, bien sabes que no tenemos-

-O contrarier mademoiselle!,claro que tengo el dinero no te preocupes, lo tengo, y no me veas así, no lo robé, el príncipe me lo dio como pago a mi silencio, pero después e cuento, ya es hora de dormir.-

-Si-

Duo encamina a Hilde a la casa y después camina hacia la choza en la cuál se aloja, según Duo, es acogedora, ya que casi siempre tiene que tener prendida una gran chimenea porque el agua de la mansión se calienta desde ahí, el único inconveniente sería el hollín que siempre está presente, al principio a Duo le molestaba tener que irse a la cama y despertar lleno de cenizas, pero con el tiempo se le fue olvidando quejarse de esas cosas.

*****~~~~~

-Heero dime, estás tan enfadado por que te vana a casar con un hombre?, o porque te van a casar a la fuerza.-Trowa camina junto a Heero en los oscuros pasillos de palacio.

-Las dos cosas-

-Mf, me pareció que te haz enojado porque ya tienes a una damisela en la mira, ¿o me equivoco?-

Heero se para en seco y lo voltea a ver.-¿De que me estás hablando?-

-Heero, todos vimos cuando te quedaste inmóvil frente a Reelena, ¿te gustó?-

-No-

-¿Entonces?-

-Pensaba en algo más-

-¿En quién?-

-Dije en algo más-

-Di lo que quieras Heero, pero esa mirada era de un enamorado-

-Mf!-

Los dos continúan su curso, Trowa toma una de las antorchas que están recargadas en el muro, para alumbrar mejor el camino. Pero Heero se quedó pensando en las palabras de su capitán y amigo. ¿Sería eso verdad?, por que se le vino a la mente un par de ojos violeta?, si solo los ha visto una vez, y fueron de un hombre, "tonterías" –resonó en la cabeza de Heero antes de que los dos desaparecieran en el lóbrego pasillo.

*****~~~~~

-Bien, solo necesito un buen disfraz-

-Pero Duo, será difícil que dejen entrar a un caballero a palacio- la chica rubia se acerca a Duo dándole una bolsita de terciopelo rojo en la cuál puso las monedas de oro.

-¿Qué me estás insinuando?-

-Duo, para una mujer será mas fácil entrar ya que las cortesanas son a menudo las compañeras de la reina, en cambio al rey no le gusta la compañía.-

-Entonces te ofreces para ir en vez de mi a palacio-

-No Duo!, ni pensarlo, no se leer ni escribir que tal si alguien me pregunta sobre alguna lectura, o no sé-

-Que sugieres entonces Silvia?-

La rubia entrecierra los ojos y toma su trenza, y definitivamente esa mirada a Duo le está haciendo sudar frío.

-Mi padre es pintor, y... tiene varios vestidos para sus modelos, algunos eran de mi madre la cuál era noble.-

-Pues..,-Duo se aleja sigilosamente de Silvia- te felicito, ja, ja- una risita nerviosa se escapa de sus labios mientras se trata de escapar discretamente, pero Silvia lo toma del brazo y se lo lleva corriendo hacia el pueblo.

-Ven conmigo Duo, yo me encargaré de todo-

-¡Pero, pero, Silvia!-

*****~~~~~

El mercado está sumamente concurrido y la gente se amontona en los puestos en donde se vende comida, granos, animales, vestidos, telas y joyas. Las voces de los mercaderes se mezclan con el sonido de los animales y los músicos extranjeros que están en varios puestos tratando de atraer mas gente. De entre la multitud se alcanzan a ver dos mujeres frente un puesto.

-No tiene alguna joya mas grande?- Dice Lady mientras se agacha para observar con escrutinio algunas joyas que un mercader que pareciera árabe le extiende en una mesa.

-Me temo madame que si le vendo algo mas grande le pesará cuando camine-

-Entonces nada me sirve, gracias- Lady y Reelena se alejan un poco del vendedor pero..

-Mi señora, tengo lo que busca, solo espero que tenga con que pagarlo-

-Me insulta, claro que tengo dinero, usted solo ocúpese de vender lo que le pedimos- Reelena se acerca hacia el mercader y toma un prendedor dorado con una enorme esmeralda en el centro.

-Si mi lady, lo que usted ordene- se nota que el hombre ya está fastidiado de lidiar con las indolentes damas.

*****~~~~~

-Silvia!, no pienso salir así a la calle!!- Un enfadado Duo sale de un domo de tres partes, en las cuales están colgadas sus ropas, está ataviado con un bello vestido rojo de terciopelo e hilos de oro, un semi-corsé se ajusta en el frente.-

-Claro que no vas a salir así a la calle, primero tengo que arreglarte el cabello, te lo soltaré, y lo tendré que peinar, mira aquí tengo un tocado de oro y seda se te verá muy bien y necesito que te pongas esos zapatos- Silvia lo toma por los hombros y lo sienta frente un pequeño tocador mientras comienza a deshacer su trenza.

-¡Esto no funcionará!, y no me pienso quitar las botas, además dudo que me queden los zapatos de mujer- Duo toma un par de zapatillas de tela rojas.

-Duo si te quedó el vestido de mi madre, entonces también sus zapatillas, no es por nada pero eres de complexión delgada, te juro que si no supiera que eres tu diría que una dama esbelta y de muy malos modales está sentada frente a mi, .. y no te muevas-

-Auch!, no me jales el cabello, bien, pero solo será por esta vez, y sigo sin quitarme las botas, entendido?!-

-Si, si, dudo mucho que alguien te mire a los pies... Mira, es tu madrastra- la chica se asoma a la ventana que está junto al tocador y las señala con el peine.- parece que ella y Reelena compran joyas-

-¿Mas?, siguen queriendo aparentar que tenemos mucho dinero, pero ellas son las que se lo han estado gastando en tantas tonterías. Para mi que ellas mismas venden las cosas, no tuvieron por que haber inculpado al pobre de Wu-

-Hilde está muy triste, así que no puedes fallarle, ¿me entiendes?- Silvia le da un ligero golpe con el cepillo a Duo-

-Más que claro, (suspiro) haaaaay, ya es hora-

-Duo no olvides que tienes que caminar con gracia, cuando saludes solo toma ligeramente el vestido y haz reverencia , no hables más de la cuenta, como siempre, -Duo le hace una especie de gesto de enfado- como sea, imagina que eres una dama, ...así tal vez algún apuesto caballero se te acerque- estas últimas palabras las dice la chica con cierta malicia, por lo cual Duo se sonroja violentamente y abre los ojos conteniendo la respiración.

-Silvia con eso no juegues!, no voy a volver a caer en lo mismo.... Además, desde Miliardo no me interesa nadie- sus palabras pareciera haber sido sacadas con temor y dolor mientras desvía su vista- Pero no es hora de hablar de eso- su sonrisa se vuelve a dibujar de nuevo en el rostro- nos vemos mas tarde.

-Suerte-

Duo sale apresuradamente de la casa, pero recuerda las palabras de Silvia y aligera el paso cuidándose de que Reelena y Lady no lo vean. Aunque pareciera que no ponen mas atención que al mercader, ya que están en una discusión.

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-Esto es un robo!, le aseguro que en cualquier otro puesto puedo comprar una joya mejor al mismo o tal vez menor precio!-

-Mi señora, lo dudo mucho ya que estas joyas son traídas directamente de Arabia y es de las antiguas colecciones del Rajá, puede conservar una reliquia real por un precio relativamente módico-

-Dice del rajá?, no la habrá robado?-

-Soy comerciante, no ladrón, y yo también la he comprado a un precio muy elevado, pero ahora se la traigo a usted por menos de la mitad de precio. Además mi lady me ha dicho que tiene el suficiente dinero para comprarlo- ajá buena estrategia, un punto para el mercader-

-Si, si... claro que lo tengo y si se trata de tan preciado tesoro, .... Tome, treinta monedas de oro-

-Ha sido un placer negociar con usted madame.-

Reelena y Lady se alejan del puesto del vendedor mientras Reelena se va probando el prendedor que ha comprado Lady.

-"Pero que mujeres tan difíciles, ojalá y al príncipe Quatre no le toque una esposa así, él no se merece que alguien así lo despose, es muy amble, esa joya me la ha dado para que la venda, aunque una cosa es cierta, se las vendí muy barata"- estos eran los pensamientos del mercader que efectivamente es árabe, mientras recoge el puesto.

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-"Bien, aquí vamos, pero que digo, que hago?, bueno, primero hay que buscar la carreta de los esclavos"- Duo entra a la puerta de palacio observando detenidamente cada rincón de él, quedando maravillado ante la imponente estructura que resplandece te lo blanco que es. Y mientras cruza el puente blanco ve que abajo las carretas de esclavos están por salir, así que acelera el paso hasta llegar hacia ellos.

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-¿Príncipe Heero?, ¿Heero?- Trowa trata de hacer reaccionar a su amigo mientras truena los dedos en su oído, pero Heero no reacciona y en vez de contestarle, camina directamente hacia una chica muy hermosa, de cabello extremadamente largo y de un castaño claro que parece rubio a contraluz ya que el sol le pega directamente, trae puesto un vestido rojo, pero de pronto comienza a correr, así que Heero acelera sus pasos también. Pero hay algo que a Trowa le llama la atención, trae botas para montar, no es común que una dama traiga ese tipo de botas, pero no presta más atención ya que sale tras de Heero.

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-Caballero, por favor escúcheme, he venido a liberar a uno de mis criados, traigo el dinero suficiente para pagar sus deudas- Duo se acerca hacia un hombre moreno de cabello negro y corto el cuál dirige la carreta en donde está Wufei.

-Señorita, estos esclavos han sido vendidos por el rey y serán llevados a las Américas esta misma tarde, no puede hacer nada para detenerlo- el hombre reanuda su camino pero Duo toma las riendas de el caballo y lo detiene-

-No me pienso ir de aquí sin mi criado, así que libérelo en este momento- la voz de Duo se hace un poco más enérgica pero sin perder el timbre agudo.

-¡No voy a liberar ni un solo hombre solo por usted! ¡Muévase de mi camino!- el hombre le grita a Duo el cuál no se inmuta ante este.

-Y usted señor podría ser uno de los esclavos por el simple hecho de levantarle la voz a una dama-

Una voz varonil se oye tras Duo el cuál la reconoce de inmediato y se da la vuelta lentamente haciendo la reverencia e inclinando la cabeza. Heero queda extrañado al ver a la dama, la cuál no alza la cabeza, pero nota algunas de sus finas facciones, su piel es muy blanca a pesar de que pareciera haber estado bajo el sol todos los días.

-Su majestad, yo, no, no era mi intención...-

-Guarde silencio- la voz de Heero es intimidante y el hombre hace caso- mi lady no tiene por que inclinar todo el tiempo su rostro.

Al tiempo Duo alza la mirada lentamente hasta que enfoca unos helados ojos azul cobalto los cuales ya había visto, claro es el príncipe. Ligeramente sorprendido, Heero fija su vista en los ojos violetas de la dama frente a él, los mismos que había recordado la noche anterior y en la mañana, solo que no recuerda en dónde los había visto antes, tal vez solo había sido un sueño, o una premonición de la chica que vería.

Enseguida Trowa llega a lado de Heero observando a la chica.

-Dígame mi lady, ¿Por qué he de liberar a su criado?, aquí solo están los ladrones, y no me diga que lo han inculpado mal, ya que si es así me tendré que hacer cargo de usted- Heero se sorprendió de sus propias palabras, obviamente no pretendía hacerle daño a la jovencita frente a él, pero ¿por qué había dicho eso?

-Mi sirviente puede que haya cometido robo, pero aquí traigo el dinero suficiente para pagar lo que debe, solo le pido mi señor que lo libere, y si he de ir en vez de él a las Américas, que así sea- Duo de nuevo baja la mirada, y no nota que Heero de nuevo se ha quedado sin palabras, pero con cierto dolor en su mirada.

-"Es que acaso creyó que la iba a encarcelar?, y por qué está dispuesta a sacrificarse por un simple esclavo?, será que él y ella..."- Los pensamientos de Heero se revuelcan en su mente, ¿a caso son celos lo que lo inquietan?.- No, mi padre, el rey ya lo ha vendido y usted mi lady no puede ser llevada en su lugar.- el estaba dispuesto a liberarlo, pero después de las últimas palabras de la chica un sentimiento que no había tenido antes lo invadió impidiéndole hacer lo que en realidad quería.

-Se lo suplico mi señor- Duo recordaba una vez que su padre le había dicho que una muestra de respeto máximo hacia una persona era arrodillarse con una sola pierna mientras tomaba la mano de la persona a la que le quería demostrar su respeto al tiempo que la besaba, y así lo hizo, tomó la mano del príncipe y se arrodilló, solo que no le besó la mano, si lo hacía creyó no poder controlarse y ponerse totalmente rojo. No le quedó mas opción, no quería ver a Hilde sufrir al llegar sin Wufei- Él, al igual que todos nosotros es un humano, y no merece esos tratos.-

-Es solo un sirviente, explíqueme que es lo que quiere decirme con que somos iguales-Heero siente un choque eléctrico recorrerle la espina al momento que una suave mano toma la suya y al sentir el susurro de las palabras rozarle la piel, y para él fue muy difícil mantenerse inmutable.

-(Duo se levanta y lo mira)- Su majestad, los campesinos son igual de importantes que ustedes, los de la realeza, gobiernan y tratan de defender a su pueblo, y ellos, el pueblo, son los responsables de mantenernos en pie, son las piernas del impero las cuales sostienen la agricultura gracias a la cual podemos alimentarnos. La sociedad los ha puesto como lo más simple y sin importancia, la mayoría de ellos no tienen educación ya que se les ha negado, así que no les queda otro método de sobrevivir que hurtar, y dígame su majestad, si la sociedad así los ha criado y después los castiga por lo que les ha enseñado a hacer, ¿a que conclusión llegamos?, ¿la sociedad cría ladrones?- Está bien, ese era Duo, siempre hablando mas de la cuenta, recordó las palabras de Silvia y si ella estuviera ahí le hubiera dado un coscorrón y un "te lo dije" pero por ahora eso ya no importaba, solo espera que el príncipe no se enfade por su atrevimiento.

Heero observó detenidamente a la doncella la cuál al darse cuenta de sus palabras se sonrojó exquisitamente y bajó la vista. "Una damisela bastante lista", pensó Heero y no quería voltear a ver a su amigo a un lado de él ya que sabía que lo estaría mirando con cierto tono burlón

- Dejen libre al que pide-

-Pero su majestad!- dice el hombre moreno pero se calla ante la voz de Heero.

-Dije... libérenlo.-

-Si, como ordene.-

El hombre abre la puerta de la carreta de Wufei y este baja de ella de un solo salto, un poco desconcertado se acerca a Duo, y este lo abraza así que a Wufei no le queda mas remedio que corresponder. Al ver esto Heero siente una punzada en el estómago.

-Wufei, por favor ve a preparar los caballos, están fuera de palacio-

-Si mi lady-

-Muchas gracias su majestad- dice Duo mientras pasa de lado de donde se encuentra Heero pero este le sigue-

-Mi lady, como es que puede pensar usted así de sus sirvientes-

-Su majestad siempre he pensado así de mis sirvientes, ellos mantienen próspera la finca y yo les pago además de tratarlos bien, así todo está mejor que si los tratara con desprecio- Duo no se para y sigue caminando mientras Heero trata de que se detenga, hasta que oyen la voz se una mujer saliendo de los laberintos verdes.

-¡oh, Heero, cariño ven acá!- la dulce dama se acerca a su hijo mientras Duo aprovecha para correr y desaparecer por la puerta principal.

-En un momento madre- Heero voltea hacia donde estaba Duo, pero este ya no está.

-¿con quién hablabas cariño?- cuestiona la reina al verlo parado

-Con... con nadie madre, ¿Qué desea?-

-Tu padre quiere decirte algo importante, se encuentra en sus aposentos-

-Si madre-

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-¡Hey tú, impostor!-

Duo voltea a ver a Wufei quién está recargado en un árbol ya lejos de palacio, y se acerca a él.

-Chang! De la que te has salvado mira que si no llego contigo a la casa Hilde me mata-

-Ba, si por ella fuera, creo que me hubiera vendido hace mucho tiempo, pero....gracias Maxwell-

-No fue nada amigo- Duo le pasa un brazo por el cuello.

-Oye me ahorcas, suéltame, solo te dejé abrazarme porque no tuve remedio, además pensé que al principio eras una bella damisela que se había fijado en mi y estaba dispuesta a comprarme, ya me había ilusionado sabes?-

-Que no te escuche mi hermana si no creo que hubieras deseado morir en las Américas-

-Dúdalo. En fin, después te reconocí por esa lengua tan rápida que tienes, eres un bocón y tú lo sabes-

-¡Oye!, así me agradeces!?-

-¡El que llegue al último se encargará de despertar a Reelena mañana en la mañana!- Dice Wufei mientras comienza a correr seguido por Duo.

-¡Eso no es justo, es trampa!!!!, además no pienso perder, despertar a Reelena es como despertar a un dragón que no ha pegado el ojo en años!!- Duo corre más rápido levantando su vestido mientras le trata de dar alcance a Wufei.

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*TOC; TOC*

-Adelante- El rey está haciendo unos planos con un instrumento parecido a un compás mientras ve como su hijo pasa por la puerta de madera de su recámara.

-Me llamaste padre?-

-Heero, he estado pensando que... fui injusto contigo al no haberte consultado antes de arreglar tu matrimonio y.. quiero darte una oportunidad de que escojas a tu esposa. Dentro de una semana habrá un baile, en el que escogerás a tu esposa, escúchame bien, tienes una semana. Y pasado mañana habrá un torneo de arquería en el que asistirá todo el pueblo, ahí podrás ver a todas las doncellas y te darás una idea de a quién quieres elegir-

-Ya tengo a alguien padre, solo espero que asista-

-Claro que asistirá muchas jovencitas mueren por verte, ya puedes retirarte Heero-

-Permiso, "una semana es suficiente"-

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¿Y bien, que les pareció el primer capítulo?, largo, corto, malo, muy malo, no tan malo. Vamos! dejen reviews porfa porfa porfa porfa. Siiiiiii ^_^.

Bien, nos vemos en otro capi, aunque dudo mucho que sea rápido -_- u. pero haré lo posible.

Bye.