Que pess niños y niñas?!, sip aquí está el cuarto capi, que dijeron, esta
ya no le siguió al fic, pero oh sorpresa!!, la chamaca no salió tan
irresponsable. (si como no). Okis, ya saben nada me pertenece, preguntas
dudas o comentarios pónganlos en los reviews.
Por mientras los dejo con este capi.
Ever After
Capítulo IV
"-¿Para que es eso Milliardo?-
-Quiero retarte.-
Milliardo trae un arco y flechas, estaba parado en el mismo lugar que el día anterior. Duo había llegado y lo observó mientras tiraba una flecha hasta un árbol que estaba manchado de blanco, esa mancha no estaba ayer, tal parece que el rubio lo había pintado esta mañana.
-Ven, quiero ver que tan bueno eres.-
-Te arrepentirás de haberme retado Milliardo.-
-¿Tú lo crees?-
Milliardo le da la flecha y el arco, Duo apunta hacia el árbol y le da en la marca blanca.
-¿Y bien?-
-Muy bien Duo, que tal con los ojos cerrados?-
-No me hagas reír, por supuesto que no puedo hacerlo con los ojos cerrados.-
-No es imposible, préstamelos-
Milliardo toma el arco y saca un pañuelo blanco de su chaqueta para cubrirse los ojos con ella. Apunta hacia el árbol, Duo no puede creer que valla a hacerlo así que se pone directamente frente a él y está a punto de agarrar el pañuelo pero se detiene.
-Duo, no me gustaría que la flecha se clavara directamente en tu pecho.-
-¿¡Cómo supiste que estaba frente a ti?!-
-Tu respiración, la sentí muy cerca de mi rostro-
-Hay si, sentí tu respiración!, bla bla bla bla. No seas presumido.- Duo se pone a un lado de él mientras ve una ligera sonrisa en Milliardo.
Inmediatamente después, la flecha sale disparada y da justo en el blanco, Duo no puede creerlo, le quita el pañuelo a Milliardo y se pone a observarlo a contra luz para ver si no tiene ninguna agujero.
-Yo no hago trampa-
-Pero, pero, ¿cómo le hiciste?-
-Tú también puedes hacerlo-
-¿En serio?, me enseñarías-
-Si tu quieres.-
-Pues claro que quiero!!- una sonrisa feliz adorna su rostro -¿Qué mas puedes hacer?-
-Mmmm, ten,- Milliardo toma del suelo del bosque una piña de árbol y se la pone en la mano a Duo- ve hasta donde está el árbol marcado y póntela en la cabeza.-
-¿¡Estás loco?!, vas a tratar de atinarle a la piña?!-
-¿Por qué no?-
-Porque estará sobre mi cabeza nada más por eso!!-
-Vamos, ¿confías en mí?-
¿Confías en mi?, pues claro que confiaba en la persona que le había salvado, si hubiera querido matarlo se hubiera ahorrado de problemas dejándolo con los chicos el día anterior.
-Si-
-Haz lo que digo entonces.-
-Bueno, pero si me rompes me pagas.-
-(sonrisa), no te preocupes no me perdonaría si te hiciera algún mal.-
Duo hizo lo que Milliardo le dijo, estaba sudando, el sólo hecho de saber que era casi el blanco hacía que su estómago tratara de comerse a si mismo, como si tuviera hambre. Milliardo apuntó hacia Duo, estaba a punto de disparar, pero a Duo le entró tanto temor que se movió y la flecha le rozó el hombro pero le hizo una herida un tanto profunda.
-¡¡¡Haa!!!-
-¡¡Duo!!, ¿estás bien?!!, lo siento, lo siento mucho!!-
-No, yo soy el que se tiene que disculpar, me moví, pero no pude evitarlo.- Dice Duo llevándose una mano a la herida y ve como Milliardo se acerca a él y lo abraza.
-Como te había dicho, no me perdonaría si te hiciera algún mal. –
-Pero yo te disculpo, ¿por qué no puedes perdonarte tú?-
-Porque te prometí que no te lastimaría-
-Pero si no lo has hecho, es más creo que no me había divertido así en varios días, ahora podré decir que estuve a punto de ser martirizado, o al filo de la muerte, y creeme eso les dará envidia a los chicos que ayer me perseguían- Duo le sonríe a Milliardo mientras este lo ve un poco sorprendido.
-No me equivoqué contigo, tienes un gran corazón-
-Ya no hagas que me sonroje.- dice Duo en tono de broma.
-¿Me dejarás curarte esta vez?, para que acabes de perdonarme.-
-Bueno, pero sólo por que no sé con qué se me parará la sangre.-
-Solo tienes que apretarla bien- saca el pañuelo con el que se cubrió los ojos y lo amarra en el hombro de Duo.- ves?, en un instante dejará de sangrar-
-Gracias, ... oye, y hablando de jitomates maduros (na: así se dice cuando sacas un tema de conversación que no tiene nada que ver, -- u, no me maten por eso) ¿y tu caballo?-
-No lo traje, vine caminando-
-¿Un noble caminado?, esa si que es buena..-
-¿Por qué no has de creerme?-
-Te creo, solo que no es muy común. ¿Cuál es tu nombre completo?-
-Milliardo Peacecraft Duque de Zanq-
-¿Eres un duque?, pensé que todos eran viejos, gruñones y amargados.-
-(lo mira con una sonrisa un tanto burlona) ¿y que yo no soy viejo, gruñón ni amargado?-
-Como crees, viejo no eres, me ganas solo por cuatro años, eres amigable y estas riendo, creo que eres todo lo contrario además también pensé que eran feos pero tu eres muy apuesto.- Ahí está de nuevo, la boca de Duo se destrampó otra vez, si, de que era guapo lo era, pero por qué se lo dijo, y por qué se sonrojó es solo pensarlo, bajó la vista , sentía las orejas muy calientes y se puso aún mas rojo cuando sintió la mano del joven rubio subirle el mentón hasta que lo mirase.
-Tu también eres muy lindo.- la sonrisa del chico rubio le hizo sentir un alivio, pensó que se iba a molestar, pero fue todo lo contrario, Duo también le sonrió.-
-Yo... este, creo que ya me voy, como que oigo a alguien gritarme...-En su tono se oye nerviosismo y se para de un salto y se hecha a correr. – Por cierto, luego vendré para que me enseñes algo más!!!- dice Duo corriendo hacia atrás y agitando su mano mientras hace un huequillo con la otra sosteniéndola a modo de altavoz.
-Y te estaré esperando- susurra Milliardo en tono leve mientras ve como el otro se aleja.
-Milliardo- Susurró Duo abriendo los ojos lentamente y dando un largo suspiro. Tenía su mano tras de su cabeza y con la otra sostenía un libro.
Lo leía a la luz continua del fuego, había cerrado un instante los ojos mientras leía, esas líneas que había repasado le habían hecho recordar lo que había vivido hacía apenas dos años y que duró solo seis meses.
Pasaron un par de horas antes de que terminara de leer el libro y quedara totalmente apacible. Se durmió con la sensación de dejabú. O incluso llegó a pensar que durante todo ese tiempo alguien los había espiado y después escribió ese libro sólo que la protagonista era un ángel de verdad y el joven enamorado era un humano, un noble caprichoso y muy indeciso. Pero después con ayuda del amor de su ángel, cambia su forma de pensar e incluso muere por su ángel.
Heero salía del castillo, pero se detuvo un momento al observar a Trowa con un joven de aspecto extranjero. Hablaba muy animadamente arrancándole de vez en cuando una sonrisa a Trowa. Eso tenía que verlo de cerca. Desmontó su caballo y se dirigió hacia ellos.
-Heero-
-Muy buenos días Príncipe Heero.- el chico rubio le hace reverencia.
-Buenos días, usted ess..-
-Amani-
-Buenos días "Amani," me alegra ver que se lleve tan bien con Trowa- Heero le dirige la mirada a su amigo quién parece que tiene que decirle algo.
-Heero el es, bueno él y yo.-
-Si claro, después hablamos, tengo que irme- Heero se da vuelta cerrando los ojos y ladea un poco la cabeza para decir casi en susurro -Trowa, las cosas no son lo que parecen.-
Cuando Heero subió de nuevo a su caballo y salió de palacio Quatre se acerca a Trowa y le dice al oído.
-El príncipe Heero no me creyó-
-Pero si lo entendió y ni siquiera tuve que decirle-
-El príncipe también es muy perceptivo, pero no me creyó. Muy pronto te preguntará mi verdadero nombre.-
Amani, si claro. Ese chico ya le era familiar a Heero bien sabía que era el príncipe Quatre, si se iba a casar con él por lo menos tenía que saber cómo era.
Ahora se alegraba ya que pasara lo que pasara, el príncipe y su amigo ya eran pareja y sería muy difícil que lograran separarlos. Un punto a su favor para evitar ese matrimonio.
Llegó temprano al lago, pero se sorprendió de ver a Duo ya en las orillas sentado en el mismo árbol que la vez pasada, traía el libro en sus manos. Su semblante era un poco triste. No notó su llegada ya que siempre que se encontraban lo saludaba parándose y haciéndole una reverencia.
-Llegaste temprano-
-(Duo se para un poco apesumbrado y le hace reverencia) buenos días príncipe.-
-No tienes por que hacer reverencia cada vez que nos vemos.-
-Claro príncipe Heero-
-Heero.-
-Pero.-
-no confías en mi?-
Esas palabras resonaron en su cabeza, es acaso que él conocía lo que en estos momentos pensaba?, no. Era imposible que él pudiera pensar lo mismo. Volteó a verlo desconcertado y asintió.
-Confío en ti Heero-
-Ya lo leíste?-
-Si, ayer en la noche.-
-Todo?-
-Si, no me fue difícil-
-¿De qué se trata?- Heero se sienta en el mismo árbol y Duo se sienta junto a él.
-De un ángel. Que se enamoró de un humano testarudo, inconforme e indeciso. Al principio el noble se sintió intrigado no solo por la belleza, sino por la manera en que éste ángel veía el mundo. El ángel lo citaba en varios lugares, quería conocer más del mundo de su amado. Y poco a poco se fueron enamorando, Ella se veía mas joven que él por lo menos en cinco años, su amor solamente duró un año, ya que para que el ángel y él pudieran estar juntos, el ángel tenía que sacrificar su naturaleza divina y caer en la tierra. Pero el joven no la dejó y murió por ella y así su alma pudo subir guiada por el ángel hacia el cielo.-
Heero no dijo nada, parecía que Duo estuviera contando un hacho real y en esos momentos le estaba dando el pésame con su silencio. El principio de la historia le pareció familiar, primero Heero quedó cautivado por la belleza de la dama, después por la inteligencia y la perspectiva del caballero.
-¿Por qué a veces hablas del ángel como hombre y otras como mujer?-
-Los ángeles no tiene sexo, y creo que si el noble hubiera sabido que era hombre no le hubiera importado, el amor no se fija en eso.-
-Lo dices como si tú hubieses vivido lo mismo.-
Duo lo observó asustado, parecía que lo hubiera adivinado. No era exactamente igual su historia pero tenía cierto parecido.
-No viví lo mismo, pero perdí a alguien.-
-¿Extrañas a esa persona?-
-Con mi alma.-
-Yo siempre he creído que nosotros no extrañamos tanto a las personas que se han ido. .. Extrañamos los sentimientos o las sensaciones que nos hacen falta y que están fuertemente vinculados con ellos.-
Duo observaba detenidamente a Heero mientras decía estas palabras y en sus ojos se le notaba un cierto asombro.- Gracias.-
-¿Amabas a esa persona?.-
-(levemente rojo, si definitivamente Heero es astuto) Si, esa persona era mi vida y me hubiera unido a ella de no haber sido porque me hizo prometer que no lo haría.-
-Fue la decisión mas correcta, si no en estos momentos no estaría hablando contigo.- Acaso Duo estaría dispuesto a perder la vida por la persona que amaba?, su entrega llegaba hasta ese punto, y si Heero llegase a estar en problemas, ¿Qué haría Duo?, también daría su vida?. Y por qué rayos ya estaba hablando de Duo como si este chiquillo le tuviera en más estima?!!-
-Si, a mi también me alegra hablar contigo. ..En sus últimas palabras me dijo que encontraría a alguien más-
-¿La has encontrado?-
-Tal vez... Bueno es hora de dejar de hablar de cosas tristes.-
-La dama que fue querida por ti debió de haber sido muy feliz.-
-E... eso no lo sé, jamás me dijo que me amaba-
-¿Disculpa?-
-Heero, yo no conozco el amor, y por lo tanto no puedo darlo, toda mi vida he estado rodeado de cosas que no tienen sentido en cierto modo, de personas que me quieren, pero jamás ha habido un ser que viva única y exclusivamente para mi, incluso Mill..., este.. Mi pareja.. tenía sus propios asuntos que atender y nos teníamos que ver a escondidas-
¿Amor?, cuatro simples letras y juntas no las conocía, eso es imposible, es decir... el chiquillo por si mismo era un sol, y se atrevía a decir que no era amado, seguramente todos a su alrededor lo hacían. ¿pero por que él no lo sentía?- Milliardo, por primera vez voy a estar en total desacuerdo contigo.- Dejó salir Heero un tanto conmocionado- Estoy seguro que muchas personas te quieren, el problema es que las quieres complacer a todas, ahora aplica a tu vida el mismo consejo que me diste hace poco-
Heero, ahora estaba usando un arma poderosa, ... la palabra, Duo lo observó y se quedó pensando un momento antes de sonreír animadamente y estirarse.
-Sip, tienes razón, oye, pensé que yo era el único que hablaba de más pero me estoy dando cuenta de que hay alguien más y no estoy hablado de los pájaros de allá arriba- dice Duo señalando unos pajaritos que parecieran cuchichearse algo al oído- Sabes Heero soy una mala influencia para ti-
-Lady, no sé que ha pasado, se supone que mi hijo ya debería estar aquí-
-Su majestad no se preocupe, ya llegará, él es joven y de seguro salió a cabalgar.-
-Lady muy a menudo lo hace le encanta salir.-
-Lamento mucho no haber conocido al príncipe en persona-
-No se preocupe, mañana vendrá y usted queda formalmente invitada a tomar el té conmigo, también a ti preciosa- dice la reina dirigiéndose a Reelena la cuál se ve molesta y le dedica una sonrisa fingida.
-Milliardo baja de ahí, porque no pienso curarte si llegases a caerte.-
-No esperaba menos de ti Heero-
-Es en serio, báj...- Heero es silenciado por una capa que le cae en el rostro, es la que Duo traía, solo se la quita del rostro pero cuando recuperó la vista de su entorno vio como estaba casi rodeado de hombres vestidos como gitanos. Bueno solo que sea porque eran gitanos.-Que quieren-
-No se moleste príncipe, solo dennos esa hermosa capa y su espada, y algún otro objeto de valor que tenga.-dice uno de los hombres extendiéndole la mano, y Heero se las entrega.- Y mejor no oponga resistencia, es solamente usted contra todos nosotros-
-¡Hey ustedes!!!- Grita Duo saltando del pequeño risco y cayendo casi hincado.- ¡Qué quieren!-
-Pero si es solo un niño, aunque veo que también tienes ropas muy finas, quítate la chaqueta.-
-¡No voy a hacer eso!-
-Ustedes quieren lo que yo traigo, déjenlo ir a él- intervino Heero, llamando la atención de los hombres.
-Pero Heero!!-
-Le propongo algo su majestad.- el mismo hombre volvió a hablar y luego se dirigió a Duo- Puedes llevarte todo lo que en tus brazos puedas cargar y después puedes irte.-
-Está bien- Heero miró a Duo el cuál lo veía indeciso, pero luego su mirada se hizo resuelta
Se acercó hasta donde estaba Heero y el gitano, primero se acercó al gitano y todos pensaron que se iba a llevar la capa y lo demás, pero después cambió de curso y se acercó a Heero. Algo que nadie esperaba, Duo se agachó, tomó a Heero en sus brazos y lo pasó por su espalada de manera que podía cargarlo como a un costal (NA: sip XD perdón por compararlo con un costal).
-¿Qué crees que haces?- le preguntó Heero un tanto divertido y atónito.
-Si te puedo cargar te puedo llevar conmigo-
Las risas de los gitanos resonaron en el bosque y el que parecía ser su líder habló.
-Jovencito, venga usted si que es astuto, no les haremos daño, puede tomar sus cosas!!- de nuevo se hecho a reír.
-Duo son gitanos, y..-
-Y no son menos humanos o civilizados por serlo-
En estos momentos Heero y Duo están en un pequeño claro rodeados de los gitanos quienes comen y danzan alrededor del fuego de la fogata. Se había hecho de noche y los dos jóvenes habían pasado toda la tarde con los peregrinos.
Flash Back
Duo trató de aprender a leer el futuro con una dama que según esto interpretaba las runas, pero cuando Duo se desesperó mejor se puso a hacer figuritas con los trozos de madera lo cuál enfadó al principio a la mujer, pero al poco tiempo se hecho a reír al igual que el trenzado.
A Heero solo le bastaba con observarlo, veía cada expresión, cada movimiento que este hacía, no pudo aguantar soltar una pequeña sonrisa cuando una chiquilla de cabello intensamente negro se le trepó a Duo mientras este huía de ella, la niña no paraba de jalarle la trenza.
Cuando Heero observaba una anciana lo observó a él. (N.A. estas reabundancias son a propósito eh?)
-Jovencito, su novio es muy alegre.- la anciana se acerca a paso lento mientras Heero sólo lo sigue viendo.
-El no es mi novio- un cierto tono aparece en su voz, indescifrable por el momento.
-¿En serio?,- esta última palabra la alarga, como si quisiera indagar de nuevo hasta llegar a una afirmación.- porque me parece que esa forma de mirarlo puede llegarse a confundir con admirarlo, y créame es como si dijera que el ver y observar son lo mismo.-
-No hay diferencia, son semejantes.-
-Pero si que hay diferencia, ningún sinónimo es perfecto. ... Usted observa al jovencito, ve cada forma, cada músculo moverse. Cada sonrisa y cada parpadeo de sus ojos. Le aseguro que si lo hubiera observado un momento más, y le preguntara cuantas veces ha sonreído, usted me contestaría sin vacilar.- Heero la veía con cierta incredulidad y trató de decir algo pero la anciana prosiguió- Usted me ve, mas no me observa, me oye, mas no me escucha como lo haría con Milliardo. Soy vieja, lo sé, pero como dice el refrán: mas sabe el diablo por viejo que por diablo.- Una sonrisa se dibuja en el rostro de la anciana mientras Heero relaja sus facciones para continuarlo viendo.
Era cierto, contaba cada vez que Milliardo, bueno Duo, lo miraba y le sonreía mientras bailaba o hablaba con la gente, jamás había visto a una persona tan amigable y de buen corazón, aunque eso le preocupaba un poco. Era inocente y podría creerle a casi cualquiera, se podría dejar engañar y podrían lastimarlo.
End del Flash Back
-Heero, Heero, yuuuju, sigues ahí- Duo pasaba la mono de arriba abajo frente a sus ojos tratando de que reaccionara, su mirada violeta lo veía con un gesto casual justo frente a las pupilas cobalto del príncipe.
Cuando Heero reaccionó lo vio frente a él, vio su mano pasar directamente frente a sus ojos. Su propia mano tomó la de Duo bajándola lentamente y mirándolo a los ojos.
Una niña, si, la niña de cabellos azabache se volvió a trepar en Duo haciendo que este retirara su mano de la de Heero para detener a la niña de que no se cayera de cabeza, la cargó en uno de sus hombros mientras hablaba con ella.
-Milliardo ven a bailar conmigo- la hermosa niña se dirigía a él con un tono dulce, luego se dirigió a Heero- Tú también puedes venir a bailar- volvió a cerrar sus ojos mientras le sonreía.
-N.. no, gracias- contestó Heero como si estuviera en shock, antes de que la niña llegase estaba a punto de decirle algo al trenzado, no estaba seguro de que era, ¿Qué le diría?.
-Vamos Heero no seas aguafiestas, ven a bailar.- Duo insistía pero Heero solo negó con la cabeza.- Bueno , tú te lo pierdes.-
La chiquilla jaló a Duo hasta la fogata mayor donde varios adultos tocaban el pandero, tambores y flautas, unas jovencitas bailaban alrededor.
-Pero te lo advierto Shinigami, si te acobardas te doy pamba (1) – le dice la pequeña niña a Duo mientras lo jala a una de las carretas donde estaban varias jovencitas y muchachos y había también varios vestuarios de muchos tonos y colores.-
-¿Shinigami?- Le cuestionó Duo un tanto divertido mientras la niña lo seguía jalando.-
-Sí ese es el nombre de nuestro dios-demonio- le contesta la niña sin mucha importancia.
-¡Osea que piensas que soy un demonio!-
-Pueeeeess, sip, ja ja ja, pero un demonio bueno.-
La niña dejó a Duo con todos esos chicos y después salió.
-Y bien, para qué me trajo- les preguntó Duo.
-Esta noche celebramos nuestro carnaval, y como no hay más gente necesitamos que todos los que se puedan participen- le contesta una chiquilla de unos 12 años.- Toma- le extiende un ropa de color morado y rojo-
-¿Y esto?-
-En el carnaval los demonios son ángeles y los ángeles demonios, el día es noche y la noche es día, las mujeres hombres y ...-
-No!!, a no eso si que no, mira, mira a mi no me visten de mujer de nuevo!!-
-De nuevo?, ya habías ido a un carnaval?- le preguntó un muchacho con una ceja levantada-
-Estee... si, si claro ya había ido, pero.. ¡no me pienso vestir de mujer!!, no, esperen que hacen, nnobidogohl....-
Desde afuera solo se oye un estruendo pero no le dan mayor importancia y siguen tocando.
Heero está recargado en una roca cerca de una pequeña fogata observa a varios chicos y chicas saliendo de donde la niña había llevado a Duo, bueno Milliardo, es raro, a pesar de no llevar mucho tiempo ahí, jamás había visto a esas chicas y chicos, los observó más detenidamente y vio un joven con antifaz y trenza y supuso que por que era de noche la trenza de Milliardo se veía negra, lo siguió con la vista pero sus ojos tomaron otro rumbo cuando vio lo que lo había dejado pasmado unos días antes.
Una linda jovencita de cabello largo y castaño salía del brazo de un muchacho muy pequeño y delgado, la chica traía puesto un vestido rojo con morado y un antifaz en el rostro. ¿Qué rayos sucedía?, ¡¿A caso la dama era una gitana, y Duo?, quién era Duo, acaso se había sentido atraído en realidad por un hombre habiendo una mujer con su misma complexión?!
Giró su vista de nuevo al que supuso era Duo, misma delicada figura, cabello trenzado, piel irrealmente blanca pero no volteaba, necesitaba ver sus ojos. Tan distraído estaba que no se dio cuenta de cuando la niña lo sacó a bailar, y él casi por instinto se paró y comenzó a seguir los pasos, pero no quitaba la vista del joven trenzado.
Las parejas cambiaban y la música seguía.
-¡bien nobles damiselas, tomen a su pareja y bailen!.- un gitano se apresuró a decir al tiempo que Duo tomó a Heero, pero este parecía no ponerle atención.
-E, Heero, a quién ves?, Heero, oye si no me pones atención te golpearé....- nada-... Heero juro que lo haré, o peor aún para ti, te besaré...- nada, Duo pisó a Heero mientras bailaban un poco mas fuerte de lo usual, pero este sólo frunció el ceño.- Heero, Yuy, he, Yuy me estás haciendo caso?.. huuuyyyyy!!! Bueno tu te lo buscaste-...
Heero solo sintió un pisotón del la chica con la que bailaba, lo más seguro es que fuera una chica un tanto torpe, como si nunca hubiera bailado, no le dio mucha importancia pero ... tuvo que poner mucha atención cuando sintió algo suave, el toque de un ángel, dejó salir un suspiro y se vio obligado a voltear, ahí estaba. La muchacha que le dio un beso en la mejilla, lucía sumamente sonrojada a decir verdad un sonrojo delicioso sintió la necesidad de verla por completo.
-Oye Heero no me hacías ca...- Duo cerró los ojos cuando vió la mano de Heero ir directamente a su rostro, pensó que o iba a pegar pero no sintió ningún golpe, solo la mano de Heero sostenerle el mentón y haciéndolo ver directamente a su rostro, no alcanzó a distinguir "algo" que se arremolinaba en los azules ojos de Heero, pero se quedó prendado a ellos.
Heero le sostuvo el mentón y al ver que la chica se volteaba porque pensaba que le iba a pegar hizo que volteara a verlo. Le quitó el antifaz y pudo comprobar lo que había sospechado desde que vio esos ojos violeta que siempre parecían tan transparentes. Se quedó con la angelical cara de Duo que lo miraba sonrojado.
-Valla, pareciera que sólo así te hacen reaccionar mi estimado príncipe, dime ¿te gustó Middie? –
Pero el príncipe heredero se había quedado sin palabras, ¿Middie?, quién, así se llamaba el muchacho trenzado, y entonces tenía nombre de mujer, o es que ella era mujer. Y Milliardo, ¿qué hacía él con esa ropa?, y por qué le había besado?
-¿Quién?-
-Middie, la chica que está bailando con Trent. Oye me vas a decir?-
-No, no es solo que, ¿Qué rayos haces vestido de esa forma?-
-A esque, hoy es el día de carnaval de los gitanos y según ellos todo está al revés, y para honrar eso, las mujeres se visten de hombres y los hombres de mujeres, así que como tu no me soportas hoy lo vas a tener que hacer y vas a tener que bailar conmigo- Dice Duo riéndose y cerrando sus ojos-
Heero sigue viendo su rostro, le había gustado, si ese toque, sus labios quería sentirlo de nuevo.
"Duo no cabía en su sorpresa al sentir que algo dulce y delicado se posaba en sus labios, no quería abrir los ojos y darse cuenta de lo que era, aunque ya tenía una idea. Dejó que esa sensación vagara por sus labios recorriéndolos y una lengua suave le pedía permiso para entrar a su boca. No tuvo objeción, la mano de Milliardo le tomó la parte posterior de la cabeza para profundizar mas el beso y con la otra mano le rodeó su cintura, Duo no sabía como corresponder, jamás lo habían besado antes, permaneció inmóvil disfrutándolo y queriendo que nunca terminara."
-Mil.. Milliardo que fue eso-
-¿Qué no te gustó?- le cuestiona Milliardo viendo su sonrojo.
-Pues si, si me gustó pero que no se supone que tiene que hacerse entre un hombre y una mujer?-
-Entonces me sugieres que me ponga vestido-
-Yo, este, pues mira yo sólo he visto besarse a los chicos de la aldea-
Milliardo volvió a besarlo.
-Valla- Dejó salir Duo.- Pues si me gustó-
-Y vas a tener mas de esos. Si tu lo deseas.-
-Oye Milliardo y que somos-
-Duo, que te gustaría que fuéramos.-
-Puessss. No lo sé, pero me gustaría que me dieras más que besos...-
Milliardo se sonrojó ante la idea, acaso el muchachito estaba hablando de lo que él pensaba?
-¿De qué hablas Duo?-
-Pues, de chocolates, como los que comen los reyes, mmm, que más, no sería mala idea que me regalaras un arco...-
-Ah, eso ... si claro como quieras-
-Como crees que te voy a pedir regalos Milliardo, con que tu estés conmigo me basta y sobra-
-Te quiero Duo-
-Yo también-
Los pasos de un caballo solitario se oyen en el bosque, hay luna llena, pero a pesar de eso sólo se ven algunos rayos lunares escapándose de entre las hojas de los árboles mas altos.
Después de haber acabado la fiesta con los gitanos, Duo y Heero, bueno Duo, se despidió de los gitanos y estos le prestaron un caballo, los dos montaron en él.
Heero estaba más callado de lo usual, hasta que Duo se atrevió a hablar.
-¿Y?, ¿Qué te pareció?. No son tan malos como parecen, en realidad son muy amables, sabes deberías invitarlos al baile de mañana, así le darían más diversión.-
-Hn-
-¿Qué te pasa?-
Heero se baja del caballo y sólo voltea a ver a Duo quién lo mira extrañado. Y mientras se baja también del caballo le dice:
-Oye Heero, si no quieres no, sólo era una propuesta pero si a ti temmb...-
Duo se encontraba frente a Heero quién lo observaba extraño, como en un tono soñador. No acabó de decir algo cuando Heero lo tomó por sorpresa.
Un brazo fuerte pasó por su espalda acercándolo hasta chocar con el pecho de Heero, y casi se desmaya cuando el príncipe posó sus labios en los de él, no cabía en su sorpresa, observaba su rostro el cuál tenía los ojos cerrados y mientras una lengua le urgía a abrir la boca un indescriptible gesto de placer pasó por el semblante del heredero. Fue entonces cuando Duo cerró los ojos también y correspondió al beso.
Era una sensación inexpresable, la boca de Duo tenía un sabor embriagante, como un vino exótico que no quisiera dejar de tomar. Duo pasó sus brazos por la cintura de Heero mientras sentía como Heero lo acercaba hasta llegar a chocar con un árbol.
Ahí se separaron, sus respiraciones se combinaban, por primera vez Duo veía en Heero unas mejillas sonrosadas y sus pupilas dilatadas por el deseo, a pesar de que era un poco más alto que él su hálito llegaba hasta su boca.
-He, Heero..-
-Shhh- Le calló Heero, y le dio un pequeño beso.- No me preguntes por qué lo hice, y tampoco me preguntes si no lo haré de nuevo porque lo haré hasta que me haya convencido.-
-De.. que-
-Tengo que descubrirlo- y de nuevo volvió a tomar su boca mientras Duo dejaba salir un gemido que Heero atrapa en su boca, sigue por su mandíbula y su cuello.
-Heero-
En ese momento Heero se separa para quedar frente al chico ángel, sus labios sonrojados de tanto que los había probado.
-Milliardo, quiero verte mañana, en la mañana, en las ruinas. Por favor tienes que ir.-
-Si.-
Volvieron a montar el caballo hasta llegar a la casa que estaba en el fondo del valle.
-Hasta mañana entonces- dijo Heero alejándose en el caballo.
-Adiós, príncipe-
Sip sip, ya acabé, lamento si está un tanto cortito, les prometo el quinto rapidísimo, gracias por los reviews son muy lindos. Ando un tanto acarrereada así que lamento si no agradezco muy bien que digamos (1) la pamba, bueno bueno es algo que decimos aquí la mayoría de los mexicanos para decir que vamos a golpear a alguien pero la mayoría de las veces se dice en modo de broma.
Ever After
Capítulo IV
"-¿Para que es eso Milliardo?-
-Quiero retarte.-
Milliardo trae un arco y flechas, estaba parado en el mismo lugar que el día anterior. Duo había llegado y lo observó mientras tiraba una flecha hasta un árbol que estaba manchado de blanco, esa mancha no estaba ayer, tal parece que el rubio lo había pintado esta mañana.
-Ven, quiero ver que tan bueno eres.-
-Te arrepentirás de haberme retado Milliardo.-
-¿Tú lo crees?-
Milliardo le da la flecha y el arco, Duo apunta hacia el árbol y le da en la marca blanca.
-¿Y bien?-
-Muy bien Duo, que tal con los ojos cerrados?-
-No me hagas reír, por supuesto que no puedo hacerlo con los ojos cerrados.-
-No es imposible, préstamelos-
Milliardo toma el arco y saca un pañuelo blanco de su chaqueta para cubrirse los ojos con ella. Apunta hacia el árbol, Duo no puede creer que valla a hacerlo así que se pone directamente frente a él y está a punto de agarrar el pañuelo pero se detiene.
-Duo, no me gustaría que la flecha se clavara directamente en tu pecho.-
-¿¡Cómo supiste que estaba frente a ti?!-
-Tu respiración, la sentí muy cerca de mi rostro-
-Hay si, sentí tu respiración!, bla bla bla bla. No seas presumido.- Duo se pone a un lado de él mientras ve una ligera sonrisa en Milliardo.
Inmediatamente después, la flecha sale disparada y da justo en el blanco, Duo no puede creerlo, le quita el pañuelo a Milliardo y se pone a observarlo a contra luz para ver si no tiene ninguna agujero.
-Yo no hago trampa-
-Pero, pero, ¿cómo le hiciste?-
-Tú también puedes hacerlo-
-¿En serio?, me enseñarías-
-Si tu quieres.-
-Pues claro que quiero!!- una sonrisa feliz adorna su rostro -¿Qué mas puedes hacer?-
-Mmmm, ten,- Milliardo toma del suelo del bosque una piña de árbol y se la pone en la mano a Duo- ve hasta donde está el árbol marcado y póntela en la cabeza.-
-¿¡Estás loco?!, vas a tratar de atinarle a la piña?!-
-¿Por qué no?-
-Porque estará sobre mi cabeza nada más por eso!!-
-Vamos, ¿confías en mí?-
¿Confías en mi?, pues claro que confiaba en la persona que le había salvado, si hubiera querido matarlo se hubiera ahorrado de problemas dejándolo con los chicos el día anterior.
-Si-
-Haz lo que digo entonces.-
-Bueno, pero si me rompes me pagas.-
-(sonrisa), no te preocupes no me perdonaría si te hiciera algún mal.-
Duo hizo lo que Milliardo le dijo, estaba sudando, el sólo hecho de saber que era casi el blanco hacía que su estómago tratara de comerse a si mismo, como si tuviera hambre. Milliardo apuntó hacia Duo, estaba a punto de disparar, pero a Duo le entró tanto temor que se movió y la flecha le rozó el hombro pero le hizo una herida un tanto profunda.
-¡¡¡Haa!!!-
-¡¡Duo!!, ¿estás bien?!!, lo siento, lo siento mucho!!-
-No, yo soy el que se tiene que disculpar, me moví, pero no pude evitarlo.- Dice Duo llevándose una mano a la herida y ve como Milliardo se acerca a él y lo abraza.
-Como te había dicho, no me perdonaría si te hiciera algún mal. –
-Pero yo te disculpo, ¿por qué no puedes perdonarte tú?-
-Porque te prometí que no te lastimaría-
-Pero si no lo has hecho, es más creo que no me había divertido así en varios días, ahora podré decir que estuve a punto de ser martirizado, o al filo de la muerte, y creeme eso les dará envidia a los chicos que ayer me perseguían- Duo le sonríe a Milliardo mientras este lo ve un poco sorprendido.
-No me equivoqué contigo, tienes un gran corazón-
-Ya no hagas que me sonroje.- dice Duo en tono de broma.
-¿Me dejarás curarte esta vez?, para que acabes de perdonarme.-
-Bueno, pero sólo por que no sé con qué se me parará la sangre.-
-Solo tienes que apretarla bien- saca el pañuelo con el que se cubrió los ojos y lo amarra en el hombro de Duo.- ves?, en un instante dejará de sangrar-
-Gracias, ... oye, y hablando de jitomates maduros (na: así se dice cuando sacas un tema de conversación que no tiene nada que ver, -- u, no me maten por eso) ¿y tu caballo?-
-No lo traje, vine caminando-
-¿Un noble caminado?, esa si que es buena..-
-¿Por qué no has de creerme?-
-Te creo, solo que no es muy común. ¿Cuál es tu nombre completo?-
-Milliardo Peacecraft Duque de Zanq-
-¿Eres un duque?, pensé que todos eran viejos, gruñones y amargados.-
-(lo mira con una sonrisa un tanto burlona) ¿y que yo no soy viejo, gruñón ni amargado?-
-Como crees, viejo no eres, me ganas solo por cuatro años, eres amigable y estas riendo, creo que eres todo lo contrario además también pensé que eran feos pero tu eres muy apuesto.- Ahí está de nuevo, la boca de Duo se destrampó otra vez, si, de que era guapo lo era, pero por qué se lo dijo, y por qué se sonrojó es solo pensarlo, bajó la vista , sentía las orejas muy calientes y se puso aún mas rojo cuando sintió la mano del joven rubio subirle el mentón hasta que lo mirase.
-Tu también eres muy lindo.- la sonrisa del chico rubio le hizo sentir un alivio, pensó que se iba a molestar, pero fue todo lo contrario, Duo también le sonrió.-
-Yo... este, creo que ya me voy, como que oigo a alguien gritarme...-En su tono se oye nerviosismo y se para de un salto y se hecha a correr. – Por cierto, luego vendré para que me enseñes algo más!!!- dice Duo corriendo hacia atrás y agitando su mano mientras hace un huequillo con la otra sosteniéndola a modo de altavoz.
-Y te estaré esperando- susurra Milliardo en tono leve mientras ve como el otro se aleja.
-Milliardo- Susurró Duo abriendo los ojos lentamente y dando un largo suspiro. Tenía su mano tras de su cabeza y con la otra sostenía un libro.
Lo leía a la luz continua del fuego, había cerrado un instante los ojos mientras leía, esas líneas que había repasado le habían hecho recordar lo que había vivido hacía apenas dos años y que duró solo seis meses.
Pasaron un par de horas antes de que terminara de leer el libro y quedara totalmente apacible. Se durmió con la sensación de dejabú. O incluso llegó a pensar que durante todo ese tiempo alguien los había espiado y después escribió ese libro sólo que la protagonista era un ángel de verdad y el joven enamorado era un humano, un noble caprichoso y muy indeciso. Pero después con ayuda del amor de su ángel, cambia su forma de pensar e incluso muere por su ángel.
Heero salía del castillo, pero se detuvo un momento al observar a Trowa con un joven de aspecto extranjero. Hablaba muy animadamente arrancándole de vez en cuando una sonrisa a Trowa. Eso tenía que verlo de cerca. Desmontó su caballo y se dirigió hacia ellos.
-Heero-
-Muy buenos días Príncipe Heero.- el chico rubio le hace reverencia.
-Buenos días, usted ess..-
-Amani-
-Buenos días "Amani," me alegra ver que se lleve tan bien con Trowa- Heero le dirige la mirada a su amigo quién parece que tiene que decirle algo.
-Heero el es, bueno él y yo.-
-Si claro, después hablamos, tengo que irme- Heero se da vuelta cerrando los ojos y ladea un poco la cabeza para decir casi en susurro -Trowa, las cosas no son lo que parecen.-
Cuando Heero subió de nuevo a su caballo y salió de palacio Quatre se acerca a Trowa y le dice al oído.
-El príncipe Heero no me creyó-
-Pero si lo entendió y ni siquiera tuve que decirle-
-El príncipe también es muy perceptivo, pero no me creyó. Muy pronto te preguntará mi verdadero nombre.-
Amani, si claro. Ese chico ya le era familiar a Heero bien sabía que era el príncipe Quatre, si se iba a casar con él por lo menos tenía que saber cómo era.
Ahora se alegraba ya que pasara lo que pasara, el príncipe y su amigo ya eran pareja y sería muy difícil que lograran separarlos. Un punto a su favor para evitar ese matrimonio.
Llegó temprano al lago, pero se sorprendió de ver a Duo ya en las orillas sentado en el mismo árbol que la vez pasada, traía el libro en sus manos. Su semblante era un poco triste. No notó su llegada ya que siempre que se encontraban lo saludaba parándose y haciéndole una reverencia.
-Llegaste temprano-
-(Duo se para un poco apesumbrado y le hace reverencia) buenos días príncipe.-
-No tienes por que hacer reverencia cada vez que nos vemos.-
-Claro príncipe Heero-
-Heero.-
-Pero.-
-no confías en mi?-
Esas palabras resonaron en su cabeza, es acaso que él conocía lo que en estos momentos pensaba?, no. Era imposible que él pudiera pensar lo mismo. Volteó a verlo desconcertado y asintió.
-Confío en ti Heero-
-Ya lo leíste?-
-Si, ayer en la noche.-
-Todo?-
-Si, no me fue difícil-
-¿De qué se trata?- Heero se sienta en el mismo árbol y Duo se sienta junto a él.
-De un ángel. Que se enamoró de un humano testarudo, inconforme e indeciso. Al principio el noble se sintió intrigado no solo por la belleza, sino por la manera en que éste ángel veía el mundo. El ángel lo citaba en varios lugares, quería conocer más del mundo de su amado. Y poco a poco se fueron enamorando, Ella se veía mas joven que él por lo menos en cinco años, su amor solamente duró un año, ya que para que el ángel y él pudieran estar juntos, el ángel tenía que sacrificar su naturaleza divina y caer en la tierra. Pero el joven no la dejó y murió por ella y así su alma pudo subir guiada por el ángel hacia el cielo.-
Heero no dijo nada, parecía que Duo estuviera contando un hacho real y en esos momentos le estaba dando el pésame con su silencio. El principio de la historia le pareció familiar, primero Heero quedó cautivado por la belleza de la dama, después por la inteligencia y la perspectiva del caballero.
-¿Por qué a veces hablas del ángel como hombre y otras como mujer?-
-Los ángeles no tiene sexo, y creo que si el noble hubiera sabido que era hombre no le hubiera importado, el amor no se fija en eso.-
-Lo dices como si tú hubieses vivido lo mismo.-
Duo lo observó asustado, parecía que lo hubiera adivinado. No era exactamente igual su historia pero tenía cierto parecido.
-No viví lo mismo, pero perdí a alguien.-
-¿Extrañas a esa persona?-
-Con mi alma.-
-Yo siempre he creído que nosotros no extrañamos tanto a las personas que se han ido. .. Extrañamos los sentimientos o las sensaciones que nos hacen falta y que están fuertemente vinculados con ellos.-
Duo observaba detenidamente a Heero mientras decía estas palabras y en sus ojos se le notaba un cierto asombro.- Gracias.-
-¿Amabas a esa persona?.-
-(levemente rojo, si definitivamente Heero es astuto) Si, esa persona era mi vida y me hubiera unido a ella de no haber sido porque me hizo prometer que no lo haría.-
-Fue la decisión mas correcta, si no en estos momentos no estaría hablando contigo.- Acaso Duo estaría dispuesto a perder la vida por la persona que amaba?, su entrega llegaba hasta ese punto, y si Heero llegase a estar en problemas, ¿Qué haría Duo?, también daría su vida?. Y por qué rayos ya estaba hablando de Duo como si este chiquillo le tuviera en más estima?!!-
-Si, a mi también me alegra hablar contigo. ..En sus últimas palabras me dijo que encontraría a alguien más-
-¿La has encontrado?-
-Tal vez... Bueno es hora de dejar de hablar de cosas tristes.-
-La dama que fue querida por ti debió de haber sido muy feliz.-
-E... eso no lo sé, jamás me dijo que me amaba-
-¿Disculpa?-
-Heero, yo no conozco el amor, y por lo tanto no puedo darlo, toda mi vida he estado rodeado de cosas que no tienen sentido en cierto modo, de personas que me quieren, pero jamás ha habido un ser que viva única y exclusivamente para mi, incluso Mill..., este.. Mi pareja.. tenía sus propios asuntos que atender y nos teníamos que ver a escondidas-
¿Amor?, cuatro simples letras y juntas no las conocía, eso es imposible, es decir... el chiquillo por si mismo era un sol, y se atrevía a decir que no era amado, seguramente todos a su alrededor lo hacían. ¿pero por que él no lo sentía?- Milliardo, por primera vez voy a estar en total desacuerdo contigo.- Dejó salir Heero un tanto conmocionado- Estoy seguro que muchas personas te quieren, el problema es que las quieres complacer a todas, ahora aplica a tu vida el mismo consejo que me diste hace poco-
Heero, ahora estaba usando un arma poderosa, ... la palabra, Duo lo observó y se quedó pensando un momento antes de sonreír animadamente y estirarse.
-Sip, tienes razón, oye, pensé que yo era el único que hablaba de más pero me estoy dando cuenta de que hay alguien más y no estoy hablado de los pájaros de allá arriba- dice Duo señalando unos pajaritos que parecieran cuchichearse algo al oído- Sabes Heero soy una mala influencia para ti-
-Lady, no sé que ha pasado, se supone que mi hijo ya debería estar aquí-
-Su majestad no se preocupe, ya llegará, él es joven y de seguro salió a cabalgar.-
-Lady muy a menudo lo hace le encanta salir.-
-Lamento mucho no haber conocido al príncipe en persona-
-No se preocupe, mañana vendrá y usted queda formalmente invitada a tomar el té conmigo, también a ti preciosa- dice la reina dirigiéndose a Reelena la cuál se ve molesta y le dedica una sonrisa fingida.
-Milliardo baja de ahí, porque no pienso curarte si llegases a caerte.-
-No esperaba menos de ti Heero-
-Es en serio, báj...- Heero es silenciado por una capa que le cae en el rostro, es la que Duo traía, solo se la quita del rostro pero cuando recuperó la vista de su entorno vio como estaba casi rodeado de hombres vestidos como gitanos. Bueno solo que sea porque eran gitanos.-Que quieren-
-No se moleste príncipe, solo dennos esa hermosa capa y su espada, y algún otro objeto de valor que tenga.-dice uno de los hombres extendiéndole la mano, y Heero se las entrega.- Y mejor no oponga resistencia, es solamente usted contra todos nosotros-
-¡Hey ustedes!!!- Grita Duo saltando del pequeño risco y cayendo casi hincado.- ¡Qué quieren!-
-Pero si es solo un niño, aunque veo que también tienes ropas muy finas, quítate la chaqueta.-
-¡No voy a hacer eso!-
-Ustedes quieren lo que yo traigo, déjenlo ir a él- intervino Heero, llamando la atención de los hombres.
-Pero Heero!!-
-Le propongo algo su majestad.- el mismo hombre volvió a hablar y luego se dirigió a Duo- Puedes llevarte todo lo que en tus brazos puedas cargar y después puedes irte.-
-Está bien- Heero miró a Duo el cuál lo veía indeciso, pero luego su mirada se hizo resuelta
Se acercó hasta donde estaba Heero y el gitano, primero se acercó al gitano y todos pensaron que se iba a llevar la capa y lo demás, pero después cambió de curso y se acercó a Heero. Algo que nadie esperaba, Duo se agachó, tomó a Heero en sus brazos y lo pasó por su espalada de manera que podía cargarlo como a un costal (NA: sip XD perdón por compararlo con un costal).
-¿Qué crees que haces?- le preguntó Heero un tanto divertido y atónito.
-Si te puedo cargar te puedo llevar conmigo-
Las risas de los gitanos resonaron en el bosque y el que parecía ser su líder habló.
-Jovencito, venga usted si que es astuto, no les haremos daño, puede tomar sus cosas!!- de nuevo se hecho a reír.
-Duo son gitanos, y..-
-Y no son menos humanos o civilizados por serlo-
En estos momentos Heero y Duo están en un pequeño claro rodeados de los gitanos quienes comen y danzan alrededor del fuego de la fogata. Se había hecho de noche y los dos jóvenes habían pasado toda la tarde con los peregrinos.
Flash Back
Duo trató de aprender a leer el futuro con una dama que según esto interpretaba las runas, pero cuando Duo se desesperó mejor se puso a hacer figuritas con los trozos de madera lo cuál enfadó al principio a la mujer, pero al poco tiempo se hecho a reír al igual que el trenzado.
A Heero solo le bastaba con observarlo, veía cada expresión, cada movimiento que este hacía, no pudo aguantar soltar una pequeña sonrisa cuando una chiquilla de cabello intensamente negro se le trepó a Duo mientras este huía de ella, la niña no paraba de jalarle la trenza.
Cuando Heero observaba una anciana lo observó a él. (N.A. estas reabundancias son a propósito eh?)
-Jovencito, su novio es muy alegre.- la anciana se acerca a paso lento mientras Heero sólo lo sigue viendo.
-El no es mi novio- un cierto tono aparece en su voz, indescifrable por el momento.
-¿En serio?,- esta última palabra la alarga, como si quisiera indagar de nuevo hasta llegar a una afirmación.- porque me parece que esa forma de mirarlo puede llegarse a confundir con admirarlo, y créame es como si dijera que el ver y observar son lo mismo.-
-No hay diferencia, son semejantes.-
-Pero si que hay diferencia, ningún sinónimo es perfecto. ... Usted observa al jovencito, ve cada forma, cada músculo moverse. Cada sonrisa y cada parpadeo de sus ojos. Le aseguro que si lo hubiera observado un momento más, y le preguntara cuantas veces ha sonreído, usted me contestaría sin vacilar.- Heero la veía con cierta incredulidad y trató de decir algo pero la anciana prosiguió- Usted me ve, mas no me observa, me oye, mas no me escucha como lo haría con Milliardo. Soy vieja, lo sé, pero como dice el refrán: mas sabe el diablo por viejo que por diablo.- Una sonrisa se dibuja en el rostro de la anciana mientras Heero relaja sus facciones para continuarlo viendo.
Era cierto, contaba cada vez que Milliardo, bueno Duo, lo miraba y le sonreía mientras bailaba o hablaba con la gente, jamás había visto a una persona tan amigable y de buen corazón, aunque eso le preocupaba un poco. Era inocente y podría creerle a casi cualquiera, se podría dejar engañar y podrían lastimarlo.
End del Flash Back
-Heero, Heero, yuuuju, sigues ahí- Duo pasaba la mono de arriba abajo frente a sus ojos tratando de que reaccionara, su mirada violeta lo veía con un gesto casual justo frente a las pupilas cobalto del príncipe.
Cuando Heero reaccionó lo vio frente a él, vio su mano pasar directamente frente a sus ojos. Su propia mano tomó la de Duo bajándola lentamente y mirándolo a los ojos.
Una niña, si, la niña de cabellos azabache se volvió a trepar en Duo haciendo que este retirara su mano de la de Heero para detener a la niña de que no se cayera de cabeza, la cargó en uno de sus hombros mientras hablaba con ella.
-Milliardo ven a bailar conmigo- la hermosa niña se dirigía a él con un tono dulce, luego se dirigió a Heero- Tú también puedes venir a bailar- volvió a cerrar sus ojos mientras le sonreía.
-N.. no, gracias- contestó Heero como si estuviera en shock, antes de que la niña llegase estaba a punto de decirle algo al trenzado, no estaba seguro de que era, ¿Qué le diría?.
-Vamos Heero no seas aguafiestas, ven a bailar.- Duo insistía pero Heero solo negó con la cabeza.- Bueno , tú te lo pierdes.-
La chiquilla jaló a Duo hasta la fogata mayor donde varios adultos tocaban el pandero, tambores y flautas, unas jovencitas bailaban alrededor.
-Pero te lo advierto Shinigami, si te acobardas te doy pamba (1) – le dice la pequeña niña a Duo mientras lo jala a una de las carretas donde estaban varias jovencitas y muchachos y había también varios vestuarios de muchos tonos y colores.-
-¿Shinigami?- Le cuestionó Duo un tanto divertido mientras la niña lo seguía jalando.-
-Sí ese es el nombre de nuestro dios-demonio- le contesta la niña sin mucha importancia.
-¡Osea que piensas que soy un demonio!-
-Pueeeeess, sip, ja ja ja, pero un demonio bueno.-
La niña dejó a Duo con todos esos chicos y después salió.
-Y bien, para qué me trajo- les preguntó Duo.
-Esta noche celebramos nuestro carnaval, y como no hay más gente necesitamos que todos los que se puedan participen- le contesta una chiquilla de unos 12 años.- Toma- le extiende un ropa de color morado y rojo-
-¿Y esto?-
-En el carnaval los demonios son ángeles y los ángeles demonios, el día es noche y la noche es día, las mujeres hombres y ...-
-No!!, a no eso si que no, mira, mira a mi no me visten de mujer de nuevo!!-
-De nuevo?, ya habías ido a un carnaval?- le preguntó un muchacho con una ceja levantada-
-Estee... si, si claro ya había ido, pero.. ¡no me pienso vestir de mujer!!, no, esperen que hacen, nnobidogohl....-
Desde afuera solo se oye un estruendo pero no le dan mayor importancia y siguen tocando.
Heero está recargado en una roca cerca de una pequeña fogata observa a varios chicos y chicas saliendo de donde la niña había llevado a Duo, bueno Milliardo, es raro, a pesar de no llevar mucho tiempo ahí, jamás había visto a esas chicas y chicos, los observó más detenidamente y vio un joven con antifaz y trenza y supuso que por que era de noche la trenza de Milliardo se veía negra, lo siguió con la vista pero sus ojos tomaron otro rumbo cuando vio lo que lo había dejado pasmado unos días antes.
Una linda jovencita de cabello largo y castaño salía del brazo de un muchacho muy pequeño y delgado, la chica traía puesto un vestido rojo con morado y un antifaz en el rostro. ¿Qué rayos sucedía?, ¡¿A caso la dama era una gitana, y Duo?, quién era Duo, acaso se había sentido atraído en realidad por un hombre habiendo una mujer con su misma complexión?!
Giró su vista de nuevo al que supuso era Duo, misma delicada figura, cabello trenzado, piel irrealmente blanca pero no volteaba, necesitaba ver sus ojos. Tan distraído estaba que no se dio cuenta de cuando la niña lo sacó a bailar, y él casi por instinto se paró y comenzó a seguir los pasos, pero no quitaba la vista del joven trenzado.
Las parejas cambiaban y la música seguía.
-¡bien nobles damiselas, tomen a su pareja y bailen!.- un gitano se apresuró a decir al tiempo que Duo tomó a Heero, pero este parecía no ponerle atención.
-E, Heero, a quién ves?, Heero, oye si no me pones atención te golpearé....- nada-... Heero juro que lo haré, o peor aún para ti, te besaré...- nada, Duo pisó a Heero mientras bailaban un poco mas fuerte de lo usual, pero este sólo frunció el ceño.- Heero, Yuy, he, Yuy me estás haciendo caso?.. huuuyyyyy!!! Bueno tu te lo buscaste-...
Heero solo sintió un pisotón del la chica con la que bailaba, lo más seguro es que fuera una chica un tanto torpe, como si nunca hubiera bailado, no le dio mucha importancia pero ... tuvo que poner mucha atención cuando sintió algo suave, el toque de un ángel, dejó salir un suspiro y se vio obligado a voltear, ahí estaba. La muchacha que le dio un beso en la mejilla, lucía sumamente sonrojada a decir verdad un sonrojo delicioso sintió la necesidad de verla por completo.
-Oye Heero no me hacías ca...- Duo cerró los ojos cuando vió la mano de Heero ir directamente a su rostro, pensó que o iba a pegar pero no sintió ningún golpe, solo la mano de Heero sostenerle el mentón y haciéndolo ver directamente a su rostro, no alcanzó a distinguir "algo" que se arremolinaba en los azules ojos de Heero, pero se quedó prendado a ellos.
Heero le sostuvo el mentón y al ver que la chica se volteaba porque pensaba que le iba a pegar hizo que volteara a verlo. Le quitó el antifaz y pudo comprobar lo que había sospechado desde que vio esos ojos violeta que siempre parecían tan transparentes. Se quedó con la angelical cara de Duo que lo miraba sonrojado.
-Valla, pareciera que sólo así te hacen reaccionar mi estimado príncipe, dime ¿te gustó Middie? –
Pero el príncipe heredero se había quedado sin palabras, ¿Middie?, quién, así se llamaba el muchacho trenzado, y entonces tenía nombre de mujer, o es que ella era mujer. Y Milliardo, ¿qué hacía él con esa ropa?, y por qué le había besado?
-¿Quién?-
-Middie, la chica que está bailando con Trent. Oye me vas a decir?-
-No, no es solo que, ¿Qué rayos haces vestido de esa forma?-
-A esque, hoy es el día de carnaval de los gitanos y según ellos todo está al revés, y para honrar eso, las mujeres se visten de hombres y los hombres de mujeres, así que como tu no me soportas hoy lo vas a tener que hacer y vas a tener que bailar conmigo- Dice Duo riéndose y cerrando sus ojos-
Heero sigue viendo su rostro, le había gustado, si ese toque, sus labios quería sentirlo de nuevo.
"Duo no cabía en su sorpresa al sentir que algo dulce y delicado se posaba en sus labios, no quería abrir los ojos y darse cuenta de lo que era, aunque ya tenía una idea. Dejó que esa sensación vagara por sus labios recorriéndolos y una lengua suave le pedía permiso para entrar a su boca. No tuvo objeción, la mano de Milliardo le tomó la parte posterior de la cabeza para profundizar mas el beso y con la otra mano le rodeó su cintura, Duo no sabía como corresponder, jamás lo habían besado antes, permaneció inmóvil disfrutándolo y queriendo que nunca terminara."
-Mil.. Milliardo que fue eso-
-¿Qué no te gustó?- le cuestiona Milliardo viendo su sonrojo.
-Pues si, si me gustó pero que no se supone que tiene que hacerse entre un hombre y una mujer?-
-Entonces me sugieres que me ponga vestido-
-Yo, este, pues mira yo sólo he visto besarse a los chicos de la aldea-
Milliardo volvió a besarlo.
-Valla- Dejó salir Duo.- Pues si me gustó-
-Y vas a tener mas de esos. Si tu lo deseas.-
-Oye Milliardo y que somos-
-Duo, que te gustaría que fuéramos.-
-Puessss. No lo sé, pero me gustaría que me dieras más que besos...-
Milliardo se sonrojó ante la idea, acaso el muchachito estaba hablando de lo que él pensaba?
-¿De qué hablas Duo?-
-Pues, de chocolates, como los que comen los reyes, mmm, que más, no sería mala idea que me regalaras un arco...-
-Ah, eso ... si claro como quieras-
-Como crees que te voy a pedir regalos Milliardo, con que tu estés conmigo me basta y sobra-
-Te quiero Duo-
-Yo también-
Los pasos de un caballo solitario se oyen en el bosque, hay luna llena, pero a pesar de eso sólo se ven algunos rayos lunares escapándose de entre las hojas de los árboles mas altos.
Después de haber acabado la fiesta con los gitanos, Duo y Heero, bueno Duo, se despidió de los gitanos y estos le prestaron un caballo, los dos montaron en él.
Heero estaba más callado de lo usual, hasta que Duo se atrevió a hablar.
-¿Y?, ¿Qué te pareció?. No son tan malos como parecen, en realidad son muy amables, sabes deberías invitarlos al baile de mañana, así le darían más diversión.-
-Hn-
-¿Qué te pasa?-
Heero se baja del caballo y sólo voltea a ver a Duo quién lo mira extrañado. Y mientras se baja también del caballo le dice:
-Oye Heero, si no quieres no, sólo era una propuesta pero si a ti temmb...-
Duo se encontraba frente a Heero quién lo observaba extraño, como en un tono soñador. No acabó de decir algo cuando Heero lo tomó por sorpresa.
Un brazo fuerte pasó por su espalda acercándolo hasta chocar con el pecho de Heero, y casi se desmaya cuando el príncipe posó sus labios en los de él, no cabía en su sorpresa, observaba su rostro el cuál tenía los ojos cerrados y mientras una lengua le urgía a abrir la boca un indescriptible gesto de placer pasó por el semblante del heredero. Fue entonces cuando Duo cerró los ojos también y correspondió al beso.
Era una sensación inexpresable, la boca de Duo tenía un sabor embriagante, como un vino exótico que no quisiera dejar de tomar. Duo pasó sus brazos por la cintura de Heero mientras sentía como Heero lo acercaba hasta llegar a chocar con un árbol.
Ahí se separaron, sus respiraciones se combinaban, por primera vez Duo veía en Heero unas mejillas sonrosadas y sus pupilas dilatadas por el deseo, a pesar de que era un poco más alto que él su hálito llegaba hasta su boca.
-He, Heero..-
-Shhh- Le calló Heero, y le dio un pequeño beso.- No me preguntes por qué lo hice, y tampoco me preguntes si no lo haré de nuevo porque lo haré hasta que me haya convencido.-
-De.. que-
-Tengo que descubrirlo- y de nuevo volvió a tomar su boca mientras Duo dejaba salir un gemido que Heero atrapa en su boca, sigue por su mandíbula y su cuello.
-Heero-
En ese momento Heero se separa para quedar frente al chico ángel, sus labios sonrojados de tanto que los había probado.
-Milliardo, quiero verte mañana, en la mañana, en las ruinas. Por favor tienes que ir.-
-Si.-
Volvieron a montar el caballo hasta llegar a la casa que estaba en el fondo del valle.
-Hasta mañana entonces- dijo Heero alejándose en el caballo.
-Adiós, príncipe-
Sip sip, ya acabé, lamento si está un tanto cortito, les prometo el quinto rapidísimo, gracias por los reviews son muy lindos. Ando un tanto acarrereada así que lamento si no agradezco muy bien que digamos (1) la pamba, bueno bueno es algo que decimos aquí la mayoría de los mexicanos para decir que vamos a golpear a alguien pero la mayoría de las veces se dice en modo de broma.
