Serie: Beyblade
Pairings: Kai/Takao, Kai/Rei (posible)
Disclaimer: Beyblade no me pertenece bla, bla, bla bla... Odio esto
Advertencia: Esto es AU (Universo Alterno) y contiene YAOI, relaciones homosexuales, Slash, M/M, H/H. Si no les gusta, mejor no lo lean
Nota: Este es mi primer FF de Beyblade y sobre todo mi primer FF YAOI, no le pido que sean blandos conmigo, pero sí les pido que no esperen mucho. Otra cosa, tal vez al terminar de leerlo piensen que no sirvo para el Kai/Takao, pero déjenme aclaro: Me considero una super fan del Kai/Rei, no sé que me sucedió, pero de pronto quise escribir este FF. Una última cosa¡Dejen reviews!
He is My Brother's Friend
Cap�tulo 5: Infierno Rojo
¿Quién no odia el Lunes?... es aburrido y por mucho el peor día de la semana. Para mí, el Lunes sólo significa una cosa: escuela. Y la palabras escuela sólo me dice que todo será tan aburrido que dormiré, me descubrirán y me mandarán a detención, en ese orden. Aunque el Lunes también significa que tendré que aguantar durante cinco eternos días a ese... u.ú respira, Takao, respira. ¿A quién me refiero?... ya se los contaré.
Mi fin de semana paso norma, dentro de lo que cabe. El sábado pase el día con los chicos después de haberle enviado la carta a Rei. Y el domingo por fin lo pude pasar con Hitoshi... o algo así. Me pregunto que tan ambigua puede ser la frase "Tarde de hermanos". Al parecer para Hitoshi lo es mucho, ya que su cerebro también lo entiende como "Tarde de hermanos y un colado". Sí, toda la tarde tuvimos la sombra de Hiwatari siguiéndonos los pasos, y cuando me refiero a toda, es TODA. Estuvo presente cuando esa jauría de poodles me persiguió por todo el parque tratando de quitarme mi rico helado de chocolate, ni que decir cuando en ese mismo parque un balón de baloncesto fue a parar a mi linda carita. Y el muy maldito se la paso recordando todas y cada una de las desgracias que pasé esa tarde. Las noches también fueron iguales: yo tratando de postergar lo más posible la hora de dormir, caminar con los ojos cerrados al dojo, hacer escándalo, despertar a Hiwatari, soportar las quejas de Hiwatari, etcétera. Todo igual, EXCEPTO por ese desagradable episodio de "Observando al enemigo" y espero que siga así.
Nuevamente lo digo: odio el Lunes. En especial ese. La noche anterior me había desvelado viendo una película a mí parecer muy buena –ya saben, vísceras por todos lados, sangre al por mayor. De lo mejor- y no hice caso a las recomendaciones del abuelo y Hitoshi acerca de que no me levantaría al día siguiente. Obviamente yo alegué lo contrario. Y en momentos como aquel en el que alguien me despertó arrojándome un vaso de agua helada en la cara o cuando vi la muerte cerca al casi ahogarme en el plato de cereal frente a mí, me arrepiento de no haber hecho caso a la voz que todos llaman conciencia –que en realidad era Hitoshi-. ¿Lección aprendida? No
Un grito proveniente de afuera llamó mi atención, inmediatamente reconocí la voz. Era Max que acostumbraba a pasar por mí para irnos juntos a la escuela. Hiromi y Kyo quedaban descartados, pues les gustaba llegar temprano... no, me corrijo, a Hiromi le gustaba llegar temprano y Kyo era obligado por ella a llegar temprano. Pobre chico.
Me despedía del abuelo y de Hitoshi, y sin darme cuenta casi lo hago de Hiwatari. Lo observé, seguí con la pose que ya debería patentar: ojos cerrados y brazos cruzados. Me pregunto si pensar como él será divertido... Nah! Fíjate de quien hablas, Takao.
Aún así dije un "Nos vemos" para todos y a la vez para nadie. Salí y ahí estaba Max, como siempre, con su peculiar sonrisa en la cara (:3). Hablamos de varias cosas, le platiqué la magnífica película que había visto –algo entre asco y angustia se reflejó en su cara durante mi relato¿por qué ser�?-, también acerca de minada ordinario fin de semana y sobre la carta que habíamos enviado a Rei. Yo había notado a Max un poco más entusiasta que de costumbre desde que habíamos enviado aquella carta, para ser más específicos, desde que pensamos en la posibilidad de volver a ver a Rei, pero no le tomé mucha importancia. Íbamos tan concentrados en nuestra platica –más mía que suya- que no supimos ni como llegamos a la escuela. rápido y temprano, como casi nunca.
Kyo y Hiromi ya estaba en el aula. El Jefe estaba sumergido en la pantalla de su inseparable, parlante y, a veces insoportable, laptop y Hiromi estaba algo ocupada dando órdenes a los que se encargaría de la limpieza del aula durante la semana. Según yo, se toma muy en serio el trabajo –"Ser presidenta de la clase no es nada fácil" eran sus palabras-. Traté de escabullirme de ella para que no me mandara alguna cosa a mí también, aparentemente lo logré. Llegué a mi pupitre y estaba a punto de tomar una pequeña siesta, cuando un golpe a un lado de mi cabeza me lo impidió. Ahí estaba Hiromi con su aura tan roja como las cerezas y un tic en el ojo izquierdo.
"Buenos días "yo como siempre, tan encantador
"Nada de buenos u.ú... ¡A estudiar!" ordenó señalando el objeto con el que había golpeado mi pupitre: el grueso y carente de dibujitos libro de matemáticas "Soy tu tutora, si te la pasas de flojo y repruebas, dañarás mi reputación"
"P-pero Hiromi, los exámenes inician hasta dentro de un mes" dije tratando de librarme de la tortura de estudiar
"No te pregunte, genio u.ú"
"Esta bien, pero no hay necesidad de ponerse tan ogros" murmuré esperando que Hiromi no me escuchara
"�¿Qué dijiste?" ya empezaba notársele una venita en la sien
"N-nada, que voy a estudiar "
"Vaya tutora que te conseguiste, amigo" dijo Max burlándose
"¿Amigo?... se supone que los amigos se apoyan"
"¡Yo paso!... mejor voy a ver que hace Kyo" dijo el chico huyendo de sus deberes como amigo
Vaya amigos que tengo. Ríanse de mí si quieren, pero en cuanto a escuela se refiere, lo Moguer es no contradecir a Hiromi. No la entiendo, un segundo está enfadada y al siguiente destila dulzura. De hecho, no entiendo a ninguna chica, pero en fin... n.n eso no importa, mientras fingiera que estudiaba, Hiromi no me pondría a limpiar el aula...
"Te quedarás a limpiar el aula después de clases, Takao" ordenó Hiromi desde el otro extremo del salón "Y estudia, no creas que no sé que estás fingiendo"
Bueno, olviden lo último...
Déjenme les explico la situación. Yo iba tremendamente mal en matemáticas, para no dejar la materia, el profesor me dio la opción –más bien, me obligó- de tener un tutor lo que restaba del semestre, y a cambio de que yo pasara la materia, le daría algo a la persona que fuera mi tutora, no recuerdo lo que era, pero hizo que los cerebritos de la clase saltarán como peces fuera del agua gritando "¡Yo, yo, yo!". Entre las opciones estaban Hiromi y Kyo, yo obviamente prefería a Kyo, pero mi amiga se adelantó y se puntó como mi tutora ante de que nadie pudiera hacer nada. Desde el punto de vista de Hiromi, Kyo sería demasiado flexible conmigo y yo no aprendería nada. Desde mi punto de vista, Kyo sería demasiado flexible conmigo y sería más divertido. Pero Hiromi ganó y fue así como terminé dentro de este infierno.
"Oh, vamos linda Hiromi, no seas tan mala conmigo" dije con la voz más melosa de mi repertorio
"No me vas a convencer con eso" dijo sin ablandarse ni un poco
"¡Cómo quieres que estudie si me amontonas tantos deberes?" pregunté con lágrimas en los ojos (exagero un poco, lo siento)
"Deberías agradecerme, de todos modos me quedaré a esperarte para estudiar en la tarde" dijo un sonrisa que para todos era angelical, pero para mí era diabólica
"¡Disfrutas torturándome!"
"Ya sabes" no dijo más y se puso a platicar con sus amigas
Miré el enorme y seguramente aburrido libro de matemáticas y luego vi la mesa de mi pupitre, imaginándomela como una suave almohada. Libro. Siesta. Libro. Siesta. Libro...
No hace falta mencionar lo que escogí¿verdad?
Un golpe en el rostro me despertó. Lo siguiente que supe fue el horrible sabor de la tiza en mi boca y vi el borrador de la pizarra en el suelo. Levanté un poco la vista y ahí estaba Hiromi al frente del salón con un venita en la sien que parecía que iba a explotar si seguía creciendo. Afortunadamente no pudo gritarme más, porque en ese momento llegó el profesor.
Química. Que aburrido¿de qué me servía saber en que parte de la rara tabla esa estaba el hidrógeno o cuanto pesaba? De nada. Bostezando abiertamente y sin ninguna vergüenza, estaba a punto de tomar una merecida siesta, pero en el camino hacia la mesa del pupitre, mi vista vio el bolígrafo que estaba justo arriba de mi libreta abierta en una hoja completamente en blanco (¿tomando notas en clase? Claro, yo siempre ), así que no le pensé mucho. Tomé el bolígrafo y empecé a dibujar. Nada en especial realmente, sólo lo hacía para no aburrirme.
Cuando terminé mi "obra" y vi lo que había hecho, casi sufrí un infarto a media clase. En la hoja ya no tan en blanco había un rostro, que no me recordaría a nadie es especial si no hubiera sido porque el rostro tenía el ceño fruncido y dos triángulos en cada mejilla¿qué diablos me pasaba? Se suponía que debía dibujar una linda chica o yo que sé. Todo menos "eso".
"Lo que pasa es que lo odias tanto que siempre lo tienes en la cabeza" me auto tranquilicé
pensé en deshacerme de la hoja, lo iba a hacer, pero antes de hacerlo, di la vuelta a la hoja confirmando mis sospechas. Del otro lado estaba la tarea que justamente iba entregar en esa clase. No hubiera sido problema decir que no traía la tarea, pero no sólo en matemáticas tenía problemas. Bueno, sería fácil entonces, dejaría que me revisaran la tarea y después arrancaría la hoja y adiós problemas. Fácil (eso creía yo)
Estaba feliz, faltaba sólo una aburrida hora de ciencias y me desharía de la hoja. Había sido fácil entregar al tarea sin que al profesor se le ocurriera dar vuelta a esa hoja, si lo hubiera hecho habría sido un verdadero problema, considerando que Hiromi estaba detrás de mí y ella tenía un censor especial para localizar Hiwatari's. Ahora tenía la dichosa hoja en la mano, muy arrugada ya. No podía negarlo, estaba nervioso. Después de 50 largos minutos, el timbre que indicaba el receso.
"�¡Sí!" celebré arrugando aún más la hoja en el proceso
"¿Qué te..."
Dejé al jefe con la palabra en la boca, pues salí del aula de manera precipitada. Caminé por los pasillos esquivando a las decenas de alumnos que seguramente iban a la cafetería. Quería llegar a donde estuviera el contenedor de basura más alejado, sabía que nadie llegaría a los extremos de buscar algo en la basura, pero quería estar seguro. Llegué al lugar (detrás del edificio de los de 5º semestre) y estaba apunto de decirle "Sayonara" al problema, pero una mano fue más rápida que yo y me arrebató la hoja antes de que pudiera siquiera soltarla.
Me giré con intenciones de reclamarle a la persona, pero en cuanto vi quién era, me quedé mudo. Ahí, con toda su roja cabellera y sus ojos azules estaba mi segunda peor pesadilla (la primera era Hiwatari): Yuriy Ivanov
"¡Quién es él?" preguntó con algo de curiosidad "¿Tu novio?"
"¿Mi nov... ¡NO!" grité "Devuélvemela"
"Lo siento, pequeño Takao, ahora es mía" dio al tiempo que doblaba la hoja en cuatro partes y la metía en uno de los bolsillos de su pantalón "¿Quién es?"
"¡Nadie!...ahora devuélvela" exigí extendiendo la mano
"Si no es nadie entonces no lo necesitas" dijo con una sonrisa, mientras tomaba mi mano, inmediatamente retiré mi mano, casi como si el simple toque me hubiera quemado "Te la puedo devolver, pero..."
"¡Pero?" no me gustaba su tono
"... tendrás que salir conmigo" terminó con una sonrisa que me repugnaba
"No... es mía y la quiero de vuelta"
"Ya sabes cómo conseguirla" dijo y sacó la hoja de su bolsillo "Si te interesa debe ser importante"
Traté de arrebatársela, pero él, aprovechando su estatura, alzó un poco el brazo, dejándola fuera de mi alcance.
"Ya sabes" repitió e hizo el ademán de irse
"¡Espera!" lo llamé y se volvió con una sonrisa "Puedes quedártela si quieres"
"..." su sonrisa desapareció "Iré a tu casa el sábado, por si cambias de opinión"
Yuriy se alejó sin decir nada más, aunque yo estaba preocupado. Ni yo sé porque le daba tanta importancia a esa hoja, él ni siquiera conocía a Kai.
Verán, mi... erm, historia con Yuriy Ivanov es la siguiente: lo conocí cuando aún iba en secundaria, yo acababa de entrar y él estaba en 2º año. Nuestro encuentro fue casual, la secundaria estaba algo lejos de mi casa y tenía que tomar un autobús para ir y regresar. Yuriy y yo tomábamos el mismo autobús. La primera vez que hablamos me pareció un chico agradable. Nos veíamos todos los días en la parada de autobús y empezamos algo así como una amistad. Pero luego noté que se comportaba algo raro conmigo, primero empezó con pequeños detalles como pagando el pasaje de ambos con su dinero o cediéndome el asiento. Pero después tomaba cualquier pretexto para pasarme el brazo por los hombros y cosas así. Cuando le cuestioné acerca de su comportamiento, me confesó que yo le gustaba y me invitó a salir. Me sentí raro, no por el hecho de que ambos fuéramos chicos, no, me sentía raro con él. Yo le dije que no podía corresponderle, me apenó tanto decirle eso y al parecer le dolió que se lo dijera. Pensé que las cosas seguirían igual, pero no fue así. Yuriy jamás me volvió a dirigir la palabras, al menos no como amigo. Siempre hacer que saliera con él y pasó de ser el lindo chico que te ia al desagradable tipo que te molesta. Tenía un buen tiempo sin mencionar nada acerca del asunto. Hasta hoy.
Creo que no hace falta decir que lo sola idea de tener a Yuriy molestándome me arruino por completo el día. Las clases ya no me aburrían, simplemente las ignoraba. Y para colmo, todavía tenía que quedarme a hacer la limpieza.
Después de varias horas aburridas y de las cuales no recordaba ni como estuve respirando, se llegó la hora de salida. Todos salieron, me despedía de Max y Kyo para después ir por lo necesario para limpiar la estúpida aula (estaba enojado¿saben?)
"Te espero afuera, Takao y no te tardes demasiado" me dijo Hiromi cuando estaba a punto de empezar con la limpieza, yo sólo asentí con la cabeza y murmuré un débil 'Sí' "¿Estás bien?"
"... eh... sí" respondí dudoso
"¿Seguro?"
"Sí... ahora vete que me interrumpes u.u"
"Eso se gana una por tratar de ser buena amiga" dijo saliendo enfadada
Empecé con desgano, pero avanzaba. Ya estaba por terminar, sólo me faltaba lo más fácil: sacudir los borradores n.n. Estaba yo bien emocionado en mi tarea, cuando escuché que entraban al aula y cerraban la puerta. Ni me molesté en voltear, estaba seguro de que era Hiromi, que venía a apurarme.
"Ni lo digas que ya me lo sé de memoria: "Apúrate, Takao"" dije imitando la voz de mi amiga
No respondió. Estaba por voltear cuando sentí unas manos en la cintura. Pensé en reclamar, pero unos labios sobre los míos me lo impidieron. Solté los borradores y me separé con un fuerte empujón de la persona que se había atrevido a hacer algo así. Era un chico, lo sabía. Me sorprendí al darme cuenta de que era Yuriy, aunque una parte de mí ya lo sospechaba.
"¿Por qué lo hiciste?" pregunté alterado
"Al..." no pudo continuar porque yo, reuniendo toda la fuerza que tenía le había dado un puñetazo, contrario a lo que pensé, rió
"¡No vuelvas a hacerlo!"
"¿O qué?" preguntó sonriendo "Por fin, después de tanto buscarlo, logré besarte, Takao y estoy seguro de que nadie más lo había hecho"
Lo miré con odio, pero antes de que pudiera hacer otra cosa, la puerta se abrió, esta vez sí era Hiromi.
"Tak... ¿qué haces tú aquí?" preguntó al notar la presencia de Yuriy
"Vaya, no sabía que tenía que pedirte permiso para andar por la escuela" dijo él con sarcasmo
"P-pero... tú no..." no continuó, siempre le ocurría lo mismo con Yuriy, perdía gran parte de la seguridad que la caracterizaba y yo sabía a la perfección que no era porque el chico le gustara
"Ya, me largo, de todos modos no importa porque ya conseguí lo que quería" dijo mirándome de reojo, iba salir del aula, pero antes de hacerlo murmuró: "Nos vemos el sábado..."
Salió dejando un tenso silencio entre Hiromi y yo.
"¿A qué se refería con que ya había conseguido lo que quería?" preguntó ella
"¿Qué más va a querer ese tipo? Sólo molestar" dije recobrando la compostura, Hiromi ya conocía la historia, pero por alguna razón no quise contarle lo ocurrido
"¿Seguro?" preguntó con desconfianza
"Claro"
"Takao, quiero ayudarte" dijo viéndome a los ojos, veía sinceridad en sus ojos, pero aún así no le dije nada
"¿Quieres ayudarme? Entonces enséñame matemáticas que voy de mal en peor" dije volviendo a mi actitud normal "¿Qué esperas? Tenemos que estudiar"
"¿Tenemos? Eso me suena a manada" al parecer ella también recupero su humor habitual
Ambos nos dirigimos a mi casa, ella trataba de ocultarlo pero en verdad se notaba preocupada. Aunque yo lo iba más.
Notas finales: Holas! Aquí les dejo este capitulo, sé que como el anterior, ni va al caso, pero es necesario para la historia. Les aviso que tal vez me tarde más en subir el proximo capitulo, pues mi compu ha pasado a mejor vida y tengo acceso a internet sólo con la de mi bro, pero me tiene las horas contadas, así que espero poder leerlas pronto. Tengo una pregunta , Yuriy¿se escribe así? Si no háganmelo saber, sí?
Ahora tengo algo de prisa, pero nos leemos, eh?
Sayonara!
