Capi Four: Sarah y Simon

Cuando Harry volvió a abrir los ojos no recordaba donde estaba. Se había caído al suelo y tenía dos personas acuclilladas junto a él. No conseguía distinguirlos, pues de nuevo, no tenía las gafas puestas.

Todo lo que podía ver era una cabeza de espeso y largo cabello. Al instante pensó en la mujer que había visto segundos antes, pero luego percibió que este cabello era marrón. Suspirando, comprendió que era su mejor amiga. Pero... ¿donde estaban?

-¿Hermione?- musitó

Giró la cabeza para comprobar que la otra persona era su mejor amigo, pero en lugar del llameante cabello naranja vio largos mechones de cabello negro que caían sobre una cara de expresión seria. Sorprendido, se froto los ojos, como esperando que la extraña visión se desvaneciese. Pero la visión, en lugar de desaparecer, le habló.

-¿Estas muerto, Potter?

-No lo sé- contestó, sinceramente. La voz era ligeramente familiar.

-Si contestas es que no lo estas... ¡arriba!.

Harry sintió como el tipo del pelo negro le obligaba a ponerse de pie, todavía sin darle las gafas...

-¡Severus! No seas tan brusco, ¿no ves que acaba de sufrir una conmoción? Toma Harry, tus gafas.

Harry cogió las gafas y se las puso. Al instante la imagen del siniestro profesor de pociones se nitificó. Y Harry recordó donde estaba. Y a Hermione... ¿porque estaba ya allí?. Se dio la vuelta y... no era Hermione.

Su cabello era exactamente igual, mismo color, mismo largo y mismo alboroto indomable. Su altura también era igual, exactamente igual a la de Harry, por el hombro de Snape. Su cara redondeada y suave tenia el mismo encanto inidentificable que el de Hermione. Pero sus ojos eran verdes. Un verde esmeralda irreal, como el de Harry y el de Lily.

-¿Que pasó?- preguntó Harry mirando a su alrededor- ¿donde estoy?

-En mi casa-gruño Snape- ¿no lo recuerdas? ¿Que demonios te ha ocurrido? Cuando entre en la cocina tu ya no estabas detrás de mi, volví atrás y estabas en el suelo, murmurando algo.

-Si... ya lo recuerdo. Oí cantar a alguien, y de repente ya no estaba aquí, en su casa... estaba en otro lugar, con una mujer que sonreía mucho... era pelirroja, se parecía a Hermione... pero creo que era mi madre.

-¿Lily?- dijeron Snape y la desconocida al mismo tiempo y con idéntico ceño fruncido... idéntico al de Hermione cuando algo le preocupaba. Harry alzó las cejas sorprendido.

-¿Que pasa?- preguntó.

-Nada-contestaron los otros dos, de nuevo, al mismo tiempo

-Pasad al salón, la cena esta lista.

Y la mujer desapareció por una puerta que evidentemente llevaba a la cocina mientras Snape condujo a Harry hasta lo que lógicamente era el salón.

Le hizo sentarse y luego se sentó él también en la silla opuesta, justo al lado de lo que sospechosamente parecía una silla de bebés. Sin decir ni una palabra cogió algo verde que se movía por la mesa y lo acarició suavemente... ese gesto convenció a Harry de que era imposible que el animalito fuese lo que parecía: un erizo. Estaba a punto de preguntar que era aquello, cuando un algo peludo se le enredó en los pies... el gesto era típico de un gato, pero viendo esa casa tan rara, podría ser cualquier otra cosa, de modo que con precaución bajó la vista y comprobó que era un gatito pequeñito, blanco y encantador. Se sintió tan conmovido por el animalito que no pudo evitar el impulso de cogerlo en brazos...

-Yo que tu no haría eso, Potter- gruñó Snape.

Harry iba a preguntar porqué, pero el gato se lo dejó bien claro. Tan pronto como estuvo en el regazo de Harry empezó a bufar amenazadoramente y a arañar todo lo que pillaba... estando en el regazo de Harry...

-¡Ah!- gritó, poniéndose en pie a toda prisa. El gato bajo de su regazo, y fue a hacerse un ovillo a los pies de Snape.

-Es Zarpa, la mascota de Simon.-explicó Snape- está entrenado para ser un amor con el niño, pero una fiera con cualquier otro humano. Y te aseguro que en esta casa no sobreviviría una sola rata...

Harry iba a preguntar quien diantres era Simon, pero Snape siguió hablando.

-Aquel perro holgazán y dormilón de la esquina es Ese Perro. La mascota de Sarah. Ella es especialista en adorar las cosas inútiles, porque definitivamente el perro es inútil.- Harry frunció el ceño... ¿Sarah era la mujer de antes?- Es posible que mas tarde veas a Munin... mi cuervo. Es desconfiado y gruñón, pero muchísimo mas fiable que la mejor entrenada de las lechuzas. Y este pequeño animalito de aquí... es Greenie, el único amigo de mi infancia que aun no me traicionó.

Harry observó la colección de mascotas, cuatro en total... cinco habitantes y cuatro mascotas... mas el gato de Hermione y la lechuza de Harry... el verano iba a ser una pesadilla.

Greenie era, efectivamente un erizo. Verde, verde oscuro Slytherin... seguramente tenia una interesante historia detrás de él... tenia que encontrar un modo de averiguarla... tal vez preguntando.

-Profesor... ¿el erizo...?

-¿Has transformado alguna vez un erizo en cenicero?- preguntó Snape

-Si, claro que si. En la clase de transformaciones.

-Pues yo no. Greenie es mi único intento.

Harry frunció el ceño... ¿Snape no era capaz de transformar un simple erizo?

-¿Porque? -preguntó, confuso.

-Nunca he sido capaz de transformar seres vivos... tampoco soy muy bueno para los inertes, pero algo consigo.

-¿Y porque verde?

-Soy Slytherin, ¿no? - musitó con una sonrisa.

Harry se quedó pensativo. Eso tenia que hablarlo con Hermione... ¿porque Snape no podría transformar seres vivos?

-Aquí te lo traigo- exclamó la mujer, entrando en el salón con un niño en brazos.

El bebé aparentaba dos años, como mucho. Tenía el cabello negro y suave y unos grandes y brillantes ojos verde esmeralda.

-Simon-susurró Snape, abrazando al bebe y pasando una mano por su cara, el niño sonrió y murmuró algo ininteligible.

Harry miró atónito la escena ante él... Snape sentado en una silla, con un bebe feliz en sus brazos y una mujer muy guapa detrás de él. Algo en la escena fallaba.

-¡Ya lo tengo!- exclamó Harry de repente- Usted es hermana de Snape, ¿a que si?

Snape se echó a reír, pero Sarah se puso seria.

-¿Puedes explicarme donde ves el parecido, chaval?- gruñó, enfadada. Snape se rió aun mas fuerte...- ya basta Severus... una cosa es que no les digas que estas casado para no ponernos en peligro, y otra que "todos" digan exactamente lo mismo... ¡da la sensación de que todos piensen que eres gay!

Snape dejo de reír súbitamente, mirando a Harry con la mas amenazadora de sus miradas. Esta vez fue Sarah la que se rió, de la cara aterrorizada de Harry.

-No dejes que te asuste, Harry. Perro ladrador, poco mordedor.

-El único perro aquí es el tuyo... y ni siquiera ladra... mira que es vago... es aun peor que Potter... que ya es decir...

-Harry- dijo Sarah ignorando a su marido (!!)- Mi nombre es Sarah Myers- Snape, y el pequeñajo es Simon... Snape, desgraciadamente. Mi hijo.

-Oye, tu, que también es mío...

-Pues hace unas semanas apenas te conocía...

-¡Eso es porque nunca me lo traes al colegio!

-¿Y como se lo explicarías a esos demonios que tienes siempre a tu alrededor?

Snape la miró fríamente.

-Mis chicos no son demonios, solo son muchachos problemáticos, necesitan ayuda. Mi ayuda... y siempre puedo decirles que es mi sobrino...

-¡Todos ellos son sangre limpia! Saben de sobra que eres hijo único...

-Pues mi ahijado...

-También saben "quien" es tu ahijado...

-Seguro que podemos encontrar un modo de que me traigas a mi hijo esquivando a los Slytherin...

-No quiero, Severus Snape. Si quieres ver a Simon, te vienes a casa...

-¡No puedo salir del colegio cuando quiera!- protestó Snape.

-No veo el porque- terció la mujer.

-Lo sabes de sobra...- gruñó Snape-simplemente te niegas a aceptarlo.

Sarah le miró fríamente, se dio media vuelta y se fu e por donde había venido. Snape murmuró algo inaudible, cogió a su erizo y se puso a jugar con él de nuevo. Sarah volvió al cabo de un rato con la cena, que resultó estar deliciosa. Pudo reconocer que quien había hecho esa cena, había hecho los bocadillos que comieron por la mañana... realmente Snape estaba casado con aquella mujer... no era un sueño especialmente retorcido que se desvanecería al abrir los ojos. Realmente una mujer se había casado con el siniestro profesor de pociones, voluntariamente. Y según Simon certificaba, no era un matrimonio falso.

Pero Harry sentía que tampoco era por amor. No había entre los Snape la confianza y confidencia que tantas veces había visto entre los Weasley. Por supuesto Había visto discutir a Arthur y Molly, pero no con el aire tenso, hiriente con el que lo habían hecho los Snape. Por supuesto, la culpa era de Snape... los Slytherin nunca se dan cuenta de cuando están equivocados, y si ella no quería llevar al niño a Hogwarts... ¿cual era el problema con que el lo visitase en la casa?

Nunca se había esperado que Severus Snape, de entre todas las personas, tuviese una familia adorable y amable. Pero a decir verdad era mejor estar solo que discutiendo de ese modo.

Al terminar la cena , Sarah le acompañó al que sería su cuarto durante el próximo mes. Normalmente era una biblioteca. De hecho las paredes aun estaban cubiertas de estantes con toneladas de libros. Pero los muebles habían sido apartados a un lado para dejar espacio a una cama y su baúl. No era muy espacioso pero si era cómodo, y mucho mejor que Privet drive. Tal vez el pasar el verano con los Snape no fuese tan horrible. Sarah era amable y cariñosa con Harry. Y un bebé siempre es un bebé. Sería una delicia pasar tiempo con él.

Además de la pequeña biblioteca, la casa tenía dos dormitorios (para el matrimonio y Simon), un laboratorio (en el que Snape le prohibió expresamente asomar la nariz), la cocina, el salón y un baño. Todo ello estaba muy bien decorado en todos azules o verdes, dándole un aspecto confortable y acogedor... definitivamente esa casa no era la residencia habitual de Snape.

Sarah había conjurado un pequeño armario para Harry, de modo que pudiese ordenar un poco las cosas que tan descuidadamente había arrojado en su baúl, y le estaba ayudando a doblar la ropa. Le recordaba mucho a Hermione. Transmitía la tranquilidad y confianza en si misma de su mejor amiga. También le recordaba a su madre, pues la envolvía ese halo misterioso que su madre le había dado a él antes de morir... Harry podía sentirlo, era algo que protegía a todos y cada uno de los pelirrojos Weasley gracias a Molly. Y también sentía que ese halo reposaba con toda su intensidad sobre Simon... nada sobre Snape... bueno, realmente Harry no podía culpar a Sarah de eso...

Al cabo de un rato, Snape entró en la habitación, haciendo que el nexo que unía en cómodo silencia a Harry y Sarah, se rompiese unos segundos.

-Simon ya duerme... ¿habéis terminado aquí?

-Si- musito la mujer poniéndose en pie y acercándose a su marido. Le abrazó suavemente mientras cerraba los ojos. Después de dudar un momento, el también la abrazo. Y como unas horas antes había hecho con Alexia Figg, le besó la frente. Luego ella alzó la cabeza y rozó sus labios. Se separó de él rápidamente.

-Perdóname, Severus. Se que debería haberte llevado a Simon mas a menudo... pero tengo miedo..

-No te preocupes. Lo comprendo...Potter- dijo Snape de pronto, volviéndose hacia Harry.- ¿que trajo tu lechuza por la mañana?

Harry recordó el pergamino y el paquete y los encontró en las profundidades de su baúl.

-Es de Hermione- anunció, desenrollando el pergamino. Sarah se acercó a él, pero Snape no se inmutó.

"Querido Harry:

¡Feliz cumpleaños! ¿Cómo esta todo por ahí? ¿Siguen maltratándote tus tíos? Espero que no.

No se si esto te llegará a tiempo, pues desde Bulgaria todo tarda más...hace muchísimo frío, a pesar de estar en verano. Viktor y su familia son de las mas antiguas de la zona... Sangre Limpia, por supuesto, pero amistosos y amables. Hasta ahora no han tenido ningún problema con mis padres, creo que sienten curiosidad mutua...

Bulgaria es preciosa, su gente es muy interesante y tienen una gran historia, tanto mágica como no mágica. Papá y mamá están disfrutando de estas vacaciones tanto como yo.

Sin embargo, estoy deseando que llegue el día cinco. El profesor Dumbledore me ha pedido que te diga que estaré el resto del verano contigo...¿donde estaremos, Harry, ya has llegado a ese lugar misterioso? Dumbledore solo se reía cuando le preguntaba donde era..."

-No me extraña- murmuró Harry entre dientes. Sarah también se rió.

"...también me dijo que seria el profesor Lupin quien me recogiese en el aeropuerto. Luego acompañaremos a mis padres a casa, recogeremos mis cosas y tomaremos el tren de King Cross... con semejantes coordenadas me imagino que no iremos a Privet Drive, ¿tal vez Hogwarts? ¿O es que Lupin tiene una casa en Hogsmeade?

¿Sabes? Aquí en Bulgaria he conocido a una chica británica que conocía a tus padres... ella también vendrá con nosotros... dice que Lupin y Sirius la conocen. Se llama Dalia Fletcher..."

-Severus... va a venir Dalia.-dijo Sarah de improvisto. Snape alzó una ceja.

-Ya lo se.

-¿La conocen?-preguntó Harry. Ninguno de los adultos contestó.

"Imagino que no veremos a los Weasley hasta Septiembre... el profesor Dumbledore me contó lo de Charlie. Espero que no le haya pasado nada, pero no podremos saberlo hasta que Ron nos escriba... y no creo que eso me ocurra a mi... En fin, ya sabes que a él no le hizo ninguna gracia lo de mis vacaciones.

Tengo tantas cosas que contarte. Me muero de ganas de verte y abrazarte de nuevo.

Un beso. Hermione"

Harry se sonrojó mientras leía las últimas palabras de su mejor amiga. Y la zona de su mejilla donde ella le había besado comenzó a arder de nuevo.

-¿Pasa algo, Harry?- preguntó Sarah con una sonrisa maligna.

-No. Todo está genial. Hermione vuelve el día cinco, profesor Snape. Dice que Lupin la traerá para aquí.

-¿Ella sabe donde pasara el verano?-gruñó Snape con el ceño fruncido y mirando a Sarah de reojo.

-No, el profesor Dumbledore no quiso contárselo. Le reserva la... sorpresa...

-Y tanto...- murmuró Snape, mirando al suelo. -Digo yo... ¿y por que no se queda con Lupin y Black?

Snape miraba a Harry, pero su pregunta, obviamente estaba dirigida a Sarah..

-Sabes que eso no puede ser-respondió la mujer, con el ceño aun mas fruncido que su marido- la niña necesita descanso, no mas trabajo. Remus y Sirius estarán ocupados, no podrán protegerla. Además, ellos ya tienen bastante con Alexia, y ahora también Dalia...Hermione puede dormir aquí, con Harry. Hay espacio de sobra para otra cama.

-¿¡Aquí?!- exclamaron Harry y Snape a la vez

-¿Porque no puede dormir uno de nosotros con Simon?- preguntó Harry. Sarah negó con la cabeza.

-Simon tiene el sueño muy ligero, se despierta con el mas mínimo ruido y tiene tendencia al insomnio. Su habitación es insonorizada y completamente oscura. Ninguno de vosotros dos estaría cómodo ahí.

Harry se encogió de hombros, tan rojo como el cabello de un Weasley. Y Snape... parecía estar enfadado. Tal vez dos Gryffindors era mucho mas de lo que podía manejar. Y aunque el sospechaba que Hermione también iría para su casa, había mantenido la esperanza hasta el ultimo momento.

Harry inclino la cabeza y descubrió que la carta tenia una posdata.

"Estoy segura se que mi regalo no será de los mejores que recibas, pero ya va siendo hora de que leas algo mas que esas insulsas revistas de quidditch. Estos libros son de lo mejor que he leído nunca. Espero que te gusten."

Harry frunció el ceño y buscó el paquete que acompañaba a la carta. Lo desenvolvió con cuidado y comprobó que eran tres gruesos libros de piel y letras doradas. Realmente tenían aspecto de ser muy caros. Harry leyó el título en voz baja, frunciendo el ceño.

-¿Que es?- preguntó Sarah, acercándose. ¿un regalo?

-Si. Hoy cumplo 15 años.

-Ah, lo había olvidado. Felicidades, Harry. Mañana te haremos una trata, ¿vale?

Harry sonrió y acarició la lujosa encuadernación de los libros. Tenían un tacto suave. Sarah leyó el título por encima de su hombro.

-¡El Señor de los Anillos!-proclamó, asombrada, mas para Snape que para Harry- Severus... empiezo a creer lo que decías...increíble... es su mejor amiga, ¿no?

Snape asintió, lentamente. Muy serio. Sarah también estaba seria. Incluso triste.

-Creo que no entiendo nada- dijo Harry, mirando al uno y al otro alternativamente.

Sarah suspiró profundamente.

-¿Tienes sueño, Harry?- Harry, lógicamente, mintió y dijo que no- Pues siéntate. Te vamos a contar una historia....

*** Continuará ***

Je, je, je, soy terrible... Siento mucho no haber publicado antes, pero es que estaba descorazonada con la historia... pero soy mas tozuda que nadie, y nunca dejare nada sin terminar. De modo que aquí sigo... Veamos. La idea de Snape teniendo familia es de mi amiga Silverfox y su Runaway Dragon. Quien a su vez los tomo prestados de un amigo. En RD, Sarah y Billy (así se llama el niño) son precisamente lo que Harry nunca se imaginaria, una familia adorable y encantadora. Sarah esta profundamente enamorada de su marido y acepta todas sus facetas, y Billy sencillamente idolatra a su padre. No me gustan las cosas sencillas, y para mi esa Sarah es un personaje sencillo, tal era el objetivo de Silverfox para hacer mas humano a Snape. Esta no lo será, créanme. De hecho, ella y sus tres amigas (bueno, ahora cuatro) son lo mas complicado que he escrito nunca. Sinceramente, espero que os guste. Greenie también es de Silverfox, como ya había dicho. El perro también es de ella y su RD (solo que ahí, además de inútil era insoportable, pero Sevi le cogió cariño, que se le va a hacer) El gato se menciona en esa historia, pero su personalidad es cosa mía. Podéis usarle si queréis. El cuervo es otra constante en cualquier historia de Snape. La idea original procede de Slytherin Rising, donde se llamaba Corvus. Munin es el nombre que Silverfox le dio, y mas adelante explicare su significado. La idea de Hermione leyendo El Señor de los Anillos, la vi en tantas historias que creo que la introduje inconscientemente. En fin, si reconocéis algo mas, estaré encantada de otorgaros vuestros meritos.

Emma Potter: Me temo que aun le falta bastante. Tengo escritos al menos otros seis capítulos, y aun no esta terminada, o sea que...

Gen Potter: Supongo que ya habré contestado a la mayor parte de tus preguntas, ¿no? Severus no tiene un romance con Alexia, tranquila. Lo del beso era una contraseña, ya se explicará porque la necesitan... Harry no esta loco por Alexia. Simplemente quiero dejar claro que es la mujer mas guapa que ha conocido nunca. Mucho mas guapa de lo que yo podría expresar.

Luley. Ya esta, ya la seguí, ¿contenta?

Y ahora los de "Deseo o realidad"

Diel: Yo no fumo, muñeca... tal vez la comida estuviese toxica, no se. Bueno... Diel siento decepcionarte, pero... esa historia si es después del quinto libro, de modo que... Harry esta muerto, si. Al igual que Sirius. Para mi el SS/Hm es la pareja mas profunda sobre la que se puede escribir. Son tan iguales, y a la vez tan distintos... Ejem... si realmente no te gusta esa pareja... ¡No leas este fic! Hay que querer y comprender mucho a Severus para entender y perdonar las cosas que ha hecho y hará en este fic. Y lo mismo vale para Sirius, amiga. Con esta historia puedo poner a prueba ese amor que proclamas, créeme.

Gen Potter: ¿¡Un chiste malo!? Bueno, lo mismo que me parece a mi los R/Hm... un chiste malo para niños pequeñitos... en fin... la diferencia es que yo nunca cambiare de opinión, porque aunque estoy intentando comprender a Ron, jamás podré verle con Hermione. Son demasiado diferentes.

Creo que esto es todo. Un beso y ¡nos vemos!

Iremione