Capi six: Reencuentros
Harry disfrutó como nunca sus vacaciones durante aquellos días . Pasaba todo el día en Hogsmeade, donde se le abría un nuevo mundo de lugares que jamás había visitado, parques infantiles que jamás había visto y tiempo ilimitado para visitar las tiendas que más le gustasen. Por supuesto también disfrutaba de Honeydukes y su sorprendente variedad de helados junto con Simon. Le encantaba pasear con el niño por el pueblo desierto. Al principio Sarah les acompañaba, pero ahora ella utilizaba el tiempo extra que todavía tenía de su permiso por maternidad para hacer cosas en casa. Snape estaba todo el día encerrado en su laboratorio, con lo cual las vacaciones de Harry eran aun más perfectas.
El día anterior al regreso de Hermione, Harry estaba con Simon en el parque, columpiándole. Y por primera vez reparó en lo inquietantemente vacío que estaba el lugar.¿No debería haber algún niño por allí? Intrigado, al volver a la casa, se lo preguntó a Sarah.
-Simon es el único niño pequeño de Hogsmeade... bueno, no, no realmente. Vincent y Ann tienen una niña, pero apenas tiene seis meses. El resto de los niños tienen edad de Hogwarts.. y por lo tanto amigos de ahí. La mayor parte pasan el verano fuera del pueblo... Hogsmeade no es un lugar muy interesante para pasar el verano... ni siquiera hay playa.
Harry alzó las cejas.
-¿Los magos van a la playa?
-¡Por supuesto!- rió Sarah- tal vez consigamos ir un día cuando llegue tu amiga.
Harry sonrió. Nunca había visto el mar... a menos que él recordase.
-¿Pero como es posible que no haya mas niños aquí?
-Hogsmeade no es muy grande, muchacho, y la mayoría de sus habitantes son ancianos o squibs, que tienen prohibido tener hijos...
-¡¿Qué!? ¿Por qué?
Sarah sonrió.
-La magia no es precisamente un carácter genético dominante. Aunque un squib lograse casarse con un mago, sus hijos podrían no tener magia. El instinto de supervivencia del ministerio no les permite impedir esas uniones, pero si impedir la aparición de generaciones y generaciones de magos sin magia.
-Entonces, médicamente... ¿cómo es posible un caso como el de Hermione? Ninguno de sus antecesores tuvo magia jamás...
-¿Cómo apareció el primer ser humano con magia? No, lo sabemos... tal vez fuese una mutación que abre mucho mas las posibilidades de la mente... no sé... podrían ser muchas cosas. La cuestión es que los magos tienden a extinguirse... somos demasiado pocos, y por culpa de la actitud de unos cuantos la magia no se extiende. Igual que el Ministerio impide la unión de squibs, no ve con buenos ojos la unión de magos con muggles...no te imaginas la cantidad de papeleo que hay que rellenar para conseguir permiso. Eso solo hace que tengamos que casarnos entre nosotros... limitar el material genético y... ya sabes.
Harry pensó un momento en Crabbe y especialmente Goyle... tanto orgullo de Sangre Limpia....
-¿Entonces porqué insultan a Hermione? Gente como ella es precisamente lo que necesitan...
-"Sangre sucia" es un término empleado para los de sangre mezclada, en realidad. Los hijos de muggles son tan escasos que apenas se fijan en ellos, y cuando hay alguno, son tan tímidos que suelen ir a Hufflepuff. Hermione... es un caso especial.
-Entonces... ¿Hay mas escuelas mágicas o no? Si hay tan pocos niños... en Hogwarts somos alrededor de 400....
-Y todos ingleses. Hay una escuela en Francia, otra en Alemania, Italia... en fin, por todo el mundo, de las cuales, Hogwarts es la más grande... no, no es que los ingleses seamos mejores, simplemente el ingles es una de las lenguas más habladas del mundo. También hay países más pequeños que no tienen escuela propia, entonces sus habitantes van a escuelas con el mismo idioma. Por ejemplo China, que reparte a sus estudiantes entre Hogwarts y la Escuela Mágica de Salem, ya que casi todos los chinos saben ingles y no existe ninguna escuela en chino. Los latinos tienen dos escuelas, en Santiago de Chile y en Santiago de Compostela, todos los hispanos se reparten entre las dos escuelas. Son buenos, pero muy cerrados y apenas se relacionan con otras comunidades. También tienen muchos rebeldes, y magos del lado oscuro... pero en general son muy poderosos. Si no fuesen tan cerrados le darían una buena pelea a Hogwarts por el primer puesto. Pero Hogwarts siempre tienen una ventaja: escoge a sus alumnos. ¿Has visto alguna clase para squibs? Todas las escuelas la tienen, pero ellos no. Si hay algún mago o bruja prominente en otros países, pueden reclamarlo y educarlo en Hogwarts... como Cho Chang, por ejemplo, que vino de la escuela de Tokio o Blaise Zabinni que vino de la de Italia. Creo que nunca han reclamado a nadie de los Santiagos, pero es que no creo que se atrevan... por separado son peligrosos, pero juntos...
Harry escuchaba boquiabierto. ¿Por qué nunca se le había ocurrido preguntar cosas tan sencillas?
-De modo que Hogwarts es una escuela para los mejores magos... sí, incluso los Hufflepuff. Los británicos que no alcanzan el nivel van a Salem... y se quedan allí. Ser rechazado por Hogwarts es una ofensa horrible.
-Eso es muy cruel.-gruñó Harry.
-Lleva haciéndose durante años. Para ti, que vienes de fuera es fácil ver que no es justo. Pero la verdad es que le preguntes a quien le preguntes en Hogwarts estarán muy orgullosos de ello.
Y aun así era cruel... Harry miró a Simon. Si algún día se casaba, tendría muchos hijos, para asegurarse de que la magia no se extinguiese, y los criaría sin prejuicios.
*****
El día cinco amaneció ligeramente nublado. Harry se levantó temprano, como siempre, ayudó a Sarah con el desayuno y le dio la papilla a Simon. Snape entro en la cocina en su eterna vestimenta negra. Saludó a los presentes y se situó detrás de su ejemplar diario de "Ars alchemica"
-Severus... recuerda que mañana me reincorporo al trabajo, no te olvides de Simon.
-No soy idiota, "querida"...Pero, ¿ y si me llama "él"?
-Sirius Remus, Alexia y Dalia echaran un ojo a Harry, ya lo sabes, y él puede cuidar de Simon. Además, estará Hermione.
Snape frunció el ceño.
-Genial. Tengo que dejar a mi hijo rodeado de Gryffindors para reunirme con un sociopata.
-No es como si yo te hubiese obligado-contesto Sarah fríamente. Harry empezaba a acostumbrarse al intercambio de puñaladas en la pareja.
-Tiene que haber otra solución... preferiría llevarme a Simon a las reuniones antes de dejarle con H....
-Mi hijo JAMAS será como tu, Severus Snape. -contestó tajantemente Sarah, en el tono más gélido que Harry le había oído nunca.-¿Me oyes? Jamas. Y así será si tu jodido jefe se entera de que él existe, como le pasa a Dragon. Eso nunca le ocurrirá a Simon. Antes muerta.
Harry estaba sorprendido. Sarah nunca había sido tan dura... claro que Snape nunca había hecho un comentario tan estúpido. Sarah estaba de pie, mirándole fijamente. Snape no parpadeaba, sosteniéndole la mirada. Simon se puso a llorar. Con mucha fuerza, como si sintiese la tensión entre sus padres.
Snape rompió el contacto visual y cogió a Simon en brazos, pero Sarah se lo arrebató como si creyese que podía hacerle daño.
-Lo siento.-Murmuró Snape, sin intentar recuperar al niño.- sabes que no... lo decía en serio. Nunca le desearía lo mismo que yo sufro a nadie, y menos a una criaturita inocente...
El tono de disculpa, alivió un poco la tensión y el llanto del niño se suavizó. Simon extendía los bracitos hacia Snape, y esta vez, Sarah le permitió coger al niño. Snape le pasó una mano por la cara, y el bebé se tranquilizó al instante. Era mágico. Pero no la clase de magia que ellos aprendían, sino una confianza padre-hijo que Harry no había visto jamás y de la que, a juzgar por la expresión de la cara de Sarah, estaba celosa.
Por primera vez Harry entendió algo. Puede que Simon no pasase tanto tiempo con su padre como con su madre. Pero era bastante evidente quien era su favorito.
-¿Has terminado, Harry?-preguntó Sarah, devolviéndole a la realidad y como si no hubiese pasado absolutamente nada.-Remus estará a punto de llegar.
Harry asintió, y Snape le dio un trozo de papel.
-Recoged esto en el aeropuerto por mí. Y que NADIE aparte de .. la señorita Granger lo toque, ¿está claro? Son ingredientes de pociones muy delicados, ella sabrá como tratarlos. Aquí está el resguardo.
Dicho lo cual, dejo a Simon en su trona y se marchó a su laboratorio.
***** A las doce, Remus recogió a Harry en la casa. Tras un fuerte abrazo, Sarah les dio una mochila repleta de emparedados y partieron en un coche de aspecto destartalado, y que poco después, Harry comprobaría que estaba arreglado mágicamente, pues parecía un coche de carreras sorprendentemente cómodo. Harry alzó una ceja.
-¿Y este coche?-preguntó, irónico. Remus se encogió de hombros.
-¿Has oído hablar de la moto de Sirius?-Harry asintió- Bueno... a él le gusta hacer esta clase de cosas.
A eso prosiguió una conversación / monólogo por parte de Lupin acerca de los Merodeadores y sus aventuras. Días atrás, Harry estaría emocionado con la información. Pero justo en ese instante su mente rondaba alrededor de un niño siniestramente parecido a él mismo, con una capacidad de comprensión sobrenatural y grandes posibilidades de quedarse huérfano.
Pensaba una y otra vez en cierta promesa de venganza que había oído en el cementerio aquella noche, sobre cierto mortífago ausente y que Harry supo al instante quien era. Él le había contado "todo" a Dumbledore, de modo que sabía que Voldemort conocía la deslealtad de Snape. ¿por qué arriesgar su vida así?
Y lo que realmente angustiaba a Harry. ¿Por qué él, Harry, se preocupaba por ellos en primer lugar? No es como si Sarah o Simon fuesen familiares suyos, después de todo, y Snape nunca le habia gustado, ¿verdad?... ¿verdad?
-... en fin, que no solo hay mortifagos en Slytherin.-concluyó Remus.
Harry solo habia oído eso, y se arrepintió de no haber estado escuchando. Eso nunca era una buena idea cuando se trataba de Remus. Todo lo que decía era importante.
-¿Qué? ¿qué has dicho?
-Que no tod...
-Si, eso lo he oído, me refiero a "porqué" lo has dicho.
-Te estaba contando como fue que Sirius descubrió que Peter era el traidor- contestó Remus pacientemente. Sé habia dado perfecta cuenta de que el joven Potter no le había hecho ni el más mínimo caso.
-¿Y como fue?-preguntó, realmente interesado.
-Severus se lo dijo.
-¿¡Que?! ¡Pero si el era un mortifago de verdad, entonces!
-Hum... no exactamente. Estuvo en la boda de Lily y James, Harry. Su actitud era mas oscura, es cierto, pero por mucho que el diga, yo no creo que haya sido un verdero mortifago nunca. Tengo mis propias fuentes, ¿sabes? Y siempre me han dicho que el nunca tomo parte de... las actividades del grupo.
Harry asintió, comprensivamente.
-¿Y Sirius le creyó, sin mas?
-Ojalá. Nunca le creyó, y Severus no tuvo tiempo de alertar a Dumbledore. Para cuando llego a Hogwarts tus padres estaban muertos.
Harry abajó la cabeza.
-Sirius no supo la verdad hasta que descubrió que Peter habia huido, habia ido a pedirle explicaciones. Luego intentó pedirle perdón a Severus y encontró a Peter. Por eso las cosas entre Sirius y Severus jamás irán bien. Para Severus, Sirius mató a Lily. Nunca podrá hacer nada que le compense eso.
Harry se hundió aun mas en su asiento. Desgraciadamente, comprendía muy bien a Snape.
-Ya hemos llegado.
*****
Los dos magos bajaron del coche y recorrieron el aeropuerto atestado de muggles, procurando no separarse. El adulto le guió en el mar de gente, hasta detenerse ante una gran ventana
-En ese avión está Hermione, Harry.
-¿Cómo lo sabes?
-El viejo y útil método deductivo: ese cartel dice que su avión ya ha llegado, y ese avión es el único que esta aterrizando.
Harry sonrió. No habia visto el cartel. Del interior del aparato empezaron a surgir pequeños puntitos que bajaban por unas escaleras que habían acercado. Harry se acercó mas al cristal para ver si reconocía a Hermione en la multitud, pero Remus le tiró del brazo.
-Ven, les esperaremos en la puerta.
Siguió al hombre lobo hasta la gran entrada y esperó junto a él pacientemente, observando como se reunían otras personas. Hasta que vio dos figuras conocidas: Feodor y Michelle Granger, los padres de Hermione.
Los dos muggles les reconocieron al momento, y se dirigieron hacia ellos animados.
-Hola, Harry. Sonrió Michelle. Herms viene ahí detrás con Dalia Fletcher. Ella asegura que le conoce a usted, señor Lupin , y también al director Dumbledore.
Fue entonces cuando las vio. Una mujer morena y otra de cabello castaño.
Harry supuso que Dalia era la morena. No era mucho mas alta que Hermione, y por lo tanto, era de la misma estatura que Harry. Tenia unos ojos grandes y grises, que mostraban un deje de malicia. El cabello largo hasta los hombros, liso y lacio, tan negro como la noche. Su expresión en conjunto daba aspecto de ser huraña, pero en cambio se notaba que sonreía sinceramente.
Hermione caminó hacia él. O Harry supuso que era Hermione, pues estaba irreconocible. Tenía el largo cabello castaño recogido en la coronilla, de modo que daba la impresión de una cascada de rizos de chocolate. El color lavanda del vestido resaltaba su natural tez morena, y al ver a Harry le saludó con la mano y una sonrisilla de película.
Harry no pudo reaccionar cuando sintió que su nariz se hundía en la montaña de rizos, una vez Hermione le tenia sujeto en su firme abrazo. De hecho, ella se separó mas pronto de lo que Harry había esperado y le miró seriamente.
-¿Te ocurre algo, Harry? ¿estas enfadado conmigo? ¿porque no me saludas?
Harry abrió la boca, pero aun tardó un rato en contestar.
-No, por supuesto que no... bienvenida a casa, Hermione, es solo que... no quiero llevarte a donde yo estoy pasando el verano.
Hermione frunció el ceño.
-¿Es realmente tan horrible?
Harry bufó.
-Nunca lo imaginarias... aunque bueno. Tiene sus cosas buenas...
-Ahora estoy intrigada.
-Y yo también... ¡que te ha pasado! ¡Mírate! Estas increíble.
Hermione se rió suavecito y se encogió de hombros.
-Un mes con Dalia Fletcher, supongo. Tu también estas... diferente... ¡eres mas alto que yo!
Los dos muchachos se rieron y se abrazaron de nuevo. Y de repente Harry sintió que estaba de nuevo en familia.
***** Continuará*****
Bueno, un capi mas. No estoy segura de poder seguir actualizando muy a menudo. Por supuesto, terminaré la historia, pero ira (aun) mas lenta, porque he empezado las clases. Tengo la evaluación a fines de noviembre, así que pronto estaré de exámenes... Intentaré mantener el ritmo de dos semanas, pero no prometo nada. Besos y gracias por leer.
Hermi222: Bueno... ¿qué te ha parecido Dalia? Aun me faltan muchas cosas que decir de ella, pero es mi personaje favorito en esta historia, je, je, je...
Gen Potter:¿Qué clase de historia seria esta si no mantuviese sus misterios? Je, je, je... Lo de Sevi, papi de Harry ES imposible. Rowling lo cortó de entrada al decir que él es el vivo retrato de James, ¿no?
Harry disfrutó como nunca sus vacaciones durante aquellos días . Pasaba todo el día en Hogsmeade, donde se le abría un nuevo mundo de lugares que jamás había visitado, parques infantiles que jamás había visto y tiempo ilimitado para visitar las tiendas que más le gustasen. Por supuesto también disfrutaba de Honeydukes y su sorprendente variedad de helados junto con Simon. Le encantaba pasear con el niño por el pueblo desierto. Al principio Sarah les acompañaba, pero ahora ella utilizaba el tiempo extra que todavía tenía de su permiso por maternidad para hacer cosas en casa. Snape estaba todo el día encerrado en su laboratorio, con lo cual las vacaciones de Harry eran aun más perfectas.
El día anterior al regreso de Hermione, Harry estaba con Simon en el parque, columpiándole. Y por primera vez reparó en lo inquietantemente vacío que estaba el lugar.¿No debería haber algún niño por allí? Intrigado, al volver a la casa, se lo preguntó a Sarah.
-Simon es el único niño pequeño de Hogsmeade... bueno, no, no realmente. Vincent y Ann tienen una niña, pero apenas tiene seis meses. El resto de los niños tienen edad de Hogwarts.. y por lo tanto amigos de ahí. La mayor parte pasan el verano fuera del pueblo... Hogsmeade no es un lugar muy interesante para pasar el verano... ni siquiera hay playa.
Harry alzó las cejas.
-¿Los magos van a la playa?
-¡Por supuesto!- rió Sarah- tal vez consigamos ir un día cuando llegue tu amiga.
Harry sonrió. Nunca había visto el mar... a menos que él recordase.
-¿Pero como es posible que no haya mas niños aquí?
-Hogsmeade no es muy grande, muchacho, y la mayoría de sus habitantes son ancianos o squibs, que tienen prohibido tener hijos...
-¡¿Qué!? ¿Por qué?
Sarah sonrió.
-La magia no es precisamente un carácter genético dominante. Aunque un squib lograse casarse con un mago, sus hijos podrían no tener magia. El instinto de supervivencia del ministerio no les permite impedir esas uniones, pero si impedir la aparición de generaciones y generaciones de magos sin magia.
-Entonces, médicamente... ¿cómo es posible un caso como el de Hermione? Ninguno de sus antecesores tuvo magia jamás...
-¿Cómo apareció el primer ser humano con magia? No, lo sabemos... tal vez fuese una mutación que abre mucho mas las posibilidades de la mente... no sé... podrían ser muchas cosas. La cuestión es que los magos tienden a extinguirse... somos demasiado pocos, y por culpa de la actitud de unos cuantos la magia no se extiende. Igual que el Ministerio impide la unión de squibs, no ve con buenos ojos la unión de magos con muggles...no te imaginas la cantidad de papeleo que hay que rellenar para conseguir permiso. Eso solo hace que tengamos que casarnos entre nosotros... limitar el material genético y... ya sabes.
Harry pensó un momento en Crabbe y especialmente Goyle... tanto orgullo de Sangre Limpia....
-¿Entonces porqué insultan a Hermione? Gente como ella es precisamente lo que necesitan...
-"Sangre sucia" es un término empleado para los de sangre mezclada, en realidad. Los hijos de muggles son tan escasos que apenas se fijan en ellos, y cuando hay alguno, son tan tímidos que suelen ir a Hufflepuff. Hermione... es un caso especial.
-Entonces... ¿Hay mas escuelas mágicas o no? Si hay tan pocos niños... en Hogwarts somos alrededor de 400....
-Y todos ingleses. Hay una escuela en Francia, otra en Alemania, Italia... en fin, por todo el mundo, de las cuales, Hogwarts es la más grande... no, no es que los ingleses seamos mejores, simplemente el ingles es una de las lenguas más habladas del mundo. También hay países más pequeños que no tienen escuela propia, entonces sus habitantes van a escuelas con el mismo idioma. Por ejemplo China, que reparte a sus estudiantes entre Hogwarts y la Escuela Mágica de Salem, ya que casi todos los chinos saben ingles y no existe ninguna escuela en chino. Los latinos tienen dos escuelas, en Santiago de Chile y en Santiago de Compostela, todos los hispanos se reparten entre las dos escuelas. Son buenos, pero muy cerrados y apenas se relacionan con otras comunidades. También tienen muchos rebeldes, y magos del lado oscuro... pero en general son muy poderosos. Si no fuesen tan cerrados le darían una buena pelea a Hogwarts por el primer puesto. Pero Hogwarts siempre tienen una ventaja: escoge a sus alumnos. ¿Has visto alguna clase para squibs? Todas las escuelas la tienen, pero ellos no. Si hay algún mago o bruja prominente en otros países, pueden reclamarlo y educarlo en Hogwarts... como Cho Chang, por ejemplo, que vino de la escuela de Tokio o Blaise Zabinni que vino de la de Italia. Creo que nunca han reclamado a nadie de los Santiagos, pero es que no creo que se atrevan... por separado son peligrosos, pero juntos...
Harry escuchaba boquiabierto. ¿Por qué nunca se le había ocurrido preguntar cosas tan sencillas?
-De modo que Hogwarts es una escuela para los mejores magos... sí, incluso los Hufflepuff. Los británicos que no alcanzan el nivel van a Salem... y se quedan allí. Ser rechazado por Hogwarts es una ofensa horrible.
-Eso es muy cruel.-gruñó Harry.
-Lleva haciéndose durante años. Para ti, que vienes de fuera es fácil ver que no es justo. Pero la verdad es que le preguntes a quien le preguntes en Hogwarts estarán muy orgullosos de ello.
Y aun así era cruel... Harry miró a Simon. Si algún día se casaba, tendría muchos hijos, para asegurarse de que la magia no se extinguiese, y los criaría sin prejuicios.
*****
El día cinco amaneció ligeramente nublado. Harry se levantó temprano, como siempre, ayudó a Sarah con el desayuno y le dio la papilla a Simon. Snape entro en la cocina en su eterna vestimenta negra. Saludó a los presentes y se situó detrás de su ejemplar diario de "Ars alchemica"
-Severus... recuerda que mañana me reincorporo al trabajo, no te olvides de Simon.
-No soy idiota, "querida"...Pero, ¿ y si me llama "él"?
-Sirius Remus, Alexia y Dalia echaran un ojo a Harry, ya lo sabes, y él puede cuidar de Simon. Además, estará Hermione.
Snape frunció el ceño.
-Genial. Tengo que dejar a mi hijo rodeado de Gryffindors para reunirme con un sociopata.
-No es como si yo te hubiese obligado-contesto Sarah fríamente. Harry empezaba a acostumbrarse al intercambio de puñaladas en la pareja.
-Tiene que haber otra solución... preferiría llevarme a Simon a las reuniones antes de dejarle con H....
-Mi hijo JAMAS será como tu, Severus Snape. -contestó tajantemente Sarah, en el tono más gélido que Harry le había oído nunca.-¿Me oyes? Jamas. Y así será si tu jodido jefe se entera de que él existe, como le pasa a Dragon. Eso nunca le ocurrirá a Simon. Antes muerta.
Harry estaba sorprendido. Sarah nunca había sido tan dura... claro que Snape nunca había hecho un comentario tan estúpido. Sarah estaba de pie, mirándole fijamente. Snape no parpadeaba, sosteniéndole la mirada. Simon se puso a llorar. Con mucha fuerza, como si sintiese la tensión entre sus padres.
Snape rompió el contacto visual y cogió a Simon en brazos, pero Sarah se lo arrebató como si creyese que podía hacerle daño.
-Lo siento.-Murmuró Snape, sin intentar recuperar al niño.- sabes que no... lo decía en serio. Nunca le desearía lo mismo que yo sufro a nadie, y menos a una criaturita inocente...
El tono de disculpa, alivió un poco la tensión y el llanto del niño se suavizó. Simon extendía los bracitos hacia Snape, y esta vez, Sarah le permitió coger al niño. Snape le pasó una mano por la cara, y el bebé se tranquilizó al instante. Era mágico. Pero no la clase de magia que ellos aprendían, sino una confianza padre-hijo que Harry no había visto jamás y de la que, a juzgar por la expresión de la cara de Sarah, estaba celosa.
Por primera vez Harry entendió algo. Puede que Simon no pasase tanto tiempo con su padre como con su madre. Pero era bastante evidente quien era su favorito.
-¿Has terminado, Harry?-preguntó Sarah, devolviéndole a la realidad y como si no hubiese pasado absolutamente nada.-Remus estará a punto de llegar.
Harry asintió, y Snape le dio un trozo de papel.
-Recoged esto en el aeropuerto por mí. Y que NADIE aparte de .. la señorita Granger lo toque, ¿está claro? Son ingredientes de pociones muy delicados, ella sabrá como tratarlos. Aquí está el resguardo.
Dicho lo cual, dejo a Simon en su trona y se marchó a su laboratorio.
***** A las doce, Remus recogió a Harry en la casa. Tras un fuerte abrazo, Sarah les dio una mochila repleta de emparedados y partieron en un coche de aspecto destartalado, y que poco después, Harry comprobaría que estaba arreglado mágicamente, pues parecía un coche de carreras sorprendentemente cómodo. Harry alzó una ceja.
-¿Y este coche?-preguntó, irónico. Remus se encogió de hombros.
-¿Has oído hablar de la moto de Sirius?-Harry asintió- Bueno... a él le gusta hacer esta clase de cosas.
A eso prosiguió una conversación / monólogo por parte de Lupin acerca de los Merodeadores y sus aventuras. Días atrás, Harry estaría emocionado con la información. Pero justo en ese instante su mente rondaba alrededor de un niño siniestramente parecido a él mismo, con una capacidad de comprensión sobrenatural y grandes posibilidades de quedarse huérfano.
Pensaba una y otra vez en cierta promesa de venganza que había oído en el cementerio aquella noche, sobre cierto mortífago ausente y que Harry supo al instante quien era. Él le había contado "todo" a Dumbledore, de modo que sabía que Voldemort conocía la deslealtad de Snape. ¿por qué arriesgar su vida así?
Y lo que realmente angustiaba a Harry. ¿Por qué él, Harry, se preocupaba por ellos en primer lugar? No es como si Sarah o Simon fuesen familiares suyos, después de todo, y Snape nunca le habia gustado, ¿verdad?... ¿verdad?
-... en fin, que no solo hay mortifagos en Slytherin.-concluyó Remus.
Harry solo habia oído eso, y se arrepintió de no haber estado escuchando. Eso nunca era una buena idea cuando se trataba de Remus. Todo lo que decía era importante.
-¿Qué? ¿qué has dicho?
-Que no tod...
-Si, eso lo he oído, me refiero a "porqué" lo has dicho.
-Te estaba contando como fue que Sirius descubrió que Peter era el traidor- contestó Remus pacientemente. Sé habia dado perfecta cuenta de que el joven Potter no le había hecho ni el más mínimo caso.
-¿Y como fue?-preguntó, realmente interesado.
-Severus se lo dijo.
-¿¡Que?! ¡Pero si el era un mortifago de verdad, entonces!
-Hum... no exactamente. Estuvo en la boda de Lily y James, Harry. Su actitud era mas oscura, es cierto, pero por mucho que el diga, yo no creo que haya sido un verdero mortifago nunca. Tengo mis propias fuentes, ¿sabes? Y siempre me han dicho que el nunca tomo parte de... las actividades del grupo.
Harry asintió, comprensivamente.
-¿Y Sirius le creyó, sin mas?
-Ojalá. Nunca le creyó, y Severus no tuvo tiempo de alertar a Dumbledore. Para cuando llego a Hogwarts tus padres estaban muertos.
Harry abajó la cabeza.
-Sirius no supo la verdad hasta que descubrió que Peter habia huido, habia ido a pedirle explicaciones. Luego intentó pedirle perdón a Severus y encontró a Peter. Por eso las cosas entre Sirius y Severus jamás irán bien. Para Severus, Sirius mató a Lily. Nunca podrá hacer nada que le compense eso.
Harry se hundió aun mas en su asiento. Desgraciadamente, comprendía muy bien a Snape.
-Ya hemos llegado.
*****
Los dos magos bajaron del coche y recorrieron el aeropuerto atestado de muggles, procurando no separarse. El adulto le guió en el mar de gente, hasta detenerse ante una gran ventana
-En ese avión está Hermione, Harry.
-¿Cómo lo sabes?
-El viejo y útil método deductivo: ese cartel dice que su avión ya ha llegado, y ese avión es el único que esta aterrizando.
Harry sonrió. No habia visto el cartel. Del interior del aparato empezaron a surgir pequeños puntitos que bajaban por unas escaleras que habían acercado. Harry se acercó mas al cristal para ver si reconocía a Hermione en la multitud, pero Remus le tiró del brazo.
-Ven, les esperaremos en la puerta.
Siguió al hombre lobo hasta la gran entrada y esperó junto a él pacientemente, observando como se reunían otras personas. Hasta que vio dos figuras conocidas: Feodor y Michelle Granger, los padres de Hermione.
Los dos muggles les reconocieron al momento, y se dirigieron hacia ellos animados.
-Hola, Harry. Sonrió Michelle. Herms viene ahí detrás con Dalia Fletcher. Ella asegura que le conoce a usted, señor Lupin , y también al director Dumbledore.
Fue entonces cuando las vio. Una mujer morena y otra de cabello castaño.
Harry supuso que Dalia era la morena. No era mucho mas alta que Hermione, y por lo tanto, era de la misma estatura que Harry. Tenia unos ojos grandes y grises, que mostraban un deje de malicia. El cabello largo hasta los hombros, liso y lacio, tan negro como la noche. Su expresión en conjunto daba aspecto de ser huraña, pero en cambio se notaba que sonreía sinceramente.
Hermione caminó hacia él. O Harry supuso que era Hermione, pues estaba irreconocible. Tenía el largo cabello castaño recogido en la coronilla, de modo que daba la impresión de una cascada de rizos de chocolate. El color lavanda del vestido resaltaba su natural tez morena, y al ver a Harry le saludó con la mano y una sonrisilla de película.
Harry no pudo reaccionar cuando sintió que su nariz se hundía en la montaña de rizos, una vez Hermione le tenia sujeto en su firme abrazo. De hecho, ella se separó mas pronto de lo que Harry había esperado y le miró seriamente.
-¿Te ocurre algo, Harry? ¿estas enfadado conmigo? ¿porque no me saludas?
Harry abrió la boca, pero aun tardó un rato en contestar.
-No, por supuesto que no... bienvenida a casa, Hermione, es solo que... no quiero llevarte a donde yo estoy pasando el verano.
Hermione frunció el ceño.
-¿Es realmente tan horrible?
Harry bufó.
-Nunca lo imaginarias... aunque bueno. Tiene sus cosas buenas...
-Ahora estoy intrigada.
-Y yo también... ¡que te ha pasado! ¡Mírate! Estas increíble.
Hermione se rió suavecito y se encogió de hombros.
-Un mes con Dalia Fletcher, supongo. Tu también estas... diferente... ¡eres mas alto que yo!
Los dos muchachos se rieron y se abrazaron de nuevo. Y de repente Harry sintió que estaba de nuevo en familia.
***** Continuará*****
Bueno, un capi mas. No estoy segura de poder seguir actualizando muy a menudo. Por supuesto, terminaré la historia, pero ira (aun) mas lenta, porque he empezado las clases. Tengo la evaluación a fines de noviembre, así que pronto estaré de exámenes... Intentaré mantener el ritmo de dos semanas, pero no prometo nada. Besos y gracias por leer.
Hermi222: Bueno... ¿qué te ha parecido Dalia? Aun me faltan muchas cosas que decir de ella, pero es mi personaje favorito en esta historia, je, je, je...
Gen Potter:¿Qué clase de historia seria esta si no mantuviese sus misterios? Je, je, je... Lo de Sevi, papi de Harry ES imposible. Rowling lo cortó de entrada al decir que él es el vivo retrato de James, ¿no?
