Capi eight: La misión de una peón
-¡Oh, Harry! No podrás mantener el secreto para siempre...
-No, tienes razón-pausa melodramática- pero puedo mantenerlo hasta que lleguemos..
Y Harry se echó a reír de nuevo. Hermione se cruzó de brazos, con el ceño fruncido y mirando a Harry enfadada. Luego miró hacia adelante.
-Estúpido Voldemort-gruñó, y Harry se sobresaltó. Era la primera vez que la oía pronunciar su nombre. Aunque de algún modo sentía que ella solo lo esquivaba en consideración hacia Ron, porque... ¿porque iba a tenerle miedo si no fue criada bajo su amenaza?(N/A: esto es una pregunta real que yo me hago, si alguien puede respondérmela...)-Yo quería pasar el resto del verano con Wendy, y tal vez invitaros a Ron y a ti... pero no, Voldemort nos acecha y debemos estar bajo la vigilancia de los mas fuertes... ¡ja! No sé tu, Harry, pero a mi no me hace ni pizca de gracia que me traten como si tuviese cinco años...
Desde los asientos delanteros se produjo un súbito silencio y Harry pudo comprobar que Lupin y Dalia intercambiaban una mirada antes de parar el coche y mirar hacia atrás.
-Hermione... no queremos trataros como si tuvieseis cinco años, pero queremos que este verano tú y Harry tengáis la oportunidad de aprender cosas que de otro modo no haríais... cosas valiosas para las misiones que los dos tendréis en la vida. -dijo Dalia suavemente.
-Tenéis que conocer a la Orden del Fénix... no me interrumpas Harry, es un grupo que lucha contra Voldemort, capitaneados por Dumbledore, y por supuesto es un secreto absoluto. Fue creado en el pasado, por diferentes grupos de Hogwarts.. creo que ya conoces al menos tres de ellos... los Merodeadores, las Musas -Hermione dio un respingo a su lado- y... bueno, Severus y los suyos nunca aceptaron un nombre, aunque nosotros los llamábamos Antislyth, ahora entiendo que eso no era justo. Ellos no han dejado de ser Slytherins, simplemente han aprendido a ver mas lejos que sus compañeros y...
-Te estás enrollando, Moonie. Ya habrá tiempo para hablar de todo eso. El fundamento de este verano en común es tener protegido a Harry, ya que en Privet Drive ya nadie puede hacerlo. Y, sobretodo, incluir a Hermione en uno de los grupos, como ya le dije a ella. A eso se debe la reunión de las tres musas en Hogsmeade, Harry.
Harry miró a Hermione sorprendido, ella estaba tremendamente colorada.
-Un... informador nos advirtió de sus... sorprendentes talentos, habló con Sarah, y ella nos buscó a Alex y a mí. Hermione ya ha aceptado nuestra oferta, y en cinco días se convertirá en la quinta musa... siempre y cuando la cuarta la acepte. De lo cual no tengo dudas.
-Un momento... la cuarta... ¡¿vais a invocar a mi madre?!
Hermione le sonrió y le cogió la mano.
-Sí, Harry, y quiero que tú seas mi protegido, así podrás estar presente... ¿me podrás aceptar como madrina?
Harry dio un respingo, y aceptó fervientemente. Protegido por Hermione Granger... sonaba un poco retorcido, pero aún así, natural. La abrazó fuertemente, y los dos adultos les dieron la espalda, poniendo de nuevo en marcha el coche. Ya estaban llegando, después de todo.
Los dos muchachos murmuraban promesas de lealtad que tal vez para otros adultos no tuviesen sentido, pero que los sentados delante tomaron muy en serio, tan en serio como sabían que los muchachos lo sentían. Dalia dejó caer una lágrima por su rostro habitualmente inexpresivo, que Lupin limpió con cuidado.
-Tengo miedo, Moonie-murmuró la mujer.
-Yo también Dalia, pero ella es fuerte, y él su protegido. Sabrán cuidarse.
-Eso es lo que me da miedo, lo parecida que esa muchacha es a nosotras... a todas las musas... tiene rasgos de todas nosotras y me da miedo.
-No tengas miedo, ella sabrá llevarlo con valentía. Me di cuenta de las dos cosas hace años, cuando le di clases... Severus tardó un poquito mas, pero usó mejor la información. Sobretodo lo del giratiempo...
Dalia asintió emocionada.
-Eso fue una verdadera suerte.-murmuró.-o habríamos tenido que esperar dos años... tal vez demasiado.
Lupin asintió, muy serio.
-Ya hemos llegado.
-¿Se lo dices tú o lo hago yo?
Los adultos intercambiaron una mirada maliciosa y se dieron la vuelta al mismo tiempo.
****
-Harry...
-Bienvenida a Hogsmeade, Hermione. La casa a la que vamos es esa de al lado, pero si Lupin me deja quiero ir a ver a mi pa...
-Hoy no, Harry-dijo, tajantemente.-mañana iremos nosotros a casa de Se... bueno, mañana nos vemos. Vamos.
Con el coche aparcado ante la casa de Remus recorrieron la corta distancia que les separaba de la casa de al lado, hasta llegar al portal.
-Vamos a pasar el próximo mes con uno de los de la Orden del Fénix a los que conocemos... cada día un poco mejor, desgraciadamente, querida madrina.
Hermione se rió nerviosamente.
-¿Y quien es? Dijiste que tiene una mujer y un hijo, lo que descarta automáticamente a Dalia, Alexia, Sirius y Remus, porque viven todos juntos... ¿quien queda? La profesora McGonagall no esta casada, el profesor Dumbledore tampoco, ni él estaría tan loco como para hacernos vivir con los Malfoy y solo nos quedan Sarah y... ¡o no!
-Oh, sí.-rió Harry, maliciosamente, mientras Lupin tocaba el timbre. Habían atravesado las barreras gracias a Harry y el hechizo que Snape había puesto en él.
Hermione se había quedado paralizada, mirándole con una mezcla extraña de miedo y desconcierto. Harry sonrió y le dio un golpecito en el hombro para que siguiese caminando.
-Per...¿¡su mujer y su hijo?!... él...¿¿está casado??
Hermione le dio a aquella pregunta una entonación extraña, en la que ciertamente, Harry no quiso profundizar.
-Si. Sarah y Simon Snape. Son encantadores, ya lo veras...
-Harry, tú, de entre todas las personas...
-Sarah y Simon son encantadores. Snape sigue tan... imbécil como siempre.
Harry se estremeció, no sólo por la mirada que estaba recibiendo de Hermione, sino porque estaba "percibiendo" algo más...
-Muchas gracias, Potter...otro comentario ilustre como ese y se irá a dormir a Hogwarts con los elfos domésticos. Veo que ya ha llegado, señorita Granger, espero que el viaje no haya sido muy... malo.
-No lo ha sido, Profesor.-dijo Hermione, un poco secamente. Snape frunció el ceño, pero no dijo nada. Acto seguido se giró hacia Lupin, con el puño un alto y dirigiéndose a su cara. Presa del estupor, Harry no tuvo tiempo a reaccionar, pero Lupin alzó la mano y paró en el aire el puño. Al mismo tiempo levantó su otro puño, el cual paró Snape con la mano.
Permanecieron así un rato, hasta que Lupin estalló a carcajadas, y Snape frunció el ceño, murmurando: "ya no somos adolescentes, habría que cambiar estas chorradas"
Finalmente se dirigió hacia Dalia, y como había hecho con la otra Musa, le dio un beso en la frente, devolviéndoselo ella en los labios. Ambos estaban visiblemente incómodos, y Hermione tenía el ceño aún mas fruncido que Snape, que ya era difícil...
-Eh... bueno, Severus, aquí te dejo a los chicos... quiero llegar a casa antes de que Alex mate a Sirius... otra vez. Además... Hermione tiene que acomodarse a su nueva vida y conocer a tu... familia, ¿no?
Harry, Dalia y él se rieron un poquito, pero pararon en el mismo instante en que percibieron la doble mirada asesina.
-Adiós, Lupin.-gruñó Snape, mientras se hacía a un lado para dejar pasar a Hermione y Harry.
Por un momento eternamente incómodo, se quedaron mirando los unos para los otros, hasta que habló Snape.
-Hum.... Potter y yo llevaremos las cosas a la habitación, señorita Granger... las dejaremos allí antes de cenar, ¿ de acuerdo?
Hermione asintió, y Harry se inclinó para ayudar a Snape a levantar el baúl, pero el negó con la cabeza.
-Mobilis.-murmuró, y el baúl se alzó en el aire suavemente. Harry se encogió de hombros y se inclinó para recoger la mochila de Hermione.
-¡No! Eso... lo llevo yo, Harry... coge a Crookshanks si quieres...
Pero el gato le bufó, como diciendo: "yo me llevo solito, amigo" De modo que Harry sólo siguió a la extraña comitiva escaleras arriba.
Hermione quedó un poco sorprendida al darse cuenta de que tendría que dormir con Harry, pero no avergonzada, de modo que no habría ningún problema. Tras acomodar lo mejor posible sus cosas, Snape, que había estado apoyado en el umbral de la puerta, entró e interrumpió la animada charla que había comenzado sobre lo que sería el verano.
-Es mejor que vayamos a cenar... muchachos...Sarah debe tener lista la cena desde hace rato, y se muere de ganas de conocerte H... señorita Granger.
Hermione se puso ligeramente colorada y Harry empezaba a mosquearse... ¿qué cuernos pasaba entre esos dos? Sacudió la cabeza y se acordó de Simon.
-Verás como te gustan, Hermione. Simon es un cielo, le he hablado de ti todo el verano, y él también quiere conocerte...
Harry, bajando las escaleras precipitadamente, no percibió como el ceño de Hermione se fruncía por enésima vez en el día, reluctante a seguirle. Ni como Snape le cogió por un brazo y murmuró algo en su oído. Algo que hizo que la chica se estremeciese, asintiese y siguiese a su amigo escaleras abajo.
****
Al llegar al salón, Sarah saludó a Harry cariñosamente y Simon correteó hasta él para que le alzase en brazos.
Justo detrás de él entraron Hermione y Snape, y Sarah se quedó mirando para la chica fijamente. Sólo ahora que las veía juntas Harry se daba cuenta de cuan parecidas y diferentes eran al mismo tiempo. Físicamente era como mirar dos hermanas gemelas... ¡Hermione se parecía mucho más a Sarah que a sus propios padres! Y la única diferencia era el color de los ojos.
Hermione también miraba a Sarah atónita. Le habían dicho que se parecían, pero... ¡era como mirar un espejo! En cuanto a Snape... él miraba fijamente el suelo, como un niño pequeño al que hayan pillado haciendo una travesura. Las dos mujeres miraron hacia él, y Harry no pudo evitar una carcajada, porque las dos tenían exactamente la misma expresión.
-¿Te parece gracioso, Harry?-dijeron las dos al mismo tiempo. Se quedaron mirando la una a la otra... y se echaron a reír.
Así, entre risas, se sentaron a la mesa.
Hermione hizo enseguida buenas migas con Simon, y aunque entre ella y Sarah había algo de desconfianza, Harry se dio cuenta de que también había respeto y admiración.
De hecho, el único que parecía incómodo era Snape. Al terminar de cenar se puso en pie bruscamente.
-Eh... voy al laboratorio... a... ordenar unos asuntos.-dudó un momento, pero finalmente bajó la vista hacia Hermione- señorita Granger... ¿quiere...? digo... ¿ha traído los ingredientes que le encargué?
Como si tuviese un resorte, Hermione se puso en pie, asintiendo.
-¿Y no sería mejor...-voz muy suave, susurrada casi, desde Sarah- que "Hermione" se tomase su tiempo en guardar y ordenar sus cosas... y hablar con Harry? Podrías ayudarme a recoger..
-Solo será un momento -murmuró Snape. ¿Había algo de súplica en su voz?- luego podrá... volver con Potter.
Harry se estremeció, mientras Sarah asentía, aún dudosa.
-Bueno..-intervino Harry, aclarándose la garganta- yo te ayudare a recoger y acostar a Simon, Sarah. ¿Sabrás llegar a la habitación, Hermione?
-Yo la acompañaré-susurró Snape, antes de que los dos desapareciesen de vista.
Harry y Sarah se mantuvieron inmóviles, hasta que ella suspiró fuertemente.
-Bueno, yo sé de alguien que debería estar durmiendo ya.
Y con eso le dio a Harry el bebé, mientras ella recogía los platos.
***
-Profesor Snape...
-Puedes llamarme Severus, ya lo sabes.-voz suave, sedosa.
-¿Porqué no me dijiste que estabas casado?
-Eso...¿habría cambiado algo?
-No. Supongo que no.
Hermione se dejó caer en una silla, apoyando la cabeza en una mano, observando los ágiles movimientos de su compañero y amigo, para colocar en los estantes los frascos correspondientes.
Sus manos de largos dedos acariciaban los frascos en los que la chica podía reconocer gran parte de los ingredientes con los que experimentaban una cura para la licantropía.
-¿Seguiremos preparando la poción de Moonie y la cura durante el verano?
-Sabes que sí, pequeña.
Largo silencio tenso, en el que ella sentía cómo su piel se derretía ante la visión de aquel hombre majestuoso.
-Bueno, ¿me vas a ayudar o sólo te quedarás ahí mirando?
Con un sobresalto, Hermione se puso en pie, y ayudó al profesor a colocar cada cosa en su lugar.
***
-Se lo voy a contar-murmuró Hermione, apoyada en la puerta de su habitación. Snape estaba de pie ante ella... muy cerca, sosteniendo su mejilla con una mano.
-¿El que?
-Todo. Le voy a contar todo a Harry. Tiene derecho a saberlo.
-De acuerdo-murmuró- es tu decisión.
La miró largamente a los ojos. Se inclinó y la besó en la frente. Cuando se separó de ella había apoyado las manos sobre su cabeza con los pulgares sobre el sitio donde la había besado. Lentamente bajó las manos por las cejas, los párpados, las mejillas, para finalmente reunirse de nuevo sobre sus labios. Todo ello con una sonrisa tan dulce que Harry creería que aquel no era Snape si lo estuviese viendo.
Pero Harry no estaba. Y Hermione se vio a sí misma poniéndose de puntillas y echando los brazos por el cuello de Snape, besándole con las toneladas de pasión contenida que nadie imaginaría jamás en un ratoncito de biblioteca.
Pero no lo hizo. Sus fantasías de niña atrevida nunca pasarían de eso: fantasías. Ni siquiera con aquellos que aprendían a ver tras la mascara de perfección.
Y sobre todo porque ese hombre al que sabía que siempre amaría con locura y en secreto, estaba casado, y merecía una oportunidad de ser feliz.
Así que le dejó alejarse de ella, y volver a los brazos de su mujer.
***Continuará***
Bueno, ya había teorías por ahí que juraban que estoy como una regadera, y después de esto algunos querrán internarme.... me importa un bledo. Solo advierto... esto no acaba así... y... si queréis entender algo... Hermione se lo explicará a Harry en el próximo capitulo.
Comentando: la escena final de Hermione y Snape... es una de mis escenas favoritas de Expediente X, del episodio "The Sixth Extincion: Amor Fati". Snape Y Hermione preparando la cura de Lupin... está sacado de tantísimas historias que no sabría por donde empezar, así que me remito al primer lugar donde lo leí: Pawn to Queen. Si reconocéis algo mas, por favor, decídmelo. Y si tenéis alguna duda podéis preguntar... no es seguro que responda claramente, pero... ahora mismo, incluso yo me estoy perdiendo en la trama, confundo lo que ya he publicado con lo que aun no, y quizá este dando por sabidas cosas de las que aun no he hablado, así que, si veis alguna llanura, decídmelo.
Una última cosa... Eton es una escuela solo para chicos... y yo no lo supe hasta que me lo dijo una lectora... en fin, que soy idiota. Simplemente fue el primer nombre que se me ocurrió al pensar en una escuela prestigiosa. No lo cambiaré porque me gusta ver como evolucionan mis historias, errores incluidos, pero sabed que los principitos Billy y Harrito (no, ese no, el otro, el que fuma porros) son unos odiosos, pijos, elitistas y aun por encima machistas (¿o solo es culpa de los propietarios de la escuela en cuestión? Bueno...)
Rachel: Gracias! El próximo capi tardará un poquito mas, pero....
Náyade: Gracias por decírmelo... sino fuese por ti jamás me habría dado cuenta.
Leila Diggory:¡Que suerte que lo entiendas todo! Yo empiezo a perderme... Bueno, Harry vivió fuera de su mundo mucho tiempo... tiene muchísimo que aprender, ¿no crees? Bueno, estas de suerte, porque no creo que la historia quede como H/Hm, al final... o quizá si... ¡no se! Lo seguro es que aunque ES un SS/Hm, no terminará así. Me gusta demasiado Sarah para hacerle eso...
Gen Potter: Gracias. Yo también estoy hasta arriba, no se cuando podré volver a actualizar... Desde luego... eres de lo que no hay. En fin, tratándose de ti, fijo que lo conseguías. Me gusta la frase, aunque un español fijo que me contestaba "¿me lo repites? Es que no te entiendo..." No es por mal... sencillamente es demasiado... americana...
Hasta la semana que viene!
Iremione
PD: ¡Lo olvidaba! Premio para el que adivine qué significa el título... (nah, no es mucho... unas fotos firmadas de Trellawney, pero un desafío es un desafío, ¿o no?)
-¡Oh, Harry! No podrás mantener el secreto para siempre...
-No, tienes razón-pausa melodramática- pero puedo mantenerlo hasta que lleguemos..
Y Harry se echó a reír de nuevo. Hermione se cruzó de brazos, con el ceño fruncido y mirando a Harry enfadada. Luego miró hacia adelante.
-Estúpido Voldemort-gruñó, y Harry se sobresaltó. Era la primera vez que la oía pronunciar su nombre. Aunque de algún modo sentía que ella solo lo esquivaba en consideración hacia Ron, porque... ¿porque iba a tenerle miedo si no fue criada bajo su amenaza?(N/A: esto es una pregunta real que yo me hago, si alguien puede respondérmela...)-Yo quería pasar el resto del verano con Wendy, y tal vez invitaros a Ron y a ti... pero no, Voldemort nos acecha y debemos estar bajo la vigilancia de los mas fuertes... ¡ja! No sé tu, Harry, pero a mi no me hace ni pizca de gracia que me traten como si tuviese cinco años...
Desde los asientos delanteros se produjo un súbito silencio y Harry pudo comprobar que Lupin y Dalia intercambiaban una mirada antes de parar el coche y mirar hacia atrás.
-Hermione... no queremos trataros como si tuvieseis cinco años, pero queremos que este verano tú y Harry tengáis la oportunidad de aprender cosas que de otro modo no haríais... cosas valiosas para las misiones que los dos tendréis en la vida. -dijo Dalia suavemente.
-Tenéis que conocer a la Orden del Fénix... no me interrumpas Harry, es un grupo que lucha contra Voldemort, capitaneados por Dumbledore, y por supuesto es un secreto absoluto. Fue creado en el pasado, por diferentes grupos de Hogwarts.. creo que ya conoces al menos tres de ellos... los Merodeadores, las Musas -Hermione dio un respingo a su lado- y... bueno, Severus y los suyos nunca aceptaron un nombre, aunque nosotros los llamábamos Antislyth, ahora entiendo que eso no era justo. Ellos no han dejado de ser Slytherins, simplemente han aprendido a ver mas lejos que sus compañeros y...
-Te estás enrollando, Moonie. Ya habrá tiempo para hablar de todo eso. El fundamento de este verano en común es tener protegido a Harry, ya que en Privet Drive ya nadie puede hacerlo. Y, sobretodo, incluir a Hermione en uno de los grupos, como ya le dije a ella. A eso se debe la reunión de las tres musas en Hogsmeade, Harry.
Harry miró a Hermione sorprendido, ella estaba tremendamente colorada.
-Un... informador nos advirtió de sus... sorprendentes talentos, habló con Sarah, y ella nos buscó a Alex y a mí. Hermione ya ha aceptado nuestra oferta, y en cinco días se convertirá en la quinta musa... siempre y cuando la cuarta la acepte. De lo cual no tengo dudas.
-Un momento... la cuarta... ¡¿vais a invocar a mi madre?!
Hermione le sonrió y le cogió la mano.
-Sí, Harry, y quiero que tú seas mi protegido, así podrás estar presente... ¿me podrás aceptar como madrina?
Harry dio un respingo, y aceptó fervientemente. Protegido por Hermione Granger... sonaba un poco retorcido, pero aún así, natural. La abrazó fuertemente, y los dos adultos les dieron la espalda, poniendo de nuevo en marcha el coche. Ya estaban llegando, después de todo.
Los dos muchachos murmuraban promesas de lealtad que tal vez para otros adultos no tuviesen sentido, pero que los sentados delante tomaron muy en serio, tan en serio como sabían que los muchachos lo sentían. Dalia dejó caer una lágrima por su rostro habitualmente inexpresivo, que Lupin limpió con cuidado.
-Tengo miedo, Moonie-murmuró la mujer.
-Yo también Dalia, pero ella es fuerte, y él su protegido. Sabrán cuidarse.
-Eso es lo que me da miedo, lo parecida que esa muchacha es a nosotras... a todas las musas... tiene rasgos de todas nosotras y me da miedo.
-No tengas miedo, ella sabrá llevarlo con valentía. Me di cuenta de las dos cosas hace años, cuando le di clases... Severus tardó un poquito mas, pero usó mejor la información. Sobretodo lo del giratiempo...
Dalia asintió emocionada.
-Eso fue una verdadera suerte.-murmuró.-o habríamos tenido que esperar dos años... tal vez demasiado.
Lupin asintió, muy serio.
-Ya hemos llegado.
-¿Se lo dices tú o lo hago yo?
Los adultos intercambiaron una mirada maliciosa y se dieron la vuelta al mismo tiempo.
****
-Harry...
-Bienvenida a Hogsmeade, Hermione. La casa a la que vamos es esa de al lado, pero si Lupin me deja quiero ir a ver a mi pa...
-Hoy no, Harry-dijo, tajantemente.-mañana iremos nosotros a casa de Se... bueno, mañana nos vemos. Vamos.
Con el coche aparcado ante la casa de Remus recorrieron la corta distancia que les separaba de la casa de al lado, hasta llegar al portal.
-Vamos a pasar el próximo mes con uno de los de la Orden del Fénix a los que conocemos... cada día un poco mejor, desgraciadamente, querida madrina.
Hermione se rió nerviosamente.
-¿Y quien es? Dijiste que tiene una mujer y un hijo, lo que descarta automáticamente a Dalia, Alexia, Sirius y Remus, porque viven todos juntos... ¿quien queda? La profesora McGonagall no esta casada, el profesor Dumbledore tampoco, ni él estaría tan loco como para hacernos vivir con los Malfoy y solo nos quedan Sarah y... ¡o no!
-Oh, sí.-rió Harry, maliciosamente, mientras Lupin tocaba el timbre. Habían atravesado las barreras gracias a Harry y el hechizo que Snape había puesto en él.
Hermione se había quedado paralizada, mirándole con una mezcla extraña de miedo y desconcierto. Harry sonrió y le dio un golpecito en el hombro para que siguiese caminando.
-Per...¿¡su mujer y su hijo?!... él...¿¿está casado??
Hermione le dio a aquella pregunta una entonación extraña, en la que ciertamente, Harry no quiso profundizar.
-Si. Sarah y Simon Snape. Son encantadores, ya lo veras...
-Harry, tú, de entre todas las personas...
-Sarah y Simon son encantadores. Snape sigue tan... imbécil como siempre.
Harry se estremeció, no sólo por la mirada que estaba recibiendo de Hermione, sino porque estaba "percibiendo" algo más...
-Muchas gracias, Potter...otro comentario ilustre como ese y se irá a dormir a Hogwarts con los elfos domésticos. Veo que ya ha llegado, señorita Granger, espero que el viaje no haya sido muy... malo.
-No lo ha sido, Profesor.-dijo Hermione, un poco secamente. Snape frunció el ceño, pero no dijo nada. Acto seguido se giró hacia Lupin, con el puño un alto y dirigiéndose a su cara. Presa del estupor, Harry no tuvo tiempo a reaccionar, pero Lupin alzó la mano y paró en el aire el puño. Al mismo tiempo levantó su otro puño, el cual paró Snape con la mano.
Permanecieron así un rato, hasta que Lupin estalló a carcajadas, y Snape frunció el ceño, murmurando: "ya no somos adolescentes, habría que cambiar estas chorradas"
Finalmente se dirigió hacia Dalia, y como había hecho con la otra Musa, le dio un beso en la frente, devolviéndoselo ella en los labios. Ambos estaban visiblemente incómodos, y Hermione tenía el ceño aún mas fruncido que Snape, que ya era difícil...
-Eh... bueno, Severus, aquí te dejo a los chicos... quiero llegar a casa antes de que Alex mate a Sirius... otra vez. Además... Hermione tiene que acomodarse a su nueva vida y conocer a tu... familia, ¿no?
Harry, Dalia y él se rieron un poquito, pero pararon en el mismo instante en que percibieron la doble mirada asesina.
-Adiós, Lupin.-gruñó Snape, mientras se hacía a un lado para dejar pasar a Hermione y Harry.
Por un momento eternamente incómodo, se quedaron mirando los unos para los otros, hasta que habló Snape.
-Hum.... Potter y yo llevaremos las cosas a la habitación, señorita Granger... las dejaremos allí antes de cenar, ¿ de acuerdo?
Hermione asintió, y Harry se inclinó para ayudar a Snape a levantar el baúl, pero el negó con la cabeza.
-Mobilis.-murmuró, y el baúl se alzó en el aire suavemente. Harry se encogió de hombros y se inclinó para recoger la mochila de Hermione.
-¡No! Eso... lo llevo yo, Harry... coge a Crookshanks si quieres...
Pero el gato le bufó, como diciendo: "yo me llevo solito, amigo" De modo que Harry sólo siguió a la extraña comitiva escaleras arriba.
Hermione quedó un poco sorprendida al darse cuenta de que tendría que dormir con Harry, pero no avergonzada, de modo que no habría ningún problema. Tras acomodar lo mejor posible sus cosas, Snape, que había estado apoyado en el umbral de la puerta, entró e interrumpió la animada charla que había comenzado sobre lo que sería el verano.
-Es mejor que vayamos a cenar... muchachos...Sarah debe tener lista la cena desde hace rato, y se muere de ganas de conocerte H... señorita Granger.
Hermione se puso ligeramente colorada y Harry empezaba a mosquearse... ¿qué cuernos pasaba entre esos dos? Sacudió la cabeza y se acordó de Simon.
-Verás como te gustan, Hermione. Simon es un cielo, le he hablado de ti todo el verano, y él también quiere conocerte...
Harry, bajando las escaleras precipitadamente, no percibió como el ceño de Hermione se fruncía por enésima vez en el día, reluctante a seguirle. Ni como Snape le cogió por un brazo y murmuró algo en su oído. Algo que hizo que la chica se estremeciese, asintiese y siguiese a su amigo escaleras abajo.
****
Al llegar al salón, Sarah saludó a Harry cariñosamente y Simon correteó hasta él para que le alzase en brazos.
Justo detrás de él entraron Hermione y Snape, y Sarah se quedó mirando para la chica fijamente. Sólo ahora que las veía juntas Harry se daba cuenta de cuan parecidas y diferentes eran al mismo tiempo. Físicamente era como mirar dos hermanas gemelas... ¡Hermione se parecía mucho más a Sarah que a sus propios padres! Y la única diferencia era el color de los ojos.
Hermione también miraba a Sarah atónita. Le habían dicho que se parecían, pero... ¡era como mirar un espejo! En cuanto a Snape... él miraba fijamente el suelo, como un niño pequeño al que hayan pillado haciendo una travesura. Las dos mujeres miraron hacia él, y Harry no pudo evitar una carcajada, porque las dos tenían exactamente la misma expresión.
-¿Te parece gracioso, Harry?-dijeron las dos al mismo tiempo. Se quedaron mirando la una a la otra... y se echaron a reír.
Así, entre risas, se sentaron a la mesa.
Hermione hizo enseguida buenas migas con Simon, y aunque entre ella y Sarah había algo de desconfianza, Harry se dio cuenta de que también había respeto y admiración.
De hecho, el único que parecía incómodo era Snape. Al terminar de cenar se puso en pie bruscamente.
-Eh... voy al laboratorio... a... ordenar unos asuntos.-dudó un momento, pero finalmente bajó la vista hacia Hermione- señorita Granger... ¿quiere...? digo... ¿ha traído los ingredientes que le encargué?
Como si tuviese un resorte, Hermione se puso en pie, asintiendo.
-¿Y no sería mejor...-voz muy suave, susurrada casi, desde Sarah- que "Hermione" se tomase su tiempo en guardar y ordenar sus cosas... y hablar con Harry? Podrías ayudarme a recoger..
-Solo será un momento -murmuró Snape. ¿Había algo de súplica en su voz?- luego podrá... volver con Potter.
Harry se estremeció, mientras Sarah asentía, aún dudosa.
-Bueno..-intervino Harry, aclarándose la garganta- yo te ayudare a recoger y acostar a Simon, Sarah. ¿Sabrás llegar a la habitación, Hermione?
-Yo la acompañaré-susurró Snape, antes de que los dos desapareciesen de vista.
Harry y Sarah se mantuvieron inmóviles, hasta que ella suspiró fuertemente.
-Bueno, yo sé de alguien que debería estar durmiendo ya.
Y con eso le dio a Harry el bebé, mientras ella recogía los platos.
***
-Profesor Snape...
-Puedes llamarme Severus, ya lo sabes.-voz suave, sedosa.
-¿Porqué no me dijiste que estabas casado?
-Eso...¿habría cambiado algo?
-No. Supongo que no.
Hermione se dejó caer en una silla, apoyando la cabeza en una mano, observando los ágiles movimientos de su compañero y amigo, para colocar en los estantes los frascos correspondientes.
Sus manos de largos dedos acariciaban los frascos en los que la chica podía reconocer gran parte de los ingredientes con los que experimentaban una cura para la licantropía.
-¿Seguiremos preparando la poción de Moonie y la cura durante el verano?
-Sabes que sí, pequeña.
Largo silencio tenso, en el que ella sentía cómo su piel se derretía ante la visión de aquel hombre majestuoso.
-Bueno, ¿me vas a ayudar o sólo te quedarás ahí mirando?
Con un sobresalto, Hermione se puso en pie, y ayudó al profesor a colocar cada cosa en su lugar.
***
-Se lo voy a contar-murmuró Hermione, apoyada en la puerta de su habitación. Snape estaba de pie ante ella... muy cerca, sosteniendo su mejilla con una mano.
-¿El que?
-Todo. Le voy a contar todo a Harry. Tiene derecho a saberlo.
-De acuerdo-murmuró- es tu decisión.
La miró largamente a los ojos. Se inclinó y la besó en la frente. Cuando se separó de ella había apoyado las manos sobre su cabeza con los pulgares sobre el sitio donde la había besado. Lentamente bajó las manos por las cejas, los párpados, las mejillas, para finalmente reunirse de nuevo sobre sus labios. Todo ello con una sonrisa tan dulce que Harry creería que aquel no era Snape si lo estuviese viendo.
Pero Harry no estaba. Y Hermione se vio a sí misma poniéndose de puntillas y echando los brazos por el cuello de Snape, besándole con las toneladas de pasión contenida que nadie imaginaría jamás en un ratoncito de biblioteca.
Pero no lo hizo. Sus fantasías de niña atrevida nunca pasarían de eso: fantasías. Ni siquiera con aquellos que aprendían a ver tras la mascara de perfección.
Y sobre todo porque ese hombre al que sabía que siempre amaría con locura y en secreto, estaba casado, y merecía una oportunidad de ser feliz.
Así que le dejó alejarse de ella, y volver a los brazos de su mujer.
***Continuará***
Bueno, ya había teorías por ahí que juraban que estoy como una regadera, y después de esto algunos querrán internarme.... me importa un bledo. Solo advierto... esto no acaba así... y... si queréis entender algo... Hermione se lo explicará a Harry en el próximo capitulo.
Comentando: la escena final de Hermione y Snape... es una de mis escenas favoritas de Expediente X, del episodio "The Sixth Extincion: Amor Fati". Snape Y Hermione preparando la cura de Lupin... está sacado de tantísimas historias que no sabría por donde empezar, así que me remito al primer lugar donde lo leí: Pawn to Queen. Si reconocéis algo mas, por favor, decídmelo. Y si tenéis alguna duda podéis preguntar... no es seguro que responda claramente, pero... ahora mismo, incluso yo me estoy perdiendo en la trama, confundo lo que ya he publicado con lo que aun no, y quizá este dando por sabidas cosas de las que aun no he hablado, así que, si veis alguna llanura, decídmelo.
Una última cosa... Eton es una escuela solo para chicos... y yo no lo supe hasta que me lo dijo una lectora... en fin, que soy idiota. Simplemente fue el primer nombre que se me ocurrió al pensar en una escuela prestigiosa. No lo cambiaré porque me gusta ver como evolucionan mis historias, errores incluidos, pero sabed que los principitos Billy y Harrito (no, ese no, el otro, el que fuma porros) son unos odiosos, pijos, elitistas y aun por encima machistas (¿o solo es culpa de los propietarios de la escuela en cuestión? Bueno...)
Rachel: Gracias! El próximo capi tardará un poquito mas, pero....
Náyade: Gracias por decírmelo... sino fuese por ti jamás me habría dado cuenta.
Leila Diggory:¡Que suerte que lo entiendas todo! Yo empiezo a perderme... Bueno, Harry vivió fuera de su mundo mucho tiempo... tiene muchísimo que aprender, ¿no crees? Bueno, estas de suerte, porque no creo que la historia quede como H/Hm, al final... o quizá si... ¡no se! Lo seguro es que aunque ES un SS/Hm, no terminará así. Me gusta demasiado Sarah para hacerle eso...
Gen Potter: Gracias. Yo también estoy hasta arriba, no se cuando podré volver a actualizar... Desde luego... eres de lo que no hay. En fin, tratándose de ti, fijo que lo conseguías. Me gusta la frase, aunque un español fijo que me contestaba "¿me lo repites? Es que no te entiendo..." No es por mal... sencillamente es demasiado... americana...
Hasta la semana que viene!
Iremione
PD: ¡Lo olvidaba! Premio para el que adivine qué significa el título... (nah, no es mucho... unas fotos firmadas de Trellawney, pero un desafío es un desafío, ¿o no?)
