Capi nineteen: Lo que se esconde tras la auto confianza
Una vez Harry estuvo del otro lado, miró atrás y vio que todas las piedras azules se habían caído a su paso.
Se arrodilló al lado de Hermione, consciente del hecho de que desde el instante en que había puesto un pie en aquel trocito de terreno, éste había empezado a crecer casi imperceptiblemente.
-Hermione...
La chica alzó la vista, tenía los ojos hinchados y rojos.
-Harry...-murmuró- no sirvo para nada... soy vulnerable... jamás podré protegerte...
-¿Qué? ¿Te has vuelto loca? Eres la persona más fuerte que conozco...
-No... es una máscara, como la de Severus... Severus...- la chica de nuevo rompió a llorar a escondió la cara en las piernas.
-Hermione... no sé... que te habrá pasado con los mortífagos, no sé que te ha hecho Snape para que te sientas tan débil... Simon me ha dicho que le tienes miedo, pero...- Harry respiró hondo, sabiendo que algún día lamentaría lo que estaba a punto de decir – Sé que Sn... Severus jamás te haría daño. Él admira tu poder, tu inteligencia, los comprende y los respeta hasta un punto que ni Ron ni yo podríamos soñar jamás. Nunca he entendido muy bien que supone ser strega, pero creo que implica saber equilibrar tus miedos con tu fuerza, tu poder con tu debilidad. Tu lo has hecho siempre muy bien, Hermione, siempre. No entiendo porqué ahora has cambiado de parecer, porque de repente ya no eres la chica resuelta que tantas veces nos ha salvado a Ron y a mi.
-Yo nunca he sido esa chica resuelta, Harry... ¿no lo entiendes? No era yo... era la máscara, la chica perfecta que todo el mundo ha querido ver. Hoy, bajo las manos de Sev- Severus... hoy he descubierto que no soy tan poderosa como todos habían creído, él me puede someter, Harry, obligarme a hacer cosas horribles... no puedo defenderte si estoy sometida a otra persona.
-Hermione, Hermione...- Harry gimió y obligó a la chica a que le abrazase.- Tu... siempre has sido mi mayor soporte, la única que me mantiene lo suficientemente sensato como para seguir vivo... sometida a Snape o no... Hermione, tienes que ser mi madrina, estar conmigo, apoyarme... no por ser una strega, ni siquiera por convertirte en una Musa, sino porque quiero que ese símbolo represente nuestra amistad... todo lo que me has enseñado, sin todo lo que he aprendido de ti, habría muerto hace tiempo.
-Pero... pero...- Hermione le miraba intensamente, buscando algún argumento con el que rebatirle, ya no lloraba.- yo... yo soy un incordio, estoy continuamente molestándote, impidiéndote hacer lo que deseas...
-¡Por eso sigo vivo, Hermione! ¿No lo entiendes? Sin tu sentido común habría muerto hace tiempo. Oh... Dios... todos te necesitamos... todos los que te conocemos, te necesitamos... te queremos... yo te quiero...
Hermione se echó a llorar de nuevo, escondiendo la cara entre las manos.
-Me queréis porque me necesitáis...-murmuró - la sabelotodo, la que os saca de los líos, la que os ayuda con los deberes...
-No, -la interrumpió Harry, cogiendo su barbilla con dos dedos, obligándola a mirarle a la cara.- Te necesitamos porque te queremos... nos has salvado la vida montones de veces, eres la más inteligente de los tres... pero sobre todo, te queremos porque sabemos que irías al fin del mundo por nosotros... por mi... porque eres mi hermana.
Con esas palabras la abrazó con fuerza y la besó en la frente. A sabiendas de que había mentido, de que no era sólo su hermana... pero la vida es larga, y en ese momento Hermione necesitaba a otra persona.
Hermione, por su parte se quedó transpuesta. La consideraba su hermana. Eso lo hacía todo mucho más fácil. Mientras se dejaba abrazar por Harry, vio que se les acercaban tres chicas y dos chicos. A las chicas las reconoció al instante, eran las Musas, con las que había estado hablando antes, y se rió de lo graciosas que estaban a los diecisiete años.
Al oír su risa, Harry la soltó, y se dio cuenta de que la nada había desaparecido, y a su alrededor sólo había hierba y flores. Snape le tendió una mano a Hermione, y Harry observó su reacción, curioso. Ella dudó un momento, pero luego se aferró a ella y se puso en pie. Mientras tenía cogida la mano, Snape tiró de ella, haciendo que estuviese lo suficientemente cerca como para besarla en la frente.
-Somos iguales...-musitó Dalia.
-..compañeros...-murmuró Alexia mientras Hermione le devolvía el beso a Snape, en los labios, como una Musa más.
-...y amigos.-finalizó Sarah, observando la escena con los ojos entrecerrados.
-Nada más.- musitó Hermione.
-Nada más.- repitió Snape.
-De momento.- añadió Simon, pero sólo Harry le oyó. A continuación habló un poco más alto.- Di... eh... Gran... hum... Hermione, necesito hablar contigo, pero debería ser en privado...
Hermione miró al chico a los ojos, y Harry se dio cuenta de que no lo reconocía. Pero asintió, y lo siguió hasta el borde de la piscina, donde se sentó él y ella a su lado.
¿Piscina?
Harry alzó la vista. No sólo había una piscina, sino también un inmenso jardín. Y tras el jardín, una casa, o mejor dicho, una mansión. Enorme, blanca, imponente, e increíblemente familiar para Harry. ¿Seguían en la mente de Hermione?
***
-¿Quién eres?- preguntó Hermione, directamente.
-Soy Simon Snape.- declaró el chico, sonriente.- Sé que debe ser difícil de creer para ti, pero tengo una prueba...
Simon se bajó el cuello de la camiseta y le mostró a Hermione el colgante que Harry no había visto, pero que siempre había estado ahí. Una cadena de color pardo, como de cobre, con una esfera azul oscuro, un zafiro...
-Sarah...-musitó Hermione, rozándola con la punta de los dedos...-¿cuando te la ha dado?
-Mañana por la noche, después de hablar contigo.
-¿Conmigo?
-Ahá... descubrirá algo... muy importante, lo único que explica todas las dudas que aún tenéis... y si no me equivoco, la única que aún no os habéis planteado... ¿nunca te has preguntado porqué tú y mi madre os parecéis tanto?
Hermione ahogó una exclamación.
-No te lo puedo decir... tú... es decir, tu "yo" futura me lo prohibió, dijiste que lo descubrirías a su debido tiempo, y que hasta entonces nada debía alterar el curso de la historia. Sólo estoy aquí por una razón. Y es para contarte algo que sé que debes saber, porque tú me dijiste que así sucedió. Se que parece un lío, pero tú en el futuro me dijiste que yo te lo había dicho en un sueño, así que supongo que así tiene que ser... bueno, agarrante porque te voy a contar tu futuro... sí, ya se que no crees en el destino, que el destino lo escoges tú, y precisamente por eso estoy yo aquí, para que escogas el camino adecuado. Hermione... esta guerra... se llevará toda tu inocencia, toda tu infancia, y a cambio te dejará sabiduría y experiencia. Conocimientos que muchos magos adultos desprecian, a ti te ayudarán a salvar el mundo. Perderás a muchos de tus amigos en esta guerra. Pero te prometo que también serás muy feliz a su lado. Conseguirás que mi padre sea realmente feliz, por imposible que te parezca, incluso antes de que acabes la escuela. Entonces, en la última batalla, él y mi madre morirán. Tú y Harry cuidaréis de mi, porque mi padrino estará en Azkaban... tú y Harry haréis algo muy importante... lo que no te puedo contar... algo que cambiará el curso de la historia, algo que permitirá que tú y yo estemos hoy aquí... te sentirás muy orgullosa de ese algo, ya lo verás... Pero entonces se te planteará la posibilidad de seguir a Harry, ser completamente feliz con él... como la señora Potter... vivir en un mundo ideal pero inventado, tal y como el que mi padre construyó para mi... o (y es lo que te tengo que pedir que hagas) renunciar a Harry, a formar una familia con él... y convertirte en la directora más joven de la historia de Hogwarts. La directora Granger. En mi futuro ha sido así, tú eres mi mentora, tal y como una vez Dumbledore lo fue para Harry. Y cuando te pregunté cómo supiste qué era lo que tenías que hacer, me dijiste que yo te lo había dicho. De modo que aquí estoy. Se que todo esto te suena a cuento chino, me dijiste que entonces no me creíste, pero que aún así la duda se instaló en tu mente, y que cuando llegó el momento de elegir... bueno. Si eliges correctamente, yo me despertaré en mi mundo, con una mentora poderosísima pero triste. Ese es el mensaje que tú misma me pediste que te diese. Ahora yo te doy el mío: Elige a Harry. Forma tu familia y sé feliz. Quizá no seas la directora más joven de la historia, pero seguirás siendo poderosa, seguirás siendo mi mayor maestra. Piénsatelo bien, Hermione. Tal vez lo que yo te pido no sea lo más justo, o al menos no lo será cuando veas "cómo" tendrás que construir esa familia, a "quien" tendrás que renunciar y contra "que" tendrás que luchar, pero sé que cuando llegue el momento lo entenderás todo. Mi misión se ha acabado. Suerte.
Y sin dejar decir ni una palabra a Hermione, Simon desapareció. Dejando a Hermione aún más confusa que al principio.
¿Hermione Potter o Directora Granger?
***
-Hermione...-murmuró Harry tocando el hombro de su amiga.- Hermione, mira... es mi casa... la casa de mi madre... Godric's Hollow...
-Lo sé.- dijo Hermione, tocando la mano de su amigo.- Es mi guarida, desde que tengo memoria... ha estado siempre ahí. De niña cuando los otros chiquillos se burlaban de mi, me escondía en la biblioteca o jugaba por los largos pasillos. Siempre acababa en el cuarto del bebé... mirando sus ojos verdes... tus ojos verdes. Supe que era tu casa cuando leí todos aquellos libros sobre ti, antes de mi primer curso. Y cada vez que discutía contigo o con Ron, cerraba los ojos y me sumergía en la biblioteca de tu casa
-¿Que crees que significa eso?- murmuró Harry, sentándose al lado de su amiga en la piscina, ¿adonde habría ido Simon? ¿Dónde estaban todos los demás? ¿Cuándo se habían quedado solos?
-No lo sé. Y no creo que lo sepamos nunca... pero me gustaría creer que... de algún modo, incluso antes de conocernos... tú y yo ya éramos hermanos.
Harry sonrió y la abrazó suavemente. La decisión había sido tomada.
***
Se despertaron todos a la vez, con un grito de alegría que sobresaltó a todos y cada uno de los miembros de la Orden del Fénix.
Molly había preparado un pequeño banquete, y entre risas, prepararon una fiesta propia de Hogwarts.
-Creo que nos hemos olvidado de alguien...-murmuró Dumbledore desde detrás de su copa de zumo de calabaza.
-Lucius...-murmuró Snape.
-¡Los Malfoy!- exclamó Arthur Weasley.
Todos se pusieron en pie a la vez, y subieron las escaleras en tropel, capitaneados por los tres Snape. Él puso la mano en el pomo de la puerta, en el mismo instante en que esta se abría desde dentro.
-Buenos días.- Saludó Lucius, un tanto adormilado.- Severus... no pienso volver a dormir en tu casa... ¡sois muy ruidosos!
La Orden del Fénix al completo rompió en carcajadas, y Lucius se puso (aún) más pálido al ver a todo el grupo allí reunido ante él. Mirando desconfiadamente a los pelirrojos Weasley, musitó:
-¿Hay una reunión? Ciss... Draco... venid aquí... hay una reunión...
Los otros dos rubios se asomaron también a la puerta, no tan impecables como Lucius, pero todavía sin perder su aplomo Malfoy. Mientras todos los demás se reían, Dumbledore se adelantó y le sonrió al patriarca.
-Lucius... habéis estado encerrados ahí dentro dos días... ¿no me digas que estabais durmiendo?
-¡¿Dos días!?- gritó Draco - ¡¡ves!! ¡¡Te dije que tenía hambre!!
El rubio olfateó el aire muy poco elegantemente.
-¿Es comida eso que huelo?
-¡Claro que sí!- exclamó Molly, muy contenta, echándole un brazo por encima de los hombros- y de sobra para un joven caballero como tú.
Los dos bajaron las escaleras, seguidos de todos los demás. La fiesta iba a empezar.
***
Poco a poco, palabra a palabra, se contó toda la historia, hasta el más mínimo detalle. Todos fueron conscientes de que quedaban cabos sueltos, de que Hermione todavía tenía que unirse a las Musas para recuperar su fuerza. Y Snape... bueno, les llevaría mucho trabajo volver a tratarse con la naturalidad acostumbrada.
En un rincón del salón de los Snape, Lucius se despedía de Snape antes de volver a su mansión.
-En serio... Lucius... ¿qué hacíais tanto tiempo allí encerrados?
-Hablar... darle consejos a Draco.... no sé, intentar ser una familia por una vez en su vida. Ya ves, Severus, unos destruimos nuestras familias por aparentar tener una vida más interesante, otros destruís vuestras vidas por aparentar tener una familia... Al menos sé que siempre podré contar con tu amistad... ¿no?
-Eso por descontado, viejo amigo.- sonrió Snape.
-Últimamente sólo viejo, porque lo de amigo... francamente no he sido amigo de mi hijo esta noche. He destruido todo su futuro... no quiero destruir su alma, Severus, y para eso necesitaré tu ayuda... ¿podrás ayudarme?... ¿querrás ayudarme?
-Yo no soy el especialista en salvar almas, Lucius, tal vez deberías llamar a Potter, el héroe. – murmuró con sarcasmo.- Parece ser que a mi se me da mejor destruir la vida a la gente... no creo que Hermione y yo recuperemos la amistad que teníamos. Mucho menos creo que me atreva a tocarla nunca más, ni ella a mí... jamás podremos volver a estar a solas... y así no se como conseguiré hacer creer a Voldemort que la tengo bajo mi control. Si ni siquiera puedo controlar mis propios remordimientos a su lado...
-Severus... no te castigues... No la perderás. Lo que ha ocurrido esta noche ha sido terrible, pero no la perderás. Su cuerpo todavía es el de una niña... o mejor, el de una niña que está creciendo. Pero no olvides que su mente es una mansión... una fortaleza inexpugnable... ¿viste la cara de Dumbledore y Arthur cuando Hermione dijo lo de Godric's Hollow? No creo que muchos más en esa mes a entiendan lo que significa, Severus. Pero tú tienes que saberlo.
Snape asintió suavemente. Sencillamente significaba que Hermione ya era una strega, que siempre lo había sido. Que era tan invencible como la mansión de los Evans con el encantamiento Fidelio. Y no estaba seguro de si eso era bueno o malo. Si su corazón seguía siendo Gryffindor, sabría anteponer su propio sentido común al bien común, pero si realmente se había convertido en una Slytherin... los fines justificarían los medios. Quien sabe qué sucedería.
-Por otro lado...- prosiguió Lucius- no la perderás... sencillamente tienes que demostrarle... que el poder que tú tienes sobre ella, ella también lo tiene sobre ti. Tienes que permitirle que te devuelva lo que tú le has hecho esta noche....
-¿¡Te has vuelto loco?!- casi gritó Severus.- No puedo hacer eso... Lucius... ¡estoy casado!, ¡tengo un hijo! Y responsabilidades....
-Olvídalo todo. Yo no le estoy diciendo esto al Snape profesor, al Severus espía de Dumbledore, al Sevi padre y marido ejemplar, ni siquiera al mortífago... se lo estoy diciendo a mi mejor amigo, a Henry, al hombre que descubrió Hermione Granger bajo toneladas de dolor. Permítele ver todo el bien que hizo por ti. Es fundamental para el grupo, para todos los grupos. En cuanto a Sarah... no la infravalores, es una Ravenclaw... ella lo entenderá.
Snape se quedó pensativo.
-Me voy a cambiar. No podemos ir a la iniciación de Hermione vestidos de mortífago, ¿no crees? Por cierto...- Lucius se dio la vuelta y miró a su amigo a los ojos.- Hagas lo que hagas... espera a después del ritual. No debes afectar la magia que hay entre Hermione y Sarah... ya lo has hecho bastante.
***
Harry observó atónito lo que sucedía su alrededor. En total, alrededor de treinta personas, todos ellos vestidos con túnicas de seda blanca, con el cabello suelto, sin joyas, ni ningún tipo de artificio.
Todos descalzos, en la hierba del jardín de Dumbledore. Entre ellos Harry distinguía a los dos Merodeadores, las tres Musas, los tres Malfoy, la profesora Sinistra, el profesor Snape, con Simon en brazos, cinco de los nueve Weasley, la profesora McGonagall, y por supuesto, Dumbledore. Él estaba en el centro, vestido de dorado y con el aspecto más imponente que Harry le había visto jamás.
Una vez más, Harry miró a su alrededor. A excepción de Hermione, Simon, Draco, y él mismo, todos los presentes tenían el símbolo de la Orden de Fénix dibujado en sus frentes: la runa antigua que representa a un mismo tiempo la destrucción y la esperanza. Algo con una forma retorcida, parecida a una N mayúscula, o tal vez, según otras teorías, a un rayo... algo sospechosamente parecido a la cicatriz de su frente.
Suprimió el escalofrío que sintió ante sus propios pensamientos bajo la certeza de que el maldito símbolo despedía una luz que su cicatriz no poseía.
De pronto, las treinta personas empezaron a sentarse por el suelo, no con el orden calculado de la reunión de mortífagos que Harry había presenciado, sino de un modo absolutamente espontáneo.
Acto seguido se cogieron de la mano, y salvo la posible excepción de Sirius y Lucius, que estaban sentado uno junto al otro, Harry no percibió ningún gesto de disgusto.
Harry sujetó la mano de Hermione, y percibió que la chica temblaba ligeramente, se la apretó y ella le devolvió el apretón, con fuerza. La otra mano de Hermione, firmemente sujeta a la de Snape, estaba blanca en los nudillos por la fuerza que la chica estaba haciendo.
Tras unos segundos así, en los que se mutuo acuerdo y sin mediar palabra, todos habían cerrado los ojos, Hermione le soltó la mano.
Y Harry no sintió la necesidad de abrir los ojos para "saber" qué estaba haciendo Hermione.
Mientras Hermione caminaba al centro del círculo, Harry y Snape se acercaron y cerraron la formación de nuevo.
De nuevo transcurrieron unos segundos, hasta que Hermione empezó a murmurar algo en voz muy baja, subiendo la voz paulatinamente. La principio Harry no entendía ni una palabra, pero de pronto, a través de su mente, empezó a fluir la traducción, desde el latín, proyectada por alguien a quien Harry no conseguía identificar.
-Anima... amica... comes... soror... matter... venefica... fidus... scio... Ruber "Alma... amiga... compañera... hermana... madre... bruja... leal... sabia... Ruber"
Al principio era sólo un murmullo, pero Hermione subía el tono de voz poco a poco. La mano derecha de Harry se desprendió de la de Dalia, por lo que tuvo que estirarse para alcanzar a Draco Malfoy. Supo que Sarah también se había levantado cuando Snape se agitó incómodo, al coger la mano de Sirius.
Luego comprendió que se habían levantado las tres Musas. Ya que, a la voz de Hermione se unieron las de Dalia, Sarah y Alexia, las tres cantando lo mismo.
De pronto a las cuatro voces se unió una quinta, que repitió con ellas la frase una vez, y luego todas callaron. Entonces la quinta voz, la nueva, dijo una frase, una sola vez. Y Harry pudo reconocer la voz de la mujer que le había perseguido en sus sueños y en sus pesadillas durante toda su vida.
-Matter... fillia... amica... comes... soror.. venefica... scio... Matter Sapiens- "Madre... hija... amiga... compañera... hermana... bruja... sabia... Matter Sapiens"
Entonces, las cinco brujas reunidas en el centro del círculo mágico, comenzaron a murmurar de nuevo una nueva palabra en latín, una y otra vez.
-Lupus. Lupus. Lupus. Lupus. Lupus.- Cinco veces, luego se callaron y lo dijo Alexia, una sola vez, mientras la traducción cruzaba la mente de Harry: "Lobo".Y no hacía falta ser un genio para imaginarse que el grupo se había reducido de nuevo porque se había levantado Lupin. Se unió al grupo de brujas, pero a diferencia de ellas, él permaneció callado.
-Fidus. Fidus. Fidus. Fidus. Fidus.- Todas juntas. Luego, Dalia, una vez y ella sola: "Leal" Y Sirius se unió a ellas.
-¡Frigus! ¡Frigus! ¡Frigus! ¡Frigus! ¡Frigus! - Todas juntas, un poco mas alto. Y Sarah lo dijo sola, una vez: "Frío"
Harry, preparado para soltarle la mano a Snape, se sorprendió de que él se la apretase. Y se sorprendió aún más cuando un aire frío les rodeó, y de nuevo las cinco voces se alzaron, sin que el grupo se redujese.
-Perimo. Perimo. Perimo. Perimo. Perimo.- Y Lily, sola, llamó a Snape, que ésta vez sí soltó a Harry y se unió al grupo. "Hábil"
Pero Harry no llegó a coger la mano de Lucius Malfoy, pues mientras se estiraba para alcanzarle, sintió las manos de Hermione en sus hombros, las voces de las cinco Musas repitiendo dos palabras cinco veces, y luego Hermione, sola y una vez. Harry abrió los ojos mientras la traducción atravesaba su mente.
-Ab Aliquo. Ab Aliquo. Ab Aliquo. Ab Aliquo. Ab Aliquo.- "El que me guía"
Harry se puso en pie y siguió a Hermione hasta el centro. La chica le dio las manos y le miró a los ojos, sonriendo. Alrededor de ambos estaban las otras cuatro Musas, cogidas de la mano. Detrás de ellas, cada uno de sus protegidos, y rodeándolos a todos, el resto de los miembros de la Orden del Fénix.
Lily no tenía aspecto de fantasma, sino que parecía sólida, real. Aunque Harry sabía que ella era lo que Hermione había invocado: una ánima. En cambio, su padre era plateado, translúcido. Un fantasma. Él estaba detrás de Sarah.
Hermione le apretó las manos a Harry, y el le devolvió el apretón.
-Juro mantenerme leal al líder de la Orden del Fénix; a mis hermanas Ruber, Lenise, Virtus y Gratia; a mi protegido, Ab Aliquo, Henry James Potter; y sobre todo, juro mantenerme leal a mis ideales, a mis principios y a mis creencias.- dijo Hermione, alto y claro.
-Que así sea.-murmuraron, no sólo las Musas, sino todo los que las rodeaban.
La chica se arrodilló ante Harry, y él tomó la larga cadena de cuero, con una sola lágrima de cristal al final.
-Desde este momento juro obedecer tus órdenes, Matter Sapiens, ayudarte a completar tu camino y dejarte guiar el mío. Me comprometo a luchar por la verdad contigo y a ayudarte a defender tus creencias.
Dicho lo cual, pasó la larga cadena por la cabeza de Hermione. Ella se puso en pie, y posó la punta de la varita en el lóbulo de la oreja izquierda de Harry. Cuando retiró la varita, había una pequeña perla, del mismo material que su colgante, en la oreja de su amigo. Sólo visible para ella misma y para quien lo llevaba.
-Estos son los símbolos de vuestra unión. Desde este momento y por el resto de la eternidad, mientras la Orden exista. Que así sea.- repitieron, de nuevo, todos los presentes.
Harry y Hermione se abrazaron. Cuando se separaron, Lily se acercó a Hermione.
-Matter... dejo en tus manos las dos cosas que más he querido... las dos pruebas que demuestran que he vivido... he dado vida, he compartido mi vida... cuídalos. Confío en ti.
Dicho lo cual, Lily se desvaneció.
La Iniciación había terminado
***FIN***
Y esta es la Iniciación que finaliza mi historia. A continuación publicaré el epílogo donde intentaré explicar todos los puntos oscuros. Ese epílogo ya está escrito, pero, a diferencia del resto de la historia, está abierto a cambios. Su objetivo es contestar todas vuestras dudas, y para eso es necesario que dejéis un review.
Sin embargo, nada de lo que escriba a continuación cerrará completamente la historia. Sigo creyendo firmemente que ninguna historia debería terminar, que todas deben continuar en la mente del lector.
Este es mi final, a partir de aquí sois libres de imaginar lo que queráis.
Las contestaciones a los reviews... ¡¡gracias a todos!! habéis sido una gran motivación para seguir escribiendo, día tras día.
Zeisse: ¡Millones de gracias por estar ahí! Espero tus sugerencias para el epílogo, ¿eh? Un besazo enorme!!!
Silvara Waylan: ¡¡Una de mis lectoras fieles!! Gracias a ti también... no se que haría sin vuestro apoyo, de verdad. Pobre Sevi... pero él obtendrá algo de Hermione que Harry no... de momento... ¡jua, jua, jua! Os dije que la historia tendría al final las mismas parejas que durante toda la historia... ni HG/SS, ni HG/HP... ¡los dos! Harry sigue sin saber nada, espero que tu sepas un poco más. Has jugado con ventaja durante 19, capis, no crees? El solo ha visto su propio punto de vista.¡Espero tus sugerencias!
Gen Potter: Que voy a decir de ti... ya no se si eres mi maestra o mi alumna... lo que esta claro es que eres una de mis principales "Ab Aliquo", je, je, je... has sido una fuente de inspiración constante a lo largo de toda la historia, Genna, aunque creo que no he mencionado ni una vez tu historia... era una de las que merecía estar ahí todos los días. Aún no he podido contestar tu mail, pero espero hacerlo pronto. Hermione estaba en el jardín de Lupin, lo dijo Scabbers, ¿recuerdas? La encontró allí. Nadie sabe muy bien que le hizo Snape a Hermione (oye, que poco pervertidos estais, eh?) espero que el epilogo lo aclare un poco más. Lo de la "D..." esta claro, ¿no? La directora Granger... ji, ji, ji... como se nota quien es mi personaje favorito... Si, creo que en el capi he contestado todas tus preguntas, excepto la del Lord Oscuro. No quiero que sea Ron porque sería una venganza infantil, ni quiero que sea Neville porque se que el es mucho mas que eso... te ayuda eso? ¿Que es lo que no entiendes de la escena de Simon? Se ofendió porque se metieron con los Gryffs y él es Gryffindor, y les demostró que el sentido común no le habría servido de nada a Harry en esa situación. Pleno en lo del gato y el cuervo... por algún motivo siento que esos son los animales que mejor encajan con cualquier Slytherin, y más con esos dos Slytherin en particular.
Angel_gótico: ¡Gracias por tu apoyo! Sinceramente, creo que todos vuestros reviews son lo más importante que he recibido de "Vacaciones..." (Lo dice la que defiende con uñas y dientes que lo único bueno de su obsesión con Potty es la experiencia como escritora, ya ves... ) Realmente yo creo lo de la maldad y sus lideres, solo hay que echarle un vistazo a cualquier libro de historia... ¿Cómo que si se casan? Eso si seria realmente retorcido... ¿no te llega que estén enamorados el uno del otro y no puedan ni tocarse? El capi 17... hum... espera que voy a ver... ¡¡¿¿fue eso lo que entendiste cuando se la llevo a la habitación!!?? Definitivamente voy a tener que hacer un anexo NC-17... Hum... a ver si consigo explicarlo mejor en el epilogo, ¿de acuerdo?
Amsp14: (Cuando el presente conoce el pasado): me pregunto si habrás encontrado esta historia. Seguramente a estas alturas entenderás que mas que ser un genio estoy como una cabra, ¿no? Gracias por dejar review!!
Bueno, eso es todo por hoy. Nos vemos en (espero) dos semanas... ¡espero vuestras propuestas! Un besazo
Iremione
"No son solo 200, los k nos kedamos seguimos sangrando"
Una vez Harry estuvo del otro lado, miró atrás y vio que todas las piedras azules se habían caído a su paso.
Se arrodilló al lado de Hermione, consciente del hecho de que desde el instante en que había puesto un pie en aquel trocito de terreno, éste había empezado a crecer casi imperceptiblemente.
-Hermione...
La chica alzó la vista, tenía los ojos hinchados y rojos.
-Harry...-murmuró- no sirvo para nada... soy vulnerable... jamás podré protegerte...
-¿Qué? ¿Te has vuelto loca? Eres la persona más fuerte que conozco...
-No... es una máscara, como la de Severus... Severus...- la chica de nuevo rompió a llorar a escondió la cara en las piernas.
-Hermione... no sé... que te habrá pasado con los mortífagos, no sé que te ha hecho Snape para que te sientas tan débil... Simon me ha dicho que le tienes miedo, pero...- Harry respiró hondo, sabiendo que algún día lamentaría lo que estaba a punto de decir – Sé que Sn... Severus jamás te haría daño. Él admira tu poder, tu inteligencia, los comprende y los respeta hasta un punto que ni Ron ni yo podríamos soñar jamás. Nunca he entendido muy bien que supone ser strega, pero creo que implica saber equilibrar tus miedos con tu fuerza, tu poder con tu debilidad. Tu lo has hecho siempre muy bien, Hermione, siempre. No entiendo porqué ahora has cambiado de parecer, porque de repente ya no eres la chica resuelta que tantas veces nos ha salvado a Ron y a mi.
-Yo nunca he sido esa chica resuelta, Harry... ¿no lo entiendes? No era yo... era la máscara, la chica perfecta que todo el mundo ha querido ver. Hoy, bajo las manos de Sev- Severus... hoy he descubierto que no soy tan poderosa como todos habían creído, él me puede someter, Harry, obligarme a hacer cosas horribles... no puedo defenderte si estoy sometida a otra persona.
-Hermione, Hermione...- Harry gimió y obligó a la chica a que le abrazase.- Tu... siempre has sido mi mayor soporte, la única que me mantiene lo suficientemente sensato como para seguir vivo... sometida a Snape o no... Hermione, tienes que ser mi madrina, estar conmigo, apoyarme... no por ser una strega, ni siquiera por convertirte en una Musa, sino porque quiero que ese símbolo represente nuestra amistad... todo lo que me has enseñado, sin todo lo que he aprendido de ti, habría muerto hace tiempo.
-Pero... pero...- Hermione le miraba intensamente, buscando algún argumento con el que rebatirle, ya no lloraba.- yo... yo soy un incordio, estoy continuamente molestándote, impidiéndote hacer lo que deseas...
-¡Por eso sigo vivo, Hermione! ¿No lo entiendes? Sin tu sentido común habría muerto hace tiempo. Oh... Dios... todos te necesitamos... todos los que te conocemos, te necesitamos... te queremos... yo te quiero...
Hermione se echó a llorar de nuevo, escondiendo la cara entre las manos.
-Me queréis porque me necesitáis...-murmuró - la sabelotodo, la que os saca de los líos, la que os ayuda con los deberes...
-No, -la interrumpió Harry, cogiendo su barbilla con dos dedos, obligándola a mirarle a la cara.- Te necesitamos porque te queremos... nos has salvado la vida montones de veces, eres la más inteligente de los tres... pero sobre todo, te queremos porque sabemos que irías al fin del mundo por nosotros... por mi... porque eres mi hermana.
Con esas palabras la abrazó con fuerza y la besó en la frente. A sabiendas de que había mentido, de que no era sólo su hermana... pero la vida es larga, y en ese momento Hermione necesitaba a otra persona.
Hermione, por su parte se quedó transpuesta. La consideraba su hermana. Eso lo hacía todo mucho más fácil. Mientras se dejaba abrazar por Harry, vio que se les acercaban tres chicas y dos chicos. A las chicas las reconoció al instante, eran las Musas, con las que había estado hablando antes, y se rió de lo graciosas que estaban a los diecisiete años.
Al oír su risa, Harry la soltó, y se dio cuenta de que la nada había desaparecido, y a su alrededor sólo había hierba y flores. Snape le tendió una mano a Hermione, y Harry observó su reacción, curioso. Ella dudó un momento, pero luego se aferró a ella y se puso en pie. Mientras tenía cogida la mano, Snape tiró de ella, haciendo que estuviese lo suficientemente cerca como para besarla en la frente.
-Somos iguales...-musitó Dalia.
-..compañeros...-murmuró Alexia mientras Hermione le devolvía el beso a Snape, en los labios, como una Musa más.
-...y amigos.-finalizó Sarah, observando la escena con los ojos entrecerrados.
-Nada más.- musitó Hermione.
-Nada más.- repitió Snape.
-De momento.- añadió Simon, pero sólo Harry le oyó. A continuación habló un poco más alto.- Di... eh... Gran... hum... Hermione, necesito hablar contigo, pero debería ser en privado...
Hermione miró al chico a los ojos, y Harry se dio cuenta de que no lo reconocía. Pero asintió, y lo siguió hasta el borde de la piscina, donde se sentó él y ella a su lado.
¿Piscina?
Harry alzó la vista. No sólo había una piscina, sino también un inmenso jardín. Y tras el jardín, una casa, o mejor dicho, una mansión. Enorme, blanca, imponente, e increíblemente familiar para Harry. ¿Seguían en la mente de Hermione?
***
-¿Quién eres?- preguntó Hermione, directamente.
-Soy Simon Snape.- declaró el chico, sonriente.- Sé que debe ser difícil de creer para ti, pero tengo una prueba...
Simon se bajó el cuello de la camiseta y le mostró a Hermione el colgante que Harry no había visto, pero que siempre había estado ahí. Una cadena de color pardo, como de cobre, con una esfera azul oscuro, un zafiro...
-Sarah...-musitó Hermione, rozándola con la punta de los dedos...-¿cuando te la ha dado?
-Mañana por la noche, después de hablar contigo.
-¿Conmigo?
-Ahá... descubrirá algo... muy importante, lo único que explica todas las dudas que aún tenéis... y si no me equivoco, la única que aún no os habéis planteado... ¿nunca te has preguntado porqué tú y mi madre os parecéis tanto?
Hermione ahogó una exclamación.
-No te lo puedo decir... tú... es decir, tu "yo" futura me lo prohibió, dijiste que lo descubrirías a su debido tiempo, y que hasta entonces nada debía alterar el curso de la historia. Sólo estoy aquí por una razón. Y es para contarte algo que sé que debes saber, porque tú me dijiste que así sucedió. Se que parece un lío, pero tú en el futuro me dijiste que yo te lo había dicho en un sueño, así que supongo que así tiene que ser... bueno, agarrante porque te voy a contar tu futuro... sí, ya se que no crees en el destino, que el destino lo escoges tú, y precisamente por eso estoy yo aquí, para que escogas el camino adecuado. Hermione... esta guerra... se llevará toda tu inocencia, toda tu infancia, y a cambio te dejará sabiduría y experiencia. Conocimientos que muchos magos adultos desprecian, a ti te ayudarán a salvar el mundo. Perderás a muchos de tus amigos en esta guerra. Pero te prometo que también serás muy feliz a su lado. Conseguirás que mi padre sea realmente feliz, por imposible que te parezca, incluso antes de que acabes la escuela. Entonces, en la última batalla, él y mi madre morirán. Tú y Harry cuidaréis de mi, porque mi padrino estará en Azkaban... tú y Harry haréis algo muy importante... lo que no te puedo contar... algo que cambiará el curso de la historia, algo que permitirá que tú y yo estemos hoy aquí... te sentirás muy orgullosa de ese algo, ya lo verás... Pero entonces se te planteará la posibilidad de seguir a Harry, ser completamente feliz con él... como la señora Potter... vivir en un mundo ideal pero inventado, tal y como el que mi padre construyó para mi... o (y es lo que te tengo que pedir que hagas) renunciar a Harry, a formar una familia con él... y convertirte en la directora más joven de la historia de Hogwarts. La directora Granger. En mi futuro ha sido así, tú eres mi mentora, tal y como una vez Dumbledore lo fue para Harry. Y cuando te pregunté cómo supiste qué era lo que tenías que hacer, me dijiste que yo te lo había dicho. De modo que aquí estoy. Se que todo esto te suena a cuento chino, me dijiste que entonces no me creíste, pero que aún así la duda se instaló en tu mente, y que cuando llegó el momento de elegir... bueno. Si eliges correctamente, yo me despertaré en mi mundo, con una mentora poderosísima pero triste. Ese es el mensaje que tú misma me pediste que te diese. Ahora yo te doy el mío: Elige a Harry. Forma tu familia y sé feliz. Quizá no seas la directora más joven de la historia, pero seguirás siendo poderosa, seguirás siendo mi mayor maestra. Piénsatelo bien, Hermione. Tal vez lo que yo te pido no sea lo más justo, o al menos no lo será cuando veas "cómo" tendrás que construir esa familia, a "quien" tendrás que renunciar y contra "que" tendrás que luchar, pero sé que cuando llegue el momento lo entenderás todo. Mi misión se ha acabado. Suerte.
Y sin dejar decir ni una palabra a Hermione, Simon desapareció. Dejando a Hermione aún más confusa que al principio.
¿Hermione Potter o Directora Granger?
***
-Hermione...-murmuró Harry tocando el hombro de su amiga.- Hermione, mira... es mi casa... la casa de mi madre... Godric's Hollow...
-Lo sé.- dijo Hermione, tocando la mano de su amigo.- Es mi guarida, desde que tengo memoria... ha estado siempre ahí. De niña cuando los otros chiquillos se burlaban de mi, me escondía en la biblioteca o jugaba por los largos pasillos. Siempre acababa en el cuarto del bebé... mirando sus ojos verdes... tus ojos verdes. Supe que era tu casa cuando leí todos aquellos libros sobre ti, antes de mi primer curso. Y cada vez que discutía contigo o con Ron, cerraba los ojos y me sumergía en la biblioteca de tu casa
-¿Que crees que significa eso?- murmuró Harry, sentándose al lado de su amiga en la piscina, ¿adonde habría ido Simon? ¿Dónde estaban todos los demás? ¿Cuándo se habían quedado solos?
-No lo sé. Y no creo que lo sepamos nunca... pero me gustaría creer que... de algún modo, incluso antes de conocernos... tú y yo ya éramos hermanos.
Harry sonrió y la abrazó suavemente. La decisión había sido tomada.
***
Se despertaron todos a la vez, con un grito de alegría que sobresaltó a todos y cada uno de los miembros de la Orden del Fénix.
Molly había preparado un pequeño banquete, y entre risas, prepararon una fiesta propia de Hogwarts.
-Creo que nos hemos olvidado de alguien...-murmuró Dumbledore desde detrás de su copa de zumo de calabaza.
-Lucius...-murmuró Snape.
-¡Los Malfoy!- exclamó Arthur Weasley.
Todos se pusieron en pie a la vez, y subieron las escaleras en tropel, capitaneados por los tres Snape. Él puso la mano en el pomo de la puerta, en el mismo instante en que esta se abría desde dentro.
-Buenos días.- Saludó Lucius, un tanto adormilado.- Severus... no pienso volver a dormir en tu casa... ¡sois muy ruidosos!
La Orden del Fénix al completo rompió en carcajadas, y Lucius se puso (aún) más pálido al ver a todo el grupo allí reunido ante él. Mirando desconfiadamente a los pelirrojos Weasley, musitó:
-¿Hay una reunión? Ciss... Draco... venid aquí... hay una reunión...
Los otros dos rubios se asomaron también a la puerta, no tan impecables como Lucius, pero todavía sin perder su aplomo Malfoy. Mientras todos los demás se reían, Dumbledore se adelantó y le sonrió al patriarca.
-Lucius... habéis estado encerrados ahí dentro dos días... ¿no me digas que estabais durmiendo?
-¡¿Dos días!?- gritó Draco - ¡¡ves!! ¡¡Te dije que tenía hambre!!
El rubio olfateó el aire muy poco elegantemente.
-¿Es comida eso que huelo?
-¡Claro que sí!- exclamó Molly, muy contenta, echándole un brazo por encima de los hombros- y de sobra para un joven caballero como tú.
Los dos bajaron las escaleras, seguidos de todos los demás. La fiesta iba a empezar.
***
Poco a poco, palabra a palabra, se contó toda la historia, hasta el más mínimo detalle. Todos fueron conscientes de que quedaban cabos sueltos, de que Hermione todavía tenía que unirse a las Musas para recuperar su fuerza. Y Snape... bueno, les llevaría mucho trabajo volver a tratarse con la naturalidad acostumbrada.
En un rincón del salón de los Snape, Lucius se despedía de Snape antes de volver a su mansión.
-En serio... Lucius... ¿qué hacíais tanto tiempo allí encerrados?
-Hablar... darle consejos a Draco.... no sé, intentar ser una familia por una vez en su vida. Ya ves, Severus, unos destruimos nuestras familias por aparentar tener una vida más interesante, otros destruís vuestras vidas por aparentar tener una familia... Al menos sé que siempre podré contar con tu amistad... ¿no?
-Eso por descontado, viejo amigo.- sonrió Snape.
-Últimamente sólo viejo, porque lo de amigo... francamente no he sido amigo de mi hijo esta noche. He destruido todo su futuro... no quiero destruir su alma, Severus, y para eso necesitaré tu ayuda... ¿podrás ayudarme?... ¿querrás ayudarme?
-Yo no soy el especialista en salvar almas, Lucius, tal vez deberías llamar a Potter, el héroe. – murmuró con sarcasmo.- Parece ser que a mi se me da mejor destruir la vida a la gente... no creo que Hermione y yo recuperemos la amistad que teníamos. Mucho menos creo que me atreva a tocarla nunca más, ni ella a mí... jamás podremos volver a estar a solas... y así no se como conseguiré hacer creer a Voldemort que la tengo bajo mi control. Si ni siquiera puedo controlar mis propios remordimientos a su lado...
-Severus... no te castigues... No la perderás. Lo que ha ocurrido esta noche ha sido terrible, pero no la perderás. Su cuerpo todavía es el de una niña... o mejor, el de una niña que está creciendo. Pero no olvides que su mente es una mansión... una fortaleza inexpugnable... ¿viste la cara de Dumbledore y Arthur cuando Hermione dijo lo de Godric's Hollow? No creo que muchos más en esa mes a entiendan lo que significa, Severus. Pero tú tienes que saberlo.
Snape asintió suavemente. Sencillamente significaba que Hermione ya era una strega, que siempre lo había sido. Que era tan invencible como la mansión de los Evans con el encantamiento Fidelio. Y no estaba seguro de si eso era bueno o malo. Si su corazón seguía siendo Gryffindor, sabría anteponer su propio sentido común al bien común, pero si realmente se había convertido en una Slytherin... los fines justificarían los medios. Quien sabe qué sucedería.
-Por otro lado...- prosiguió Lucius- no la perderás... sencillamente tienes que demostrarle... que el poder que tú tienes sobre ella, ella también lo tiene sobre ti. Tienes que permitirle que te devuelva lo que tú le has hecho esta noche....
-¿¡Te has vuelto loco?!- casi gritó Severus.- No puedo hacer eso... Lucius... ¡estoy casado!, ¡tengo un hijo! Y responsabilidades....
-Olvídalo todo. Yo no le estoy diciendo esto al Snape profesor, al Severus espía de Dumbledore, al Sevi padre y marido ejemplar, ni siquiera al mortífago... se lo estoy diciendo a mi mejor amigo, a Henry, al hombre que descubrió Hermione Granger bajo toneladas de dolor. Permítele ver todo el bien que hizo por ti. Es fundamental para el grupo, para todos los grupos. En cuanto a Sarah... no la infravalores, es una Ravenclaw... ella lo entenderá.
Snape se quedó pensativo.
-Me voy a cambiar. No podemos ir a la iniciación de Hermione vestidos de mortífago, ¿no crees? Por cierto...- Lucius se dio la vuelta y miró a su amigo a los ojos.- Hagas lo que hagas... espera a después del ritual. No debes afectar la magia que hay entre Hermione y Sarah... ya lo has hecho bastante.
***
Harry observó atónito lo que sucedía su alrededor. En total, alrededor de treinta personas, todos ellos vestidos con túnicas de seda blanca, con el cabello suelto, sin joyas, ni ningún tipo de artificio.
Todos descalzos, en la hierba del jardín de Dumbledore. Entre ellos Harry distinguía a los dos Merodeadores, las tres Musas, los tres Malfoy, la profesora Sinistra, el profesor Snape, con Simon en brazos, cinco de los nueve Weasley, la profesora McGonagall, y por supuesto, Dumbledore. Él estaba en el centro, vestido de dorado y con el aspecto más imponente que Harry le había visto jamás.
Una vez más, Harry miró a su alrededor. A excepción de Hermione, Simon, Draco, y él mismo, todos los presentes tenían el símbolo de la Orden de Fénix dibujado en sus frentes: la runa antigua que representa a un mismo tiempo la destrucción y la esperanza. Algo con una forma retorcida, parecida a una N mayúscula, o tal vez, según otras teorías, a un rayo... algo sospechosamente parecido a la cicatriz de su frente.
Suprimió el escalofrío que sintió ante sus propios pensamientos bajo la certeza de que el maldito símbolo despedía una luz que su cicatriz no poseía.
De pronto, las treinta personas empezaron a sentarse por el suelo, no con el orden calculado de la reunión de mortífagos que Harry había presenciado, sino de un modo absolutamente espontáneo.
Acto seguido se cogieron de la mano, y salvo la posible excepción de Sirius y Lucius, que estaban sentado uno junto al otro, Harry no percibió ningún gesto de disgusto.
Harry sujetó la mano de Hermione, y percibió que la chica temblaba ligeramente, se la apretó y ella le devolvió el apretón, con fuerza. La otra mano de Hermione, firmemente sujeta a la de Snape, estaba blanca en los nudillos por la fuerza que la chica estaba haciendo.
Tras unos segundos así, en los que se mutuo acuerdo y sin mediar palabra, todos habían cerrado los ojos, Hermione le soltó la mano.
Y Harry no sintió la necesidad de abrir los ojos para "saber" qué estaba haciendo Hermione.
Mientras Hermione caminaba al centro del círculo, Harry y Snape se acercaron y cerraron la formación de nuevo.
De nuevo transcurrieron unos segundos, hasta que Hermione empezó a murmurar algo en voz muy baja, subiendo la voz paulatinamente. La principio Harry no entendía ni una palabra, pero de pronto, a través de su mente, empezó a fluir la traducción, desde el latín, proyectada por alguien a quien Harry no conseguía identificar.
-Anima... amica... comes... soror... matter... venefica... fidus... scio... Ruber "Alma... amiga... compañera... hermana... madre... bruja... leal... sabia... Ruber"
Al principio era sólo un murmullo, pero Hermione subía el tono de voz poco a poco. La mano derecha de Harry se desprendió de la de Dalia, por lo que tuvo que estirarse para alcanzar a Draco Malfoy. Supo que Sarah también se había levantado cuando Snape se agitó incómodo, al coger la mano de Sirius.
Luego comprendió que se habían levantado las tres Musas. Ya que, a la voz de Hermione se unieron las de Dalia, Sarah y Alexia, las tres cantando lo mismo.
De pronto a las cuatro voces se unió una quinta, que repitió con ellas la frase una vez, y luego todas callaron. Entonces la quinta voz, la nueva, dijo una frase, una sola vez. Y Harry pudo reconocer la voz de la mujer que le había perseguido en sus sueños y en sus pesadillas durante toda su vida.
-Matter... fillia... amica... comes... soror.. venefica... scio... Matter Sapiens- "Madre... hija... amiga... compañera... hermana... bruja... sabia... Matter Sapiens"
Entonces, las cinco brujas reunidas en el centro del círculo mágico, comenzaron a murmurar de nuevo una nueva palabra en latín, una y otra vez.
-Lupus. Lupus. Lupus. Lupus. Lupus.- Cinco veces, luego se callaron y lo dijo Alexia, una sola vez, mientras la traducción cruzaba la mente de Harry: "Lobo".Y no hacía falta ser un genio para imaginarse que el grupo se había reducido de nuevo porque se había levantado Lupin. Se unió al grupo de brujas, pero a diferencia de ellas, él permaneció callado.
-Fidus. Fidus. Fidus. Fidus. Fidus.- Todas juntas. Luego, Dalia, una vez y ella sola: "Leal" Y Sirius se unió a ellas.
-¡Frigus! ¡Frigus! ¡Frigus! ¡Frigus! ¡Frigus! - Todas juntas, un poco mas alto. Y Sarah lo dijo sola, una vez: "Frío"
Harry, preparado para soltarle la mano a Snape, se sorprendió de que él se la apretase. Y se sorprendió aún más cuando un aire frío les rodeó, y de nuevo las cinco voces se alzaron, sin que el grupo se redujese.
-Perimo. Perimo. Perimo. Perimo. Perimo.- Y Lily, sola, llamó a Snape, que ésta vez sí soltó a Harry y se unió al grupo. "Hábil"
Pero Harry no llegó a coger la mano de Lucius Malfoy, pues mientras se estiraba para alcanzarle, sintió las manos de Hermione en sus hombros, las voces de las cinco Musas repitiendo dos palabras cinco veces, y luego Hermione, sola y una vez. Harry abrió los ojos mientras la traducción atravesaba su mente.
-Ab Aliquo. Ab Aliquo. Ab Aliquo. Ab Aliquo. Ab Aliquo.- "El que me guía"
Harry se puso en pie y siguió a Hermione hasta el centro. La chica le dio las manos y le miró a los ojos, sonriendo. Alrededor de ambos estaban las otras cuatro Musas, cogidas de la mano. Detrás de ellas, cada uno de sus protegidos, y rodeándolos a todos, el resto de los miembros de la Orden del Fénix.
Lily no tenía aspecto de fantasma, sino que parecía sólida, real. Aunque Harry sabía que ella era lo que Hermione había invocado: una ánima. En cambio, su padre era plateado, translúcido. Un fantasma. Él estaba detrás de Sarah.
Hermione le apretó las manos a Harry, y el le devolvió el apretón.
-Juro mantenerme leal al líder de la Orden del Fénix; a mis hermanas Ruber, Lenise, Virtus y Gratia; a mi protegido, Ab Aliquo, Henry James Potter; y sobre todo, juro mantenerme leal a mis ideales, a mis principios y a mis creencias.- dijo Hermione, alto y claro.
-Que así sea.-murmuraron, no sólo las Musas, sino todo los que las rodeaban.
La chica se arrodilló ante Harry, y él tomó la larga cadena de cuero, con una sola lágrima de cristal al final.
-Desde este momento juro obedecer tus órdenes, Matter Sapiens, ayudarte a completar tu camino y dejarte guiar el mío. Me comprometo a luchar por la verdad contigo y a ayudarte a defender tus creencias.
Dicho lo cual, pasó la larga cadena por la cabeza de Hermione. Ella se puso en pie, y posó la punta de la varita en el lóbulo de la oreja izquierda de Harry. Cuando retiró la varita, había una pequeña perla, del mismo material que su colgante, en la oreja de su amigo. Sólo visible para ella misma y para quien lo llevaba.
-Estos son los símbolos de vuestra unión. Desde este momento y por el resto de la eternidad, mientras la Orden exista. Que así sea.- repitieron, de nuevo, todos los presentes.
Harry y Hermione se abrazaron. Cuando se separaron, Lily se acercó a Hermione.
-Matter... dejo en tus manos las dos cosas que más he querido... las dos pruebas que demuestran que he vivido... he dado vida, he compartido mi vida... cuídalos. Confío en ti.
Dicho lo cual, Lily se desvaneció.
La Iniciación había terminado
***FIN***
Y esta es la Iniciación que finaliza mi historia. A continuación publicaré el epílogo donde intentaré explicar todos los puntos oscuros. Ese epílogo ya está escrito, pero, a diferencia del resto de la historia, está abierto a cambios. Su objetivo es contestar todas vuestras dudas, y para eso es necesario que dejéis un review.
Sin embargo, nada de lo que escriba a continuación cerrará completamente la historia. Sigo creyendo firmemente que ninguna historia debería terminar, que todas deben continuar en la mente del lector.
Este es mi final, a partir de aquí sois libres de imaginar lo que queráis.
Las contestaciones a los reviews... ¡¡gracias a todos!! habéis sido una gran motivación para seguir escribiendo, día tras día.
Zeisse: ¡Millones de gracias por estar ahí! Espero tus sugerencias para el epílogo, ¿eh? Un besazo enorme!!!
Silvara Waylan: ¡¡Una de mis lectoras fieles!! Gracias a ti también... no se que haría sin vuestro apoyo, de verdad. Pobre Sevi... pero él obtendrá algo de Hermione que Harry no... de momento... ¡jua, jua, jua! Os dije que la historia tendría al final las mismas parejas que durante toda la historia... ni HG/SS, ni HG/HP... ¡los dos! Harry sigue sin saber nada, espero que tu sepas un poco más. Has jugado con ventaja durante 19, capis, no crees? El solo ha visto su propio punto de vista.¡Espero tus sugerencias!
Gen Potter: Que voy a decir de ti... ya no se si eres mi maestra o mi alumna... lo que esta claro es que eres una de mis principales "Ab Aliquo", je, je, je... has sido una fuente de inspiración constante a lo largo de toda la historia, Genna, aunque creo que no he mencionado ni una vez tu historia... era una de las que merecía estar ahí todos los días. Aún no he podido contestar tu mail, pero espero hacerlo pronto. Hermione estaba en el jardín de Lupin, lo dijo Scabbers, ¿recuerdas? La encontró allí. Nadie sabe muy bien que le hizo Snape a Hermione (oye, que poco pervertidos estais, eh?) espero que el epilogo lo aclare un poco más. Lo de la "D..." esta claro, ¿no? La directora Granger... ji, ji, ji... como se nota quien es mi personaje favorito... Si, creo que en el capi he contestado todas tus preguntas, excepto la del Lord Oscuro. No quiero que sea Ron porque sería una venganza infantil, ni quiero que sea Neville porque se que el es mucho mas que eso... te ayuda eso? ¿Que es lo que no entiendes de la escena de Simon? Se ofendió porque se metieron con los Gryffs y él es Gryffindor, y les demostró que el sentido común no le habría servido de nada a Harry en esa situación. Pleno en lo del gato y el cuervo... por algún motivo siento que esos son los animales que mejor encajan con cualquier Slytherin, y más con esos dos Slytherin en particular.
Angel_gótico: ¡Gracias por tu apoyo! Sinceramente, creo que todos vuestros reviews son lo más importante que he recibido de "Vacaciones..." (Lo dice la que defiende con uñas y dientes que lo único bueno de su obsesión con Potty es la experiencia como escritora, ya ves... ) Realmente yo creo lo de la maldad y sus lideres, solo hay que echarle un vistazo a cualquier libro de historia... ¿Cómo que si se casan? Eso si seria realmente retorcido... ¿no te llega que estén enamorados el uno del otro y no puedan ni tocarse? El capi 17... hum... espera que voy a ver... ¡¡¿¿fue eso lo que entendiste cuando se la llevo a la habitación!!?? Definitivamente voy a tener que hacer un anexo NC-17... Hum... a ver si consigo explicarlo mejor en el epilogo, ¿de acuerdo?
Amsp14: (Cuando el presente conoce el pasado): me pregunto si habrás encontrado esta historia. Seguramente a estas alturas entenderás que mas que ser un genio estoy como una cabra, ¿no? Gracias por dejar review!!
Bueno, eso es todo por hoy. Nos vemos en (espero) dos semanas... ¡espero vuestras propuestas! Un besazo
Iremione
"No son solo 200, los k nos kedamos seguimos sangrando"
