Capítulo 4.- Delirio

Llegamos al hospital, las enfermeras no dejaban pasar a mi madrastra, y los doctores le daban explicaciones a mi padre de qué había pasado. Yo logré escapar de todos ellos, llegué a la recepcionista y le pregunté por mi hermano. Me dió el número de la habitación donde estaba él.

Llegué al ascensor, no se habría la puerta, y como yo estaba tan impaciente, corrí escaleras arriba. Llegué a la habitación y entré. Ahí estaba un doctor, se dió la vuelta para mirarme.

"Lo siento, niño, no podemos dejar que te acerques mucho a el, tiene una fiebre muy alta y algo de Neumonía."

"Digame¿qué le pasó?"

Antes mi pregunta, el doctor dudó unos momentos, luego pasó su mirada, de Kouji a mi yvisceversa.

"Veo que son gemelos"

"Eso no tiene importancia ahora, dígame qué le paso a mi hermano."

"Lo encontraron en el parque, a eso de las 9:50 pm, estaba detrás de unos matorrales, sin ropa y le sangraba muchas partes de sucuerpo.El frío lo afectó y por eso tiene neumonía y fiebre."

Pasé al rededor dediez días sin ir al hospital. No me dejaban por que Kouji me podía contagiar. Esas noches, me hacían mucha falta sus abrazos, sus besos, todo de el. Esos días, eran iguales en la tarde, Takuya me llamaba, se divertía con mi cuerpo el tiempo que deseara...

Hasta que mi papá dijo que ya podía ir a ver a mi hermano.

Lleguéal hospital, corrí otra ves a la habitación de Kouji,justocuando él estaba durmiendo,ya se lo veía mejor. Lo miré mas de cerca, tenía moretones en sus mejillas, ambas muñecas tenían una benda, la que cubría unos cortes que según papá, eran bastante grandes.

Sentirlo tan cerca, me hizo extrañarlo más. Ya no podía aguantar mis ganas. Acerqué mi rostro al suyo y le dí un beso en los labios, mientras acariciaba su mejilla.

Después de un minuto, se despertó. Me miró y sonrió un poco.

"Hola, hermanito..."- le dije, mientras acariciaba su cabeza, pasé mis dedos por su cabello, siempre me gustaba hacer eso, pero entonces sentí algo de lo que no me había dado cuenta, su cabello estaba cortado.- "Kouji... ¿que le hiciste a tu cabello?"

Me desvió la mirada, y retiró mi mano de su cabello, pero al hacerlo, pude notar en su mano varios cortes, la tomé y él pareció asustarse más.

"Kouichi... ya se por qué rompiste conmigo"- me dijo en tono de tristeza.- "Fué por que te dolió cuando lo hice¿verdad, y también por que ese día no pudiste hacermelo. Pero no te preocupes, si vuelves conmigo, tendré más cuidado, y podrás hacermelo cuando quieras, solo tienes que esperar a que sane mi herida... aún así, en cuanto salga de aquí podemos hacerlo, o si quieres ahora mismo. Por favor, quiero estar contigo."- ¿realmente me estaba rogando, me dió tanta pena verlo así. Me incliné y volví a darle un beso.

"Kouji, no está bien que entregues así tu cuerpo, solo para estar con alguien. Creeme, quiero estar contigo, de verdad que quiero, pero..."

"Takuya te amenazó¿verdad?"- ¿cómo sabía él eso? me dejó sorprendido.-"yo también estuve con él por ese motivo, por que me dijo que si no lo hacía, y llegaba a decirte algo, él te haría daño. Acepté todo ese tiempo, hasta que se cansó de mi. Y me dejó. Yo pensaba que él me quería, pensaba que no se podía hacer eso sin amor, pero me dí cuenta de que sí se puede..."- volvió a posar su mirada en mí.- "Takuya estaba conmigo, por que yo le recordaba a ti... él te desea... él me hizo todo esto... ese día, llegué a la tienda donde siempre vamos tu y yo, quería comprarte algo, y pedirte perdón, y me lo encontré ahí... primero solo me pidió ir al parque. Al llegar me llevó a la parte más alejada, detrás de unos matorrales, me amenazó con una navaja, y tuve que dejar que me lo hiciera...me dijo que mi patética existencia no servía de nada, que yo solo servíapara ser un juguete, y cada vez que yo gemía o solo hacía un sonido de dolor,me cortaba en donde podía. Me cortó mi cabello, dijo que así le recordaba más a ti, y que eso le exitaría mas. Luego me dejó ahí. Esperaba a que alguien me encuentre, y luego me puse a pensar en todo lo que me había dicho... y en algún momento ya no deseaba vivir... pero recordé que aún te tenía, y me puse a pensar en que tal vez podríamos estar juntos de nuevo, solo eso me hizo vivir... dame un beso... por favor... "

Kouji había sufrido tanto por mi causa, y me dí cuenta de que yo estaba con Takuya, para que él no dañara a Kouji, pero terminé dañandolo yo, y aún más que Takuya.

Quería darle un beso más, pero me sentí observado. Miré hacia la puerta, y estaba un poco abierta, y entonces reconocí esa figura. Takuya entró tranquilamente, ese aire de importancia que tenía me provocaba nauseas.

"Bien y de qué me perdí"- dijo él. Se acercó a mi hermano y le dió un beso, luego se puso a lamer su mejilla- "veo que ya estás más docil¿eh?"- no entendía. ¿Por qué estaba soportando tanta humillación?

"No te perdiste de nada"- le dije-"te pido que nos dejes solos a mi y a Kouji. O si no..."

"O si no que¿piensas golpearme Kouichi?"

"Si, pienso golpearte muy fuerte si no te vas y me dejas de una vez tranquilo"

Takuya puso una cara de sorpresa, pero luego se volvió a tranquilizar.

"Muy bien, haz lo que quieras"- me estaba retando, pero no... esta vez no accedería tan fácilmente. -"No me vas a golpear, ya lo sabía, eres demasiado cobarde. Ademas... no puedes golpear al novio de tu hermano"

¿Novio de Kouji? Un momento...

"¿No lo sabias, hice un pacto con Kouji, si tu volvías con él, yo no los molestaría más... pero como veo que no. ¿Te das cuenta de la ironía?"

Dolor... engaño... confusión... arrepentimiento...

soledad...

Todos eso se llenó en mi ser, no sabía en ese momento qué me pasaba. Gritaba, lloraba, tenía alucinaciones. Iba a matarlo, lo mataría y le daría sus huesos a los cuervos. Golpeé a Takuya lo más fuertemente posible. Alucinaba con cosas que eran reales y en parte irreales.

Recuerdo que ese momento entró mi padre segudo de otros doctores y enfermeras. Trataban de tranquilizarme, pero todo esfuerzo era inutil. Mi alma estaba quebrada, mi corazón completamente destrozado, mis sueños habían desaparecido...


Y otra vez estaba en una camilla. Otra vez tenía mis manos bendadas, el dolor era insoportable. No solo el físico, sinó el de mi corazón. No recordaba nada... y sentía que no quería recodar... entró un hombre en la habitación.

"Hola hijo... ¿ya te sientes mejor?"

¿Hijo?... ya recordaba algo, él era mi padre... le pregunté qué me había pasado. Él me lo contó todo. Estaba en un estado de locura total, trataron de darme sedantes y uno de los doctores me había dado algo parecido a la droga. Me había puesto peor, y para que no hiciera daño, me habían encerrado. Ahí dicen que yo trataba de abrir la puerta, y al tratar de arañar la puerta, muchas de mis uñas se habían salido.

Después de contarme todo, mi padre me tenía que curar las heridas. Al termniar de sacarme las bendas, pude observar mis manos deshechas. Tenía en total solo tres dedos a los que la uña por lo menos les llegaba a la mitad. Los demas estaban sin uñas.

Yo conocía bien el hospital, pero esta habitación era completamente distinta a las que yo ya conocía.

"Papá... ¿en que sección del hospital estamos?"

"Este no es el hospital... es el manicomnio. El priquiatra dijo que tienes inicios de locura. Nos aconsejó que te quedaras aquí unas semanas, un mes o dos."

No quería, le rogué que no me dejara... pero todo ruego era inútil.

Pasaron los días... sólo venía mi padre a verme, y eso era sólo al medio día, para ayudarme a comer. Cuando me sané por completo, ya no venía. El psiquiatra le dijo que no viniera, más que el día señalado a recojerme.

Y yo esperaba ese día, las horas, los minutos, incluso los segundos eran una eternidad. Me trataban como a ún loco. Me tenían encerrado en un cuarto con paredes de colchón. Me soltaban sólo en la mañana, para ir a comer. Los presos eran de todo, hombres, mujeres y niños. Me hice "amigo" de otro chico de mas o menos mi edad. Pero él había llegado ahí por causa de la droga.

Él era un chico de trato muy extraño. Un día le pedí que me acompañara por ahí a caminar.

"Lo siento, no nos dejan hacer el amor en horas de comida, pero en la noche lo haremos"- su respuesta me dejó atontado.

Eran tan doloroso quedarme en ese lugar, extrañaba a mi hermano, quería tenerlo cerca de mi. Daba todo por besarlo, por sentir una caricia suya. Pero eso solo era posible para Takuya.

En las noches, podía sentir claramente como aquella vez, cómo Takuya lo hacía con mi hermano. Sus sombras, sus gemidos y sus gritos, se convirtieron en parte de mis sueños, y de mis pesadillas.

Solo era un obstáculo más en la vida de mi hermano... no valía la pena vivir. Al día siguiente, pude escabullirme hasta la azotea del manicomnio. Bastante alta... me acerqué ala baranda, pasé primero un pié por encima de ella, luego el otro. Me sujetaban mis manos, solté primero una y luego... la otra...


Estaba en mi casa, para ser exactos en el patio. Estaba obsevando a la gente que pasaba, tratando de reconocer el rostro de algunos conocidos, ya sean vecinos que me saludaban atentamente o algun desconocido que me devolvía una mira curiosa o solo me ignoraba.

Mi madre salió de la casa, me miró y sonrió.

"¿que haces hijo?"

"Pensar"

"Tengo que ir a trabajar, nos veremos en la noche, te cuidas."

Pasaba el tiempo... las horas, los dias... los años...

Ya tenía al rededor de veinte años, mi vida seguía igual, nada nuevo... ¿por qué sentía que me faltaba alguien, esos sentimientos, yo ya los había tenido desde muy pequeño... pero recordaba que en una época no me sentía asi.

Ese no era mi mundo... empecé a recordar, tenía apenas 15 años, mi madre estaba muerta, yo vivía con mi hermano, y Takuya estaba con él... yo estaba en una especie de manicomnio... y cometí el error de suicidarme... ¿estaba realmente muerto?.

Ya recordaba, no deseaba estar vivo. Quería a Kouji, el era mi hermano, mi mejor amigo, mi familia... mio...

Takuya lo tenía ahora por segunda vez, esperaba que fuera feliz... yo ya no iba a ser una carga más, no me importaba.

"Kouichi... por favor...quiero que despiertes y que estés a mi lado otra vez ... Takuya se mudó de la ciudad, y terminamos... ya podremos estar juntos y nadie nos volverá a molestar..."

Esa voz... en medio de la oscuridad esa voz era mi guia... si, quería volver a vivir, no me rendiría tan fácilmente, nadie me separaría de mi hermano, estaría con él a pesar de todo, él era mi Kouji, mi amor... no iba a permitirlo... no iba a morir!


"Ya está despertando"

Abrí mis ojos, ví ante mi, a mi padre, mi madrastra y mi hermano. Al parecer todos preocupados. Y ya no estaba en un lugar desconocido, estaba otra ves en el hospital. Tenía un montón de tubos conectados a mi cuerpo y una mascarilla de oxigeno puesta en mi rostro.

"Kou...ji..."- me miró con sus ojos llenos de lágrimas. Mi madrastra empezó a llorar, Kouji se acercó a mi y me tomó una mano. Me fijé en el, su cabellos ya estaba largo otra vez. Mi padre me contó todo lo que había sucedido.

"Te encontraron por puro milagro, pensé que te perderíamos hijo, dejaste de respirar, y te faltaba mucha sangre. Fué realmente dificil sacarte de ese problema, estuviste en coma por mucho tiempo, casi un mes. Tuviste mucha suerte, no mucha gente sobrevive después de caer de esa altura."

Me sentía muy mal... tenía varias costillas fracturadas, y a exepción de mi brazo derecho, tenía todas mis extremidades rotas.

Pero aún estaba vivo... Y seguiría viviendo...no perdería a Kouji una tercera vez.


Esta es la cuarta parte de mi fic. La siguiente posiblemente sea la última. Espero reviews.

Adelantos de la siguiente parte: Kouichi se recupera lentamente, le dice sus sentimientos a Kouji, y vuelven a ser una pareja. Pasan los años, y se encuentran de nuevo con Takuya. Pero se darán cuenta que su amor es demasiado fuerte. Habrá lemon, yaoi y todo lo q quieran.

Muy pronto. Y dependiendo de cuantos reviews tenga.