Rosa marchita.
Weno aki tamos, mi primer fic publicado - y la verdad creo que soy bastante mala ero aun no me atrevo a leer nada de lo creado :s jejeje, espero que sean wenitos y me dejen reviews a ver si me animo :P, weno aki vamos con el fic:
Capitulo 1: la situación
cerró los ojos con fuerza una vez mas tratando de olvidar, de hacer como si nada pasara. podía escuchar a los lejos las voces de todos sus amigos que habían venido para la gran ocasión a la pensión de los Asakura. Yoh y ana finalmente habían fijado una fecha para la boda... le parecía sorprendente lo rápido que había pasado el tiempo y a la vez no podía evitar el sentirse deprimido. tenía que estar feliz por sus amigos y venía dispuesto a aparentar que todo estaba bien pero... cuando lo vio, allí... tan feliz, tan cambiado y a la vez tan igual no pudo evitar el pensar que jamás podría estar a su lado. el nunca lo amaría y tampoco... se sentía capas de confesar sus sentimientos.
-ren... estas bien?-podía sentir su respiración tras la puerta, acaso había subido a ver como estaba? se había preocupado por el? no... no debes permitirte soñar o te lo quitaran todo.
-si... que haces aquí?
-vine a ver como estabas... has estado actuando muy raro, desde que llegamos. puedo pasar?-dudo unos momentos, pero antes de que pudiera detenerse su cuerpo actuó solo y abrió la puerta, necesitaba verlo. siempre lo necesitaba.-gracias...- el ainu trato de captar su mirada pero el estaba dispuesto a esconderla a toda costa, generalmente nadie podía ver a través de sus ojos pero ahora... estaba muy vulnerable a sus sentimientos y tenía miedo, si aunque doliera debía reconocerlo, tenía miedo de que alguien descubriera que seguía siendo tan humano como antes. de improviso la mano de horo horo se aferro a su barbilla y levantó su rostro, de inmediato ren endureció su expresión, por que siempre tiene que actuar con impulsos? no se da cuenta de lo difícil que es aceptar luego que tan solo fue eso?.
-de verdad estas bien? es que como te fuiste así nada mas... como si te molestara algo.
-que siiiii!, es que ya estaba harto de tanta estupidez junta así que vine a descansar un poco.
-¬¬ estupidez?? a que te refieres.
-yo diría que a quien me refiero.
-Ay si mira tu! tu eres uno mas del montón.
-te equivocas yo no soy ningún estúpido- tomo su cuchilla, como lo hacía enfadar ese idiota.
-lo se nn
-...- no pudo evitar sonrojarse, la mirada penetrante de horo horo parecía atravesarlo en esos momentos.
-me tenías preocupado, últimamente estas mas raro que de costumbre...-bajó la voz hasta hacerla solo un susurro-sabes que puedes confiar en nosotros.-y sin mas se fue "que fue eso???" pensó sorprendido, el ainu nunca era tan comprensivo o amigable, y a la vez tan penetrante... aun sentía a su corazón latir desesperadamente y un odio profundo apareció contra si mismo, n podía permitirse esto¡¡¿ no era justo para nadie, el no debía soñar y mucho menos amar, no si quería que todos estuvieran bien... nuevamente los pensamientos negativos invadieron su mente, destrozando y torturando el significado de todo lo que había asado en esa habitación. agacho la cabeza con pesar y lentamente se dejo caer hasta el suelo apretando sus manos furiosamente, hasta el punto de hacerlas sangrar como tantas veces antes. su cuerpo estaba tenso y sus dientes castañeaban, se llevo una mano a su pecho tratando de controlarse... de calmarse y detener todo ese miedo que se le había grabado en la soledad. sus sentimientos eran demasiado profundos y en la soledad no podía soportarlos bien y entonces su cuerpo se rebelaba a el, dejándolo en un estado deplorable, temblorosos, asustado, furioso y ala vez agotado... todo por culpa de su padre¡¡¡¡¡¡ lo odiaba, lo odiaba desde el fondo de su alma y se arrepentía a cada instante de no ser capas de acabar con el. de pronto sintió un ruido frente a el y una leve exclamación. sus ojos se ensancharon asustados al tiempo que el shaman del hielo levantaba su rostro.
-ren¡... ren que sucede contigo¡... ren¡¡¡-no pudo soportarlo mas y perdió el conocimiento, cada día era mas débil. ya ni siquiera podía controlarse a si mismo...
despertó poco después, aun en los brazos del ainu solo que ya no estaban solos. junto a ellos se encontraban todos los demás con expresiones de desconcierto y preocupación. sintió algo muy frío al interior de su cuerpo que lo hizo pegar un salto y cuando pudo ver mejor se dio cuenta de que era fausto que estaba examinándolo... el terror se grabó en sus facciones y antes de que pudieran detenerlo se aparto lo mas posible que le permitía el semi-abrazo de horo-horo de su examinador.
-hey no te muevas... si no, no va a poder examinarte!
-déjame- una mirada de hielo hacia fausto.-no quiero que me examine nadie, no es necesario.
-pero te acabas de desmayar!
-que estoy bien!!
-pero señorito...
-ya basta!! dije que estoy bien así que déjenme en paz... no me gustan los doctores, no es nada personal contigo fausto pero... no voy a dejar que ni siquiera tu me revises -la mirada del esposo de Elisa se detuvo un momento en la profunda oscuridad de los ojos de ren y luego de unos instantes de incómodo silencio aparto sus manos que con ayuda de su poder espiritual había ingresado al menor de los tao, tenía claro que ren quería mantenerlo en secreto el lo respetaría... al menos por un tiempo, ero si esto seguía así se olvidaría de todo eso de la privacidad médica.
-bien.
-oye ren... que fue lo que te paso recién...
-nada que te importe Yoh, solo estaba algo cansado...- horo-horo guardo silencio mas trato de encontrar el rostro de su amigo para así entender el por que mentía de esa forma, bien sabía que ren era muy desconfiado y se guardaba las cosas, pero no era un mentiroso y eso podría jurarlo. luego hablaría con el, ya que lo que el había visto mas parecía un ataque que cansancio.
después de un rato de insistencia por arte de los demás y continuos gritos y "déjenme en paz que estoy bien" de ren, se cansaron y cada uno volvió a sus actividades pensando que probablemente lo que su amigo les decía era verdad. solo horo-horo permaneció allí, esperando por el momento en que quedaran completamente a solas.
-que quieres-
-por que les mentiste?
-de que hablas...
-no trates de engañarme... yo te vi y lo sabes-se acerco a su amigo que en ese momento le estaba dando la espalda, necesitaba saber si lo que le decía era verdad
-y que es lo que quieres que te diga?- suspiro- eso no fue nada.
-ren...
-ya no quiero hablar de eso... solo déjalo así está bien?
-no, pero supongo que no puedo hacer nada para evitarlo...-supo que ren no iba a decir nada mas y entonces se fue. estaba molesto y no podía negarlo, realmente le afectaba que su amigo no confiara en el... a decir verdad últimamente habían demasiadas cosas relacionadas con el menor de los Tao que le molestaban y no era capas de darse una explicación a esto y es que no era como otras veces que peleaban por todo y ya... hacía mucho que no tenían una discusión. a veces ren le contestaba pero ahora la mayoría de las veces solo lo observaba en silencio y finalmente salía del lugar. por que?
una vez horo horo abandonó el dormitorio ren descargó la furia que llevaba contenida golpeando la pared con todas sus fuerzas, hasta el punto de hacerse sangrar los nudillo. "genial, ahora como explico esto?" la mezcla de abatimiento y furia. como le hubiera gustado poder hablar al menos una vez con la verdad... al menos un. pero ya no era posible y lo sabía, el mismo había acabado con el momento. pero es que su amigo no tenía por que haber visto nada¡¡¡, probablemente no lo entendía, nadie lo entendía jamás. sintió pasos a su espalda y se dio vuelta esperando ver la brillante mirada de horo horo, sin embargo solo vio unos ojos fríos y calculadores... como los suyos propios pero sin el odio y el resentimiento, sin esa oscuridad que los hacía ver tan penetrantes y profundos. no, era fausto.
-que quieres?
-ni dije nada solo por respeto a tu privacidad, pero si no lo solucionas me temo que tendré que hablar... yo solo no soy suficiente para obligarte.
-de que hablas...?-pregunto con cautela al tiempo que desviaba la mirada, acaso con un leve examen ya lo había descubierto todo?
-de la gran falta de alimento que tienes. estas desnutrido y no te he visto hacer nada para solucionarlo. te doy una semana.-sin mas salió de allí.
maldijo por lo bajo al menos mil veces contra si mismo, no podía enojarse con fausto ya que este no había abierto la boca frente a los demás y no solo eso, lo que hacía era por su bien y eso lo tenía claro... es solo que en esos momentos no le interesaba su bien, no quería estar bien¡, solo deseaba poder dejar de luchar y dejarse caer pero... por "el" no debía hacerlo, por que sabía que no podría vivir sin saber de el, sin estar seguro de que no le harían daño por su culpa y aunque su padre no conocía su pequeño secreto, bien lo creía capas de todo.
horas después ren volvió junto a sus amigos quienes seguían como si nada hubiese pasado, mas tranquilo se sentó a la mesa con ellos para conversar tal y como lo hacían los demás, sin embargo cuando quiso intentarlo un fuerte dolor le impidió cualquier cosa que no fuera proferir un suave quejido, uno que no seria escuchado... una vez se recuperó se integró con los demás y solo horo horo aun tuvo en mente lo visto aquella tarde. finalmente la noche llego y todos fueron a dormir, todos menos ren quien salió a escondidas, tenía algo que hacer y horo horo que por la preocupación le estuvo siguiendo los pasos muy de cerca a su amigo hasta el punto de seguirlo, caminaron durante largo rato, ren tan metido en sus pensamientos que no noto a quien lo seguía. tras horas de camino llegaron a un parque muy alejado de la ciudad, a penas si se veía alguna luz en la distancia, por suerte una gran luna los iluminaba y viendo que el menor de los tao de detenía el ainu se escondió tras unos arbustos tratando de hacer el menos ruido posible. estuvieron así durante mucho tiempo, o al menos así le pareció al shaman del hielo que ya se estaba cansando de esperar. pero esperar que?... en esos momentos sintió unos pasos que se acercaban y a lo lejos una gran silueta se acercaba. En tao hacía sus aparición.
-que quieres padre.
-lo sabes hijo... debes volver así lo quieras o no.
-aun estas muy joven para renunciar y se bien que no quieres hacerlo, cual es tu plan?
-si yo renuncio tu estarás obligado a regresar y entonces te mantendré bajo mi control otra vez, te demostrare que no necesitas a esos amigos tuyos...
-si vas a seguir con eso te aseguro que renunciare a la dinastóa.
-jajaj como si fueras capas, eres un cobarde y lo sabes- ren bajo la mirada, sabía que lo que su padre decía era cierto, pero no en el mismo sentido que en tao lo veía- tu ya sabes lo que ocurrirá si haces algo así hijo. de todas formas hoy te tengo otro encargo...
-ya no quiero seguir con esto...
-no me importa, o lo haces o ya sabes quienes lo pagan.
-que es ahora?
-debes convencer a un tal nikai shisare de que eres digno de confianza y ya sabes a que me refiero... una vez lo tengas en tu poder averiguaras de donde saca lo que tiene, sabrás a que me refiero cuando lo conozcas, después de eso lo acabas.
-es necesario que yo...
-si hijo, lo sabes, es la única forma de ganar su confianza... de todas formas ya deberías estar acostumbrado no es el primer trabajo que te doy, realmente me sorprendes que aun sigas con tus amigos después de esto...
-déjame en paz, bien lo haré- en sonrió, había apelado al gran orgullo de su hijo para obligarlo a hacer aquello que deseaba-pero luego prométeme que me dejaras en paz por un buen tiempo, eso y que no renunciaras aun.
-es una promesa, bueno es hora de que me vaya. espero que hagas bien tu parte del trato, adiós.
una vez su padre se hubo ido ren suspiro con pesar y pesadamente, como si tuviera un gran peso encima, regreso a la pensión de los Asakura, horo horo lo observaba sorprendido sin entender del todo a que se refería aquella conversación, acaso ren estaba matando gente? que era ese trato que tenia con su padre? que era lo que tendría que hacer?
-ren...
espero que les haya gustado este capitulo para ir avanzando nn weno espro reviews!! Aaaa yaaa pos si no les cuesta nada - ya?? imaginen una carita de cordero degollado y ya les cuesta menos nn jeje.
Se me cuidan
Shauripirilis
Ame no aki
