Rosa marchita
Hola!!!!! Jeje ahora si me demore un poco mas en publicar (examenes UU) pero weno aki tamos con el siguiente capitulo :p, que por cierto espero que les guste :P, la verdad es que igual lo escribi hace un tiempo asi que cualquier queja o comentario pos se les agradeceria para asi hacer un fic mejor jajaja, arreglar detalles y hasta en l peor de los casos cambiar capitulos :P. Weno de verdad muchas gracias a todos por sus reviews y comentarios o tan solo por el hecho de leer este fic.
Capítulo 6: sueños rotos, desesperación
A la mañana siguiente ambos bajaron juntos a desayunar y se sentaron con el resto, la televisión encendida mostraba las noticias mas recientes.
-...y esta mañana fue encontrado el cadáver de un importante empresario en una de sus casas algo alejada de la ciudad, su cuerpo presenta un solo corte muy profundo y se cree que murió de inmediato, el criminal no ha dejado pista alguna hasta el momento mas la investigación sigue abierta...-en ese momento mostraron una fotografía del señor Nikai Shisare. El rostro de horo horo se puso pálido al instante, el conocía a ese hombre! Era el mismo que había visto junto a ren cuando... un momento, el.. el le había dicho que tenía que trabajar y que no regresaría durante la noche y aquel lugar estaba apartado, por lo visto bien lo creía capas de llevar a un niño allí para acostarse con el. Acaso habría sido ren? Acaso... sus puños se apretaron casi imperceptiblemente, los demás demasiado concentrados en sus propios asuntos no lo notaron. Acaso se había acostado con el? Si era así entonces todos los trabajos antes de este habían sido así? A cuántos habría pertenecido ya? y de ser así, acaso el también sería un juego, trabajo, trampa o como fuera que le llamaran? No!... no podía ser posible, no debía permitir a las dudas instalarse en él, confiaba en su koi si, confiaba pero sabía que tenía secretos que aun no le compartiría... a eso se refería con la oscuridad? Con temor tuvo que reconocer que aquellas palabras que Ren le dijo el día que confesó sus sentimientos eran ciertas, lo haría sufrir... si, y ya había comenzado, un dolor punzante lo traspasaba por completo trizando su corazón temeroso por una relación que sabía difícil y pisoteando su alma ante la posibilidad de perder a su amor en caso de que sus temores no fueran reales, y si tan solo estaba siendo desconfiado y nada de ello era verdad? Como explicar luego... debía preguntar, si tenía que hacerlo o la duda acabaría matándolo, ya con apenas unos minutos de haber escuchado aquella amenaza para su felicidad sentía un presionante tortura en su ser. Pero... y si fuera verdad y Ren se lo confirmaba entonces, que hacer? Acabar con aquella relación que lo dañaba? No, aquello le era imposible. Amaba demasiado a su koi como para abandonarlo así, aunque en ese caso también quedaría demostrado que no había cambiado como el creía y que solo amaba a una fantasía de su mente confundida. Las dudas cada vez eran mas dolorosas y con tristeza tuvo que reconocer que necesitaba de la verdad y que apenas pudieran quedarse a solas le preguntaría, no sabía como actuaría en caso de que la respuesta de su koi fuera afirmativa pero si sabía que en ese caso su corazón acabaría por destrozarse por aquel amor que había nacido demasiado repentino, crecido muy rápido y vuelto apasionado con tan solo un beso.
Aquella misma tarde tomo a Ren de la mano y lo invito en silencio a salir, caminaron durante un buen tiempo, siempre en silencio y el chino ya comenzaba a preocuparse, que le ocurría a su horo? Acaso había descubierto que el... no! Eso era imposible..
-que pasa contigo?...horo, estas bien?
-...-mas preocupado ya que sorprendido tomo el rostro de su koi y lo obligo a mirarlo a los ojos, no le gusto nada. Aquella brillante mirada estaba hoy opaca y aquella sonrisa por completo ausente, sus ojos parecían luchar contra las lágrimas y aquello había al silencio aun mas angustiante.
-horo por favor háblame..-una súplica, ya estaba comenzando a desesperarse y la sola idea de no volver a escuchar la voz cantarina que lograba hacerlo olvidar lo torturaba hasta la desesperación.
-tenemos que hablar.
-de que?-sabía que nada bueno se avecinaba.
-aquel hombre... en las noticias.. el, fue tu trabajo no es verdad?
-que?¡-sintió como su mundo se desmoronaba, su horo, su amado ainu lo sabía y estaba claro que lo había tomado como el esperaba. Con dolor y el sufrimiento que el había prometido a aquella relación, sabía que no podía ser de otra manera pero al escuchar su tono acusador se dio cuenta de que no importaba lo bien que se hubiera preparado para este tipo de situaciones, había ago con lo que no había contado y que lo desarmaba dejándolo en un estado vulnerable y por completo deplorable. Sus sentimientos... por que diablos tenia que doler tanto!
-lo asesinaste y te acostaste con el verdad? Ese era el trabajo, yo te vi seduciéndolo y vi ese beso cuando te seguí, si lo vi... y ahora solo espero que tu niegues todo lo que te digo y prefiero mil veces que me contestes que no fue así, que realmente estabas con una amante... por favor.-su tono bajó a un tímido murmullo que rogaba por una mentira que calmara su espíritu-dime que no es verdad, que no o acabaste y que no has pertenecido a muchos antes de estar a mi lado, que no es ese tu trabajo... dime...
-ya no sigas por favor... ya no te hagas mas daño. Sabes cual es la verdad, no sirve negarla por que en cualquier momento se nos caerá encima, así es. Ese es mi trabajo. Me acosté con el y luego lo acabé. Pero no lo hice por que deseara hacerlo y tampoco estoy tranquilo ahora, hay un dolor muy grande en mi pecho que me impide olvidarlo y una razón muy poderosa para haber actuado así, or favor horo, no me dejes ahora... no quiero volver a caer en la oscuridad.-cerró los ojos y llevo una mano a su pecho, nuevamente le costaba respirar pero ahora evitaría el ataque a como diera lugar, no ahora, no allí, no sin una respuesta. Mas el ainu permaneció en silencio y desviando la mirada retrocedió un paso. Ren creyó haber sido rechazado y sintió una vez mas aquel oscuro deseo que lo impulsaba a acabar con aquella miserable existencia, aquel amor que se le había jurado acababa de morir, no había podido soportar todas aquellas sombras que se cernían sobre esa relación que aun sabiendo que no tenía mayor futuro rogaba por que durara mil años. Dolor, dolor, mil veces mas dolor. Antes de que pudiera detenerla una lágrima bajó por su mejilla y salió corriendo de aquel lugar, se alejó lo mas rápido posible con tan solo una cosa en mente. Olvidar y dejar atrás todo aquello que le hiciera sufrir nuevamente. Una vez mas estaba solo, nadie lo esperaba y a nadie le importaría si terminaba muerto. Pues bien entonces así seria! Ahora nada podría detenerlo... mas no sería rápido, no. Lentamente para así torturarse aun mas, era su castigo por haber hecho sufrir a quien amaba hasta el punto de alejarlo de su lado, como si ello no fuera de por si el mas terrible castigo.
Horo horo solo lo vio correr y no fue capas de detenerlo, abrió la boca para gritar mas las palabras no acudieron y sus piernas no reaccionaron . con horror comprendió lo que sin querer había ocasionado. No era que ya no quisiera a Ren, lo amaba. No era que fuera a abandonarlo por ello, tan solo estaba pensando y decidiendo que hacer o decir, había demasiado aun que preguntar y demasiada confusión en su ser. Pero ahora el se creía rechazado y había huido sin que pudiera saber hacia donde se había marchado, bien sabía lo radical que podría ser su koi y rogaba al cielo por que no tomara una salida desesperada mas al mismo tiempo no trataba de buscarlo, que hacer? Estaba tan herido! Tan confundido! Que ahora comprendía la desesperanza de Ren, era cierto aquella relación no tenía futuro... con los puños apretados cayó de rodillas al piso dejando caer su dolor en forma de desesperadas lágrimas que buscaban la muerte en la comisura de sus suspirantes labios que tan solo ansiaban un cálido beso que lo ayudara a despertar de aquella pesadilla.
Esa noche dos chicos caminaron por las desoladas calles, sin importarles los peligros o algo mas que no fuera aquella horrible sensación de haberlo echado todo a perder. A la mañana siguiente horo volvió a la pensión pero su koi seguía sin aparecer, su sonrisa también se había escapado esa noche y veía con algo de culpa como todos se preocupaban por el. Le hubiera gustado explicar que era lo que ocurría mas no estaba del todo seguro y además sabía... o creía saber lo importante que eran todos para Ren y que si por alguna razón se alejaban de el lo mas probable es que jamás volvieran a verlo... si es que aun estaba vivo... Ren, ahogo un sollozo.
Tres días tuvieron que pasar antes de que volvieran a ver al shaman de china, tres días de absoluto silencio en los cuales había pensado mucho y comido nada, su estado definitivamente estaba empeorando, justo ahora que comenzaba a recuperarse... pero no importaba, a nadie le importaba realmente lo que pasara con el. Había descubierto con dolor que los sentimientos de las personas no valen ni la mitad de lo que estas dicen y a pesar de lo mucho que temía un nuevo encuentro con horo horo necesitaba regresar, verlo una última vez y recuperar sus cosas antes de marcharse para siempre, rogaba al cielo el poder dominar sus impulsos y no cometer acto alguno que lo obligara a abandonar el orgullo. Lo único que le quedaba en esos momentos ya que hasta los recuerdos le eran hirientes.
Vio aquellos rostros familiares y escuchó sus voces haciéndole mil preguntas mas siempre se mantuvo en silencio, subió seguido por los demás y al abrir la puerta del que fuera su cuarto lo vio... como siempre, aquel rostro que lo cautivaba, sus ojos, sus labios... no! Debía ser fuerte, no permitiría que lo dañaran nuevamente, sería fuerte. Era lo único que podía hacer ahora. Sin siquiera devolverle aquella mirada escrutadora que parecía hacer mil preguntas y penetrar su cuerpo fue por su maleta y comenzó a juntar todo lo que aun le pertenecía.
-...donde vas?
-...
-donde vas?!
-...
-maldición Ren contesta!!!- dentro de su furia lo tomó do los hombros y lo uso frente a el, los demás solo podían observar sorprendidos y algo asustados la reacción de aquel a quien tenían por alguien pacifico.
-acaso te importa?... acaso realmente quieres saberlo?
-que..? claro que me importa!- el chino levantó un brazo y con suavidad trazó los rasgos del rostro del ainu, con su cuerpo parecía decirle que se quedara mas en su mente tan solo lo estaba alejando, si de verdad quisiera estar a su lado no lo habría rechazado en aquel momento que tanto lo necesito, quizás estaba sendo egoísta, si era posible peor no le importaba! Por culpa de ello había sufrido demasiado... acaso no era aun castigo suficiente?
-me voy... vuelvo a casa a morir como quien realmente soy
-morir..-sintió como le temblaba la voz pero no le importaba que lo vieran caer ahora, acababa de hablar de muerte maldición! En que momento las cosas habían cambiado tanto?-a .. a que te refieres con eso de quien realmente eres..
-un asesino... eso es lo que siempre he sido y seré, ya me di cuenta de que no importa cuanto trate de esconderlo o evitarlo, son un Tao y parte de mi destino está trazado, se que nunca tendré derecho a ser feliz y que acabare con mi padre, quizás ya es tiempo de cumplir con aquello que me corresponde.
-no... no! Tu no lo harás! No te irás, no dejaré que mueras Ren.
-con que derecho me dices eso! A ti poco te importa lo que pase conmigo ya lo tengo claro, entonces para que... para que quieres mantener durante mas tiempo esta tortura, que es lo que ganas?. Maldición dime que demonios es lo que buscas!- había logrado quebrarlo y había perdido el dominio de si mismo, su desesperación se estaba haciendo atente y vio con horror como sus amigos lo habían dejado a solas con horo descubriendo que ellos dos tenían mucho que arreglar.-acaso quieres que te devuelva algo por tus servicios? Bien pues aquí tienes dinero!!!!!-sacó un fajo de billetes de su bolso y lo tiró al suelo.-ahora solo déjame en paz-sus últimas palabras solo habían sido un murmullo al momento que desviaba la mirada y su cuerpo temblaba, unos instantes de silencio y luego un golpe. Un golpe con tal fuerza e intensidad que logró botarlo, pero lo peor no fue eso, no lo peor para el fue el ver la mirada de su amor brillar en furia y decepción, un dolor tan palpable que parecía deformar las cosas a su alrededor.
-no seas imbécil! Crees que no me preocupo por ti? Que dejé de amarte en algún momento? Pues te equivocas... no podría, ya eres una parte de mi ser Ren. Y me duele... demasiado el que creas que hice algo así solo por dinero, tu crees que es esa una razón para estar con alguien? Ni siquiera creo que tu lo hayas hecho por dinero. No es que te haya dejado de amar, no fue por ello por lo que no dije nada y no sabes cuanto me arrepiento, no es fácil para mi, pensé que no habías tenido engañados y que me había enamorado de aquella máscara que usabas para con nosotros pero luego me di cuenta de que no era así, de que ya no puedo dejar de amarte!! Y que cometí un estúpido error!!
-ya... ya no puedo creerte, ya no deseo escucharte, no se cual es la verdad o la mentira pero si se que me hace mucho daño estar junto a ti, pensé que solo tu sufrirías y te amo a tal extremo que quería evitarte cualquier dolos aunque este no me afectara a mi, peor me equivoqué y nunca-lágrimas comenzaron a escapar por sus mejillas.-nunca imaginé que existiría un vacío aun mas profundo y una oscuridad mucho mas negra. No quiero volver a sufrir no lo ves? Por ello no quería comenzar una relación nuevamente!!... pero ya no podía evitarlo, era superior a mi y al final igual termine cayendo humillado a un abismo de desesperación, ahora no creo poder soportarlo nuevamente, ya no creo poder... intentarlo una vez mas
-ren..
-y no creo... que seremos felices, que no sufriré y que tu amor durará ara siempre.
-Ren... yo, por favor no te hagas esto. Tu me amas lo se, puedo verlo en cada una de aquellas lágrimas, se que te cuesta confiar nuevamente en mi pero debes comprender que jamás he pensado siquiera en abandonarte, se que me necesitas y yo te necesito con todo mi ser, te amo!!
-no.. detente, detente, basta basta basta, tengo miedo y... duele...tanto agh!-cayó al suelo de rodillas, esta vez no había podido impedir el ataque, todas las emociones, aquellas palabras y sensaciones lo dominaban por completo haciéndolo perder toda fuerza y caer en un estado deplorable, sumado a la falta de alimento las cosas eran aun peor. Sintió como el peliazul gritaba su nombre y los cálidos brazos lo rodeaban... cuanto ansiaba sentirlo nuevamente... escuchaba su voz y sentía su cuerpo mas no podía verlo. No, su cuerpo no le respondía.
Horo horo llamaba a los demás ya desesperado, la angustia lo torturaba y el temor al pensar que aquel ataque había sido su culpa lo desequilibraba, Ren, su Ren tenía miedo de estar con el por que no quería sufrir nuevamente, por su culpa aquel shaman del que se había enamorado había caído una vez mas en oscuridad y perdido en aquel camino sembrado por el odio. Al momento en que los demás entraron a la habitación su koi perdió el conocimiento y una rosa marchita cayó de sus manos. Supo entonces que era así como se había sentido su orgulloso amante. Como aquella rosa que una vez fue hermosa pero hoy yacía muerta y había perdido todo rastro de hermosura.
Jeje weno trate de hacer este mas largo para que asi un me retaran por lo cortos que me quedan los capitulos U.U jojojo, de verdad gracias por su apoyo y aunque siempre trato de responder los reviews a aquellas que no he podido es por que de verdad he tenido algun problema, pero de verdad muchas gracias nn
Cualquier queja o comentario a nn
Cuidense y que ten bien
shauripirilis
Ame no aki
