Rosa marchita
Aaa!! Finalmente aquí vamos con otro capitulo mas, de verdad creo que hare lo posible por fabricar un lemon pal otro capitulo :P jejej, digo… hem… es culpa de la fanny ¬¬ (mucho que me molestara también :p… -), weno espero que les guste nn.
Capitulo 10: aviso de una despedida.
Volvió a la mañana siguiente, cansado, hambriento y silencioso. Sabía lo que iba a encontrarse y ya estaba preparado… o al menos eso creía. Probablemente lo retarían por haber desaparecido así y entonces les contaría alguna mentira mas, luego trataría de dejarles un buen recuerdo, un legado y luego… simplemente desaparecería, no les permitiría ir a buscarlo y si lo intentaban ya estaba preparado para no ser encontrado. Ejercería el dominio de la dinastía desde el único lugar al que ellos no podrían llegar. A la mansión secreta de los tao… solo conocida por quienes llevarían el dominio de los suyos.
Pudo oír sus voces ya desde afuera, calmadas y silenciosas como si esperaran que se desatara una tormenta para la cual ya estaban preparados. Abrió cauteloso y entró sigiloso, una sonrisa jugó en sus labios, tenía miedo a lo que pudiera pasar y por primera vez no le importaba admitirlo, era un maldito cobarde.
Todas las miradas dirigidas a su pálido rostro, serias y a la vez calmadas, como siempre la primera en hablarle fue ana.
-¿donde estabas?
-solo salí a caminar
-¿durante toda la noche? Por la ventana? Sin avisar? No juegues conmigo.
-entonces no molestes ana, simplemente quise salir.
-¿por alguna razón en especial?
-…no.-un golpe en su mejilla lo botó bruscamente al suelo, al levantar la mirada se enfrento a los fríos ojos de su amiga que ahora lo observaban molestos, entonces se supo descubierto… con gran esfuerzo se logró sentar apoyándose en la pared y entonces pudo recordar la nota que quedo en su habitación, a vista de todos que no repararían en leerla al no encontrarlo. Echando la cabeza hacia atrás rompió en estruendosas carcajadas, crueles, frías, amargadas.- aaa! Que tonto, olvide que existía esa nota, bueno jajajajaja ya me descubrieron, ¿qué harán ahora?
-no seas estúpido ren tao! Esto no es para la risa, no se que pretendes que hagamos.
-nada horo horo, no pretendo nada, la idea era llegar, actuar como si nada, darles una semana pacífica y marcharme.
-¿es que no planeas luchar?
-¿luchar? Para que?¡
-¿¿como que para que?? ¡¡Eres tonto o te haces!! Para luchar con tu padre y poder permanecer aquí!
-¿permanecer aquí?-tanto su voz como su expresión se volvieron frías de repente-¿y para que? Ya no tengo nada que hacer en esta casa en cambio mi dinastía me necesita, nací para ser el líder de ella.
-¿que dices? Que tu dinastía te necesita? Y que hay de nosotros, ¡¡que hay de mi!!
-no sabía que fueras tan egoísta usui, solo déjame en paz. Voy por mis cosas, estos días prefiero pasarlos en un hotel.
-no sea idiota, te quedaras aquí hasta que tu padre venga, mientras tanto ustedes dos- ana señalo a ren y al ainu-arreglaran sus problemas y dejaran de fastidiar con cosas que no tienen sentido.
Ambos guardaron silencio, no tenía mas sentido hablar si sabían que la sacerdotisa no se equivocaba, ella los conocía y lamentablemente mejor que nadie, al menos a ren. Sabía de sus sentimientos y su frustración, del dolor y del miedo… de todas las causas que durante tanto tiempo le habían impedido ser por completo feliz. Siempre había estado enamorada de yoh sin embargo jamás había podido decírselo, ahora tenía frente a si a dos seres que se amaban como ellos pero que a pesar de haber hablado seguían en el fondo callando lo mas importante. Ren puso una expresión de hastío ante la idea de tener que hablar sinceramente con alguien en ese momento pero ana había hablado y sabía que en el fondo lo necesitaba por lo que, sin borrar su expresión, marchó a su habitación siendo seguido por la segunda mitad del problema. Cerraron la puerta y caminaron hasta el extremo opuesto dejándose caer contra la muralla hasta quedar sentados… silencio, las palabras no llegaban a ellos, no miraban sus ojos, no oían, no hablaban.
-forzar las cosas no tiene sentido ahora… estas molesto y no quieres hablar, pues bien lo haremos luego. Tu y yo solos…
-es la primera vez que dices algo tan inteligente hoto hoto.
-hey no molestes ¬¬ estoy tratando de ser el maduro de los dos ya que tu no cumples con tu parte.
-¿que yo no cumplo con mi parte? Quien demonios te crees que eres!!!
-¡y quien te crees que eres tu! Siempre… siempre jugando con nuestras vidas, nuestras ideas. No confías en nosotros ni nos dices que te pasa así no hay quien te entienda, luego te enfadas por que crees que no estamos allí, jamás tratas de comprendernos ni nos pides comprensión pero en el fondo la anhelas, distorsionas todo!
-que quieres decir con eso…
-¿es que no lo ves? Pones mi mundo de cabeza a cada instante, lo das vueltas a tu ritmo y yo solo puedo seguirte atrás, viendo tu espalda ya que jamás volteas para darme una mano y cuando te caes me gritas que me aleje pero si lo hago entonces te molestas aun mas!... como hacerte feliz así? Dime… ¡¡no logro entenderte!!-ren solo guardo silencio, jamás nadie había sido tan sincero y claro para darle a entender algo sin que se molestara…
-…solo quiero que seas feliz y creo que no lo serás conmigo.- ahora podía sentir la cabeza despejada como nunca, la sangre fría y las ideas claras. Las voces se habían apagado dejándolo finalmente libre aunque no podía asegurar cuanto duraría el tiempo de cordura, sabía que el ainu esperaba mucho mas de el pero no se sentía capas de entregarlo, si lo hacía sabía que dentro de una semana, incluso menos ya no estaría allí. Quizás ana tenía razón, quizás lo mejor sería darles una semana de paz y solucionar todo ahora.
-¿feliz? Y que hay de ti? De tu felicidad?- por esta vez horo horo no sentía necesidad o desesperación por una respuesta, ahora tan solo deseaba verdad pero no hasta el punto que esta lo dominara, ahora era su amigo… algo que había olvidado durante la relación, mas que amantes ellos siempre, para que resultara deberían ser amigos.
-jajajaj horo horo, tu ya no cambias mas. A mi no me importa lo que pase conmigo ya que mi destino está trazado y no puedo cambiarlo, no tengo la fuerza.
-solo no… ¡pero si con nosotros!
-pero no les voy a pedir eso, sería demasiado... –un suave golpe en su cabeza, uno que no pretendía herir si no que reprender. Una bella sonrisa que lleno su espíritu hasta el punto de disolver sus dudas.
-¿acaso esperas que te lo roguemos?
-¬¬ ¡¡oye!! Yo no soy así!!
-aaa no si no, soy el gran ren tao, todos deben humillarse ante mi y rogarme para poder ayudarme en lo que los necesite.-una mueca de ira dominó su rostro. ¡¡Definitivamente se había enamorado del peor idiota!!! Un aura de ira comenzó a rodearlo e inevitablemente tomo su cuchilla, el brillo de la competencia, de la vieja emoción se apoderó de sus corazones y se prepararon para una batalla como hace mucho no tenían… ataques que iban y venían buscando no herir si no tan solo enseñar, recuerdos que viajaban por sus mentes mientras sus rostros recuperaban la vitalidad de antaño, sonrisa de superioridad, sonrisa de amistad, sonrisa de amor. Las carcajadas crearon un eco que aquel cuarto ya había olvidado mientras sus ojos jugaban a encontrarse y descifrarse recordándoles una y otra vez por que se amaron. De pronto un mal cálculo por parte de horo y pisando una pista de hielo que el mismo había creado cayó arriba de ren, manos sobre manos, pies sobre pies… rostros frente a frente, sus respiraciones mas veloces que nunca, sus deseos mas intensos de lo que jamás habían sentido…
-ren…
charan!!!! Aquí termina este n-n, espeor que les haya gustado y si cada vez me demoro mas en actualizar pido perdon peor es que no he tenido ni mucho tiempo ni mucha inspiración para escribir :P, de verdad muchas gracias a todos por continuar leyendo este fic que ya se nos acerca al final nn
cuidense mucho y que ten bien
shauripirilis
PD: dejen reviews!!!! Si no les cuesta nada TT.TT
