Reviews! nOn:

KIREI-SUZUKA: Bienvenida, Kirei xDD. Me alegra tener una lectora más acompañándonos nOn. Bueno... aquí el sexto capítulo y último, espero que te guste x).

ANNELL: Wa o.O! Al final no pude escuchar la conversación que tuviste con Andrés xDU bueno... pero de eso hace mucho oO espero que ya lo hayan arreglado o.-. Y tienes que enseñarme el dibujito de Duskmon xD estoy deseando verlo TT a ver si volvemos a quedar y también te dejo los capítulos de Frontier x.x...
Arrg, sorry por lo del cursillo xDU es que sino no me dejaban ir TT pero al final no hizo ni falta y les dije que te había conocido por Internet, así que no prob todo arreglado xD.
Annell... Periferia es algo así como los alrededores oo pero no sé ni qué tiene que ver xDU. Sí sí... prometo poner la parte "coff" diferenciada del resto xD (levanta la mano derecha y pone la izquierda sobre la Biblia) Am, eeh... Era con la derecha o con la izquierda o.O? (Ntc xD!)

HILARY: ¿Suspense? xD seeh... me encanta dejar a la gente con ganas de seguir leyendo -o- soy mala TT... Pero ya, en éste de seguro no te vas a quedar en suspenso xD lo prometo :3 aunque no prometo que no haya segunda parte... muahaha, me entusiasmó mucho este fic, quizás tenga proyectos para una segunda parte. Pero ya veremos n.n.

RAVEN 4: Seeh... Lo sé n.n mi idea no es sacarlos de sus casillas haciendo Dios sabe qué cosas xox. Veo la relación sexual como una forma de demostrar el amor que se tienen, no por puro placer xP.

KOUIKI CHAN: Wa xDD muchas gracias Kouiki . Muchas gracias por tus ánimos, sólo siento haber tardado tanto en ponerlo... ¿Mi público me quiere? Aww... -se siente importante-. Grax, enserio n0n.
PD: Abajo el Kozumi!

YUKI: Waah! xD Hi Yuki n.n... Thank vous for tu review n.n
"Dale, dale con toda tu ternura" Aiis... me hiciste pensar mal xDU con ternura le voy a dar si... pero no darle de darle... coff coff... que mejor no digo más burradas no sea que vaya a decir algo indebido xDU.

YORUDEATH: Gracias también por tus ánimos! xD Y siento hacerlos esperar tanto de nuevo TT... ¡Los quiero¡Gracias por acompañarme hasta el final! xD (Arg, que cursi xP)

HIKARI SEGAWA: Pues... no ha sido una pareja que haya inventado yo xDU pero es cierto como que la gente ve raro o incluso mal, que dos hermanos sean pareja... pero no es imposible! n.n. Wenu... me dejo de tonterías y les dejo leer ya xDu. ¡Qué disfruten n.n!

--------------------------------------

Acerca de la historia:

Bueno... Como ya dije arriba, perdónenme por tardar tanto... (¿Qué excusa se inventará esta vez?...) Ploff xD pues es cierto que soy una vaga o-oU pero mi ordenador lo es más TT... Hace una semana que se me borró todo el disco duro... y tenía escrito todo el principio de la historia... Se me quitaron las ganas de volver a escribirlo, pero no puedo dejarlos con las ganas... así que aprovecharé este puente largo para ponerlo n-n.

Well... :3 Kouji y Kouichi se ve que sienten algo similar, pero los dos son demasiado tímidos y piensan lo mismo respecto a su relación: "Es imposible que dos hermanos puedan amarse".
Kouichi ya no está enfadado con Kouji, ni Kouji con él... Ambos están distanciados por algo tan transparente y tan frágil como una tela de araña. Sólo tienen que cruzarla para poder entenderse y apoyarse mutuamente; tanto en lo bueno, como en lo malo...

AVISO: ESTE CAPÍTULO CONTIENE LEMON ESPLÍCITO


Mentira verdadera


Capítulo 6. Éxtasis.

Con el corazón en un puño me acerqué hasta la puerta. Sabía que si había llegado hasta ahí no era ninguna casualidad... era porque realmente lo quería.
Acerqué la mano hasta la puerta y toqué suavemente dos veces. Intentaba aparentar que todo estaba bien... Intenté esbozar una de mis mejores sonrisas e intentaba controlar mis nervios; me agarraba las manos frías para evitar que temblaran y me delataran...

La puerta se empezó a abrir lentamente. Pegué un brinco al ver a la madre de Kouji y no a él... De alguna manera me sentí avergonzado. Mis mejillas se encendieron.

-¡Hola cielo! Pasa, pasa...

Obedecí y entré en la casa. Aparte del típico olor de ambientador y, a veces, de lejía, percibí un olor para nada desagradable. Provenía de ella.
Aparte de ese olor que no conseguía describir, si percibí una manera distinta de arreglarse: un vestido bien planchado, unos pendientes brillantes a juego con el collar...

-Gracias, señora...-intenté dedicarle esa sonrisa que antes no había conseguido hacer- Va muy elegante¿saldrá?

-Sí. Mi marido y yo vamos a una fiesta importante. Lo más probable es que lleguemos tarde, pero puedes quedarte todo el tiempo que quieras- me devolvió la sonrisa- Kouji está en su cuarto, pasa si quieres.

Se retiró un poco para dejarme pasar en lo que terminaba de cerrar la puerta con cuidado de no hacer mucho ruido. Cuando acabó, regresó a sus cosas con pasos apresurados.
Dejé los zapatos en donde estaban los de los demás y yo también me apuré en subir al piso de arriba. Mientras subía las escaleras, pensando en qué decirle a mi hermano, apareció mi ex-padre.

-¡Kouichi!

-¡Papá!

Como si fuera si propio padre, me lancé para abrazarlo. Nunca podía verlo, y cuando lo veía era como si me quitaran un peso de encima. Me ponía muy alegre saber de él, aunque las cosas no se arreglaran con un simple abrazo.
Con los nudillos de una de sus manos me frotaba la cabeza para despeinarme mientras se reía.

-¿Cómo estás?

-Muy bien antes de que empezaras a hacerme eso en la cabeza- me reí.

Paró de despeinarme, me soltó y me miró de arriba abajo como si fuera un alien- ¡Pero cómo has crecido! Hace más de un mes que no te veía...

-Es que ya nunca estás en casa...

-Regreso tarde del trabajo, ya sabes... Pero hoy has venido en el momento exacto. ¡Me alegra verte!

Una puerta cercana se abrió y tanto él como yo miramos al piso superior, que quedaba sólo unos escalones más arriba. Kouji se asomó a la barandilla, y casi con la misma rapidez con la que había llegado, volvió a meterse en su habitación y cerró la puerta.
Mi padre y yo intercambiamos una mirada. Estaba perdido.

-¿Se han enfadado?

-No... er... algo así.

-¿Qué pasó?

Ya estaba pensando en qué respuesta darle cuando me salvó la llamada de su mujer. Tenían que marcharse ya para no llegar tarde. El elegante señor se despidió de mí guiñándome el ojo antes de seguir bajando las escaleras.

-¡Kouichi, te cuidas!

-Ustedes también. ¡Que se lo pasen bien!

Aguardé inmóvil hasta oír el cierre apresurado de la puerta; esta vez más audible que la vez anterior. Terminó por apagarse el ruido del motor del coche fundiéndose con el silencio hasta quedar todo en tranquilidad.
Levanté la vista escaleras arriba. Respiré profundamente y proseguí a subir los escalones de uno en uno, con parsimonia. Me planté frente a la puerta y llamé a ella con dos golpes... La casa siguió en silencio, no obtuve respuesta, así que entré por mí mismo en la habitación.

Ésta seguía como siempre. La cama pegada a la pared más alejada de la puerta haciendo esquina con la pared. Su escritorio, entrando a la derecha... y por aquí y por allá algún que otro mueble o sus cosas personales... Sobre ese escritorio seguía la foto de mi madre, y al lado de ella había añadido una en la que aparecíamos nosotros dos juntos, meses después de haber llegado de aquel fantástico viaje.

Kouji estaba sobre la cama, acostado sobre ella con las rodillas flexionadas. Recostaba su cabeza sobre la almohada, y sobre ella se cernía el techo blanco. No apartó la vista de él ni cuando entré en la habitación. Cerré la puerta de espaldas, sin dejar de mirarle, queriendo saber si sobraba en aquel espacio personal impregnado de su aroma.
Kouji no apartó la vista. Seguía mirando fijamente el techo, como yo miraba la pizarra aquella mañana. Tenía el impulso de salir de aquella casa, pero a la vez, de quedarme con él.

Viendo que no parecía molestarle mi presencia, me acerqué hasta él aún sin decir nada.

- Yo... lo siento...-hubiera preferido que gritara, pero siguió en total calma y yo proseguí- Yo no quise obligarte... no quise que siguieras insultándote, por eso tuve que hacer lo que hice... ¿Podrás perdonarme?

Seguía esperando una afirmativa o una negativa... cualquiera de las dos respuestas me hubiera quitado un peso de encima, pero él prefería seguir en silencio. Ahora ya no miraba el techo, había cerrado los ojos y suspiraba.
No quería que me fuera, pero tampoco estaba seguro de si quería que me quedara, eso me ponía cada vez más nervioso y furioso.

El pitido de los oídos que me había producido el silencio se había ido. Ahora podía escuchar el ruido del roce de las cortinas entre un pliegue y otro... los zumbidos espontáneos de los coches que pasaban por la carretera con velocidad... pero no lo escuchaba a él.
Sin pensármelo más de una vez me subí a la cama. Él seguía indiferente. Pasé una rodilla y un brazo por encima suyo, quedando como aquella vez en el suelo de mi casa... Él abrió los ojos por fin, y entonces busqué su mirada y capté su atención mirándolo fijamente.

-¿Por qué me besaste?-pregunté.

-¿Porque te quiero...?-respondió a modo de pregunta. Tras eso volvió a cerrar los ojos mientras regresaban sus suspiros.

-No es un motivo...

Kouji volvió a abrir los ojos. No entendió lo que quise decir.

-Quizás lo que quieras oír es "te amo"... ¿es eso?...-seguía con sus preguntas a modo de respuesta- Mira, Kouichi... esa palabra es demasiado seria para mí...

-Lo comprendo...

Me sentí decepcionado... Por unos instantes había creído que ese "te quiero" había significado algo más... pero era cierto; no es lo mismo.

Dejé de mirarlo, avergonzado de haber pensando una cosa así, y me dispuse a bajarme de la cama.
Antes de que pudiera apenas moverme, me agarró del brazo y me retuvo. Su tono de seriedad había cambiado radicalmente. Parecía que se iba a echar a llorar de un momento a otro.

-Kouichi, esto es incoherente... ¿Te das cuenta?

-Me di cuenta en el mismo momento en que me dijiste que haberte besado en sueños fue una estupidez...

-Yo... yo no sabía... -por fin había caído en la cuenta de que no había sido un sueño, sino algo real... -¿Estabas enfadado por eso...? Te juro que yo no sabía...

-Bueno, ya lo sabes... Ya lo sabes todo, pero yo sigo sin saber nada acerca de ti, de lo que te pasa, de lo que piensas...

-¡Ni yo lo sé!. ¿Crees que si lo supiera no te lo diría?... -parecía ofendido- Es que esto... esto es incoherente...

Me soltó el brazo para incorporarse y quedar sentado en la cama, yo me senté de rodillas enfrente de él... Me tomó la cara con las dos manos cuando las tuvo libres para que lo mirara fijamente. No sabía cómo se sentía, pero seguía con esa incertidumbre de si comenzaría a llorar. Sus ojos parecían la superficie del mar al amanecer, cuando los rayos comienzan a hacer brillar la superficie... Me parecía estar en una playa, en medio de un océano... y estar ahogándome en medio.
Se acercó hasta mí, buscándome. Yo no me escondí, me dejé socorrer... Comenzó a besarme, y yo le seguí; Sus manos frías contrarrestaban el calor de mis mejillas, pero apenas podía sentir algo más que no fueran sus labios o su lengua dentro de mi boca.

Me arrastraba hacia él al mismo tiempo que él se recostaba sobre la cama. Estiró las rodillas y sin siquiera soltarnos, volví a estar sobre él por tercera vez... pero cada una de las veces aún menos separados... Me dejé caer por gravedad, despacio hasta tropezarme con su cuerpo... Me invadía el deseo.

(N/A: Weno... creo que ya puedo considerar esto zona restringida xD...)


CONTENIDO LEMON EXPLÍCITO. NO RECOMENDADO PARA GENTE QUE NO SOPORTE RELACIONES SEXUALES ENTRE HOMOSEXUALES. LEES BAJO TU PROPIA RESPONSABILIDAD.


Dejé sus labios por momentos; momentos en los que recorría su cuello minuciosamente, besando cada fibra, cada resquicio... Me entretenía mordiendo suavemente su oreja... Él no me soltaba, tenía miedo a que me fuera, pero eso era lo último que pensaba hacer. Entre escalofrío y temblor, él mantenía la calma sin saber aún qué o cómo hacer algo.

Después de haber practicado un beso tras otro, ambos sentimos que la ropa nos molestaba. Me sonreí al comprobar la docilidad y la inocencia que se respira en esos momentos previos a cometer un delito, por llamarlo de alguna manera.
Levantó sus brazos para dejar que yo le retirara la camisa. Para no ser menos, él hizo lo mismo conmigo. Desde ahí seguí con mi exploración de geografías desconocidas para mí... Esos terrenos vírgenes que nadie ha visto jamás... me sentí halagado, feliz... complacido al saber que yo era el primero que los vería desde un confín al otro...

Caminé por sus hombros con mis manos, por todos sus brazos... recorrí su torso, comprobando que tenía las mismas costillas que yo. Kouji se deshizo la coleta, dejando su pelo lacio extendido sobre la colcha.
Levanté la cabeza hacia él para observar. Vi cómo mi hermano abría sus ojos azules y también me miraba. Aparentaba confianza, pero sentía como temblaba cada miembro de su cuerpo. Sólo recuerdo de ese instante una mirada maliciosa por su parte, para segundos después estar sometido por él. Las tornas habían cambiado, yo me encontraba con la espalda apoyada en la cama, mientras que él, con su lengua sobre el comienzo de mi esternón, me hacía temblar al sentir su tacto, caliente al principio, pero frío después.
A pesar de ese frío, ambos temblábamos considerablemente menos. Habíamos tomado confianza en el otro y la excitación nos podía.
Tanto su ropa como la mía habían quedado reducidas a la simple ropa interior. Los pantalones nos los habíamos quitado mutuamente, con tal rapidez y brutalidad que seguramente en ese instante debían de encontrarse en el lugar más inhóspito de la habitación.

Mis labios se habían cansado de vagar por la misma tierra, y mi lengua de conocía tan bien el interior de su boca que ya no se me hacía peligroso entrar... ¿Para qué mentir? Quería hacerlo con él... con nadie más.
Sentí su mano deslizarse por mis muslos, y apenas me dio tiempo a darme cuenta de que estaba desnudo frente a él... Por intuición cerré los ojos, para no sentirme avergonzado.

Mi hermano volvió a seducir mis muslos con sus manos, acercándose cada vez más a mi entrepierna. No hizo falta más que un simple roce para provocarme la erección... No quise hacer esperar a mi hermano, de la manera más incómoda que había, fui arrastrando su calzoncillo hasta la mitad de su pene. Me coloqué mejor para poder deshacerme de él por completo y perderlo de vista en todo el rato.No pude esperar... Agarré sus hombros y lo hice recostar con las rodillas flexionadas. Seguidamente acaricié todo su pubis y tomé su miembro. Noté como se ponía tenso y hacia un ademán de levantarse, por ello paré y volví a besarlo.

-Kouji, confía en mí...

Una rápida mirada lo hizo calmar unos instantes, pero cuando volví a acariciar sus caderas volvió a cohibirse. Le susurré al oído que me dejara intentarlo... sólo intentarlo y pararía cuando él quisiera. Con esa promesa se tranquilizó y pude tocarle sin que se retorciera.
Introduje su órgano erguido en mi boca hasta la mitad... Era mi primera vez y apenas tenía experiencia. A pesar de haberme lanzado al principio, reconozco que estaba realmente acojonado... sentía miedo y vergüenza, pero había conseguido calmar a mi hermano, no podía parar en ese momento...

(...) Mis oídos se deleitaron al oírlo gemir, primero en susurros, luego en murmullos más bien audibles. Me habló intentado controlarse para que parara.

- Espera... no quiero llegar al orgasmo aún.

No comprendí el por qué, pero le concedí tregua y paré. En cuanto lo hube sacado de mi boca, introdujo él su lengua. Ahora eran la suya y la mía la que practicaban sexo... De pronto Kouji me sorprendió con su mano en el comienzo del trasero, y la arrastró hasta mi entrepierna lentamente. En su destino siguieron las caricias. Recorría mi sexo de arriba abajo, primero tímidamente... luego con más intensidad. Y así terminó masturbándome, como si lo hubiera estado haciendo yo en su ausencia... pero así me sabía más...

Lo que en un principio había empezado dulcemente terminó haciéndolo con tal maestría y velocidad que sentía que tardaría poco tiempo en eyacular... Me producía placer...
Seguíamos besándonos, seguía masturbándome... seguía diciéndome cosas bonitas entre beso y beso... Me volvía loco... sentí todas las cosas juntas a la vez, y ya esa vez sí que no pude resistirme; me aferré con fuerza a sus brazos y gemí muy fuerte, expulsando toda esa espera por la boca...
(...) Aún sentía su mano, y luego sentí su boca rodeándolo delicadamente. Acaricié su cabeza al mismo tiempo que lamía descuidadamente... Me mantenía sentado por el momento, ahora aferrado a la colcha de la cama, ya media deshecha y toda arrebujada.
Tragó la mayor parte de mi semen para luego dármelo a probar de sus propios labios. Al principio dudé en aceptar esa petición, pero cuando lo hice no me arrepentí. Saborear mis propios flujos de la boca de mi hermano era raro... Excitantemente raro.

Me sentía extraño, y a penas cansado. Sus besos me sabían a gloria, hasta que se separó y se sentó a mi lado. Se acomodó y luego abrazó sus rodillas dobladas, apoyando la cabeza sobre los brazos y sin dejar de mirarme.
Yo estaba demasiado bien echado sobre la cama, tocando mi estómago con las manos.

-Creo que me dejé llevar...-dijo a medio reírse.

-Naa... ¿Tú crees?-elevé un brazo y acaricié una de sus piernas- Déjame ahora a mí complacerte...

-Puedo sobrevivir, no te preocupes... primero recupérate.

-Es mejor así...

Me puse a gatas otra vez. Ya me conocía el interior de su boca a la perfección y de tanto vagar con mis manos por su cuerpo desnudo me aprendí de memoria todas sus curvas. Acaricié sus nalgas y dejé caer dos dedos por entre ellas. (N/A: Ok ok... soy una pervertida-hentahiosa TT...) Sabía que eso excitaba mucho, pero no quería pasar por tales extremos en una primera vez...
Volví a introducir su pene en mi boca ya sin ayuda de las manos. Bastante excitado, volvió a temblar... pero esta vez no de miedo, sino de placer. Dibujaba formas abstractas con mi lengua, succionaba y mordía suavemente...

- No pares... esta vez no...

Con motivo a su petición, aumenté la velocidad de mis movimientos. Con todo su miembro dentro de mi boca, la movía de arriba hacia abajo cada vez más deprisa... Su respiración cada vez se volvía más agitada, y sus gemidos cada vez más seguidos... Estaba tan concentrado en su sabor y en su textura que me sorprendió cuando lo sentí correrse. Casi llegué a atragantarme, pero me serené y tragué despacio... Simplemente me sentía extraño, pero sobre todo, muy confuso como para reaccionar.
Kouiji vino buscando mis hombros, y cuando finalmente los tuvo a su alcance, comenzó a besarlos con dulzura. Susurrándome cosas tiernas mientras sentía su cálido aliento en mis mejillas.

-Kouichi...

-Dime...

-¿Cómo estás?

-Bien... ¿y tú?

-Exhausto... y raro.


FINAL DE LA PARTE LEMON. PUEDES SEGUIR LEYENDO CON TRANQUILIDAD.


Apoyó su frente sobre mi cabeza. Se veía tierno... Seguidamente cerró los ojos y me besó varias veces en la mejilla y en el pelo. Acaricié su cara para que abriera los ojos. Después de haberme mirado durante toda la tarde no se cansó de perderse de nuevo en mis pupilas.

Me coloqué lo mejor posible sobre la cama. Miré al suelo en busca de la almohada. Había quedado cerca de la cama, después de todo. La recogí, la coloqué sobre la colcha y me acosté sobre ella. Kouji no dejaba de observarme... me miró hasta casi dormirme, luego se acercó y se acostó también a mi lado, con la cabeza cerca de mi hombro izquierdo. Resopló profundamente y siguió jugando con la parte inferior de mi cuello.

Miré al techo, sintiendo sus caricias. Él echado de lado, con su pecho pegado a mi antebrazo no dejaba de besarme espontáneamente. Al rato pasó su brazo sobre mi pecho y me abrazó, cesando sus besos. Apoyó la cabeza sobre mi torso para volver a cerrar los ojos, pero aquella vez sí se quedó dormido.
(N/A¿No les resulta familiar esta escena xD?... Well... no sabía si dejar aquí la historia o continuarla, pero me decidí a continuarla, ya que tenía algunos detalles que añadir y ahí como que no se ve muy bien... Me pica el sentimiento de culpa ;O; un me maten, please x.X!)


A media tarde empecé a sentir un cierto frío sobre mi cuerpo desnudo. Aún estaba medio húmedo y el aire frío que entraba por una pequeña abertura de la ventana me hacía tiritar... Sentía el frío corporal, pero creo que no era sólo eso... Me sentía solo y avergonzado, demasiado confuso como para saber lo que verdaderamente sentía en aquel momento.

-Kouichi... ¿qué ocurre?

No sabía que él también estaba despierto a mi lado. Lo miré a los ojos para luego apartar la mirada. Me senté en uno de los bordes de la cama, dándole la espalda. Kouji esperó confuso, pero luego también se levantó.

-Yo... me arrepiento...-alcancé a decirle

-¿De haberlo hecho conmigo?

-No... De que lo hayamos hecho siendo hermanos...

-Yo tampoco alcancé a imaginarlo, Kou...

-¿Qué pensarán de nosotros?

Sentí de nuevo las manos de mi hermano sobre mi hombro, entonces me volví hacia él.

-Yo no diré nunca nada si tú no quieres que nadie lo sepa. Por mi parte, no me arrepiento de lo que ha pasado esta tarde entre tú y yo. Más que nada, porque lo hice porque realmente quería y con la persona que quería, con ninguna otra.

-Aún así, sigo sintiéndome extraño...

-Confía en mí. No quiero que seas tan tímido conmigo. ¿De acuerdo?

-Enséñame a dejar de serlo.

La mano que tenía en mi hombro la deslizó hasta la parte posterior del cuello para acercarme de nuevo hasta él. Besé sus labios...

Me enseñó a besar, a guardar un secreto, a perder los miedos... Me enseñó que hay que decir siempre la verdad, aunque duela... porque hay veces que diciendo la verdad y aceptándola puedes aprender a amar a una persona.


FIN DEL CAPÍTULO 6. FINAL DE LA HISTORIA.


TT... -llora de emoción- ¿A que es bonito? Waaaaah! - hace pucheritos- Estoy tremendamente contenta de que me hayáis acompañado hasta aquí... Espero que este último capítulo no os haya quitado las ganas de seguir leyendo mis historias xDU... espero no haberme pasado xOX!

Bueno, ya no tengo argumentos para poner aquí tonterías, así que solo les digo que tanto si les ha gustado como si no, dejen sus opiniones y críticas :3. Agradezco a todos los que me han apoyado para continuar la historia hasta el final y también a mis padres por no sorprenderme mientras lo escribía o-OU...

Nãkemiin! Nire n-n.

(...) xDD...