Voces del pasado.

By Tenshi Lain

Notas en tinta nacarada:

1- Estos personajes no son míos sino de Kazuki Takashi, solo los utilizo porque adoro el JoeyxSeto

2- En esta historia hay Shonen Ai. Aviso desde ya para no tener líos después.

3- Hago este fic con fines de diversión :P

Cap. 1

Hacía varios días que se había dado cuenta de su extraño comportamiento. El rubio estaba ausente, taciturno y en ocasiones perdía la noción del tiempo... Es decir, más de lo normal y de vez en cuando su expresión era de absoluta preocupación. Como si algo realmente importante le preocupara. Sin embargo, aquellos gestos no solían durar más que unos pocos segundos, al instante eran reemplazados por su eterna sonrisa picarona y sus ojos recuperaban aquel brillo travieso que lo caracterizaba.

Por lo visto ninguno de sus "grandes amigos" se había percatado de aquellos extraños cambios en el rubio. Pero quien si lo había hecho, era un joven de esbelta figura, cabellos castaños y cortos, y fríos ojos azules que eran capaces de cortar la respiración cuando se posaban en ti con aquella fría ira que era tan característica de Seto Kaiba.

Kaiba era una persona que siempre se fijaba en todos los detalles de todo lo que le rodeaba y aquello que estuviera relacionado con el joven Wheeler, no era menos. Ya hacía tiempo que había comprendido que aquella sensación que le hacía hervir las entrañas cada vez que se cruzaban, no era debida al odio... era algo igual de profundo que en ocasiones podía ser confundido. Unos sentimientos que él nunca había experimentado a lo largo de su vida y que en su momento identificó como odio, rabia o incluso desprecio. Pero de ser así ¿por qué esa obsesión?

Había odiado a mucha gente, pero nunca hasta el punto de pasarse las noches en vela pensando en ellas. Pero con Wheeler era distinto. Después de sus peleas se pasaba mucho rato pensando en como había empezado, en como habían seguido y en como habían acabado. Representaba en su mente la escena una y otra vez, rememorando cada gesto del rubio, cada palabra... y finalmente se deleitaba pensando en lo tranquilo que había estado hasta el momento en que empezó la discusión.

Y había sido en ese momento cuando empezó a darse cuenta de que era lo que en realidad sentía por él. Por eso siempre estaba atento y se fijaba en sus actos y en todo lo que le pasaba.

No era de extrañar que aquel extraño comportamiento por parte del rubio, no hubiera pasado inadvertido ante su escrutadora mirada.

En aquellos momentos, se encontraban en el patio trasero del instituto. Joey estaba sentado en el respaldo de uno de los bancos medio destartalados (ya que solo tenía una tabla en el asiento), observando como algunos alumnos jugaban en el campo de fútbol. Aunque en realidad no les prestaba atención. Sus ojos estaban fijos en algún punto desconocido y completamente ausente, como tantas veces lo había estado últimamente.

Kaiba lo observaba desde una de las mesas de piedra que habían cerca de la arboleda. Delante de él estaba su ordenador portátil, tenía las manos en el teclado, pero la pantalla estaba en blanco. Su atención se centraba en aquel muchacho de mirada ausente que se encontraba a escasos metros de él.

Vio como de la puerta trasera del edificio, salían los amigos de Wheeler que se le acercaban por la espalda. Sonreían con malicia mientras Tristán se el acercaba sin hacer ruido. Bakura y Tea le tapaban la boca a Yugi para que no dijera nada y que no echara a perder la broma.

Kaiba frunció el ceño con desagrado. Esa era una de las razones por las que no quería tener amigos. La bromas y las "cariñosas" tomaduras de pelo. Como se suele decir "La confianza da asco" pero tampoco hizo ademán de interrumpir...

El moreno quedó con la cara muy cerca de la oreja del rubio y le susurró:

. ¿A caso te escondes de mi?

Aquella simple pregunta causó estragos en el rubio. Dio tal brinco, que calló de espaldas al suelo desde el respaldo del banco. Su cara estaba pálida como el papel, sus ojos abiertos como platos miraban espantados a su alrededor y respiraba entrecortadamente. Cualquiera diría que acababa de ver a un fantasma.

. ¡Joey! - exclamó Yugi acercándose a su amigo - ¿estás bien¡os dije que no lo hicierais! - les gritó a sus amigos.

. Solo era un broma... - se defendió Tristán, realmente se había asombrado con la reacción de su amigo.

. No, tranquilos - dijo Joey sentándose en el suelo - es... es solo que me habéis pillado desprevenido - se reía nerviosamente intentando recuperar el ritmo normal de su corazón.

Joey intentó ponerse en pie, pero las piernas le fallaron y volvió a caer sentado. Tristán y Ryu le ayudaron a levantarse y lo sentaron en otro banco cercano.

. ¿Seguro que estás bien? - preguntó Tea visiblemente asustada.

. Que sí, que sí - intentó sonreír, pero solo consiguió una mueca que solo mostraba cansancio.

Kaiba seguía observando desde la distancia, estaba preocupado, no era normal que el rubio se alterara tanto. Mientras veía como Wheeler intentaba tranquilizarlos diciendo que estaba bien. Sus amigos no parecían muy convencidos, pero al momento dejaron de insistirle. No obstante, Kaiba no pudo dejar de notar la extraña mirada que Yami le dirigía a Joey.

Aquel día al finalizar las clases, Kaiba se disponía a marcharse rumbo a su empresa. Sin embargo, de golpe se percató de que le faltaba algo.

. Mierda, la carpeta con los documentos - masculló disgustado.

Los había dejado sobre la mesa mientras guardaba el portátil en la cartera y después no los había vuelto a coger antes de irse. Suspiró exasperado y se dio la vuelta dispuesto a regresar al aula, no podía hacer otra cosa.

No obstante nada más girarse alguien tropezó con él y calló al suelo de culo.

. Ay... ay... ay... - se quejaba el pequeño Yugi mientras se frotaba la nariz. Kaiba no dijo nada ni hizo además de ayudarlo a levantarse - ¡Ah, Kaiba! Oye ¿Por casualidad no has visto a Yami?

. No - dijo escuetamente mientras el más bajo se ponía en pie y se sacudía la tierra del pantalón.

. Pues nada, ya aparecerá - dijo resignado -. Hasta mañana Kaiba - se despidió mientras se encaminaba a la salida.

Kaiba encaminó sus pasos de regreso al edificio. Los pocos estudiantes que quedaban por los corredores, se apresuraban a dirigirse a la salida o se encaminaban hacia sus respectivos clubs. Subió las escaleras hasta el segundo piso y después enfiló por el pasillo izquierdo. Al llegar frente a su aula vio con alivio que la puerta estaba entreabierta. Todos sabían que después del horario lectivo las clases se cerraban con llave y no tenía ganas de ponerse a forzar cerraduras... llevó su mano al picaporte, pero se detuvo en seco al escuchar una voz conocida.

. ¿Y nada más? - decía la voz seria de Yami. "Pues si que ha buscado bien Yugi" pensó para si el CEO. Pero sus pensamientos quedaron interrumpidos al escuchar la voz de una segunda persona.

. No, solo eso - sin duda aquel era Joey ¿qué demonios hacían aquellos dos solos en el aula? Bueno, eran amigos, siempre estaban juntos... pero con los demás ¿por qué le molestaba tanto que estuvieran allí a solas?

. Joey, esto es muy serio, no me mientas.

. Yo no te miento - exclamó Joey con algo de desesperación en la voz. Al CEO no le gustó como empezaba a sonar la conversación.

. Lo sé, lo siento - se disculpó el ex faraón más calmado - ¿pero estás seguro?

. Si - dijo Joey con tono cansado y algo desesperado -. Ya te lo he contado. Al principio me encuentro en una especie de corredor muy oscuro, el suelo es arenoso y las paredes de piedra oscura. No se distingue nada a más de dos metros. Yo sigo adelante con la sensación de que alguien me está esperando. Entonces llego a una bifurcación con dos caminos. Por uno de ellos, se escuchan pasos que se acercan y me asalta el miedo. Yo no debería estar en aquel lugar y tengo miedo de lo que pueda llegar a pasarme si me encuentran. No me preguntes como lo sé, porque ni yo mismo me lo explico, simplemente lo sé...

. Continúa - pidió Yami con voz serena.

. Me escondo entre las tinieblas del otro corredor y al momento veo como unas sombras pasan por delante de mí y se van por el corredor por el que yo había venido en un principio. No distingo a nadie, todo es demasiado oscuro - Joey guardó silencio unos segundos, tomó aire y continuó -. Cuando ya se han ido, me pongo en pie. Estoy a punto de marcharme cuando... cuando unos brazos me rodean. Son unos brazos fuertes y muy fríos. Por más que lo intento no puedo soltarme y entonces escucho esa voz que me susurra al oído "¿A caso te escondes de mi?" luego todo se oscurece aun más, me cuesta respirar, no puedo moverme y esos brazos tan fríos no me sueltan...

El silencio reino en el aula por varios segundo. Un silencio denso e incómodo. Así que Joey tenía pesadillas, se dijo a si mismo Kaiba, pero ¿por qué se lo contaba a Yami y no a Yugi o Tristán con los que sabía que tenía mucha más confianza? Bueno, bien pensado, tratándose de aquello Yami era la mejor opción. El silencio continuaba, pero entonces la voz de Yami se escuchó. Kaiba frunció el ceño ¿que demonios estaba diciendo? No se le entendía nada. Y su sorpresa aumentó al escuchar a Joey hablando las mismas extrañas palabras ¿a que estaban jugando?

. Esto no me gusta nada - dijo Yami, en su voz se notaba claramente la preocupación.

. ¿Y crees que a mi si! - replicó Joey con angustia - De golpe tengo esos sueños tan raros que no se de donde demonios vienen y ahora resulta que entiendo el egipcio antiguo, cuando no lo he oído en la vida.

. No en esta vida - dijo Yami en voz baja y con precaución.

. ¿qué insinúas?

. Solo es una hipótesis, pero por el momento es la única explicación razonable que encuentro.

. Anda ya - dijo Joey con impaciencia -, no digas tonterías ¿en serio crees que yo...?

. Si - le cortó Yami.

. Es absurdo.

. ¿y que otra cosa podría ser?

. No lo sé - Joey se puso en pie recogió la cartera y se encaminó a la salida. Kaiba instintivamente se hizo a un lado quedando oculto en la puerta del aula contigua. No tenía ganas de que le acusaran de espía y cotilla (aunque era verdad).

. Joey - llamó Yami cuando el rubio ya estuvo en el pasillo. Joey se volvió a mirarlo permitiendo así que Kaiba se ocultara del todo.

. ¿Qué?

. Si necesitas ayuda... o solo hablar, aquí me tienes. Para lo que sea amigo.

. Gracias - las facciones de Joey se habían relajado un tanto y con una sonrisa sincera se marchó.

Yami observó como su amigo se alejaba por el corredor y bajaba por las escaleras. Suspiró y luego dijo en voz alta.

. ¿Sabes que no está bien escuchar tras las puertas? - Kaiba salió de su escondite y el ex-faraón se volvió a mirarle con el ceño fruncido.

. Yo no espió - dijo llanamente entrando en el aula y recogiendo su carpeta.

. No claro, solo escuchas por casualidad - dijo Yami con sarcasmo. Kaiba lo fulminó con la mirada.

. ¿No esperarías en serio que Wheeler se tragara ese cuento de las vidas pasadas, verdad? No es ningún lumbreras, pero tampoco es idiota perdido.

. Solo lo dices por que tu no me crees...

. ¿cómo era eso? Ah, si claro. Soy la reencarnación de un antiguo sacerdote egipcio que sirvió bajo tu mando. Era así ¿no?

. Búrlate si quieres - Yami cogió su cartera y se encaminó a la puerta -, pero que sepas que todo esto en parte es culpa tuya.

. ¿Qué! - dijo abriendo los ojos de par en par - ¿cómo voy a ser responsable de que el idiota de Wheeler tenga pesadillas?

. Estás repitiendo el pasado. Si no vamos con cuidado, la tragedia se repetirá... - Yami salió al corredor dejando a Kaiba totalmente desconcertado.

. ¿Se puede saber de que demonios hablas? - gritó mientras salía al pasillo tras recuperarse de la primera impresión. Sin embargo, una vez fuera no vio a Yami por ningún lado.

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. Menuda tontería - mascullaba el CEO mientras dejaba su cartera sobre el escritorio de su habitación.

Eran como las once y media, acababa de regresar a casa. Lo cierto es que podía haber estado en casa mucho antes, pero por alguna razón, no podía quitarse de la cabeza lo ocurrido en el aula y eso le había impedido concentrarse en su trabajo.

Se dejó caer en la cama tras quitarse la chaqueta y observó el techo.

¿cómo demonios va a ser culpa mía? - pensaba - No he hecho nada para causarle pesadillas a Joey... además ni siquiera dijo que esa voz que escuchaba fuera la mía.

Se frotó los cansados ojos con la mano y se acomodó dispuesto a intentar dormir.

Aun así, me preocupa todo esto...

Sus ojos se cerraron lentamente sumiendo al joven en las dulces tinieblas del sueño.

Estaba sentado en una estera de cáñamo con unos pergaminos en su regazo, como era su costumbre de cada día. Ya era muy tarde, todo estaba a oscuras, tan solo una pequeña lampara de aceite le iluminaba. Sin embargo, ese día faltaba algo... o mejor dicho, alguien...

La puerta se abrió con un leve crujido y una figura delgada entró por ella cerrándola de inmediato.

. ¿Dónde estabas? - dijo con tono autoritario y un deje de enfado.

. Ruego disculpe mi tardanza, mi señor - dijo el recién llegado arrodillándose cerca de la estera, pero permaneciendo oculto en las sombras.

. Espero una explicación - dijo con el mismo tono sin apartar la mirada de los textos que tenía delante. Pero no obtuvo respuesta. Finalmente levantó la cara y observó al otro con ojo crítico. Solo podía ver su silueta en la oscuridad. Permanecía con la cabeza baja y los puños cerrados sobre las rodillas. Se puso en pie y se acercó hasta quedar ante él -. Estoy esperando una respuesta, esclavo.

. Yo... - su voz se perdió en el silencio de la noche. Sin embargo, algo llamó su atención. Alargó el brazo y cogió la lampara de aceite acercándola a su esclavo.

. ¿qué es eso? - en el brazo del esclavo se veían claramente cuatro moretones de forma alargada, como los que deja una mano tras apretar mucho.

. No es nada.

. Sabes que no me gusta que se me oculten cosas - le dijo alzándole la cara poniendo su mano en la barbilla. Sus ojos se cruzaron y...

Seto se incorporó de golpe y quedó sentado en la cama. El corazón le latía con fuerza, a tientas llevó la mano hasta la mesita de noche y encendió la lampara. Con el cejo fruncido miró a su alrededor como buscando a aquel con el que había soñado.

Agitó la cabeza de un lado al otro al comprender que aquello era una tontería ¿cómo iba a estar allí? Y además ¿por qué demonios había soñado con Joey? Bueno no era la primera vez, pero nunca había sido... así. Aquel lugar, la ropa, la forma de tratarse...

. Seguro que es por culpa de Yami y sus estúpidas historias - remugó volviéndose a acostar.

Miró el reloj que había en la mesilla de noche. Apenas eran las tres de la madrugada, aun podía dormir unas pocas horas más antes de irse a la empresa.

CONTINUARÁ...

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Aquí está el 2º fic de Yu-Gi-Oh! que subo, espero que os guste y que me dejéis reviws, pliiiiiis