By Tenshi Lain
Notas en tinta nacarada:
1- Estos personajes no son míos sino de Kazuki Takashi, solo los utilizo porque adoro el JoeyxSeto
2- En esta historia hay Shonen Ai (amor entre chicos). Aviso desde ya para no tener líos después.
3- Hago este fic con fines de diversión :P
Cap.6
Parpadeó con cansancio, estaba débil, muy débil... Intentó sentarse en la cama, pero solo logró incorporarse un poco, para luego caer de nuevo sobre el blando lecho. Se frotó los ojos con una mano mientras gemía dolorido.
Entonces los volvió a abrir de golpe y miró a su alrededor ¿dónde demonios estaba? Aquella no era la habitación del hospital... era un dormitorio. Y desde luego no era el suyo.
Era cuatro veces mayor que la suya. La pared de su derecha estaba completamente cubierta con estanterías repletas de libros. A su izquierda dos ventanas y la puerta de salida. En la pared que quedaba a los pies de la cama, había un armario empotrado y un escritorio con un tablón de corcho.
¿De quien podía ser aquel dormitorio? Se levantó lentamente apoyándose en la pared y miró por la ventana. Aquel era el barrio de Shiro, lo sabía por el campanario que se veía no muy lejos. Frunció el ceño ¿a quien conocía que viviera en aquel barrio? Pero por más que lo intentó, no encontró respuesta. No recordaba que ninguno de sus amigos viviera por allí... se estremeció con aquel pensamiento. Si no estaba en casa de un amigo...
Como un fogonazo en su mente, los recuerdos de aquel último sueño se presentaron ante él. El acoso de aquel noble en los oscuros corredores, la llegada del soldado... el asesinato... y después como aquel individuo le había hablando en su sueño... y después de este.
Joey se estremeció. Eso quería decir ¿Qué estaba en la casa de aquel tipo? No tenía mucho sentido todo aquello, pero en ese momento no le importaba saber como un sujeto que aparecía en sus sueños en su vida del Egipto, tenía una casa en el actual Dominó. Ahora solo quería marcharse de allí antes de que su captor regresara.
Fue hasta la puerta e intentó abrir, pero esta estaba cerrada con llave. Bufó con disgusto y miró a su alrededor. Se fijó en el escritorio. Con algo de suerte encontraría algo con lo que abrir (aunque dudaba encontrar una copia de la llave, sería demasiada suerte).
En la superficie del mueble solo habían un par de diccionarios, una lampara y un bote con bolígrafos y lápices. Abrió los cajones y encontró papeles, grapadoras, tijeras, pegamento, chinchetas...
. ¿Es que no tiene clips? - masculló desesperado cerrando el cajón de un golpe intentando descargar su frustración.
Abrió el último y se encontró con una especie de álbum de fotos de color verde oscuro. Sin saber muy bien porque lo cogió y lo abrió. Sus ojos se abrieron en sorpresa. Era él, allí había una foto suya. Parecía la que le habían sacado para el anuario del instituto cuando entró en primero. Conforme pasaba páginas, encontraba otras, algunas debían de habérselas tomado a escondidas, pero lo que más le perturbó fue que otras no. En ellas miraba directamente a la cámara y sonreía. Recordaba muchas de aquellas fotos, se las habían hecho compañeros de clase durante excursiones o festivales. Aunque bien pensado tenían explicación. Los del club de fotografía solían vender copias para comprar material y cosas así.
A lo que no encontró explicación fue a un par de fotografías en las que el estaba dormido y desnudo de cintura para arriba(en una pose bastante sexy, por cierto). A su lado se veía un gran muñeco de peluche con forma de sonriente estrella. Aquella foto debieron de habérsela hecho durante aquella excursión a Starland. Había sido un viaje de tres días y dos noches, pero no había sido una excursión escolar. La cuadrilla había ganado en una rifa las entradas para el parque de atracciones. Se estremeció al pensar que uno de sus amigos le había hecho aquella foto, que lo había llevada a su casa secuestrado... pero ¿Quién podía ser?
Fue entonces cuando Joey clavó la mirada en el tablón de corcho. Un par de recortes de periódico en las que se veía el anuncio del último lanzamiento de cartas de duelo, el logotipo de un grupo de música bastante popular, el dibujo a lápiz de un monstruo y un horario. El horario de 2º curso del grupo B de su instituto.
. No puede ser murmuró - para si mismo.
Volvió a mirar el álbum de fotos. Solo había podido ser una persona, solo podía ser él. Aquel peluche en forma de estrella lo había ganado en una caseta de tiro el 2º día, la foto por tanto se la tomaron la segunda y última noche que pasaron en el hostal. Él compartía habitación con dos personas y aquella precisa noche, Tristán había montado una partida de cartas en el cuarto de Yugi. Los únicos que no habían ido habían sido él y...
El crujido de la cerradura al abrirse lo hizo volverse con el corazón palpitando a mil por hora. La puerta se abrió lentamente revelando la identidad de su captor.
Aquella mirada le estremeció. Era la misma que la de aquel noble egipcio que tanto se había encaprichado con él en el pasado, pese a que el color de sus ojos era distinto, su mirada era la misma.
. Por fin has despertado - dijo con una sonrisa.
. ¿Por qué me has traído aquí?
. ¿y por qué no? Esta es mi casa - dijo levantando las manos y abarcando con un movimiento la estancia - ¿no dicen que no hay mejor lugar que el hogar?
. Exacto - dijo Joey muy serio - y yo me voy a mi casa.
Fue directo hacia la puerta con toda la intención de salir de allí, pero antes de llegar, el otro cerró la puerta y se recostó sobre ella trabándole el paso.
. Déjame salir - dijo Joey en tono serio. Pero lo único que tuvo por respuesta fue el crujido de la cerradura cuando la llave dio vuelta cerrándola. Entornó los ojos -. Apártate.
. No.
. Déjame salir.
. No.
. Te lo digo por última vez. Apártate.
. Apártame tú - le dijo en un susurro acercando el rostro al suyo.
Joey se estremeció con aquel tono de voz y la repentina cercanía. Se armó de valor e intentó alcanzar la llave que aun estaba en la cerradura. Pero el otro lo acorraló contra la pared con un rápido movimiento. Joey intentó escabullirse, pero fue apresado por las muñecas.
. ¿Quieres jugar? - le susurró con una sonrisa.
. ¡Suéltame maldita sea! - rugió Joey forcejeando, pero aun estaba muy débil, apenas podía zafarse.
. No - dijo con tono cortante acercando su rostro hasta casi rozar sus labios -, no te soltaré. No te dejaré marchar. No esta vez. Te perdí en el pasado, por culpa de las leyes del antiguo reino y de aquel maldito sacerdote. No permitiré que eso ocurra de nuevo.
. No sé de que me hablas - dijo Joey girando la cara para que sus labios no se encontraran.
. No te hagas el loco ahora - le susurró en el oído aprovechando que lo tenía tan cerca -. Se perfectamente que tú también has empezado a recordar. No es necesario que disimules conmigo.
Joey lo miró directamente a los ojos, con una mirada tan gélida que por un momento recordó a la del mismísimo Kaiba.
. ¿Y que si recuerdo? Precisamente por eso tengo tantas ganas de marcharme de aquí. Fuiste la peor de mis pesadillas, me acosaste día y noche durante años. Hasta mi muerte. Una muerte que tu planeaste.
. Tú no lo entiendes - dijo con tono casi desesperado -, no tenía otra opción. Yo solo quería estar contigo, amarte... y que tu me amaras igual. Pero ese maldito sacerdote se interpuso. Te engañó y se aprovechó de las leyes para retenerte...
. Él no hizo eso - le cortó Joey -. Me quería de verdad, me amaba. Incluso llegó a ofrecerme la libertad. Me dijo que podía vivir como un hombre libre y amar a quien yo quisiera. Y le elegí a él.
. No...
. Permanecí como su esclavo porque esa era la mejor forma de estar a su lado.
. Cállate...
. De esa forma podía seguir amándolo, sin tener que temer que pudiera separarme de él...
. ¡CÁLLATE! - rugió encolerizado sujetando a Joey por los hombros, golpeándolo contra al pared y dejándolo medio aturdido. Respiraba entrecortadamente por culpa de la furia que le recorría las venas y le hacía hervir las entrañas. Cerró los ojos y respiró profundamente - Pero eso ya no importa ahora. Estamos en otro tiempo, en otra época. Las cosas son completamente diferentes...
. En eso te equivocas - contestó Joey -, puede que las circunstancias sean distintas, pero yo sigo amándole a él...
. ¡NO! - rugió golpeando con el puño la pared - Estas confuso. Los recuerdos de tu vida pasada te confunden. Tú no le amas... no puedes amarle a él... no otra vez...
Se dejó caer de rodillas con la mirada perdida ¿por qué¿por qué¿por qué...? Joey se arrodilló ante él. Sentía lástima por él. Tanto amor no correspondido casi lo había hecho enloquecer. Pero él no podía hacer nada. Amaba a Kaiba con todo su corazón, y no era por sus recuerdos. Ya le amaba antes de que empezara a recordar.
Llevó una mano hasta su mejilla y la acarició suavemente. Levantó sus rostro y Joey pudo ver sus ojos esmeralda llenos de pena.
. Ya te lo dije hace unas semanas cuando te me declaraste, Duke. No puedo corresponderte. Lo siento.
Duke le mantuvo la mirada unos instantes, pero al final bajó la cabeza. Se hizo hacia delante y abrazó a Joey enterrando su rostro en su hombro. Joey se quedó quieto unos segundos sin saber que hacer, pero el ligero temblor que recorría el cuerpo del chico de ojos esmeralda, le hizo devolverle el abrazo. No podía negarle aquel simple contacto. Pasó sus brazos por su espalda y acarició su cabeza.
. De verdad que lo siento Duke - musitó Joey en su oído clavando la mirada en el techo -. No quería herirte, no era mi intención...
Dejó caer los brazos e intentó separarse del moreno, pero este no le soltó. En vez de eso se aferró con más fuerza a su cuerpo.
. Duke, por favor... suéltame - pidió Joey intentando apartarlo, pero no pudo -. Deblin, basta déjame ir- dijo con tono más serio.
. Ya te lo he dicho antes - dijo Duke aun con su rostro sobre el hombro de Joey - no te dejaré marchar - se separó y lo miró a los ojos. Joey se estremeció ante aquella mirada -, no esta vez.
Sin ni siquiera darle tiempo a reaccionar, Duke se puso en pie y lo cargó en brazos. Para cuando Joey quiso darse cuenta, ya estaba tumbado de espaldas sobre la cama. Intentó levantarse, pero el peso del cuerpo del otro se lo impidió.
. ¿Pero que haces? - preguntó con enfado Joey intentando ocultar su nerviosismo.
. Tomar lo que es mío - susurró antes de juntar sus labios con los de Joey en un beso pasional y posesivo.
Joey puso sus manos en sus hombros intentando apartarlo de encima suyo, pero no pudo. Sabía que Deblin era fuerte, pero no que pudiera con él.
. No, déjame... - consiguió decir.
. Nunca más - respondió el moreno mordiendo el cuello del rubio y llevando sus manos a los botones de su camisa. Esta vez, nada le detendría.
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Un coche oscuro atravesaba las desiertas calles de la ciudad que aun permanecía sumida en el sueño nocturno. Avanzaba a más velocidad de la permitida, pero el tráfico a aquellas horas no era un problema por la sencilla razón de que no había.
Aquel coche se dirigía a un lugar indeterminado guiado por la magia olvidada por años.
. Gira a la derecha - dijo Bakura mientras uno de los péndulos del Anillo Milenario apuntaba en la misma dirección.
Kaiba, que iba conduciendo, giró el volante al llegar a la esquina.
. ¿Falta mucho? - preguntó sin apartar la mirada del frente.
. Ya no mucho - informó el ladrón de tumbas.
. No sabía que Deblin tuviera una casa en este barrio - comentó Yami desde el asiento de atrás.
. Hay muchas cosas de Deblin que no sabíamos - dijo Kaiba con resentimiento en la voz. Ahora habían muchas cosas que le cuadraban.
El resentimiento con el que se trataban Deblin y Joey últimamente, no era debido a la rivalidad de siempre, como había pensado en un principio. Sino por el rechazo del rubio. Además estaba lo que había dicho al momento de rechazarlo: que ya le gustaba alguien... Aquello le causo un sentimiento agridulce y una ilusión en la que no se atrevía a creer ¿podría ser que Joey en verdad le amara? Yami se lo había insinuado, y Seto hubiera dado cualquier cosa por que fuera cierta tal afirmación. Pero no quería hacerse demasiadas ilusiones. No lo creería hasta que el propio Joey se lo dijera a la cara.
De todas formas en aquellos instantes poco le importaban las declaraciones. Solo quería encontrar a Joey y evitar cualquier daño que aquel desgraciado pudiera ocasionarle con su milenaria obsesión. Aunque Joey no lo amara, él si lo hacía y no quería que nada le pasara.
. Nos acercamos - anunció Bakura y sacando al CEO de sus cavilaciones.
Habían llegado a una calle bastante amplia y bien iluminada a la derecha se extendía la verja del parque principal del barrio de Shiro y a la izquierda se alzaban varias casas de aspecto respetable. Bajaron del coche y miraron a ambos lados.
. ¿Por donde? - preguntó Yami observando los portales de las casas.
Bakura guardó silencio unos segundos. Mientras los péndulos se balanceaban levemente. Finalmente el que estaba en el centro se irguió señalando hacia la segunda portería. Antes de que ninguno dijera nada. Kaiba ya estaba en ella intentando abrir. Pero la puerta no cedió. Una mano en su hombro lo hizo volverse.
. Permite que se encargue un profesional - dijo el albino con voz socarrona.
Posó la mano sobre la cerradura y al poco tiempo un leve vapor de color violeta se escapó por entre sus dedos. Al retirar la mano, todos pudieron comprobar que la cerradura se había fundido como si le hubieran echado algún corrosivo.
. Adelante caballeros - dijo Bakura con gesto burlón abriendo la puerta.
. Eres un monstruo - murmuró Yami con una sonrisa cínica en el rostro.
. Lo sé. Gracias por el cumplido - dijo el otro con una sonrisa orgullosa.
Los tres de adentraron en la oscuridad de la entrada dirigiéndose a las escaleras. Subieron encabezados por Bakura y su anillo siguiendo sus instrucciones. Llegaron hasta el tercer piso y se detuvieron ante la puerta número 11.
. Aquí es - dijo Bakura en el mismo momento en que un escalofrío le recorría la espalda a los tres. Algo andaba mal.
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. Basta... déjame... - decía Joey intentando apartar al moreno de encima de él. No podía con él. Estaba demasiado débil por culpa de su reciente convalecencia. En otras circunstancias, no le hubiera costado nada apartarlo y seguramente molerlo a golpes. Pero ahora no...
. Sssshh... tranquilo - murmuró en su oído -, disfruta...
. ¡Te digo que me sueltes! - gritó Joey forcejeando.
Consiguió darle un golpe en la boca del estómago y dejarlo sin aire. Aprovechó el momento en el que Duke se llevó las manos al estómago para escurrirse y levantarse de la cama.
Consiguió alcanzar la puerta y darle vuelta a la llave. Pero de pronto sintió que alguien le empujaba violentamente por detrás y su cabeza se estrellaba contra la pared dejándolo aturdido en el suelo. Alguien le dio la vuelta y aun con la vista borrosa, pudo distinguir la silueta de alguien sobre él.
. Ya basta de tonterías Jouno - siseó la voz de Duke. Realmente estaba enfadado -. Estoy cansado de tus juegos.
Joey no podía hacer nada, el golpe en la cabeza había sido demasiado fuerte, lentamente calló en las brumas de la inconsciencia sintiendo las manos del otro sobre su cuerpo.
Duke desabrochó finalmente la camisa de Joey lo miró a la cara. Estaba inconsciente. Pero eso poco le importaba. Después de esperar tanto tiempo, había vuelto a perder el corazón de aquel que le había atrapado aquella noche de luna llena en las dunas del desierto. Pero ya no le importaba. Si no podía tener su corazón, se conformaría con su cuerpo.
Recorrió el torso desnudo del rubio con deleite. Era delgado, pero sus músculos eran firmes, su piel tersa y de aquella tonalidad casi dorada que tanto le fascinaba. Acercó el rostro y besó su cuello, podía sentir su pulso con los labios y saborear su piel.
Delicioso.
Tanto había soñado, tanto le había anhelado y ahora por fin sería suyo... solo suyo... para siempre.
Bajó sus manos desde el pecho, hasta su abdomen y siguió hasta sus caderas. Coló los pulgares por dentro de la cintura elástica del pantalón y empezó a bajarlos despacio mientras se relamía los labios al pensar en lo que pronto tendría.
. Mío... - musitó lamiendo su pecho - Eres solo mío... para siempre...
CONTINUARÁ...
Hola nanoda! Soy Neko-chan. Seguramente os preguntareis ¿Qué haces tu ahí¿Dónde está Tenshi Lain? Bueno pues el caso es que por cosas del destino y la providencia, mi hermana no puede subir hoy los capítulos, así que me lo ha encargado a mí.
No voy a responder reviws (eso es cosa de Tenshi), pero si os diré de su parte que muchas gracias por enviarlos y que los agradece mucho desde el fondo del alma. Pero mira que es cursi la niña esta --'
JA NE!
