EL FIN DE SEMANA ( SEGUNDA PARTE )
Hola! Lo siento por haber tardado tantísimo en actualizar este fic...nuU...se que no tengo perdón, pero tuve un bloqueo de escritora. Completamente en blanco. Bueno, para compensar, he hecho este lo mejor que he podido! Que lo disfrutéis!
Yûsuke, Kuwabara, Hiei, Kurama, Rinku, Chû, Jin y Touya salieron charlando animadamente del super hotel.
Sin darse cuenta se encontraron fuera de el "sitio de acampada". En excepción de Kurama, nadie más sabía donde habían ido a parar.
Si, creo que hay un parque de atracciones por aquí...
¿Parque de que...? – preguntó Jin algo sorprendido.
Yûsuke les explicó rápidamente lo que era y les propuso de ir. Los cuatro ( Rinku, Chû, Jin y Touya ) en seguida quisieron ir. Kuwabara también accedió, Kurama se encogió de hombros y Hiei gruñó.
El grupito andó un rato silenciosamente hasta que vieron una entrada enorme llena de gente. En medio había un cartel en el que decía PARQUE DE ATRACCIONES DIVERSIÓN.
Kuwabara se dirigió al sitio de información para preguntar cuanto valían las entradas, y volvió resplandeciente diciendo que como el parque había perdido clientela, esa semana la entrada era gratuita, para atraer a más gente.
Los chicos entraron muy contentos y en seguida quisieron subir a los autos de choque.
Jin y Touya se sentaron cómodamente en un coche rojo, mientras que Rinku hacía todo lo que podía para encabirse al lado de Chû en un auto azul, que se quejaba de que los cochecitos estaban hechos para humanos y que no cabía. Kurama se metió en uno violeta, Yûsuke en uno negro y Kuwabara en uno amarillo. Hiei decidió no subir ( ¡¡¡ridiculeces de humanos! ) y se quedó fuera, observando como se lo pasaban sus amigos.
Al oir el pitido que indicaba que podian empezar, Jin, que no sabía conducir, se dedicó a que su coche girara y girara sin parar en medio de la pista, de manera que todos los coches que se acercaban salían disparados por el impacto del suyo, en medio de los gritos enfadados de Touya.
Rinku intentaba coger el volante pero Chû no se lo permitía, así que empezaron a discutir acaloradamente, los dos dejaron el volante, y el auto se estampó contra una de las columnas, sin importarle a ninguno de los dos, que siguieron chillándose.
Kurama se dedicó a dar vueltas esquivando a todos los coches que querían tocarle con una maestría digna de carné de conducir, y a Yûsuke y Kuwabara les expulsaron de los autos porque estaban haciendo todo lo que no se podía hacer, es decir, chocar de frente, no llevar cinturones, subirse de pie en los asientos y un largo etcétera.
Para alivio de todos el pitido final se escuchó, y todos saltaron fuera de la pista, haciendo morros.
¡Vamos al castillo encantado! – gritó Kuwabara. Los demás le siguieron con curiosidad, mientras Kurama le explicaba a Hiei que lo que debía hacer era dejar que los "monstruos" le asustaran, y que no estaba permitido asustarlos a ellos o cargárselos de un golpe.
Pero una vez dentro, se tuvieron que dividir. Mientras Jin, Touya, Chû y Rinku esperaban fuera su turno, Yûsuke, Hiei, Kurama y Kuwabara entraron junto con una chica, un niño pequeño que parecía ser su hermano, y dos muchachos que iban de valientes.
Hiei lanzó un gruñido penetrante y entraron en el castillo. Solo entrar un monstruo hizo un penetrante "bu" detrás de Kurama, pero este sonrió levemente y siguió andando. Una chica vestida de blanco y maquillada de negro, muy alta, se plantó delante de Kuwabara y empezó a cantar, pero Kuwabara observó que era preciosa sin maquillaje y bien vestida, se lo dijo, y, tras lanzar un piropo a la asombrada muchacha, siguió rápidamente a los demás. Un fantasma saltó del tejado hasta delante de Hiei, que agarró su espada amenazadoramente y gritando :
¡¿Eres un humano!¡¡¡Te atreves a desafiarme! – pero pronto se calmó ante las explicaciones razonables de Kurama, y observó como Yûsuke se escondía detrás de un demonio que acababa de salir de la nada y le asustaba.
Los dos chicos que iban en su grupo estaban muy asustados. Kurama, sonriendo, pensó que quizá no era precisamente por el castillo. Pero los cuatro amigos se alegraron de ver que huían corriendo hacia la salida, resultaban una molestia.
Hiei miró con curiosidad a la chica y a su hermano pequeño. El demonio de fuego pudo observar valentia en el rostro del niño, pero la chica estaba completamente inexpresiva. ¿Quizá no era humana? Pero entonces, sin que le diera tiempo a comentárselo a los demás, las luces se apagaron de repente.
Yûsuke y Kuwabara se pusieron en estado de alerta al oir un gritito sufocado de Kurama. Yûsuke se preparó para lanzar la Reigan en cuanto lograra distinguir algo y Kuwabara alzo el puño preparado para atacar cuando un grito inesperado y larguísimo de Hiei llenó la habitación y las luces se encendieron.
En cuanto vieron la escena, Yûsuke y Kuwabara no pudieron hacer más que sorprenderse unos segundos, estar en silencio un momento y, después, caerse al suelo y reir sin parar.
Y es que la cosa daba risa.
El niño estaba agarrado firmemente a Kurama con los ojos cerrados. Kurama estaba rojo y sin ningún intento de separarse, como si se resignara.
La chica pelirroja estaba abrazada a Hiei también con los ojos cerrados. El demonio intentaba desesperadamente, como si se le fuera la vida, salir de sus brazos, rojo como un tomate y insultando sobretodo a Kuwabara, que estaba en un ataque de risa repentina arrastrandose.
De repente, la chica y el niño abrieron los ojos y lanzaron un grito de sorpresa.
2 horas después...
Jajajajajajajajajaja... – Kuwabara seguia tronchándose en el bar del parque de atracciones.
Yûsuke lanzó una amplia sonrisa y se disponía a reir también, pero como Kurama le lanzó una mirada suplicante, se calló.
Hiei se miraba los zapatos, profundamente avergonzado. Nunca un humano le había hecho pasar tanta vergüenza, ni ese tonto de Kuwabara.
La chica pelirroja y su hermanito, casi tan rojos como Hiei, les habían explicado lo que había pasado.
Resulta que los encargados del castillo habían tenido un problema con las bombillas y tuvieron que apagar las luces unos segundos sin avisar. En medio de la confusión y muy asustada, la chica palpó a tientas algo que se asemajase a su hermano. Encontró a Hiei y, como más o menos tenía la misma estatura que el niño, lo abrazó creyendo que era él. El chico, por su parte, y muy asustado, tocó el pelo de Kurama, de a misma largaria que el de su hermana y le pasó exactamente lo mismo.
Kurama, intentando olvidar lo que pasó, pidió carta.
Un camarero se acercó, sonriendo, con unas cuantas listas para escoger, y se las dejó a la mesa, marchándose luego.
A ver...-Yûsuke cogió la que le quedaba más cerca y se disponia a leerla cuando se oyeron unas risas no muy lejos de ellos.
Los chicos se volvieron y solo pudieron divisar una multitud. ¿ Que deberian estar mirando tan divertidos?
¿ Vamos a verlo? – preguntó Kuwabara, ya más calmado.
Hn. – Hiei se levantó y, seguido de sus compañeros, se adentró en medio de la gente, pudiendo llegar en seguida a primera fila junto a los demás.
Miraron.
Se callaron.
Se avergonzaron.
Cogieron a Chû por el brazo y se largaron, seguidos de Rinku, Jin y Touya, que intentaban ocultar su sonrojo.
¡Pero que demonios! ¿ Porqué no lo habéis parado? – les preguntó Kuwabara.
No quería que nos lo llevasemos. – Respondió Touya apresuradamente. La imagen de Chû con una caja de cervezas al lado y explicando lo que decian ellos mientras dormían le volvió a la mente y gimió.
Creo que ya he tenido bastante por hoy – dijo Kurama suavemente - . ¿ Porqué no volvemos al hotel?
Estoy de acuerdo contigo... – dijo Rinku con voz ahogada – Nunca podré volver a este parque de atracciones y mirar la cara de los empleados.
Si...vámonos. Estoy cansado. – Murmuró Jin en medio de un bostezo.
Por votación unánime, todos salieron del parque, arrastrando a Chû, que se había quedado durmiendo la mona, por turnos, y pronto llegaron al hotel.
Sin decir demasiado, fueron al restaurante y comieron deprisa. Todos estaban cansados y tenian ganas de irse a dormir, así que subieron a la habitación, y creo que fue Kurama el que más tardó en dormirse, unos quince minutos. Y mientras se dormía pensó :
Carajo. Nunca me lo había pasado tan bien.
Zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz. Buenas noches!
Muchas gracias, muchas, muchas, muchas, a todos los que habéis conseguido aguantarme hasta este punto! Teniendo en cuenta de que este es mi primer fic, no creo que lo haya leido casi nadie...TT...
Espero poder actualizar pronto el tercer capítulo!
