Capítulo trece. La autora de este fic es mala para los títulos...

Cuando Hades llegó a su departamento se encontró con las luces apagadas, a pesar de que sabía que su hermana y su mejor amiga se encontraban en casa, ya que el estéreo de Marife sonaba a todo volumen y desde la calle se alcanzaba a percibir la larguísima cabellera castaño oscuro de Lily que ondeaba como una bandera desde la azotea del edificio.

Uhm, ¿qué habrá pasado?.- se preguntó Hades, en voz baja.

Llegó y tocó con fuerza a la puerta de la habitación de su hermana. Ésta tardó bastante en abrirle, dado que el estéreo estaba a todo lo que daba.

¡No quiero hablar ahora! ¡Déjame en paz!.- gritó una airada Marife, al cabo de mucho rato. La música se calló por unos momentos.

¿Qué rayos te pasó ahora? ¿Y en dónde está Lily?.- preguntó Hades, más enojado que preocupado.

¡No sé! ¡No soy su niñera! ¿Sabes?.- Marife al fin abrió la puerta.

Hades se sorprendió al verla; la chica tenía los ojos rojos y las mejillas marcadas por las huellas de las lágrimas.

¿Qué fue lo que te pasó? ¿Por qué estás llorando?.- ahora Hades sí estaba preocupado.

¡Qué te importa! ¡No me molestes!

Fue Misaki, ¿verdad? ¿Te hizo algo?

Misaki no me hizo nada...

¡Sí fue él! ¿Quién más podría hacerte llorar a ti? Ni siquiera yo con mis estúpidos comentarios te he puesto triste... ¡Dime qué fue lo que te hizo para ir a golpear a ese desgraciado!

Él no me hizo nada. Y en todo caso... .- Marife bajó el volumen de su voz hasta convertirla en un susurro.- Yo soy quien se merece una golpiza por haberlo engañado...

Hades quiso preguntarle de qué rayos estaba hablando, pero Marife se le adelantó y cerró la puerta con llave. Inmediatamente después, la música volvió a escucharse a todo lo que daba. Pesaroso, movió la cabeza de un lado a otro. Después, se dirigió hacia la azotea, en busca de Lily. Conocía de sobra el carácter de su amiga y por lo tanto sabía que ella tenía la peculiar costumbre de subirse a las azoteas cada vez que tenía deseos de estar a solas. Era su complejo de perro, como ella misma le llamaba (Nota de la autora: Ésta costumbre también la tengo yo, me fascina subirme a las azoteas ).

Efectivamente, Lily estaba sentada en un borde de la azotea. Tenía la cabeza escondida entre las piernas y lo único que se movía en ella era su larguísimo cabello, el cual era azotado por el viento.

¿Lily?.- preguntó Hades.- ¿Estás bien?

Ella no contestó.

Lily.- Hades se acercó a ella y le sacudió con suavidad un hombro.- ¿Qué te pasa?

Nada.- respondió ella, sin levantar la cabeza.

¿Entonces por qué estás aquí arriba?

Tenía deseos de estar sola... .- respondió Lily, con un tono muy insinuante.

O sea que quieres que me vaya...

¿Qué comes que adivinas?.- Lily habló con voz ronca.

¿Estás llorando?.- Hades se volvió a sorprender.- ¡Por todos los cielos! ¿Qué fue lo que pasó que las puso a ti y a Marife a llorar? Nunca había visto algo semejante...

Cometimos un estúpido error y ahora estamos pagando las consecuencias.- gruñó Lily.- Ahora déjanos en paz, por favor.

Lily... Tú sabes que, sin importar lo que pase, yo siempre estaré a tu lado para escucharte...

Sí, cómo no... ¿Sabes qué? Vete y déjame sola, si es que en verdad quieres ayudar en algo.

Hades, algo dolido por el comentario, ya no insistió. Se marchó a su habitación, rezando para que su hermana y su mejor amiga pronto se sintieran mejor.

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Wakabayashi tampoco pudo dormir esa noche. Tumbado en su cama, con las manos detrás de la cabeza, miraba fijamente al techo al tiempo que recordaba la escena ocurrida unas horas atrás. No podía creer que hubiera sido tan estúpido como para caer en la trampa que Marie le había preparado. Genzo sabía que ella sospechaba que él le era infiel, pero jamás creyó que se atrevería a contratar a una detective privada para averiguar si esto era cierto. En parte, la culpa era de él, y Genzo lo sabía, porque jamás se preocupó por sacar a Marie de su error, quizás porque, después de todo, ella no estaba equivocada... Genzo jamás quiso confesarle que había besado a Yoshiko Fujisawa porque pensó que eso solo traería problemas, pero a la larga, por mentir, las cosas habían resultado mucho peores...

Y, obviamente, sus pensamientos cada vez se desviaban hacia Lily, aunque Genzo se esforzara por apartarla de su mente. A pesar del dolor y de la rabia que sentía, su mente había llegado a la conclusión de que Lily solo había estado cumpliendo con su trabajo, aunque de cualquier manera ella le coqueteó en un par de ocasiones... O quizás él solo quiso creer que le coqueteaba cuando en realidad Lily solo estaba siendo ella misma... La realidad era que, aunque ya quisiera volverlo a negar, Genzo había terminado por enamorarse de Lily. La chica le había gustado desde el primer día en que la vio. Genzo no creía en el amor a primera vista, hasta que se topó con los ojos negros de Lily Del Valle...

Pero ella lo había engañado. Así de simple. Ella había decidido contarle toda la verdad a Hikaru Matsuyama, y de paso había aceptado ser su novia. Era obvio que Lily había preferido a Matsuyama antes que a él. Wakabayashi juró que, sin importar lo que pasara, haría todo lo posible para olvidarse de la mexicana.

Conmigo no jugarás de esa manera.- musitó Genzo, en voz alta.- Algún día he de cobrarte esta traición...

Muy seguramente, en esos momentos ella y Marife estarían riéndose de la trampa que les habían tendido a él y a Misaki...

Taro Misaki fue otro que se pasó la noche en vela. Al contrario de Wakabayashi, él casi no se sentía enojado, sino sumamente triste. Había llegado a prendarse de Marife, la chica era un verdadero encanto, pero todo lo que conocía de ella no había sido nada más que una farsa... Y además, estaba el hecho de que Azumi, su Azumi, la chica que había jurado jamás desconfiar de él, la había contratado para seguirle los pasos... Las dos chicas que lo tenían en jaque lo habían traicionado y habían jugado con sus sentimientos... Misaki también hizo la promesa de no volver a ver a ninguna, jamás.

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Al día siguiente, muy de mañana, tocaron insistentemente el timbre del departamento de Hades. Éste, algo enfurruñado, se levantó a abrir y se topó con Marie Schneider.

Deseo hablar con la detective Del Valle, por favor.- pidió.

Hades no respondió, simplemente fue a tocar a la puerta del cuarto de Lily. Ésta tardó bastante en salir, puesto que no deseaba que Marie la viera acabada de levantar, con el cabello revuelto y los ojos llorosos.

¿En qué puedo ayudarla?.- preguntó, una vez que Lily hizo pasar a Marie a la sala.

Vengo a darle las gracias por sus servicios.- dijo Marie, haciendo que Lily se sorprendiera.- En realidad, quisiera decirle muchas cosas, pero ya no tendría sentido reclamarle nada... Aunque es usted muy buena en su trabajo...

No sé qué me trata de decir, señorita Schneider... .- a Lily no le agradó para nada el comentario.- No me gusta que se anden con medias tintas, dígame de una buena vez lo que está pensando.

No le costó nada de trabajo enamorar a mi novio.- respondió Marie, de frente.- Debí de habérmelo imaginado, después de todo usted es el tipo de chica que vuelven loco a Genzo... Y yo fui una idiota por haberla contratado, yo misma la puse la tentación, aunque bueno, eso me sirvió para darme cuenta de que Genzo me puede engañar con cualquiera, así que gracias.

Lily tuvo muchos deseos de abofetear a Marie.

Nunca fue mi intención enamorar a su novio.- Lily trató de conservar la calma.- La única vez que salí con él fue porque él quiso concederme una entrevista y pensé que sería la oportunidad perfecta para sacarle más información de la que ya poseía. Nunca coqueteé con él ni le di entrada para que se fijara en mí (mentira, mentira...). Incluso le avisé que saldría con él, si lo recuerda...

Sí, lo recuerdo perfectamente. Y ya desde entonces sospechaba que entre usted y él podría haber algo.

No se ofenda, pero es usted extremadamente paranoica y desconfiada. Me parece que Wakabayashi se merece estar con alguien que confíe plenamente en él.

¡Ja! ¿Para que luego la engañe como lo hizo conmigo? ¡Por favor, señorita Del Valle, no sea tan ingenua! Si Genzo me engañó con usted, créame que seguirá engañando a las futuras chicas que sean lo suficientemente idiotas como para salir con él.- Marie sonrió con saña.- De cualquier manera, no tengo tiempo como para perderlo discutiendo. Solo vengo a liquidar mi deuda con usted y a pedirle que me de la información que recabó en estas semanas.

Lily no respondió. No sabía por qué, pero a pesar de que sabía de que Marie estaba en su derecho de exigirle información dado que para eso le había pagado, ella no quería darle el expediente que contenía los secretos de Genzo.

Lo siento, pero me parece que eso no será posible.- Lily habló lo más calmada que pudo.

¿Por qué no? Para eso le pagué, tengo derecho a conocer esa información...

Lo siento, pero no voy a decirle nada al respecto...

Le recuerdo que pagué por adelantado... .- amenazó Marie.

Ah, es verdad... .- Lily se levantó y se dirigió hacia su recámara para volver con el cheque en blanco.- Aquí está su dinero.

Lily tomó el cheque y lo rompió en mil pedacitos, dejando que éstos cayeran sobre la falda de Marie.

Ya no es mi obligación decirle nada.- dijo Lily.- Ahora váyase.

¡Qué tierna! ¿No me diga que usted también se ha enamorado de él?.- se burló Marie.- Es usted una idiota, debe saber mejor que nadie que Genzo jamás le sería fiel, en el caso de que algún día llegara a perdonarla por haberle mentido.

Lily, muy indignada, se paró junto a la puerta de entrada y la abrió, señalándole a Marie la salida. Ésta salió lanzándole una mirada llena de sarcasmo y burla. Lily cerró la puerta de un golpe y se recargó contra ella, al tiempo que dejaba que las lágrimas que tanto había guardado fluyeran libremente por sus mejillas.

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Yoshiko Yamaoka sabía que algo malo le estaba pasando a su hermano. Era cierto que solo eran medios hermanos pero ella lo conocía tan bien que se podía decir que eran gemelos. Misaki había ido por ella la escuela, cosa que la sorprendió ya que supuestamente ese día había quedado de salir con Azumi, así que ella no se esperaba encontrárselo. Pero al verlo esperándola recargado contra un árbol, se dio cuenta de que algo grave había sucedido...

¿Qué es lo que te pasa, hermanito?.- le preguntó Yoshiko, al cabo de mucho rato de caminar en silencio.

No quiero molestarte con mis líos, Yoshiko.- murmuró Taro.

No me molestas, quiero ayudar.- respondió ella.- Por favor, dime qué te pasa, sabes que yo siempre estaré para apoyarte...

He sido traicionado de la manera más vil.- dijo Misaki, con un tono de voz que asustó un poco a Yoshiko.- Y lo peor de todo, es que esa traición vino de una de las personas en quienes más confiaba...

¿Azumi?.- aventuró Yoshiko. "Lo sabía, esa tipa es una arpía", pensó Yoshiko.

Sí, fue ella. Sé que quizás te duela esto pero... Debes saber que Marife no es la persona quien dice ser...

¿Cómo?.- esto sí que sorprendió a Yoshiko.- ¿Qué quieres decir con eso?

Que Azumi contrató a Marife para me investigara. Ella es en realidad una detective privado.

¿Qué cosa?.- Yoshiko se detuvo abruptamente.- ¿Qué Marife es una detective?

Sí. Azumi piensa que la engaño con alguien. Por eso la contrató, para averiguar si era cierto o no. Lo peor del caso, es que nunca la había engañado con nadie... Hasta que conocí a Marife...

Taro volvió a caminar. Yoshiko miró la espalda de su hermano, al tiempo que el remordimiento y la tristeza la invadían. Taro había sido traicionado. Y ella había tenido la culpa de eso...

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Lily veía con desgana la televisión. Cambiaba constantemente el canal, en busca de algo que la distrajera de su dolor...

¿Te vas a quedar ahí todo el día o qué?.- le preguntó Hades, preocupado por verla en ese estado.

Qué te importa.- respondió Lily.

No sé que voy a hacer con ustedes, Marife se la pasa encerrada todo el día en su cuarto y tú te dedicas a vegetar enfrente de la televisión...

No fastidies, al rato va a venir Sarah a verme, para que no te hartes de verme aquí todo el tiempo...

No me harto, tú sabes que me preocupo...

Deja ya de ser tan mentiroso, si bien sé que te vale cacahuates lo que me suceda.

Hades ya no respondió. Sabía que Lily solía ser muy agresiva y tendía a alejarse de las personas cada vez que se deprimía. Esperaba que la compañía de su hermana Sarah pudieran sacarla de su estado.

Al poco rato sonó el timbre. Lily pensó que era muy temprano para que Sarah ya hubiera llegado, por lo que se sorprendió cuando se encontró con Hikaru Matsuyama.

Hola. Tenía mucho de no verte.- la saludó él, muy sonriente.

¡Ah! ¿Qué haces aquí?.- Lily estaba sorprendida.

Vine a ver a mi novia, ¿qué más?

¡Ah! ¿Después de lo que pasó aún...?

¿Aun quiero que sigas siendo mi novia? ¡Pues claro que sí! Sé bien que tú no quisiste engañarme con Wakabayashi, sé que fue él quien te besó a la fuerza. Por eso no hay ningún problema, yo aun quiero que estés conmigo.

Lily pensó en lo irónico del asunto. Wakabayashi besó a Yoshiko sin el consentimiento de ésta y Matsuyama no la perdonó. Por el contrario, Wakabayashi sí había besado a Lily con el consentimiento de ésta y aun así Matsuyama estaba dispuesto a seguir su noviazgo con ella... Lily iba a explicarle lo que estaba pensando cuando Matsuyama la tomó del rostro y la besó suavemente. Lily supo que ningún beso sería lo mismo después de haber probado los ardientes labios de Genzo Wakabayashi... (Jajaja. ¡Qué cursi!).

Ahora, fue Wakabayashi quien presenció la escena de amor entre Lily y Matsuyama (recuerden que en otro capítulo fue al revés). Había ido para reclamarle a Lily su traición, quizás para comprobar si en verdad ella no sentía nada por él... Pero al verla en los brazos de su rival, llegó a la conclusión errónea de que él nunca había estado en el corazón de Lily...

Notas:

Yo tengo la misma costumbre peculiar de Lily de subirme a las azoteas de las casas en donde vivo cada vez que quiero estar sola. Me encanta estar en lo alto y observar la ciudad entera desde allí. Por eso soy feliz cuando vivo en un último piso y mi casa cuenta con una enorme azotea en donde puedo estar como perro, feliz de la vida aullándole a la luna -

Este fic se está volviendo un despapaye... ¬¬