Capítulo catorce. Visita inesperada.
Sarah llegó al poco rato. En el camino se topó con Wakabayashi, aunque ella no lo supo porque él pasó como bólido a su lado y no alcanzó a verlo bien. Cuando llegó al apartamento de Hades, Matsuyama ya se había retirado y Lily estaba de un humor de perros...
¿Qué fue lo que pasó, hermana?.- le preguntó.- ¿Por qué estás de tan mal genio?
Pues fallé en mi trabajo, eso es lo que me pasa.- contestó Lily, secamente.
¿Cómo dices? ¿Cuál trabajo?
¿Recuerdas el secreto que te pedí que guardaras la otra vez?
¿El de que Marife y tú se hicieron pasar por reporteras para acercarse a Genzo Wakabayashi y Taro Misaki?
Ése mismo. Pues bien, se nos cayó el teatrito. Y lo peor del caso es que el asunto no fue para nada agradable...
Lily le contó con aspavientos y alguna que otra grosería lo que había ocurrido, incluyendo el suceso de la mañana, cuando rompió en mil pedazos el cheque en blanco de Marie Schneider. Sarah no quería hacer notar lo que ya era tan obvio, pero alguien tenía que decirle un par de cosas a su hermana...
Y eso fue lo que pasó.- concluía Lily.- Estoy de un genio de los mil demonios porque fallé. No hice bien mi trabajo, y todo por no actuar de manera profesional...
Uhm, Lily... .- Sarah no quería hablar, pero tenía que hacerlo.
¿Qué pasa?
Si me permites decírtelo... Creo que tu enojo no es porque fallaste en tu trabajo, sino porque Marie te hizo quedar en evidencia frente a Wakabayashi...
¿Qué te hace pensar eso?.- inquirió Lily, muy enojada.- ¡Por supuesto que eso no es verdad, a mí me viene valiendo cacahuates lo que él opine!
Sí, cómo no... Si me permites decírtelo, me parece que tú estás enamorada de él.
¡ESTÁS LOCA O QUÉ! ¿DE DONDE SACASTE TAN ESTÚPIDA IDEA?
Lily entró a su cuarto y azotó la puerta con la fuerza de un huracán. Hades se asomó a ver lo que pasaba y cuando vio a Sarah le sonrió de manera comprensiva.
Puede llegar a ser una fiera, ¿verdad?.- le dijo.
Y bastante terca.- Sarah también sonrió.
A la mañana siguiente, lo que Lily menos quería era aparecerse por el campamento del equipo japonés, pero Sarah le rogó que la acompañara a ver a un muchacho a quien había conocido por casualidad, además de que la noche anterior le había prometido a Matsuyama que iría a verlo jugar. Así que, enfurruñada y todo, Lily se dirigió hacia la boca del lobo.
¿A quién vienes a ver?.- le preguntó a Sarah, para sacar plática.
Se llama Mamoru Izawa.- respondió ella.- Lo conocí hace unos cuantos días, es un chico realmente encantador...
Lily recordó vagamente a Izawa; sí, era un tipo muy agradable y bastante apuesto... Haría linda pareja con su hermana, aunque no le gustaba que ningún muchacho se le acercara a Sarah, por más guapo y encantador que fuera.
Durante el entrenamiento, Wakabayashi no le prestó atención a Lily ni ella a él. Ambos fingían ignorar sus mutuas presencias, aunque la realidad era que cada uno estaba más que pendiente de los movimientos del otro...
Al final, Izawa se acercó a saludar a Sarah; ella le presentó a Lily y después comenzó a platicar muy animadamente con él, ignorando completamente a su hermana. Lily suspiró y supuso que lo mejor sería ir a buscar a Matsuyama, para no interrumpir. Después de todo, siempre había detestado hacer mal tercio.
Alguien le dijo que Matsuyama estaba bañándose; increíblemente, el guardia de seguridad la dejó pasar a su habitación para esperarlo. Quizás se debía a la sonrisa provocativa que Lily le mostró... Como fuera, llegó hasta la habitación de Matsuyama, abrió la puerta y... Recibió un chorro de agua de lleno en la cara y el pecho...
¿Qué rayos pasa aquí?.- preguntó Lily, enojada.
¡Ahh! ¡Lo lamento mucho!.- Ishizaki era quien la había mojado; tenía en las manos una cubeta vacía.- Creí que eras otra persona...
¡Qué chistosito!.- gruñó Lily.- Ahora estoy toda empapada...
Bueno, la culpa es tuya por estar en donde no debes...
¿Qué ésta no es la habitación de Matsuyama?.- preguntó Urabe, quien estaba a un lado de Ishizaki.- ¿Qué andas haciendo tú aquí?
A lo mejor quiere seducirlo... .- comentó Ishizaki, en tono pícaro.
Mira tú. ¡Qué suerte tiene el sujeto!
Lily hizo el intento de azotarlos con una almohada que había por ahí cerca. Ishizaki y Urabe salieron despavoridos de la habitación.
Uhm. ¿Y ahora qué?.- se preguntó Lily, en voz alta.
Su camiseta de tirantes estaba completamente empapada, dejando ver todo lo que había debajo (hágase notar que Lily no usa nada debajo de sus blusas...), además de que su short estaba tan mojado que parecía que se había hecho del baño... No podía presentarse así delante de Matsuyama. Vio sobre una cómoda un juego de camiseta y short de la selección japonesa, muy probablemente le pertenecían a Matsuyama. Le quedarían algo grandes pero se los pondría mientras se secaba su ropa. Se quitó la camiseta y el short mojados, quedándose únicamente en paños menores (aunque Lily no llevaba nada debajo de la camiseta, así que ya saben con que fue lo único con lo que se quedó). En ese momento, Matsuyama abrió la puerta, trayendo encima solamente una toalla enrollada alrededor del cuerpo.
¡Ah!.- gritó Lily. Inmediatamente agarró el cubrecama y se cubrió con él.
¿Qué haces aquí?.- inquirió Matsuyama, quien no se mostró para nada avergonzado.
Te estaba buscando... .- contestó ella, muy colorada.
¿Para darme una sorpresa especial?.- inquirió él, en tono pícaro, lanzándole una mirada muy insinuante.
¡No, cómo crees! Yo quería... Pero Ishizaki me mojó y... Pensé que... .- Lily se trabó con sus explicaciones atolondradas.
Pero a Matsuyama no le importó. Abrazó a Lily y la tumbó sobre la cama. Ella aun se cubría con la colcha y él aun traía puesta la toalla, así que básicamente no tenía por qué haber problemas, aunque él pronto comenzó a besarla y acariciarla por encima de las telas que los cubrían. Lily comenzó a reírse y a dejarse querer por Matsuyama. Pronto, él también se envolvió en el cubrecama, sin perder la toalla, pero estaba a punto de deshacerse de ella... Los besos comenzaron a aumentar de tono y de intensidad y Lily sintió que estaban adentrándose en terreno muy peligroso... Pero ninguno de los dos podía parar ya...
Y de pronto...
La puerta se abrió, pero ellos no la escucharon, tan entrados estaban en su asunto. La persona que entró no dijo nada, solo los miraba, aunque poco faltó para que se le dejara ir a golpes a Matsuyama...
Lily sintió una mirada penetrante sobre ellos e inmediatamente se alejó de Matsuyama, cubriéndose muy bien con la colcha. Matsuyama quiso saber qué era lo que pasaba y dirigió su mirada junto con la de Lily hacia donde la persona que había entrado los miraba.
Allí, parado en la puerta, lívido de rabia, se encontraba Genzo Wakabayashi.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Marife caminaba melancólica por las calles de Tokio. Le habría gustado ir al entrenamiento junto con Lily y Sarah, pero eso habría implicado el toparse con la indiferencia y el rechazo de Misaki y eso no lo habría tolerado. Iba sumida en sus pensamientos, ignorando a las personas que pasaban junto a ella cuando, de pronto, una voz conocida se dejó oír a sus espaldas.
¡Marife!.- era Yoshiko Yamaoka.
Sus pasos, sin querer, la habían conducido a las cercanías de la preparatoria de Yoshiko.
Hola.- murmuró Marife. Estaba segura de que Misaki ya le había contado a su hermana lo sucedido.
Quiero hablar contigo, Marife.- pidió Yoshiko, muy seria.
Me imagino sobre qué deseas hablar...
Solo quiero que me digas la verdad. ¿Es cierto que Azumi te contrató para que investigaras si mi hermano le era infiel con otra?
Sí... .- Marife tardó unos segundos en responder.
¿Y te pagó por eso?
Eh, pues sí...
Maldita desgraciada.- murmuró Yoshiko, en voz muy baja. Marife supuso que se refería a Azumi, no a ella.- Ya sabía yo que era una infeliz arpía...
Aunque en realidad el cheque no nos lo dio ella, sino Marie Sch...
¿Y Lily también está metida en esto?.- interrumpió Yoshiko.
Sí, a ella también la contrataron.
Entonces, las veces que viniste a visitarme... ¿Fue por que querías saber si yo sabía algo del asunto? ¿Si yo tenía algo que ver en las dudas que tiene Azumi?
A pesar de su tristeza, Marife supo, por el tono de voz de la chica, que ella había tenido razón, Yoshiko sí era responsable de las dudas que tenía Azumi acerca de la fidelidad de Misaki.
Sí...
Ya veo...
Pero quiero que sepas que cuando acepté este trabajo no sabía que iba a encariñarme tanto contigo... Ni con Taro...
Pero aun así nos engañaste.- susurró Yoshiko.
Lo lamento tanto... .- Marife se dio la vuelta y se alejó. No quería seguir escuchando reclamaciones por parte de nadie, era doloroso...
"Creo que lo mejor será que regrese con mi padre", pensó Marife.
Lo que ella no sabía era que su padre ya se le había adelantado y la estaba esperando en el departamento de su hermano Hades.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Genzo Wakabayashi no podía creer lo que veía. No quería creerlo... La ropa de Lily estaba desperdigada por el suelo de la habitación, y ella y Matsuyama se encontraban en la cama, semidesnudos, besándose... La situación era más que obvia...
¿Qué haces aquí, Wakabayashi?.- inquirió Matsuyama, molesto por la intromisión, al tiempo que se levantaba de la cama y se ajustaba la toalla alrededor de la cintura.
Venía a avisarte que el entrenador nos llama.- contestó Genzo, en un tono de voz muy poco amigable.- Pero veo que estás... Ocupado en otros asuntos...
Genzo volteó a ver a Lily; ella esperaba encontrarse con una mirada llena de odio, pero en vez de eso se topó con unos ojos cargados de tristeza y dolor...
No es lo que tú crees.- musitó Lily.- Yo solo vine a...
No te importa a qué vino a visitarme Lily, Wakabayashi. Lo que yo haga con mi novia no es asunto tuyo.
Sí lo es cuando lo haces dentro de las instalaciones de la selección.- Genzo apenas podía controlar su rabia.- Podrían expulsarte por eso...
Y tú serías muy feliz con eso, ¿no?.- Matsuyama lo encaró.- Lárgate ahora y déjanos tranquilos.
Ni creas que voy a hacer eso... .- murmuró Genzo, cada vez más enojado.
Te mueres de celos, ¿verdad?.- Matsuyama habló tan bajo que solo Wakabayashi lo escuchó.- No soportas verla entre mis brazos, no toleras ver semejante espectáculo. Y tu mente debe de estar preguntándose qué tan lejos llegamos antes de que tú entraras... ¿Qué se siente, eh? La venganza es dulce...
No te atrevas a jugar así con ella.- Genzo apretó los puños.- Porque te juro que te haré pedazos si la lastimas...
¿Qué no te das cuenta de que ella no te quiere? Te engañó haciéndose pasar por otra persona para meterse en tu vida privada. Y solo a mí me contó la verdad. Date cuenta de que para Lily no significas nada...
Wakabayashi no respondió. Él pensaba que Matsuyama tenía razón... Salió de la habitación sin decir nada más, apretando los puños con rabia. Llegó hasta su habitación, se encerró a piedra y lodo y comenzó a golpear la pera de box que tenía colgada ahí. Mientras más golpes daba, más crecía su rabia... Porque jamás podría sacarse de la mente la escena que acababa de presenciar, lo cual lo llenaba de celos y de ira...
Lily, por su parte, había aprovechado la pelea de los jóvenes para vestirse y salir corriendo de ahí. Llegó nuevamente a la cancha, agarró a Sarah del brazo y se la llevó sin más explicaciones. Ésta quiso saber qué era lo que había pasado, pero Lily estaba tan aturdida que apenas y pudo explicarlo... Cuando llegaron hasta el departamento de Hades, Lily ya estaba un poco más calmada, aunque eso no le duraría mucho...
Hades les abrió la puerta, muy sonriente.
¿Cómo están, chicas? ¿Cómo les va?.- les preguntó, muy feliz.
¿Qué te pasa? ¿Por qué estás tan contento?.- inquirió Sarah.
Porque mi padre vino a llevarse a Marife de las orejas y a castigarla por su mal comportamiento con Taro Misaki.
No inventes, Hades, tu hermana ya está muy crecidita como para que alguien venga a llevársela de las orejas, no importando que sea tu padre... .- dijo Sarah.
Mira quién habla, tú viniste a hacer lo mismo con tu hermana... .- replicó Hades, con cara de hello con tu hello...
Eso no es cierto.- protestó Sarah.
Yo diría que sí... .- murmuró Lily, con una risita.
Mira tú, qué chistosa.- comentó Sarah, alegremente, al tiempo que llegaba a la sala, en donde ya estaba esperando un señor de edad avanzada.
Chicas, les quiero presentar a mi padre, Joseph Takenoushi.- anunció Hades.- Papá, ellas son Lily, mi mejor amiga, y su hermana Sarah.
Mucho gusto.- saludó el señor Takenoushi.- Es un placer conocerlas.
El gusto es nuestro, ¿verdad Lily?.- respondió Sarah, volteando a ver a su hermana, pero ésta no daba señales de vida...
Lily miraba fijamente al señor que estaba parado enfrente de ella. No podía creerlo, era imposible...
¿Lily? ¿Qué te pasa, qué ocurre?.- preguntó Sarah, algo preocupada.
No puede ser, no puede ser... .- repetía Lily, en voz baja.
¿Qué pasa?
Es que ese hombre... Ese hombre es mi verdadero padre...
Todos, incluido el señor Takenoushi, miraron atónitos a la aturdida muchacha.
