Capítulo dieciocho. Un final extraño para un fic extraño...
Emily Del Valle llegó a Japón a los pocos días de los hechos ocurridos. Quien la llamó fue el propio Joseph Takenoushi, preocupado por sus dos hijas. Marife había aceptado con más tranquilidad los hechos, pero Lily aun estaba muy dolida y todavía tenía deseos de mandar a su familia a freír espárragos (ya conocen a Lily...).
Para Del Valle y Takenoushi no fue fácil revivir los días que pasaron juntos en México y mucho menos lo fue el tener que explicarle a sus hijas el por qué las separaron. Ninguno de los dos habría querido separar a unas gemelas que merecían estar juntas, más porque ambos padres habían visto lo que sus hijas habían sufrido por haber estado separadas, pero la vida no les había dado muchas opciones...
Sé que lo que hicimos no estuvo bien.- decía el señor Takenoushi.- Pero fue un pequeño descuido que ninguno de los dos previno...
Pero queremos que sepan que a pesar de eso nosotros no nos arrepentimos de haberlas tenido.- decía la señora Del Valle.- Ustedes iluminaron nuestra existencia con su llegada y hasta la fecha lo siguen haciendo. Cada uno de nosotros pensó siempre en la hija que no tuvo a su lado. Entiendan por favor que si nunca hemos querido comunicarnos entre nosotros fue porque no queríamos perturbarlas con algo así...
Pero nunca hemos dejado de pensar en ustedes...
Marife tenía muchos deseos de abrazar a su madre. Lily, aunque tenía ganas de hacer lo propio con su padre, su orgullo aun no se lo permitía. Seguía enfurruñada, con los brazos cruzados, sentada en el sillón más alejado de la sala del departamento.
¿Qué les parece si intentamos un reencuentro?.- sugirió Emily.- Cada quien tiene ya su propia familia pero eso no significa que no podamos vernos de vez en cuando...
Pues ustedes pueden verse de vez en cuando, pero a mí no me incluyan en su hipocresía.- Lily se levantó del sillón y, para variar, se subió a la azotea.
No sabía qué hacer. Ansiaba con toda su alma el poder abrazar a su padre y tenía muchas ganas de volver a estar con su madre pero el dolor de su corazón la estaban alejando de ellos. Quizás nunca les perdonaría que les hubieran hecho eso a ella y a Marife...
Con nada se te quita el complejo de perro, ¿eh?.- habló Hades, a sus espaldas, quien venía acompañado por Sarah.
Ya me conoces.- musitó ella.
¿Te puedo ayudar en algo, media hermana?
¡Ja! ¿Quién diría que resultaríamos ser parientes?
Yo siempre te vi como una hermana, no me sorprende que realmente lo seas...
Ni te acostumbres, dentro de poco me desapareceré...
No digas esas cosas, Lily, me asustas.- comentó Sarah.- Todos te queremos.
No seas tan terca. Nuestros padres cometieron errores, es cierto, pero entiende también que están deseosos de corregirlos... Dales al menos la oportunidad de intentarlo... .- sugirió Hades.
Lily ya no sabía qué hacer. Ya no tenía deseos de seguir luchando... Hades y Sarah la abrazaron.
Ya, hermanita, ata otra vez a tu demonio interno.- le dijo él.- Ve allá abajo y protagoniza una de tus tan famosas reconciliaciones...
Sí, será muy lindo con la familia aquí reunida.- opinó Sarah.
Pues ya qué... .- gruñó Lily. Pero sonrió.
Por cierto... Quizás no debería de preguntar pero... ¿Qué vas a hacer con Wakabayashi?
No lo sé... Sinceramente no lo sé...
¿Tú lo amas?
Sí...
¿Entonces por qué le dudas? Ve y díselo.
No. Él cree que me acosté con Matsuyama y eso me lo va a recordar el resto de mi vida...
¿TE ACOSTASTE CON MATSUYAMA?.- Hades y Sarah gritaron.
¡Que no! No me acosté con él, nomás nos besamos pero nada más... Y Genzo creyó otra cosa, pero de veras, no dormí con él...
Porque no les dieron oportunidad... .- murmuró Hades. Lily le dio un pisotón.
Hermana, si de verdad amas a Wakabayashi, también deberías de luchar por él.- Sarah controló sus ganas de reírse.- Quizás él sea el amor de tu vida...
Una cosa a la vez.- Lily se hizo a un lado para evitar el golpe de Hades.- Primero vamos a arreglar nuestros problemas familiares...
Lily, Sarah y Hades bajaron. En la sala aun los esperaban el señor Takenoushi, la señora Del Valle y Marife. Esta última abrió sus brazos. Lily corrió hacia ella y las dos gemelas se fundieron en el abrazo del reencuentro.
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En el campamento japonés, los muchachos conversaban sobre los hechos ocurridos.
¡Qué lío el de las hermanas Takenoushi/Del Valle, no?.- opinaba Taki.
Sí pues, un verdadero lío, pero esas chicas son un encanto.- comentó Izawa, feliz porque Sarah había aceptado ser su novia.
Jaja, mira tú, lo dices porque ya conseguiste emparejarte con una de ellas.- se burló Urabe.- Y mexicana, además...
No, te equivocas, Sarah es colombiana.- lo corrigió Izawa.
¿Y cómo es que ella es colombiana si Lily es mexicana?
No sé, pero lo mismo pasa con Marife y su hermano Hades, ella es mexicana y él es argentino...
¡Qué lío!
Sí...
¿Será demasiado tarde para que yo lo intente con alguna?.- preguntó Ishizaki, con ilusión.
Jajaja, pues yo creo que sí, pero de todas maneras dudo mucho que alguna te haga caso... .- Urabe no podía dejar de reírse.
¡Oye!
De cualquier modo, Sarah me contó que Marife y Misaki arreglaron sus problemas.- dijo Izawa.
¿En serio?
Sí. Supe también que ayer Misaki habló con Azumi y le dijo que no quería volver a saber de ella jamás... Él estaba muy enojado, y muy dolido, por lo que ella le hizo...
¡Ah! ¿Entonces Misaki y Azumi terminaron definitivamente?.- inquirió Taki.
Sí, y según sé, ahora él le pidió a Marife que fuera su novia... Ella aceptó, muy feliz, aunque algo comentó de que esperaba que su hermano Hades nunca se enterara porque sino habría problemas... No sé por qué habrá dicho eso... .- Izawa se encogió de hombros.
Jajaja. Pues la verdad, siento algo de lástima por Azumi... .- comentó Ishizaki.
Naaa, ya conoces a Misaki, quizás después se le pase el enojo y le vuelva a hablar... Aunque de segurito a Marife no la va a dejar nunca... Se nota que está enamoradísimo de ella...
¿Y Wakabayashi?.- preguntó Urabe.
¿Y Matsuyama?.- preguntó Taki.
¿Y Lily?.- preguntó Ishizaki.
¿Y Yoshiko?.- preguntó Izawa.
Los cuatro muchachos se miraron unos a otros y se encogieron de hombros.
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Matsuyama se acercó a Wakabayashi con el fin de hacer las paces.
Wakabayashi, tenemos que hablar.- le dijo.
¿Sobre qué?.- preguntó éste, con cara de pocos amigos.
Sobre Lily...
Mira, no me importa, haz lo que quieras.- gruñó Wakabayashi.- Solo hazla feliz y ya, no me vengas a repasarme en la cara el hecho de que ella te haya preferido a ti... Yo me hago a un lado, no me interesa, lo único que quiero es que ella sea feliz...
¿Quieres callarte por una vez y escucharme?.- lo cortó Matsuyama.- Ella no está enamorada de mí, vamos, apenas y le gusto. Lily está más que loca por ti, te ama con todo su corazón, date cuenta de eso...
¿Y si eso es verdad por qué durmió contigo?.- Wakabayashi encaró a Matsuyama.
No seas idiota, entre Lily yo no pasó nada. Tú llegaste justo a tiempo, pero de cualquier manera, aunque tú no nos hubieses interrumpido ella al final me habría detenido. No es la clase de chica que se acueste con cualquiera, como ella no me ama al final me habría rechazado antes de que otra cosa pasara.
¿Es verdad lo que me estás diciendo? ¿No dormiste con ella?.- a Wakabayashi poco le faltó para zarandear a Matsuyama hasta sacarle toda la verdad.
Sí, es la verdad, no dormí con ella. Y ahora, por fin entiendo lo que pasó entre Yoshiko y tú... Y quiero que recuerdes eso, esa vez tú me pediste que no me dejara llevar por lo que vi, porque las cosas no eran lo que aparentaban ser... Ahora yo te digo lo mismo, no te dejes llevar por lo que viste... No cometas mi mismo error, no pierdas a la mujer a quien amas solo por un malentendido.
Wakabayashi no necesitó escuchar más. Sin importar que aun no terminara el entrenamiento, salió del campamento para ir en busca de la única mujer que había conseguido enamorarlo por completo.
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Lily estaba tumbada boca arriba en su cama, pensando. Había logrado superar la barrera del orgullo y consiguió reconciliarse con su familia. Ahora ya tenía una gemela, un medio hermano y un padre verdadero, además de su madre y su querida hermana. Bueno, Alejandro Del Valle seguía siendo su verdadero padre, pero era agradable el poder contar también con Joseph Takenoushi...
Sin embargo, aun quedaba pendiente el tema de su corazón. Ella amaba a Wakabayashi. Al principio, lo consideró un engreído mujeriego y charlatán, pero poco a poco se fue dando cuenta de que Genzo no tenía nada de eso... Era apuesto, inteligente, amable, carismático... Y muy gentil, aun recordaba la manera tan dulce en como él la sacó del puente... Lily estaba perdidamente enamorada de Genzo, pero él jamás volvería a creer en ella... Y sus hermanos no la ayudaban mucho. Marife se había hecho novia de Taro, Hades tenía a Alisse y Sarah se había emparejado con Mamoru... Y ella, ella estaba sola como perro...
De pronto, y sin previo aviso, la puerta de su cuarto se abrió bruscamente y Genzo Wakabayashi entró por ella.
¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste?.- gritó ella.
Genzo no respondió. Se le dejó ir y le dio un beso apasionado en los labios. Lily se quedó sin aliento.
¿Qué rayos crees que haces?.- le reclamó ella, cuando se separaron.- No puedes entra en mi casa así como así y besarme sin previo aviso...
Te amo, Lily Del Valle.- contestó Genzo.- Te amo, y no me importa nada más. Solo sé que quiero estar contigo el resto de mis días y que te haré tan feliz que nunca más tendrás el deseo de querer arrojarte por un puente. (¡Pero existen los barrancos y las ventanas! Jajajaja)
¿Y crees que te va a resultar así de fácil? Me ofendiste, dudaste de mí... .- Lily seguía metida en su terco orgullo.- Ni creas que voy a perdonar el hecho de que no me hayas creído que no dormí con Matsuy...
Lily había hecho el intento de salir de la habitación, pero Genzo la tomó por la cintura, la cargó y se la acomodó en el hombro, cual costal de papas. Ella pataleaba y golpeaba la espalda musculosa y apetecible de Genzo para que éste la soltara, pero él ni se inmutó.
¡Bájame, infeliz! ¿Qué te estás creyendo?.- gritaba ella.- ¡No soy un objeto como para que me trates de esta manera! ¡Ayúdenme! ¡Hades! ¡Sarah! ¡Marife!
Pero sus hermanos ni caso le hicieron. Todo lo contrario, le ayudaron a Wakabayashi en su "secuestro": Sarah los despidió con un "buena suerte", Marife le pegó un post-it en la boca a Lily para que se callara y Hades les abrió la puerta.
Hasta pronto. ¡Y ya no la traigas de regreso!.- gritó Hades, al tiempo que Sarah y Marife se reían de lo lindo.
Genzo abrió la puerta del coche y acomodó su preciada carga en el asiento del copiloto. Lily se arrancó el post-it de la boca.
¡Traidores! ¿Cómo pudieron hacerme esto?.- les gritó a sus hermanos, aunque Genzo ya había encendido el auto.
Condujo hasta una colina que se elevaba sobre el vasto Tokio. Era un sitio retirado y tranquilo, además de hermoso. Las copas de los árboles se movían con el viento, y los cerezos estaban en flor... Era un sitio realmente romántico...
Wakabayashi volvió a cargar a Lily y la tumbó boca arriba sobre la fresca hierba. En seguida, él se recostó sobre ella.
Ahora así, nada ni nadie te va a poder arrancar de mis brazos. Voy a besarte tanto que mis labios se borrarán... .- le susurró Genzo a Lily, al oído, para después besarla apasionadamente.
Eres un aprovechado.- susurró Lily, sin aliento, cuando el beso terminó.- Abusas porque sabes que no me puedo defender...
¿Tú no te puedes defender? Jaja, eso sí que es nuevo para mí... Eres la mujer más...
Sí, ya sé, soy la mujer más fiera que conoces.- lo interrumpió Lily.- Pero ni que no supieras que cuando estoy contigo pierdo todas mis defensas, me derrito como mantequilla en sartén...
¿Y eso a qué se debe?
¿Me vas a obligar a que te lo diga con todas sus palabras, letras, vocales y consonantes?
Sí, quiero escucharlo de tus labios...
Grr... .- gruñó ella.- Bien que sabes que te amo con locura, Genzo Wakabayashi. Por eso no me puedo defender cuando estoy contigo...
Eso era lo que quería escuchar.- murmuró Genzo, con sus labios a escasos centímetros de los de ella.- Yo te amo tanto, tanto... Ni te imaginas cuánto, Lily Del Valle...
Genzo volvió a besar a Lily, para segundos después fundirse con ella en un abrazo que los llevaría a los confines más remotos y deliciosos del amor...
