Nota: los elfos tan queridos son de la fabulosa creación del profesor Tolkien, ya saben como me gusta decir eso una y otra vez, pero no es por dar lata sino para evitar posibles demandas. Gracias a los que todavía leen esta historia que ya está apunto de terminar.
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Porque los elfos no deben volar 10
Debemos decir que las noticias de un segundo juicio a los hijos de Feanor no pasan desapercibidas, por lo que en esta ocasión especial se pudo ver en la ciudad de los vanyar a muchos de los ilustres elfos que alguna vez vivieron en la Tierra Media, entre los que podemos citar a Fingolfin, Thingol, Oropher, Turgon, Erenion, Aegnor, Angrod, Argon, Irisse, Finduilas, Gwindor, Beleg, sólo por citar a algunos.
Una vez que los valar con la renuente ayuda de Eonwe y Osse lograran pacificar a los elfos en la plaza al pie de la torre de Manwe, prosiguieron con el juicio a los hijos de Feanor. Juicio donde Galadriel acusó a los hijos de Feanor de organizar otra rebelión en contra de los valar.
Por eso es necesario que los hijos del Espíritu de Fuego sean enviados de vuelta con Mandos para que su maldad no dañe la tierra bendecida.
Maedhros sólo bostezo para disgusto de Nerwen.
-Pero todavía no nos has dicho que hemos hecho –dijo Maglor.
-Ustedes están tratando de arrebatarle el Silmaril a Earendil.
-nada más alejado de la verdad –rió Maedhros al escuchar los cargos en su contra
-yo probaré que mis palabras son correctas –dijo Galadriel –porque vi en mi espejo que son esas sus intenciones.
Los elfos comenzaron a murmurar entre ellos, mientras que los valar miraban atentos los rostros inamovibles de los hijos del Espíritu de Fuego.
-interesante teoría –dijo Maedhros –y como piensas que vamos a hacer eso?
-porque sé que han estado elucubrando un aparato que sea capaz de surcar los cielos para llegar hasta el marino para quitarle el Silmaril.
Un silencio sepulcral invadió la plaza hasta que una risa comenzó.
-ja ja ja ja! Estos Noldor dicen las cosas más absurdas –dijo Oropher –siempre supe que Galadriel estaba loca, la verdad que no entendí como fue que un pariente mío terminó casándose con ella.
-enserio Nerwen –dijo Elu Thingol –no pensarás que vamos a creer semejante invento.
-no ha habido ni habrá algo que permita que los elfos volemos por los aires como aves –dijo Fingolfin.
Las risas continuaron, era obvio que lo que decía Galadriel no tenía ningún sentido para los elfos que jamás imaginaron que algo así fuera posible. Por su parte Nerwen que no esperaba esta reacción se puso roja por la impotencia.
-Pero es verdad –dijo Legolas en medio de las risas –yo volé.
-lo sabemos Legolas –le dijo Fingon –pero en este momento es mejor que guardes silencio.
Mientras los valar miraban algo sorprendidos el comportamiento de los elfos.
-Si lo que te proponías era convertirte en el hazmerreír de Valinor creo que lo lograste –dijo Lorien –haces muy buen trabajo, pero por que tenías que llamarnos a nosotros?
-Es que quiere compartir las risas de los elfos con nosotros –dijo Este.
-Sabes que Galadriel siempre pensó en nosotros –Nienna habló –quiere que nos regocijemos con la risa de los elfos, eso me enternece hasta las lágrimas.
-eso está muy bien, pero tenía que llamarnos a todos –Orome se levantó –no es que sea desagradecido, pero tengo cosas que hacer.
-lo mismo digo –dijo Aulë imitando a Orome -y como no hay pruebas en contra de los hijos de Feanor, será mejor desestimar las acusaciones y volver a nuestras rutinas
Los valar uno a uno se levantaron dispuestos a marcharse.
-Pero por que no me creen, es verdad! –Galadriel agarró a Tulkas de la túnica para que se quede a escuchar sus reclamos –esperen un momento, todavía no he terminado!
-Pero pequeña –dijo Tulkas dándole palmaditas en la cabeza a Galadriel como si se tratara de Huan –tus bromas son muy buenas, pero tenemos trabajo que hacer.
-miren allá en el cielo –dijo Haldir de Lorien
-Es un ave –dijo Gil Galad
-Es Thorondor –dijo Tuor
-no! –dijo Gelmir
-Es Amras! –dijeron los hijos de Feanor.
-se los dije! –saltó Galadriel al centro de la plaza con el cabello despeinado –y no me quisieron creer, ya ven que yo no estoy loca!
Celeborn y Finrod intercambiaron miradas, y es que Galadriel se puso a saltar y bailar su presunta victoria sobre los hijos de Feanor como lo había hecho en una ocasión Gollum al recuperar el anillo.
-siempre pasa cuando usas un anillo mucho tiempo –dijo Celebrimbor sacudiendo la cabeza –por eso dejé de hacer anillos mágicos.
-que bueno que me advertiste a tiempo –dijo Erenion –no me gustaría verme así en público.
Los elfos miraban el cielo boquiabiertos inmóviles, hasta que el aparato comenzó a descender rápidamente en dirección hacia la concurrida plaza, y como consecuencia de esto casi todos los elfos salieron corriendo para no ser golpeados por lo que describieron como un ave mecánica.
Pero no todos salieron despavoridos, Artanis que seguía bailando en medio de la plaza y ni cuenta se dio, sólo momentos antes de que la máquina estuviera a punto de golpearla, que de no haber sido por la rápida intervención de Celegorm, estaría ahora acompañando a su tío favorito en Mandos.
-Mi blanco vestido! Está arruinado!
-de nada prima Nerwen –dijo Celegorm –supongo que ahora ya no podremos llamarte dama blanca.
-dama marrón sería lo más apropiado –dijo Caranthir
-creo que Radagast se opondría –dijo Curufin.
-no es el momento de hacer bromas –los reprendió Maglor –ahora Artanis tiene pruebas en nuestra contra.
-Lo que no me gusta nada –dijo Maedhros –cómo fue que Amras se enteró del juicio? Amrod, tú sabes algo.
-No quería que Ambarussa se preocupara –dijo Amrod.
Por eso me pediste que te hiciera un pequeño Palantir tío Pityo? –Celebrimbor preguntó.
-Así que era eso –dijo Maglor –ya me parecía que estuvieras demasiado tiempo tranquilo lejos de Telvo.
-Un pequeño Palantir, que interesante –dijo Gil Galad –Puedes hacer uno para mí?
-No, Erenion –dijo Fingon –no hasta el día de tu aniversario.
-No nos estamos saliendo del tema? –reclamó Caranthir –Todavía estamos en problemas.
-Los valar nos están mirando fijamente –dijo Curufin
-tendremos que inventar algo para salirnos de esta –dijo Celegorm.
-y algo bueno –dijo Maedhros.
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