alex black bird: El premio es para Alex Black Bird! Un montón de besos y abrazos por entender uno de los chistes más malos de la historia.

Boni: Hola, bonita¿cómo estás? Me alegra ver que no te cansaste. Me tendrás que perdonar pero no te entiendo. ¿De qué Oli estamos hablando¿Y qué pareja¿Pareja¿Estás segura de que no me mandaste un review para otra historia? Muy confundida pero con cariño, Guada.

Nerwen: Bueno, con un ojo verde y el otro azulado. De verdad, se supone que eso es un chiste. Se supone.

Erione¡Gracias! Lo único que no entiendo es eso de la coherencia. ¿Coherencia, yo?

Nota importante de la autora:

Bueno, la verdad, he tardado más de lo que pretendía en escribir. Me está costando mucho, porque tengo un miedito interno de errar el tiro y apuntar para un lado al que no quiero llegar.

Espero que se note que esta historia no quiere tirar la piedra y esconder la mano. Somos todos culpables y todos nos reímos juntos.

Yo creo que la fanfiction no es nada más que la expresión escrita de lo que uno se imagina a raíz del trabajo de un artista. Nada más.

Así, todos tenemos derecho a escribir lo que sea, porque fanfiction es eso: lo que querría haber hecho si hubiera estado allí, o lo que me gustaría que hubiera pasado. Yo respeto lo que otros escriben, y me parece que este es un género en el que vale todo, porque estamos aprendiendo.

En fin, esto es tan sólo un poco de humor autocrítico, donde todos tratamos de mejorar y nos reímos de nosotros mismos.

Esta historia no es una patada para quien escribe mal, si no un guiño de ojos para que tratemos de evitar algunas de estas cosas. Y también es para que los lectores seamos honestos a la hora de criticar. Por ejemplo, hay muchas cosas que se dicen de las Mary Sues. Pero lo que pocos pueden hacer bien es distinguir una heroína de una Mary Sue. Casi todas las protagonistas femeninas de las que no se dice que son feas son confundidas con Mary Sues. Y eso también está mal.

Ah. Si leyeron El Señor de Los Anillos, van a ver un pequeño guiño de ojos al Profesor Tolkien. Adivinen cuál es.

Un personaje Canon, una Mary Sue y tres personajes volubles y dominados por diversos autores de fanfictions emprendieron, entonces, la búsqueda de la Momia. No tenían demasiada idea de cómo ni dónde podrían encontrar a tan misterioso personaje, y, antes de terminar el tercer día de la primera proyección del video, deseaban obtener noticias, por insignificantes que fueran.

Ron estaba en su etapa Adolescente!Tan!Inmaduro!Que!Dan!Ganas!De!Pegarle! (o Inmaduro, para abreviar); y Hermione, en pleno apogeo de Histérica!Hermione, no hacía más que pelearse con él. Harry aún no salía de su etapa Llorón, pero presentaba destellos de Héroe!Trágico, y a veces de Showman!Harry. Sólo Ginny se comportaba casi normalmente, y Mary Sue, que no hacía más que ser una tranquila y relajada Mary Sue.

¡Es cuuuuuulpa de los Slytherins!- gritó Ron.

¿Y dónde hay un Slyhterin por aquí?- bramó Hermione.

¡Ahora que te casaste con un Slytherin los defiendes¡Hiciste lo mismo con Krum, de repente te llevabas bien con los Durmstrang y…!

¡EXACTO¡Estoy casada, y no tienes derecho a reclamar porque eres mi AMANTE!- Cabe mencionar que esta interesante conversación, en pleno camino al Caldero Chorreante, llamó ligeramente la atención de los transeúntes. Ginny y Mary Sue tuvieron la decencia de enrojecer, pero Harry, demasiado concentrado en despeinarse frente a una vidriera, ni se inmutó.

Si mamá supiera…-masculló Ginny.

Mary Sue la miró comprensiva.

No creo que lo sepa.- observó, tratando de tranquilizarla.

Ah, no, yo tampoco. Pierde cuidado.- repuso Ginnny.- Lo que pasa es que uno se olvida de que no están… en su Canon. Y es tan molesto oírlos decir… todas esas… estupideces.

¡Y ni siquiera sé qué te ví!- aulló Hermione, y unas mujeres que pasaban aplaudieron apreciativamente. Se oyó un "¡Bien por ti!", y Harry, pensando que esos elogios eran para él, sonreía y saludaba.

Por ejemplo, eso. Ron y Hermione, y también Harry, están demasiado ocupados para tener una vida sexual azarosa. No sé porqué piensan que… ¡además, somos jóvenes magos de la década del '90!- Ginny miró seriamente a su blonda compañera.- No somos mocosos hormonales del siglo XXI. Si lo piensas, tiene sentido. Fíjate, los muggles de las últimas generaciones han sido muy… hormonales, porque han sido sobreexpuestos a estímulos a través de la televisión, la literatura y la publicidad. Nosotros no compartimos su cultura, vivimos casi un 70 más; es obvio que nuestro rango de iniciación sexual será un poco más tardío. ¿Además, porqué tienen que convertir a Hogwarts en Beverly Hills, o en Scream, o en, Merlín me perdone, Dawson's Creek? Ah, olvídalo. Ya sé que no puedes responder.

Mary Sue, como buena Mary Sue que era, siempre respondía de la manera más adecuada para cada situación. De modo que, manteniendo esa cara de interés imparcial que hace que los demás se sientan cómodos para hablar, miró a Ginny con una mirada de simpatía y prosiguió el camino en silencio. Eso es una Mary Sue.

¡Y yó qué¡A ver si alguna vez te preocupaste de veras por mí!- seguía Hermione.- ¡Nunca, nunca consigo que me apoyes en algo¡Siempre te parece que lo que yo hago es una idiotez, como la PEDDO!

El pobre Ron parecía haberse transformado en Dominado!Ron, y Hermione, peligrosamente cercana a la Señora Weasley, le estaba restregando su falta de moral en la cara. Ginny hubiera preferido que discutieran sus problemas de alcoba por la calle antes de ver esta imitación errónea de sus padres. Tantos autores de Fanfictions pensaban que Ron y Hermione terminarían como los Weasleys que daba asco.

Ginny ojeó a Harry y pudo verlo mirándose en las vidrieras y canturreando levemente. La pelirroja revoleó los ojos y miró a su compañera, buscando aprobación.

¿Ves?

Me temo que sí.- suspiró Mary Sue Hamilton, cambiando la larga trenza de hombro. Miró a Ginny con expresión pensativa, con el ojo verde oscuro y el ojo celeste clarísimo; y a Ginny le dio, como siempre, una impresión rara. Le daba un toque asimétrico a su rostro, pero como tenía ojos pequeños y gatunos, no se le notaba. Típico de Mary Sue.

De repente, un silencio se apoderó del grupo. Las dos compañeras se miraron aterradas, y se dieron vuelta, muy lentamente. Ron iba ¡llorando! por lo bajo; Hermione caminaba con paso maníaco, y Harry caminaba muy erguido.

¿Qué pasa?- preguntó Ginny violentamente.

¡PUES PREGÚNTALE TÚ!- bramó Hermione.

No me grites.- dijo secamente Ginny.- Me vas a tratar con respeto porque ahora yo soy la más responsable de este grupo.

¡TE GRITO TOOOOOODO LO QUE QUIERO PORQUE TE QUIERO GRITAR Y PUUUUUUUUUNTO!

No. No me gritas porque yo demando que no lo hagas.- respondió, más tranquila, Ginny.

¡ESTÁ BIEN!

Después de este pequeño paréntesis, hubo un silencio, y nuestra Mary Sue carraspeó para romper el silencio.

Lo que pasa es que Hermione le dijo que no es buen amante.- decidió intervenir Harry.

¡Argh! Chicos, no vengan con esto. Hermione, tú no eres así.- protestó Ginny.

En ese momento, hubo un ruido como de explosión.

¡Es Porry Hatter!- exclamó Harry, desde el piso.

¡QUIÉN!- aullaron las chicas, con las manos en la cabeza, y en cuatro patas.

¡Porry HATTER; el que nos vende MARIHUANA!- bramó Ron, rodando para evitar un escombro.

¿NO PODRÍAS GRITAR MÁS ALTO¡CREO QUE HAY UN OFICIAL DE NARCOTRÁFICO QUE NO TE OYÓ EN TIMBUKTÚ!-saltó Hermione, totalmente histérica.

¡NO HAY DROGAS MUGGLES EN LA COMUNIDAD MÁGICA, DEMONIOS!1 - estalló Ginny.

¡DEJEN DE GRITAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAR!- clamó Harry, con lágrimas en los ojos.

El silencio se apoderó de todos. Pero poco tuvo que ver con el exabrupto de Harry. Porque en ese momento, un par de pies enfundados en zapatos amarillos se detuvieron a centímetros de la nariz de Hermione.

Los ojos de la muchacha subieron lentamente.

Continuaban esos pies unos pantalones azul eléctrico. Más allá de los pantalones, un buzo gris y un rostro decididamente familiar. Tenía ojos verdes y nariz recta, y un sombrero de cowboy rojo, bajo el cual una mata de rulos negros le llegaba hasta los hombros. El conjunto le daba aspecto de cantante de música tropical.

Hola.- dijo el extraño.

Hola.- dijo Hermione, poniéndose de pie, y sacudiéndose el polvo.

Lamento este inconveniente.- se disculpó el hombre, haciendo un gesto con la mano abarcando la esquina, la calle… la manzana… en sí, toda la zona afectada por la explosión.

No hay problema, - tosió Ginny, limpiándose la tierra de los ojos.

Estaba… haciendo unos ciertos… experimentos… con…- comentó el joven, mirando distraído un escombro que parecía la cara de Judi Dench.- y… ah, Harry, Ron. ¿Cómo les va? Siguen en la escuela.

Sí.- respondió Ron, tratando de sacarse una basurita del ojo.- Chicas, éste es Porry Hatter. Porry, estas son Ginny, Mary Sue y Hermione.

Hola, chicas.- dijo Porry con una sonrisa momentánea, desganada.

Hola.- murmuraron ellas, a destiempo, con diferentes grados de descontento, y en el caso de la blonda, indiferencia.

¿Vienen a por el pedido? Porque aún no me han enviado…-comenzó Porry.

¡No!- interrumpió Ron, tratando de evitar nuevos encontronazos con Hermione.

Estábamos de paso, simplemente…- dijo Ron, mirando los edificios destruídos con intriga.

Estamos buscando a una persona.- se le adelantó Ginny, con decisión.- No sabíamos por dónde empezar, y nos dirigíamos al Caldero Chorreante.

El muchacho la examinó, impasible.

No conozco a todo el mundo.- expresó, con cautela.

No. Por supuesto que no.- Ginny sonrió amargamente.- Pero tal vez sí conozcas a esta persona.

Porry miró hacia otro lado. Mary Sue vio que se movía con una tensión ligera, levísima, que antes no tenía. Por alguna razón, estaba nervioso.

Oye.-dijo la rubia, sin demasiados deseos de intervenir.- Realmente necesitamos que nos ayudes.

Y, ya sabes. Hoy por ti, mañana por mí. Cuentas con nosotros.- Ginny tenía desasosiego en la mirada, y Porry casi dejó que el impulso de seguirla lo dominara.

Hoy por ti, mañana por mí. Eso me dirán después de hablar con ustedes.- dijo, sombrío el joven. Suspiró.- La Momia es peligrosa. Espero, y más les vale, que no la hagan enojar ni me mencionen.

¿Vas a decirme en dónde está?- preguntó Ginny. El joven se envalentonó sólo de verle la expresión ilusionada. Pero no podía hablar.

No.

Los amigos se sintieron desalentados.

Estamos en un aprieto muy grave. La verdad es esa. No podemos decirte qué es lo que nos pasa. Pero… no vamos a hacer nada. Son sólo… negocios.- explicó Ron.

Serán negocios muy urgentes.- observó el otro, arreglándose el sombrero.

Sí, lo son.- dijo Hermione.

Hay vidas en juego.- aparentemente Harry no había podido resistir la oportunidad de introducir una frase heroica en la conversación.

Mira,- dijo Porry, ignorándolos y mirando a Ginny. Sacó un lápiz del bolsillo.- Tengo un par de nombres. ¿Tienen papel?

Los ojos de la gente dicen muchas cosas. Son como ventanas.

Cuando dos lámparas de agradecimiento se prendieron detrás de las pupilas de Ginny Weasley, Porry Hatter se sintió sumamente recompensado.

"Laureey Maharthie,

Meaceachrean,

Padaboof. -

Lazy Buldine. (En Capot)

Meyra,

Camilla

Ashley, (las chicas de Plaf Boureau)

Virhinia W."

Mientras nuestros cinco amigos se acurrucaban en una mesa del Caldero Chorreante, la lista les resultaba un dolor de muelas. No entendían nada; los nombres no les sonaban, y las posibilidades parecían achicarse a cada minuto. Pero, mientras el reloj marcaba las diez y una cerveza de manteca los reconfortaba, a duras penas podían sentirse demasiado desanimados.

Bueno, nos vemos. Perdonen por la flojera de este capítulo.

1 Si bien las apariciones de Mundungus Fletcher en La Orden del Fénix parecen indicar lo contrario, es bastante probable que lo que dice Ginny sea cierto. Me late que lo que hay en la pipa de Mundungus es puramente mágico, y no una mezcla rara de plantas, como algunos me han dicho.