Título: Peneth Nin (Pequeño mío)

Clasificación: AU (Alternate Universe) no todo lo que paso en los libros sucedió igual aquí.

Advertencia: Contiene SLASH es decir, relación hombre / hombre, mas bien hombre / elfo, mención a MPGRE (varón embarazado) Si no te gusta tal tipo de género, favor de buscar otro mas apropiado a tu gusto. No sé si iré aumentando este fic conforme crece Auril, pues quiero que llegue a cierta edad, jejeje… Todo depende del grado de inspiración, por eso no he puesto "TBC"…

Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a J.R.R. Tolkien y/o NewLine Cinema. Escrito sin fines de lucro, no ganaría nada ni pretendo ganarlo así que nada de demandas por favor.

Si hay errores en los guiones, se debe Fanfiction no a mi. snif.

CAP.4. DECISIONES

Aragorn hablaba con Legolas, sentados ambos sobre una manta azul observaban como Auril jugaba con otros niños, o al menos lo intentaba. Habían acompañado a la guardia de Auril para que pudiera jugar en el bosque cercano con otros niños de su edad. Auril contaba con ocho años élficos ya. Siete en edad de humanos.

Tenía pocos amigos, y a algunos ya no les importaba el hecho de que sus orejas fueran distintas, pero poco a poco se diferenciaba entre los demás por sus aptitudes. Corría más rápido, saltaba más alto, subía con facilidad a los árboles y podía andar sobre las ramas sin temor a que se quebraran, además, de las pocas veces que llegaba a caer, siempre caía de pie y sin daño alguno.

Los niños al principio que admiraban esas habilidades con el paso del tiempo, cuando se percataron que siempre sería el mejor dejaron de aplaudirle. Auril trataba de tranquilizarse, y se inclinaba a observar como hacían una rueda los demás, para armar el plan de batalla entre los dos nuevos bandos de 3 niños, Auril sería el vigía de uno de ellos.

Legolas mordía una manzana y no apartaba su mirada de Auril, sus expresiones, su caminar, su necesidad de ser aceptado entre niños que no entendían completamente como es que podía hacer todo eso sin romperse un hueso en el intento.

Entre tanto Aragorn, a su vez, observaba como Legolas miraba a su hijo, algo pasaba por la cabeza de ese elfo, y Aragorn temía que fuera lo que hace tiempo su esposo le había comentado sin pensarlo. "Auril necesita disfrutar su niñez con sus iguales". El rey no había puesto mucha atención a ello, pero ahora, cada vez que observaba como su hijo se desempeñaba con los demás, lo comprendía, pero no quería aceptarlo.

Enseñarles que ser diferente no es malo

¿Qué dices? – preguntó Aragorn al no entender a lo que se refería Legolas.

Legolas había pensado en voz alta, agito un poco la cabeza y siguió observando a su hijo mientras terminaba su manzana. Aragorn acerco un poco más su nariz al cuello del elfo para respirar su suave aroma, lo que hizo que Legolas sonriera e inclinara un poco su cabeza al lado del intruso.

¿Qué piensas, Legolas?

Nada, sólo miraba a Auril… Aragorn, aquí están los niños

Están ocupados, además no estoy haciendo nada indebido. – respondió el rey hundiendo más su nariz hasta que sus labios rozaron tentadoramente la piel del cuello.

Aragorn…

¡Auril¡Así no cuenta¡Haces trampa! – chilló un niño enfadado

Aragorn se apartó y observó a los niños discutir. Auril había trepado a un árbol en cuanto le dijeron lo que tenía que hacer para vigilar su campamento. Por campamento, se entendía el enorme tronco caído detrás del cual los niños se escondían empuñando pequeñas varas como espadas.

¡No hice nada malo! – exclamó Auril mientras bajaba del árbol.

¡Sí lo hiciste! Trepaste hasta donde no te pudimos ver y nos lanzaste hojas.

¡Era un ataque! – defendió uno del grupo de Auril

Así no vale, él puede moverse sin hacer ruido, nosotros apenas trepábamos. – argumentó el jefe gordito del grupo atacado

Auril está en nuestro equipo – señaló el jefecito de Auril

¡Es un elfo! Medio elfo o lo que sea… ¡Nosotros no tenemos uno!

¡Ustedes son orcos!

¡No somos orcos!

¡Sí lo son¡Por eso no tienen elfos!

¡Es injusto! Nosotros no podemos trepar tan alto ni tan rápido.

¡No es mi culpa! Yo estoy con ellos, yo soy el vigía y me dijeron que atacara si los veía - dijo Auril en cuanto llego al suelo de un brinco.

¡Así no juego! – dijo el jefe ofendido cruzándose de brazos y alejándose del grupo para manifestar su descontento. Su tropa le siguió del mismo modo.

¡Esperen! – gritaron los niños del otro bando – Auril ya no estará con nosotros, podemos seguir jugando.

Los niños que se retiraban se detuvieron un momento hasta que los demás los alcanzaron, voltearon rápidamente a donde estaban sentados los soberanos que les miraban y se echaron a correr asustados. El rostro de Aragorn no era nada amigable, en cambio Legolas estaba preocupado. Auril pasaba a un lado de ellos, rumbo a su caballo visiblemente enfadado. Su escolta lo siguió a pesar de que Legolas lo había llamado.

Déjalo, está enfadado. Ya se le pasara.

Lo sé… pero no debería ser así, no debería de pasar así su niñez.

Legolas.

Vamos, recojamos esto y sigámoslo.

Aragorn no dijo más, con una seña ordeno que recogieran los víveres y partieron.

Al llegar Auril se había lavado la cara y las manos como su ada le había enseñado y tomaba un poco de pan con miel y un vaso de leche en la cocina.

Auril

Auril miraba el frasco de miel pensativo. Le gustaba la abejita que la hija de la cocinera había puesto en él, no parecía abeja.

Auril

Ada…

Legolas se sentó a su lado.

¿Está fresca la leche?

Sí¿quieres un poco? – ofreció Auril

Por favor.

Con las dos manos Auril tomo la jarra de leche a su lado y se la paso a su ada. A pesar de ser medio elfo, aun su fuerza no era tan grande como las de los elfitos de su edad. Pequeñas ventajas y desventajas de ser medio elfo.

El príncipe se sirvió un poco de leche en vaso que le presentó su hijo. Sonrió al ver el cabello rubio de Auril llegarle a penas al hombro. Se lo había soltado después de lavarse la cara. Había algunas hojas aún en el y las retiro cuidadosamente.

Esos niños no saben nada de elfos¿verdad?

Auril se encogió de hombros, no quería acordarse de ellos y dio una mordida a su pedazo de pan con enojo.

Tal vez debería enseñarles un poco lo bueno que somos.

Eso ya lo saben, ada. Por eso no quieren que juegue con ellos.

¡Oh, Auril, no digas eso!

Dicen que hago trampa, y no es cierto.

Lo sé. Tal vez… tal vez no son los niños correctos…

¿Por qué lo dices, ada¿Hay otros?

Sí, pero…

¿Dónde¿Son elfos?

Bueno, Auril, tal vez ya es tiempo de…

Aragorn entro a la cocina y su rostro se alegro al ver a sus dos elfos en la cocina, con leche en los labios. En Auril se veía sumamente tierno, en Legolas sumamente excitante.

¡Los estaba buscando!

¡Papá! Ada dice que hay otros niños¿puedo jugar con ellos?

A menos que sea en el futuro… - sonrió Aragorn situándose detrás de Legolas apoyando sus grandes manos sobre hombros.

Legolas sintió el peso de sus manos y de sus palabras.

No, no están en el futuro papá… ¿verdad ada¡Están aquí!

Auril… creo que primero debo hablar con tu padre.

¿Pero podré conocerlos¿Sí ada?- dijo Auril entusiasmado

Ya veremos peneth, ahora termina tu leche y ve a desmontar a tu caballo como se debe hacer.

Ya voy…

A regañadientes Auril termino su pan y su leche, una sola mordida y un solo trago bastaron. Salió por la puerta que daba al patio a llevar a su caballo al establo.

Aragorn masajeaba los hombros de Legolas, mientras este dejaba caer su cabeza hacia atrás disfrutándolo.

¿Qué es lo que decías de elfitos, Legolas¿Cuándo es que los traerás?

Nada, yo no dije nada de elfitos… Aunque sí…

¿Y cuando empezamos a hacerlos?

Me refiero a elfos de la edad de Auril, Aragorn

Mmm… pues esos no hay aquí, están sus primos y …

Muy lejos, y Lorién queda más cerca.

¿Quieres hacer una visita?

Aragorn… - dijo Legolas tomando de la mano a su esposo

¿Sí?

Quiero vivir un tiempo allá.

Aragorn no esperaba esa respuesta. Rápidamente se sentó a su lado.

¿Cómo es que quieres vivir allá¿Qué¿No estás a gusto aquí? – Aragorn dejaba salir su impaciencia.

No, Aragorn, no es eso, lo digo por Auril. – afirmó Legolas apretando cariñosamente la mano de su esposo para tranquilizarlo, conocía el carácter del rey muy bien.

¿No te basta con una visita¿Por qué no Mirkwood?

Aragorn escucha…

Si allá está tu familia – señalo con el dedo hacia la puerta - , no hay nadie en Lorien para que Auril conviva con ellos, nadie. No sé por que quieres ir allá. ¿No te gusta Gondor¿No estás a gusto aquí?

Sí, Aragorn yo amo Gondor casi tanto como mi hogar en Mirkwood, pero no hay aquí elfos para que Auril comprenda su raza.

Pero no hay necesidad de mudarse allá, no es mi reino y no quiero que lo sea ni mío, ni tuyo ni de Auril.

Aragorn, no quiero que Auril tenga recuerdos tristes de su niñez. Es un elfito muy sensible.

¡Todos los elfos son sensibles!

Aragorn se puso de pie enfadado, no podía dejar que Auril se fuera a Lorien, y mucho menos Legolas, aunque no hubiera nadie en Lorien, no dejaba de sentir celos del pasado. ¿Por qué Lorien¿Por que lo habría preferido a su propio hogar o Rivendell?

El rey salió de la cocina y Legolas detrás de él. Aragorn subió las escaleras rumbo a su habitación, donde no hubiera testigos que escucharan sus secretos.

Ya en la habitación, Aragorn entro seguido de Legolas quien echó llave a la puerta.

No te enfades, Aragorn. Déjame explicarte.

¿Ya no me amas¿Por eso inventas esa excusa? – preguntó Aragorn herido con los brazos cruzados y un ceño fruncido

¿Amarte? Claro que te amo, nunca dudes de eso…

Legolas se acercó a Aragorn y le rodeo el cuello con sus brazos para besarlo, Aragorn, a pesar de que al principio se resistía, no pudo dominarse al sentir ese cuerpo tan cerca y le aferro con fuerza de la cintura.

Sabes a leche, gatito mío.

Miaw – dijo el príncipe mientras se pasaba la punta de la lengua por los labios, lo que incitó más a Aragorn a volverle a besar.

Una cosa llevo a otra, y entre tantos besos y caricias terminaron en la cama desnudos haciendo el amor.

Aragorn no te duermas¡es plena tarde!

Estoy muy a gusto aquí.

Aragorn sentía las frescas sábanas acariciar su piel y un elfo entre sus brazos, era todo lo que podía pedir en ese momento.

Tenemos que hablar. – dijo Legolas

No, Legolas, ya te lo dije. No irán a Lorien, más que para una visita, breve visita.

Auril necesita conocer a su gente de cerca, necesita saber que no es nada malo ser un elfo.

Tú eres un elfo, y no estás mal aquí.

Pero yo crecí entre elfos, yo me eduque y tengo orgullo por mi raza y gente. No me afectan los pensamientos o críticas de los demás. Pero Auril no tiene esos fundamentos. Auril es una mezcla de ambos, no se identifica con ninguno de ellos.

¿Por qué de elfos sí?

Los elfos tendemos a aceptar a las personas como son. Elrond te aceptó a ti.

No quiero que nadie acepte a mi hijo más que tú y yo.

Aragorn…

El rey escondió su rostro en el cuello del elfo, ese lugar que tanto le gustaba para refugiarse y sentirse tranquilo y a salvo.

No quiero que se vayan, yo iré con ustedes.

Eso sería una visita, Auril necesita tiempo para estudiar, amoldarse a los elfos, tomar un poco de ese mundo que desconoce.

Tú le enseñas¿no es cierto?

Sí, pero escuchar mis palabras no es lo mismo que vivirlas.

Pero Legolas…

Legolas se volvió para darle la cara a Aragorn y sonreírle para luego besarlo.

Sólo será un tiempo, Aragorn

¿De cuánto tiempo estamos hablando?

Un año…

¿Un año¡Yo no puedo estar tanto tiempo lejos de Gondor!

Lo sé. Por eso dije Lorién, por que podrías hacernos visitas de vez en cuando ya que está más cerca, podrás ver como Auril se desarrolla entre los suyos.

Él también es medio humano, recuérdalo.

Lo sé, pero aún no lo aceptan por sus orejas, sus habilidades…

Yo no tengo problema con tus orejitas ni habilidades elfito… - complementó Aragorn coquetamente.

Legolas se ruborizó.

Estoy hablando en serio Aragorn. Auril y yo iremos a Lorien.

No me gusta Lorien.

¿Por qué? Ya no está… Arwen allí. – dijo Legolas tratando de no mencionar a alguien que pudiera enfadar más a Aragorn.

Tú sabes a que me refiero.

Pero…

Nunca se encontró su cuerpo.

¿Y crees que esté allí¿Después de tanto tiempo y no aparecer¿Ni una palabra de él?

¿Ya te habría escrito, no es cierto?

Tu sabes que yo tenía noticias de él y…

No me gusta Lorien. – repitió Aragorn.

Entonces iremos a Mirkwood, pero no podrás hacernos muchas visitas y el viaje es largo y cansado, además de los peligros que…

Aragorn apretó a Legolas entre sus brazos y lo volvió a besar.

No quiero separarnos nuevamente.

Sólo será un tiempo…

No quiero perderlos…

No nos perderás, estaremos allí para ti.

Deben de estar aquí, no allá. Por favor, Legolas, no insistas.

Pero Auril…

No quería admitirlo, pero Aragorn tenía miedo de perderlos nuevamente, de que Legolas y Auril se sintieran más a gusto allá y no quisieran regresar a encerrarse entre los blancos y fríos muros de Gondor. De que Legolas estuviera tan cerca del lugar donde convivió con él. De que Auril se identificara demasiado con los elfos, olvidándose su naturaleza de humano.

No quiero estar sin ustedes, no lo soportaría, es demasiado tiempo¿por qué no una visita?

No podría ver muchas de las festividades y costumbres de los elfos, y en un año, recorrería todas.

Yo seré quien sufriré lo peor, ustedes estarán juntos, pero yo…

A Legolas también le dolía, era por el bien de Auril, por mejorar su autoestima y reconocer sus raíces, pero no por eso dejaba de experimentar el miedo de dejar solo a Aragorn. Solo sin nadie que le proporcionara consejo, que aliviara sus angustias y reconfortara en las noches. Quien le amaba cada noche como si fuera la primera y la última. Si estando a su lado había pasado lo que había pasado, ahora sin él cerca… No quería ni suponerlo. Sería una prueba para ambos, y si Aragorn le fallaba, sería su culpa por sugerir semejante cambio, pero si Auril no crecía como debía en cuerpo y mente a un futuro rey, sería mucho peor y un acto egoísta de su parte.

Amor… - dijo Legolas con mucho cariño mientras acariciaba la ceja izquierda de su esposo

No quiero… - refunfuño Aragorn

Te diré algo…

No.

Esto nos servirá, será difícil, una prueba para ambos pero nos ayudara a crecer como pareja…

¿Aún no confías en dejarme solo, Legolas?

Eso es un parte, pero no se debe a que no confíe, sino que te voy a extrañar mucho, ambos, Auril y yo.

Ya lo dices como si fuera un hecho, y No lo es. – reafirmó Aragorn.

Cuando pase un año, nuestro amor será más fuerte, yo te amare como siempre lo he hecho y si es posible más.

Legolas, no…

Y si tu me amas igual, si aún…

Legolas…

Podremos… podremos… aumentar la familia como tanto deseas.

Legolas decía verdad, no lo había previsto hasta que lo dijo, pero sería una fuerte prueba para ambos, reafirmaría su amor al rápido paso de un año. Y él, tanto como Aragorn, deseaba darle un hermanito a Auril, aunque no lo quisiera reconocer ante su esposo.

Aragorn se mostró asombrado que se irguió para sentarse en la cama y dominar al su esposo con la vista.

¡A eso señor mío, se le llama Chantaje!

No es cierto Aragorn, yo no lo veo así. – respondió a su vez Legolas apoyándose sobre sus codos.

Pues si lo es, señor elfo. Está usando esa arma contra mí.

No Aragorn¿no crees que nuestro amor lo sobrevivirá¿Crees que la distancia nos separe?

Legolas quería reír a la actuación de Aragorn, pero se contenía, un paso en falso y Aragorn se sentiría herido.

Te amo Aragorn, yo no quiero alejarme de ti, si pudiera, te raptaría y metería en mi equipaje para llevarte conmigo, pero Gondor es primero a mis intereses. Tú eres el rey aquí.

No podré soportarlo, te necesito cerca de mí, los necesito a los dos. ¡Auril crece tan rápido! No quiero perderme más etapas de su vida.

Sí Auril no crece como elfo, medio elfo o humano, si no llega a identificarse, no será un buen soberano. No querrá gobernar a los hombres que de niños le trataron mal.

En eso Legolas tenía razón, y Aragorn lo había atestiguado, Auril estaba impacientándose al jugar con los niños, no comprendía sus capacidades ni sus límites.

Pero no quiero que sea soberbio como un elfo

Legolas levantó una ceja ofendido.

Quiero decir… que no sea altivo, y crea que es mejor que los demás. Los elfos de Lorien suelen ser así.

Legolas levantó la otra ceja en señal de asombro.

¿No quieres que Auril sea un elfo orgulloso, arrogante y soberbio? – aventuró Legolas a bromear. – Podría ser un buen guerrero.

Legolas… - advirtió Aragorn con la mirada, viendo a donde iban las palabras de su esposo.

Sólo bromeaba. No, Aragorn, yo estaré con él para guiarle también, él vivirá entre hombres y tiene que comprenderlos. Así como comprenderse a si mismo. Si hubiera elección lo llevaría a Mirkwood, con mis hermanos, pero queda bastante lejos, dos meses de camino, tu no podrías ir con frecuencia y yo no podría verte y…

Aragorn abrazó a Legolas, ahora se daba cuenta de que su elfo también sufría con la idea de no estar juntos los tres.

Te amo…

Y yo a ti…

Los dos se abrazaron y se besaron, Aragorn paso la mano por la espalda desnuda del elfo, mientras Legolas recorría con sus dedos el pecho velludo del rey, las caricias fueron aumentando y…

Dos horas después Legolas dormía la siesta en brazos de su esposo. Unos golpecitos en la puerta y el llamado de Auril a cenar les despertaron.

Anda, vamos cenar Aragorn

¿Ya es hora?

Sí… Pasamos toda la tarde encerrados

Pasa tan rápido mientras uno se divierte.- sonrió Aragorn

Lo sé. Pero antes de salir, quiero saber que opinas, sólo yo he expresado mi opinión pero tú… - preguntó Legolas mientras tomaba su toalla antes de asearse.

Quiero lo mejor para Auril… Y si se queda aquí terminara odiando a esos niños. Aunque me esté muriendo de tristeza, podré soportarlo. ¡Un año pasa rápido!

¡Gracias, amor!

¡Iré a visitarlos!

Sí, es lo que espero. No podré estar mucho sin ti, y Auril igual que yo, espero que no sea un tiempo difícil para él.

Contigo nunca, amor.

Legolas se inclinó, le dio un beso y ya se retiraba, pero Aragorn le alcanzó la mano primero.

Recuerde, mi señor elfo chantajista, que la familia espera un regalito al pasar el año¿correcto?

Correcto. – selló Legolas con un beso. – ahora veamos que es lo que piensa el más involucrado en esto.

ooOoo

N/A.- No cabe el mundo entero para disculpas por esta tardanza de nueve meses en actualizar, pero no me llegaba la inspiración más que a fuerzas y a las 7 de la mañana, cuando no había enlace en la oficina. Tantas cosas que tengo pensado desde aquí, hasta el regreso de cierto elfo. o

Además que he tomado un amor a los fotomontajes y a Alexander/Hephaestion como sabrán. Si algún día no me ven por aquí, estaré en Slasheaven, lo digo por si me corren de ffnet, y si me corren de allí por poner montajitos muy subidos andaré en mi Comunidad. Besitos y gracias por los Reviews, no puedo agradecer a todos por falta de tiempo, no por otra cosa. .