Capítulo III: "De vuelta a mi vida".
Días eternos y aburridos pasaron en la vida de Kagome, eternos aunque sólo habían pasado 3 días. La verdad es que estaba siendo egoísta, sabía que debía volver porque era la única persona capaz de encontrar los fragmentos perdidos, pero no quería estar al lado de Inuyasha, él se estaba convirtiendo en una tortura día a día y veía que cada vez que él se encontraba con la sacerdotisa, se le escapaba irremediablemente de sus manos. Pero es cierto, nunca lo tuvo, así que tampoco nunca lo perdió. Suspiró satisfecha tratando de autoconvencerse que ya no valía la pena seguir sufriendo y que lo mejor sería volver a rehacer su vida.
.Mi vida... – Se dijo levemente, mientras caminaba a paso lento con rumbo a la escuela. Fue en ese minuto que vio a Houyo acercársele. Houyo, aquel muchacho demostraba demasiado interés y preocupación hacia ella. Houyo, sin más mujeres que le interesasen, salvo ella, un buen amigo, una persona sincera, un chico sin problemas... así era Houyo...
.Hola, Higurashi- Dijo él con una sincera sonrisa en sus labios.- Hoy también viniste. Ya son 3 días seguidos!
Kagome sonrió un poco avergonzada.
.Ehhh, si... es cierto.
.Creo que tu salud ya esta estabilizada, que bien... por eso... por eso... - Se dijo, al tiempo que miraba el suelo y Kagome pudo notar un leve rubor en sus mejillas.
.¿Qué sucede?- Le preguntó extrañada.
El chico levantó la vista y la miró directo a los ojos. Ella pudo notar un extraño brillo en ellos.
.¿Quieres salir conmigo... después de la escuela?
.¿Salir?- Se dijo ella sorprendida. "Salir. Una cita, sin duda." ¿Cuántas veces había rechazado a este muchacho por irse con Inuyasha? Muchas. Tal vez creyendo que así le sería fiel al hanyou. Sonrió levemente al pensar en esa palabra: Fiel. ¿Ser fiel a Inuyasha? Pero si no hay nada entre nosotros, nada, nada! Tal vez, lo más recomendable sería comenzar a cambiar de actitud, dejar de pensar tanto en Inuyasha, dejar de serle fiel a alguien que esta con otra. Tal vez Ayumi tiene razón: "Un clavo saca a otro clavo"... ¿será cierto eso?
.Hey... Higurashi... Higurashi... - Le dijo él al tiempo que apuntaba un dedo sobre la frente ella.
.Oh! Lo siento Houyo... estaba pensando...
.No te sientas mal si no aceptas... yo entenderé... - Dijo él con un tono de voz que rallaba en lo melodramático.
.Oh, no! Quiero decir... Sí, acepto Houyo... acepto salir contigo.
El chico la miró radiante y esbozó una amplia sonrisa. Se acercó a ella y en un impulso le besó la mejilla.
Ella se quedó paralizada.
.Gracias Kagome... me has hecho muy feliz... te demostraré... te demostraré...
.No hace falta que me demuestres nada, Houyo.- Le dijo ella tratando de contenerlo.
.Si... ya veremos... entonces... aquí te espero... a la salida de clases- Al decir eso se dio media vuelta y se marchó. Kagome suspiró pesadamente mientras miraba al cielo. "Si, lo mejor sería comenzar una nueva vida, sin Inuyasha... mi propósito será ayudarles lo necesario, pero no me involucraré con Inuyasha..."
&&&&&&&&
Y ahí estaba el hanyou, encaramado en la rama más alta del viejo árbol de la aldea, pensando en lo complicada que de vez en cuando se volvía su vida.
.Inuyasha!
Inuyasha miró despectivamente desde lo alto a la pequeña criatura que le gritaba desde el suelo.
.Arggg, no molestes Shippo!
.Sango dice que esta mejor, así que todos acordamos que debes ir a buscar a Kagome.
.¿Buscar a Kagome¿Se te olvida insulso advenedizo que ella no quiere verme¿Ah?- Dijo él tratando de aparentar que el tema no le importaba ni un rábano, cuando en verdad el asunto no lo dejaba ni dormir.
.Pues tú eres el único que puede atravesar el pozo.-
Inuyasha lo miró sorprendido. Argggg, maldición, es cierto, era la única persona que podía atravesar aquel viejo pozo y debía hacerlo, de otra manera ¿cómo Kagome se enteraría que estaban listos para partir? Miró al pequeño zorro con rabia y bajó de un brinco al suelo.
.Ella no quiere verme!- Le gritó, al tiempo que descargaba su ira agarrando al pequeño animal por la cola.
.Miroku dice que a estas alturas a ella se le ha pasado el enojo... debes creerle, Miroku sabe mucho de mujeres.
.Ah¿si?- Dijo Inuyasha al tiempo que le soltaba la cola, dejándolo caer con brusquedad al suelo.
.Ay, perro tonto!- Se quejó el niño. Miroku y Sango salieron de la cabaña.
.Pero ya es muy tarde... lo mejor será ir mañana por la mañana... - Se dijo el hanyou sin mirar a los demás- Aunque tal vez no la encuentre porque todas las mañanas va a la escuela... ya sé... iré ahora para que se prepare y traiga toda la comida que necesitamos para mañana. Si, eso haré.- Sonrió satisfecho creyendo haber engañado a los demás pero ya todos sabían que el único deseo del hanyou era volver a ver a la chica lo más pronto posible.
&&&&&&&&
"Un clavo saca a otro clavo" no era así tan fácil, las cosas no se olvidan de un día para otro ¿podría olvidar definitivamente a Inuyasha? Kagome había pasado el resto de la tarde con Houyo en la fuente de soda y hablaron de mil temas. El chico era muy divertido y preocupado, ella se sentía halagada ante tanta atención. Pero había sido el único que había hablado y ella, pensando en el tonto de Inuyasha, en qué estaría haciendo ahora, cómo olvidarlo por completo... había sido un desastre como acompañante.
Caminaban lentamente bajo la oscuridad de la noche, el tiempo se pasó volando para los dos y Kagome estaba preocupada por la reacción de su abuelo, mas que de su madre, por la tardanza a la casa. En el portal del templo ella se detuvo y Houyo la miró.
.Escucha Houyo... quiero agradecerte... por haberme invitado a salir... lo necesitaba.- Dijo ella agradecida.
.Oh, fue un placer para mí.- Dijo él sin pensar. Ambos se miraron sorprendidos y un poco nerviosos. Kagome recordó que usualmente las citas se terminaban con un beso. Tal vez Houyo estaba esperando eso.
.Mira Houyo... tal vez hoy no fui la compañía que tú que...
No alcanzó a terminar la frase porque de pronto se encontró con que su boca estaba fuertemente aprisionada bajo unos labios cálidos y nerviosos. ¿Houyo? La primera innata reacción de ella fue separarse y golpearlo en al mejilla, pero fue en ese justo momento que también recordó las palabras de su amiga. "Un clavo saca a otro clavo", "un clavo saca a otro clavo" y luego, aquellas imágenes de Inuyasha junto a Kikyo y su deseo de volverse humano terminaron por convencerla y ya decididamente alzó los brazos y se abrazó fuertemente al cuello del chico, que esta vez profundizaba su beso y la estrechaba más contra su cuerpo. Pero ella no se dio cuenta que justo en ese momento un hanyou había visto paralizado la escena y lleno de furia apretaba los puños de ambas manos tratando de contener su ira. Sin embargo, el chico se dio la media vuelta y se encaramó en el techo de la casa de los Higurashi, entrando por la ventana a la alcoba de Kagome. Lo mejor sería esperarla en la habitación... y hablar de lo que acababa de suceder.
Continuará...
