Disclaimer: Absolutamente nada relacionado con Cyborg 009 me pertenece. Esto es un fanfic sin fines de lucro cuyo único propósito es hacer pasar un buen rato.
EL SUEÑO DE SHIMAMURA
Capítulo 2: La Indolente Vanidad
Con soltura ojeaba una revista, esperando que su agente y también asistente personal, le dijera cuando aterrizarían sobre tierras japonesas.
"En veinte minutos" responde una mujer con formalidad, examinado detenidamente su costoso reloj de pulso.
Para calcular los minutos que se demorarían en llegar hasta la estación televisiva de NHK.
"Menos mal" comenta la chica que leía, sin ningún entusiasmo en su voz y con el mínimo interés "No me gusta llegar tarde"
"Hablas como si te hubiese hecho quedar mal en otra ocasión" menciona su representante con asomo de resentimiento.
Pero aquella chica que tenía la revista, prefirió ignorarla para cambiar de tema.
"Bina ¿Cómo es Japón?" pregunta la joven con indiferencia sin apartar sus ojos color esmeralda de un articulo significativo que le pareció ineludible de leer.
"Es… Exótico" responde Bina confundida "Francoise ¿Quieres que llegando contrate un guía turístico para que te enseñe la ciudad?"
"No" responde Francoise con sobriedad, agitando su rubia cabellera para que flotara suavemente en el aire con su negación.
Desinteresándose momentáneamente de esa revista de negocios que había comprado a escondidas en el Aeropuerto de los Ángeles. Con la vista fija en otra parte, durante unos instantes Francoise miró despectivamente a su representante para después comenzar a sonreírle con insolencia. Pues alguna vez, Bina le había dicho que en repetidas ocasiones había visitado ese país con su esposo.
"¿En serio es todo lo que puedes opinar de Japón?" pregunta Francoise ironizando la oración "Seguramente a Albert lo acompaño otra mujer"
Dicho eso, Francoise comenzó a reírse con malicia debido, que conocía de sobra lo mucho que ese comentario podía indignar a Bina.
Sin embargo, Bina después de dos años de oírla burlarse de ella con el mismo tema, comenzaba a tomarlo por el lado más amable y sobretodo a disimular la humillación.
"Estoy segura de eso. Albert tenía mucha suerte con las mujeres" dice Bina fingiendo indolencia mientras mostraba la sonrisa más cínica que poseía.
"¿Tuvo?" pregunta Francoise con demasiada incredulidad "Tendrá siempre… Sabes no quisiera ofenderte porque estaremos juntas todo el día y no quiero ver tu cara de esposa sufrida pero, que estúpida eres. Para ti es más fácil tapar el sol con un dedo que la verdad con una montaña de mentiras"
Bina simplemente suspiro con desaprobación.
Era una mujer cinco años mayor que Francoise, con un pasado difícil y en lo absoluto envidiable, que de alguna forma la había fortalecido para enfrentarse contra cualquier obstáculo. Y una chiquilla malcriada en ninguna forma, le parecía una amenaza.
"El hablar es más fácil que el probar" responde Bina jactanciosa, contemplando insensiblemente la expresión ofendida de Francoise por haber sido contravenida "Yo tampoco quiero ofenderte por que soy quien te cuidará hasta que regresemos a los Ángeles y no me apetece mirarte la cara apática que usas pero, que vacía estas. Si no sabes de amor no puedes juzgarme"
Del coraje de ser criticada, Francoise apretó con fuerza la revista arrugándola y con rabia, sin pensárselo la arrojo contra Bina para que se callara. No obstante, Bina bien conocía sus reacciones; así que estando atenta recibió tranquilamente la revista entre sus manos.
Pese a eso, por pura curiosidad Bina leyó la portada de la publicación.
" ¿Annuaire exécutif?... Eres una joven extraña Francoise" dice Bina tranquilamente oyéndose como una mujer de basta experiencia en la vida "Cualquiera supondría que malgastas el tiempo leyendo revistas de farándula mercantilista con acentuado significado feminista ¡Pero no! Tú prefieres leer un directorio ejecutivo de Europa"
"Soy multifacética" responde Francoise en un desplante por sentirse todavía furiosa contra Bina "¿Me la devuelves? Que no he terminado de leer"
Tras la orden de su representada Bina en vez de llevarle la revista personalmente, se la devolvió de la misma forma como ella la obtuvo. Sin recibir de parte de Francoise, las gracias de ninguna manera.
"Que escasos son los días cuando estas de buen humor… ¿Quieres que te sirva un refresco o un bocadillo?" pregunta Bina con serenidad más por cortesía que por obligación.
Al no obtener una respuesta, decidió descansar los ojos. Imaginándose la horrible odisea que les esperaba, cuando los japoneses se enterarán que Francoise Arnoul permanecería todo el fin de semana en Tokio; apareciendo en diferentes programas de la barra de espectáculos de NHK, en una rueda de prensa publicitando su más reciente película romántica y en una firma de autógrafos en el más grande y concurrido centro comercial de la localidad.
Por lo que fácilmente, cerró sus enormes ojos color turquesa y recargando la cara contra la palma de su mano, Bina se convencía de lo feliz que estaba marchando su matrimonio los últimos meses.
Al mismo tiempo, Francoise con vestigios de continuar enojada, con mala gana volvió a extender su revista y la hojeo nuevamente, hasta encontrar el artículo en el que había interrumpido su lectura.
"Jean Paul Arnoul, hijo prodigiode Constructeur De Lignes Aériennes.
Heredero y presidente de una de las más impresionantes compañías de Europa, líder en la fabricación de aviones y equipos aeroespaciales a nivel mundial; Jean Paul Arnoul le ha costado cuantías pérdidas millonarias a su único competidor, el corporativo norteamericano Shipbuilder Of Airplanes. Confirmando al mundo ejecutivo, que la manzana no cae lejos del árbol.
Hijo del poderoso hombre de negocios Jacques Arnoul, antiguo presidente y accionista mayoritario de la compañía Constructeur De Lignes Aériennes, Jean Paul quedo a cargo de la empresa familiar cuando su padre falleció en un accidente en 1992. Y lo que pudo haber sido un fracaso rotundo, se convirtió en un éxito sin precedente.
Marcando una pauta para definir a los ejecutivos del nuevo milenio. Jóvenes estrategas gerenciales, líderes natos que con su presencia joven y asombrosa crueldad para cerrar acuerdos, han intimidado a los más expertos veteranos.
Sin cabida a dudas, Jean Paul Arnoul ha sido la punta de lanza durante los últimos nueve años de este extraordinario movimiento".
Sintiendo como si la hubiesen mojado con un balde de agua fría, Francoise repentinamente cerró su revista, tirándola después contra el suelo en un arranque de histeria. Hacía años que no veía ni hablaba con su hermano y sin saber que sentir por la excelente crítica que daban a su persona, Francoise prefirió no sentir nada.
Respiro hondo y repitió en su cabeza cuanto lo odiaba.
"No necesito de nadie para ser feliz" murmura Francoise convulsiva con los dientes apretados, endureciendo sus finos rasgos "Tomare de la vida lo mejor"
De pronto el capitán del lujoso jet privado en el que habían estado sobrevolando el océano pacifico, indicó por su micrófono que se ajustarán los cinturones de seguridad y enderezaran sus asientos por estar a tres minutos del aterrizaje en el Aeropuerto Internacional de Tokio.
…………………………………
No hubo un solo recibimiento especial para Francoise Arnoul en ninguna parte del Aeropuerto. Porque absolutamente nadie sabía de su llegada.
Bina en su eficiente función de apoderado legal de Francoise, había advertido a la televisora NHK como el único medio informativo conocedor de esta visita, no difundir la noticia sobre la presencia de su apoderada en la ciudad, con el objetivo de promover su protección, hasta que estuviera segura en el interior de la televisora.
De lo contrario en caso de encontrar una alborotada comitiva de bienvenida, regresarían inmediatamente a los Ángeles sin salirse del Aeropuerto.
"Menos mal que cumplieron su palabra" menciona Francoise con altivez, caminado femeninamente con su bolsa de mano pero discretamente vestida para no atraer la atención "Detesto llegar al Aeropuerto para enfrentar a una muchedumbre escandalosa"
Su rubia agente caminaba a su lado y deslizando apaciblemente una enorme maleta roja de prestigiosa marca, abría su teléfono celular para confirmar la asistencia del vehículo de la televisora que las transportaría.
"Es la primera vez que visitas el suelo asiático, no podían desperdiciar la oportunidad de ser tus anfitriones" cometa Bina con calma, dirigiendo a Francoise a la puerta de salida del Aeropuerto "El auto esta esperándonos, no perdamos el tiempo"
Francoise asintió para después seguirla.
Ágilmente cruzaron las instalaciones del Aeropuerto, sin que nadie descubriera a Francoise Arnoul. Que tenía fama de jamás abordar vuelos comerciales y tampoco, se le conocía como propietaria de algún jet privado. Además nunca deambulaba entre los pasillos de la Terminal gritando ser la joven Diva.
"Continuo esperando una felicitación" dice Bina satisfecha de la excelente estrategia que usaba para despistar a los enloquecidos admiradores de Francoise, mientras una camioneta negra se estacionaba enfrente de ellas.
"Supón que la oyes… El crédito no es tuyo sino de Albert, que compro un jet a nombre de Hellen para facilitarte el trabajo" menciona Francoise con astucia, feliz de arrebatarle el triunfo a Bina.
E impensadamente, Francoise miro el frente de la camioneta, notando una patrulla policíaca cuyos dueños parecían estar conversando con el conductor de un taxi amarillo, a veinte metros de distancia de ella.
"Sube de una vez" dice Bina fastidiada, abriéndole la puerta.
Como respuesta, Francoise se limito a abordar el vehículo.
Cuando la camioneta de NHK salió del carril de descenso del Aeropuerto, resguardada tras el polarizado de la ventanilla Francoise clavo sus ojos en el conductor del taxi, para comprobar la clase de hombre que era, pues imaginaba que era un japonés sin gracia alguna, de cabello negro, ojos rasgados y diminuta estatura.
"Es muy guapo" murmura Francoise complacida "Bina ¿Los orientales son apasionados?"
"Lo desconozco, mi esposo es europeo" responde Bina con burla, mirando fijamente la pantalla líquida de la laptop que manejaba hábilmente.
A Francoise no le pareció gracioso oír esa respuesta.
"Eres de Hong Kong deberías saberlo" comenta Francoise enojada, cerrando la pantalla de la laptop para que Bina la mirara "¿Te casaste virgen?"
La intimidad de la pregunta, molesto enormemente a Bina.
"No te incumbe" responde Bina con tono cortante, apartando groseramente la mano de Francoise de la laptop para volver a abrir la pantalla.
Una risita punzante se oyó en la parte trasera de la camioneta.
"En serio eres estúpida" dice Francoise animada, cubriéndose una bufona sonrisa con sus dedos "Y santurrona"
Bina dio un hondo respiro antes de enfrentarla.
"Escucha Francoise, nada de malo tiene acostarse con un solo hombre toda la vida. Es monogamia, cuida la salud y asegura la autenticidad de la descendencia. Quítate de la boca esas ideas liberales y compórtate siempre como la chica dulce que proyectas " menciona Bina con dureza, sin muestra alguna de simpatía " Porque así como no sabes de amor, tampoco conoces de sexo"
"¡Ya callate!" responde Francoise furiosa, herida hasta lo hondo en su amor propio "Que cuando haga el amor, será siempre con quien me plazca"
Prefiriendo hacer como que no la oyó, Bina retorno a su trabajo con la laptop esperando ansiosa llegar a la televisora, para ver a Francoise transformarse de un displicente duende a un encantador cisne.
El trayecto estaba siendo más tardío de lo que tenía planeado y la compañía más insoportable que en otros viajes.
"Francoise, nos conocemos desde tiempo ¿Porque no podemos llevar la fiesta tranquila?" pregunta Bina cordialmente en afán de conversar.
Aburrida por el tráfico, la chica la miro cansada unos instantes sin contestarle hasta después de cinco minutos.
"Porque me recuerdas tanto a Jean Paul" responde Francoise irritada, enderezando su cabeza para cerrar lentamente sus ojos "No soporto a las personas sumisas que pueden sufrir calladamente y jamás se lo lamentan"
La respuesta asombro a la misma Bina.
"Es la primera vez en todos estos años que mencionas a tu hermano" comenta Bina conmovida, tratando de ser más flexible con Francoise que había vuelta abrir sus ojos con una mirada vacía "¿Podríamos hablar de tu vida? Soy tu agente y no se más de tu pasado que cualquiera de tus admiradores"
"Temo que te repetiré lo mismo que todos saben" responde Francoise con reserva y su voz era monótona.
Reacomodándose en el asiento, Bina se acerco hasta Francoise para alentarla a hablar.
"Podrías hacer un esfuerzo" dice Bina con insuperable ternura, demostrando que no le interrumpiría si accedía.
"Olvídalo" responde Francoise con desgana, convencida que su pasado no sería el centro de una conversación.
Mirando a través de la ventanilla a los apurados japoneses, que cruzaban en multitud frenética la calle protegidos por el semáforo; Francoise recordó el último día que vivió bajo la protección de la mansión Arnoul.
…………………
Había elegido el mejor vestido de su closet, el de color aguamarina que le ajustaba como guante en la mano para lucir espectacular durante el festejo de su décimo octavo cumpleaños.
Orgullosa de su figura, entre los invitados comenzó a caminar percibiendo el levantar de miradas que se congregaban a su alrededor, recelosas eran todas aquellas la de las mujeres y de deseo ardiente las que se encendían en los ojos de los hombres.
Durante todo la mañana, la hermosa cumpleañera recibió no únicamente felicitaciones y cumplidos por lo bien que se desarrollaba su recepción; también le sobraron las efímeras promesas de amor, provenientes de jóvenes adinerados de soltería conocida cuyos esfuerzos se destinaban exclusivamente en ganarse la simpatía de la festejada.
Pero Francoise, los había oído aburrida sin intenciones de fingirles mayor interés. Porque no tenía ganas de platicar con nadie debido a que con nadie deseaba estar. Por lo que sin ningún revés continuó caminando coquetamente luciendo su agraciada figura, resultado de años de esfuerzo constante practicando ballet.
"¿Dónde podré encontrar a Jean Paul?... Acaso ¿Se habrá atrevido a no presentarse?", se pregunto Francoise preocupada, temiéndose que así fuera.
Andando de una mesa a otra saludando a los invitados sin detenerse a conversar con ellos, Francoise no pudo impedir ser abordada por dos señoras, antiguas amigas de su madre.
Dos mujeres engalanadas con onerosos vestidos de diseñador en colores claros, cubiertas de impresionantes joyas y portando sombreros, pero aún con tanta elegancia, unas miradas tan maliciosas que no tenían rival.
"¡Que gusto volver a mirarte Frannie! Luces más hermosa que tu madre… ¡Que en paz descanse!" dijo una mujer de cabellera platinada con demasiada confianza, sujetando una copa del más fino champagne.
"Gracias" respondió Francoise desanimadamente más por educación que alegrada de la comparación.
Las dos mujeres se percataron de la poca disposición de Francoise para conversar con ellas, más no les impresiono.
"Por cierto Frannie ¿Jean Paul continua siendo el pretendiente de Nataly, la hija del arruinado Conde Montpellier?" pregunto con indiscreción la otra mujer que poseía un cabello hermosamente negro aunado a un sobrado acento perverso.
Tenía el propósito de descubrir si sus palabras eran capaces de confundir a la soberbia Francoise.
"¿Montpellier arruinado?" pregunto Francoise extrañada pareciendo aturdida pero por muy poco tiempo "¿La familia de Nataly esta en la quiebra!"
E instantáneamente, Francoise sintió un pequeño e insano regocijo.
"¡Mi amor no puedo creer que no lo sabías!… ¡Cielo santo! Tal vez Jean Paul también lo desconozca… Frannie entérate de buena vez" menciono con tono triunfante la mujer del cabello platinado dando un breve sorbo a su copa.
Para luego continuar hablando con la misma retorcida intención.
"El Conde Montepellier esta en la completa miseria porque su asesor financiero vació absolutamente todas sus cuentas bancarias, escabulléndose de Europa sin dejar humo a Dios sabrá donde" mencionó con acento pedante y ademanes exagerados la mujer del cabello claro.
Para Francoise la noticia sobre la familia Montpellier más que abrumadora, era la repuesta a todos sus ruegos.
"Menos mal que tu padre no esta con nosotros ¡Que Dios lo tenga en su gloria!" dijo la mujer de cabellera oscura fingiendo angustia, persignándose inmediatamente.
Pero luego aspiraría lentamente un cigarrillo de apariencia alargada, liberando satisfecha el humo.
"O volvería a morirse porque Jean Paul esta enamorado de una chiquilla tan cara por así decirlo… Querida Frannie, dicen que el Conde Montepellier estará tan agradecido con su "futuro yerno" si lo ayuda a salir de este aprieto "económico" que le heredará su título nobiliario… Por supuesto, en cuanto Jean Paul contraiga nupcias con Nataly" comento con sarcasmo la mujer del cabello negro, saboreando el sabor del caro tabaco.
"Esa maldita mujerzuela", pensó Francoise con rabia, dejándose ver seriamente enfadada.
"Les doy la razón. Mi padre jamás consentiría una unión matrimonial desventajosa que perjudicara la reputación de la familia… Sin duda que los Montepellier están hechos de la peor calaña… ¿Qué puede importarle a un Arnoul un título nobiliario! Cuando tenemos más dinero que muchos aristócratas de Europa… Si me disculpan tengo otras cosas que hacer, con su permiso"
"Propio" respondieron animadamente ambas mujeres.
Asintiendo con sus cabezas mientras retorcidas sonrisas coloreadas, se imprimían en la blancura de sus rostros. Y distinguiendo como Francoise se perdía fácilmente entre la multitud de sus invitados, las dos mujeres se relamieron los labios, gozosas de haber sembrado semejante semilla de discordia entre los hermanos Arnoul.
Pues vivían una envidia que las corroía con cada respiro. Que las hacía aborrecer ese noviazgo fresco y apasionado de juventud que sostenía Jean Paul con Nataly. Porque ninguna, vivió experiencia semejante por casarse muy joven con millonarios rancios, fríos y seniles.
Sino que también, odiaban profundamente al joven Jean Paul por motivos secretamente distintos.
La rubia platinada que se bebía sus penas ahogándolas primero en champaña, estaba herida en su amor de madre, pues Jean Paul abiertamente había despreciado ser el enamorado de su hija.
En contraste, la gran señora de cabellera azabache que hacía arder su aliento con el humo del cigarrillo, estaba herida en su amor de mujer porque Jean Paul al quedar huérfano, repudio convertirse en su amante desde la primera indecorosa proposición.
Regresando a su labor de localizar a Jean Paul, en tanto más transcurría el tiempo Francoise comenzaba a desesperarse.
"Dudo que mi hermano este dispuesto a compartir el patrimonio que con tanto esfuerzo a protegido… Es como mamá solía decirnos; los ricos sencillamente se casarán con otros ricos para engrandecer sus fortunas porque el amor poco tiene de costoso", pensó Francoise convencida que no existía mejor consejo en la vida que ese.
Deseando con todas sus fuerzas, que el mismo Jean Paul se deslindara de toda relación con la familia Montpellier inmediatamente de ser enterado de la desagradable noticia. Cuando de repente, pudo reconocer a Jean Paul a un costado de la mesa de degustación, conversando animadamente con Nataly que parecía también muy feliz.
Francoise respiro hondo y sintiendo como perdía gradualmente los estribos por descubrirlos coqueteándose, con paso firme se aproximo hasta ellos.
Con una amplia y maquiavélica sonrisa, Francoise ostento su cara de hermoso demonio presentándose cordialmente ante su hermano mayor y su enamorada. Despertando una impresionante desconfianza en la conciencia de Jean Paul, con su inesperada aparición y sobretodo por su apariencia inofensiva.
Sin embargo tanto Nataly como Jean Paul, le correspondieron gratamente el saludo.
Jean Paul temiendo que Francoise le reclamara no haberla felicitado durante el día, inmediatamente le obsequió un gran abrazo, besándole cariñosamente en la mejilla. Nataly hizo por felicitarla también pero únicamente con un discreto abrazo.
Esforzadamente Francoise apenas pudo tolerar la felicitación de la novia de su hermano pero se contuvo de llamarla cualquiera como acostumbraba, más allá de lo que podía imaginarse.
Seguidamente con más saña que la habitual, Francoise intento iniciar una conversación con Nataly.
"Aunque no lo creas Nataly, me da gusto encontrarte de nuevo" dijo Francoise serenamente sin ninguna ironía en sus palabras.
Parecía tranquila, demasiado para que Jean Paul pudiera fiarse de ella.
Por su parte Nataly se quedo enmudecida y sin saber que opinar, decidió aprovechar la ocasión para limar asperezas con la hermana de Jean Paul.
"Me alegra que hables así" mencionó Nataly emocionada, cayendo rápidamente en el juego de Francoise" Yo siempre he querido que seamos buenas amigas"
"¿Lo dices por que tenemos la misma edad?" pregunto Francoise fingiendo curiosidad "O ¿Por qué compartirnos a Jean Paul?"
La anomalía del comentario hizo que Jean Paul se atragantara con un bocadillo que estaba masticando.
Nataly se sonrojo asustada.
"No pongas esa cara" menciono Francoise de modo alegre para luego cambiar completamente su semblante, pareciendo perversa "Que podría no ser por mucho tiempo"
"Te habías tardado" intervino Jean Paul con seriedad, golpeando levemente su pecho por culpa del bocadillo mal tragado.
Ante la crítica, Francoise retomaría la inocencia con la que había comenzado su actuación.
"Juzgas por que no sabes nada de lo que me he enterado" menciono Francoise con admirable sensatez.
Más en unos instantes, dejo de disimular empatía para concentrarse en la pronta humillación con la que haría blanco a Nataly frente a los ojos de Jean Paul.
Cuanto disfruto Francoise notar la cara de Nataly desencajándose conforme duraba su relato, proporcionándole una maravillosa satisfacción. Pero jamás ni en sus más remotas pesadillas, la joven Arnoul hubiera esperado la reacción que tendría su hermano.
"¿Terminaste de ofender a Nataly?" pregunto Jean Paul tranquilamente, mientras sus ojos azules parecían más profundos que de costumbre.
"Jean… Jean Paul" respondió Francoise sorprendida de lo amenazante que parecía su hermano con ese aspecto realmente apacible.
E instantáneamente Francoise razono la reacción de su hermano.
"Lo sabías ¿No es así?... Tú estabas enterado" menciono Francoise acusadoramente con acento siniestro.
"Desde un principio" respondió Jean Paul con serenidad, encontrando la mano de Nataly para estrecharla entre sus dedos
La cara de Francoise comenzó a enrojecerse por la ira, pero no pensó en armar un espectáculo hasta después que Jean Paul le rindiera una explicación.
"¿Cuándo sucedió?" pregunto Francoise con sequedad, endureciendo gravemente su mirada.
Jean Paul hizo de ademán de recordar. En cambio la Montpellier como la mujer sensata que era, decidió abstenerse de intervenir ni siquiera en su defensa. Por lo que se comportaba como una espectadora bastante incomodada.
"Hace un mes exactamente, el mismo Conde Montpellier se presento en mi oficina realmente avergonzado. Esa mañana me confesó personalmente su repentina e infortunada situación económica acaecida desde el día anterior" respondió Jean Paul sinceramente sin ostentar ninguna frivolidad". No deseaba que después, yo malinterpretara las buenas intenciones de Nataly conmigo e inclusive me ofreció alejar a su hija de mí"
Haber oído que su padre había prometido apartarla del hombre que amaba, hizo que Nataly cerrará con fuerza sus dientes.
"¿Hace un mes?... ¿Quieres decir que han transcurrido treinta días y me habías dicho definitivamente nada!" pregunto Francoise furiosa, por enterarse que la única engañada había sido ella.
Pero lo grave, sería la descabellada idea que golpeo con fuerza en su cabeza.
"Jean Paul… Me dijeron que habían quedado en la completa miseria" menciono Francoise aturdida hasta que comenzó a gritar de coraje "¿Quieres decir que desde hace un mes has estado viendo por estas malditas personas!"
Sin dejarse intimidar por el arrebato de Francoise, Jean Paul no quiso ser arrastrado con sus gritos.
"No pude evitar ayudarlos" respondió Jean Paul con franqueza, indicándole con una sonrisa que la discusión estaba cerca de acabarse "Y como soy el único de una familia de dos que trabaja, administra el dinero para pagar todos los lujos y lo cuida para que nunca nos veamos en la miseria, puedo disponer de cuanto tenemos como mejor me convenga. Por esas razones, tú no tienes derecho a discutirlo así que resígnate, que de esta forma será de ahora en adelante"
Sin embargo, Francoise no pudo aceptar el reproche de Jean Paul por abandonarlo a su suerte con la compañía, ni reconocer el corazón benefactor de su hermano con los desafortunados Montpellier y mucho menos, la clara advertencia que la privaba de su derecho de quejarse.
Simplemente no estaba en su poder conseguirlo.
"¡Abre los ojos Jean Paul¿No puedes ver que están aprovechándose de ti?" pregunto Francoise deshecha, manoteando sin ningún sentido "¿Qué serían capaces de venderte a Nataly para que cuides de ellos lo que les quede de vida!"
"¡Basta Francoise! Te ordeno que dejes de expresarte con esa forma tan insultante de los padres de Nataly" dijo Jean Paul molesto, temiendo que Nataly pudiera ponerse a llorar.
Sin enterarse jamás que esas palabras, detonaron sin compasión en el corazón de Francoise, destrozándolo.
"Tienes razón" respondió Francoise con frialdad, pareciendo de convicciones muy altas "No pueden vendértela en el futuro porque la has comprado en pagos durante todo el mes"
Contraviniendo a su hermano, nuevamente Francoise trato a Nataly como la peor y más baja de las mujeres. Y a esta última le sentó muy mal esa terrible acusación, pues sus ojos parecieron llenarse de lágrimas.
"Me tienes harto Francoise" dijo Jean Paul fastidiado.
Y sin intenciones a la vista de iniciar un pleito, a pesar de haber notado el semblante de Nataly entristecerse. Por lo que concluyó que lo mejor para todos, era enterar a Francoise de lo serias que se habían vuelto sus intenciones con Nataly.
"Aún así, no quiero que arruinemos un día tan especial" comento Jean Paul con gentileza.
"¡Mentiroso!- pensó Francoise mordiéndose el labio inferior para no gritárselo- ¿Cómo tiene el descaro de opinar que mi cumpleaños es un día especial cuando ni siquiera me busco para felicitarme y se trajo a esta cualquiera para estarla enamorando en mi fiesta"
No obstante, su rabia había escapado de control hacía unos segundos sin darse cuenta y Francoise había conseguido lastimarse las manos, hiriéndose con sus propias uñas por cerrar con demasiada fuerza los puños.
Alarmando súbitamente a Jean Paul con ese gesto inconsciente.
"Deduzco que no me has creído" menciono Jean Paul derrotado, esforzándose por reunir ternura.
Pero reflejando claramente un evidente amor hacia su hermana. alterada.
"O que nada de mi pareciera importarte. Pero entiéndeme que de ti, no espero más de lo sé estas dispuesta a concederme" comento Jean Paul con suavidad, discretamente preocupado de lo que le confesaría a su hermana "Por eso no me quedare esperando a que algún día puedas aceptar a Nataly como mi compañera"
"Compañera…" murmuro Nataly débilmente, tras un sobresalto que broto de su delgada figura.
E inevitablemente sintió una chispeante alegría que contrarrestaba drásticamente su anterior actitud deprimida.
"¿Estas diciéndome que piensas casarte con ella?" pregunto Francoise desmoralizándose lenta y dolorosamente.
Jean Paul dio un breve respiro antes de contestarle.
"Mañana pediré a Nataly en matrimonio y nos casaremos este mismo año"respondió Jean Paul sin el entusiasmo que debería transmitir cualquier feliz enamorado.
En contraste, a Nataly se le vio tan risueña que parecía iba a arrojarse al cuello de Jean Paul para agradecerle la encantadora sorpresa.
Mientras Francoise parecía pérdida sin ofrecer ninguna respuesta.
Transcurridos varios minutos en los que se esforzó por asimilar la noticia del futuro casamiento de su hermano, Francoise en un pestañeo sintió en carne propia como sus celos sobrepasaron los límites que ella misma podía soportar. Haciéndola llorar de frustración.
Viéndola lucir destrozada, Jean Paul rápidamente se soltó de la mano de Nataly para reconfortar a Francoise. Convenciéndose instantes después, que su reacción había sido de los más humana y no, porque estuviera manipulado con el llanto de su hermana.
Abrazándola intento consolarla en silencio.
Sin embargo, tuvieron que transcurrir no menos de cinco minutos para que Francoise considerara creíble, un repentino cambio en su actitud.
"Si eso es todo lo que quieres…" respondió Francoise con la voz quebrada limpiándose de forma exquisita las lágrimas "… Yo podría vivir con ello "
Parecía tan derrotada entre los brazos de Jean Paul, cuando en verdad la idea de estar engañando a su propio hermano estaba divirtiéndola intensamente. Pues creyendo que nada desearía Jean Paul más en el mundo que verla resignada, hizo que su mirada altanera se tornara abnegada, como si finalmente estuviese consintiendo ese compromiso negándose a cualquier rabieta.
Su actuación fue tan determinante, digna de una futura diva del cine que Jean Paul se trago la mentira sin dudar un poco.
"Déjame felicitar a la futura novia" imploro Francoise con abnegación y cabizbaja.
Pero por cautela, Jean Paul no le respondió y volteo a mirar a Nataly para conocer una respuesta.
Para Nataly no cabía ninguna sinceridad en esas palabras y mucho menos en sus convincente gestos pero por amor a Jean Paul, se mostró muy entusiasta ante el súbito y positivo cambio de Francoise e inocentemente quiso confiar en la repentina bondad de la que sería su cuñada.
Después que las dos chicas se separaron del inesperado abrazo, sin que Jean Paul pudiera evitarlo, Francoise cautelosamente sujeto un postre que reposaba sobre la mesa de degustación que estaba a pocos centímetros de Nataly, estrellándolo sorpresivamente en el escote del magnífico vestido rosa pálido que portaba la novia de Jean Paul.
Dejándole el pecho cubierto de crema chantilly y pedazos de frutas.
Lo que sucedió después, fue una horrible y grotesca discusión entre los hermanos Arnoul, que a su lado también tuvo como espectáculo a una joven mujer que lloraba de indignación con mucha compostura.
"¡Si antes te creía una cualquiera, ahora descubro que también eres una perversa arribista!" grito Francoise encolerizada, revolviéndose entre los brazos de Jean Paul que trataba de sacarla del desayuno campestre.
Nataly que jamás había sido tan despreciada, casi abandono el desayuno de no haber sido por Jean Paul.
"¡Nataly entra a la mansión!" ordenó Jean Paul furioso, tratando de controlar a Francoise para dirigirse a su despacho.
"¡Pero Jean Paul, quiero irme!" respondió Nataly avergonzada hasta el sonrojo por estar llorando.
"Obedéceme" replico Jean Paul con rudeza.
Sorprendida por la forma con la que Jean Paul le había hablado, Nataly igualmente bajo la cabeza pensando que debía estar muy enojado para perder así los estribos. Por lo que siguió su orden sin oponerse una vez más.
Al mismo tiempo, la reprobable distracción provocada por Francoise ya había sido disfrutada y divulgada entre todos los invitados a su festejo de cumpleaños.
Buscando privacidad Jean Paul consiguió llevar a Francoise, que no dejaba de revolverse entre sus brazos y proferirle maldiciones, hasta el despacho de la mansión para reclamarle lo acontecido.
Después de arrojarla dentro de la habitación y cerrar con seguro la puerta para no ser interrumpido, consideró conveniente reclamarle.
"¿Por qué Francoise!... ¿Por qué te empeñas en fastidiarme!" pregunto Jean Paul exaltado, controlándose hasta el cansancio para no responderle con ofensas peores los insultos que todavía le oía.
Reconociendo instantáneamente las acusaciones que alguna vez había oído de la madre de Nataly, que preocupada por la felicidad de su hija había señalado a Francoise como una criatura terriblemente celosa y egoísta, capaz de odiar a su propio hermano por querer a otra mujer.
Francoise no le respondió.
Estaba convencida que jamás nadie ni el mismo Jean Paul; podría comprender la impotencia que la amargaba, por saberse totalmente desplazada de su posición en la vida de su hermano.
"¿Tu reacción fue porque Nataly te provoca aversión?" pregunto Jean Paul dudoso, tratando de comprender la causa que había originado semejante agresividad en Francoise "¿Crees que ella no esta a la altura de casarse conmigo?"
Pero otra vez Francoise se negó a responderle.
"Entiendo. Ella ni siquiera te importa… Contéstame Francoise" mencionó Jean Paul pareciendo confundido, temiendo conocer la repuesta "Te has comportado así por mi culpa ¿Me equivocó?"
Francoise no dudo un instante más en contestarle.
"No" respondió Francoise con odio y la mirada repleta de un incontenible rencor.
Sin haber ninguna pizca de amor en sus ojos de esmeralda.
"¡Te destetó en la misma medida que a nuestros padres!..." respondió Francoise sin compasión, mostrando una enrarecida sonrisa "Ellos nunca me amaron, siempre ignoraron mi presencia en su vida por que se les hacía más cómodo. Pero tú me hiciste creer que jamás me sentiría sola… ¡Farsante! Que solamente esperabas el momento oportuno para deshacerte de mí… ¡Pero tu cobardía no te lo permitió hasta apenas diez minutos para decirme que piensas casarte!"
Si Francoise hubiese sabido el efecto de sus palabras, no hubiera tenido la desgracia de ver a Jean Paul desahogarse.
"¡En la vida vuelvas a compararme con ese par de egoístas sin compasión! Te lo advierto… ¡Que yo podría dar mi vida por ti sin pensarlo, cuando fuera y como sea!..." grito Jean Paul violentado, revelando por primera vez todas las frustraciones que mantenía contenidas desde su infancia "¿Cómo te atreves pequeña malagradecida a hablar de mi como si no te amara¿Afirmar que deseo excluirte de mi vida y que casarme con Nataly no es más que un medio para lograrlo!... ¡Cuando siempre he interpuesto tu felicidad a la mía y solo he vivido para cuidar de ti!"
"¡Ahorra tus palabras!" respondió Francoise con desprecio y crueldad "Que no deseo oírte más y no tienes ningún derecho a gritarme ¡Tu no eres mi padre!"
Jean Paul se quedo petrificado.
"¿Qué te sucede Jean Paul¿Duele recordar que jamás me educaste con autoridad?" mencionó Francoise sin compasión "¿Y que por eso ahora no te respeto?"
Ante palabras tan ciertas, Jean Paul la miro con misericordia. Quería encontrar la manera de distinguir en esa mujer, a la que una vez fuera su pequeña consentida.
"Francoise ¿Todavía me quieres?" pregunto Jean Paul con angustia.
Su hermana no se tomo ni un solo segundo para pensarlo.
"No" respondió Francoise convencida, sin miras a remordimiento.
Una mueca de dolor disfrazada de sonrisa vacía, se grabo en el rostro de Jean Paul.
"Al menos, hemos conseguido aclarar nuestra situación" menciono Jean Paul con indiferencia, conteniéndose las ganas de llorar.
Un suspiro jactancioso se oyó de parte de Francoise.
"No quiero que vivas más conmigo" dijo Jean Paul con crudeza, manejando su entorno como si se tratara de otra transacción comercial de la empresa "Mandaré transferir de mi cuenta personal la cantidad de cinco millones de euros hasta tu cuenta bancaria"
Dicho eso, Jean Paul le dio la espalda a Francoise para caminar hacia el enorme escritorio de madera preciosa ubicado en el fondo del estudio.
"Te propongo escoger el destino del mundo que quieras para que puedas fastidiar a alguien más" comento Jean Paul con indolencia, una vez sentado en la majestuosa silla del escritorio "Si te parece, sube a tu habitación y prepara todo el equipaje que creas necesitar por que esta misma noche abandonarías mi casa "
Lo que pudo haber sido una oferta aterradora, para Francoise era una esplendida oportunidad para librarse del compromiso de asistir a la boda entre Jean Paul y Nataly, pero ante todo, el pretexto perfecto para olvidarse de su hermano para siempre.
A quién veía únicamente como un embustero que le había hecho creer ciegamente, que siempre sería el centro de su vida.
"De acuerdo" respondió Francoise oyéndose satisfecha "Aún así, como jamás volverás a verme, necesitaré que deposites mensualmente en mi cuenta parte de la fortuna que me corresponde"
Una sonrisa sutil escapo de los labios de Jean Paul, alarmando evidentemente a Francoise.
"Creí que lo habías entendido. La belleza de mi proposición radica en el dinero" dijo Jean Paul astutamente, recargándose cómodamente sobre el respaldo de la silla "Cinco millones de euros será todo lo que te daré ¿Sí con ese dinero podrás conservar tu caro estilo de vida? Lo dudo por que no sabes lo que cuesta ganárselo. Pero quita esa cara de espasmo, que estoy dispuesto a darte la mitad de todos nuestros bienes en cuanto me pidas perdón por aseverar que no te quiero"
Odiando sentirse acorralada, Francoise pensó que debía defender sus derechos de alguna forma, porque no iba a concederle la razón a Jean Paul pidiéndole perdón. Ni ese momento como en cualquier otro.
"¡Tengo mis acciones en la empresa, soy mayor de edad y puedo venderlas!" menciono Francoise con nerviosismo como único recurso.
"Hazlo. Seguramente sabes en cuanto cotizan dichas acciones en el mercado bursátil, para no convertirte en la presa anhelada de cualquier inversionista vival" comento Jean Paul con sarcasmo.
El pecho de Francoise comenzó a agitarse del coraje. En verdad ignoraba todo lo relacionado con la empresa.
"Escojo Londres, Inglaterra" dijo Francoise fingiendo que no le molestaba desconocer su futuro y temerle a la pobreza.
Un fuerte portazo se oyó en el estudio y Jean Paul se quedo solo en el despacho. Sin embargo, Francoise permaneció apoyada sobre la puerta que golpeo, reuniendo el valor para marcharse de la mansión que había sido su único hogar.
"Ma belle dame no valora a quien la quiere, no pretende ser amada… Aspirara que la adoren... Sufrirá mucho así…" menciono Jean Paul con nostalgia.
Sin saber que estaba siendo escuchado por Francoise
……………………….
"¡Francoise, esa es la televisora¡Perfecto! Llegamos a las cinco en punto…" menciona Bina entusiasma luego de cuarenta minutos de nefasto recorrido.
Interrumpiéndose por completo los recuerdos de Francoise.
"¿Me veo bien?" pregunta Francoise vanidosa.
Extrayendo rápidamente una comestiquera de su bolso de mano para retocarse el maquillaje. Sin darle mayor importancia a su pasado, como si éste no le doliera.
Continuará….
Próximo Capítulo:
El Seductor Quejumbroso
Me duele el cuello y también los ojos… Pero este capítulo tenía que publicarse otra vez.
Honor a quien honor merece (por orden de aparición):
Etsha: Que bueno que el fanfic te parezca ingenioso y a mi también opinó que Joe quedo muy lindo, es que es tan bondadoso que merece estar bien pintado y que le vaya muy bien en la vida.
Escila: Creo que este universo alterno me va a durar lo que dure el campeonato de formula 1 de este año, ósea hasta mediados de octubre, porque soy "bien perseverante con eso de la escritura" Sobre Fantasma Negro, en este fanfic tendrá su peso dentro del trama de la historia. Y por supuesto que no será por que la calavera pilotee una monoplaza. Sobre la licencia, ya veremos… (Insertar risa malévola) Jo, Jo, Jo!
Kida Luna: A mi también me gusta como conduce Joe y todos los que hacen eso, mientras yo no este ocupando ese auto. Ojala y te haya gustado el capítulo pues toca el tema de la actriz y ni tanto, porque esto se supone que sucedió antes, mejor dicho el tema de Francoise. Pero acaso ¿Que no tenía ya dotes de actuación y actitud de Diva?…
anya: Me encanta que escribas que el fanfic tiene un toque realista, que la historia es encantadora y atractiva. Por eso deseo que te guste en un futuro los demás capítulos que voy a exponer. Tardare un poco para el tercero, pero tengo el presentimiento de que puedo recuperar el tiempo.
girl"of"black"wings: Si vi la película de Taxi y me gusto mucho, por que además de la sangre, patadas y disparos, la comedia así de absurda es de mis géneros preferidos, pero lo que más me gusto fue que en plena función cuando sucedió la primer persecución del banco, me asombre de la semejanza que tenía eso con mi fanfic… "coincidencia cósmica"… Eso es un lindo recuerdo. Curiosamente lo de hacer que Joe manejara un taxi, fue por ver Collateral y lo de manejar como loco, no es nuevo.
Reedición del segundo capítulo pero a poco ¿No quedo más bonito?
Francoise no perdió la arrogancia ni el conflictivo perfil psicológico. Además incluí todos los detalles importantes sobre Jean Paul y de Nataly mejor lo quite casi todo. Pero encima de eso, metí a Bina en la trama.
Me gusto bastante el resultado.
Términos usados:
Ma belle dame: Mi bella dama (Pero que tierno es Jean Paul).
Arribista: En una sociedad elitista caracterizada por aristócratas y millonarios de cuna de oro, llamar abiertamente arribista a una mujer podría considerarse el peor de los insultos, a causa de culparla de valerse de acciones meretrices para hacerse de una excelente posición económico y social que no le corresponde. Cómo puede ser de lo más común, es reprobable para los que siempre han sido afortunados.
NHK: es el canal público de Japón, como en México es el XEW y aunque en mi país la televisora del canal 2 es Televisa, me gusto la idea de llamar a la televisora como NHK (es que la verdad desconozco su nombre).
Por cierto no olviden pasar a ver mis dibujos…. Ni modos, tengo que hacer mi comercial.
Hasta Pronto!
