Título: El destino del árbol y el junco
Autor: abysm
Disclaimer: Los personajes son de JR Tolkien, por supuesto. Los tomé prestados un tiempito.
Advertencias: Esto será slash Aragorn/Legolas, definitivamente. Creo que será rating R en algunos capítulos.
Aclaraciones: AU. No hay Anillo ni Sauron. El fic estará ambientado en la tradición de las geishas. Algunas de esas costumbres van a estar alteradas para beneficio de la trama del fic. Intentaré aclarar las ideas erróneas, me encanta el mundo de las geishas y no quisiera ofender. Por eso, habrá algunos nombres japoneses (personajes secundarios, obvio y poquitos) y alguna que otra frase.
Epilogo
La bruma cubría gran parte del lugar y no permitía una visión clara, al menos mientras el sol no asomase del todo por el horizonte, esa tenue cortina seguiría impidiendo a los ojos humanos ver a más de algunos metros de distancia.
Legolas no estaba muy seguro de querer que el día finalmente asomase.
La mano sobre su hombro lo sacó de sus cavilaciones y lo hizo girar, todavía envuelto en la abrigada capa que lo cubría. Enfrentó a sus hermanos, esas dos imágenes especulares, idénticas y tan amadas.
Siempre supo que ese momento llegaría pero siempre se decía que todavía faltaba, que aún era muy pronto pensar en eso, y de pronto ahí estaba. Había llegado y él no se había percatado demasiado hasta que lo tuvo frente a sí.
No tienes que estar triste- dijo Elroy -. Ya es tiempo que partamos... El tiempo de los elfos en la Tierra Media casi ha llegado a su fin y deseo acompañar a mi gente.
Lo sé, Elroy...- contestó Legolas.
Thranduil había partido hacia Valinor algunos años antes, en compañía de una parte de los elfos de Eryn Lassgalen, pero Elroy y Löne se quedaron. Ahora también les llegaba el turno de partir.
Ya me despedí de tu esposa y tu hijo- continuó Legolas, resignado.
Aragorn y tú todavía tienen cosas por terminar aquí- intervino Imrahil -. Y sabes que estaremos esperando por ustedes.
Sí.
Esa idea era lo único que ponía una nota de calor en el corazón de Legolas, saber que sus hermanos esperarían por él. Sólo por esa razón consentía en esa separación, sabía que con el tiempo, los tres volverían a estar juntos. Los abrazó con fuerza. El lazo que los había unido desde su nacimiento ya nunca se rompería, perduraría para siempre.
¿Puedo interrumpir?- dijo una voz suave y los tres rostros idénticos giraron hacia ella.
Baldor ya no era un jovencito. Ahora las canas abundaban en el cabello otrora castaño y reluciente, pero pese a que ya era bastante mayor, aún caminaba erguido y grácil. Por supuesto, ya no usaba las vistosas ropas de geijin, según Legolas podía recordar, apenas las había usado después de la boda en Minas Tirith. Sin embargo, su atuendo actual era una mezcla con las ropas que habitualmente usaban los elfos de Bosque Dorado.
Ah, el hermanito honorario...- bromeó Imrahil -. ¿Te das cuenta que por fin vas a tener que empezar a trabajar en ese puesto?
No bromees conmigo... Mira que soy un hombre adulto...
Haldir te llama 'pequeño'...- retrucó Elroy, sonriente.
Eso es una discusión que hemos tenido durante años... Insiste en que soy un niño para él. Es bastante terco cuando se lo propone.
Escuché eso, pequeño- dijo el elfo, acercándose al grupo y escoltado por otros.
Ya sé, Haldir, jamás he dudado que escuches... Es sólo que no siempre me haces caso.
El galadrim casi no había cambiado en esos años, todavía seguía adorando a Baldor y venerando cada pequeño gesto de su amado. Había visto los años cruzar por el rostro del humano, dejando sus huellas en él, y deseando tener el poder para detener el tiempo.
Rápidamente, Imrahil dejó de bromear para ofrecer el brazo a su esposo con una sonrisa amante. Eomer era mayor que Baldor, y los años habían sido benignos también con él, aunque algunas veces los dolores de la edad lo aquejaran un poco. Sin ofenderse, sabiendo que ese gesto sólo demostraba el intenso amor que el elfo mantenía intacto para él, el Rey de Rohan aceptó el apoyo.
El grupo era heterogéneo, se mezclaban en él rostros lozanos, con la frescura que solamente la piel de los elfos podía tener aún con el correr de los años, rostros surcados por las inclementes huellas del tiempo, cabellos rubios, algunos canosos, otros todavía oscuros, pero en todos ellos permanecía inalterable que el paso del tiempo no había hecho menguar los sentimientos que los habían llevado hasta ese momento: el amor y la amistad.
El sol despuntó en el horizonte y una brisa leve hinchó las velas del barco que cabeceaba apenas en el muelle.
Ya es hora- dijo Aragorn.
Las palabras parecieron quedar un minuto suspendidas en el aire antes de desvanecerse en la brisa.
Te estaremos esperando, hermanito- dijo Elroy, dando un último abrazo a Legolas y se encaminó por la rampa antes de que sus emociones lo ganaran.
Pero no te metas en problemas mientras no estamos... ¿De acuerdo?- terció Imrahil.
De acuerdo, lo intentaré.
Ninguno era bueno con las despedidas, así que lo mejor era hacerlas lo más rápido posible. Además, todos sabían que no era 'adiós' sino 'hasta luego'.
Acompañando a Eomer, Imrahil avanzó sin soltar el brazo de su Rey mientras que Haldir ceñía la cintura de Baldor.
Ten cuidado con la rampa, amor... Está un poco empinada...- el elfo nunca había terminado de asimilar aquello de que no debía ser tan cuidadoso con su amante mortal.
Sí, Haldir- dijo Baldor, que había terminado por aceptarlo.
No hace falta que camines tan despacio, Imrahil... Aún puedo hacerlo a buen paso- protestaba Eomer.
¿Estás seguro?
Que ya no pueda 'cabalgar' toda la noche no significa que haya dejado de ser el Jinete...
Por supuesto, mi señor...
El resto de los pequeños diálogos, se fue perdiendo a medida que quienes hablaban se internaban en el barco que los esperaba y que poco después, muy suavemente se despegó del muelle.
Consciente de lo que eso significaba, Legolas buscó refugio en los brazos de su esposo, y aquel le ofreció el abrigo acostumbrado. En un día, el elfo despedía a sus dos hermanos, y el Rey a dos de sus mejores amigos, pero en sus corazones brillaba la esperanza que cuando sus tareas en la Tierra Media estuviesen completas, podrían reunirse.
El chillido de las gaviotas sobre el mar azul y el rumor de las aguas eran los únicos sonidos que se oían mientras el barco abandonaba la bahía. Contemplaron el avance lento hasta que salió a aguas profundas y en ese instante, desplegó las velas en toda su extensión, y aquellas refulgieron, blancas y hermosas, dando velocidad al navío.
Aragorn continuaba aferrando el cálido cuerpo de Legolas sin animarse a pronunciar una sola palabra hasta que un relincho impaciente rompió el silencio.
Ahí estaba parte de las tareas que aún tenían pendientes.
Eldarion y Elfwine se habían despedido antes pero prefirieron no acercarse al muelle. Esos dos eran inseparables.
Esos dos ya deben tener hambre- protestó Aragorn, mientras caminaba e intencionadamente apartaba a Legolas del muelle -. Eldarion come como un ejército de orcos...
Come como su padre, dirás- retrucó Legolas.
En ese momento, la voz juvenil de un muchacho les salió al encuentro.
¡Ada!- gritó Eldarion -. Win y yo nos adelantamos... ¡Vamos a corretear orcos!
¿Por qué siempre se dirige a ti?- preguntó el Rey -. Siempre lo consentiste demasiado.
Intentaba sonar enfadado pero era claro que no era cierto. Nada menos cierto que eso porque no había nadie en toda la Tierra Media más complacido por la relación que su hijo tenía con su esposo.
Ahora podía recordar con una sonrisa los primeros tiempos de vida en común, con un bebé en medio de ellos. La felicidad era completa y plena, Aragorn no podía entender que Eldarión se hubiese aferrado a Legolas de una manera tan intensa, pero la verdad tampoco le interesaba demasiado, él era completamente feliz que así fuese.
Y los dos alborozados padres primerizos cometieron todos los errores permitidos a dos padres inexpertos pero nada podía opacar la alegría ante la mejoría que el pequeño experimentó desde los primeros días. Ganó peso, sus mejillas se pusieron rosadas y redondas, y tuvieron que renovar toda su ropa porque creció. Elfo y hombre escucharon juntos sus primeros balbuceos y juntos contuvieron el aliento mientras daba sus primeros titubeantes pasos en medio de la alfombra.
Eldarión fue como todos los niños. Por momentos dócil y angelical y a veces un torbellino que cruzaba corriendo a toda velocidad por pasillos y salones, gritando a todo pulmón y poniendo a prueba la paciencia del rubio 'ada' que corría tras él o de 'papá' que solía ser quien ponía fin a esas persecuciones tan divertidas para él.
Creció de forma normal casi hasta los diez años, luego el tiempo comenzó a pasar en forma más lenta para él, pero fue cuando entraba en la adolescencia cuando pasó la etapa más difícil. Quería saber más de su madre, de las razones por las cuales su padre había preferido a un elfo varón que no podía darle hijos a una elfa hermosa con la cual hubiese podido tener todos los elfitos que quisiese. En esa época fue más evidente su parentesco con Arwen.
Cuando se ponía terco, se erguía y los ojos grises tomaban la expresión fría que solían tener los de Arwen. Había aprendido que había algunos temas de los que su adar prefería no hablar, y que su padre evitaba, así que en una de las numerosas visitas de Elrond, acorraló a su abuelo y de él obtuvo gran parte de la historia.
Con el correr de los años, Elrond había terminado por aceptar la buena labor que el elfo hacía, no sólo como esposo, sino también como adar del niño, así que intentó ser ecuánime y justo con la historia. Una tarea difícil y complicada que el elfo adulto cumplió lo mejor que supo. No fue bastante para el jovencito, que sin otra opción, prefirió ir a las fuentes y le preguntó a Legolas en forma directa. Fue la conversación más ardua que el elfo tuvo, porque no quería hablar mal a Eldarion de su madre y tampoco quería mentir.
De esa conversación obtuvo su más grande victoria, porque después de ella, la relación entre ellos se hizo más fuerte y el carácter de Eldarion se apaciguó. La terquedad se convirtió en empeño y para orgullo de su abuelo Elrond, se transformó en todo lo que Arwen pudo haber sido.
En medio de esos recuerdos, Aragorn sonreía para sí a medida que se acercaban a los caballos que los esperaban para el camino de regreso, porque todavía tenían un buen trabajo por delante, tal como Imrahil había dicho a su esposo.
Su esposo.
Caminando junto a él, Legolas era una presencia constante en su vida, una presencia de la cual nunca se cansaba, que ansiaba día a día y que le era tan imprescindible como el aire. Lo estrechó contra sí, y recibió en respuesta, la sonrisa plena de amor que era su mejor recompensa.
Vieron las siluetas de Eldarion y Elfwine alejándose al galope tendido a través del camino y también ellos se prepararon para emprender el regreso.
Solamente años después, cuando Eldarion estuvo en condiciones de asumir sus responsabilidades como Rey, Aragorn abdicó en su favor cediéndole sus derechos como heredero y junto a Legolas iniciaron el viaje que por fin los reuniría con hermanos y amigos. Un amanecer soleado, ambos subieron al blanco navío, se izaron las velas y la nave se deslizó hacia Alta Mar hasta perderse en el horizonte.
Así fue como culminó la historia del Arbol y el Junco, y los pergaminos donde fue escrita fueron lacrados, sellados y guardados entre los tesoros del reino, donde se conservan desde los días antiguos hasta hoy.
FIN.
Notas: Bueno, el desquicio ha terminado jajaja... En serio, muchas gracias a todas por leer, por dejar sus comentarios, por todas las palabras de aliento que me dejaron, porque esta idea era una locura desde el principio, y sin embargo tuvo un recibimiento muchísimo mejor de lo que yo esperaba. A quienes leyeron desde el principio, a quienes se sumaron después, todas han sido un enorme soporte para mí y me dieron ánimos de terminar este fic. Vania, Iona, Forfirith, Monce, Alym, Amazona Verde, Nina... y seguro que me olvido de alguna, pero a todas sin excepción, gracias mil por leer hasta aquí. Besos. Nos vemos!
Reviews:
Prince Legolas: Ays, te imagino bailando con tu elfito de peluche... lo ví en las imágenes que subiste a SH... Mí quiere uno! Ya que un elfito de verdad no se puede... P En fin, la bruja ya dejó de molestar en forma permanente, y en cualquier momento la tenemos de regreso, porque tienes razón, ni Mandos la querrá por allí ) En cuanto a los elfitos... bueno, moría por ganas de darle elfitos a Legolas, pero después de meditar mucho, decidí que no, porque eso hubiese puesto de cabeza todo el fic desde el comienzo. Y también tendría que buscar una razón para NO dárselos a Imrahil, y ver si Haldir tenía alguna intención de embarazarse... Confieso que la idea me encantaba, pero la reservaré para futuros fics, porque ahora me quedé con las ganas de ver al elfito con panza. Muchas gracias por leer hasta el final! Besotes.
Zehken: No te arrastres, jajaja... Nadie duda que Arwen está mucho mejor allí donde haya ido a dar, siempre y cuando deje de molestar a estos dos preciosos. Y con todas las maldades que hizo, ni hablar de viajecito a Valinor para ella. Eso hubiera sido casi recompensarla, no señor! Elrond dio algún problemita más, pero se arrepiente, ya ves y les da su visto bueno... Ays, por fin alguien se acuerda del pobre elfito bebé, que él también casi estira su élfica patita en el incendio, snif, snif... Piensen en él poecito, no tiene la culpa de la mamá que le tocó. Y si bien es hijo de Arwen, no basta parir un hijo, también hay que cuidarlo y protegerlo, brindarle amor... Tal vez legolas no lo haya tenido, pero puede darle todo lo demás ). No temas, Haldir y Faramir huyeron algunos días al monte Mindolluin para salvaguardarse de Elrond, y todos en paz jajaajja. Un besito.
Ashura: Biiieeennn! Compu de regreso! XD,XD... Nop, la odiosa no haría semejante cosa, pero sí fue culpable accidental del incendio. Y pobre Elrond, no puede evitar quererla, es su hija, y ya se sabe: para un padre un hijo nunca es completamente malo... Ha tenido que reconocer que su hijita no era un dechado de virtudes y creo que eso fue mucho para él. ¿Matrimonio comunitario? OMG! Noooo, eso sería de terror! Aunque así me hubiese ahorrado mucho sufrimiento y páginas escritas P Lamento haber tardado tanto, pero ya ves, eran tres parejas para hacer felices... Pufs, pufs... El muso se achicharró la sesera para cumplir con todos. Muchos besitos.
Fedia: Hola! Siii, cuánto tiempo! Temí que te hubieses retirado definitivamente de la escritura! Otro fandom? En qué estás ahora? Plis, cuéntame. Miré tu profile por si habías subido alguna otro fic, pero no... Muero de curiosidad... Bueno, muchas gracias, y espero que te agrade el final, aunque no tenga mpreg... Un abracito, besos y no te alejes.
Ishtar: Ah, hermanita, estás de regreso! Pero mhija, yo creí que te habían comido los orcos o algún otro bicho... y resulta que no. Bueno, me alegro jajaja. Sí, sí... resulta que ahora yo tengo la culpa de que no estés limpiando tu pieza, estudiando y todos los demás etcéteras... bueno, me aguanto que me echés la culpa, total... qué le hace una raya más al tigre. Criatura, he decidido que para el próximo fic le pondré un título más cortito, que sino después me lo confunden con Hortalizas Varias... Buuuuaaaahhhh... En fin, lo de mensajeras, pues no sé... Golondrinas no me parece, yo iba a poner palomas, pero no me pareció que usaran algo así en la Tierra media, no sé si había... jeje. Así que lo dejé en mensajeras. Los documentos de Gandalf eran mi carta por si me decidía a hacer el fic mpreg, pero al final dejé que Gandalf se guardase los documentos y el mpreg queda para otro fic. Bien, alguien duda que Haldircito tiene mucho por hacer con Baldor? Por las dudas, que el rey avise antes de entrar jajaja. Lo siento, soooorrryyyyy... el elfito taba triste... por suerte el reyecito llegó a tiempo (sino, moría yo... Ya me amenazaron en varios idiomas incluyendo èlfico, orquiano P, enanense y demás). PD: siiii, ya terminé! Lo de Baldor está a la vista en este capi, y por cierto, si tienes que dibujar a Thandruil con sus mechitas rojas... para quitarlo de la cabeza. Yo tuve que hacerlo para sacar a Haldir y Baldor, al elfito con su abanico y ropita de geijin, y también haciendo sus 'cositas' con Aragorn... jejeje, fue catarsis... Y para terminar: qué bien! Fic original! Es slash? Es fantástico, épico, moderno? Qué eeeees? Cúentame, cuéntameeee, porfis, porfis... No he podido dejarte mensajito en tu página porque me cuesta esperar que no haya nadie en la oficina y poder entrar... Mi pc está demasiado a la vista! Bue, te dejo por ahora, pero aparece pronto, sí? Besazos!
