3 de marzo.

Hoy es mi cumpleaños y a la vez es el día más triste de mi vida... ¡No quiero seguir viviendo así... simplemente no puedo seguir!

Las lágrimas están saliendo de mis ojos una tras otra, sin poder contenerlas... ¿Cómo es posible que después de haber estado en el paraíso, ahora este hundida en el infierno? ¿En que momento dejé de tocar la realidad para que ahora ésta me golpeé con todas sus fuerzas? No lo puedo creer, todo cambió tan rápido que aun me siento confundida...

Quisiera creer que todo lo que pasó la última semana no ha sido más que una pesadilla de la que tarde o temprano despertaré, pero no es así, lo sé. Por mucho que me cueste debo al fin aceptar que todo lo que viví junto a él no fueron más que vanas ilusiones. Ilusiones por parte mía, fantasías de un corazón enamorado... Mis ojos me engañaron, mis sentidos se vieron embriagados por su delicioso aroma y toda yo caí en el embrujo que su ser me hizo.

Ya nada es lo mismo y no volverá a serlo... ¡Hubiera dejado todo por él, pues Cleff se había convertido en mi vida misma...! Pero yo no significo lo mismo para él... Me quiere, sí, lo sé y siempre lo he sabido... Pero no me ama... Su corazón le pertenece a otra mujer, alguien que sí es como él, alguien con quien comparte sus sueños y sus emociones... En pocas palabras: su alma gemela.

¿Puedo competir contra eso? ¿Contra un amor que ha rebasado los límites del tiempo y del espacio? Él tiene la firme convicción de que María lo ha hecho, por eso la ama, porque han compartido mucho y aun les espera compartir más...

Debo de confesar que jamás me imaginé que la vida tomaría este rumbo... Él estaba enamorado de ella desde hace mucho tiempo y yo simplemente no me percaté de ello. Creí que mi posible rival era Presea, su amiga desde siempre, pero nunca pensé que ella, esa linda chiquilla que conocimos tiempo atrás, en nuestra primer visita a Zéfiro, fuera la dueña de su corazón...

No sé en qué momento pasó todo, pero las cosas simplemente pasaron así. Ella viene frecuentemente al castillo, y a todos les gusta su entusiasmo y carisma. La niña que fue despareció para convertirse en una joven de dulce belleza. No puedo creerlo, simplemente no lo entiendo. Ellos hablaban pocas veces, pero aparentemente estas bastaron para que él, el hechicero más poderoso de Zéfiro, cayera rendido ante sus encantos. Y en cierto modo es natural. Esa chiquilla es bastante asediada por el género masculino, pues es un ser lleno de ternura e inocencia, la cual, quizá yo perdí hace mucho tiempo.

Soy la única persona a quien le ha confiado el secreto que con tanto recelo guarda en lo más profundo de su ser... Soy la única en quien confía, y a la vez la única a quien más ha herido con sus palabras... Pero él no lo sabe... Él cree que para mí es un hermano y yo soy una hermana para él... Me lo dijo un día, después de confesarme su secreto: "Eres la persona en quien confiaría mi vida..." en ese instante yo pensé: "Sí, me confiarías tu vida, pero no tu corazón."

Y ahora que lo pienso, en verdad fui una ilusa al creer que él me amaba, pues las miradas que le dirige a ella ni siquiera se comparan a las que van para mi. Sin embargo, hay que decir también que él es un excelente actor, pues cuando les dije a Lucy y a Anais quien era la chica con quien soñaba y a quien amaba, ellas se sorprendieron muchísimo y me ofrecieron disculpas. Yo me sorprendí cuando lo hicieron, y les pregunté por qué hacían semejante cosa, si nada tenían que ver ellas en el asunto. Su respuesta fue que había sido su culpa el que yo me entusiasmara tanto con una posible noviazgo con Cleff, pues ellas constantemente me decían que en muy poco tiempo nuestra relación se formalizaría. No sé decir si esto me ofendió o me conmovió, pero les respondí que yo era dueña de mis emociones, y que si había resultado herida había sido enteramente por culpa mía y de nadie más.

Una semana bastó para sacar todo el dolor de mi corazón, para liberarme del tormento y la tortura que era para mí escucharlo hablar de sus planes a futuro. Es increíble que siendo el mago más poderoso de Zéfiro no intuyera cuanto me lastimaban sus palabras, pero no puedo culparle del todo, pues yo también actúo muy bien, ya que frente a él logro frenar todo la tristeza que se acumula en mis ojos al escuchar sus palabras. O tal vez lo sabe y por eso decidió contármelo todo, para matar de una vez por todas las ilusiones y los sentimientos que pudieran ir naciendo en mí por error... Si así lo hizo, aunque me lastimó, he de agradecérselo, pues el daño pudo haber sido mayor si las cosas seguían como hasta ese momento...

Digo que una semana bastó, pues al termino de esta, él al fin le dijo a María lo que sentía. Ella se asombró, según sé, y no supo que contestar... ¡Ella lo quiere, bien lo sé! Esa niña no sabe mentir como lo hacemos Cleff y yo. Aun así, le pidió tiempo, pues entre otras cosas le preguntó que por qué le decía esas cosas si él estaba saliendo conmigo. Él le explicó todo y le dijo que a mi me tenía un gran cariño, que me quería como a una hermana, pero que nunca me había amado y no me podía amar, pues ella era su alma gemela.

Pobre María... A pesar de sus sentimientos lo rechazó y todo por mi culpa... Ella se dio cuenta que me gusta, cómo no hacerlo si mis ojos y todo mi cuerpo lo grita a los cuatro vientos, pero el único que no se ha dado cuenta es él... María le confesó a Caldina que no quiere lastimarme, pues sabe que si ella empieza a salir con Cleff me dañaría irremediablemente... Caldina tuvo la gentileza de decírmelo, pues ella cree que sabiendo toda la verdad, encontraré pronto la manera de olvidarme para siempre de ese amor imposible.

Debo admitir que en cierta forma María tiene razón, pues si de por sí es difícil saber que quien amo, ama a otra, no puedo imaginar la clase de tortura que será para mí el verlos juntos. Dicen que la felicidad del ser amado es la propia, pero quizá soy una persona egoísta, pues no puedo pensar así, mejor dicho no puedo sentir así.

Por otro lado, no puedo permitir que queriéndose como lo hacen se detengan por causa mía, por no herirme... Si su felicidad es estar juntos simplemente me haré a un lado ¡Amo demasiado a Cleff como para dejar que por mi culpa viva por siempre inmerso en la soledad!

Por eso he tomado una decisión que cambiará mi vida por completo: Regresaré a casa, de donde quizá nunca debí haber salido... No, en realidad no me arrepiento de eso. Por primera vez luché por lo que amaba, y aunque perdí, esos momentos que pasamos juntos no los cambiaria por nada. Reharé mi vida, aunque no sea a su lado sé que conseguiré ser feliz, sé que el destino tiene preparado para mí otras cosas, y quien sabe, tal vez al igual que Cleff, yo también encuentre a mi alma gemela...

Me dolerá mucho dejar en Zéfiro al hombre que amo y a mis amigos: a Lucy y Anais, a Paris, Latis, Caldina, Ráfaga, Presea, Nikona y a Ascot... ¡Ascot, mi querido amigo... ¡Lástima que no haya podido amarte! Espero que encuentres a alguien que sepa valorarte como el magnífico hombre que eres. Por desgracias mis emociones nunca se pudieron acompasarse a las tuyas... Sé que con tu amor y ternura hubiera sido tan dichosa, pero no pude conseguirlo. ¿Cómo hacerlo si ni siquiera lo intenté? Y no lo hice no por falta de amor, pues yo te quiero mucho, pero simplemente estando Cleff en mi corazón era imposible conseguirlo... Ahora no quiero estar cerca de aquí, de ellos, de ustedes, de ti... Quiero alejarme y encontrar paz, es lo único que necesito para comenzar desde cero...

Mañana, a estas horas ya no me encontraran aquí, sólo dejaré una anota a manera de agradecimiento, y esperando que mis amigas me perdonen por irme sin despedirme, abandonaré todo lo que Zéfiro despertó en mí...

Mis padres me esperan con los brazos abiertos y una vida en la Tierra esta por ser reiniciada... Hasta pronto, querido diario. Tras escribir estas páginas cierro para siempre el capitulo más importante de mi vida hasta ahora. Espero que cuando inicie nuevamente a escribir sea para contar que soy feliz y que al fin he encontrado lo que tanto buscaba.

Atte.: Umi Ryuzaki.