Capítulo 6: Huyendo de Sherra
Los pasos de los viajeros por aquel camino embarrado podían oírse a metros de distancia. También se podían oír, incluso de más lejos aún, los gemidos que emitía uno de ellos.
La chica de pelo rosa claro trenzado y con moño a duras penas podía caminar. No era para menos: su cuerpo, antaño de buena figura y lleno de energía, ahora estaba escuálido. Más aún, no sólo su ropa le iba ahora tres tallas grande, dejando al descubierto las costillas que se entreveían a través de la fina piel, sino que además estaba demacrada, con toda la cara chupada y unas grandes bolsas con ojeras en sus párpados inferiores.
En resumen: aquella chica se había convertido, en el transcurso de unas pocas horas, en una especie de momia andante.
- No puedo máaaaas. ....Me voy a moriiiiiir. .....- gimió la chica
una vez más -.
- Venga ya, Mina, que sólo hace tres horas que hemos empezado a
andar..... - le espetó el compañero que tenía justo detrás, de pelo
negro azabache y ojos grises -.
- Me muero de hambreeee..... - siguió protestando la chica -.
- Pero si hace nada que hemos desayunado..... - volvió a la carga
el chico -.
- Un trozo de pan no es un buen desayunoooo.....
- ¿¡Un trozo de pan!? ¡Si te has comido la barra entera! - le gritó
el chico, totalmente atacado de los nervios -.
- Da igual, yo necesito desayunar fuerteee..... Me falta
energíiiiaaa.....
- ¡A ti sí que te voy a dar energía como no espabiles, tía
vaga.....!
- Vale ya, chicos, no es el mejor momento para empezar con
peleas..... - intervino otro chico de pelo turquesa que iba justo
detrás de ellos -.
Un cuarto hombre, de cabellos púrpura cortados a media melena y ropas de sacerdote, no dijo nada. Miraba al trío que tenía delante y su forma de discutir por todo con cara de satisfacción, mientras cargaba a sus espaldas a una niña que parecía su clon exacto, sólo que con el pelo más largo y de un tono tirando a añil, que roncaba de forma estridente.
Cualquiera que viera a este estrafalario grupo de viajeros, saldría corriendo sin dudarlo en dirección contraria.
- No aguanto maaas..... - volvió a gemir Mina cayendo al suelo de
cara y empezando a arrastrarse como una culebra - Si no encuentro
comida o algo con que distraerme, moriré sin remediooooo.....
Justo en el momento de decir aquello, la chica chocó contra una bota embarrada que no correspondía con la de ninguno de sus compañeros. Miró hacia arriba y se encontró con un grupo de maleantes, asaltadores de caminos de poca monda. bandidos, en definitiva.
- Muy bien, muchachos. - empezó el que parecía el líder,
dirigiéndose más concretamente a Andracis y Valteria - Si apreciáis
vuestra vida, entregadnos todo lo que llevéis de valor.....
De pronto, el bandido líder empezó a escuchar una risa débil bajo sus pies. Miró hacia allá y reparó por fin en la chica escuálida del pelo rosa que se levantaba con dificultades del suelo sin dejar de reír. Una vez en pie, el volumen de su risa aumentó de forma considerable, dando lugar a una especie de risa maníaca, más propia de un asesino psicópata. Los bandidos estaban aterrorizados, aunque no eran los únicos.
- Val..... - dijo Andracis todo pálido, mirando a Mina como
quien mira a una aparición - cuando se pone así, esta chica me
da miedo.....
- Pues anda que a mí..... - corroboró el dragón antiguo
empalideciendo tanto a más que su compañero -.
Mina miró a los bandidos con ojos de loca y relamiéndose de satisfacción les dijo:
- Vosotros seréis mi distracción.....
Aquellas palabras sumadas al aspecto de momia viviente que ofrecía la chica asustaron aún más a los bandidos. Algunos empezaron a correr para salvar sus vidas pero ya era demasiado tarde.
- ¡MEGA BRAND! - gritó ella extendiendo hacia ellos sus brazos
-.
Se produjo una explosión a los pies de los bandidos de una magnitud tal que algunos de ellos fueron lanzados a varios metros de distancia. Mientras caminaba para no perder al grupo, Xellos vio cómo tres de ellos salían volando en dirección contraria.
- Mmmm..... ¿Qué pasa? ¿Qué es todo ese escándalo?
- Vaya, ya te has despertado. - dijo Xellos al ver que su hija
empezaba a desperezarse - ¿Cómo te sientes?
- Pues.....Un poco cansada, pero por lo demás estoy bien. -
respondió ella bajándose de la espalda de su padre - ¿Qué ha
pasado?
- Náaa, una partida de bandidos que han probado una dosis de la
magia de Mina..... Nada serio.....
- Lo dices como si estuvieras acostumbrado...... - observó la
chica -.
- Tendrías que haber estado junto a Reena el tiempo que yo
estuve para comprenderlo. - fue la respuesta del demonio -.
No tardaron mucho en llegar a la escena "del crimen". Mina estaba en pie, frente a un gran cráter que había en el suelo, de unos dos metros de diámetro, más o menos. Había recuperado su figura y sus energías y se la veía satisfecha mientras se sacudía el polvo de las manos.
- Bueno - dijo dirigiéndose a sus compañeros de fatigas - con
esto ya me siento con fuerzas para seguir..... ¡Hala, gente, en
marcha!
Los demás la siguieron sin chistar por temor a las consecuencias. Pero de pronto, la chica se volvió mirando al cielo. Algo caía de allí a toda velocidad. Cuando Mina extendió la mano y lo cogió, ese algo resultó ser una bolsa llena de monedas de oro.
- ¡Qué suerte! - exclamó entusiasmada -.
* * *
Una media hora después, el grupo estaba comiendo en un restaurante de un pueblo cercano. Como de costumbre los que más daban el espectáculo eran Mina y Andracis, cuya pelea por la comida había llegado a tales extremos que de vez en cuando trozos de comida salían volando. Sin embargo Valteria y Xellos no daban importancia a este hecho.
Lo que les dejaba totalmente flipados era la actitud de Índiga; jamás habrían imaginado que una chica que estaba destinada a convertirse en sacerdotisa, se comportara con aquellos modos en la mesa. La forma en que la semi-dragona devoraba sin pausa su comida, no tenía nada que envidiar a la batalla campal que se estaba desarrollando en la parte de Mina y Andracis.
Mientras devoraba unos espaguetis a la boloñesa, Índiga se percató de que las miradas de su padre y su hermanastro estaban fijas en ella.
- ¡Ssslurp! ¿Qué? - inquirió sin dejar de masticar - ¡Glub! Tenía
hambre. Os recuerdo que esta mañana no he desayunado.
- ¡No, no, si no pasa nada, mujer! - disimuló Val - ¡Puedes comer
todo lo que te apetezca!
- ¡Ah, bueno! - suspiró la chica, y siguió comiendo como si tal
cosa -.
Demonio y dragón antiguo no pudieron reprimir sendas gotazas de sudor.
- Bueno, Val-chan - dijo Xellos cambiando de tema - tú que conoces
bien el terreno: ¿Qué camino deberíamos escoger?
- Veamos.... - empezó Valteria sacando el mapa de la zona del
bolsillo de su chaleco- En estos momentos nos encontramos justo
aquí - dijo señalando el lugar en el mapa extendido sobre la mesa -
a unas dos millas de Vezendy. Darien está a tan sólo un día desde
Vezendy. Así que yo creo que lo mejor es que vayamos por la ruta
que pasa por todos los pueblos..... entre otras razones, para que
Mina no se queje de que tiene hambre.....- concluyó mirando de
soslayo a la aludida y sudando de vergüenza ajena -.
- Sí, supongo que es mejor así..... - corroboró el demonio mirando
a su vez a Mina-.
Repentinamente, una de las camareras dejó caer asustada su bandeja con todo lo que ésta contenía. Muchos de los clientes del restaurante dejaron escapar gritos ahogados y respingos de sorpresa y miraban nerviosos a la mesa donde Mina y sus camaradas comían. Ninguno de los que estaban en la mesa comprendían a qué venían esas caras.
Entonces Andracis se percató de que miraban sobretodo a Índiga. Él la miró a su vez de arriba abajo para ver qué había de extraño en la chica..... Y finalmente lo encontró.
- ¡Eh, Andy! ¿Qué ocurre? Estás un poco pálido..... - interrogó
Índiga al ver la cara que se le había puesto a su compañero -.
- Eh.... Índiga.... de..... debajo de..... tu falda..... - balbució
el muchacho -.
Extrañada, la semi-dragona miró hacia donde él le señalaba.....
Y descubrió una cola de dragón que asomaba. Aquello era probablemente lo que tanto había llamado la atención de los clientes del restaurante.
Los demás integrantes del grupo no tardaron en descubrirlo también y pronto intercambiaron miradas de preocupación al ver que cada vez había más gente mirando la cola de Índiga.
La chiquilla notaba todas las miradas clavadas en su cola. Podía incluso percibir los cuchicheos que algunas personas intercambiaban entre sí. Aquello era más de lo que la pobre Índiga podía soportar.....
Bruscamente se levantó del asiento, agarró la mesa en la que estaban comiendo y se la tiró a todos los presentes, gritando más colorada que un tomate:
- ¡DEJAD DE MIRARME ASÍ, PERVERTIDOOOS!
La mesa dio de pleno a las cinco personas que estaban más cerca. Ahora Índiga estaba indignada y su cola estaba tiesa, como un mástil, perfectamente visible. Los gritos de la gente no tardaron en oírse por todo el restaurante:
- ¡Un dragón! ¡Es un dragón!
- ¿Un dragón? ¡Qué horror!
- ¡Nos va a devorar!
- ¡Miradla, está furiosa!
- ¡Hay que matarla antes de que nos mate a todos!
- ¡Ahorquémosla!
- ¡Quemémosla viva!
- ¡Eso! ¡Y a sus amigos también, que seguro que son dragones, igual
que ella!
- ¡Oigan! ¡Que yo de dragón no tengo nada.....! - protestó Xellos
-.
- ¡Cállate y corre! - le gritó Valteria al tiempo que se lo llevaba
arrastrando de un brazo fuera del restaurante -.
Mina, Andracis e Índiga no tardaron en seguir su ejemplo y huyeron en plan "pies para qué os quiero", mientras detrás de ellos toda una horda de aldeanos furiosos, armados con antorchas, rastrillos, azadas y demás enseres del campo, les seguían los talones.
* * *
Ya alejados del pueblo, Mina y sus compañeros se pararon a descansar. Después de horas de ser perseguidos por la horda de aldeanos, habían conseguido despistar a sus perseguidores en un bosque cercano, donde se habían detenido.
- ¡Oye, tía, la próxima vez sé un poco más discretita con tu
cola! - le espetó Mina a Índiga tras recuperar el aliento - ¡Por
tu culpa casi nos queman en la plaza del pueblo!
- ¡No es mi culpa que de vez en cuanto se me escape la cola! -
lloriqueó la semi-dragona - ¡Todavía no tengo controlado eso de
pasar de dragona a la apariencia humana!
- Venga, chicas, tranquilizaos las dos. - dijo Xellos intentando
poner paz - No hay porqué discutir de esa forma.....
- ¡Cada vez que hay cizaña en este grupo es porque tú pones los
motivos, namagomi despreciable! - le insultó Val -.
- Sabes que eso no es del todo cierto, Val-chan. - le corrigió
el demonio aparentemente sereno - ¿O te tengo que recordar la
que arman Mina y Andracis por su cuenta cada vez que van a un
restaurante?
- Sí, pero todo es culpa de Mina, que es una egoísta y no
comparte la comida ni a tiros..... - se quejó Andracis -.
- ¡¡No soy una egoísta!! - le gritó la chica mientras derribaba
al muchacho con una patada mortal en la cabeza -.
La pelea entre los dos adolescentes habría seguido de esa guisa de no ser porque de pronto Xellos giró bruscamente su cabeza en dirección a lo más interno de aquel bosque con cara de preocupación. Parecía como si acabara de detectar una presencia no deseada. Aquello picó la curiosidad de Mina, quien aflojó la llave de judo que le estaba haciendo a Andracis y le preguntó:
- ¿Ocurre algo, Xellos?
- ¿Eh? - el demonio pareció salir de su trance - ¡Oh, nada,
cosas mías.....! - de pronto se puso serio y dijo, dirigiéndose
a Val, Mina y Andracis: - Escuchadme: debo irme para comprobar
una cosa. Volveré como mucho en unas pocas horas. Hasta
entonces, cuidad de mi hija.
Los tres jóvenes asintieron, aún sin saber a qué venía aquella petición. Seguidamente se dirigió hacia Índiga y poniéndole una mano en el hombro le dijo:
- Procura estar siempre lo más cerca de ellos ¿Entendido? - la
chica asintió - Y sobre todo, salvo en ellos tres, no confíes en
nadie. ¿Me oyes? Absolutamente en nadie.
- ¿Ni siquiera..... - empezó ella dubitativa - ni siquiera en
ti?
Hubo un momento de tenso silencio, durante el cual Xellos no dejó de mirar con ojos serios a su hija. Finalmente respondió:
- Créeme hija, si en algún momento me conviniera más entregarte
a Sherra para salvar mi pellejo, lo haría sin dudarlo. Por mucho
que te cueste creerlo, de mí es de quien menos debes fiarte.....
Tras aquellas confusas palabras, el demonio desapareció internándose en lo más profundo del bosque. Índiga miraba al claro en donde su padre había desaparecido sin saber qué pensar.
- No te lo tomes como algo personal, Índiga. - le dijo Valteria
adivinando sus pensamientos - Está en su naturaleza de demonio
ser traicionero y mirar por sus propios intereses. Si te ha
dicho eso es simplemente para que no te lleves una desilusión
llegado el momento.....
Índiga miró por un momento a su hermanastro y luego asintió sonriendo.
- Bueno..... - dijo Mina estirándose perezosamente - Ahora sólo
tendremos que esperar a que regrese........
* * *
- ¡¡¿PERO QUÉ RAYOS ESTÁ HACIENDO ESE %#?? ????!! - exclamó
Mina - ¡¿A QUÉ VIENE ESO DE TARDAR TANTO?!
- Tranquila, Mina - le intentó calmar Andracis - ya oíste lo que
dijo, que quizás le llevará como mucho un par de horas.....
- ¡¡PERO ES QUE YA LLEVA MÁS DE OCHO HORAS FUERA!!
- Eeeeh..... bueno, a lo mejor se ha retrasado un poco.....
- Esto es absurdo. - sentenció Valteria poniéndose en pie - No
pienso quedarme aquí sin hacer nada.
- ¿Adónde vas? - le interrogó Mina -.
- A dar un paseo por allí.....
- ¿Puedo ir contigo? - preguntó Índiga ilusionada -.
- ¡Ni hablar! ¡Tú te quedas con.....!
- ¡Buena idea! - le interrumpió la hechicera - ¡Así vosotros os
podéis ir a recoger algo de leña mientras Andracis y yo cazamos
algo por allí!
- Pero..... - objetó el dragón antiguo -.
- Anda, Val, no seas así, llévate a tu hermana y recoged leña
para el fuego. Porfiii..... - le imploró la chica con ojos de
carnero degollado -.
- Val, yo que tú la obedecería - le susurró Andracis al oído -
Que si no se enfada y ya sabes cómo es ella cuando se
enfada.....
- ¡TE HE OÍDO! - le gritó Mina al tiempo en que le daba una
colleja que le tiró al suelo -.
Mientras la pareja volvía a pelearse como tantas otras veces, Val suspiró resignado y con un gotón resbalando por su frente y le dijo a Índiga:
- Vaaale, como quieras..... puedes acompañarme.....
- ¡Gracias, hermano!
'¡Hay.!' , pensó Val para sus adentros 'Lo que daría por tomarme un té de finas hierbas, sentado tranquilamente frente a un lago.....'
* * *
Unos minutos después, Valteria cargaba a sus espaldas el montón de ramas que habían cogido, juntadas y atadas con unas cintas que había hecho cortando a lo largo ramas muy finas. Los dos hermanos caminaban el uno junto al otro, de regreso al lugar donde Mina y Andracis les estarían esperando.
- Mira que mandarme a buscar leña..... - murmuraba Val
malhumorado - Yo sólo quería estar tranquilo por un momento y va
Mina y.....
Val se detuvo cuando vio que su hermana había bajado la mirada y callaba.
- ¿Y tú qué? ¿No dices nada?
Ella no respondió. En vez de eso, se paró en seco y todavía con la cabeza gacha dijo:
- Val, yo..... quería acompañarte por un motivo.....
El dragón antiguo, se paró también y calló, otorgando así a la semi-dragona a que continuara.
- Val..... ¿Cómo es mi madre?
Tan sorprendido estaba el dragón antiguo por esa pregunta que no supo qué responder al principio.
- Eh..... pues.....aaah..... ¿A qué viene esa pregunta? - dijo
-.
- Es que..... papá nunca me lo ha dicho y yo..... no me atrevo a
preguntarle..... - se excusó ella - Además tú has estado más
tiempo con ella. ¡Por favor, Val! - le rogó juntando las manos
en señal de súplica - ¡Dime cómo es ella! ¡Sólo te pido ese
favor.....!
- ¡Vale, vale, está bien, no hace falta que supliques por ello!
- le tranquilizó él - A ver..... por dónde empiezo....
- ¿Es guapa? - interrogó ella -.
- Puessss..... - empezó poniéndose un poco colorado - Hombre, es
rubia, de ojos azules..... apariencia joven..... Sí, yo diría
que es bastante guapa.....
- ¿Y en cuanto al carácter? - preguntó ella de nuevo -.
- Esteee..... Bueno a ti no voy a engañarte: lo cierto es que es
muy dura enseñando y muy estricta con las normas también. Pero.
a pesar de todo, es una madre cariñosa, atenta, se preocupa
mucho por mí y.
De pronto Val se dio cuenta de que Índiga le estaba escuchando embelesada. Aquello lo intimidó un poco; no estaba acostumbrado a ser escuchado tan atentamente, de hecho, no se le daba bien hablar en público.
- Eeeem..... ¡Claro que yo tampoco puedo decirte gran cosa! ¡Es
mejor que lo juzgues por ti misma......!
- Está bien. - le tranquilizó ella - Gracias, Val; significaba
mucho para mí saberlo.....
- ¡Je, je! ¡De nada! ¡Para eso estamos los hermanos.....!
De pronto, unos arbustos cercanos se agitaron. Val presintió que alguien les espiaba y rápidamente se puso en guardia, apuntando al matorral con su lanza mientras le decía a Índiga:
- Quédate detrás de mí.....
La chica, que también había presentido aquel espía, obedeció asustada. Valteria se acercó poco a poco hacia el matorral, siempre con la lanza enfrente, en guardia y alerta por lo que pudiera pasar. Cuando ya estuvo lo suficientemente cerca, asió su arma por su parte más baja y la lanzó contra lo que quiera que hubiera allí dentro.
Al principio no pasó nada, pero el dragón antiguo permaneció alerta un buen rato. Viendo que seguía sin pasar nada, fue a recoger su lanza. Y en ese momento algo se le echó encima. Valteria gritaba dolorido por los arañazos que le propinaba la bestia en la cara, con uñas afiladas como cuchillas, mientras trataba de quitársela de encima.
Cuando tras muchos esfuerzos lo consiguió, buscó a tientas su lanza y la apuntó hacia su agresor.
- Un..... ¿Un gato? - preguntó sorprendido -.
Efectivamente: la bestia rabiosa que le había atacado hacía un momento no era otra cosa que un gato salvaje, de pelaje azulado con rayas verdes como sus ojos, que miraba al dragón antiguo con cara de pocos amigos, bufando y con los pelos del lomo erizados, en señal de amenaza.
- ¡Ay, un gatito! - exclamó Índiga al verlo - ¡Pero qué mono es!
- Espera, Índiga, no te acerques, puede ser peligroso..... - le
advirtió Val -.
Sin embargo, y por extraño que pareciese, el gato se dejó coger sin mayores problemas por la semi-dragona. Es más, ronroneaba feliz mientras ésta le acariciaba la barbilla.
- Siempre me han gustado los gatos. - le explicó la chica - En
el templo solían decirme que tenía buena mano con estos
animales. pero nunca me dejaron tener uno..... - luego,
dirigiéndose al gato sin dejar de acariciarle la barbilla, le
dijo en tono meloso - Te encanta que te haga esto ¿verdad que
sí, bonita? ¡Ay, pero qué requetebonita que es mi
chiquitina.....!
- ¿Cómo puedes estar tan segura de que es una hembra? - preguntó
Val con curiosidad -.
- Muy fácil - le respondió ella - las hembras nos reconocemos
entre nosotras.... ¿verdad que sí, bonita?
Mientras la gata maullaba en lo que podría llegar a considerarse como una respuesta afirmativa, Val se cayó de culo, sudando de vergüenza ajena. 'Vaya una deducción más tonta.....', pensó.
- ¿Podemos quedarnos con ella, hermano? - preguntó la chiquilla
con ojos tiernos - Porfaaaaaa.....
La gata la imitó poniendo los mismos ojitos suplicantes. Val sudó más todavía si cabe. En estos momentos se encontraba ante un gran dilema.......
* * *
- A ver si lo he entendido bien..... - dijo Mina - ¿Has dejado
que se quedara con esa gata?
- ¡¿Y qué hubieras hecho tú, si te mirara con esos ojos de
carnero degollado?! - le espetó Valteria molesto -.
- Pues muy sencillo: decirle que no. - respondió ella - Con
niñas como ella hay que tener mano de hierro.
- Como se nota que no estabas con nosotros en ese momento..... -
comentó el dragón antiguo con una gota resbalando por su frente
-.
La noche había caído y Xellos seguía sin aparecer. Los tres "guardianes" estaban discutiendo alrededor de una fogata en la que asaban la caza del día, mientras no lejos de allí Índiga jugaba con su nueva mascota. La niña trataba de hacer que la gata fuera a por una pelotita y se la trajera de nuevo.
- Con los gatos eso no funciona. - comentó Andracis como
dirigiéndose a la semi-dragona - Yo me acuerdo que teníamos una
vecina que vivía con un montón de gatos, a la que yo visitaba
con frecuencia. Cada vez que intentaba que uno de los gatos
fuera a por la pelota, primero miraban a la pelota rodar por el
suelo y luego me miraban a mí como si fuera idiota.....
- Pues me parece que esta gata es de las que les gustan
perseguir pelotas..... - comentó Val al ver que no sólo la gata
corría detrás de la pelota cada vez que Índiga se la tiraba,
sino que luego de atraparla se la devolvía a su dueña moviendo
la cola -.
Contenta al ver que la gata la obedecía, Índiga volvió a lanzarle la pelota. Ésta vez rodó hasta los pies de Mina, quien cogió a la felina cuando se acercó.
- Hum..... - murmuró poniendo cara de indiferencia - ¿Qué tiene
de especial? Sólo es una estúpida gata sarnosa.
Fue decir aquello y la gata se le tiró encima con la intención de hacerle una cara nueva. Afortunadamente Índiga estaba cerca para disuadir a la gata de dejar en paz a su víctima.
- ¡¡A ESA GATA ME LA COMO FRITA CON PATATAS!! - exclamó Mina
enfurecida y con unos cuantos arañazos en la cara -.
- No tenías que haberla hablado así. - le riñó Índiga mientras
acariciaba el lomo de la gata enfurruñada - Los gatos lo
entienden todo y son muy susceptibles.....
- ¿CÓMO VA A ENTENDER ALGO? ¡SI SÓLO ES UNA GATA ESTÚPIDA!
Ante aquel insulto, la gata le bufó.
- ¿Lo ves? - le espetó la semi-dragona de nuevo -.
- Inteligente o no - intervino Andracis - no sé si es buena idea
adoptar una mascota. ¿Qué dirá Xellos respecto a esto?
- Honestamente, yo creo que ya se ha desentendido de nosotros. -
murmuró Valteria - Sólo así se explica que esté tardando tanto.
- ¡No digas eso, Val! Volverá, de eso estoy segura. - dijo
Índiga, muy convencida ella - Y cuando lo haga, le convenceremos
entre todos ¿vale?
- ¡Ni hablar! - se negó Mina -.
- Porfa, Mina-san...... - le suplicó con ojitos tiernos -.
Aunque la gata imitó también los ojos de carnero degollado de su ama, Mina mantuvo el control. No, ella no se dejaría convencer como Val. Tendría que ser firme, mantenerse en sus trece y no ceder.....
Claro que era muy difícil teniendo las dos, gata y dueña, los mismos ojitos que imploraban un "sí"..... Y lo peor es que por más que ella insistiera en resistirse, ellas aguantaban aún más... Las miró de soslayo, miró al tendido tratando de desviar su atención, pero siempre volvía a mirar esos ojitos brillantes..... No tardó en resartársele una vena de la frente.....
- ¡¡AAARRRGH!! ¡ESTÁ BIEN, ESTÁ BIEN, TRATAREMOS TODOS DE
CONVENCER A XELLOS, PERO TÚ DEJA DE PONER ESA CARA!
- ¡Gracias, Mina-san! - exclamó la niña entusiasmada abrazándola
tan feliz -.
- Je, je..... Aquí tenemos a la que presumía de tener "Mano de
hierro"..... - le susurró Val con una sonrisita socarrona
dibujada en el rostro -.
- Val..... Tú no me tientes, que te la ganas.....
* * *
Una plataforma iluminada por un haz de luz proveniente del cielo.
Dos armas de luz ubicadas en dos puntos de la plataforma.
Y un hombre justo en el centro, mirando con satisfacción hacia arriba, hacia una criatura que chillaba mientras se debatía por atravesar la estrecha puerta que le llevaba a aquel mundo.
Era una criatura de apariencia aterradora, como una calavera de ojos brillantes envuelta en una densa humareda negra como la noche. Su nombre es Estrella Oscura. Uno de los cuatro grandes demonios que rigen cada uno de los cuatro mundos creados por la Diosa de la Pesadilla Eterna.
El hombre le habló desde la plataforma:
- ¡ESTRELLA OSCURA! ¡YO ME OFREZCO A TI EN SACRIFICIO! ¡TOMA MI
CUERPO Y A TRAVÉS DE ÉL CUMPLE NUESTRA VENGANZA!
Con un chillido atronador, Estrella Oscura extendió su cuerpo negro sin forma, atrapando en su interior al hombre que se había ofrecido en sacrificio. Aún siendo tragado por la oscuridad más inmensa, el hombre no dejó de sonreír.
Como si hubiera esperado aquello mucho tiempo.
- ¡¡¡¡NOOOOOOOOO!!!!
Valteria se despertó repentinamente, sudando de pies a cabeza. Su respiración era agitada y sus pupilas, dentro de su iris color ámbar, eran unos puntitos a duras penas perceptibles.
- Val ¿estás bien? - le preguntó Mina, quien se había despertado
con el alboroto y miraba al dragón antiguo preocupada - ¿Qué te
pasa?
- Eh...... Nada, nada..... - disimuló él intentando parecer
tranquilo - Sólo..... sólo era una pesadilla.....
- Pues debió ser muy fuerte, por la forma en que gritabas. -
comentó la chica sentándose a su lado -.
- No..... No es que fuera especialmente fuerte. pero. - hizo una
pausa, miró a Mina y lanzando un suspiro de resignación
continuó: - ..... pero él estaba allí.....
- ¿"Él"? - preguntó ella sin comprender -.
- El protagonista de todas mis pesadillas - le explicó - es
siempre el mismo. Un demonio con un gran cuerno en la
cabeza..... un brazo deforme lleno de escamas y con garras
largas y afiladas..... de cuerpo muy delgado, con el torso
marcado por las costillas que pueden entreverse a través de la
piel y muchas cicatrices..... Lo cierto es que ese demonio se
parece a mí en algunas cosas, por ejemplo, ambos tenemos el pelo
turquesa, ojos ambarinos..... y lo que parece más sorprendente,
las mismas cicatrices en las mejillas.....
- ¿Y las pesadillas?
- Distintas e iguales al mismo tiempo..... - respondió -
Son..... como fragmentos de una misma historia que se presentan
sin orden ni concierto..... a veces aparece mi madre también, en
otras el demonio está solo. incluso en una ocasión, también
apareció el impresentable de Xellos..... Y todas las pesadillas
son tan reales, que entre eso y el parecido que tenemos yo y ese
demonio que las protagoniza, a veces tengo la impresión de
haberlas vivido.....
- Val.... - le tranquilizó Mina masajeándole los hombros - .....
las pesadillas son sólo eso: pesadillas..... ¡Relájate, hombre!
A veces pienso que te preocupas demasiado por nada.....
Valteria miró a los ojos azules de la chica, despreocupados, optimistas, llenos de luz y vida. Ahora entendía porqué Andracis estaba tan colado por ella; era difícil no establecer alguna clase de simpatía o de amistad con aquella muchacha que sólo con la mirada y las palabras sabía como levantarte el ánimo, aunque a veces resultara demasiado optimista..... Pero eso era algo que el dragón antiguo agradecía.
- Puede que tengas razón..... - dijo al cabo de un rato - No son
más que pesadillas, al fin y al cabo. Perdona que te haya
despertado.....
- No te preocupes. Ha sido un placer poder ayudarte..... ¡Uaaah!
- bostezó ella- En fin, buenas noches.....
Nada más decir aquello, Mina se metió en su saco de dormir y comenzó a roncar. Valteria se envolvió en su manta dispuesto a hacer lo mismo.
Pero algo se lo impidió.
Súbitamente, detectó una presencia cerca del lugar donde acampaban. Acechándoles, acercándose cada vez más. El dragón antiguo se levantó como por un resorte, con la lanza dispuesta y las alas extendidas.
- ¿Y ahora qué te pasa? - preguntó Mina todavía con modorra -.
- Tenemos que irnos ya. - sentenció Val -.
- ¿Porqué?
- Alguien viene hacia aquí..... Creo que es un demonio.....
- ¿Xellos? - preguntó la chica esperanzada -.
- No. - negó él - A esa rata inmunda la detectaría a kilómetros
de distancia..... No, este es distinto. Su energía vital es
diferente, jamás la había sentido antes.....
- ¿Crees que pueda ser.....? - Mina ya estaba temiendo lo peor
-.
- Es muy posible. - dijo él antes de que ella acabara la
pregunta - Despierta a los demás cuanto antes. ¡Deprisa!
No tuvo que repetírselo dos veces. Rápidamente se encaminó hacia el lugar donde dormía Andracis y lo agitó para despertarle.
- Hummm...... Mamá, no quiero ir al colegio..... - dijo en
sueños - Los niños me llaman "el hijo del monstruo".....
- ¡QUE TE DESPIERTES YAAAAAA! - le gritó Mina ya harta, dándole
a su compañero una bofetada tras otra hasta que se le pusieron
las mejillas como pimientos rojos -.
- ¡¡Jolín, Mina, mira que eres burra!! - exclamó Andracis ya
despierto - ¡No tenías porqué despertarme de esa forma!
- Pero si estabas completamente sobado..... - dijo Mina con un
gotón de sudor en la frente -.
- ¿Qué pasa? - preguntó Índiga frotándose los ojos cansada -
¿Porqué tanto alboroto?
- Te lo explicaremos más tarde, ahora hay que salir de aquí. -
le respondió Val mientras se la cargaba al hombro -.
- ¿Pero porqué? - preguntó a su vez Andracis, mientras era
arrastrado por Mina -.
- ¡Ya has oído a Val; te lo explicaremos más tarde!
* * *
Minutos después, nuestros aventureros se detenían para recuperar el aliento después de la carrera.
- ¿La hemos despistado? - preguntó Mina entre jadeos.
- Creo que sí.... - respondió Val mirando a todos lados - No
noto presencia demoniaca en los alrededores.....
- ¿Presencia demoniaca? - preguntó Andracis y tras darse cuenta
de lo que hablaban, exclamó: - ¿¡Me estáis diciendo que hace un
rato Sherra nos estaba persiguiendo!?
- ¿¡No era evidente!? - le gritó Mina impacientada -.
- ¡Pues podrías haberme avisado, por lo menos para saber porqué
corría! - le espetó él -.
Mientras la pareja volvía a discutir, Val oyó el carraspeo de Índiga.
- Val - le dijo ésta - puedes bajarme, que ya sé andar yo
solita.
- ¡Ah, sí, perdona! - se disculpó Val, bajándola de su hombro y
depositándola en el suelo delicadamente -.
- ¡Y vosotros dos! - dijo a continuación la chica dirigiéndose a
Mina y Andracis- ¡Si no dejáis de pelearos, Sherra no lo tendrá
muy difícil para localizarnos!
- ¡Oye! - gritó Mina enojada, ya que no estaba acostumbrada a
que alguien de su edad le diese órdenes - ¡No tengo porqué
aguantar las reprimendas de una niñata!
- ¿¿NIÑATA?? ¡¡Repite eso si te atreves!! - replicó Índiga hecha
una fiera, conjurando al tiempo lo que se parecía peligrosamente
a una Bola de Fuego -
- Chicas, chicas..... - intentó apaciguarlas Val - Calmaos un
rato, por favor.....
Súbitamente, una ráfaga de aire frío sopló a espaldas de Andracis. El muchacho se giró y oyó los pasos de una criatura que se acercaba a ellos con paso firme.
- ¡Alguien se acerca! - avisó a sus compañeros - ¡Escondeos,
deprisa!
Rápidamente todos le siguieron y se escondieron detrás de unos matorrales del camino. No tardaron en escuchar cada vez más de cerca las pisadas de su perseguidor hasta que éste se detuvo cerca de los matorrales. La criatura entonces empezó a olfatear el aire. Al tiempo que lo hacía, el aire de su alrededor se tornó de un frío congelador, tan helado que los cuatro jóvenes no tardaron en empezar a tiritar de frío. Aquel movimiento llamó la atención del perseguidor, quien se acercó más y más a los matorrales, olfateando sin cesar en busca de algo que le indicara si estaban allí. Mina y sus compañeros trataron de aguantar el frío y permanecieron muy quietos y en silencio.
Aquello pareció funcionar porque poco después, la criatura se marchó.
Tras asegurarse de que se había alejado lo suficiente, los cuatro suspiraron aliviados.
- ¡Fiu! Por los pelos..... - murmuró Mina -.
Pero el alivio duró muy poco. De pronto, una mano desconocida agarró a Mina por la espalda y la arrastró fuera de los matorrales. La chica intentó chillar, pero la mano le tapó la boca, ahogando su grito.
- ¡Ssssh! ¡Mina, tranquila, soy yo!
- ¡XELLOS!
En efecto, el demonio había vuelto finalmente, como todos pudieron comprobar tras salir de su escondite.
- ¿¡Donde rayos te habías metido!? - le dijo Val en tono de
reproche - ¡Sherra ha estado persiguiéndonos y tú.....!
- Ya sé que Sherra está aquí, Val-chan. - le interrumpió Xellos
- Sentí su presencia esta mañana, por eso me fui a investigar.
Pero a media tarde le perdí la pista y estuve dando vueltas por
el bosque hasta que volví a sentirla cerca del campamento.
Cuando fui allí y no os vi me temí lo peor. ¿Porqué no me habéis
esperado, como os dije?
- ¿Tú esperarías a alguien que tarda demasiado en regresar,
sabiendo que una demonia te está siguiendo los talones? -
preguntó Andracis con sorna -.
- Chicos, por favor - dijo Mina interrumpiendo la discusión - no
es momento de charla, tenemos que largarnos antes de que
Sherra.....
- ¡Oh, no! - exclamó Índiga de pronto - ¡No está! ¡Gatita se ha
perdido! ¡¡Gatita!! ¿¡Gatita, donde estás.....!?
- ¿"Gatita"? - preguntó Xellos extrañado -.
- Una gata salvaje que encontramos en el bosque y que Índiga se
empeñó en tener como mascota..... - le explicó Valteria, como si
no tuviera mayor importancia -.
- Y con una mala leche que se las gasta..... - añadió Mina
refunfuñando -.
- Pobrecita..... - murmuró Andracis a su lado, haciendo como que
se secaba una lágrima con un pañuelo - Tan parcial sólo porque
la gata le arañó la cara....
- Tú tampoco eres muy imparcial, precisamente porque me arañó a
mí y no a ti..... - le espetó Mina -.
Pero Xellos ya no prestaba atención a la discusión. Su rostro parecía mostrar preocupación cuando cogió a su hija por los hombros, girándola hasta encararse con ella para preguntarle a continuación:
- ¿Cómo era esa gata que os encontrasteis en el bosque?
- Pues..... - dijo Índiga tratando de hacer memoria - Era de un
tamaño similar al del resto de gatos, pero tenía un pelaje la
mar de extraño: azul con rayas verdes. Nunca había visto algo
igual.
Xellos puso esta vez cara de pavor al oír aquello. Su semblante rápidamente cambió a uno severo cuando le reprochó a Índiga:
- ¡Niña estúpida! ¿¡No te dije que no te fiaras de absolutamente
nadie!?
Índiga miraba a su padre dolida, sin articular palabra y sin comprender a qué venía la regañina. Después de todo, lo único que había hecho era recoger a una pobre gatita perdida en el bosque.
De pronto una fuerte ráfaga de viento helado se levantó. Xellos se giró alarmado justo antes de que algo afilado le rajase la espalda.
El demonio gritó de dolor mientras todos miraban alarmados cómo caía al suelo.
Índiga y Val fueron los primeros en ir para socorrerle. Mientras la primera lo sujetaba, el segundo inspeccionó la herida. No había duda de que había sido producida por una espada. Sin embargo.
Los demonios no pueden ser heridos con armas convencionales por poseer un cuerpo astral y un "cuerpo" falso resultado de la proyección del cuerpo verdadero en el plano físico. Pero aquella espada había atravesado limpiamente la espalda del demonio, incluso una especie de niebla espesa y negruzca empezaba a emanar de la herida abierta. Mientras el dragón antiguo se preguntaba qué clase de espada podría haberle producido semejante daño, un maullido se oyó de repente en la oscuridad.
La gata de pelaje azulado a rayas verdes salió de entre las sombras, lenta y majestuosamente, bamboleando la cola de un lado a otro. Su rostro parecía mostrar satisfacción, al tiempo que se sentaba sobre sus patas traseras justo enfrente del grupo, ronroneando.
- ¡Gatita! - exclamó Índiga al ver de nuevo a su mascota - Menos
mal que te encontramos..... No puedes quedarte aquí, hay un
demonio suelto.....
- Índiga..... - dijo Xellos con voz débil -.
- Vamos, Gatita. - volvió a llamar la chica al ver que la gata
no reaccionaba - Ven, tenemos que irnos.....
- ¡Índiga! ¡No te acerques a ella.....! - le advirtió Xellos
nuevamente -.
- ¿Pero qué dices, Papá? - le espetó ella sin hacerle caso - ¿No
ves que es inofensiva? Venga, Gatita - añadió dirigiéndose
nuevamente a la gata, alargando su mano hacia ella - tienes que
venir conmigo.....
Súbitamente, la gata arañó la mano que Índiga le tendía, sin que ésta pudiera reaccionar. Debido a su media naturaleza de demonio, la herida de las zarpas del animal cicatrizó a los pocos segundos, pero la pobre chica no prestó atención; miraba asustada a la gata que, hace tan sólo unas horas, jugaba con ella y se dejaba acariciar pacíficamente, aquella gata que ahora la miraba con los ojos entornados.
Ojos llenos de maldad.
- Gatita..... - murmuró - Pero.... ¿porqué.....?
- Porque ya no te necesito para nada, chiquilla estúpida. -
respondió la gata con voz humana -.
A estas alturas, todos los del grupo ya contemplaban, con una mezcla de temor y sorpresa en sus miradas, como la gata cambiaba a una forma humana, de la misma forma en que habían visto transformarse a Zellas.
El resultado de la transformación fue una joven de cabellos cortos azulados, recogidos en una pequeña trenza, vestida con una casaca del mismo tono de azul, pantalones blancos, botas altas verde botella, hombreras con flecos bordados en dorado y un cinto que ceñía una espada.
Además de esos ojos verdes, que aunque más grandes que los de Zellas, desprendían la misma crueldad mientras sonreía.
- Me alegra verte de nuevo, Xellos-san.
* * *
Con gran esfuerzo, Xellos se puso en pie, apoyándose en su báculo. Mantenía la mirada fija en su rival, igual que los ojos verdes de ella estaban fijos en él, e intentaba a duras penas esbozar una sonrisa.
- Quisiera decir lo mismo, querida Sherra..... pero lo cierto es
que tu recibimiento no ha sido muy cordial que digamos..... -
respondió él irónico, acentuando su sonrisa -.
- Oh, al contrario. - dijo Sherra - Si no hubiera sido cordial
contigo a estas alturas estarías muerto..... Pero en estos
momentos me sirves mejor vivo, así que he decidido concederte
unas horas más de vida.....
- ¡Ooooh, vaya, qué honor! - volvió a ironizar Xellos - No sabía
que fueras tan generosa.....
- Menos guasa, Xellos - le cortó ella finalmente - Iré al grano:
tú tienes algo que me interesa y quiero que me lo entregues.
- Bueno, yo podía darte muchas cosas.... - dijo el demonio
haciéndose el tonto- Como no concretes más.....
- Sabes perfectamente de lo que te estoy hablando. - dijo ella
secamente - Hace unos días estuviste en las ruinas de Sailon,
buscando algo..... ¿o debería decir alguien? - llegados a este
punto Xellos no pudo ocultar su sorpresa - Sí, sé que entre el
grupo que te acompaña ahora se encuentra una chica que
encontraste allí, con un poder casi ilimitado, tanto que ha
conseguido poner a tu señora fuera de juego durante un tiempo.
- Vaya, vaya - comentó él - las noticias vuelan.....
- He estado siguiéndote desde que lo supe, - continuó ella -
esperando el momento idóneo para hacerme con ese poder. Y mira
tú por donde, consigo ganarme la confianza de una de las
componentes del grupo e introducirme sin llamar la atención.....
Por cierto, Xellos, sabía que tenías que tener alguna hija
ilegítima suelta por allí, pero esta se lleva la palma..... ¡Es
tan inocentona! - dijo echándose a reír - ¡Engañarla ha sido tan
fácil como quitarle un caramelo a un niño! ¡Ja, ja, ja, ja.....!
Al oír aquello, Índiga agachó la cabeza avergonzada, mientras unas lágrimas empezaban a emanar de sus ojos. Sherra tenía razón: ¿Cómo podía haber picado tan fácilmente? Hasta su padre, a su manera, le había advertido que no se dejase engañar por las apariencias. ¡Y ella había sido tan estúpida de caer de pleno en la trampa, poniendo en peligro las vidas de sus amigos!
- ¡Cállate! - exclamó Mina de pronto, dando un paso al frente y
dirigiéndose a la demonia en actitud desafiante - ¡Debería darte
vergüenza, engañar a la pobre chica y encima herir sus
sentimientos! ¡Eso no te lo pienso perdonar!
Aquellas palabras sorprendieron y conmovieron a la dragona-demonia, pero mayor sorpresa se llevó al escuchar la contestación de Sherra:
- No deberías hablar tan a la ligera, joven Mina Gabriev.....
Sí, jovencita, sé tu nombre, al igual que sé que eres
descendiente de Reena Invers, esa estúpida hechicera que se
atrevió..... ¡Qué digo atrevió! ¡Osó desafiarme a mi y a mi
señor Dynast y me derrotó hace ahora 18 años! Pero ha llegado el
momento de mi venganza..... ¡Porque cuando te mate y absorba ese
inmenso poder tuyo con el que derrotaste a Zellas, podré
destruir al mundo y a Reena Invers!
Durante unos minutos Mina no sólo no logró articular palabra, sino que además se quedó mirando a la demonia con cara de no saber de lo que estaba hablando..... '¡Pero si yo no derroté a Zellas!', pensó para sus adentros. 'Fue Índiga quien.....'
'Espera un momento.....' reflexionó. '¡Eso es! ¡Me está confundiendo con Índiga! Cuando Zellas le dijo a Xellos que Sherra también estaba interesada en Índiga, lo que en realidad quiso decir es que estaba interesada en su poder y estaba buscando a alguien que reuniera esa característica..... Y como los poderes de Índiga disminuyeron tras el enfrentamiento con Zellas, ahora yo tengo más poder que ella, así que.....'
Al principio Mina pensó en aclarar las cosas, pero de repente se le ocurrió una idea: si Sherra seguía creyendo que ella era la chica que poseía el poder inmenso, Índiga y los demás tendrían tiempo de escapar mientras la retenía. Y Sherra no se molestaría en perseguir a quien no le interesa.....
- ¡Ja, ja, ja! ¡Pues sí, yo derroté a Zellas! - presumió - ¡Así
que ándate con cuidado, porque si te enfrentas a mí podrías
salir muy mal parada!
- Pero Mina si tú no..... - empezó Andracis -.
Afortunadamente Mina le plantó rápidamente el codo en la boca, impidiéndole terminar la frase.
- ¡Je, je! ¡No hagas caso! - dijo dirigiéndose a Sherra, que ya
empezaba a sudar la gota gorda (literalmente) - ¡Mi amigo a
veces tiene lagunas de memoria! ¡Eso es! ¡Se olvida siempre de
cosas y acontecimientos importantes.....! - repitió lanzándole a
Andracis miradas y guiños de complicidad -.
El muchacho, que al principio estaba algo confundido, no tardó en entender lo que su amiga quería decirle al ver que ésta ladeaba ligeramente la cabeza en dirección a Índiga, así que simplemente sonrió y afirmó con la cabeza al tiempo que murmuraba: "Ya entiendo....." A Sherra tanta complicidad le empezaba a oler a chamusquina.
- Hum..... - murmuró - No sé por qué empiezo a pensar que me
ocultas algo.... En cualquier caso - añadió extendiendo el brazo
hacia ella, al tiempo que un hechizo se empezaba a formar en su
mano - no pienso correr riesgos.....
Tras decir esto, una Bola de Fuego salió disparada directamente hacia Mina, sin que ésta pudiese reaccionar. Por fortuna, Valteria sí reaccionó a tiempo, plantándose frente a la chica y conjurando una barrera mágica que paró a la Bola de Fuego.
Cuando el humo de la explosión se hubo disipado, Sherra se fijó por primera vez en el muchacho de pelo turquesa y ojos ambarinos. Tenía la impresión de haber visto a alguien así una vez. o mejor dicho, parecido a él, aunque algo distinto.....
Cuando consiguió recordar, la demonia le dedicó una sonrisa.
- Vaya, vaya - dijo a continuación - Parece que hoy es el día de
los reencuentros..... Hola, Valgaarv. Cuánto tiempo sin
vernos........
- ¿Porqué me llamas así? - preguntó Val sin dejar de amenazar a
la demonia con su lanza - ¿Y de qué me conoces?
- Vamos, vamos, Valgaarv - le apaciguó ella - ¿No me digas que
no recuerdas nada?
- ¿Qué es lo que debería recordar? - el dragón antiguo se sentía
confuso -.
- ¿No me digas que Xellos-san no te ha contado nada de tu
pasado? - le preguntó ella en plan inocente -.
- ¿Mi..... mi pasado? - murmuró Val bajando poco a poco su arma
-.
- Sherra. ....maldita seas..... no te atrevas a..... - le
amenazó Xellos con voz débil, tratando de ponerse en pie -.
- Pues claro..... - continuó la demonia dirigiéndose a Valteria
sin hacer caso a Xellos - Tu pasado como demonio..... Eras uno
de los nuestros ¿recuerdas? Fue Gaarv quien te presentó.....
hace tiempo.....
Súbitamente Val soltó la lanza y se llevó una mano a la frente, sudando nervioso. ¿Porqué el nombre de Gaarv le resultaba tan familiar? ¿Porqué de repente le había venido a la mente aquella imagen, la de un hombre alto como una montaña, de cabellos rojizos desordenados y con la mirada penetrante? ¿Qué clase de relación había entre ese personaje y su pasado?
- ¿Te acuerdas ahora? - insistió Sherra - En el Desierto de la
destrucción..... después de que los dragones dorados matasen a
todos los de tu especie..... - las imágenes se iban agolpando en
la mente de Val a medida que Sherra se las describía - Estabas
perdido..... vagabas sin ninguna esperanza, después de huir
durante años de quienes te querían muerto..... Y entonces Gaarv
te encontró. Te ofreció una nueva vida, una oportunidad de
vengarte de quienes te habían hecho daño..... a cambio de tu
lealtad.....
Como si de un flash de luz se tratase, una escena pasó por la mente del dragón antiguo. El mismo hombre pelirrojo de antes, atravesando con una espada su pecho..... Se vio a sí mismo con un reguero de sangre corriendo por sus labios, mirando sorprendido a aquel hombre que no dejaba de sonreír mientras su cuerpo ahora sin vida se deslizaba sobre la hoja de la espada y caía sobre la arena..... Pero aquello duró poco..... Pronto su cuerpo empezó a convulsionarse..... gritó..... y su imagen cambió a la de un muchacho de media melena, con el flequillo desordenado.... y un gran cuerno en la frente..... con una mirada que ya no era la suya, sino que era una mirada llena de maldad.
La mirada de un demonio.
Sherra sonreía complacida, no sólo por la reacción que había provocado en el muchacho, sino por la reacción de Xellos, quien le miraba con odio al tiempo que intentaba mantenerse apoyado en su bastón.
Mientras, todo empezaba a cobrar sentido para Val. Aquellos sueños extraños, aquel hombre que siempre aparecía en ellos, que se le parecía tanto..... No es que se le pareciera...... ¡Es que era él! ¡Había sido él todo ese tiempo! Y aquellos sueños en realidad eran recuerdos..... recuerdos de una vida pasada, que no había podido recordar hasta ahora..... Todo aquello había ocurrido de verdad, incluso lo de la cueva, aquella vez con su madre y Xellos.....
- Xellos.....
El dragón antiguo dirigió su mirada hacia el demonio, que ahora agonizaba mientras le dirigía una mirada que mostraba preocupación (¿O debería decir un gran sentimiento de culpabilidad?)
- Tú lo sabías ¿verdad? - no era una pregunta; era una
afirmación -.
- Val..... yo..... - el demonio trataba de encontrar las
palabras, pero no le salían -
- ¡Todo eso lo sabías y no me dijiste nada! - exclamó el
muchacho -.
- Val, por favor..... deja que te explique.....sólo escúchame un
momento..... - se excusó Xellos -.
- ¡No, escúchame tú! - le gritó Val con los ojos encendidos de
furia - ¿Tienes idea de todo el sufrimiento que me han provocado
esas pesadillas durante todos estos años, esas pesadillas que
venían a mí una y otra vez sin que yo supiera a qué venían y que
por fin hoy me entero de que eran recuerdos de un pasado que se
me ha ocultado?
- Val. ....Intenta comprenderlo..... - trató Xellos de
apaciguarle una vez más - Tu madre y yo..... No queríamos
hacerte sufrir.....
- ¿¡Que no queríais hacerme sufrir!? - el dragón antiguo ya no
atendía a razones; su sangre hervía de puro odio - ¡Tenía
derecho a saberlo! ¡Tenía derecho a saber el significado de esas
pesadillas! ¿¡Y dices que era por mi bien!?-tras decir esto
agarró al demonio y lo lanzó hacia un árbol, cogiendo a
continuación su lanza del suelo y enarbolándola por encima de su
cabeza - ¡Pues ya no quiero escucharte! ¡Se acabaron las
mentiras! ¡ACABARÉ CONTIGO DE UNA VEZ POR TODAS!
Tras esto, el dragón antiguo, loco de furia, arremetió con su lanza contra el demonio, quien malherido como estaba no podría evitar el golpe fatal.
Sólo algo impidió que se realizara el trágico desenlace.
Andracis mantuvo en suspenso la lanza de Valteria, reteniéndola con su espada antes de apartarla de las manos de Val de un mandoble.
- ¡Andracis! - exclamó Val - ¡Apártate! ¡Tengo que acabar con
esto! ¿Es que no lo entiendes?
- ¡No, el que no entiende eres tú! - exclamó Mina a sus
espaldas, lo que hizo que el dragón antiguo se girase
súbitamente - ¿No ves lo que está pasando? ¡Sherra te está
utilizando! ¡Está aprovechándose de ti, porque lo que quiere es
que pierdas el control, para que ella pueda manejarte a su
voluntad! - luego, desenvainando su espada, se dirigió a la
demonia - Pero eso ya se ha acabado. ¡Has perdido Sherra! ¡Y
ésta vez sí que no te pienso perdonar! ¡Prepárate para luchar!
La demonia ni se inmutó, parecía muy segura de sí misma.
- Tú primero. - le respondió -.
Sin dudarlo, Mina atacó directa hacia su enemiga. A pesar de que avanzaba corriendo, gritando posesa como si le fuera la vida en ello, Sherra se mantuvo quieta, inmutable..... No pensaba contraatacar.
O al menos eso le pareció a Mina hasta que, cuando ya había alzado su espada contra ella, un flash de luz la dejó ciega momentáneamente. Cuando su vista se acostumbró a la luminosidad, Mina vio que Sherra había parado limpiamente su golpe y retenía la hoja de la espada de la muchacha con la suya.....
Pero no era una espada común y corriente.
Aquella espada era la que desprendía la luminosidad que había cegado a Mina. Una espada de grandes dimensiones, en el que la hoja era sustituida por un potente haz de luz de color azul celeste. Sherra sonreía triunfal detrás de la hoja luminiscente y Mina supo pronto el porqué.
Debido a la presión ejercida, la hoja de su espada se había empezado a quebrar. hasta que de pronto, se partió por completo.
La muchacha dio un respingo sorprendida y la demonia aprovechó aquello para, de un mandoble, tirarla hacia atrás, hasta hacerla chocar contra el tronco del árbol. Mina se levantó sin mayores problemas, pensando que ni la había rozado. Pero para su sorpresa, sus pectorales se quebraron de repente y justo debajo de ellos, se rasgó la fina tela de su camisa, dejando al descubierto una profunda herida en el pecho que no tardó en empezar a dolerle y a sangrarle.
Mientras se llevaba una mano al pecho tratando de disimular su dolor, la muchacha miró a los ojos de su enemiga, que la miraban con aires de superioridad, como si esos ojos se estuvieran regocijando de su derrota.
- ¡Vamos, Mina Gabriev! - le dijo la demonia en tono de mofa -
No puedo creer que la hija de Reena Invers haya sido tan
estúpida de atacarme de frente..... sin fijarse a qué arma se
estaba enfrentando....
Dicho esto, Sherra enarboló su arma y Mina se fijó con más detalle en ella. De pronto, se dio cuenta: una vez su padre le contó que durante generaciones los Gabriev habían custodiado una espada mágica, una espada con la que uno de sus antepasados había derrotado al monstruo Xanafer, una espada en la que el poder de quien la manejaba se veía reflejado en una hoja de luz, con un poder suficiente como para derrotar a un demonio bastante fuerte.
¿Y si era aquella espada la que ahora sostenía Sherra frente a sí?
Sus peores sospechas se confirmaron cuando oyó la voz temblorosa (¿o quizás temerosa?) de Xellos diciendo:
- ¿De..... de dónde la has sacado? ¿Cómo has conseguido la
Espada de Luz?
* * *
- Oh. ¿Te refieres a esto? - dijo Sherra con aire aparentemente
distraído, tras lo cual rió por lo bajo y añadió: - Lo cierto es
que..... se podría decir que tuve un golpe de suerte.
"La gente se pierde con gran facilidad cuando viaja por el espacio. Y eso fue exactamente lo que le pasó al tipo que custodiaba esta espada. Después de dar tumbos por varias dimensiones, volvió al punto de partida; a nuestro mundo."
"Dio la casualidad que ese tipo..... hummm. ....se llamaba Sirius, creo recordar..... bueno pues él aterrizó en el Polo norte, en pleno territorio de mi señor Dynast. Cuando le encontré estaba famélico y medio congelado. Lo puse a resguardo de la tormenta diciéndole que conmigo estaría a salvo de los demonios que poblaban éstas tierras..... ¡Y el muy idiota me creyó! ¡Jeh! ¡Aún hoy en día me pregunto como pudo ser tan ingenuo.....! Hasta que no le maté mientras dormía no se dio cuenta del grave error que había cometido al ponerse en mis manos....."
- Fue así como descubrí el gran potencial de la Gor Nova -
añadió mostrando al resto la hoja de luz de la espada - Pero
también sabía que esta arma tenía un punto débil, y es que si se
enfrentara a otra de las cuatro armas de luz restantes sería
vulnerable. Me costó trabajo, pero finalmente destruí a la
competencia.....
- ¡¿Destruiste todas las armas de luz?! - exclamó Xellos -.
- ¡Exacto! - afirmó - ¡De esa manera nadie podría vencerme
jamás! ¡Y en cuanto absorba el poder de Mina, junto con la ayuda
de la espada de Luz, podré destruir finalmente el mundo!
- ¡NUNCA! - exclamó una voz a sus espaldas -.
Al girarse, la demonia vio a Mina en pie, tapándose la herida del pecho, de la que no paraba de emanar sangre, con una mano y jadeando mientras se esforzaba por tenerse en pie.
- Esa espada - continuó la chica - fue custodiada durante
generaciones por mi familia y jamás se usó para hacer el
mal..... ¡JAMÁS DEJARÉ QUE LA USES EN TU FAVOR!
Exclamando eso último, la chica corrió gritando posesa hacia Sherra, mientras con la mano libre conjuraba una Bola de fuego. La demonia se deshizo de ella fácilmente con un golpe de viento. Al ver a Mina más malherida que antes después de chocar de nuevo contra el árbol, Andracis, junto con Val, que por fin había reaccionado y había recogido su lanza del suelo, atacaron a Sherra frontalmente, con el mismo éxito que Mina. El primero se llevó un tajo en el brazo derecho, no muy grave, pero que le hacía sangrar mucho, y el segundo cayó de mala manera en el suelo tras ser empujado bruscamente por otro Golpe de Viento.
Sherra contempló satisfecha el panorama; la hija de su peor enemiga sangrando como un berraco con la única defensa de un joven mozo que sostenía su espada desafiante mientras trataba de curar a su amiga al mismo tiempo, Valgaarv - o mejor dicho, Valteria - aquejado de una ala rota por la caída, y finalmente, la guinda del pastel; Xellos, su mayor rival hasta hace poco, tirado en el suelo, demasiado debilitado como para tenerse en pie, ni siquiera apoyándose en su bastón.
Totalmente a su merced.
La general de Dynast Garrusherra no podía dejar escapar aquella oportunidad.
- ¿Sabes una cosa, Xellos-san? - dijo moviendo la espada frente
al agotado demonio - Siempre me había preguntado si frente a
esta espada serías tan quebradizo y frágil como lo fue en su día
ese Sirius..... Pues bien, creo que ha llegado el momento de
comprobarlo.
Y diciendo esto fue a atravesar a Xellos de parte a parte con la espada.
Sin embargo, algo se lo impidió en el último segundo. La hija de Xellos, a quien ella había tomado por una chiquilla ingenua y débil, paró limpiamente el ataque al teletransportarse justo frente a su padre y conjurando un fuerte escudo sobre ellos. Sorprendida, la demonia retrocedió unos pasos. La mirada inocente de la niña se había transformado en una mirada de desafío, unos redondos ojos amatistas que la fulminaban.
- ¡No permitiré que le pongas una mano encima a mi padre! - la
amenazó - ¡Antes tendrás que pasar sobre mi cadáver!
- ¡Ja, ja, ja, ja! - rió Sherra divertida - ¡Oh, pero qué escena
tan entrañable; la niña valiente defendiendo a su papá herido!
¡Es tan bonito que creo que me voy a echar a llorar! - añadió
fingiendo que se secaba una lágrima - lo cierto es que eres
valiente, muchacha. - añadió al cabo - Sí, valiente pero
estú..... un momento..... - murmuró para sí de pronto -.
Y es que Sherra se acababa de dar cuenta de que con aquel contraataque, el potencial mágico de la chica empezaba a aumentar progresivamente. Más aún, aquella niña que tenía frente a sí desprendía un aura que más que demoniaco parecía de origen divino.....
O más bien, draconiano.
- No..... - volvió a murmurar abriendo mucho los ojos
sorprendida - Así que los rumores eran ciertos ¿eh, Xellos? Te
apareaste con una dragona.....
Sherra no tardó en empezar a atar cabos. Aquel extraño comportamiento por parte de Xellos quince años atrás..... la forma en que abandonó apresuradamente la pelea para dirigirse a la torre oeste del castillo de Sailon, que se derrumbaba sin remedio..... Todo encajaba ahora.
Lo siguiente que hizo fue apartar a Índiga con otro golpe de viento. La chica rodó ladera abajo hasta acabar medio enterrada en un charco de barro, mientras la demonia se acercaba a ella lenta y amenazadoramente, con la Espada de Luz frente a sí, lista para degollar a quien hiciese falta.
- He cambiado de opinión. - le dijo - Primero acabaré contigo,
absorberé tu poder y después ya me encargaré de los demás.....
- ¡ÍNDIGA! - gritó Xellos, impotente al no poder hacer nada por
su hija -.
Sherra alzó la espada por encima de su cabeza para saetear a la niña. De pronto, en la oscuridad de la noche se oyó un rugido y un batir de alas. Cuando la demonia giró su cabeza extrañada, recibió repentinamente un fuerte coletazo que la envió varios metros más allá. La dueña de la cola, una dragona dorada de cabellos de un tono rubio anaranjado, rugió amenazadoramente mientras en el suelo Índiga la miraba sorprendida.
La dragona entonces miró fijamente con sus ojos azules a la niña. Y ésta la reconoció en el acto.
- Mi..... ¡Mi señora Gabriele! - exclamó aún más sorprendida que
antes -.
La dragona le sonrió y sin más, se dirigió a Mina y a los demás:
- ¡Subid a mi espalda, deprisa!
Sin pensárselo dos veces, todos obedecieron. Andracis pasó su brazo sano por la espalda de Mina, quien seguía sangrando mucho, y la ayudó a subir. A su vez Val cargó con Xellos, mientras Índiga subía por el otro lado por su cuenta.
Con todos a bordo, Gabriele agitó las alas y se elevó por encima de los árboles del bosque, para luego alejarse tan rápido como podía.
Entretanto, Sherra volvió a ponerse en pie en medio de los restos de los troncos de la docena de árboles que había derribado a su paso, debido a la fuerza del coletazo de la dragona. La buscó a ella y al grupo que iba con Xellos, pero todos habían desaparecido.
La demonia emitió un grito mezcla de decepción, rabia y derrota. Incluso Gabriele, alejada del bosque como estaba, pudo oírlo perfectamente en la distancia.
* * *
Cuando Gabriele consideró que ya estaban suficientemente alejados de Sherra, aterrizó en una llanura, libre de miradas ajenas. Una vez todos hubieron bajado de su espalda se transformó, dando lugar a una mujer joven de cabellos y ojos iguales a los de su forma de dragón, vestida con un vestido largo de sacerdotisa en tonos azulados y blancos.
Índiga corrió a abrazarse a ella.
- ¡Mi señora Gabriele! - dijo entre sollozos de felicidad -.
- Mi querida Índiga..... - murmuró ella correspondiendo al
abrazo, y a continuación, levantándole ligeramente el mentón
para obligarla a mirarla a los ojos, le dijo: - Te busqué por
todas partes al ver que no regresabas al templo..... ¿Porqué no
me dijiste nada?
- Pero..... mi señora..... es que..... mi padre..... - se excusó
señalando a Xellos y al darse cuenta de su metedura de pata dio
un respingo e intentó rectificar: - qui-quiero decir.....
- Está bien, Índiga. Es suficiente. - le interrumpió la dragona
limitándose a mirar a Xellos un momento de soslayo (quien
todavía estaba siendo sostenido por Valteria), antes de añadir
dirigiéndose a los demás: - ¿Algún herido grave?
- Los más graves han sido ellos dos. - respondió Andracis
señalando con la cabeza alternativamente a Mina y Xellos - Yo
estoy bien, sólo tengo una herida en el brazo, pero no tiene
importancia.....
- A pesar de ello - dijo Gabriele - conviene que te la cures
pronto, en cuanto os hayáis puesto a salvo..... Ponla en el
suelo. - añadió refiriéndose a Mina -.
Andracis obedeció, depositando a la chica sobre la hierba, quien gimió de dolor; la herida del pecho no dejaba de sangrar en ningún momento y parecía haberse infectado.
Gabriele se arrodilló junto a ella y extendió sus manos sobre la herida. A continuación una tenue luz blanca se formó y poco a poco la herida de Mina cicatrizó y ella dejó de gemir por un momento.
- Índiga, sigue tú con esto. - le indicó a la semi-dragona
cuando la herida casi estaba curada - Y procura hacerlo como te
he enseñado.
Índiga asintió y se arrodilló para continuar con la tarea que su maestra había dejado a medias, mientras ésta se dirigía hacia Xellos y le empezaba a aplicar un hechizo de curación, bajo la atenta mirada de Valteria. El demonio gimió molesto por el hechizo de magia blanca que le aplicaban, incompatible para su naturaleza.
- Tienes suerte, demonio, no todos los días intento salvar a
alguien como tú. - le dijo la dragona con un ligero toque
irónico - Intenta soportar el dolor lo más que puedas.....
- Jeh..... He soportado cosas peores, señorita..... - replicó él
con sorna y tratando de contener el gemido que empezaba a
escapar por su garganta -.
- En cuanto me haya ocupado de él - añadió ella dirigiéndose
nuevamente al grupo - tendréis que marcharos inmediatamente.....
No sé cuánto tiempo podré retener a Sherra.....
- ¿¿Retenerla?? - preguntó Índiga alarmada, dejando a un lado su
tarea de terminar de curar a Mina - ¿¡Pero es que pensáis
enfrentaros a ella!?
- Así es. - afirmó sin levantar la vista de la herida de Xellos
- Y para entonces tú debes haberles llevado bien lejos de
aquí.....
- ¡Mi señora, yo no puedo dejar que os enfrentéis sola! -
exclamó la chica - Además: ¿habéis pensado qué será del clan si
os llegara a pasar algo?
- Por eso no te preocupes; he dejado a los ancianos al cargo. Y
antes de marcharme les ordené que si no volvía contigo en tres
días condujeran al clan a las montañas de Kaatar. Con Milgazia
al menos estarán a salvo.....
- Pero......
Gabriele en ese momento terminó de sanar a Xellos y se encaró con la semi- dragona, depositando ambas manos en sus hombros, y con aire serio le dijo:
- Escúchame Índiga..... Cuando me di cuenta de cuál era tu
naturaleza, supe que el hecho de que tu nacieras en este mundo
no era producto de una simple casualidad. Estoy firmemente
convencida de que los dioses preparan grandes planes para ti,
que de algún modo eres una pieza fundamental para mantener el
equilibrio del universo..... por eso el que a mí me pase algo,
carece de importancia mientras tú sigas con vida.....
- Mi señora..... - intentó interrumpirla Índiga de nuevo, pero
entonces se percató de que había otras dos manos, además de las
de Gabriele, depositadas en sus hombros -.
Una de ellas era de Mina, quien la miró como tratando de decirla que obedecer a Gabriele era lo mejor. La segunda pertenecía a su hermanastro Val, quien afirmó con la cabeza como respaldando la opinión de Mina. Después de pensarlo durante unos minutos, finalmente Índiga accedió y se transformó en dragón para llevar a sus compañeros volando.
- ¡Vamos, chicos, subid! - les animó -.
- Val ¿te encuentras bien? - preguntó Mina preocupada cuando vio
que, mientras subía, el dragón antiguo empezaba a esbozar una
expresión de dolor al tiempo que se tocaba el ala derecha -.
- No pasa nada, Mina. - le tranquilizó - Sólo es un ala
rota.....
- No te preocupes, en cuanto estemos a salvo te la curaré..... -
dijo la chica -.
Mientras este diálogo tenía lugar, Andracis los miraba de reojo, verde de celos. '¡Muy bonito! ¡Val sólo tiene un ala rota y se ofrece a curársela; y a mí, que la he estado llevando con el brazo hecho trizas, ni me pregunta cómo estoy!'
Pero como siempre, no dijo nada.
Sólo faltaba Xellos. El demonio se encaminó hacia donde su hija le esperaba, pero cuando pasó al lado de Gabriele, la dragona comentó algo que le hizo pararse en seco.
- Resulta un tanto irónico que el padre de Índiga sea el
mismísimo Xellos Mettalium, aquel demonio que a punto estuvo de
exterminar a nuestra raza.....
- Eran tiempos de guerra, señorita Gabriele. - respondió él
simplemente - además, no exageréis, tan sólo destruí a unos
pocos miles..... Y en cualquier caso, los dragones provocaron
tantas bajas en nuestras filas como nosotros en las vuestras,
puede que incluso más.....
- Supongo que tienes razón..... - concluyó ella sonriendo
tristemente -.
Hubo un tenso momento de silencio.
- Hazme un favor, demonio: - pidió Gabriele rompiendo el
silencio - Cuida bien de Índiga. Durante todos estos años ha
sido como una hija para mí.....
- Lo sé. - respondió Xellos - Y aunque no lo creáis, ella
también ha sido mi hija todo ese tiempo.....
Y sin añadir más, Xellos se alejó de ella y montó sobre las espaldas de su hija de un salto, al tiempo que Gabriele se transformaba en dragón.
- Buena suerte. - les deseó la dragona al grupo -.
- Gracias, Gabriele, igualmente. - agradeció Mina en nombre de
todos -.
- Y tú cuídate mucho, mi pequeña..... - añadió dirigiéndose a
Índiga -.
- Lo haré, mi señora. - respondió ésta, frotando a continuación
su hocico con el de Gabriele en señal de afecto -.
A continuación y sin más dilación, la dragoncita remontó el vuelo y se empezó a alejar del lugar. Poco después, Sherra se había teletransportado allí, para encontrarse cara a cara con Gabriele. La demonia, al ver que la dragona extendía sus alas y la miraba amenazadoramente, le advirtió:
- Si no me dejas pasar, no tendré más remedio que matarte,
dragona.....
- Inténtalo si puedes. - replicó Gabriele más amenazadora que
nunca -.
Entretanto, Índiga continuaba volando alejándose cada vez más.
- ¡Sherra ya está aquí! - exclamó Mina tras contemplar de lejos
la escena que se desarrollaba a sus espaldas -.
- Venga, Índiga.... Deprisa, va.....Vuela un poquito más..... A
ver si la coges..... - le instó Andracis, quien había atado una
zanahoria al extremo de un palo con una cuerda y la agitaba
delante de las narices de la dragona -.
- ¡Deja de hacer eso! ¡Es humillante! - lloriqueó ella
totalmente avergonzada -.
De pronto, un rugido de dolor se oyó en la distancia. Índiga no pudo evitar mirar hacia atrás y quedó traumatizada al ver que Sherra había malherido a su maestra. Un gran reguero de sangre emanaba de la herida, que la había atravesado limpiamente.
- ¡¡MI SEÑORA GABRIEEEELE!! - exclamó horrorizada -.
Gabriele cayó pesadamente al suelo sangrando terriblemente. Aún debilitada como estaba, pudo oír en la distancia cómo Índiga gritaba su nombre. Al levantar la cabeza ligeramente, pudo verla batiendo las alas suspendida en el aire no a mucha distancia de allí. Los ojos de la pequeña estaban inundándose de lágrimas.
No podía permitirlo. Índiga debía alejarse de allí, cuanto más lejos mejor.
Debía abandonarla a su suerte.
- ¡HUID! - les gritó con todas sus fuerzas - ¡¡HUID,
INSENSATOS!!
Aquella orden pareció sacar a Índiga de su estado de shock.
Nada más oír aquellas palabras, la dragoncita batió las alas con todas las fuerzas de las que era capaz, alejándose más deprisa que nunca.
Sherra divisó de lejos a la pequeña dragona que llevaba en sus espaldas a Xellos y a su grupo. No podía permitir que huyeran y se salieran con la suya. Trató de seguirles, pero un aliento de fuego le cortó el paso.
Gabriele se había puesto en pie de nuevo a pesar de que seguía sangrando a mares. Su mirada parecía echar fuego mientras la amenazaba.
- Mientras me quede algo de aliento..... ¡¡JAMÁS PODRÁS PASAR!!
La pelea volvió a reanudarse, con Gabriele combatiendo más fieramente que nunca. Aunque sabía que aquello le costaría la vida, no le importaba; lo haría por el bien del mundo. Por Índiga.
Y entretanto, la dragoncita seguía alejándose más y más, volando rauda como el viento, sin poder evitar que lágrimas de impotencia y de dolor emanaran de sus ojos.
* * *
- Ya está. - dijo Mina admirando satisfecha el vendaje que le
había puesto a Val en el ala - Con esto estarás bien por unos
días, hasta que te recuperes de la fractura.....
- Muchas gracias, Mina. - agradeció el dragón antiguo con una
sonrisa -.
- No se merecen..... ¿Sabéis una cosa? - preguntó cambiando de
tema - Me preocupa Índiga; la pobre tiene que estar destrozada,
después de perder a Gabriele.
- Es verdad. - corroboró Andracis - En cuanto terminamos de
montar el campamento, dijo que quería estar sola y se fue, sin
más.
- No es para menos. - intervino Val - Después de todo Gabriele
debió ser para ella como la madre que no llegó a conocer.....
Durante un momento, los tres adolescentes se quedaron meditando en silencio.
Hasta que sin previo aviso, Mina se levantó, alejándose de la fogata que habían montado en el centro del campamento.
- ¿Adónde vas? - interrogó Andracis -.
- No puedo quedarme de brazos cruzados, sabiendo el momento tan
triste por el que esa chica está pasando. - respondió ella -
Ahora es cuando Índiga más nos necesita.
- Sí, sobretodo teniendo en cuenta que ese impresentable de
Xellos ha vuelto a poner pies en polvorosa, como siempre, en
cuanto hemos aterrizado. - añadió Valteria - ¡Vaya un padre está
hecho.....!
Andracis le dirigió al dragón antiguo una mirada de reproche por aquel comentario. Aún así, decidió esperar a que Mina se hubiera internado en la espesura del bosque para expresar su opinión.
- Mira, Val, ya sé que estás resentido con Xellos por haberte
mentido con respecto a tus pesadillas y tu vida pasada, pero no
tienes porqué.....
- No es por eso. - le interrumpió Val -.
- ¿Eh? - Andracis ya no entendía nada -.
- Que me haya mentido es lo de menos. - aclaró a continuación -
A fin de cuentas mi madre tampoco me dijo la verdad al
respecto.....
- ¿Entonces?
Valteria quedó unos segundos en silencio. Después, poco a poco, fue subiendo sus manos hasta la altura de la cara y miró sus palmas como si no las reconociera.
- El problema, Andy - dijo al fin - es que antes sólo tenía unas
pesadillas molestas y ahora..... ni tan siquiera sé quién
soy..... o quién debería ser.....
* * *
Entretanto, Mina se había adentrado entre la arboleda en dirección oeste. Finalmente llegó a los límites del bosque, en el que se alzaba una colina solitaria desde la que podían observarse las estrellas del cielo.
Sentada sobre esa colina, estaba Índiga, llorando en silencio, con la cara hundida entre sus rodillas. Mina la observaba desde una distancia prudencial, escondida tras un árbol para no ser vista. Sólo con ver a la semi-dragona en aquel estado, una fuerte congoja invadió su corazón.
Y justo cuando se había armado de valor e iba a salir de su escondite para consolarla, ocurrió algo inesperado.
Xellos apareció de repente, en la misma colina, a tan sólo un metro de Índiga. La niña se sobresaltó un poco y se puso en pie. Entonces el demonio extendió su brazo libre hacia ella, como invitándola a acercarse a él. Al principio dudó un poco, pero finalmente su hija se lanzó en sus brazos y se puso a llorar, ésta vez con más fuerza y desconsuelo que nunca, mientras Xellos le acariciaba sus cabellos con ternura.
Mina volvió a esconderse detrás del árbol procurando que ninguno de los dos se percatara de su presencia y se puso a mirar el cielo. Aquella escena le había recordado a todos aquellos momentos tiernos que había pasado junto a su padre; aquellas tardes en que le enseñaba esgrima, el momento en que se reunían con su madre para cenar todos juntos en familia....... Y también recordó las ocasiones, cuando era pequeña, en que el bueno de Gaudy se había levantado a altas horas de la noche para consolarla cuando tenía pesadillas, cuando había tormenta y le entraba miedo (jamás había soportado las tormentas eléctricas; le daban un pavor terrible) o simplemente cuando era ella la que se dirigía a la habitación de sus padres para dormir con ellos.....
Ahora era el turno de Mina para llorar en silencio. La chica echaba realmente de menos a su familia..... demasiado. Y por más que Andracis dijera lo contrario, no estaba del todo claro si les volvería a ver algún día.
Y eso aumentaba sus ganas de llorar.
Continuará...... en el Capítulo 7.
~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~? ~?~?~?~?~?~?~?
Notas de Amber: Y ya por fin desvelamos a la mala de la peli y sus intenciones. Este capítulo ha sido un poquito más largo porque quería expresar las emociones de los personajes, particularmente la confusión de Valteria al saber de su pasado y el desconsuelo de Índiga al perder a un ser querido..... Todo muy de lagrimilla, vaya...... T.T
¡Pero aún hay más! La trama cada vez se vuelve más complicada y en el próximo capítulo habrá muchas revelaciones..... y algunos viejos conocidos.....
Gracias a mis fieles reviewers: Maryttha (jeje....... esa es mi intención crear ese triangulillo amoroso para crear espectación....... Y hablando de parejas: ¿Cuál de las dos prefieres? ¿Mina/Val o Mina/Andracis?) Sophie Aiko Rindwotch (bueno, así disfrutas el doble ^_^ Por cierto, que la review salió cortada ¿desués de lo de la pantalla extraplana, qué me querías preguntar?) Y también, aunque no reviewó en éste fanfic, sino en el otro que tengo publicado, VIVIR, también gracias a ZlaS MTALIUm (Muy radical el cammbio de Filia ¿verdad? XDDD)
Ya saben, mi dirección para cualquier tipo de consulta o comentario: almudenmumu@yahoo.es
¡Y sigan dejando Reviews! Gracias....... ^_^
Los pasos de los viajeros por aquel camino embarrado podían oírse a metros de distancia. También se podían oír, incluso de más lejos aún, los gemidos que emitía uno de ellos.
La chica de pelo rosa claro trenzado y con moño a duras penas podía caminar. No era para menos: su cuerpo, antaño de buena figura y lleno de energía, ahora estaba escuálido. Más aún, no sólo su ropa le iba ahora tres tallas grande, dejando al descubierto las costillas que se entreveían a través de la fina piel, sino que además estaba demacrada, con toda la cara chupada y unas grandes bolsas con ojeras en sus párpados inferiores.
En resumen: aquella chica se había convertido, en el transcurso de unas pocas horas, en una especie de momia andante.
- No puedo máaaaas. ....Me voy a moriiiiiir. .....- gimió la chica
una vez más -.
- Venga ya, Mina, que sólo hace tres horas que hemos empezado a
andar..... - le espetó el compañero que tenía justo detrás, de pelo
negro azabache y ojos grises -.
- Me muero de hambreeee..... - siguió protestando la chica -.
- Pero si hace nada que hemos desayunado..... - volvió a la carga
el chico -.
- Un trozo de pan no es un buen desayunoooo.....
- ¿¡Un trozo de pan!? ¡Si te has comido la barra entera! - le gritó
el chico, totalmente atacado de los nervios -.
- Da igual, yo necesito desayunar fuerteee..... Me falta
energíiiiaaa.....
- ¡A ti sí que te voy a dar energía como no espabiles, tía
vaga.....!
- Vale ya, chicos, no es el mejor momento para empezar con
peleas..... - intervino otro chico de pelo turquesa que iba justo
detrás de ellos -.
Un cuarto hombre, de cabellos púrpura cortados a media melena y ropas de sacerdote, no dijo nada. Miraba al trío que tenía delante y su forma de discutir por todo con cara de satisfacción, mientras cargaba a sus espaldas a una niña que parecía su clon exacto, sólo que con el pelo más largo y de un tono tirando a añil, que roncaba de forma estridente.
Cualquiera que viera a este estrafalario grupo de viajeros, saldría corriendo sin dudarlo en dirección contraria.
- No aguanto maaas..... - volvió a gemir Mina cayendo al suelo de
cara y empezando a arrastrarse como una culebra - Si no encuentro
comida o algo con que distraerme, moriré sin remediooooo.....
Justo en el momento de decir aquello, la chica chocó contra una bota embarrada que no correspondía con la de ninguno de sus compañeros. Miró hacia arriba y se encontró con un grupo de maleantes, asaltadores de caminos de poca monda. bandidos, en definitiva.
- Muy bien, muchachos. - empezó el que parecía el líder,
dirigiéndose más concretamente a Andracis y Valteria - Si apreciáis
vuestra vida, entregadnos todo lo que llevéis de valor.....
De pronto, el bandido líder empezó a escuchar una risa débil bajo sus pies. Miró hacia allá y reparó por fin en la chica escuálida del pelo rosa que se levantaba con dificultades del suelo sin dejar de reír. Una vez en pie, el volumen de su risa aumentó de forma considerable, dando lugar a una especie de risa maníaca, más propia de un asesino psicópata. Los bandidos estaban aterrorizados, aunque no eran los únicos.
- Val..... - dijo Andracis todo pálido, mirando a Mina como
quien mira a una aparición - cuando se pone así, esta chica me
da miedo.....
- Pues anda que a mí..... - corroboró el dragón antiguo
empalideciendo tanto a más que su compañero -.
Mina miró a los bandidos con ojos de loca y relamiéndose de satisfacción les dijo:
- Vosotros seréis mi distracción.....
Aquellas palabras sumadas al aspecto de momia viviente que ofrecía la chica asustaron aún más a los bandidos. Algunos empezaron a correr para salvar sus vidas pero ya era demasiado tarde.
- ¡MEGA BRAND! - gritó ella extendiendo hacia ellos sus brazos
-.
Se produjo una explosión a los pies de los bandidos de una magnitud tal que algunos de ellos fueron lanzados a varios metros de distancia. Mientras caminaba para no perder al grupo, Xellos vio cómo tres de ellos salían volando en dirección contraria.
- Mmmm..... ¿Qué pasa? ¿Qué es todo ese escándalo?
- Vaya, ya te has despertado. - dijo Xellos al ver que su hija
empezaba a desperezarse - ¿Cómo te sientes?
- Pues.....Un poco cansada, pero por lo demás estoy bien. -
respondió ella bajándose de la espalda de su padre - ¿Qué ha
pasado?
- Náaa, una partida de bandidos que han probado una dosis de la
magia de Mina..... Nada serio.....
- Lo dices como si estuvieras acostumbrado...... - observó la
chica -.
- Tendrías que haber estado junto a Reena el tiempo que yo
estuve para comprenderlo. - fue la respuesta del demonio -.
No tardaron mucho en llegar a la escena "del crimen". Mina estaba en pie, frente a un gran cráter que había en el suelo, de unos dos metros de diámetro, más o menos. Había recuperado su figura y sus energías y se la veía satisfecha mientras se sacudía el polvo de las manos.
- Bueno - dijo dirigiéndose a sus compañeros de fatigas - con
esto ya me siento con fuerzas para seguir..... ¡Hala, gente, en
marcha!
Los demás la siguieron sin chistar por temor a las consecuencias. Pero de pronto, la chica se volvió mirando al cielo. Algo caía de allí a toda velocidad. Cuando Mina extendió la mano y lo cogió, ese algo resultó ser una bolsa llena de monedas de oro.
- ¡Qué suerte! - exclamó entusiasmada -.
* * *
Una media hora después, el grupo estaba comiendo en un restaurante de un pueblo cercano. Como de costumbre los que más daban el espectáculo eran Mina y Andracis, cuya pelea por la comida había llegado a tales extremos que de vez en cuando trozos de comida salían volando. Sin embargo Valteria y Xellos no daban importancia a este hecho.
Lo que les dejaba totalmente flipados era la actitud de Índiga; jamás habrían imaginado que una chica que estaba destinada a convertirse en sacerdotisa, se comportara con aquellos modos en la mesa. La forma en que la semi-dragona devoraba sin pausa su comida, no tenía nada que envidiar a la batalla campal que se estaba desarrollando en la parte de Mina y Andracis.
Mientras devoraba unos espaguetis a la boloñesa, Índiga se percató de que las miradas de su padre y su hermanastro estaban fijas en ella.
- ¡Ssslurp! ¿Qué? - inquirió sin dejar de masticar - ¡Glub! Tenía
hambre. Os recuerdo que esta mañana no he desayunado.
- ¡No, no, si no pasa nada, mujer! - disimuló Val - ¡Puedes comer
todo lo que te apetezca!
- ¡Ah, bueno! - suspiró la chica, y siguió comiendo como si tal
cosa -.
Demonio y dragón antiguo no pudieron reprimir sendas gotazas de sudor.
- Bueno, Val-chan - dijo Xellos cambiando de tema - tú que conoces
bien el terreno: ¿Qué camino deberíamos escoger?
- Veamos.... - empezó Valteria sacando el mapa de la zona del
bolsillo de su chaleco- En estos momentos nos encontramos justo
aquí - dijo señalando el lugar en el mapa extendido sobre la mesa -
a unas dos millas de Vezendy. Darien está a tan sólo un día desde
Vezendy. Así que yo creo que lo mejor es que vayamos por la ruta
que pasa por todos los pueblos..... entre otras razones, para que
Mina no se queje de que tiene hambre.....- concluyó mirando de
soslayo a la aludida y sudando de vergüenza ajena -.
- Sí, supongo que es mejor así..... - corroboró el demonio mirando
a su vez a Mina-.
Repentinamente, una de las camareras dejó caer asustada su bandeja con todo lo que ésta contenía. Muchos de los clientes del restaurante dejaron escapar gritos ahogados y respingos de sorpresa y miraban nerviosos a la mesa donde Mina y sus camaradas comían. Ninguno de los que estaban en la mesa comprendían a qué venían esas caras.
Entonces Andracis se percató de que miraban sobretodo a Índiga. Él la miró a su vez de arriba abajo para ver qué había de extraño en la chica..... Y finalmente lo encontró.
- ¡Eh, Andy! ¿Qué ocurre? Estás un poco pálido..... - interrogó
Índiga al ver la cara que se le había puesto a su compañero -.
- Eh.... Índiga.... de..... debajo de..... tu falda..... - balbució
el muchacho -.
Extrañada, la semi-dragona miró hacia donde él le señalaba.....
Y descubrió una cola de dragón que asomaba. Aquello era probablemente lo que tanto había llamado la atención de los clientes del restaurante.
Los demás integrantes del grupo no tardaron en descubrirlo también y pronto intercambiaron miradas de preocupación al ver que cada vez había más gente mirando la cola de Índiga.
La chiquilla notaba todas las miradas clavadas en su cola. Podía incluso percibir los cuchicheos que algunas personas intercambiaban entre sí. Aquello era más de lo que la pobre Índiga podía soportar.....
Bruscamente se levantó del asiento, agarró la mesa en la que estaban comiendo y se la tiró a todos los presentes, gritando más colorada que un tomate:
- ¡DEJAD DE MIRARME ASÍ, PERVERTIDOOOS!
La mesa dio de pleno a las cinco personas que estaban más cerca. Ahora Índiga estaba indignada y su cola estaba tiesa, como un mástil, perfectamente visible. Los gritos de la gente no tardaron en oírse por todo el restaurante:
- ¡Un dragón! ¡Es un dragón!
- ¿Un dragón? ¡Qué horror!
- ¡Nos va a devorar!
- ¡Miradla, está furiosa!
- ¡Hay que matarla antes de que nos mate a todos!
- ¡Ahorquémosla!
- ¡Quemémosla viva!
- ¡Eso! ¡Y a sus amigos también, que seguro que son dragones, igual
que ella!
- ¡Oigan! ¡Que yo de dragón no tengo nada.....! - protestó Xellos
-.
- ¡Cállate y corre! - le gritó Valteria al tiempo que se lo llevaba
arrastrando de un brazo fuera del restaurante -.
Mina, Andracis e Índiga no tardaron en seguir su ejemplo y huyeron en plan "pies para qué os quiero", mientras detrás de ellos toda una horda de aldeanos furiosos, armados con antorchas, rastrillos, azadas y demás enseres del campo, les seguían los talones.
* * *
Ya alejados del pueblo, Mina y sus compañeros se pararon a descansar. Después de horas de ser perseguidos por la horda de aldeanos, habían conseguido despistar a sus perseguidores en un bosque cercano, donde se habían detenido.
- ¡Oye, tía, la próxima vez sé un poco más discretita con tu
cola! - le espetó Mina a Índiga tras recuperar el aliento - ¡Por
tu culpa casi nos queman en la plaza del pueblo!
- ¡No es mi culpa que de vez en cuanto se me escape la cola! -
lloriqueó la semi-dragona - ¡Todavía no tengo controlado eso de
pasar de dragona a la apariencia humana!
- Venga, chicas, tranquilizaos las dos. - dijo Xellos intentando
poner paz - No hay porqué discutir de esa forma.....
- ¡Cada vez que hay cizaña en este grupo es porque tú pones los
motivos, namagomi despreciable! - le insultó Val -.
- Sabes que eso no es del todo cierto, Val-chan. - le corrigió
el demonio aparentemente sereno - ¿O te tengo que recordar la
que arman Mina y Andracis por su cuenta cada vez que van a un
restaurante?
- Sí, pero todo es culpa de Mina, que es una egoísta y no
comparte la comida ni a tiros..... - se quejó Andracis -.
- ¡¡No soy una egoísta!! - le gritó la chica mientras derribaba
al muchacho con una patada mortal en la cabeza -.
La pelea entre los dos adolescentes habría seguido de esa guisa de no ser porque de pronto Xellos giró bruscamente su cabeza en dirección a lo más interno de aquel bosque con cara de preocupación. Parecía como si acabara de detectar una presencia no deseada. Aquello picó la curiosidad de Mina, quien aflojó la llave de judo que le estaba haciendo a Andracis y le preguntó:
- ¿Ocurre algo, Xellos?
- ¿Eh? - el demonio pareció salir de su trance - ¡Oh, nada,
cosas mías.....! - de pronto se puso serio y dijo, dirigiéndose
a Val, Mina y Andracis: - Escuchadme: debo irme para comprobar
una cosa. Volveré como mucho en unas pocas horas. Hasta
entonces, cuidad de mi hija.
Los tres jóvenes asintieron, aún sin saber a qué venía aquella petición. Seguidamente se dirigió hacia Índiga y poniéndole una mano en el hombro le dijo:
- Procura estar siempre lo más cerca de ellos ¿Entendido? - la
chica asintió - Y sobre todo, salvo en ellos tres, no confíes en
nadie. ¿Me oyes? Absolutamente en nadie.
- ¿Ni siquiera..... - empezó ella dubitativa - ni siquiera en
ti?
Hubo un momento de tenso silencio, durante el cual Xellos no dejó de mirar con ojos serios a su hija. Finalmente respondió:
- Créeme hija, si en algún momento me conviniera más entregarte
a Sherra para salvar mi pellejo, lo haría sin dudarlo. Por mucho
que te cueste creerlo, de mí es de quien menos debes fiarte.....
Tras aquellas confusas palabras, el demonio desapareció internándose en lo más profundo del bosque. Índiga miraba al claro en donde su padre había desaparecido sin saber qué pensar.
- No te lo tomes como algo personal, Índiga. - le dijo Valteria
adivinando sus pensamientos - Está en su naturaleza de demonio
ser traicionero y mirar por sus propios intereses. Si te ha
dicho eso es simplemente para que no te lleves una desilusión
llegado el momento.....
Índiga miró por un momento a su hermanastro y luego asintió sonriendo.
- Bueno..... - dijo Mina estirándose perezosamente - Ahora sólo
tendremos que esperar a que regrese........
* * *
- ¡¡¿PERO QUÉ RAYOS ESTÁ HACIENDO ESE %#?? ????!! - exclamó
Mina - ¡¿A QUÉ VIENE ESO DE TARDAR TANTO?!
- Tranquila, Mina - le intentó calmar Andracis - ya oíste lo que
dijo, que quizás le llevará como mucho un par de horas.....
- ¡¡PERO ES QUE YA LLEVA MÁS DE OCHO HORAS FUERA!!
- Eeeeh..... bueno, a lo mejor se ha retrasado un poco.....
- Esto es absurdo. - sentenció Valteria poniéndose en pie - No
pienso quedarme aquí sin hacer nada.
- ¿Adónde vas? - le interrogó Mina -.
- A dar un paseo por allí.....
- ¿Puedo ir contigo? - preguntó Índiga ilusionada -.
- ¡Ni hablar! ¡Tú te quedas con.....!
- ¡Buena idea! - le interrumpió la hechicera - ¡Así vosotros os
podéis ir a recoger algo de leña mientras Andracis y yo cazamos
algo por allí!
- Pero..... - objetó el dragón antiguo -.
- Anda, Val, no seas así, llévate a tu hermana y recoged leña
para el fuego. Porfiii..... - le imploró la chica con ojos de
carnero degollado -.
- Val, yo que tú la obedecería - le susurró Andracis al oído -
Que si no se enfada y ya sabes cómo es ella cuando se
enfada.....
- ¡TE HE OÍDO! - le gritó Mina al tiempo en que le daba una
colleja que le tiró al suelo -.
Mientras la pareja volvía a pelearse como tantas otras veces, Val suspiró resignado y con un gotón resbalando por su frente y le dijo a Índiga:
- Vaaale, como quieras..... puedes acompañarme.....
- ¡Gracias, hermano!
'¡Hay.!' , pensó Val para sus adentros 'Lo que daría por tomarme un té de finas hierbas, sentado tranquilamente frente a un lago.....'
* * *
Unos minutos después, Valteria cargaba a sus espaldas el montón de ramas que habían cogido, juntadas y atadas con unas cintas que había hecho cortando a lo largo ramas muy finas. Los dos hermanos caminaban el uno junto al otro, de regreso al lugar donde Mina y Andracis les estarían esperando.
- Mira que mandarme a buscar leña..... - murmuraba Val
malhumorado - Yo sólo quería estar tranquilo por un momento y va
Mina y.....
Val se detuvo cuando vio que su hermana había bajado la mirada y callaba.
- ¿Y tú qué? ¿No dices nada?
Ella no respondió. En vez de eso, se paró en seco y todavía con la cabeza gacha dijo:
- Val, yo..... quería acompañarte por un motivo.....
El dragón antiguo, se paró también y calló, otorgando así a la semi-dragona a que continuara.
- Val..... ¿Cómo es mi madre?
Tan sorprendido estaba el dragón antiguo por esa pregunta que no supo qué responder al principio.
- Eh..... pues.....aaah..... ¿A qué viene esa pregunta? - dijo
-.
- Es que..... papá nunca me lo ha dicho y yo..... no me atrevo a
preguntarle..... - se excusó ella - Además tú has estado más
tiempo con ella. ¡Por favor, Val! - le rogó juntando las manos
en señal de súplica - ¡Dime cómo es ella! ¡Sólo te pido ese
favor.....!
- ¡Vale, vale, está bien, no hace falta que supliques por ello!
- le tranquilizó él - A ver..... por dónde empiezo....
- ¿Es guapa? - interrogó ella -.
- Puessss..... - empezó poniéndose un poco colorado - Hombre, es
rubia, de ojos azules..... apariencia joven..... Sí, yo diría
que es bastante guapa.....
- ¿Y en cuanto al carácter? - preguntó ella de nuevo -.
- Esteee..... Bueno a ti no voy a engañarte: lo cierto es que es
muy dura enseñando y muy estricta con las normas también. Pero.
a pesar de todo, es una madre cariñosa, atenta, se preocupa
mucho por mí y.
De pronto Val se dio cuenta de que Índiga le estaba escuchando embelesada. Aquello lo intimidó un poco; no estaba acostumbrado a ser escuchado tan atentamente, de hecho, no se le daba bien hablar en público.
- Eeeem..... ¡Claro que yo tampoco puedo decirte gran cosa! ¡Es
mejor que lo juzgues por ti misma......!
- Está bien. - le tranquilizó ella - Gracias, Val; significaba
mucho para mí saberlo.....
- ¡Je, je! ¡De nada! ¡Para eso estamos los hermanos.....!
De pronto, unos arbustos cercanos se agitaron. Val presintió que alguien les espiaba y rápidamente se puso en guardia, apuntando al matorral con su lanza mientras le decía a Índiga:
- Quédate detrás de mí.....
La chica, que también había presentido aquel espía, obedeció asustada. Valteria se acercó poco a poco hacia el matorral, siempre con la lanza enfrente, en guardia y alerta por lo que pudiera pasar. Cuando ya estuvo lo suficientemente cerca, asió su arma por su parte más baja y la lanzó contra lo que quiera que hubiera allí dentro.
Al principio no pasó nada, pero el dragón antiguo permaneció alerta un buen rato. Viendo que seguía sin pasar nada, fue a recoger su lanza. Y en ese momento algo se le echó encima. Valteria gritaba dolorido por los arañazos que le propinaba la bestia en la cara, con uñas afiladas como cuchillas, mientras trataba de quitársela de encima.
Cuando tras muchos esfuerzos lo consiguió, buscó a tientas su lanza y la apuntó hacia su agresor.
- Un..... ¿Un gato? - preguntó sorprendido -.
Efectivamente: la bestia rabiosa que le había atacado hacía un momento no era otra cosa que un gato salvaje, de pelaje azulado con rayas verdes como sus ojos, que miraba al dragón antiguo con cara de pocos amigos, bufando y con los pelos del lomo erizados, en señal de amenaza.
- ¡Ay, un gatito! - exclamó Índiga al verlo - ¡Pero qué mono es!
- Espera, Índiga, no te acerques, puede ser peligroso..... - le
advirtió Val -.
Sin embargo, y por extraño que pareciese, el gato se dejó coger sin mayores problemas por la semi-dragona. Es más, ronroneaba feliz mientras ésta le acariciaba la barbilla.
- Siempre me han gustado los gatos. - le explicó la chica - En
el templo solían decirme que tenía buena mano con estos
animales. pero nunca me dejaron tener uno..... - luego,
dirigiéndose al gato sin dejar de acariciarle la barbilla, le
dijo en tono meloso - Te encanta que te haga esto ¿verdad que
sí, bonita? ¡Ay, pero qué requetebonita que es mi
chiquitina.....!
- ¿Cómo puedes estar tan segura de que es una hembra? - preguntó
Val con curiosidad -.
- Muy fácil - le respondió ella - las hembras nos reconocemos
entre nosotras.... ¿verdad que sí, bonita?
Mientras la gata maullaba en lo que podría llegar a considerarse como una respuesta afirmativa, Val se cayó de culo, sudando de vergüenza ajena. 'Vaya una deducción más tonta.....', pensó.
- ¿Podemos quedarnos con ella, hermano? - preguntó la chiquilla
con ojos tiernos - Porfaaaaaa.....
La gata la imitó poniendo los mismos ojitos suplicantes. Val sudó más todavía si cabe. En estos momentos se encontraba ante un gran dilema.......
* * *
- A ver si lo he entendido bien..... - dijo Mina - ¿Has dejado
que se quedara con esa gata?
- ¡¿Y qué hubieras hecho tú, si te mirara con esos ojos de
carnero degollado?! - le espetó Valteria molesto -.
- Pues muy sencillo: decirle que no. - respondió ella - Con
niñas como ella hay que tener mano de hierro.
- Como se nota que no estabas con nosotros en ese momento..... -
comentó el dragón antiguo con una gota resbalando por su frente
-.
La noche había caído y Xellos seguía sin aparecer. Los tres "guardianes" estaban discutiendo alrededor de una fogata en la que asaban la caza del día, mientras no lejos de allí Índiga jugaba con su nueva mascota. La niña trataba de hacer que la gata fuera a por una pelotita y se la trajera de nuevo.
- Con los gatos eso no funciona. - comentó Andracis como
dirigiéndose a la semi-dragona - Yo me acuerdo que teníamos una
vecina que vivía con un montón de gatos, a la que yo visitaba
con frecuencia. Cada vez que intentaba que uno de los gatos
fuera a por la pelota, primero miraban a la pelota rodar por el
suelo y luego me miraban a mí como si fuera idiota.....
- Pues me parece que esta gata es de las que les gustan
perseguir pelotas..... - comentó Val al ver que no sólo la gata
corría detrás de la pelota cada vez que Índiga se la tiraba,
sino que luego de atraparla se la devolvía a su dueña moviendo
la cola -.
Contenta al ver que la gata la obedecía, Índiga volvió a lanzarle la pelota. Ésta vez rodó hasta los pies de Mina, quien cogió a la felina cuando se acercó.
- Hum..... - murmuró poniendo cara de indiferencia - ¿Qué tiene
de especial? Sólo es una estúpida gata sarnosa.
Fue decir aquello y la gata se le tiró encima con la intención de hacerle una cara nueva. Afortunadamente Índiga estaba cerca para disuadir a la gata de dejar en paz a su víctima.
- ¡¡A ESA GATA ME LA COMO FRITA CON PATATAS!! - exclamó Mina
enfurecida y con unos cuantos arañazos en la cara -.
- No tenías que haberla hablado así. - le riñó Índiga mientras
acariciaba el lomo de la gata enfurruñada - Los gatos lo
entienden todo y son muy susceptibles.....
- ¿CÓMO VA A ENTENDER ALGO? ¡SI SÓLO ES UNA GATA ESTÚPIDA!
Ante aquel insulto, la gata le bufó.
- ¿Lo ves? - le espetó la semi-dragona de nuevo -.
- Inteligente o no - intervino Andracis - no sé si es buena idea
adoptar una mascota. ¿Qué dirá Xellos respecto a esto?
- Honestamente, yo creo que ya se ha desentendido de nosotros. -
murmuró Valteria - Sólo así se explica que esté tardando tanto.
- ¡No digas eso, Val! Volverá, de eso estoy segura. - dijo
Índiga, muy convencida ella - Y cuando lo haga, le convenceremos
entre todos ¿vale?
- ¡Ni hablar! - se negó Mina -.
- Porfa, Mina-san...... - le suplicó con ojitos tiernos -.
Aunque la gata imitó también los ojos de carnero degollado de su ama, Mina mantuvo el control. No, ella no se dejaría convencer como Val. Tendría que ser firme, mantenerse en sus trece y no ceder.....
Claro que era muy difícil teniendo las dos, gata y dueña, los mismos ojitos que imploraban un "sí"..... Y lo peor es que por más que ella insistiera en resistirse, ellas aguantaban aún más... Las miró de soslayo, miró al tendido tratando de desviar su atención, pero siempre volvía a mirar esos ojitos brillantes..... No tardó en resartársele una vena de la frente.....
- ¡¡AAARRRGH!! ¡ESTÁ BIEN, ESTÁ BIEN, TRATAREMOS TODOS DE
CONVENCER A XELLOS, PERO TÚ DEJA DE PONER ESA CARA!
- ¡Gracias, Mina-san! - exclamó la niña entusiasmada abrazándola
tan feliz -.
- Je, je..... Aquí tenemos a la que presumía de tener "Mano de
hierro"..... - le susurró Val con una sonrisita socarrona
dibujada en el rostro -.
- Val..... Tú no me tientes, que te la ganas.....
* * *
Una plataforma iluminada por un haz de luz proveniente del cielo.
Dos armas de luz ubicadas en dos puntos de la plataforma.
Y un hombre justo en el centro, mirando con satisfacción hacia arriba, hacia una criatura que chillaba mientras se debatía por atravesar la estrecha puerta que le llevaba a aquel mundo.
Era una criatura de apariencia aterradora, como una calavera de ojos brillantes envuelta en una densa humareda negra como la noche. Su nombre es Estrella Oscura. Uno de los cuatro grandes demonios que rigen cada uno de los cuatro mundos creados por la Diosa de la Pesadilla Eterna.
El hombre le habló desde la plataforma:
- ¡ESTRELLA OSCURA! ¡YO ME OFREZCO A TI EN SACRIFICIO! ¡TOMA MI
CUERPO Y A TRAVÉS DE ÉL CUMPLE NUESTRA VENGANZA!
Con un chillido atronador, Estrella Oscura extendió su cuerpo negro sin forma, atrapando en su interior al hombre que se había ofrecido en sacrificio. Aún siendo tragado por la oscuridad más inmensa, el hombre no dejó de sonreír.
Como si hubiera esperado aquello mucho tiempo.
- ¡¡¡¡NOOOOOOOOO!!!!
Valteria se despertó repentinamente, sudando de pies a cabeza. Su respiración era agitada y sus pupilas, dentro de su iris color ámbar, eran unos puntitos a duras penas perceptibles.
- Val ¿estás bien? - le preguntó Mina, quien se había despertado
con el alboroto y miraba al dragón antiguo preocupada - ¿Qué te
pasa?
- Eh...... Nada, nada..... - disimuló él intentando parecer
tranquilo - Sólo..... sólo era una pesadilla.....
- Pues debió ser muy fuerte, por la forma en que gritabas. -
comentó la chica sentándose a su lado -.
- No..... No es que fuera especialmente fuerte. pero. - hizo una
pausa, miró a Mina y lanzando un suspiro de resignación
continuó: - ..... pero él estaba allí.....
- ¿"Él"? - preguntó ella sin comprender -.
- El protagonista de todas mis pesadillas - le explicó - es
siempre el mismo. Un demonio con un gran cuerno en la
cabeza..... un brazo deforme lleno de escamas y con garras
largas y afiladas..... de cuerpo muy delgado, con el torso
marcado por las costillas que pueden entreverse a través de la
piel y muchas cicatrices..... Lo cierto es que ese demonio se
parece a mí en algunas cosas, por ejemplo, ambos tenemos el pelo
turquesa, ojos ambarinos..... y lo que parece más sorprendente,
las mismas cicatrices en las mejillas.....
- ¿Y las pesadillas?
- Distintas e iguales al mismo tiempo..... - respondió -
Son..... como fragmentos de una misma historia que se presentan
sin orden ni concierto..... a veces aparece mi madre también, en
otras el demonio está solo. incluso en una ocasión, también
apareció el impresentable de Xellos..... Y todas las pesadillas
son tan reales, que entre eso y el parecido que tenemos yo y ese
demonio que las protagoniza, a veces tengo la impresión de
haberlas vivido.....
- Val.... - le tranquilizó Mina masajeándole los hombros - .....
las pesadillas son sólo eso: pesadillas..... ¡Relájate, hombre!
A veces pienso que te preocupas demasiado por nada.....
Valteria miró a los ojos azules de la chica, despreocupados, optimistas, llenos de luz y vida. Ahora entendía porqué Andracis estaba tan colado por ella; era difícil no establecer alguna clase de simpatía o de amistad con aquella muchacha que sólo con la mirada y las palabras sabía como levantarte el ánimo, aunque a veces resultara demasiado optimista..... Pero eso era algo que el dragón antiguo agradecía.
- Puede que tengas razón..... - dijo al cabo de un rato - No son
más que pesadillas, al fin y al cabo. Perdona que te haya
despertado.....
- No te preocupes. Ha sido un placer poder ayudarte..... ¡Uaaah!
- bostezó ella- En fin, buenas noches.....
Nada más decir aquello, Mina se metió en su saco de dormir y comenzó a roncar. Valteria se envolvió en su manta dispuesto a hacer lo mismo.
Pero algo se lo impidió.
Súbitamente, detectó una presencia cerca del lugar donde acampaban. Acechándoles, acercándose cada vez más. El dragón antiguo se levantó como por un resorte, con la lanza dispuesta y las alas extendidas.
- ¿Y ahora qué te pasa? - preguntó Mina todavía con modorra -.
- Tenemos que irnos ya. - sentenció Val -.
- ¿Porqué?
- Alguien viene hacia aquí..... Creo que es un demonio.....
- ¿Xellos? - preguntó la chica esperanzada -.
- No. - negó él - A esa rata inmunda la detectaría a kilómetros
de distancia..... No, este es distinto. Su energía vital es
diferente, jamás la había sentido antes.....
- ¿Crees que pueda ser.....? - Mina ya estaba temiendo lo peor
-.
- Es muy posible. - dijo él antes de que ella acabara la
pregunta - Despierta a los demás cuanto antes. ¡Deprisa!
No tuvo que repetírselo dos veces. Rápidamente se encaminó hacia el lugar donde dormía Andracis y lo agitó para despertarle.
- Hummm...... Mamá, no quiero ir al colegio..... - dijo en
sueños - Los niños me llaman "el hijo del monstruo".....
- ¡QUE TE DESPIERTES YAAAAAA! - le gritó Mina ya harta, dándole
a su compañero una bofetada tras otra hasta que se le pusieron
las mejillas como pimientos rojos -.
- ¡¡Jolín, Mina, mira que eres burra!! - exclamó Andracis ya
despierto - ¡No tenías porqué despertarme de esa forma!
- Pero si estabas completamente sobado..... - dijo Mina con un
gotón de sudor en la frente -.
- ¿Qué pasa? - preguntó Índiga frotándose los ojos cansada -
¿Porqué tanto alboroto?
- Te lo explicaremos más tarde, ahora hay que salir de aquí. -
le respondió Val mientras se la cargaba al hombro -.
- ¿Pero porqué? - preguntó a su vez Andracis, mientras era
arrastrado por Mina -.
- ¡Ya has oído a Val; te lo explicaremos más tarde!
* * *
Minutos después, nuestros aventureros se detenían para recuperar el aliento después de la carrera.
- ¿La hemos despistado? - preguntó Mina entre jadeos.
- Creo que sí.... - respondió Val mirando a todos lados - No
noto presencia demoniaca en los alrededores.....
- ¿Presencia demoniaca? - preguntó Andracis y tras darse cuenta
de lo que hablaban, exclamó: - ¿¡Me estáis diciendo que hace un
rato Sherra nos estaba persiguiendo!?
- ¿¡No era evidente!? - le gritó Mina impacientada -.
- ¡Pues podrías haberme avisado, por lo menos para saber porqué
corría! - le espetó él -.
Mientras la pareja volvía a discutir, Val oyó el carraspeo de Índiga.
- Val - le dijo ésta - puedes bajarme, que ya sé andar yo
solita.
- ¡Ah, sí, perdona! - se disculpó Val, bajándola de su hombro y
depositándola en el suelo delicadamente -.
- ¡Y vosotros dos! - dijo a continuación la chica dirigiéndose a
Mina y Andracis- ¡Si no dejáis de pelearos, Sherra no lo tendrá
muy difícil para localizarnos!
- ¡Oye! - gritó Mina enojada, ya que no estaba acostumbrada a
que alguien de su edad le diese órdenes - ¡No tengo porqué
aguantar las reprimendas de una niñata!
- ¿¿NIÑATA?? ¡¡Repite eso si te atreves!! - replicó Índiga hecha
una fiera, conjurando al tiempo lo que se parecía peligrosamente
a una Bola de Fuego -
- Chicas, chicas..... - intentó apaciguarlas Val - Calmaos un
rato, por favor.....
Súbitamente, una ráfaga de aire frío sopló a espaldas de Andracis. El muchacho se giró y oyó los pasos de una criatura que se acercaba a ellos con paso firme.
- ¡Alguien se acerca! - avisó a sus compañeros - ¡Escondeos,
deprisa!
Rápidamente todos le siguieron y se escondieron detrás de unos matorrales del camino. No tardaron en escuchar cada vez más de cerca las pisadas de su perseguidor hasta que éste se detuvo cerca de los matorrales. La criatura entonces empezó a olfatear el aire. Al tiempo que lo hacía, el aire de su alrededor se tornó de un frío congelador, tan helado que los cuatro jóvenes no tardaron en empezar a tiritar de frío. Aquel movimiento llamó la atención del perseguidor, quien se acercó más y más a los matorrales, olfateando sin cesar en busca de algo que le indicara si estaban allí. Mina y sus compañeros trataron de aguantar el frío y permanecieron muy quietos y en silencio.
Aquello pareció funcionar porque poco después, la criatura se marchó.
Tras asegurarse de que se había alejado lo suficiente, los cuatro suspiraron aliviados.
- ¡Fiu! Por los pelos..... - murmuró Mina -.
Pero el alivio duró muy poco. De pronto, una mano desconocida agarró a Mina por la espalda y la arrastró fuera de los matorrales. La chica intentó chillar, pero la mano le tapó la boca, ahogando su grito.
- ¡Ssssh! ¡Mina, tranquila, soy yo!
- ¡XELLOS!
En efecto, el demonio había vuelto finalmente, como todos pudieron comprobar tras salir de su escondite.
- ¿¡Donde rayos te habías metido!? - le dijo Val en tono de
reproche - ¡Sherra ha estado persiguiéndonos y tú.....!
- Ya sé que Sherra está aquí, Val-chan. - le interrumpió Xellos
- Sentí su presencia esta mañana, por eso me fui a investigar.
Pero a media tarde le perdí la pista y estuve dando vueltas por
el bosque hasta que volví a sentirla cerca del campamento.
Cuando fui allí y no os vi me temí lo peor. ¿Porqué no me habéis
esperado, como os dije?
- ¿Tú esperarías a alguien que tarda demasiado en regresar,
sabiendo que una demonia te está siguiendo los talones? -
preguntó Andracis con sorna -.
- Chicos, por favor - dijo Mina interrumpiendo la discusión - no
es momento de charla, tenemos que largarnos antes de que
Sherra.....
- ¡Oh, no! - exclamó Índiga de pronto - ¡No está! ¡Gatita se ha
perdido! ¡¡Gatita!! ¿¡Gatita, donde estás.....!?
- ¿"Gatita"? - preguntó Xellos extrañado -.
- Una gata salvaje que encontramos en el bosque y que Índiga se
empeñó en tener como mascota..... - le explicó Valteria, como si
no tuviera mayor importancia -.
- Y con una mala leche que se las gasta..... - añadió Mina
refunfuñando -.
- Pobrecita..... - murmuró Andracis a su lado, haciendo como que
se secaba una lágrima con un pañuelo - Tan parcial sólo porque
la gata le arañó la cara....
- Tú tampoco eres muy imparcial, precisamente porque me arañó a
mí y no a ti..... - le espetó Mina -.
Pero Xellos ya no prestaba atención a la discusión. Su rostro parecía mostrar preocupación cuando cogió a su hija por los hombros, girándola hasta encararse con ella para preguntarle a continuación:
- ¿Cómo era esa gata que os encontrasteis en el bosque?
- Pues..... - dijo Índiga tratando de hacer memoria - Era de un
tamaño similar al del resto de gatos, pero tenía un pelaje la
mar de extraño: azul con rayas verdes. Nunca había visto algo
igual.
Xellos puso esta vez cara de pavor al oír aquello. Su semblante rápidamente cambió a uno severo cuando le reprochó a Índiga:
- ¡Niña estúpida! ¿¡No te dije que no te fiaras de absolutamente
nadie!?
Índiga miraba a su padre dolida, sin articular palabra y sin comprender a qué venía la regañina. Después de todo, lo único que había hecho era recoger a una pobre gatita perdida en el bosque.
De pronto una fuerte ráfaga de viento helado se levantó. Xellos se giró alarmado justo antes de que algo afilado le rajase la espalda.
El demonio gritó de dolor mientras todos miraban alarmados cómo caía al suelo.
Índiga y Val fueron los primeros en ir para socorrerle. Mientras la primera lo sujetaba, el segundo inspeccionó la herida. No había duda de que había sido producida por una espada. Sin embargo.
Los demonios no pueden ser heridos con armas convencionales por poseer un cuerpo astral y un "cuerpo" falso resultado de la proyección del cuerpo verdadero en el plano físico. Pero aquella espada había atravesado limpiamente la espalda del demonio, incluso una especie de niebla espesa y negruzca empezaba a emanar de la herida abierta. Mientras el dragón antiguo se preguntaba qué clase de espada podría haberle producido semejante daño, un maullido se oyó de repente en la oscuridad.
La gata de pelaje azulado a rayas verdes salió de entre las sombras, lenta y majestuosamente, bamboleando la cola de un lado a otro. Su rostro parecía mostrar satisfacción, al tiempo que se sentaba sobre sus patas traseras justo enfrente del grupo, ronroneando.
- ¡Gatita! - exclamó Índiga al ver de nuevo a su mascota - Menos
mal que te encontramos..... No puedes quedarte aquí, hay un
demonio suelto.....
- Índiga..... - dijo Xellos con voz débil -.
- Vamos, Gatita. - volvió a llamar la chica al ver que la gata
no reaccionaba - Ven, tenemos que irnos.....
- ¡Índiga! ¡No te acerques a ella.....! - le advirtió Xellos
nuevamente -.
- ¿Pero qué dices, Papá? - le espetó ella sin hacerle caso - ¿No
ves que es inofensiva? Venga, Gatita - añadió dirigiéndose
nuevamente a la gata, alargando su mano hacia ella - tienes que
venir conmigo.....
Súbitamente, la gata arañó la mano que Índiga le tendía, sin que ésta pudiera reaccionar. Debido a su media naturaleza de demonio, la herida de las zarpas del animal cicatrizó a los pocos segundos, pero la pobre chica no prestó atención; miraba asustada a la gata que, hace tan sólo unas horas, jugaba con ella y se dejaba acariciar pacíficamente, aquella gata que ahora la miraba con los ojos entornados.
Ojos llenos de maldad.
- Gatita..... - murmuró - Pero.... ¿porqué.....?
- Porque ya no te necesito para nada, chiquilla estúpida. -
respondió la gata con voz humana -.
A estas alturas, todos los del grupo ya contemplaban, con una mezcla de temor y sorpresa en sus miradas, como la gata cambiaba a una forma humana, de la misma forma en que habían visto transformarse a Zellas.
El resultado de la transformación fue una joven de cabellos cortos azulados, recogidos en una pequeña trenza, vestida con una casaca del mismo tono de azul, pantalones blancos, botas altas verde botella, hombreras con flecos bordados en dorado y un cinto que ceñía una espada.
Además de esos ojos verdes, que aunque más grandes que los de Zellas, desprendían la misma crueldad mientras sonreía.
- Me alegra verte de nuevo, Xellos-san.
* * *
Con gran esfuerzo, Xellos se puso en pie, apoyándose en su báculo. Mantenía la mirada fija en su rival, igual que los ojos verdes de ella estaban fijos en él, e intentaba a duras penas esbozar una sonrisa.
- Quisiera decir lo mismo, querida Sherra..... pero lo cierto es
que tu recibimiento no ha sido muy cordial que digamos..... -
respondió él irónico, acentuando su sonrisa -.
- Oh, al contrario. - dijo Sherra - Si no hubiera sido cordial
contigo a estas alturas estarías muerto..... Pero en estos
momentos me sirves mejor vivo, así que he decidido concederte
unas horas más de vida.....
- ¡Ooooh, vaya, qué honor! - volvió a ironizar Xellos - No sabía
que fueras tan generosa.....
- Menos guasa, Xellos - le cortó ella finalmente - Iré al grano:
tú tienes algo que me interesa y quiero que me lo entregues.
- Bueno, yo podía darte muchas cosas.... - dijo el demonio
haciéndose el tonto- Como no concretes más.....
- Sabes perfectamente de lo que te estoy hablando. - dijo ella
secamente - Hace unos días estuviste en las ruinas de Sailon,
buscando algo..... ¿o debería decir alguien? - llegados a este
punto Xellos no pudo ocultar su sorpresa - Sí, sé que entre el
grupo que te acompaña ahora se encuentra una chica que
encontraste allí, con un poder casi ilimitado, tanto que ha
conseguido poner a tu señora fuera de juego durante un tiempo.
- Vaya, vaya - comentó él - las noticias vuelan.....
- He estado siguiéndote desde que lo supe, - continuó ella -
esperando el momento idóneo para hacerme con ese poder. Y mira
tú por donde, consigo ganarme la confianza de una de las
componentes del grupo e introducirme sin llamar la atención.....
Por cierto, Xellos, sabía que tenías que tener alguna hija
ilegítima suelta por allí, pero esta se lleva la palma..... ¡Es
tan inocentona! - dijo echándose a reír - ¡Engañarla ha sido tan
fácil como quitarle un caramelo a un niño! ¡Ja, ja, ja, ja.....!
Al oír aquello, Índiga agachó la cabeza avergonzada, mientras unas lágrimas empezaban a emanar de sus ojos. Sherra tenía razón: ¿Cómo podía haber picado tan fácilmente? Hasta su padre, a su manera, le había advertido que no se dejase engañar por las apariencias. ¡Y ella había sido tan estúpida de caer de pleno en la trampa, poniendo en peligro las vidas de sus amigos!
- ¡Cállate! - exclamó Mina de pronto, dando un paso al frente y
dirigiéndose a la demonia en actitud desafiante - ¡Debería darte
vergüenza, engañar a la pobre chica y encima herir sus
sentimientos! ¡Eso no te lo pienso perdonar!
Aquellas palabras sorprendieron y conmovieron a la dragona-demonia, pero mayor sorpresa se llevó al escuchar la contestación de Sherra:
- No deberías hablar tan a la ligera, joven Mina Gabriev.....
Sí, jovencita, sé tu nombre, al igual que sé que eres
descendiente de Reena Invers, esa estúpida hechicera que se
atrevió..... ¡Qué digo atrevió! ¡Osó desafiarme a mi y a mi
señor Dynast y me derrotó hace ahora 18 años! Pero ha llegado el
momento de mi venganza..... ¡Porque cuando te mate y absorba ese
inmenso poder tuyo con el que derrotaste a Zellas, podré
destruir al mundo y a Reena Invers!
Durante unos minutos Mina no sólo no logró articular palabra, sino que además se quedó mirando a la demonia con cara de no saber de lo que estaba hablando..... '¡Pero si yo no derroté a Zellas!', pensó para sus adentros. 'Fue Índiga quien.....'
'Espera un momento.....' reflexionó. '¡Eso es! ¡Me está confundiendo con Índiga! Cuando Zellas le dijo a Xellos que Sherra también estaba interesada en Índiga, lo que en realidad quiso decir es que estaba interesada en su poder y estaba buscando a alguien que reuniera esa característica..... Y como los poderes de Índiga disminuyeron tras el enfrentamiento con Zellas, ahora yo tengo más poder que ella, así que.....'
Al principio Mina pensó en aclarar las cosas, pero de repente se le ocurrió una idea: si Sherra seguía creyendo que ella era la chica que poseía el poder inmenso, Índiga y los demás tendrían tiempo de escapar mientras la retenía. Y Sherra no se molestaría en perseguir a quien no le interesa.....
- ¡Ja, ja, ja! ¡Pues sí, yo derroté a Zellas! - presumió - ¡Así
que ándate con cuidado, porque si te enfrentas a mí podrías
salir muy mal parada!
- Pero Mina si tú no..... - empezó Andracis -.
Afortunadamente Mina le plantó rápidamente el codo en la boca, impidiéndole terminar la frase.
- ¡Je, je! ¡No hagas caso! - dijo dirigiéndose a Sherra, que ya
empezaba a sudar la gota gorda (literalmente) - ¡Mi amigo a
veces tiene lagunas de memoria! ¡Eso es! ¡Se olvida siempre de
cosas y acontecimientos importantes.....! - repitió lanzándole a
Andracis miradas y guiños de complicidad -.
El muchacho, que al principio estaba algo confundido, no tardó en entender lo que su amiga quería decirle al ver que ésta ladeaba ligeramente la cabeza en dirección a Índiga, así que simplemente sonrió y afirmó con la cabeza al tiempo que murmuraba: "Ya entiendo....." A Sherra tanta complicidad le empezaba a oler a chamusquina.
- Hum..... - murmuró - No sé por qué empiezo a pensar que me
ocultas algo.... En cualquier caso - añadió extendiendo el brazo
hacia ella, al tiempo que un hechizo se empezaba a formar en su
mano - no pienso correr riesgos.....
Tras decir esto, una Bola de Fuego salió disparada directamente hacia Mina, sin que ésta pudiese reaccionar. Por fortuna, Valteria sí reaccionó a tiempo, plantándose frente a la chica y conjurando una barrera mágica que paró a la Bola de Fuego.
Cuando el humo de la explosión se hubo disipado, Sherra se fijó por primera vez en el muchacho de pelo turquesa y ojos ambarinos. Tenía la impresión de haber visto a alguien así una vez. o mejor dicho, parecido a él, aunque algo distinto.....
Cuando consiguió recordar, la demonia le dedicó una sonrisa.
- Vaya, vaya - dijo a continuación - Parece que hoy es el día de
los reencuentros..... Hola, Valgaarv. Cuánto tiempo sin
vernos........
- ¿Porqué me llamas así? - preguntó Val sin dejar de amenazar a
la demonia con su lanza - ¿Y de qué me conoces?
- Vamos, vamos, Valgaarv - le apaciguó ella - ¿No me digas que
no recuerdas nada?
- ¿Qué es lo que debería recordar? - el dragón antiguo se sentía
confuso -.
- ¿No me digas que Xellos-san no te ha contado nada de tu
pasado? - le preguntó ella en plan inocente -.
- ¿Mi..... mi pasado? - murmuró Val bajando poco a poco su arma
-.
- Sherra. ....maldita seas..... no te atrevas a..... - le
amenazó Xellos con voz débil, tratando de ponerse en pie -.
- Pues claro..... - continuó la demonia dirigiéndose a Valteria
sin hacer caso a Xellos - Tu pasado como demonio..... Eras uno
de los nuestros ¿recuerdas? Fue Gaarv quien te presentó.....
hace tiempo.....
Súbitamente Val soltó la lanza y se llevó una mano a la frente, sudando nervioso. ¿Porqué el nombre de Gaarv le resultaba tan familiar? ¿Porqué de repente le había venido a la mente aquella imagen, la de un hombre alto como una montaña, de cabellos rojizos desordenados y con la mirada penetrante? ¿Qué clase de relación había entre ese personaje y su pasado?
- ¿Te acuerdas ahora? - insistió Sherra - En el Desierto de la
destrucción..... después de que los dragones dorados matasen a
todos los de tu especie..... - las imágenes se iban agolpando en
la mente de Val a medida que Sherra se las describía - Estabas
perdido..... vagabas sin ninguna esperanza, después de huir
durante años de quienes te querían muerto..... Y entonces Gaarv
te encontró. Te ofreció una nueva vida, una oportunidad de
vengarte de quienes te habían hecho daño..... a cambio de tu
lealtad.....
Como si de un flash de luz se tratase, una escena pasó por la mente del dragón antiguo. El mismo hombre pelirrojo de antes, atravesando con una espada su pecho..... Se vio a sí mismo con un reguero de sangre corriendo por sus labios, mirando sorprendido a aquel hombre que no dejaba de sonreír mientras su cuerpo ahora sin vida se deslizaba sobre la hoja de la espada y caía sobre la arena..... Pero aquello duró poco..... Pronto su cuerpo empezó a convulsionarse..... gritó..... y su imagen cambió a la de un muchacho de media melena, con el flequillo desordenado.... y un gran cuerno en la frente..... con una mirada que ya no era la suya, sino que era una mirada llena de maldad.
La mirada de un demonio.
Sherra sonreía complacida, no sólo por la reacción que había provocado en el muchacho, sino por la reacción de Xellos, quien le miraba con odio al tiempo que intentaba mantenerse apoyado en su bastón.
Mientras, todo empezaba a cobrar sentido para Val. Aquellos sueños extraños, aquel hombre que siempre aparecía en ellos, que se le parecía tanto..... No es que se le pareciera...... ¡Es que era él! ¡Había sido él todo ese tiempo! Y aquellos sueños en realidad eran recuerdos..... recuerdos de una vida pasada, que no había podido recordar hasta ahora..... Todo aquello había ocurrido de verdad, incluso lo de la cueva, aquella vez con su madre y Xellos.....
- Xellos.....
El dragón antiguo dirigió su mirada hacia el demonio, que ahora agonizaba mientras le dirigía una mirada que mostraba preocupación (¿O debería decir un gran sentimiento de culpabilidad?)
- Tú lo sabías ¿verdad? - no era una pregunta; era una
afirmación -.
- Val..... yo..... - el demonio trataba de encontrar las
palabras, pero no le salían -
- ¡Todo eso lo sabías y no me dijiste nada! - exclamó el
muchacho -.
- Val, por favor..... deja que te explique.....sólo escúchame un
momento..... - se excusó Xellos -.
- ¡No, escúchame tú! - le gritó Val con los ojos encendidos de
furia - ¿Tienes idea de todo el sufrimiento que me han provocado
esas pesadillas durante todos estos años, esas pesadillas que
venían a mí una y otra vez sin que yo supiera a qué venían y que
por fin hoy me entero de que eran recuerdos de un pasado que se
me ha ocultado?
- Val. ....Intenta comprenderlo..... - trató Xellos de
apaciguarle una vez más - Tu madre y yo..... No queríamos
hacerte sufrir.....
- ¿¡Que no queríais hacerme sufrir!? - el dragón antiguo ya no
atendía a razones; su sangre hervía de puro odio - ¡Tenía
derecho a saberlo! ¡Tenía derecho a saber el significado de esas
pesadillas! ¿¡Y dices que era por mi bien!?-tras decir esto
agarró al demonio y lo lanzó hacia un árbol, cogiendo a
continuación su lanza del suelo y enarbolándola por encima de su
cabeza - ¡Pues ya no quiero escucharte! ¡Se acabaron las
mentiras! ¡ACABARÉ CONTIGO DE UNA VEZ POR TODAS!
Tras esto, el dragón antiguo, loco de furia, arremetió con su lanza contra el demonio, quien malherido como estaba no podría evitar el golpe fatal.
Sólo algo impidió que se realizara el trágico desenlace.
Andracis mantuvo en suspenso la lanza de Valteria, reteniéndola con su espada antes de apartarla de las manos de Val de un mandoble.
- ¡Andracis! - exclamó Val - ¡Apártate! ¡Tengo que acabar con
esto! ¿Es que no lo entiendes?
- ¡No, el que no entiende eres tú! - exclamó Mina a sus
espaldas, lo que hizo que el dragón antiguo se girase
súbitamente - ¿No ves lo que está pasando? ¡Sherra te está
utilizando! ¡Está aprovechándose de ti, porque lo que quiere es
que pierdas el control, para que ella pueda manejarte a su
voluntad! - luego, desenvainando su espada, se dirigió a la
demonia - Pero eso ya se ha acabado. ¡Has perdido Sherra! ¡Y
ésta vez sí que no te pienso perdonar! ¡Prepárate para luchar!
La demonia ni se inmutó, parecía muy segura de sí misma.
- Tú primero. - le respondió -.
Sin dudarlo, Mina atacó directa hacia su enemiga. A pesar de que avanzaba corriendo, gritando posesa como si le fuera la vida en ello, Sherra se mantuvo quieta, inmutable..... No pensaba contraatacar.
O al menos eso le pareció a Mina hasta que, cuando ya había alzado su espada contra ella, un flash de luz la dejó ciega momentáneamente. Cuando su vista se acostumbró a la luminosidad, Mina vio que Sherra había parado limpiamente su golpe y retenía la hoja de la espada de la muchacha con la suya.....
Pero no era una espada común y corriente.
Aquella espada era la que desprendía la luminosidad que había cegado a Mina. Una espada de grandes dimensiones, en el que la hoja era sustituida por un potente haz de luz de color azul celeste. Sherra sonreía triunfal detrás de la hoja luminiscente y Mina supo pronto el porqué.
Debido a la presión ejercida, la hoja de su espada se había empezado a quebrar. hasta que de pronto, se partió por completo.
La muchacha dio un respingo sorprendida y la demonia aprovechó aquello para, de un mandoble, tirarla hacia atrás, hasta hacerla chocar contra el tronco del árbol. Mina se levantó sin mayores problemas, pensando que ni la había rozado. Pero para su sorpresa, sus pectorales se quebraron de repente y justo debajo de ellos, se rasgó la fina tela de su camisa, dejando al descubierto una profunda herida en el pecho que no tardó en empezar a dolerle y a sangrarle.
Mientras se llevaba una mano al pecho tratando de disimular su dolor, la muchacha miró a los ojos de su enemiga, que la miraban con aires de superioridad, como si esos ojos se estuvieran regocijando de su derrota.
- ¡Vamos, Mina Gabriev! - le dijo la demonia en tono de mofa -
No puedo creer que la hija de Reena Invers haya sido tan
estúpida de atacarme de frente..... sin fijarse a qué arma se
estaba enfrentando....
Dicho esto, Sherra enarboló su arma y Mina se fijó con más detalle en ella. De pronto, se dio cuenta: una vez su padre le contó que durante generaciones los Gabriev habían custodiado una espada mágica, una espada con la que uno de sus antepasados había derrotado al monstruo Xanafer, una espada en la que el poder de quien la manejaba se veía reflejado en una hoja de luz, con un poder suficiente como para derrotar a un demonio bastante fuerte.
¿Y si era aquella espada la que ahora sostenía Sherra frente a sí?
Sus peores sospechas se confirmaron cuando oyó la voz temblorosa (¿o quizás temerosa?) de Xellos diciendo:
- ¿De..... de dónde la has sacado? ¿Cómo has conseguido la
Espada de Luz?
* * *
- Oh. ¿Te refieres a esto? - dijo Sherra con aire aparentemente
distraído, tras lo cual rió por lo bajo y añadió: - Lo cierto es
que..... se podría decir que tuve un golpe de suerte.
"La gente se pierde con gran facilidad cuando viaja por el espacio. Y eso fue exactamente lo que le pasó al tipo que custodiaba esta espada. Después de dar tumbos por varias dimensiones, volvió al punto de partida; a nuestro mundo."
"Dio la casualidad que ese tipo..... hummm. ....se llamaba Sirius, creo recordar..... bueno pues él aterrizó en el Polo norte, en pleno territorio de mi señor Dynast. Cuando le encontré estaba famélico y medio congelado. Lo puse a resguardo de la tormenta diciéndole que conmigo estaría a salvo de los demonios que poblaban éstas tierras..... ¡Y el muy idiota me creyó! ¡Jeh! ¡Aún hoy en día me pregunto como pudo ser tan ingenuo.....! Hasta que no le maté mientras dormía no se dio cuenta del grave error que había cometido al ponerse en mis manos....."
- Fue así como descubrí el gran potencial de la Gor Nova -
añadió mostrando al resto la hoja de luz de la espada - Pero
también sabía que esta arma tenía un punto débil, y es que si se
enfrentara a otra de las cuatro armas de luz restantes sería
vulnerable. Me costó trabajo, pero finalmente destruí a la
competencia.....
- ¡¿Destruiste todas las armas de luz?! - exclamó Xellos -.
- ¡Exacto! - afirmó - ¡De esa manera nadie podría vencerme
jamás! ¡Y en cuanto absorba el poder de Mina, junto con la ayuda
de la espada de Luz, podré destruir finalmente el mundo!
- ¡NUNCA! - exclamó una voz a sus espaldas -.
Al girarse, la demonia vio a Mina en pie, tapándose la herida del pecho, de la que no paraba de emanar sangre, con una mano y jadeando mientras se esforzaba por tenerse en pie.
- Esa espada - continuó la chica - fue custodiada durante
generaciones por mi familia y jamás se usó para hacer el
mal..... ¡JAMÁS DEJARÉ QUE LA USES EN TU FAVOR!
Exclamando eso último, la chica corrió gritando posesa hacia Sherra, mientras con la mano libre conjuraba una Bola de fuego. La demonia se deshizo de ella fácilmente con un golpe de viento. Al ver a Mina más malherida que antes después de chocar de nuevo contra el árbol, Andracis, junto con Val, que por fin había reaccionado y había recogido su lanza del suelo, atacaron a Sherra frontalmente, con el mismo éxito que Mina. El primero se llevó un tajo en el brazo derecho, no muy grave, pero que le hacía sangrar mucho, y el segundo cayó de mala manera en el suelo tras ser empujado bruscamente por otro Golpe de Viento.
Sherra contempló satisfecha el panorama; la hija de su peor enemiga sangrando como un berraco con la única defensa de un joven mozo que sostenía su espada desafiante mientras trataba de curar a su amiga al mismo tiempo, Valgaarv - o mejor dicho, Valteria - aquejado de una ala rota por la caída, y finalmente, la guinda del pastel; Xellos, su mayor rival hasta hace poco, tirado en el suelo, demasiado debilitado como para tenerse en pie, ni siquiera apoyándose en su bastón.
Totalmente a su merced.
La general de Dynast Garrusherra no podía dejar escapar aquella oportunidad.
- ¿Sabes una cosa, Xellos-san? - dijo moviendo la espada frente
al agotado demonio - Siempre me había preguntado si frente a
esta espada serías tan quebradizo y frágil como lo fue en su día
ese Sirius..... Pues bien, creo que ha llegado el momento de
comprobarlo.
Y diciendo esto fue a atravesar a Xellos de parte a parte con la espada.
Sin embargo, algo se lo impidió en el último segundo. La hija de Xellos, a quien ella había tomado por una chiquilla ingenua y débil, paró limpiamente el ataque al teletransportarse justo frente a su padre y conjurando un fuerte escudo sobre ellos. Sorprendida, la demonia retrocedió unos pasos. La mirada inocente de la niña se había transformado en una mirada de desafío, unos redondos ojos amatistas que la fulminaban.
- ¡No permitiré que le pongas una mano encima a mi padre! - la
amenazó - ¡Antes tendrás que pasar sobre mi cadáver!
- ¡Ja, ja, ja, ja! - rió Sherra divertida - ¡Oh, pero qué escena
tan entrañable; la niña valiente defendiendo a su papá herido!
¡Es tan bonito que creo que me voy a echar a llorar! - añadió
fingiendo que se secaba una lágrima - lo cierto es que eres
valiente, muchacha. - añadió al cabo - Sí, valiente pero
estú..... un momento..... - murmuró para sí de pronto -.
Y es que Sherra se acababa de dar cuenta de que con aquel contraataque, el potencial mágico de la chica empezaba a aumentar progresivamente. Más aún, aquella niña que tenía frente a sí desprendía un aura que más que demoniaco parecía de origen divino.....
O más bien, draconiano.
- No..... - volvió a murmurar abriendo mucho los ojos
sorprendida - Así que los rumores eran ciertos ¿eh, Xellos? Te
apareaste con una dragona.....
Sherra no tardó en empezar a atar cabos. Aquel extraño comportamiento por parte de Xellos quince años atrás..... la forma en que abandonó apresuradamente la pelea para dirigirse a la torre oeste del castillo de Sailon, que se derrumbaba sin remedio..... Todo encajaba ahora.
Lo siguiente que hizo fue apartar a Índiga con otro golpe de viento. La chica rodó ladera abajo hasta acabar medio enterrada en un charco de barro, mientras la demonia se acercaba a ella lenta y amenazadoramente, con la Espada de Luz frente a sí, lista para degollar a quien hiciese falta.
- He cambiado de opinión. - le dijo - Primero acabaré contigo,
absorberé tu poder y después ya me encargaré de los demás.....
- ¡ÍNDIGA! - gritó Xellos, impotente al no poder hacer nada por
su hija -.
Sherra alzó la espada por encima de su cabeza para saetear a la niña. De pronto, en la oscuridad de la noche se oyó un rugido y un batir de alas. Cuando la demonia giró su cabeza extrañada, recibió repentinamente un fuerte coletazo que la envió varios metros más allá. La dueña de la cola, una dragona dorada de cabellos de un tono rubio anaranjado, rugió amenazadoramente mientras en el suelo Índiga la miraba sorprendida.
La dragona entonces miró fijamente con sus ojos azules a la niña. Y ésta la reconoció en el acto.
- Mi..... ¡Mi señora Gabriele! - exclamó aún más sorprendida que
antes -.
La dragona le sonrió y sin más, se dirigió a Mina y a los demás:
- ¡Subid a mi espalda, deprisa!
Sin pensárselo dos veces, todos obedecieron. Andracis pasó su brazo sano por la espalda de Mina, quien seguía sangrando mucho, y la ayudó a subir. A su vez Val cargó con Xellos, mientras Índiga subía por el otro lado por su cuenta.
Con todos a bordo, Gabriele agitó las alas y se elevó por encima de los árboles del bosque, para luego alejarse tan rápido como podía.
Entretanto, Sherra volvió a ponerse en pie en medio de los restos de los troncos de la docena de árboles que había derribado a su paso, debido a la fuerza del coletazo de la dragona. La buscó a ella y al grupo que iba con Xellos, pero todos habían desaparecido.
La demonia emitió un grito mezcla de decepción, rabia y derrota. Incluso Gabriele, alejada del bosque como estaba, pudo oírlo perfectamente en la distancia.
* * *
Cuando Gabriele consideró que ya estaban suficientemente alejados de Sherra, aterrizó en una llanura, libre de miradas ajenas. Una vez todos hubieron bajado de su espalda se transformó, dando lugar a una mujer joven de cabellos y ojos iguales a los de su forma de dragón, vestida con un vestido largo de sacerdotisa en tonos azulados y blancos.
Índiga corrió a abrazarse a ella.
- ¡Mi señora Gabriele! - dijo entre sollozos de felicidad -.
- Mi querida Índiga..... - murmuró ella correspondiendo al
abrazo, y a continuación, levantándole ligeramente el mentón
para obligarla a mirarla a los ojos, le dijo: - Te busqué por
todas partes al ver que no regresabas al templo..... ¿Porqué no
me dijiste nada?
- Pero..... mi señora..... es que..... mi padre..... - se excusó
señalando a Xellos y al darse cuenta de su metedura de pata dio
un respingo e intentó rectificar: - qui-quiero decir.....
- Está bien, Índiga. Es suficiente. - le interrumpió la dragona
limitándose a mirar a Xellos un momento de soslayo (quien
todavía estaba siendo sostenido por Valteria), antes de añadir
dirigiéndose a los demás: - ¿Algún herido grave?
- Los más graves han sido ellos dos. - respondió Andracis
señalando con la cabeza alternativamente a Mina y Xellos - Yo
estoy bien, sólo tengo una herida en el brazo, pero no tiene
importancia.....
- A pesar de ello - dijo Gabriele - conviene que te la cures
pronto, en cuanto os hayáis puesto a salvo..... Ponla en el
suelo. - añadió refiriéndose a Mina -.
Andracis obedeció, depositando a la chica sobre la hierba, quien gimió de dolor; la herida del pecho no dejaba de sangrar en ningún momento y parecía haberse infectado.
Gabriele se arrodilló junto a ella y extendió sus manos sobre la herida. A continuación una tenue luz blanca se formó y poco a poco la herida de Mina cicatrizó y ella dejó de gemir por un momento.
- Índiga, sigue tú con esto. - le indicó a la semi-dragona
cuando la herida casi estaba curada - Y procura hacerlo como te
he enseñado.
Índiga asintió y se arrodilló para continuar con la tarea que su maestra había dejado a medias, mientras ésta se dirigía hacia Xellos y le empezaba a aplicar un hechizo de curación, bajo la atenta mirada de Valteria. El demonio gimió molesto por el hechizo de magia blanca que le aplicaban, incompatible para su naturaleza.
- Tienes suerte, demonio, no todos los días intento salvar a
alguien como tú. - le dijo la dragona con un ligero toque
irónico - Intenta soportar el dolor lo más que puedas.....
- Jeh..... He soportado cosas peores, señorita..... - replicó él
con sorna y tratando de contener el gemido que empezaba a
escapar por su garganta -.
- En cuanto me haya ocupado de él - añadió ella dirigiéndose
nuevamente al grupo - tendréis que marcharos inmediatamente.....
No sé cuánto tiempo podré retener a Sherra.....
- ¿¿Retenerla?? - preguntó Índiga alarmada, dejando a un lado su
tarea de terminar de curar a Mina - ¿¡Pero es que pensáis
enfrentaros a ella!?
- Así es. - afirmó sin levantar la vista de la herida de Xellos
- Y para entonces tú debes haberles llevado bien lejos de
aquí.....
- ¡Mi señora, yo no puedo dejar que os enfrentéis sola! -
exclamó la chica - Además: ¿habéis pensado qué será del clan si
os llegara a pasar algo?
- Por eso no te preocupes; he dejado a los ancianos al cargo. Y
antes de marcharme les ordené que si no volvía contigo en tres
días condujeran al clan a las montañas de Kaatar. Con Milgazia
al menos estarán a salvo.....
- Pero......
Gabriele en ese momento terminó de sanar a Xellos y se encaró con la semi- dragona, depositando ambas manos en sus hombros, y con aire serio le dijo:
- Escúchame Índiga..... Cuando me di cuenta de cuál era tu
naturaleza, supe que el hecho de que tu nacieras en este mundo
no era producto de una simple casualidad. Estoy firmemente
convencida de que los dioses preparan grandes planes para ti,
que de algún modo eres una pieza fundamental para mantener el
equilibrio del universo..... por eso el que a mí me pase algo,
carece de importancia mientras tú sigas con vida.....
- Mi señora..... - intentó interrumpirla Índiga de nuevo, pero
entonces se percató de que había otras dos manos, además de las
de Gabriele, depositadas en sus hombros -.
Una de ellas era de Mina, quien la miró como tratando de decirla que obedecer a Gabriele era lo mejor. La segunda pertenecía a su hermanastro Val, quien afirmó con la cabeza como respaldando la opinión de Mina. Después de pensarlo durante unos minutos, finalmente Índiga accedió y se transformó en dragón para llevar a sus compañeros volando.
- ¡Vamos, chicos, subid! - les animó -.
- Val ¿te encuentras bien? - preguntó Mina preocupada cuando vio
que, mientras subía, el dragón antiguo empezaba a esbozar una
expresión de dolor al tiempo que se tocaba el ala derecha -.
- No pasa nada, Mina. - le tranquilizó - Sólo es un ala
rota.....
- No te preocupes, en cuanto estemos a salvo te la curaré..... -
dijo la chica -.
Mientras este diálogo tenía lugar, Andracis los miraba de reojo, verde de celos. '¡Muy bonito! ¡Val sólo tiene un ala rota y se ofrece a curársela; y a mí, que la he estado llevando con el brazo hecho trizas, ni me pregunta cómo estoy!'
Pero como siempre, no dijo nada.
Sólo faltaba Xellos. El demonio se encaminó hacia donde su hija le esperaba, pero cuando pasó al lado de Gabriele, la dragona comentó algo que le hizo pararse en seco.
- Resulta un tanto irónico que el padre de Índiga sea el
mismísimo Xellos Mettalium, aquel demonio que a punto estuvo de
exterminar a nuestra raza.....
- Eran tiempos de guerra, señorita Gabriele. - respondió él
simplemente - además, no exageréis, tan sólo destruí a unos
pocos miles..... Y en cualquier caso, los dragones provocaron
tantas bajas en nuestras filas como nosotros en las vuestras,
puede que incluso más.....
- Supongo que tienes razón..... - concluyó ella sonriendo
tristemente -.
Hubo un tenso momento de silencio.
- Hazme un favor, demonio: - pidió Gabriele rompiendo el
silencio - Cuida bien de Índiga. Durante todos estos años ha
sido como una hija para mí.....
- Lo sé. - respondió Xellos - Y aunque no lo creáis, ella
también ha sido mi hija todo ese tiempo.....
Y sin añadir más, Xellos se alejó de ella y montó sobre las espaldas de su hija de un salto, al tiempo que Gabriele se transformaba en dragón.
- Buena suerte. - les deseó la dragona al grupo -.
- Gracias, Gabriele, igualmente. - agradeció Mina en nombre de
todos -.
- Y tú cuídate mucho, mi pequeña..... - añadió dirigiéndose a
Índiga -.
- Lo haré, mi señora. - respondió ésta, frotando a continuación
su hocico con el de Gabriele en señal de afecto -.
A continuación y sin más dilación, la dragoncita remontó el vuelo y se empezó a alejar del lugar. Poco después, Sherra se había teletransportado allí, para encontrarse cara a cara con Gabriele. La demonia, al ver que la dragona extendía sus alas y la miraba amenazadoramente, le advirtió:
- Si no me dejas pasar, no tendré más remedio que matarte,
dragona.....
- Inténtalo si puedes. - replicó Gabriele más amenazadora que
nunca -.
Entretanto, Índiga continuaba volando alejándose cada vez más.
- ¡Sherra ya está aquí! - exclamó Mina tras contemplar de lejos
la escena que se desarrollaba a sus espaldas -.
- Venga, Índiga.... Deprisa, va.....Vuela un poquito más..... A
ver si la coges..... - le instó Andracis, quien había atado una
zanahoria al extremo de un palo con una cuerda y la agitaba
delante de las narices de la dragona -.
- ¡Deja de hacer eso! ¡Es humillante! - lloriqueó ella
totalmente avergonzada -.
De pronto, un rugido de dolor se oyó en la distancia. Índiga no pudo evitar mirar hacia atrás y quedó traumatizada al ver que Sherra había malherido a su maestra. Un gran reguero de sangre emanaba de la herida, que la había atravesado limpiamente.
- ¡¡MI SEÑORA GABRIEEEELE!! - exclamó horrorizada -.
Gabriele cayó pesadamente al suelo sangrando terriblemente. Aún debilitada como estaba, pudo oír en la distancia cómo Índiga gritaba su nombre. Al levantar la cabeza ligeramente, pudo verla batiendo las alas suspendida en el aire no a mucha distancia de allí. Los ojos de la pequeña estaban inundándose de lágrimas.
No podía permitirlo. Índiga debía alejarse de allí, cuanto más lejos mejor.
Debía abandonarla a su suerte.
- ¡HUID! - les gritó con todas sus fuerzas - ¡¡HUID,
INSENSATOS!!
Aquella orden pareció sacar a Índiga de su estado de shock.
Nada más oír aquellas palabras, la dragoncita batió las alas con todas las fuerzas de las que era capaz, alejándose más deprisa que nunca.
Sherra divisó de lejos a la pequeña dragona que llevaba en sus espaldas a Xellos y a su grupo. No podía permitir que huyeran y se salieran con la suya. Trató de seguirles, pero un aliento de fuego le cortó el paso.
Gabriele se había puesto en pie de nuevo a pesar de que seguía sangrando a mares. Su mirada parecía echar fuego mientras la amenazaba.
- Mientras me quede algo de aliento..... ¡¡JAMÁS PODRÁS PASAR!!
La pelea volvió a reanudarse, con Gabriele combatiendo más fieramente que nunca. Aunque sabía que aquello le costaría la vida, no le importaba; lo haría por el bien del mundo. Por Índiga.
Y entretanto, la dragoncita seguía alejándose más y más, volando rauda como el viento, sin poder evitar que lágrimas de impotencia y de dolor emanaran de sus ojos.
* * *
- Ya está. - dijo Mina admirando satisfecha el vendaje que le
había puesto a Val en el ala - Con esto estarás bien por unos
días, hasta que te recuperes de la fractura.....
- Muchas gracias, Mina. - agradeció el dragón antiguo con una
sonrisa -.
- No se merecen..... ¿Sabéis una cosa? - preguntó cambiando de
tema - Me preocupa Índiga; la pobre tiene que estar destrozada,
después de perder a Gabriele.
- Es verdad. - corroboró Andracis - En cuanto terminamos de
montar el campamento, dijo que quería estar sola y se fue, sin
más.
- No es para menos. - intervino Val - Después de todo Gabriele
debió ser para ella como la madre que no llegó a conocer.....
Durante un momento, los tres adolescentes se quedaron meditando en silencio.
Hasta que sin previo aviso, Mina se levantó, alejándose de la fogata que habían montado en el centro del campamento.
- ¿Adónde vas? - interrogó Andracis -.
- No puedo quedarme de brazos cruzados, sabiendo el momento tan
triste por el que esa chica está pasando. - respondió ella -
Ahora es cuando Índiga más nos necesita.
- Sí, sobretodo teniendo en cuenta que ese impresentable de
Xellos ha vuelto a poner pies en polvorosa, como siempre, en
cuanto hemos aterrizado. - añadió Valteria - ¡Vaya un padre está
hecho.....!
Andracis le dirigió al dragón antiguo una mirada de reproche por aquel comentario. Aún así, decidió esperar a que Mina se hubiera internado en la espesura del bosque para expresar su opinión.
- Mira, Val, ya sé que estás resentido con Xellos por haberte
mentido con respecto a tus pesadillas y tu vida pasada, pero no
tienes porqué.....
- No es por eso. - le interrumpió Val -.
- ¿Eh? - Andracis ya no entendía nada -.
- Que me haya mentido es lo de menos. - aclaró a continuación -
A fin de cuentas mi madre tampoco me dijo la verdad al
respecto.....
- ¿Entonces?
Valteria quedó unos segundos en silencio. Después, poco a poco, fue subiendo sus manos hasta la altura de la cara y miró sus palmas como si no las reconociera.
- El problema, Andy - dijo al fin - es que antes sólo tenía unas
pesadillas molestas y ahora..... ni tan siquiera sé quién
soy..... o quién debería ser.....
* * *
Entretanto, Mina se había adentrado entre la arboleda en dirección oeste. Finalmente llegó a los límites del bosque, en el que se alzaba una colina solitaria desde la que podían observarse las estrellas del cielo.
Sentada sobre esa colina, estaba Índiga, llorando en silencio, con la cara hundida entre sus rodillas. Mina la observaba desde una distancia prudencial, escondida tras un árbol para no ser vista. Sólo con ver a la semi-dragona en aquel estado, una fuerte congoja invadió su corazón.
Y justo cuando se había armado de valor e iba a salir de su escondite para consolarla, ocurrió algo inesperado.
Xellos apareció de repente, en la misma colina, a tan sólo un metro de Índiga. La niña se sobresaltó un poco y se puso en pie. Entonces el demonio extendió su brazo libre hacia ella, como invitándola a acercarse a él. Al principio dudó un poco, pero finalmente su hija se lanzó en sus brazos y se puso a llorar, ésta vez con más fuerza y desconsuelo que nunca, mientras Xellos le acariciaba sus cabellos con ternura.
Mina volvió a esconderse detrás del árbol procurando que ninguno de los dos se percatara de su presencia y se puso a mirar el cielo. Aquella escena le había recordado a todos aquellos momentos tiernos que había pasado junto a su padre; aquellas tardes en que le enseñaba esgrima, el momento en que se reunían con su madre para cenar todos juntos en familia....... Y también recordó las ocasiones, cuando era pequeña, en que el bueno de Gaudy se había levantado a altas horas de la noche para consolarla cuando tenía pesadillas, cuando había tormenta y le entraba miedo (jamás había soportado las tormentas eléctricas; le daban un pavor terrible) o simplemente cuando era ella la que se dirigía a la habitación de sus padres para dormir con ellos.....
Ahora era el turno de Mina para llorar en silencio. La chica echaba realmente de menos a su familia..... demasiado. Y por más que Andracis dijera lo contrario, no estaba del todo claro si les volvería a ver algún día.
Y eso aumentaba sus ganas de llorar.
Continuará...... en el Capítulo 7.
~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~?~? ~?~?~?~?~?~?~?
Notas de Amber: Y ya por fin desvelamos a la mala de la peli y sus intenciones. Este capítulo ha sido un poquito más largo porque quería expresar las emociones de los personajes, particularmente la confusión de Valteria al saber de su pasado y el desconsuelo de Índiga al perder a un ser querido..... Todo muy de lagrimilla, vaya...... T.T
¡Pero aún hay más! La trama cada vez se vuelve más complicada y en el próximo capítulo habrá muchas revelaciones..... y algunos viejos conocidos.....
Gracias a mis fieles reviewers: Maryttha (jeje....... esa es mi intención crear ese triangulillo amoroso para crear espectación....... Y hablando de parejas: ¿Cuál de las dos prefieres? ¿Mina/Val o Mina/Andracis?) Sophie Aiko Rindwotch (bueno, así disfrutas el doble ^_^ Por cierto, que la review salió cortada ¿desués de lo de la pantalla extraplana, qué me querías preguntar?) Y también, aunque no reviewó en éste fanfic, sino en el otro que tengo publicado, VIVIR, también gracias a ZlaS MTALIUm (Muy radical el cammbio de Filia ¿verdad? XDDD)
Ya saben, mi dirección para cualquier tipo de consulta o comentario: almudenmumu@yahoo.es
¡Y sigan dejando Reviews! Gracias....... ^_^
