.:.EL SUEÑO DE MANTA.
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:LUNES:
Yoh compraba la despensa acompañado por Horo Horo, él y Ryu insistían en hacerle compañía todo el tiempo, tal vez creían que de estar solo se deprimiría; sin embargo Yoh no dejaba de creer que había algo que Ana no le quiso decir, aún no podía creer que lo hubiera abandonado tan repentinamente, tal vez debía hablar con ella, Horo Horo lo dejó para ir por el cereal mientras Yoh escogía la carne, había un hombre cerca, a Yoh le pareció que lo estaba observando pero cuando prestó más atención el sujeto se dio la vuelta y se alejó, le parecía conocido pero no pudo precisar de donde. Tenía el cabello muy largo y oscuro, Yoh empezó a hacer memoria cuando Horo Horo lo interrumpió y el detalle se le fue.
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–¿Jeanne, Iron Maiden Jeanne ¿está aquí?– preguntó Manta sorprendido cuando Lyzerg añadió los datos que ella le había proporcionado
–¿la conoce?– preguntó Lyzerg haciéndole notar a Manta que los soldados X no recordaban su pasado extrañamente, ya era muy tarde para negar que sabía de quien se trataba
–la conocí en un viaje al extranjero– dijo Manta, lo cual era cierto –me gustaría mucho verla de nuevo– comentó, Lyzerg le tendió el papel donde la noche anterior la doncella había anotado sus datos para que Manta los copiara
–¿qué es lo siguiente que harás?– inquirió
–el siguiente en mi lista es un tal Ryu...– hizo una pausa incrédulo –¿Con Espada de Madera?– Lyzerg masculló una maldición contra los apellidos japoneses y tras despedirse de Manta se fue de su casa dejándolo cavilando algo, Manta sintió una idea que quería formarse pero no atinaba a descifrar qué; miró la dirección de la doncella Jeanne y pensó que él también tenía unas cuantas preguntas que hacerle.
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Lyzerg llegó frente a una casa de aspecto muy antiguo, esa era la dirección que el tal Ryu le había proporcionado, pagó el taxi y tocó el timbre, un chico de cabello bicolor, en parte azul y en parte negro, le abrió la puerta, Lyzerg le explicó el motivo de su visita pero en vez de hacerlo pasar el chico se le quedó mirando con la vista embotada, Lyzerg encontró chocante esa falta de buenos modales así que entró dejando al chico en la puerta; cruzó un jardín bastante amplio y llegó a la casa, era ilógico golpear la puerta de papel y madera así que a riesgo de interrumpir algo abrió, se encontró con un chico de cabello oscuro que le recordó a Hao y que se le quedó viendo igual que el tipo de la entrada
–disculpe– comenzó Lyzerg –busco al señor Ryu– se rehusó a decir el apellido, un sujeto con mandil entró a la habitación en ese momento llevando un plato de arroz, tenía un copete desproporcionadamente largo, miró a Lyzerg; él ya temía que ese tipo también se quedará como petrificado pero lo que sucedió fue mucho peor
–¡mi querido Lyzerg!– gritó tirando el arroz y corriendo hacia él
–¡no, espere– pidió Lyzerg dando un paso atrás pero no pudo escapar al abrazo en que el tipo lo envolvió, los vellos de su pecho le picaban la mejilla a Lyzerg pero el sujeto no lo soltaba
–sabía que algún día vendrías a mí
–señor...
– no hay distancia que pueda separarnos
–señor...
–estoy tan feliz de verte
–señor... ¿PODRÍA DEJARME RESPIRAR?– el copetudo soltó a Lyzerg para alivio de este
–lo siento, creo que fui muy efusivo– Lyzerg se acomodó la capa de detective desarreglada
–si, no importa¿se encuentra en este lugar el señor Ryu?– tanto el copetudo como el chico a su lado se quedaron perplejos
–yo soy Ryu– dijo el copetudo¡Dios mío, justo lo que Lyzerg se temía –¿acaso no me recuerdas?
–no, señor temo que no– le dijo Lyzerg, el tipo se retorció como si algo en el pecho le doliera
–¿recuerda mi llamada, vengo a hablar con usted respecto a la señorita Shalona
–si claro– dijo Ryu sin recuperarse del todo de la impresión
–¿podríamos hablar a solas?– pidió Lyzerg, Ryu lo escoltó al jardín trasero –dígame– comenzó Lyzerg sacando su libreta de notas, acomodándose sobre una roca y tratando de ignorar la mirada de cachorrito regañado que Ryu le dirigía
–¿cuándo fue la última vez que vio a la señorita Shalona?– Ryu contesto sin quitar sus ojos de Lyzerg
–el Jueves temprano, fuimos a comer juntos– Lyzerg anotó eso
–¿sabe porque motivos la señorita Shalona se encontraba en Japón?
–no, me trajo una carta de Billy fue por eso que nos encontramos
–¿quién es Billy?
–un amigo de Estados Unidos
–ya veo– dijo Lyzerg cada vez más incomodo porque Ryu no guardaba su distancia y a cada instante estaba más y más cerca de él –¿la señorita Shalona no le comentó nada acerca de alguien que la estuviera siguiendo?
– si – dijo automáticamente Ryu – la llamaron para decirle que la matarían si no dejaba el país el Jueves temprano, pero no sabía de quien podría tratarse – Lyzerg anotó eso, le pareció que por un instante la mirada de Ryu cambiaba como si acabara de comprender algo pero de inmediato volvió a ser una bola de pelos empalagoso
–¿no sabe de algún enemigo en este lugar?
–no
–bueno, esteeeee, gracias por su tiempo– cortó Lyzerg y se puso de pie antes de que Ryu se sentara en sus piernas, volvió a entrar en la casa, se despidió del chico de cabello bicolor y del chico de cabello castaño y se dispuso a huir
–pero Lyzerg¿no te vas a quedar a comer?– preguntó el chico de cabello castaño
–no gracias– dijo, lo único que quería era huir de ese lugar, y entonces se detuvo
–¿cómo sabe mi nombre?– el chico pareció desconcertado por la pregunta
–somos nosotros Yoh y Horo Horo¿no nos recuerdas?
–temo que nunca en mi vida los había visto
–¿qué haces en Japón?– preguntó Horo Horo ignorando lo dicho por Lyzerg
–estoy investigando el caso de Manta Oyamada– respondió
–¿en verdad, ojala puedas ayudarlo– dijo Yoh –¿cómo vas hasta ahora?– los tipos le inspiraban confianza a Lyzerg así que no lo pensó dos veces para decir
–creo que voy por buen camino, estoy tratando de establecer el móvil del asesinato, me parece que Shalona sabía algo que no querían que divulgara– y entonces recuperó la compostura, se despidió y se fue a toda prisa de la casa.
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La doncella Jeanne le sonrió a Manta y luego lo hizo pasar
–buenas tardes joven Manta¿a qué debo el honor de su visita?– preguntó haciendo que se pusiera cómodo en la sala de su casa, la cual era de un estilo bastante victoriano
–doncella, usted ¿borró la memoria de los soldados X?– sin dejar de sonreír Jeanne asintió
–ya te diste cuenta, les borré todos sus recuerdos del año pasado, inclusive hice que se olvidaran de mí
–Lyzerg si la recuerda– Jeanne sonrió
–solo él, no quise perder a todos mis amigos, y tampoco les borré el conocimiento de que Hao es nuestro enemigo
–¿y por qué no borró eso también?
–porque Hao aun no ha sido llevado ante la justicia y debemos estar alerta– Manta se preguntó si la doncella sabría que Hao estaba en Japón –sé que esta en este país– dijo como respondiendo a la pregunta de Manta, su mirada era sombría en ese momento y Manta se alertó
–¿no pensará enfrentarlo en este lugar?
–no, en este momento me preocupa más otra cosa
–ya veo
–sé que fuiste acusado de matar a Shalona– añadió la doncella
–si, encontraron mi computadora y Marco cree que la olvidé cuando huí de la escena del crimen
–¿sabes, para reconstruir las cosas es mejor estar en el lugar en que se desarrollaron– dijo la doncella
–¿ir a la casa de Shalona?
–si– dijo Jeanne, y luego cambió de tema
–¿sigues siendo el mejor amigo de Yoh Asakura?
–si– le contestó Manta
–me alegra oír eso– dijo y le pidió que se retirara pues tenía cosas pendientes que hacer.
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A Lyzerg no le hizo gracia saber que Manta quería ir a la escena del crimen
–Marco no nos va a dejar fácilmente– se quejó pero aún así le ayudo a Manta a entrar en el apartamento de Shalona, había polvo para exponer huellas digitales en todas las paredes del lugar y un aire sombrío en el ambiente, en la sala no había nada desordenado, el asesino debió entrar sigilosamente, no había señales de batalla, pasaron la sala y se dirigieron a la recamara, había una marca de gis que dibujaba la silueta del cuerpo de una mujer, estaba doblada –creo que estaba sentada cuando murió y después se fue de lado– comentó Lyzerg tomando notas, en la habitación tampoco había indicio de pelea salvo por el hecho de que la cama estaba muy revuelta y el teléfono descolgado; Manta reconstruyó el crimen con los datos que conocía, Shalona acababa de hablar con Jeanne diciéndole que iría a su casa, el asesino la sorprende en su cama y la amarra y... no, así no estaba bien, Shalona no era tan indefensa además tanto por la puerta como por la ventana no pudo haberla sorprendido si estaba en su cama; Lyzerg señaló algo, había una maleta tirada en el suelo con algo de ropa, era una mochila negra con bordes amarillos y tenía el nombre de Shalona bordado encima
–¿dónde habrán encontrado mi computadora?– se preguntó Manta
–ahí– respondió Lyzerg señalando un punto cerca de la maleta
–estaba colocada en este lugar
–a ver si entiendo, Shalona sabe que hay alguien haya afuera y a la única a la que llama es a la doncella Jeanne, el asesino entra con mi computadora, la pone en el suelo y luego saca a Shalona de la cama y la mata¿cómo explicas eso?– Lyzerg se quedó pensativo – ¿no encontraron huellas digitales en mi computadora?
–solo las tuyas– contestó Lyzerg señalando hacia la puerta indicando que era el momento de irse.
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Continuará...
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Y bueno:
Niacriza: gracias por los ánimos, seguiré adelante.
Afrodinique: pueeees, tus preguntas tendrán respuesta más adelante, así que no puedo adelantar nada u.u ,gracias por leer mi fic ojala siga siendo de tu agrado.
