.:SEGUNDO LUNES:.
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Yoh le contó a sus amigos lo sucedido el día anterior, todos estaban ahí, inclusive Fausto y Lyserg, este último tomaba muchas notas, Manta estaba algo molesto con Yoh por haberle ofrecido a Ana su ayuda luego de que lo abandonó pero si su amigo no hacía nada al respecto él no podía obligarlo a portarse de otra manera
–así que ahora va tras Ana– comentó Horo Horo
–si Marco y Mine ya están sobre aviso seguro van a vigilarla
–pero tal vez eso no sea suficiente, el asesino no dudó en atacarla frente a un montón de gente– pensó en voz alta Yoh
–y la doncella sigue perdida, no hay ninguna pista sobre ella es como si se la hubiera tragado la tierra– dijo Lyserg en un tono cordial por primera vez
–pues yo creo que los criminales siempre regresan a la escena del crimen– añadió Ryu –deberías ir a buscar pistas a casa de la doncella
–tiene razón, eso haré– Lyserg se levantó de la mesa, la idea de Ryu era buena, ya la había considerado antes pero pensar en ir a su casa lo deprimía, sin embargo no era momento para esos sentimentalismos debía hacer algo –nos veremos luego
–Lyserg no te despides de mí– le dijo Ryu acercándose, a lo cual Lyserg respondió echándose a correr, el grupo rió como histérico, excepto por Horo Horo que por alguna razón se había congelado en su sitio
–el criminal siempre regresa a la escena del crimen– pensó, y luego recordó algo, a su llegada a Tokio habían pasado frente al museo de arte y Jun Tao estaba ahí –fue ella, por eso escapó– miró a Len, no podía decir eso en ese momento ya estaba molesto porque creía que uno de ellos había denunciado el saqueo de la casa Asakura y culpado a su hermana, costó mucho disuadirlo de esa idea y no era adecuado alterarlo de nuevo.
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Lyserg mostró su identificación en la entrada de la lujosa colonia y se encaminó hacia el hogar de Jeanne con cierto pesar; tras explicarle quién era y lo que buscaba el portero le había prestado las llaves de la casa, Jeanne nunca las cargaba con ella, siempre se las dejaba al venerable anciano; abrió la puerta la cual crujió levemente, ella había desaparecido en el camino a su casa, era como buscar una aguja en un pajar, Marco ya había cateado la casa pero no halló nada relevante, adentró estaba algo oscuro debido sobre todo a las cortinas cerradas por un momento estuvo tentado a entreabrirlas pero al final retrocedió, no se atrevía a tocar nada; se dirigió a la habitación de la doncella, ella tenía muchas fotografías sobre su tocador de gente vestida de blanco que Lyserg no conocía, había un par que se parecía a los oficiales a cargo del caso y una de él; la observó con detenimiento, le parecía un poco extraño porque no recordaba haber usado nunca ese atuendo.
Sobre la cama había varios papeles regados que la doncella había estado revisando, el de arriba era un mapa, Lyserg se atrevió a tomarlo para revisarlo, había varias líneas trazadas sobre él, unían el museo de arte, la jefatura de policía y cuatro casas, Lyserg analizó la dirección de esos lugares, uno era el Hotel Four Seasons, no le costó identificar la casa de Shalona y la de Manta en el mapa pero la última, le parecía una dirección conocida, y además era una casa muy grande
–la casa Asakura– dedujo, enrolló el mapa y se lo guardo, tal vez la doncella trataba de establecer un área donde se movía el criminal, a Lyserg le parecía que había muchas personas investigando ese caso, contando claro a la ex de Yoh, bajó las escaleras, debía irse ya, algo crujió tras él haciéndolo saltar –¿quién está ahí!– le dijo a la oscuridad y luego se tranquilizó, no había nadie más en ese lugar, ya iba hacia la puerta cuando una voz conocida lo detuvo
–Lyserg– se dio la vuelta y corrió de inmediato en esa dirección, se detuvo frente a la cocina esperando que lo llamaran de nuevo pero nada sucedió, empujó la puerta abatible y se topó con la mismísima Iron Maiden Jeanne que yacía en el suelo con un aspecto muy pálido
–¡doncella Jeanne!– exclamó, se agachó a su lado tomándola de las manos, estaba muy fría –no se muera, resista– le suplicó y luego la soltó para regresar a la sala donde sabía que estaba el teléfono.
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DIARIO DEL ASESINO
No pude matarla, mi otro yo no dejaba de gritar en mi mente "ella es valiosa, ella es valiosa" y no pude hacerlo, de cualquier modo ella ya no importa sólo vale una: Ana; por poco la atrapo, pero aún no es hora de enfrentar a Yoh, aún no es hora, y además yo tengo un as bajo la manga.
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Los chicos se encontraban preparando la comida, Len se había rehusado a ayudarlos, Ryu había salido por más provisiones, Yoh y Fausto lavaban los platos de la noche anterior mientras Horo Horo trataba de preparar un arroz decente con aspecto enojado, Manta se le acercó
–¿quieres que te ayude con eso?
–no, está bien– dijo Horo Horo con una cara que indicaba todo lo contrario
–no te enojes, es solo arroz
–no me molesta eso
–¿entonces qué?
–es sólo que– parecía no acabar de decidirse si decir algo o no –Manta, Ryu y yo vimos a Jun Tao afuera del museo cuando llegamos a Tokio y con su reciente escape
–¿tú crees que Jun robó el tesoro?
–mira, solo creo que el tramite para sacar eso del país iba a durar meses de audiencias y si alguien lo robara y lo devolviera a los Tao todo se simplificaría mucho, además ellos son los menos sospechosos por que son los más interesados en recuperarlo
–si, pero Jun no tendría que haber huido por eso
–tal vez algo complico todo y antes de que la descubrieran se marchó
–aja, pero entonces porque no le dijo nada a Len– Horo Horo se calló su respuesta
–porque es su hermano y no quiere quedar mal ante él– pensó; Ryu entró a la cocina con verduras y curry instantáneo para agregar al arroz; pusieron manos a la obra, todos ayudaron menos Len que estaba de un humor insoportable; Manta cavilaba lo dicho por Horo Horo, había una sola cosa que complicaba su hipótesis sobre el robo del tesoro Tao, Mine y Marco ya habían establecido que el ladrón del tesoro también era el asesino de Shalona y además sospechaban de quienquiera que se estuviera haciendo pasar por Mikihisa Asakura y cuya identidad aún no lograban esclarecer, esperaron a que el arroz terminara de cocerse, Yoh empezó a acomodar platos con ayuda de Ryu, el teléfono sonó y Manta que estaba desocupado acudió a contestarlo
–¿sigue Fausto ahí?– le preguntó Lyserg casi a gritos
–si¿qué pasa?
–encontré a la doncella Jeanne, estoy en el hospital central
–¡la doncella Jeanne está viva!
–apenas, pásame a Fausto– Manta cedió el teléfono al medico, todos miraban con atención la escena –¿Fausto, la encontré, creo que la envenenaron igual que a Shalona¿puedes venir, sé que ya descifraste que veneno usaron– Fausto asintió aunque Lyserg no pudiera verlo
–voy para allá, mientras dile al medico encargado que probablemente usaron en ella filtro de muertos en vida– colgó, cuando dio la vuelta todos estaban listos para irse.
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Lyserg esperaba a punto de sufrir un ataque de nervios, Manta nunca lo había visto así antes, Fausto había entrado a asistir al medico encargado, Len con su consabida impaciencia se paseaba de un lado a otro, Horo Horo llamó a Marco para avisarle, seguro para él lo sucedido a Jeanne sería relevante. Transcurrieron un par de horas hasta que Fausto salió de la sala de urgencias, se veía cansado
–¿Fausto cómo está?– preguntó Yoh tranquilamente
–se recuperará– informó, hubo un murmullo general, Lyserg suspiró aliviado –está algo débil, casi muere pero en un par de días se levantará– por el pasillo Marco se acercaba, se detuvo ante ellos –en su mano tenía esto– dijo Fausto mostrándoles un papel que Marco se adelantó para tomar
–la próxima vez será en serio– leyó en voz alta, la preocupación que acababa de disiparse volvió
–la dosis que le dieron no fue tan alta como la que usaron en Shalona– dijo Fausto
–¿cómo fue que la rescataron?– quiso saber Marco
–yo la encontré– le respondió Lyserg –fui a buscar pistas a su casa y ahí estaba ella– a Marco se le hizo mucha suerte que la doncella hubiera aparecido justo cuando Lyserg acudió a su hogar pero eso se lo guardó para si
–¿hace cuánto tiempo estiman que le administraron el veneno?– preguntó dirigiéndose a Fausto
–menos de 10 horas– respondió.
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Los chicos dejaron el hospital luego de cerciorarse que Jeanne estaba fuera de peligro, todos se dirigieron a la casa Asakura
–es una amenaza– comentó Lyserg cuando llegaron
–¿será una amenaza contra la doncella Jeanne?– preguntó Ryu
–no, hoy tuvo la oportunidad de matarla, no hay razón para jugar así con ella– dijo Manta
–pero entonces hay alguien en peligro y no sabemos quien pueda ser– siguió Lyserg ofuscado, Yoh reaccionó, si había alguien en peligro
–irá tras Ana– les dijo a sus amigos, como si esa fuera su señal el teléfono empezó a sonar, Yoh alcanzó el auricular antes que Ryu –diga¿quién habla?– el rostro de su amigo fue cambiando poco a poco de la preocupación al alivio, casi a la alegría se podría decir, cuando colgó se veía nuevamente sereno –era Ana, viene hacia acá para que podamos cuidarla– a los demás también les alegró oír eso, aunque varios seguían pensando que Ana era una traidora.
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Continuará
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Niacriza: hola espero este capítulo te guste, finalmente Jeanne ha vuelto y Ana a accedido a la petición de Yoh, espera a ver lo que sigue.
Estrella de Kaleido Star: pues Lyserg flojeó el capítulo pasado pero en este está más activo, de las fotos pues Jeanne es quién las tiene y él ya las vió pero la única persona que puede devolverle la memoria es la doncella y por ahora no está en condiciones de hacerlo; y no, Hao no lo invitará a cenar o me arruinaría una de mis sorpresas para el final.
