Hola Shadir, gracias por el review, jeje, y no puedo creer que te allá gustado el capi, por que mi no, y bueno aquí está el segundo.
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II Capítulo.
Ojos de Obsidiana, espejos del alma.
Siguiendo en el plano el otro mundo. Gokú se encontraba en la mansión del Gran Kaiosama. Quién sabe que hacía él ahí, pero ahí estaba, con los ojos fijos y sonrisa tierna, viendo algo y quién sabe también que veía, peor contemplar esos ojos negros y sonrisa, sería lo último que un moribundo quisiera ver.
Gokú se movió un poco y se pasó una mano sobre el cabello y luego la apoyó en su mejilla.
¿No crees qué es extraño? –Paiku Han, entró con Olimpo al palacio y vieron a Gokú.
¿A qué te refieres? –vio fijamente al chico de cabello alborotado.
A que casi no ha hablado desde que está aquí –hablaban en voz baja.
Bueno, es cierto; Gokú no es alguien de pocas palabras –se acercaron al chico.
Hola –lo saludaron y Gokú alzó la vista y después les sonrió.
¿Pasó algo' –les preguntó.
Pues realmente no, bueno, sí ¿Por qué has estado tan callado? –preguntó Olimpo.
Por nada, simplemente no tengo que platicar –sonrió.
O será que no quieres platicar –Paiku Han lo vio fijamente.
¿Y por qué no querría platicar? –Gokú los vio, y después esbozó su encantadora sonrisa -. Es verdad que no tengo tema –los vio tiernamente.
Pero claro que tienes tema –Gran Kaiosama entró en ese momento -. Puedes platicarles de tu familia, tu padre, tu madre o tu hermano mayor Taurus –se sentó en una silla.
¿Tienes familia? –Olimpo le preguntó sorprendido.
Sí, la encontré hace poco, y aunque no conviví mucho con ella, pues… -de nuevo esbozó su sonrisa y se pasó una mano por el cabello.
Y me imagino que te gusto la situación –los otros dos también se sentaron.
¿Sería una gran mentira si dijera que no? –los vio fijamente.
Claro –dijo Paiku Han.
Y hablando de familia –Gokú se volteó a ver al gran Kaiosama -¿Sería posible que yo pudiera ver a Raddittz? –preguntó.
No lo sé, sería cosa de preguntar ¿Para qué quieres verlo? –preguntó.
Pues para que vea que no le guardo rencor, y que ahora comprendo sus motivos para ser así conmigo en la tierra –puso las manos en la nuca.
Intentaré que te den el permiso –salió el Gran Kaiosama, en lo que Gokú les platicaba a sus amigos sobre su recién encontrada familia.
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Por lo mientras, en el Infierno, Icer estaba con sus hielitos y Iceberg (3entiéndase sus hijos y esposo).
Tengo que atraerlo al infierno a como de lugar –dijo poniéndose los nudillo en la boca.
¿Y por qué tanto interés en Son Gokú? –preguntó King Cold.
¿Acaso te parece poco que haya humillado a tus hijos? –preguntó colérica.
No me engañes, hay algo más y yo lo sé. Algo planeas con ese muchacho.
Icer sonrió para sí misma. Claro que planeaba algo en contra del chico de ojos negros y cabello alborotado.
"Me pregunto que pasaría si ese ser tan puro, estuviera verdaderamente en peligro; en peligro de desaparecer para siempre –pensó y luego se rió –Esos hermosos ojos negros, que reflejan el alma más pura, no volverán a ser vistos ni por vivos y ni por muertos" –alzó su vista hacia donde se suponía que estaba el cielo –"¡Ángel de luz, que pronto estás por caer a tu perdición!" –fue sacada de sus pensamientos por Cooler.
¿En qué piensas? –le preguntó.
En que dicho muchacho de ojos de obsidiana estará perdido muy pronto, y sin que nadie pueda ayudarle – Cooler no necesitaba explicaciones, sabía que su madre se refería a son Gokú -.Sé de alguien que quiere quedarse con esa alma tan tierna, pura e inocente.
¿No serás tú? –Preguntó King Cold –creo que te agrada.
Tuvo su oportunidad y la rechazó –lo curioso de esto es que Gokú nunca se entero -, y ahora sufrirá por ello. Será mejor que sus amigos empiecen a rezar por el bienestar de esa alma –soltó una carcajada realmente escalofriante.
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Continuará…
Gokú baja al infierno a ver a Raddittz.
¿Logrará Icer su cometido?
