Cap.2 Nath

Al llegar a la casa del amo, la arrojaron a una oscura habitación y cerraron con llave.

¡Vaya! –Se oyó una voz desde una esquina- Sabíamos que Murthon quería tener muchos esclavos, pero hasta el punto de querer quitarle la libertad a una niña….

¿Quién eres?

Soy Arinya

Acto seguido salieron 13 esclavos más y se presentaron.

-¿Y quien es Murthon?

Es el amo. – Dijo un hombre joven.- dentro de poco vendrá. Tiene por costumbre mandar un criado a comprar más esclavos cada mes.

¡Las siete!- grito alguien - ¡Van a asignarnos los trabajos de hoy!

Entonces sonó el chasquido de la cerradura, y apareció Murthon. Era bajo y delgado como un palo, y tenía una nariz ganchuda y un aspecto amenazante.

Comenzó a asignar los trabajos del día hasta que solo quedo Naurloth

Vaya, solo quedamos tu y yo…. – Dijo en un tono peligrosamente dulce- ¡Dime tu nombre!

Soy Naurloth

Bien, Naurloth. Vete a dar de comer a los animales. Ordeña la vaca y recoge los huevos de las gallinas. Luego ordena y limpia el establo, las cuadras y la pocilga. Suelta a los caballos del corral ¡Ya! –Dijo al tiempo que chasqueaba su látigo- Recibirás mas instrucciones cuando acabes.

Echo a correr hacia el exterior. Se dio cuenta de que los lacayos espiaban a los esclavos, pero no les hizo caso.

Durante seis años, naurloth vivió así aguantando al

amo y a los criados de éste.

Entonces llego él. Era alto, delgado, apuesto y amable, y se enamoraron. El se llamaba Nath, fue su primer amor, su única alegría en esos años oscuros. Naurloth tenía 12 años, al igual que nath.