"CHICO BESTIA." Cyborg perseguía furioso al joven verde que no dejaba de reír mientras huía del titán de metal.

Aparentemente, al bromista le había parecido muy gracioso el cambiar la cera pulidora por grasa para zapatos. La reacción de Cyborg al ver a su precioso bebé pintarrajeado de negro representaba una amenaza directa para la vida del Chico Bestia.

"¡Ja ja ja! ¡Debiste haber visto tu cara!" El chico no cesaba de burlarse, acto que solo lograba enfurecer más a Cyborg. Pronto la cacería pasó junto a Starfire y Robin quienes venían muy concentrados en su propia plática y casi son arrollados por sus amigos.

"Ni siquiera me voy a molestar en preguntar..." Robin arqueó una ceja ante la escena presentada.

"Robin, me estaba preguntando si no sabrías donde puedo localizar a Daniela. Ella me prometió instruirme en lo que ustedes llaman 'lenguaje callejero'." Starfire retomó su antiguo tema de conversación, claramente emocionada por la idea de seguir ampliando sus conocimientos respecto a la cultura terrícola.

"Creo que están en la azotea. Supuestamente Raven iba a enseñarle a controlar sus miedos."

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"Azarath Metrion Zynthos..." Efectivamente, Raven y Daniela se encontraban donde Robin había indicado. Los últimos días habían estado meditando juntas, y gracias a Raven, Daniela ahora podía estar sin desmayarse a la increíble altitud de...3 metros.

"Raven..." La respiración de Daniela empezó a acelerarse mientras levitaba con la ayuda de los poderes de Raven.

"Relájate." Le respondió su compañera. "Canaliza toda la energía negativa en tus pulmones y exhala lentamente."

"Raaven..."La voz de Daniela empezaba a quebrarse al alcanzar la altura de 5 metros sobre la azotea.

"Calma." Fue su respuesta. "No importa cuanta necesidad tengas de hacerlo, no vayas a mirar hacia-"

"¡Raven! BAJAME AHORA POR FAVOR." Demasiado tarde. Daniela había volteado hacia abajo cuando alcanzó la altura de 8 metros de diferencia entre ella y la hechicera. Claro, que si consideramos que estaban en la cima de un edificio de unos 50 metros de alto, su miedo podría llamarse una reacción natural.

"¿Raven? ¿Daniela? ¿Están ahí?" Starfire subió a la cima del edificio justo a tiempo para ver como el terror que sentía Daniela le hizo perder la concentración a Raven. Una agudo grito de Daniela hirió los oídos de Raven y esta la soltó sin querer. Ahora la chica iba en una caída libre de 60 metros directo a los acantilados sobre los que estaba cimentada la Torre-T.

La tamaraniana no perdió tiempo, y haciendo uso de todas su fuerzas logró volar hacia ella lo suficientemente rápido como para evitar el impacto. Tomando a Daniela por la mano, todo el cuerpo de la Chica fue jalado contra Starfire, quien la abrazó preocupada.

"¿Te encuentras bien?" Starfire le preguntó al aterrizar. El rostro de la joven de cabellos castaños tenía una expresión no muy alentadora, sus ojos parecían perdidos mirando al vacío.

"...Raven-caída-muero-SPLAT-..." Daniela jadeaba y en un reflejo por protegerse se prendó fuertemente de Starfire. La joven alienígena sonrió ampliamente. Los balbuceos sin sentido eran señales de que estaba bien, solamente muy asustada.

"¡Chicas!" Pronto los tres titanes faltantes se unieron a ellas.

"¿Qué sucedió?" Cyborg preguntó confundido. "Vimos por la ventana como Daniela caía y tu ibas tras ella." Cyborg estaba realmente tan confundido. Es más, estaba batallando tanto por encontrar una explicación lógica que se le había olvidado que tenía agarrado a Chico Bestia firmemente por el uniforme y este intentaba desesperadamente escapar.

Raven estaba parada tras ellos completamente apenada por lo sucedido.

"Lo siento." Dijo avergonzada. ¿Cómo pudo perder el control tan fácilmente?

"No hay de que preocuparse." Starfire intentó reconfortarla. "Estará bien, solamente esta algo asustada." Los chicos miraron a Daniela quien seguía abrazando a Starfire como si su vida dependiese de eso, aunque técnicamente así fue.

Robin estaba por decir algo, cuando vio una sombra conocida acercándose lentamente hacia ellos. Era un hombre alto y de piel oscura, algo delgado. Sus rizos negros estaban algo desaliñados, y las ojeras bajo sus ojos oscuros denotaban una gran cansancio, tanto físico como emocional.

Las cinco titanes originales quedaron sin habla al reconocer al hombre. Incluso Chico Bestia había dejado de forcejear por su libertad. Cyborg lo soltó y este golpeó el piso fuertemente al caer.

"Siempre tuve el presentimiento que cinco adolescentes viviendo sin supervisión adulta sería peligroso, pero nunca pensé que tendría la oportunidad de comprobarlo así." El hombre rió levemente al parase frente a ellos. "Hola chicos."

"Ah..." Robin pensaba en las palabras adecuadas para esta situación. "Dr. Stone, bienvenido."

"¿Qué es lo quieres?" Cyborg se puso frente a frente con el hombre, su voz sonaba un tanto resentida.

"Necesito hablar contigo muy seriamente..." El hombre miró a Cyborg tristemente e hizo una pausa para recobrar el valor de terminar su oración. "...hijo."

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Capítulo tres: Cambios

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Los titanes y el Dr. Stone se encontraban en el living. La presencia del hombre en la Torre había creado un ambiente muy tenso que Daniela se esforzaba por entender. La chica tomó asiento en el comedor llevando una taza de té para tranquilizar los nervios en las manos y escuchaba atenta la plática. Aunque no comprendía bien lo que estaba pasando, ni la reacción tan amarga de Cyborg al ver a su padre, ella era ahora una titán, y de alguna manera o otra esto era asunto suyo también.

Además de que la curiosidad la estaba matando.

"Bueno Dr. Stone, si no es mucha molestia, ¿podría explicarnos que es lo que sucede? No es muy común tenerlo de visita en la ciudad." Los otros cinco titanes estaban acomodados por todo el cuarto. Sin embargo, todos coincidían en algo: en dejar solo a Cyborg por el momento. El mayor de los titanes se encontraba recargado en la ventana con los brazos cruzados y viendo con melancolía el océano.

"Verán..." Sillias tomó asiento. "Hace un par de noches ocurrió algo bastante extraño en mi departamento..."

Sillias regresó a su hogar después de un muy largo día de trabajo. Tomó el elevador que lo llevaría hasta el piso en el que su departamento estaba situado y se recargó en la pared. Estaba exhausto.

Abrió la puerta y colgó su bata en el perchero de la entrada. Caminando por los estrechos pasillos de la casa una realidad dolorosa no dejaba de invadirlo; todo estaba tan callado, tan solo, él estaba solo.

Una fotografía en la pared llamó su atención. Era la última que se había tomado con toda su familia. En ella aparecían su amada Elleonor y su querido Victor sosteniendo triunfante el trofeo de primer lugar de la liga estatal de fútbol juvenil. Sillias rió tristemente. Siendo el y Elleonor mentes científicas tan brillantes, no era de extrañarse que su hijo heredara sus mismas capacidades, sin embargo solamente encontraba pasión en los deportes, decía que su sueño era representar a su país en las olimpiadas. "Muchachito inteligente." Sonrió Sillias con melancolía.

Claro que el hecho de que hubiese usado a su propio hijo como conejillo de indias en un experimento para aumentar la inteligencia humana no tenía nada que ver...

Victor era inteligente por si solo.

Sillias se hundía lentamente en los dolorosos recuerdos de la vida que una vez tubo y había perdido por culpa de su ambición.

Encendió las luces de su pequeño estudio. Todo parecía normal, pero estaba tan absorto en sus pensamientos que no se dio cuenta de que esa noche tenía algo de compañía inesperada. Puso sus lentes en una pequeña cajonera a su izquierda y se frotó las sienes adolorido.

"Boo." La voz femenina que entró por sus oídos lo asustó terriblemente. Mirando bien a su alrededor se encontró con esta muchachita vestida de rojo husmeando en su computadora.

"¿¡Quién eres?" Sillias titubeó. Sus ojos se posaron en la mesita sobre la que estaban sus anteojos. En el primer cajón tenía oculta una arma de fuego que había conseguido por protección. Rápidamente sacó el revolver y apunto directamente a la mujer, pero esta se recargó en la silla cómodamente.

"Tranquilo anciano." Mirage bostezó mientras la computadora terminaba de quemar un CD. "Agradezco tu hospitalidad pero yo ya me iba de todas formas." Sonrió cínicamente y se puso de pie, sacando el CD que ya estaba listo. " ¡Ah, por cierto, lo de la caja fuerte tras el cuadro sobre la chimenea, un poco más de originalidad no te vendría mal." Mirage camino relajadamente hacia la ventana y la abrió. Sillias estaba paralizado, no sabía que hacer. "Especialmente si ahí guardas cosas tan importantes como..." Mirage se detuvo y sonrió. "Bueno, tu sabes."

Sillias se sobresaltó y miró rápidamente hacia donde su caja fuerte debía estar. Ésta estaba abierta, y todo su contenido se encontraba esparcido sobre la alfombra; todos los archivos, los planos, los códigos...

"!¿Qué has hecho!" Sillias jaló el gatillo torpemente y el disparo ni siquiera se acercó a ella. Mirage alzó los ojos en forma de burla y saltó tranquilamente por la ventana. "¡Espera!" Se asomó por el marco. Se encontraban en un departamento a siete pisos de altura, y no había rastro de ella.

Corrió a inspeccionar sus pertenencias, empezando por lo que había intentado proteger en su pequeña bóveda. Se llevó una mano a la boca horrorizado al darse cuenta de lo que la mujer había venido a buscar. "Victor..."

"Hay alguien ahí afuera que no solo sabe quien eres Victor, sino como estas construido y la forma en que funcionas." Sillias dijo con una voz quebradiza.

Raven miró fijamente a Robin, y este asintió con la cabeza.

"Mirage."

"Creo que ya sabemos que fue lo que intentó hacer aquella vez que entro a tus sistemas Cy." Chico Bestia se unió a la conversación con una seriedad poco característica de el.

"No conocemos lo que pretenda hacer el enemigo si posee información tan valiosa." Starfire se paró junto a Robin.

"Tonterías." Cyborg refunfuñó sin dejar de ver por la ventana. "No es el primero ni el último que va a conseguir esa información. Hermano Sangre lo hizo, y le pateé el trasero, ¿recuerdan?"

Daniela lo miró fijamente desde su posición y le dio un sorbo al té. Cyborg estaba realmente furioso. Jamás lo había visto tan enojado, ni siquiera cuando tomaba su auto sin permiso. ¿Y todo esto lo había provocado la visita de un hombre? ¿Qué había pasado entre ellos?

"¿Qué no entiendes que estas en peligro?" Sillias caminó hacia él un poco hesitante. "Me preocupas hijo." Puso su mano en el hombro mecánico de Cyborg. Grave error. Lo único que logró fue que Cyborg le dirigiera una mirada llena de odio.

"Si no te has dado cuenta, el estilo de vida que llevo ya es bastante peligroso." Cyborg se sacudió la mano de su padre y caminó fuera de la habitación. "Con permiso, tengo cosas que hacer." La puerta se cerró tras el, pero la atmósfera peligrosa permanecía igual.

Sillias agachó la cabeza herido.

"Jamás me perdonará, ¿cierto?" Los cuatro titanes originales callaron. Este era un tema muy delicado.

Daniela parpadeó confundida, si antes no entendía nada, ahora estaba completamente perdida.

"Dr. Stone, ¿tiene un lugar en el que pasar la noche? Si lo desea puede quedarse aquí."

"Gracias Robin, pero no. Ambos sabemos que no es muy conveniente. Ya reservé un hotel, regresó mañana mismo a Nueva York. Es solo que tenía que avisarle..." El hombre sonrió tristemente. "Fue bueno verlos de nuevo chicos." Sillias volteó a ver a Daniela. "Gusto en conocerla señorita." Le dijo amablemente y se dirigió a la puerta. "Cuídense chicos." Les dijo una última vez y se fue.

Por unos segundos el lugar fue envuelto en un silencio mortal y ninguno de ellos se atrevió a decir palabra alguna.

"Bien. Ya sabemos lo que Mirage estaba planeando. ¡A trabajar titanes!" Robin fue el primero en romper con la ambiente del lugar y salir de la habitación, seguido de Raven y Starfire.

"Espera un momento." Daniela le pidió a Chico Bestia que se quedara.

"¿Eh?"

"Escupe. ¿Por que Cyborg actúa como si hubiera visto un fantasma y repentinamente todos actúan como zombies?"

"¿Qué quieres decir?" Chico Bestia se llevó la mano a la nuca y rió nervioso.

"Digo que hasta tú estas muy serio. Eso no es normal." Chico Bestia le sacó la lengua. Pero ella tenía razón. Además tenía derecho a saber, por lo menos lo que todos en la torre sabían. Y mientras Cyborg no se enterara, su vida no corría peligro.

"Bueno, la relación entre Cyborg y su papá no es exactamente como te la ponen en las películas." El chico dijo. "Cyborg tuvo un accidente muy grave hace varios años, y fue su papá el que reconstruyó su cuerpo dejándolo como ves ahora."

"Pero..." Daniela dijo como leyendo la mente de Chico Bestia.

"A Cyborg no le agradó mucho la idea de levantarse y ver en el espejo un disfraz de una mala película de ciencia ficción."

"Oh. Entiendo." Daniela exclamó, comenzando a entender un poco mejor todo lo que acababa de pasar.

"No lo vayas a decir nada a Cy. No le gusta hablar del tema, ¿de acuerdo?" Chico Bestia le imploró, preocupado por la paz mental de su amigo.

"De acuerdo." Daniela asintió y Chico Bestia sonrió.

"Bueno, ¡qué estamos esperando! ¡Ay chicos malos que patear!" Chico Bestia salió de la habitación recuperando su humor normal. Daniela dio un último sorbo y se unió a los demás.

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Mirage se arrastraba por los conductos de aire acondicionado de la prisión de máxima seguridad de Jump City.

"Y tu pareces ser lo suficientemente inteligente como para saber que en este negocio, no se puede confiar en nadie. Te daré tu dinero DESPUÉS de que me des lo que quiero." Mirage refunfuñó imitando la respuesta de Slade. "¡Ugh! ¡Pero cómo fui a dar con esa joya de hombre!" Se quejó intentando sacar su frustración. Siguió arrastrándose y llegó hasta una rendija de ventilación, desde ahí podía ver el movimiento de los guardias. Espero un poco hasta que el pasillo estuviera despejado y quitó la rejilla.

Antes de bajar observó las cámaras de seguridad. De su cinturón sacó un par de pequeñas mascadas negras y las hizo levitar hasta cubrir las lentes.

"Camino libre." Mirage sonrió y saltó. Caminó un par de metro hasta la puerta que daba acceso a la celda del criminal que estaba buscando. Mirage comenzó a silbar una canción, sacó un pequeño aparato de su cinturón que conectó a la consola de la puerta y se recargó en la pared cómodamente.

La pequeña máquina tardó un par de minutos en descifrar el código de seguridad y el seguro se abrió. Lentamente la puerta se abrió y Mirage entró a la habitación del otro lado.

Overload se encontraba suspendido en una celda de plástico para evitar que sus poderes le permitieran escapar. Mirage se acercó aún silbando la canción alegremente y se paró frente a el. Mirage arqueó una ceja al ver a la "persona" que había venido a liberar. En fin, pensó.

"Hola." Mirage le dijo. "Overload, ¿cierto? Yo soy Mirage, la nueva idiota bajo el mando de Slade." Dijo burlándose de si misma.

Overload se sobresaltó al escuchar el nombre del enmascarado.

"Si, ya se. Bueno, te tengo una pequeña proposición." Mirage sacó la insignia de Slade. "¿Exactamente qué tan bueno eres en eso de absorber energía?

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"Demonios." Daniela gimió mientras caminaba por los pasillos. Era más de media noche y la chica aún no lograba conciliar el sueño. Bostezó agotada y se dirigió a la cocina en busca de un vaso de leche.

Tropezó con los pantalones holgados que usaba para dormir y cayo sobre su cara directamente en la entrada del living/cocina.

"Hoy no es mi día." La chica gimió al levantarse, solo para darse cuenta de que ella no era la única con problemas de insomnio esa noche. Cyborg se encontraba en medio de una cesión muy intensa de videojuegos, y por lo visto llevaba ahí un muy buen rato. "Hola Cy." Dijo ella acercándose dudosa.

"¿Qué estas haciendo despierta a estas horas?"

"No podía dormir." Le contestó. "Tenía pesadillas en las que caía por un precipicio de 60 metros. Entonces me di cuenta de que no eran pesadillas, solo mi vida diaria." La chica se mordió el labio inferior y tomó asiento junto a Cyborg. "¿Qué estas haciendo tu despierto a estas horas?"

Cyborg se quedo callado y Daniela agachó la cabeza. Tal vez no debió haber preguntado.

"Tenía demasiadas cosas en la cabeza."

"¿Cosas relacionadas con tu papá?" Daniela titubeó un poco pero a fin de cuentas se atrevió a preguntar. Cruzó los dedos esperando no despertar una reacción muy violenta en el joven a su lado. A pesar de que Chico Bestia le había pedido que no lo hiciera, resistirse a eso era demasiado difícil.

"No me gusta hablar de ello." Fue la fría respuesta de Cyborg, sin apartar sus ojos de la pantalla.

"Si. Claro." Daniela suspiró resignándose. Obviamente Cyborg todavía no confiaba lo suficiente en ella como para abrirse a ese nivel, y no podía culparlo. Ella era parcialmente una extraña.

Por otro lado el hecho de que la hubiesen aceptado como una de ellos pero al mismo tiempo se negasen a revelarle detalles como esos la hacía sentir muy mal. Como si de cualquier manera no encajase ahí.

"¿Puedo hacerte una pregunta?" Cyborg le dijo muy seriamente, tomándola por sorpresa.

"Claro."

"Honestamente, si me hubieras visto parado en la calle, en una forma muy ajena a como nos conocimos, luciendo como luzco ahora..." La voz del titán se torno triste. "...¿hubieras pensado siquiera en dirigirme la palabra?"

"Si." Dijo ella sonando como una hipócrita. Cyborg la miró reprochantemente y ella se puso nerviosa. " ¡Claro!" Sonrió intentando ocultar su mentira. "No." Dijo al fin dándose por vencida.

"Hn." Fue la corta respuesta de Cyborg.

"Tu tampoco me hubieras hablado si hubieras visto la gente con la que andaba." Dijo ella con una risa fingida, tratando de aligerar lo que acababa de decir. Pero Cyborg ni siquiera la volteó a ver, prefirió seguir jugando.

Daniela se cruzó de brazos. Si había algo que no soportaba era ser ignorada. Aunque tal vez se lo tenía merecido...Pero realmente el no tenía por que actuar así...sin embargo quizá se estaba metiendo en cosas que no le incumbían...

Al diablo con el tacto y la prudencia.

"¿Por qué odias tanto a tu papá?"

"Ya te dije que no me gusta hablar de eso."

"¡Ugh!" Gruñó frustrada y le arrebató el control. "¡Pues lo siento mucho pero tú también estuviste de acuerdo con que me quedara aquí! Si todos lo saben, ¿por qué yo no puedo saber?"

Cyborg la miró fijamente y arqueó una ceja. La chica tenía un punto. Además de que él en realidad necesitaba desahogarse...

Así que tenía dos opciones. La primera, se guardaba todo para sí mismo y soportaba el acoso de la chica. La segunda, se desahogaba y quedaba totalmente expuesto emocionalmente ante ella. Ninguna de las dos parecía muy atractiva, pero de algo estaba seguro; o le decía él o iba a averiguarlo de otra manera. Lo último que quería era que su vida se convirtiese en el tema de conversación de la semana, así que la segunda opción parecía la más conveniente.

Aunque no por eso dejaba de sentirse terriblemente incómodo.

"Esta bien." Dijo Cyborg, aún no muy convencido. Daniela tomó asiento junto a él, dispuesta a escuchar y mantener la boca cerrada. "Mis padres eran parte de un grupo de científicos trabajando para los laboratorios S.T.A.R." Cyborg puso un gesto de frustración al ver en Daniela una expresión en blanco. La chica no entendía nada. "Laboratorios de Investigación Científica Tecnológica Avanzada." Aún nada. "Inventaban máquinas." Dijo rindiéndose.

"¡Ah! Bien, ya entendí."

"Genial." El chico refunfuñó. "El asunto es que ellos tenían la esperanza de que yo siguiera sus pasos, pero esas cosas no me llamaban mucho la atención." Cyborg sonrió con ironía. "Ahora no me queda mucha opción. Incluso experimentaron conmigo una forma de elevar el coeficiente intelectual de las personas. Se supone que debo estar orgulloso de tener un IQ de 170. No me malentiendas, eran mis padres y yo los amaba, pero lo único que quería era tener una vida normal. Ni siquiera me permitieron asistir a una escuela estándar. Insistían en que era demasiado inteligente y que lo mejor sería que ellos me instruyeran."

"Ya veo." Dijo Daniela acurrucándose en el sillón.

"No fue hasta que tuve la edad para entrar a la secundaria que me permitieron entrar a una escuela pública, como un chico común. Esos fueron los días más felices de mi vida." Cyborg miró con tristeza sus manos mecánicas. "En esa época descubrí mi verdadera pasión, me convertí en el mejor atleta. Era el más inteligente, el más popular, el más...el más normal." Cyborg pausó. Siempre era en esta parte cuando se ponía muy emocional. "Eso fue hasta que una vez encontré a mis padres en problemas por culpa de un experimento fallido. Habían intentado abrir una puerta interdimensional, pero las cosas se salieron de control. Un monstruo cruzó el portal y estaba atacando a mi madre mientras mi padre intentaba cerrar la puerta. No supe que hacer e intenté ayudarla, es lo último que recuerdo." Cyborg sintió como un nudo empezaba a formarse en su garganta. "Cuando desperté, mi madre ya no estaba. Y me refiero a que ya no estaba en este mundo...como si eso no fuera suficiente, me habían transformado en un fenómeno salido de una historieta barata. Todo cortesía de mi papá. ¿Su excusa? Que no iba a perderme al igual que a mi madre. Honestamente hubiera preferido irme con ella."

"No digas eso." Daniela podía entender su dolor, y en especial el de su padre. Después de todo, un ser querido había muerto también por su culpa.

Cyborg empezó a reír.

"¿Qué te pasa?"

"Creí que ya lo había superado. Obviamente no es así." Fue su respuesta. "Cuando conocí a los titanes, mi papá estaba tan feliz de que alguien me hubiera aceptado a pesar de mi apariencia que el mismo se ofreció a construir la Torre-T."

"Es por eso que todos aquí lo conocen."

"La última vez que lo vi fue cuando acabó de construir esto. La verdad no me interesaba contactarlo. Creo que aún le guardo un poco de rencor."

"¿No? ¿En serio?" La chica dijo con sarcasmo, provocando que una risa escapara de los labios del Cy.

"Bueno, el que tu papá te haya transformado en el anormal más grande de la historia no se olvida fácilmente."

"Cyborg. Vives en una torre gigante con forma de T. Compartes el lugar con un chico que usa un antifaz ridículo, una extraterrestre, un chico de piel verde y una chica de piel gris, además de mí claro esta. En lo que a mí respecta, ¡Todos aquí somos anormales!" Ambos adolescentes se soltaron riendo, disipando al fin el incómodo ambiente que había entre los dos.

"Supongo que tienes razón en eso."

"Pero ya en serio Cy, no tiene caso que te amargues así. Si lo ves del punto de vista optimista, no eres más diferente que un soldado con una prótesis." Daniela pausó. "Una prótesis muy grande y cara que no me extrañaría pudiera hacer café, pero prótesis al fin." Cyborg la miró no muy convencido. "Lo que intentó decir, es que si te cuesta tanto trabajo aceptar tu realidad, solamente van a sufrir." Daniela bostezó. El cansancio estaba empezando a ganar.

"¿A quienes te refieres?"

"A ti y a tu papá, tonto. Si tú te sientes mal, ¿cómo crees que se debe sentir él? Tú eres el 'fenómeno', pero el es quien tuvo la culpa de que el fenómeno no pueda llevar una vida 'normal'. Además de lo de tu mamá...cargar con algo así es horrible, créeme. Experiencia personal." Ahora era Daniela quien empezaba a mostrar tristeza en su voz. Cyborg se quedo callado.

"¿Cómo fue que murió tu hermano?" Era el turno de Cyborg de satisfacer su curiosidad. Si el se había abierto, ¿no era lógico que ella también lo hiciera?

"Recibió un disparo que debió haber sido para mí." Daniela rió un poco al ver en Cyborg la expresión que ella había tenido hacía unos segundos. "Mike en realidad no sabía lo que yo hacía, solamente lo sospechaba, pero cada vez que lo investigaba yo encontraba la manera de cubrirme. Todo se vino abajo cuando una vez me metí con alguien que no debí de haberme metido, le robé el auto a uno de los cabecillas de una banda enemiga, y ellos me siguieron a casa." Daniela abrazó sus rodillas y retuvo la lágrima que quería caer. "Miguel se interpuso entre la bala y yo, pero el no tenía ni idea de cómo recibir un disparo. Si me hubiera dado a mí, lo peor que me hubiera pasado hubiese sido un brazo enyesado." Cyborg miró por la ventana hacia las estrellas. Daniela tenía razón en algo, todos los que vivían en esa torre eran de cierta manera anormales, con un pasado que no dejaba de cazarlos. "Lo que más me duele es que a pesar de todos los problemas que le causaba y de cómo lo llegué a tratar, él no titubeó ni en segundo en intentar protegerme. Fue mi terquedad lo que lo mató." Daniela suspiró y miró con desconsuelo a Cyborg. "Miguel ya no está aquí conmigo para poder pedirle disculpas por todo lo que hice, pero tu papá si Cyborg. Y al final, tú eres lo único que tiene."

"Hn." La atmósfera de incomodidad había regresado. Esas eran cosas personales y ella no tenía derecho a intervenir.

"Solamente piénsalo." Daniela le regresó el control para que pudiera seguir jugando, y el silencio llenó toda la habitación por varios minutos.

"¿En serio piensas que el antifaz de Robin es ridículo?" Cyborg rió entre dientes, decidido a olvidar toda la conversación y continuar como si nada hubiese pasado, después de todo era experto en eso. Pero Daniela ya no contestó, el agotamiento la había derrotado y ella ya tenía un par de minutos de haberse quedado profundamente dormida.

Cyborg la miró de reojo y siguió jugando.

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El golpeteo en la puerta de su habitación levantó a Sillias de su cama. Eran las 3 de la mañana. ¡¿A quién se le ocurría tocar a las 3 de la mañana la puerta de una habitación de hotel! Torpemente caminó hacia la puerta aún medio dormido, pero si no iba a ver lo que pasaba era poco probable que pudiese volver a dormir.

"¿Qué sucede?" Sillias murmuró aún medio dormido, y apenas pudo divisar una silueta frente a él.

Lo último que supo es que estaba rodeado por una nube de gas, y se desplomó inconsciente en el suelo de la habitación.

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La alarma resonaba fuertemente por toda la Torre, y los titanes se reunieron rápidamente para conocer la situación.

"¿Qué es lo que sucede ahora?" Cyborg fue el último en llegar y ver a Mirage sonriendo con cinismo a todo lo ancho de la pantalla.

"¡Victor! ¡Pensé que no llegarías!" Cyborg apretó sus puños furiosos. El que ella pronunciase su nombre lo hacía hervir en rabia. "Parece que ya están todos reunidos. Eso significa que ya podemos comenzar." Aplaudió una sola vez y sonrió inocentemente, provocando a los jóvenes que la observaban a través de la pantalla.

"¿Qué es lo que quieres?" Robin le preguntó con desprecio y Mirage respondió con ojos heridos.

"No tienes por que odiarme así. Yo solo hago mi trabajo." La chica se cruzó de brazos y volvió a sonreír de manera cínica. "Lo que quiero, dudo mucho que alguno de ustedes me lo pueda dar. Lo que busco, por otro lado, bueno, eso es algo que nuestro amigo el hombre de hojalata me puede proporcionar."

"Bruja." Raven murmuró.

"Lo que digas preciosa." Mirage le guiñó un ojo a Raven, provocando a la hechicera. "En fin, como ya se que en este momento están rastreando la señal, les ahorraré el trabajo. En este preciso momento me encuentro en el centro comercial de la 6ta Avenida. Dense prisa, ¿quieren? Me estoy empezando a aburrir, y la compañía con la que cuento no es precisamente la más amena."

"¡Victor! ¡No la escuches!" La voz de Sillias se escuchó a lo lejos. Mirage se veía ya harta de él.

Cyborg se congeló al escuchar la voz de su padre del otro lado. La muy maldita lo tenía cautivo.

"Bueno, creo que ya captaron el mensaje. Los veo en... ¿10 minutos? Un consejo, rodeen en la calle Springs, tienen una obra de pavimentación que les va a quitar mucho tiempo, y ninguno de nosotros quiere eso, ¿o sí? ¿Usted que opina Dr. Stone?" Mirage volteó hacia atrás y corto el enlace.

Los titanes estaban atónitos. No solamente les había proporcionado su ubicación, si no que les había recomendado una ruta para ahorrar tiempo. Mirage era la desvergüenza encarnada, de eso no cabía duda.

"Titanes, ¡Al ataque!" Robin dio la orden y el y las chicas salieron, dejando a Cyborg y Chico Bestia atrás. Cyborg parecía haberse transformado en piedra, no se movía ni un centímetro.

"Cyborg, ¿estás bien?" Chico Bestia le preguntó preocupado.

En un arranque de ira Cyborg golpeó el piso abriendo una pequeña grieta. Chico Bestia retrocedió un poco.

"Vámonos." Dijo Cyborg y ambos chicos salieron de la habitación.

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Cuando llegaron, el Centro Comercial estaba solo. De alguna manera Mirage había logrado espantar a toda la gente del lugar. Considerando que era el medio día debió de haber hecho algo bastante impresionante para vaciar el lugar en la hora de más concurrencia.

Los titanes se separaron para poder cubrir más terreno en menor tiempo. Cada uno se encargaría de un ala, y todos estaban atentos a la más mínima señal de alarma. Ninguno de ellos era tonto, obviamente Mirage los había arrastrado a una trampa como la última vez, pero teniendo al Dr. Stone como rehén, no podían correr riesgos.

Los censores de Cyborg lo guiaron hasta una enorme tienda de electrónicos de dos pisos, pero al parecer el lugar estaba desolado, solamente se encontraban cientos de aparatos encendidos. Algo debía estar fallando con su radar.

"Maldición." El joven renegó. Entonces un sonido familiar llamó su atención. Sonaba como... ¿electricidad?

"¡Overload!" Cyborg exclamó al encontrarse con el villano. Overload se lanzó contra él, pero Cyborg logró esquivarlo. "¡Chicos! ¡Mirage ha liberado a Overload!" Cyborg intentó contactar al resto del equipo, pero era inútil, la presencia de Overload causaba interferencia con la señal.

Convencido de que estaría solo en esta, se dispuso a atacar. Cualquiera ataque físico sería inútil contra el monstruo, después de todo estaba hecho de energía pura, y eso lo dejaba en clara desventaja. Tenía que pensar en algo y rápido o de lo contrario iban a freír sus circuitos.

Overload le lanzó una descarga eléctrica que apenas y logra evitar, y rodando se escondió entre los estantes pasillos de la tienda. Al paso de su atacante los aparatos iban explotando debido a la sobrecarga de electricidad. Definitivamente tenía que pensar en algo YA.

Como si escuchasen sus peticiones Cyborg se encontró con algunos cables aislantes. No sería demasiado, pero a falta de algo mejor tendría que arreglárselas con eso. Y más le valía hacerlo rápido, ya que Overload se iba acercando lentamente.

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"¿Aún nada?" Robin preguntó por el intercomunicador, obteniendo una negativa por parte de los chicos. "¿Y Cyborg? ¿Alguien ha podido contactarlo?" El resultado fue el mismo. "Esto no me agrada... ¡Chico Bestia! ¡Siren! ¡Encuéntrenlo! Si Mirage lo ha atrapado, ya saben que hacer."

" Como digas." Fue la respuesta unánime de ambos chicos.

"Raven y Starfire sigan buscando, tenemos que encontrar al Dr. Stone." Las chicas asintieron con la cabeza y la comunicación terminó.

Ni siquiera molestándose por ocultarse, Mirage se encontraba frente a Robin sentada en la orilla de una pequeña fuente y limándose tranquilamente las uñas.

"Me estaba empezando a impacientar." Dijo la chica sin dejar de prestarle atención a su arreglo personal.

"¿Dónde esta el Dr. Stone?"

"Relájate, no me interesa matar al viejo...ni a Slade tampoco, si es lo que te preocupa." Mirage sonrió, haciendo contacto visual con Robin finalmente.

"Infeliz."

"Me rompes el corazón. Pero creo que tienes un anciano que encontrar, ¿no es así? Adelante, hazlo, yo no te voy a detener. Aunque este es un lugar tan grande, podría tomarte horas." Robin estaba confundido. ¿Qué era lo que estaba tramando? "Si yo fuera tú no perdería tiempo en rescatar al padre de mi amigo, pero bueno, eso solo mi opinión."

Sin que se lo esperara Mirage, Robin tomó uno de sus boomerangs y se lo lanzó esperando tomarla desprevenida. El sorprendido fue él al darse cuenta de que su arma la atravesaba como si ella no estuviese ahí. Maravilloso, un espejismo.

La imagen de Mirage rió y siguió arreglándose las uñas.

"Estas perdiendo tiempo Robin." La ilusión comenzó a tararear.

Robin gruñó y emprendió camino.

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"Esto es simplemente maravilloso." Mirage observaba la pelea entre Cyborg y Overload sentada en el barandal del segundo piso de la tienda. Tras ella Sillias se encontraba atado y amordazado con sus mascadas, forcejeando por liberarse. "Olvídelo Dr. La chica anaranjada tuvo bastantes problemas para liberarse de ellas, dudo que usted pueda hacerlo. Mejor acérquese y disfrute de la función. Debo felicitarlo, Victor es una verdadera obra de arte tecnológica, lástima que él no pueda verse a sí mismo de esa manera."

La batalla entre Cyborg y Overload continuaba ardientemente. Casi toda la tienda estaba destruida ya, lo único que permanecía intacto era una pared repleta de televisores. El titán intentó detener a Overload atándolo con los cables aislantes, y al parecer había funcionado, el monstruo había dejado de moverse.

"¡BOO YA! ¡¿Quién es el mejor!" Cyborg rió triunfante, descuidando totalmente sus espaldas.

"Muy bien, aquí es donde entro yo." Mirage chasqueó sus dedos, y de detrás de Cyborg una de sus cortinas de humo se empezaba a formar. Cuando el joven titán se dio cuenta de lo que sucedía ya era demasiado tarde. Un cable adaptador de energía se había incrustado en su espalda.

"¡¿Qué demonios es esto!"

"Overlaoad, hazme el honor por favor." Mirage le gritó desde su posición y el monstruo se liberó sin menor problema, había engañado a Cyborg.

"¡Tú! ¿¡Qué haz hecho con mi padre?" Cyborg le gritó furioso y corrió hacia las escaleras para enfrentarla. No pudo subir más allá del segundo escalón. Overload estaba absorbiendo toda su energía. "¿Qué sucede?" Cyborg encontró difícil articular la oración, estaba comenzando a sentirse totalmente agotado.

Mirage se acercó al Dr. Stone y la quitó la mordaza. Sillias comenzó a maldecirla, pero ella no prestaba atención. Hizo levitar al Dr. hasta que estuvo frente a frente con Cyborg.

"Victor..."Sillias observaba con horro como la celda de energía de su hijo se agotaba lentamente y Overload crecía cada vez más.

"Escena conmovedora, pero me temo que no tengo tiempo para quedarme a observarla. Aunque si la practican y la pulen veo un Oscar en su futuro." La chica tomó una de las computadoras portátiles sobrevivientes y tecleó un par de cosas. "Según lo que entendí de sus planos Dr. Stone, ¡y créame que entenderlos no fue fácil, la mayor debilidad de nuestro Vic es que una vez que se queda sin energía, se queda inmóvil, ¿no es así?"

Sillias no contestó nada. Mirage sabía perfectamente que eso era verdad.

"Maravilloso. Por que verá, con todos lo planos y archivos que le quité, puedo decir que conozco a Cyborg a la perfección, pero bueno, esos aspectos tecnológicos siempre están sujetos a cambios..." La chica continuaba tecleando en la computadora. "Sin embargo, Victor Stone es casi un misterio, y lo que pude darte la ventaja definitiva sobre un oponente es conocer sus debilidades emocionales. Lo físico siempre puede mejorarse, pero lo psicológico tanto usted como yo sabemos que eso es cosa seria."

Cyborg intentaba liberarse haciendo uso de la poca energía que le quedaba, pero no conseguía nada. Lo peor de todo es que permanecía perfectamente consciente mientras iba perdiendo el control sobre su cuerpo.

"¡Déjame en paz!"

"En un momento Vic, después de que entre a tu banco de memoria y te conozca más íntimamente. Como podrás imaginarte no me iba arriesgar a conectarte un cable sabiendo que podías dispararme en cualquier instante, por eso mi querido amigo Overload se ofreció tan amablemente a ayudarme a cambio de su libertad." La chica sonrió y se inclinó hacia él. "La próxima vez piénsalo dos veces antes de tirar al suelo a una chica, no sabes como podría reaccionar." Le susurró al oído. Cyborg intentó hacer algo, pero ya era obsoleto. Su celda de energía se había agotado completamente. Solamente le quedaba observar como Mirage hacía lo que quería con él.

Como si fuera poco, frente a él tenía a su padre que no dejaba de culparse por lo que estaba pasando. Había algo en los ojos del hombre que hacían que su pecho le doliera...

"¿Listo?" Mirage le preguntó a Overload y este le indicó que así era. Entonces Mirage conectó a Cyborg a la computadora y empezó a descargar su banco de memoria.

Cyborg no podía hacer nada al respecto, y eso era lo que lo estaba matando.

"¡Wow! 3 minutos y ya vamos al 20 de descarga. Estos nuevos aparatos son geniales, ¿no lo creen?" Mirage rió y colocó la computadora en el piso. Se puso de pie y miro fijamente la entrada de la tienda. "Vic, tus amigos vienen al rescate." Una pequeña sonrisa se curvó en sus labios al ver a Chico Bestia y Siren acercándose. "Overload, hazte cargo, ¿quieres?"

El monstruo, fortalecido por la energía que le robó a Cyborg se acercó a los dos chicos, quienes retrocedieron un poco asustados al ver el tamaño que había alcanzado.

"Hola viejo." Chico Bestia rió un poco nervioso al encontrarse cara a cara con él.

"¿Viejo amigo tuyo?" Daniela tragó saliva. Overload les dirigió una descarga que evitaron con bastante dificultad.

"Ni tan amigo." Chico Bestia se transformó en ave e intentaba entretener a Overload, mientras Daniela iba preparando un ataque sonoro.

"¡Chico Bestia!" Daniela le indicó que se moviera para no recibir el ataque directamente. Las ondas sonoras de Siren alcanzaron tal magnitud que derribaron sin problema alguno a su enemigo. "¡Los hice!"

"¡Yo no estaría tan seguro!" Chico Bestia corrió a tomar refugio cuando Overload se puso de pie una vez más. Esta iba a ser una larga tarde.

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"Un poco más... ¡Listo!" Mirage sonrió al tener la descarga completa y pasar la información a un CD. Sacó el disco de la computadora y lo guardo en una pequeña cajita. "Gracias por todos chicos, fue un placer." Se despidió de Cyborg y Sillias y salió velozmente de la tienda dejando a padre e hijo solos.

"Victor, perdóname, todo esto es mi culpa..." Sillias dijo decaído, pero Cyborg en ese momento no estaba escuchando. Estaba bastante ocupado tratando de encontrar una manera de salir de este aprieto.

"¡Buen trabajo Overload!¡Sigue así!" Mirage animó al monstruo mientras efectuaba su graciosa huida. Sin embargo no se fijo en la mujer que venía hacia ella y chocó contra una pared hecha de energía negra. "Ow..." La ilusionista se quejó llevándose la mano a la cabeza, y se encontró con una Raven no muy complacida por la situación en que había puesto a sus amigos.

"¡Raven! ¡Un poco de ayuda no haría daño!" Chico Bestia le gritó mientras el y Siren seguían ocupados tratando de detener a Overload. "¡AHH!" El chico se transformó en armadillo y se enrolló en su armadura cuando uno de los rayos estaba demasiado cerca como para esquivarlo.

"Oops. Detener a la chica mala o ayudar a tus amigos. Difícil decisión. Voto por la segunda opción." Mirage sonrió, pero ese gesto se borró de su rostro al ver a Robin y Starfire acercarse a lo lejos. "¿Por qué me complican tanto las cosas?" La maga suspiró y saltó por encima de Raven, y al tocar el suelo se barrió para esquivar a los dos titanes que venían.

"¡Star!¡Ayuda a los chicos! ¡Yo iré tras ella!" La tamaraniana asintió y a la orden se unió a la pelea disparándole a Overload una serie de sus rayos estelares que lograron aturdir al monstruo.

Robin fue tras la búsqueda de Siren, y haciendo uso de sus discos voladores logró hacer que la chica tropezara.

"¡Hey! ¿¡Qué forma de tratar a una dama es esa?" Mirage giró a su costado cuando Robin saltó sobre ella con la intención de golpearla con su Bara Bo. En el movimiento para esquivar el ataque el disco con la memoria de Cyborg se salió de su traje. "¡Ah no! ¡Es no!" Mirage se estiró un poco para tomar el disco, pero Robin se le adelantó y prácticamente se lo arrebató de las manos.

"¿Buscabas esto?" El Chico Maravilla sostuvo el CD en forma burlona tratando de humillar a la maga. Mirage gruñó molesta, pero al divisar un bote de basura tras Robin su expresión cambio. Hizo levitar el contenedor hasta que estuviera encima de Robin, luego lo volteó e hizo que cayera sobre él. Aprovechando la confusión del chico, Mirage le quitó el disco y huyó lejos de ahí.

"¡Adiós!" Mirage rió al alejarse. Cuando Robin logró quitarse el bote de basura de encima esta ya se había ido.

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Overload había ganado ya demasiado poder y las cosas se estaban poniendo negras para los titanes. Entonces, como caído del cielo, Raven divisó un bebedero no muy lejos de ellos.

"¡Starfire!" La hechicera le señaló a su amiga lo que quería que hiciera con la mirada. Starfire voló hasta una distancia ideal para alcanzar el bebedero sin descuidar a Overload, y lanzándole un rayo óptico logró hacer volar el bebedero y dejar la tubería expuesta. Raven utilizó sus poderes para manejar el agua, y usando la misma táctica que ya había usado varias veces contra el monstruo, lo empapó provocándole un corto circuito.

Overload empezó a encogerse, y viendo la oportunidad, Chico Bestia se transformó en un tiranosaurio y pisó fuertemente a Overload para evitar que intentara escapar.

"¡Bien hecho amigos!" Starfire exclamó felizmente flotando hacia el resto del grupo.

"Todavía tenemos un pequeño problema." Raven la interrumpió. "Cyborg y su padre."

"Creo que no debemos preocuparnos por eso..." Daniela los vio a través del cristal roto de los aparadores de la tienda en la que padre e hijo se encontraban inmovilizados y corrió en su auxilio.

"¿El Dr. Stone está bien? Entonces todo está bien, ¿cierto?" Chico Bestia se acercó al grupo, sosteniendo en su mano al diminuto y mojado Overload.

"No te confíes." Robin los alcanzó. Obviamente estaba molesto por haber permitido que Mirage se fuera. "Mirage se fue, y llevaba con ella un disco por lo visto bastante valioso." Robin miró a Daniela desatando a Sillias e intentando ayudar a Cyborg a mantenerse en pie. "Y creo que ya se lo que llevaba en él."

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"Les agradezco su ayuda chicos." Los titanes se encontraban en el estacionamiento del centro comercial esperando a que Sillias tomara un taxi para llegar al aeropuerto.

"No hay de qué Dr. Stone." Robin le tomó la mano cuando Sillias se la extendió, y luego a cada uno de los titanes quienes repitieron el gesto. Cuando llegó el turno de Cyborg se detuvo.

"Bueno hijo, sabes que no soy muy bueno en las despedidas." Tanto Sillias como Cyborg miraron fijamente el suelo. A pesar de todo lo ocurrido las asperezas entre ellos permanecían igual.

"Si, ya se." Cyborg dudó en poco en extenderle la mano pero a fin de cuentas lo hizo. Para él hacía mucho que habían dejado de ser padre e hijo, sino más bien creador y creación.

El fuerte abrazo por parte de Sillias en lugar del apretón de manos dejó muy en claro que el Dr. no pensaba igual.

"Hasta la próxima vez." Con eso Sillias subió al taxi y se alejó rápidamente. Los titanes permanecieron inmóviles esperando una señal de Cyborg que indicara que todo estaba bien.

"Andando chicos." El titán se dio la media vuelta y caminó hacia el auto. Hora de pretender que nada había pasado...

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Victor "Vic" Stone. Nombre Código: Cyborg

Esa inscripción se podía leer en un grueso sobre amarillo tamaño carta que estaba sobre una mesa en la habitación de Mirage. La chica había encontrado una bodega abandonada y la había acondicionado para su estancia en la ciudad. El lugar era oscuro y frío, pero por lo menos ya estaba limpio y tenía una cama, una pequeña tina y el sanitario de empleados funcionaba. Había varias cajas que contenían algunas de sus pertenencias, incluyendo ropa o armas. Sin embargo lo que más llamaba la atención era una computadora nueva y de última tecnología que lógicamente había robado. Se tiró en la cama y rodó a su costado. Sacó un pequeño calendario y una pluma que tenía bajo su almohada y marcó el día que acababa de pasar.

"Faltan 80 días, y cuatro titanes..." La chica suspiró y dejó caer el calendario. Cerró los ojos y apretó con fuerza las sábanas. "...80 días..."

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Daniela caminaba por los pasillos de la Torre-T a media noche. Las pesadillas recurrentes eran una verdadera molestia. Raven decía que pasarían en un par de días. Si claro...

Como si la vista de su habitación no bastara para recordarle que estaba lejos, muy lejos del suelo.

La chica bostezó y se estiró un poco al entrar al living. No se sorprendió al ver a Cyborg en otra intensa sesión de videojuegos nocturna.

"Hey grandote." La chica se sentó junto a él. Cyborg tenía la misma expresión fría de la noche anterior. "¿Todo bien?"

"He tenido días mejores." Fue su corta respuesta. "No puedo creer que haya descargado mi banco de memoria. Eso ya es demasiado..." El automóvil que Cyborg manejaba en el videojuego perdió control y cayó por un risco. "Ahora no solo sabe quien es Cyborg y sus miedos, sino quien es Victor y sus miedos." Cyborg agachó la cabeza.

"¿Qué no son la misma persona?"

" Ja ja." Cyborg rió con sarcasmo.

"De acuerdo. Me ahorro los comentarios."

"¿Qué crees que vayan a hacer con esa información?"

"No lo se." Daniela lo miró a los ojos. "Pero creo que no vas a ser el único que pase por esto."

"¿Cómo lo sabes?"

"No lo se. Mirage es una criminal. Yo era una criminal. Supongo que puedes llamarlo intuición criminalística."

"Esa palabra no existe." Daniela le sacó la lengua y ambos rieron al fin.

"Sea lo que sea, hay que prepararse... ¿y las cosas con tu papá?" Daniela se acercó un poco.

"Igual." Cyborg se preparaba para iniciar otra partida. "El sigue siendo el científico loco y yo el Frankenstein de metal."

"¿Crees que algún día lo perdones?"

"Tal vez. Pero no ahora." Cyborg sonrió al ver la expresión triste de su compañera. "En este momento tengo 17 años. Todos odian a su padre a los 17 años."

"Buen punto." Daniela dijo riéndose. Para su sorpresa, Cyborg le dio el otro control.

"Anda, este juego no es divertido si se juega solo."

"Te advierto que yo no se jugar estas cosas."

"¿Y? No te estoy preguntando." Cyborg bromeó con ella y Daniela se acomodó en el cojín. La chica sonrió para sus adentros. Al fin sentía que estaba empezando a ser aceptada en realidad en ese lugar.

Sin embargo había un pequeña voz en su cabeza que le indicaba que hiciera algo. Parecía el momento indicado y ser lo correcto, así que obedeció.

Cyborg se tornó de todos los matices diferentes de rojo y se llevó la mano a su mejilla humana cuando Daniela se estiró y lo besó dulcemente.

"Gracias por confiar en mí." La chica sonrió. "Ahora dime como se juega esta cosa."

FIN DEL CAPITULO 3

Primero que nada, antes de que se me sienta más, este capítulo va dedicado especialmente para mi amiga Taose que se me achicopaló al leer la pequeña nota en el capítulo pasado. Ejejeje...TAOSE! NO TE SIENTAS! ERA PURA CURA!

Segunda, respondiendo a una pregunta que me hicieron acerca de donde se sitúa este fic. La respuesta es después de la cuarta temporada. Así que estaré revelando algunas cosillas de ella, pero nada como para arruinarles la sorpresa. Claro, si los de Cartoon Network se dignan pasarla en Latinoamérica...QUE ES ESO DE CAMBIAR LOS TEEN TITANS POR BETTY ATOMICA! PROTESTO!

Tercera, este capítulo esta mayoritariamente centrado en Cyborg, estoy basándome en el formato de la serie, que hay capitulos centrados en un personaje, o en equipo. ME QUEDO BIEN BELLO! SOY FAN DE CY! A mi si me gusto, no se a ustedes que les parezca pero yo estoy bastante conforme con el. Sesshomaru (Si wey, TU), lo siento mucho pero ni modo. Ya te dije que asi va a ser. Consuelate con que lo vas a ver sufrir a lo largo de la historia.

Muchas gracias a mis reviewers. MI AUTOESTIMA ESTA ALTA! WEEEE!

Y UN AGRADECIMIENTO MUY ESPECIAL A SHOUGO AMAKUSA! DE MI TE ACUERDAS QUE VOY A IMPEDIR QUE LE HAGAS ALGO A MI SANO!

En fin. Hasta la proxima.

P.D. Fans de Robin y Red X, el sig, capitulo les va a gustar. Estense atentos!

Sayonara!