Una mañana común y corriente en la Torre-T, Cyborg ha decidido reunir a todo el equipo en su taller. El chico los ha citado alegando que tiene algo 'de suma importancia que discutir con ellos'. ¿Quiénes son para contradecirlo? Si Cyborg dice que tiene algo importante que decir, entonces es porque tiene algo importante que decir y punto.

El mayor de los titanes se aclaró la garganta para llamar la atención de los demás y sonrió victorioso al ver que la táctica había dado resultado.

"Chicos, estamos aquí reunidos por una razón, y esa razón es..."

"¡Quieres darte prisa, la maratón de Zombies de Ultratumba está a punto de empezar! ¡Tengo meses esperándola!" Chico Bestia chilló, ganándose una mirada molesta por parte de sus compañeros y un golpe en la cabeza cortesía de Daniela.

"Oops. Perdón." La chica sonrió inocentemente y Chico Bestia le sacó la lengua molesto.

"Como iba diciendo..." Cyborg remarcó, visiblemente molesto por la reciente interrupción. "Estamos aquí reunidos por una razón importante." El titán metálico comenzó a caminar en círculos. "Aparentemente alguien a decidido que tomar mi auto sin permiso es demasiado sencillo." Cyborg dijo obviamente reclamándole a cierta chica vestida de blanco. Daniela se hizo la de oídos sordos y miró sumamente interesada el piso en un intento de ignorar la pedrada que le acababa de ser lanzada. "Bueno, eso ya no va a suceder más." Cyborg se dirigió a su preciado bebé, y sonriendo como el padre más orgulloso del mundo, le dio una suave palmada en el techo. Sin aviso alguno cuatro tentáculos mecánicos emergieron de la carrocería, meciéndose amenazadoramente en contra de los chicos y asustando a uno que otro.

"¿Qué demonios es esa cosa?" Robin preguntó extrañado mientras uno de los tentáculos lo examinaba. Viendo de cerca el artefacto se pudo dar cuenta que tenía una cámara integrada en la punta.

"Este es mi nuevo Sistema Autodefensivo Robótico Armado. 'Sara' para quienes les tienen confianza." Cyborg miró con ojos soñadores su precioso auto, conducta que asustó un poco a los presentes. "Está diseñada para defenderse a sí misma de cualquier amenaza que no corresponda con mi rostro o timbre de voz. ¿No es una belleza?"

"Robin, puede que esté equivocada, ¿pero que no 'Sara' es un nombre para denominar a un terrícola del género femenino?" Starfire le susurró un tanto dudosa, pero Robin se encontraba lidiando con sus propias reacciones, un tic nervioso se había apoderado de su párpado.

"Nos trajiste hasta aquí para informarnos que acabas de ponerle nombre a tu auto." Raven afirmó más que preguntar. Justo cuando creía que las cosas no se podían poner más raras en ese lugar...

"Viejo. Necesitas conseguirte una novia y con urgencia." Chico Bestia parpadeó sorprendido. Ni siquiera él llegaría a esos extremos.

"Bueno, si ella no insistiera en robar mi auto cada vez que le place, ¡yo no tendría que recurrir a métodos como éste!" Cyborg apuntó de forma recriminativa y directa a Daniela. Lógicamente la chica no iba a quedarse sin defensa alguna.

"¡Perdóname! ¡¿Pero qué se supone que haga!" Daniela se acercó a él desafiantemente. "Robin tiene motocicleta; Raven, Star y Chico Bestia pueden volar. Tu pasas más tiempo puliendo tu carcacha del que Raven pasa meditando, ¡¿Y yo qué! ¿Piensas que voy a caminar de aquí al centro de la ciudad y de regresó? ¡Pues adivina qué, Sr. Macho Todopoderoso! ¡EN-TUS-SUEÑOS!" La chica gritó haciendo uso de todo su repertorio de gestos faciales al tiempo que varias venitas en su cabeza estaban a punto de reventar. El resto de los chicos permanecía en su lugar observando la escena cómodamente mientras comían rosetas de maíz, espectáculos como este valen la pena verse.

"Si, como sea." Cyborg arqueó una ceja, acción que enfureció más a la chica y que casi le hace ganarse una lluvia de puñetazos por parte de Daniela. Afortunadamente el chico era notablemente superior en tamaño y fuerza y no tuvo problema en detenerla usando únicamente un solo dedo. "El punto es que Sara no es la razón por al que los traje aquí."

"¿No?" Los chicos dejaron lo que estaban asiendo, sorprendidos por esta última afirmación.

"¿No?" Daniela se detuvo y lo miró inquisitivamente.

"No. Si creía que era indiferente a su problema señorita, obviamente no me conoce lo suficiente." Cyborg le dijo a la chica de cabello castaño al retirarse a un pequeño cuarto anexo, dejando a Daniela tratando de comprender sus palabras. Cyborg regresó empujando algo de tamaño de tamaño mediano oculto bajo una manta hasta ellos. Los 4 titanes faltantes se acercaron impulsados por la curiosidad, y entre todos formaron un semicírculo alrededor del misterioso artefacto. "Damas y caballeros, les presento mi más reciente creación." Cyborg sonrió mientras su ego alcanzaba alturas estratosféricas al remover la manta y revelar aquello en lo que había gastado tanto tiempo.

Los ojos verdes de Daniela casi se salen de sus órbitas al ver frente a ella la más preciosa motocicleta que había visto en toda su vida: pintada de blanco brillante con toques de verde metálico y el motor de cromo más impresionante que se pudiera imaginar.

"Chicos, les presento la Motocicleta S." Cyborg dijo haciéndose a un lado para que Daniela pudiera inspeccionarla.

"¿P-p-p-para mí?" Daniela balbuceó, arrepintiéndose inmediatamente de toda le escenita que le había armado hace poco. Cyborg asintió y ella saltó sobre el vehículo examinándolo.

"¡Qué hermoso vehículo has creado!" Starfire gritó emocionada y se unió a Daniela.

"Tengo que admitirlo Cy, te luciste esta vez." Robin observaba interesado los tubos de escape de la motocicleta.

"Buen trabajo." Incluso Raven lo felicitó. Curiosamente, Chico Bestia permaneció en su lugar inmóvil mirando al vacío.

"No puedo creerlo..." El chico murmuró. "Yo tengo siglos rogando por una motocicleta...tuve que trabajar en un restaurante de carnes por que él no me la quisiste construir... y entonces ella roba el auto y él decide volverse mecánico de tiempo completo... ¡Qué ya no existe la justicia en este mundo!" Chico Bestia estalló en llanto al ver su más ferviente deseo en manos de la mujer.

"Deja de quejarte. Dudo mucho que siquiera alcances los pedales." Raven le dijo, haciendo que el pobre Chico Bestia llorara a cascadas incontrolables.

"No se que decir..." Daniela estaba completamente abrumada. "¡Muchas gracias! ¡Juro que podría besarte!" Daniela saltó sobre Cyborg y lo abrazó fuertemente, haciendo que el joven se sonrojara.

"Bueno, si insistes..." Cyborg rió un tanto nervioso, secretamente rezando porque la chica cumpliera su propuesta. En vez de eso Daniela regresó a embelesarse con el brillo de cromo, dejando al pobre Cy solamente con el deseo de que aquello sucediera alguna vez.

"Creo que eso deja todo muy en claro." Robin se acercó a Chico Bestia sosteniendo su barbilla entre una mano. El chico verde sollozó una vez y miró a su líder sin comprender sus palabras.

"¿Qué quieres decir?" Chico Bestia lo miró con ojos los ojos llorozos y un poco de moco escurriéndole de la nariz. Robin retrocedió un poco y le dio un pañuelo desechable, que Chico Bestia no tardó en usar.

"¿Qué no es obvio?" Robin miró de una forma un tanto traviesa a los demás, centrándose específicamente en la expresión de Cyborg al observar a cierta compañera en particular.

"Ohhh..." Chico Bestia exclamó al fin entendiendo lo que Robin estaba intentando decir. "Yo llevo ya algo de tiempo sospechando que ahí hay algo raro, pero esto lo confirma totalmente." La misma mirada se apoderó de sus ojos.

"¿Qué recomiendas?" Robin le preguntó, un poco de maldad oculta en su voz.

"Que sufra." Chico Bestia se frotó las manos con malicia. "De esta no se escapa tan fácil." Los dos chicos chocaron las manos mientras pensaban en la mejor manera de sacarle provecho a su ahora comprobado presentimiento.

Un potencial romance entre dos titanes. ¿Acaso existe algo mejor que observar un pobre enamorado en sus intentos de conquistar a su amor imposible?

Si.

Torturar al pobre enamorado mientras intenta conquistar a su amor imposible.

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Capítulo cinco: Crónicas del corazón roto de una cafetera gigante

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Para celebrar los chicos habían decidido ir por un poco de pizza a la ciudad. Así que ahí estaban en su pizzería favorito, sentados en su mesa preferida, mientras Daniela seguía hipnotizado por el brillo de su nuevo vehículo.

"Mira que bonito se ve..." La chica dijo embobada mientras observaba su motocicleta estacionada en la entrada, comentario que hizo sonreír orgulloso a Cyborg. Cuando el chico era estudiante, uno de sus amigos le había dicho que el mejor modo de llegar al corazón de una mujer era por medio del 'bling bling'. Si el tipo aquel tenía razón o no, no le importaba, pero por el momento la jugada le estaba saliendo muy bien.

Robin y Chico Bestia se dirigieron una mirada en complicidad, esperando el momento adecuado para atacar.

"La comida ya se tardó." Raven dijo secamente. Esperar tanto significaba quedarse bajo el sol, tanto sol no era bueno si quería conservar el peculiar tono de su piel.

"Yo iré a ver que pasa." Cyborg se puso de pie.

"¡Nosotros iremos contigo!" Robin y Chico Bestia lo siguieron más rápido que balas. Cyborg los miró algo confundido cuando los chicos se posaron cada uno a un costado suyo, con una sonrisa amplia que llegaba de oreja a oreja en sus rostros.

"Y dinos Cy, ¿nada nuevo en tu vida?" Robin arqueó una ceja.

"Uhh..."

"Como... ¿una razón en especial para haberte pasado tantas noches construyendo una motocicleta para cierta personita sentada..."Chico Bestia continuó, y entonces el y Robin apuntaron para donde estaban las chicas, específicamente la joven Santos.

Cyborg pasó saliva con dificultad al comprender que estos dos estaban a punto de cobrárselas todas las que les había hecho. Para desgracia del chico de metal, la lista era bastante larga.

"Esto va a llevar tiempo, ¿cierto?"

"Oh si."

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"¿Ya les hice notar lo hermosa que se ve mi motocicleta bajo el sol del mediodía?"

"16 veces." Raven respondió aburrida. Con Daniela en su propio mundo y Starfire deleitando la mostaza, cualquier posibilidad de una conversación inteligente se había desvanecido.

Un chico entró al lugar buscando una mesa. Unos 17 años aproximadamente. No muy alto ni musculoso, más bien un tanto atlético. Su largo cabello castaño le llegaba hasta los hombros, y dos mechones le caían por sobre la frente cubriendo parcialmente sus ojos cafés. Iba vistiendo de manera muy sencilla, un pantalón de mezclilla y una discreta camiseta gris. El chico era bastante atractivo, cosa que hasta las empleadas no tardaron en notar.

"Ay Dios... que me parta un rayo de una vez..." Daniela murmuró y su rostro se tornó del color de piel de Raven en instantes.

"¿Te sucede algo amiga Daniela?" Starfire preguntó ante la repentina condición de su amiga.

"Saben, como que me estoy sintiendo mal, ¿y si mejor nos vamos?" Dijo impaciente mientras poco a poco se deslizaba bajo de la mesa.

El chico volteó e hizo contacto visual con ella, sonriendo alegremente se empezó a acercar.

"Mejor voy a ver porque tardan tanto los demás." Raven se puso de pie, dejando a Daniela completamente expuesta en su escondite.

"¡No! ¡Raven! ¡No te vayas!" La chica imploró, pero sus suplicas no dieron resultado, Raven ya iba entrando al local para buscar a Robin y el resto del equipo. Daniela volteó desesperada a todos lados buscando un lugar donde refugiarse, pero el hombre ya estaba frente a ella. Se agachó y la miro fijamente a los ojos. "H-h-h-hola..." Dijo sonriendo forzadamente mientras golpeaba el suelo rogando para que se abriera y la tragara viva de una vez.

"De todos los lugares en el mundo, este es el último en que pensé que te iba a encontrar."

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"¡Vamos Cy! ¡Solo admítelo y te dejaremos en paz!" Robin y Chico Bestia provocaban a Cyborg recargados en una ventana, muy lejos de la recepción en la que ya tenían su orden lista.

"¿Admitir qué?" Cyborg dijo disimuladamente mirando al techo.

"¡No te hagas el gracioso!" Chico Bestia intentó darle un codazo en las costillas, solamente que fue él quien termino adolorido al golpearse contra el abdomen metálico.

"Se puede saber que están haciendo aquí." Raven los miró fijamente esperando una respuesta al ver en el monitor de la cocina el número de su orden parpadeando una y otra vez.

"Bueno...nosotros...y pues... ¿alguien tiene una buen excusa?" Chico Bestia balbuceó. Raven alzó los ojos al cielo y fue a recoger la orden.

"Intentamos hacer que Cyborg confiese algo." Robin dijo conservando su actitud calmada de siempre.

"¿Qué cosa? ¿Que le gusta Daniela?" Raven dijo sin darle importancia acercándose a ellos con las cajas de pizza en los brazos. Robin y Chico Bestia estallaron en carcajadas mientras Cyborg se quedó petrificado.

"¡¿Tú también sospechaste, cierto!" Chico Bestia intentó tomar aire, sin mucho éxito se colapsó en el suelo y comenzó a rodar sosteniéndose el abdomen que ya le comenzaba a doler de reírse tanto.

"No. Lo sentí. Por si no lo recordaban soy empática trío de genios." Raven arqueó una ceja.

"¡Bueno! ¡Empática o no, eso es mentira!" Cyborg exclamó intentando ocultar la eminente realidad. Chico Bestia y Robin miraron a Raven con una sonrisa malvada y la chica comprendió lo que habían estado haciendo.

Hora de cobrarse las manchas de aceite en su capa.

"Bueno. Si es mentira entonces no te va a importar que esté hablando con aquel chico."

"¿Chico? ¿Cuál chico?" Los tres titanes varones voltearon hacia donde estaba su mesa y se sorprendieron un poco al ver a Star y Dani sentadas con este desconocido riendo felizmente.

"Por qué habría de importarme." Cyborg se cruzó de brazos en un intento de hacerse el indiferente.

"¡Oh! ¡Amigos! ¡Vengan pronto!" Star se apoyó en la mesa y le indicó a los cuatro titanes que se acercaran rápido con un gesto de su brazo. "¡Permítanme presentarles a mi nuevo amigo!"

"Eduardo Santibañez, para servirles." El chico se puso de pie extendiéndoles la mano cortésmente.

"Mucho gusto Eduardo, soy Robin." Robin le dio la mano y luego se hizo a un lado para que los demás se pudieran presentar.

"Cyborg." El titán metálico dijo cortantemente, pero al sentir tres pares de ojos sobre él le dio la mano renuentemente y tomó asiento.

"Díganme Eddie. Así es que la Dani me dice." Dijo tomando asiento junto a la chica mencionada. "¿Cierto?" Daniela asintió y se mordió el labio inferior desviando la mirada y suprimiendo un sonrojo.

"Vaya, entonces se conocen de antes." Chico Bestia se mostró interesado. "¿Se puede saber de donde?"

"Ah...pues..." Daniela se puso un tanto nerviosa. Cyborg tomó su vaso tamaño extra grande y le dio un gran sorbo mientras analizaba la situación.

"Esta bien Dani, ya lo superé." Eddie rió alegremente.

"Bueno...de Los Ángeles."

"Si, soy su ex novio, ¿cierto 'amor'?" El chico dijo juguetonamente terminando su oración en español. Raven, Robin y Chico Bestia se quedaron sin palabras. El día que habían decidido empezar la operación "Torturemos a Cy", el ex novio de la chica se aparece.

"Robin, ¿qué quiere decir con ' ex novio'? No conozco esa palabra." Starfire le preguntó.

"Significa que tuvieron una relación del tipo romántica." Robin respondió, sin quitar los ojos de la expresión de Cyborg.

"La justicia si existe después de todo." Chico Bestia rió entre dientes y le dirigió una miradita a Cy, quien de la impresión había apretado tan fuerte el vaso que había derramado su todo su contenido sobre su mano y estaba comenzando a gotear.

"Tengo que admitir que verla con ustedes me da mucho gusto chicos. Dani siempre sufrió porque se sentía como un fenómeno, ya saben, con esa cosa que hace con el sonido... El que haya encontrado un lugar donde encajar me hace muy feliz."

"Je je." Daniela se sonrojó un tanto más.

"Bueno, Eddie. ¿Qué es lo que estas haciendo en Jump City?" Cyborg intentó recobrar la compostura.

"Jaja, Mi jefe es tan tacaño que en vez de pagar un por un servicio de paquetería que mejor me paga la gasolina del viaje para ir a recoger sus encargos."

Daniela lo miró un tanto extrañada.

"¿Estás trabajando?"

"Aja. Tengo que empezar a ahorrar para mi fondo universitario, sabes que no puedo confiar en mi papá para eso...lo que me recuerda, ¿estás estudiando? No deberías dejar la escuela..." Eddie puso su mano sobre la de Daniela y la chica sonrió tímidamente.

"Si, ya se..." Dio mirando la mano sobre la suya.

"¡Tengo una idea! ¡Conozco un lugar donde se va a llevar a cabo una fiesta grandiosa esta noche! ¿Qué dices Dani? ¿Cómo en los viejos tiempo? Vamos todos, estoy seguro de que un pequeño escape de la presión de la vida de superhéroe les haría bien."

"¡Si! ¡Una fiesta!" Star soltó un emocionado grito saltando levemente en su lugar.

"Es una buena idea. Despejarnos un poco podría servirnos."

"¿Qué dices Cy?" Robin miró desafiantemente a Cyborg, ansioso por ver como reaccionaba.

"Claro. Porque no." Cyborg dijo entre dientes casi mordiéndose la lengua. Luego miró a Eddie susurrándole algo al oído a Daniela y apretó un puño debajo de la mesa tratando de soltar la tensión que sentía. Esto no le agradaba en lo más mínimo.

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La noche había llegado, y los titanes estaban listos para irse a la fiesta. Últimamente todo el asunto de Mirage y Slade les había causado varios problemas. Olvidarse de ellos por una noche y ser simplemente un grupo de adolescentes sonaba terriblemente tentador.

Además de que las cosas podían ponerse bastante interesantes con la presencia de cierto chico californiano por ahí.

"¿Dónde está? ¡Yo ya me quiero ir a la fiesta!" Chico Bestia preguntó mientras se sentaba en el cofre del auto-T.

"Dale tiempo. Obviamente está un tanto nerviosa por haberse encontrado con su ex. ¿Me pregunto quién habrá terminado a quién?"

"Saben. Ayer vi una situación como esta presentada en un programa televisivo. Al final de la velada los protagonistas volvían a revivir su amor. ¿Creen que eso pase esta noche con nuestra amiga?" Star preguntó con un brillo en sus ojos al pensar en las posibilidades. Por lo que veía en la televisión, aquellas parejas siempre terminaban felices. Lo que ella quería era que su amiga fuera feliz.

"No lo se Star." Cyborg respondió un tanto frío. "¿Por qué tarda tanto?"

"Tranquilo grandote. ¿No sabes que la belleza cuesta?" Daniela venía aproximándose. Curiosamente, mientras el resto de los titanes estaban acostumbrados a llevar acabo su vida social estrictamente en sus uniformes (nunca se sabe cuando se pueden necesitar), Daniela había optado por ser una simple civil esa noche. Vistiendo unos entallados pantalones de mezclilla y una blusa que dejaba su espalda totalmente al descubierto se unió al grupo.

"¡Te ves preciosa!" Starfire flotó hacia ella.

"¿Vas a ir con eso puesto?" Cyborg le preguntó. Daniela se sorprendió al detectar un poco de disgusto en su voz.

"¿Tiene algo de malo?"

"No. Nada. Entra al auto." Le dijo abriendo la puerta.

"La verdad quería llevar mi motocicleta..."

"Como quieras." Cyborg entró y cerró la puerta fuertemente. ¿Iba a llevar su creación para encontrarse con el niño bonito? Prefería dársela a Chico Bestia.

"¿Qué le pasa?" Dani le preguntó desconcertada a Star, que le respondió encogiendo los hombros. El resto intentaba suprimir una risa y subieron al auto de una vez.

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"¡Dani!" Eddie le gritó agitando los brazos al verla acercándose en la motocicleta. La chica estaciono y se quitó el casco. Casi inmediatamente el resto llegó en el auto que se estacionó a un lado.

"¡Eddie!" La chica se bajó y lo abrazó cálidamente. Cyborg observó esto y gruñó para si mismo. "¿Listo para entrar?" Daniela lo tomó del brazo en un cambio radical de actitud comparada con la que había tenido con él en la mañana.

"¿Cuándo no lo he estado?" El chico contestó con una sonrisa.

"Veo chispas volando esta noche..." Chico Bestia canturreó lo suficientemente fuerte como para que Cyborg lo escuchara.

"¡Es justo como en el programa televisivo!" Star saltó emocionada. "¡Ahora entraran y mientras realizan una danza recordarán los momentos vividos juntos en el pasado!"

"No me estas ayudando Star..." Cyborg murmuró entrando al local.

"¿Dijiste algo Cyborg?"

"Nada."

El grupo de jóvenes entró al club donde la fiesta se estaba llevando a cabo. El lugar estaba lleno pues era la noche de todas las edades y apenas había lugar para moverse con libertad. La gente se sorprendió un poco al ver a los titanes entrar, pero en poco tiempo regresaron a sus actividades.

"Recuérdenme porque pensé que el venir aquí iba a ser una buena idea." Raven preguntó arrepintiéndose al tener la estrepitosa música, las molestas luces y el bullicio de la gente sobre ella.

"Porque estamos en una misión secreta. ¿No quieres vengarte de cuando Cyborg desacomodó todos tus libros buscando el control remoto? La cubierta de tu libo de Azarath se rayó..." Chico Bestia le susurró.

"Cierto. Supongo que una noche no me matará."

"Preciosa, ¿quieres bailar?" Un chico se acercó a Raven, pero la hechicera utilizó sus poderes para transportarlo fuera del lugar. "No."

"Creo que me quedaré contigo..." Chico Bestia dijo con una enorme gota de sudor sobre su cabeza.

"Star, ¿quieres bailar un poco?" Robin preguntó con un leve sonrojo en su rostro. Para el regocijo del chico la tamaraniana aceptó inmediatamente y ambos se dirigieron a la pista de baile.

"¿Seguimos el ejemplo?" Eddie le dijo a Daniela y ambos se unieron al grupo que estaba bailando.

Un chico con un vaso de ponche se pasó cerca de Cyborg, y el titán se lo arrebató de un solo movimiento.

"¡Oye!"

"Créeme, lo necesito más que tú." Fue su corta respuesta antes de empinarse el trago de una sola vez y prensar el vaso. El chico se asustó y salió corriendo.

"¿Celoso?" Raven le preguntó.

"Ni un poco." Fue su respuesta. Divisando un par de chicas que platicaban, Cyborg se acercó para preguntarles si querían bailar. Las chicas aceptaron, y por una 'misteriosa' petición del chico se colocaron en un punto en el que podía observar sin problema a la pareja venida directo desde California.

"Celoso." Raven y Chico Bestia dijeron al unísono.

Eddie y Daniela parecían estar pasando el momento de sus vidas mientras bailaban al ritmo agresivo del reggeaton. Daniela sonrió traviesamente y Eddie colocó sus manos sobre sus caderas mientras ambos se dejaban llevar por la música. En ningún momento Cyborg le quitó los ojos de encima...

La noche pasó, y sin ninguna otra señal de alerta, Cy se comenzó a convencer a sí mismo que no había nada que temer. Solo eran un par de amigos que estaban felices de haberse encontrado. Ahora que lo pensaba no le quedaba más opción que reírse de sí mismo, jamás pensó que pudiese llegar a ser tan celoso.

"Oye Cyborg, ¿no has visto a Daniela?" Chico Bestia se acercó y Cy lo miró con fastidio por interrumpirlo mientras bailaba. "No, es en serio. No la he visto desde hace varios minutos..."

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"Con que Joven Titán..." Eddie y Daniela habían salido del club y conversaban en el estacionamiento sentados en la cajuela del auto de Eddie.

"Si, quién lo diría..." La chica rió. Eddie tomó un sorbo del vaso que llevaba y el olor a alcohol llegó a la nariz de Daniela.

"¿Quieres?"

"No gracias. Ya lo dejé."

"Bien por ti. Es malo para la salud." Sonrió y tomó un cigarrillo del bolsillo de su camisa. "Supongo que también los dejaste." La chica asintió. "En realidad eres ahora 'Super Dani'." Eddie encendió el cigarrillo y se le llevó a la boca. "Dime, ¿cómo te ha tratado la vida últimamente?"

"Bien. No me puedo quejar." La chica dijo meciendo las piernas. "¿Y a ti?"

"Bien. Aunque las cosas no han sido las mismas sin ti..." Le dijo mirándola a los ojos.

"Eddie..."

"Pero que cosas estoy diciendo." Sonrió tristemente. Un silencio incómodo se apoderó de ellos. "Daniela, tengo algo que pedirte. Por favor no me digas que no..."

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"¿Tú crees que esté aquí?" Cyborg y Chico Bestia salieron del edificio para buscarlos y entraron al estacionamiento.

"Tal vez..." Cyborg dijo buscándolos con la mirada. "¡Mira! ¡Ahí están!" Dijo señalándolos cuando los vio sentados sobre el auto.

"Y están muy concentrados platicando. ¿No quieres escuchar?" Chico Bestia le dijo tomándolo por sorpresa.

"¡¿Qué!"

"¡Anda! ¡Yo se que quieres hacerlo! ¡Ven!" Chico Bestia lo jaló y los dos se escondieron tras un auto cercano.

"No lo se Eddie..." Daniela le dijo dudosa. "Lo que me pides no es cualquier cosa..." Desvió la mirada.

"Por favor Dani. Te necesito, en realidad."

"Si claro, se dice fácil pero hacerlo es otra cosa."

Cyborg se sobresaltó al escuchar eso. ¿No estarían hablando de...?

"Solo será esta noche. Después no me volverás a ver jamás. Te lo prometo."

Oh Dios. Tal vez si era eso. O tal vez no...Cyborg quiso largarse de ahí, pero sus piernas parecieron inmovilizadas. Chico Bestia le hizo un gesto con el dedo de guardar silencio.

"Pero..."

"Por favor." Eddie tomó su rostro entre sus manos haciéndola que lo mirara a los ojos. "Solo por esta noche."

"Tengo que pensarlo."

"Quizá esto te ayude a pensar mejor..." Eddie se acercó a ella, presionando sus labios dulcemente contra los de ella. Daniela se sorprendió un poco e intentó separarse, pero por un momento se sintió de regreso en L.A., e inconscientemente correspondió el beso.

"Creo que esto fue una mala idea..." Chico Bestia susurró al ver que había llevado esto demasiado lejos cuando miró la expresión de dolor en el rostro de Cy. El chico se puso de pie silenciosamente aprovechando que la pareja estaba demasiado ocupada en otros asuntos como para darse cuenta de su presencia.

"Vámonos B. No tiene caso quedarnos aquí."

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Tonto. Cyborg repetía una y otra vez un su mente mientras enceraba su auto. Esa era su manera de lidiar con las cosas que le dolían, poner su mente y su corazón en otra actividad que lo alejara de su realidad: o eran los videojuegos, o era el entrenamiento, o era su querido automóvil. ¿Como pensaste que tenías una oportunidad?... ¿No te has visto en el espejo últimamente? ¿Por qué alguien se llegaría a fijar en ti?...

"Sara, enciende el radio." Cyborg ordenó y el radio del auto se encendió automáticamente La primera estación que sintonizó era una de música en español, y por lo poco que entendía del idioma, la canción que sonaba le recordaba a cierta chica latina que sin saberlo había tomado su corazón y lo había estrellado contra la dura realidad. "Cambia." Ordenó una y otra vez hasta que se hartó y decidió apagarlo.

Escuchó un par de pasos acercarse, pero no hizo nada al respecto. Si alguien tenía preguntas que hacer, simplemente los ignoraría. Aunque si era Chico Bestia, Raven o Robin no sabía como reaccionaría. Por lo menos esperaba que se hubieran divertido de él esa noche, después vendría una conversación bastante seria y fuerte...

"¿Cyborg?" Daniela entró. El chico sintió un nudo en la garganta al escucharla. "¿Todo está bien? Tú y B se fueron sin avisar. Raven y Star tuvieron que regresar volando y Robin tuvo que subirse conmigo en la motocicleta. Convencerlo de que fuera atrás no fue nada fácil." Se acercó a él pero Cyborg se negó a mirarla. No podía arriesgarse a mostrar lo que sentía en ese momento.

"Si, solo que tenía ganas de regresar. La música no era muy de mi agrado." Respondió. "¿Y Eddie?"

"Regresó a su motel." Daniela se veía como que tenía algo que decir. "De hecho...quería hablarte de él..."

"¿Ah si?"

"Si...Eddie me ha pedido que haga algo de lo que no estoy muy segura...pero siento que se lo debo, el fue el único que estuvo a mi lado cuando Mike murió, sin su apoyo no se donde estaría ahora. Siento que es mi deber retribuirle, por lo menos de esa manera..." Dijo preocupada.

"Ya veo." Cyborg dijo tomando un trapo para limpiarse las manos. "... ¿y porque vienes a contarme estas cosas?..." Cyborg le dijo sin poder ocultar el resentimiento en su voz.

"¿Por qué? Porque eres mi amigo, por eso."

Cyborg sintió el dolor más agudo en el pecho que hubiese sentido nunca. Las palabras de Daniela le hicieron ver las cosas por lo que en realidad eran: solo amigos. No tenía derecho a estar molesto con ella, ni a tratarla del modo que estaba haciendo.

Aunque controlar sus emociones no era precisamente su fuerte.

"Es tu decisión. No deberías venir a decirme eso. Hagas lo que hagas, lidia tú con ello." Cyborg la miró con frialdad, hiriéndola gravemente.

"Vaya, gracias por dejarme las cosas en claro." Dijo molesta, y dándole la espalda se fue.

Cyborg suspiró mirando el suelo. Lo que le había dicho estaba mal, pero si estaba pensando en hacer lo que él creía, no quería tener nada que ver con ello.

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"Idiota." Daniela caminaba por los pasillos furiosa y dolida. Cuando el la había necesitado ella había estado ahí para él. Ahora que ella era quien necesitaba consejo, actuaba como si fuese su peor enemiga. Por si fuera poco la petición de Eddie no dejaba de darle vueltas en la cabeza, no sabía que hacer...

"¿Daniela?" Starfire se encontró con ella en el pasillo. "¿Te ocurre algo? Tu rostro no se ve en su mejor condición..."

"Star, necesito hablar contigo."

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"Me siento mal." Chico Bestia dijo tirado en el sillón. Raven y Robin estaban con él.

"Creo que llevamos esto demasiado lejos."

"Júramelo." Raven dijo con sarcasmo sirviéndose un poco de té.

"¿Deberíamos hablar con él?"

"No lo se."

"Decídete ya, por que ahí viene." Cyborg había entrado a la cocina para tomar algo de comer, pero al verlos ahí decidió retirarse. Ellos eran las últimas personas que necesitaba ver en ese momento.

"Cy, nosotros..."

"¡Amigos!" Starfire irrumpió sumamente alterada. "¡Nuestra amiga Daniela! ¡Creo que está en peligro!"

"¿Qué sucede?" Robin se acercó.

"Recurrió a mi por consejo respecto a una solicitud hecha a su persona...creo que Eddie quiere hacer algo que es incorrecto." La tamaraniana le dijo preocupada al lider.

"Ya está lo suficientemente grandecita como para decidir por si misma." Cyborg dijo a punto de retirarse.

"¡Cyborg! ¡Cómo dices esas cosas!"

"Star, tranquilízate y dime que sucede." La chica asintió.

"Robin, dime, ¿qué son 'metanfetaminas'?" Star preguntó antes de seguir. Los demás se sorprendieron al escucharla.

"¿Qué dijiste Star?" Cyborg se acercó lentamente.

"Metanfetaminas. Daniela las mencionó en la conversación que tuvimos."

"Oigan..." Chico Bestia miró a través de la ventana como Daniela se alejaba en su motocicleta.

"Titanes, tenemos que averiguar que esta sucediendo aquí." Robin ordenó, y Cyborg fue el primero en salir de la habitación.

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Alguien llamó a la puerta de la habitación del motel en la que Eddie se hospedaba. El chico se acercó y abrió la puerta, sonriendo complacido al ver a la mujer frente a él.

"Me alegra que hayas decidido venir."

"Cállate y déjame pasar." Daniela lo miró fríamente. "Sólo esta vez y te olvidas de mí, ¿capish?" El chico asintió y la dejo pasar.

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"No puede encontrarla. No responde su intercomunicador." Starfire dijo desde el asiento trasero mientras intentaban localizar a su amiga.

"Déjamelo a mí." Cyborg dijo determinantemente. "Sara, localización de la motocicleta-S"

"Coordenadas 3354-7895-183. Motel Sunset Inn en la calle Palms." Una voz robótica provino de la consola de control.

"¿Esa cosa habla?"

"Ese es el motel en el que Eduardo se hospeda." Raven interrumpió a Chico Bestia. Cyborg apretó con fuerza el volante, haciéndoles perder el control por un instante.

"Andando." Dijo furioso. "¡Sara! ¡Modalidad turbo!" Los tubos de escape se transformaron en unas enormes turbinas dándole un impulso enorme al auto. "Si ese infeliz se atreve a hacerle algo..." Cyborg rezaba por que llegaran a tiempo antes de que cualquier cosa sucediera.

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"¿Lista?" Eddie le preguntó a Daniela, que estaba sentada en la cama.

"Si." La chica dijo. Entonces Eddie abrió la puerta. Tres hombres estaban del otro lado, y uno de ellos tenía un maletín negro en brazos.

"Caballeros, adelante." Los hombres entraron, sobresaltándose al ver a Daniela dentro. Afortunadamente no la reconocieron por la ropa que llevaba puesta. "Tranquilos, viene conmigo. No corren ningún peligro."

"¿Seguro?" Uno de los hombres preguntó listo para desenfundar un arma.

"Pueden darse prisa. No tengo todo su tiempo. Muéstrenme la mercancía." Daniela se puso de pie y caminó hasta una mesita cercana. El hombre del maletín se acercó a ella y lo abrió, revelándole el contenido empaquetado en pequeñas bolsas plásticas. Daniela tomó uno y lo vio contra luz. "Es auténtica. Dale el dinero."

Eddie sonrió aliviado, y abriendo uno de los cajones del buró junto su cama sacó un enorme fajo de billetes.

"Caballeros, fue un placer hacer negocios con ustedes." Sonrió y se acercó a Daniela. "Gracias." Le susurró. "Sin tu ayuda y me lograban engañar, era hombre muerto de regreso en L.A."

Daniela desvió la mirada.

"Lárguense de una vez." Dijo molesta indicándoles que se fueran. Los hombres le dieron la espalda, y entonces ella...

"Alto ahí." Cualquier movimiento que hubiesen intentado hacer se vio bloqueado por el grupo de jóvenes que tumbaron la puerta y les apuntaban bloqueándoles el paso.

"Mala idea haber venido a nuestra ciudad a buscar problemas." Robin le dijo directamente a Eddie, y el chico retrocedió un poco.

"¡¿Qué están haciendo aquí!" Daniela gritó. "¡Star! ¡Te pedí que no dijeras nada!"

Los hombres que traían las mentafetaminas sacaron sus armas dispuestos a disparar y los titanes comenzaron a defenderse. Daniela tomó acción y creando un chillido ensordecedor logró evitar que dispararan. Eddie, que ya estaba acostumbrado a las habilidades de Daniela aprovechó la distracción para huir, pasando por en medio de los titanes.

"¡Eddie!" Daniela corrió tras él.

"Eso quisieras, niño bonito." Cyborg fue tras ellos.

"¡Eddie! ¡No me obligues a lastimarte!" Daniela volvió a gritar pero él no se detuvo. Tomó impulso y se lanzó sobre él, logrando tirarlo.

"¿Cómo pudiste?" La miró a los ojos.

"¿Cómo pude? ¡Cómo pudiste tú pedirme algo así cuando sabes más que nadie lo que he sufrido por cosas como esa!" Daniela le gritó, lágrimas cayendo de sus ojos. "¡Cómo pudiste regresar a trabajar para ellos! ¡Cómo pudiste traicionarme así!"

"¡Yo no te traicioné!" Teniendo la ventaja en fuerza física, Eddie invirtió posiciones con ella, teniéndola ahora aprisionada bajo su cuerpo. "Todo se trata de sobrevivencia. Tú misma lo dijiste una vez, ¿o a caso se te olvida que de ti aprendí todo lo que sé?"

"Entrégate por favor. Estarás más seguro en una cárcel aquí que de regreso a L.A. con las manos vacías."

"¿Eso era lo que pretendías? ¿Conseguir evidencia en contra mía para mandarme encerrar?"

"¡Es lo mejor para ti!"

"¿¡Lo mejor? ¡Y me acusas de haberte traicionado! ¡Primero muerto antes que pisar una celda! ¿Por qué haces esto? ¡Debiste de haberme ayudado! ¡Me lo debes! ¡Yo fui el único que estuvo ahí cuando lo necesitaste!"

"¡Ya no soy quien era antes!" Daniela lo hizo rodar recuperando el control.

"¡Mientes! ¡Sigues siendo la misma tramposa y criminal mujer de las calles! ¡La razón por la que te afectó tanto el verme fue que no soportaste que tu verdadero yo hubiera venido a cazarte ahora que juegas con los chicos buenos!" Eddie se colocó sobre ella una vez más. "¿Qué no lo entiendes? ¡No puedes ser una de ellos! ¡Jamás lo serás! ¡Todos en L.A lo saben! ¡Yo lo sé!" Eddie levantó el puño contra ella dispuesto a golpearla. "Y estoy seguro que en el fondo tu también lo sabes."

"¡Mientes!" Daniela cerró los ojos esperando el golpe mientras lágrimas seguían cayendo.

"Le pones una mano encima y yo mismo te la voy a cortar."

"¡¿Qué!" Cyborg tomó a Eddie por el cuello de la camisa y lo golpeó tan fuerte en la cara, que el chico fue lanzado contra el piso, cayendo inconsciente. "¿Estás bien?" Cyborg se inclinó hacia ella. Daniela se lanzó a su pecho y comenzó a llorar desconsoladamente. "Tranquila, ya paso..." Cyborg la abrazó.

"¿Y si tiene razón?..." Daniela dijo entre sollozos. "¿Y si nunca puedo dejar atrás lo que fui?"

"Tu sabes que eso no es así." Le dijo acariciándole el pelo. Pronto varias patrullas llegaron el lugar. Cyborg dejó que las autoridades se encargaran del resto.

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"¿¡Pero que te hizo decidir hacer esto tu sola?" Los titanes exigían una explicación de lo ocurrido, y no era para menos.

"Cuando Edd...Eduardo dijo que estaba trabajando, supe inmediatamente lo que se traía entre manos. Yo lo entrené, si existe alguien capaz de descifrarlo en un segundo soy yo. Decidí seguirle el juego para ver a donde llevaba. Cuando me pidió que lo ayudara a verificar la calidad de la droga, dude mucho, pero vi que esa era mi oportunidad. Si hacía el trabajo mal seguramente lo matarían al regresar a Los Ángeles. Lo mejor era encerrarlo."

"¿Por qué no nos dijiste nada?"

"Porque iban a intentar hacer algo...justo como lo hicieron."Daniela miró a sus compañeros. "Esta era mi batalla, no quería involucrar a nadie más..." Su semblante serio cambio por una de sus mejores sonrisas. "Pero se los agradezco, eso demuestra que si se preocupan por mí después de todo."

"Pues es un alivio saber que todo esta bien contigo y no ibas a hacer ninguna tontería."

"Aunque técnicamente la hiciste." Raven completó la oración de Robin.

"¿Podrás perdonarme por haber roto el lazo de confianza que me otorgaste?" Starfire se acercó, y Daniela la abrazó.

"Star, lección número 33 del lenguaje callejero: las cosas obvias no se preguntan." La tamaraniana sonrió ampliamente y le regresó el abrazo muy a su manera. "¡Star! ¡Me estoy quedando sin aire!"

Star la soltó finalmente.

"¿Saben lo más gracioso de todo?" Chico Bestia dijo sonriendo mientras se acercaban al auto-T. "Que cuando Cyborg los vio besándose y hablando de esa manera tan sospechosa pensó que..." Chico Bestia se calló al ver a Cyborg haciéndole gestos de que cerrara la boca.

"Perdón, tal vez escuché mal... ¿cuándo Cyborg qué?" Daniela preguntó comenzando a molestarse.

"Nada." Chico Bestia se transformó en armadillo y se enrolló en su caparazón.

"¿Cuándo los vio besándose? Se supone que estábamos solos..." Daniela volteó a ver a Cyborg. "¿Me estuviste espiando?" Le preguntó firmemente.

"¿Yo? ¡Por qué iba a espiarte!" El chico retrocedió mientras Daniela lo acorralaba contra el auto-T. Rió asustado ante la situación y miró de una forma rápida y asesina a Chico Bestia por haberlo metido en este problema.

"¡Si me estabas espiando! ¡No puedo creerlo! ¡De Chico Bestia se espera! ¡Pero de ti!" Daniela se acercó amenazadoramente hasta que la espalda del chico tocó la carrocería del auto. "¡Sara! ¡Hazme el favor!"

Los tentáculos mecánicos emergieron aprisionando a su creador y privándolo de movilidad alguna.

"¿Sara? ¡Cómo hiciste eso!" Cyborg gritó tratando de liberarse. Daniela colocó sus manos en sus caderas desafiantemente y levantó las cejas. Detrás de ella los titanes intentaban no reírse por lo sucedido.

"Un sistema de seguridad de autos sigue siendo lo mismo no importa cuanto lo modifiques. Hasta el momento no hay uno solo que me haya podido derrotar. La motocicleta es genial, pero no tiene cajuela, así que mientras tanto Sara y yo nos haremos muy buenas amigas. ¿Comprendido?"

"¡Si! ¡Lo que digas! ¡Déjame ir!"

"No. Te vas a quedar ahí un rato hasta que pienses lo que hiciste." Daniela sonrió ampliamente. "Eres un gran amigo, pero todavía tienes detalles que pulir..." Se dio la media vuelta. "Vámonos Star." La chica tomó a Starfire del brazo y ambas se alejaron. "¿Qué te parece una ronda de mostaza? Cyborg invita, claro está, jeje..."

Cyborg se quedó inmóvil con el último comentario. ¿Qué había querido decir con eso?

"Mujeres. Nunca las voy a entender." Robin las miró confundido al irse. Sintió un escalofrío al sentir la mirada de Raven sobre él.

"¿Qué quisiste decir con eso?"

"Viejo..." Chico Bestia se acercó a Cyborg. "La tienes en la palma de la mano."

"¿Tú crees?" Cyborg preguntó un tanto soñado, sin darse cuenta lo que implicaban esas palabras.

Los titanes libres sonrieron en complicidad. "Digo, suponiendo que me interesase algo así..."

"Cyborg, estas perdido." Robin rió y se alejó también.

"¡Robin! ¿A dónde vas?"

"A casa." Respondió el chico maravilla. Raven y Chico Bestia lo siguieron.

"¡Me van a dejar aquí!" Cyborg gritó desesperado aún sin poder moverse.

"¿Y desafiar a la terrible Dani? Olvídalo viejo."

" ¡Chico Bestia!" Cyborg volvió a gritar. "¡Raven!"

"¡Alguien!"

Fin del capítulo 5

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WEE! Cinco capítulos! Pobrecito Cy, nadie lo respeta. Muy bien, este capítulo además de tratarse de la relación naciente entre cierto para tuvo algunos propósitos:

1.- Obviamente, tratar la relación entre Cyborg y Daniela. Quería dejar muy en claro el terreno que está pisando el chico. No hay nada más divertido y con más potencial que el amor unilateral, (que cruel me escuche Oo)

2.- Introducir a la motocicleta-S, y a 'Sara'! Jajajaja. Estoy segura que Cyborg es el tipo de psicopata obsesionado con su auto que hasta nombre le pone...un dato curioso. El nombre de Sara es un pequeño homenaje al verdadero interés amoroso de Cyborg en el comic: una chica rubia muy bonita llamada Sara Simm. Curiosamente Sara como que medio hace una aparicion en un capitulo de la cuarta temporada. Esta medio raro, Cyborg viaja en el tiempo y...pa que les digo, no les voy arruinar la sorpresa. Solo les digo que hasta beso en la boca recibe "Chispita" en ese episodio. SI GENTE! CYBORG ES EL UNICO TITAN QUE HA RECIBIDO UN BESO EN LOS LABIOS EN LA SERIE! Y PA QUE MAS LES GUSTTE DE DOS MUJERES DIFERENTES! A los que creian que Cyborg era un personaje sin chiste y perdedor con el genero femenino, les tengo dos palabras: BOO YA!

Y 3.- Dejar a Mirage descansar tantito. Necesita sus energias para el proximo capitulo. Por que? Porque la triste y tragica historia de otro de los titanes va a ser revelada...MUAHAHAHAHA! Estense pendientes.

Un saludo a mis lectores y reviewers! Yey!

Nos vemos en la proxima entrega. Adios!