Hola a todos x3. Antes que nada quiero decirles que revisé el capítulo 7 y sí efectivamente se ve desastroso ¬¬. No se porqué _=P.

Nymphadora Tonks: sí, Sirius libre es lo mejor x3

Joyce Granger: ¿en serio está tierno? n_n me alegro, eso era lo que quería. Y si esa casa es lo más bacán x3 es que es perfecta *_* Y hablando de bacán...x3 Nos llegaron las vacaciones de fiestas patrias n_n

Ok, continuo con el fic x3

Harry ese día recibió muchos regalos, la mayoría de parte de Remus y Sirius, aunque también tuvo una selección de los mejores dulces muggles y mágicos, cortesía de Albus Dumbledore. Tuvo juguetes, caramelos, ropa y varios libros, de los cuales Harry no entendía mucho.

- ¿Y estos para que son?- Preguntó, señalando un libro llamado " Hechizos y Transformaciones básicos", otro titulado " Defensa: tomo 1" y otro que tenía escrito " Criaturas y Seres".

- Verás, Moony y yo decidimos que te daremos unas pequeñas lecciones. Te enseñaremos lo más simple ahora. La mayoría va a ser elemental y no práctico. A medida que vayas creciendo lo práctico aumentará. Dime ¿ te gusta la idea?

- ¡Claro! - Los ojos de Harry se iluminaron.- ¿Sabes Sirius? Mis tíos no me permitieron ir a jardín, dijeron que sería una vergüenza para ellos y para su "pequeño y hermoso" hijo que un anormal como yo estuviera ahí.

Sirius no soportó más. Esa era la gota que rebalsó el vaso ¡ Los Dursley estaban privando a Harry de la felicidad por todas partes! Trató de contenerse para no alarmar a Harry, pero le fue muy difícil.

- Harry tú sabes que no eres un anormal. Eres el mejor niño del mundo. Y ahora ¿Qué tal si bajamos y vamos a ver a Remus?

Harry asintió muy contento y comenzó a bajar las escaleras corriendo. Sirius mientras se preocupaba de que no se tropezase pensó "Nota mental: ir a visitar a los Dursley. Nota mental dos: que Remus me acompañe".

Se dirigieron a la cocina, donde escuchaban que se encontraba Remus. Harry entró y quedó boquiabierto. En la mesa había un magnífico pastel de chocolate con cinco velas, las cuales tenían llamas de diferentes colores.

- Feliz Cumpleaños Harry- Dijo Remus abrazándolo.

- Muchas gracias por todo Moony.- Dijo Harry mientas respondía el abrazo.

- ¿Y yo qué?- Inquirió Sirius, con un tono ofendido.

- Tú también Padfoot.- Respondió Harry, mientras seguía abrazado de Remus.

- ¿Sabes Harry? Creo que Moony te influencia demasiado.

No pudieron seguir conversando porque escucharon que alguien tocaba el timbre.

- Que extraño. Si no sabe nadie que ustedes se han mudado acá.- Comentó Remus mientras iba a ver quién era.

- Nos- Le corrigió Sirius.

- De ahí hablaremos ese tema Sirius- Respondió él diciéndole claramente que lo hablarían después.

Sirius tan sólo murmuró algunas cosas por debajo de su respiración. Moony antes de abrir la puerta se detuvo.

- ¿Qué sucede? - preguntaron Harry y Sirius.

- Ese olor... - Remus sonrió y sacó su varita.

- ¿Qué olor? ... Tú y tu olfato de lobo.- Dijo Sirius irritado.

- Sirius ese es el clásico aroma de cuando no hay intenciones muy buenas.- Le informó con una sonrisa traviesa.

- ¿Bombas fétidas?- A Sirius se le iluminaron los ojos.- ¿Pero quién?

- Eso lo sabremos enseguida Padfoot. Es hora de que los Merodeadores les enseñen que nadie se mete con ellos.

Sirius asintió y sacó también su varita. Murmuró algo hacia Harry y este sintió un extraño cosquilleo pero sin entender la razón.

- A la cuenta de tres...

1...

2...

- ¡Tres!- Ambos abrieron la puerta de un golpe y lanzaron un hechizo a un punto determinado, desde el cual apareció una pequeña cortina de humo verde. Sirius y Remus tenían sendas sonrisas en el rostro mientras oían toser a los que hicieron la broma.

Y no fue lo único que escucharon.

O vieron.

- ¡Otra vez con bombas fétidas! ¡Es el colmo! ¡Pero al parecer alguien les ha hecho la broma a ustedes y bien merecido la tenían!- Una mujer, no muy alta, pero con una expresión furiosa y terrible, que haría temblar a cualquiera, se acercaba junto con un niño hacia donde provenían las voces.

- ¡Mamá! ¿Cómo nos dices eso, viendo en las pobres y lamentables condiciones que estamos?- Respondieron ofendidos dos niños, de no más de siete años.

- ¡Van y le piden disculpas!

- ¿Nosotros? ¿Disculpas? ¡Pero si nosotros somos las víctimas!

- ¡AHORA!

Decidieron que no era conveniente seguir argumentando, por lo que, aun tosiendo, se dirigieron hacia junto a su madre y al otro niño, que debía ser su hermano. Sirius y Remus pusieron las caras más cordiales que encontraron, mientras disimulaban el hecho de que habían escuchado todo. Harry notó que los causantes de la broma eran unos gemelos y que el otro niño parecía más o menos de su edad.

- Eh... señores- Dijo uno de ellos.- Queríamos pedirle...

- ¿Cómo hicieron eso?- Preguntaron los dos al mismo tiempo, causando que su madre tuviera una expresión aún más horrible.

- ¡Fred, George, compórtense!- Estalló.- ¡Sean un buen ejemplo para su hermano Ron!

- Está bien. Señores... lo sentimos.

- No se preocupen- Contestó Remus.

- Discúlpenlos, son unos traviesos. Por cierto, no me he presentado. Mi nombre es Molly Weasley y estos son Fred, George y Ron.

- Mucho gusto- Dijo Remus.- Mi nombre es Remus Lupin, él es Sirius y Black y - señalando a Harry- Este es Harry Potter.

La reacción que tuvo ese nombre en ellos fue notoria. Los tres hermanos se miraron entre ellos, mientras que la madre, mantenía la compostura a como de lugar. Ellos no habían dejado de notar sin embargo, que ante la mención de Sirius había quedado algo reservada.

- ¿Gustan entrar?- ofreció Remus.- Supongo que serán nuestros vecinos(la expresión de Sirius fue de victoria), así que creo que sería bueno que nos conociéramos.

Molly miró con desconfianza a Sirius y quedó dubitativa, pero, al ver las caras que tenían sus hijos y Harry, se ablandó y asintió, murmurando un leve "gracias".

Entraron a la casa y la familia Weasley la miró con asombró. Se dirigieron a la sala de estar, donde les ofrecieron sentarse.

- ¿Algo de té?- preguntó Remus.

- Muchas gracias- Respondió Molly, algo cohibida.

- Por cierto, estabamos a punto de comer pastel ¿Desean un poco?- Inquirió Sirius, a lo cual recibió un unísono sí, por parte de los hijos Weasley.

Sirius y Remus fueron a la cocina y volvieron con una bandeja con tazas y el pastel. Ron, notó que tenía velas, por lo cual preguntó tímidamente:

- ¿Quién está de cumpleaños?

- Yo.- Dijo Harry, con un tono similar a Ron.

- Eso es maravilloso Harry.- Dijo Molly, quien parecía fascinada con Harry- ¿Cuántos años cumples?

- Cinco señora.

- Eso quiere decir que tienes la misma edad que Ron. Los gemelos tienen siete años, y son unos verdaderos...- Molly no pudo continuar porque uno de los gemelos, Fred o George, no sabían cual, la interrumpió:

- Angelitos, somos lo más adorable de esta tierra.

Molly, omitió ese comentario por parte de los gemelos y felicitó a Harry, quien agradeció tímidamente, mientras se sonrojaba.

- Muy bien, que tal si pides tres deseos y apagas las velas.- Dijo Sirius, sin notar la extraña mirada que le dirigía Molly.

Harry puso aspecto de concentración, asintió con la cabeza y sopló las velas. Sirius y Remus lo felicitaron y abrazaron, mientras que este sonreía nerviosamente.

- Harry ¿Por qué no le enseñas tu habitación a Ron, Fred y George?- Sugirió Remus a lo cual Harry miró a Sirius quien asintió. Harry se paró y les pidió a los hermanos Weasley que lo acompañaran. Estos, lo siguieron muy animados.

- Y bien- Comenzó Molly, tras un largo silencio, que era opacado por las risas que venían del piso superior..- ¿Cómo fue que consiguió la tutoría de Harry?- Tenía un tono extraño en la voz, que Remus no comprendía.

Sirius la miró confundido.

- ¿Perdón?

- Ya le pregunté ¿Cómo un ex convicto como usted logró tener la custodia de Harry? - Se mantenía muy tranquila, mientras tomaba algo de té.

"Ah. La señora Weasley está desconfiando de Sirius. Instinto maternal" pensó Remus.

- Pero si soy inocente.- Dijo Sirius algo extrañado.

- Eso no importa. Sea inocente o no, usted es un ex convicto que escapó de la prisión de mayor seguridad del mundo mágico.- Su voz se elevó una octava más.

- Disculpe, pero sinceramente no entiendo. Yo soy inocente y fui nombrado tutor de Harry por James y Lily.

- ¿Y por qué en el Ministerio le concedieron ser su tutor? Usted estuvo tres años en prisión, mientras que Harry crecía en un ambiente tranquilo con sus tíos muggles.

Remus pensó que quizá esto se estaba saliendo de los límites.

- No fue mi culpa estar esos tres años en prisión.- Sirius aún mantenía la voz normal, aunque tenía los puños cerrados.

- Usted fue culpable, por que usted quería matar a Pettigrew. Y esa no es una conducta sana para alguien que hará el rol de padre.

- Pero yo soy el que está a cargo de Harry, yo le prometí a James y a Lily...

- Pero sin embargo logró cumplir su promesa en Azkaban ¿verdad?- Molly utilizó una voz fríamente irónica para decir este comentario.

- ¡Ya le dije que no fue mi culpa! ¡Además Harry debe vivir en un ambiente tranquilo, no con esos muggles!- Sirius se hallaba bastante pálido y no había notado que se hallaba de pie.

- ¿un ambiente tranquilo, verdad? - Molly se hallaba al borde de los gritos- Supongo que considera ambiente tranquilo una casa donde vive un ex convicto, del cual nadie sabe cómo escapó sin utilizar la magia Negra, y un licántropo - Remus se puso pálido y la miró con sorpresa. - Sí lo sé, eres un hombre lobo, lo supe cuando íbamos en el colegio. Yo en séptimo año y ustedes en primero. Y eso aumenta mi preocupación por Harry. Deberían haberlo dejado tranquilamente con los muggles...

- Suficiente- Dijo Sirius, temblando por la rabia- Esos muggles, esos...que supuestamente le darían un ambiente tranquilo, son los peores seres de la Tierra. Golpearon, humillaron y maltrataron de todas las formas posibles a Harry, y más encima lo echaron de su casa ¿Esos seres le darán tranquilidad? No lo creo. Cuando perseguí a Pettigrew estaba completamente ahogado por la rabia y la decepción, no pensé en nada. Estoy seguro, que usted hubiera reaccionado de igual manera. Yo jamás le haría daño a un niño.

Y sobre la licantropía de Remus. Él jamás le haría daño a un niño ni a nadie. Además ya se está comenzando a investigar una poción que lo ayudara. Él no presenta ningún riesgo para Harry, o para algunos de sus hijos.- Sirius volvió a sentarse, pero respirando agitadamente.

- Ustedes dos, cálmense. Sirius, sabes que la señora Weasley se encuentra preocupada por el bienestar de Harry, por nada más. Y usted - Mira a Molly, sonriendo serenamente.- Sirius es el mejor padre que Harry habría podido tener.- Al ver la cara alarmada de Sirius añadió- Claro, después de James. Y por mí no se preocupe, yo estaré encerrado cada vez que haya luna llena, soy bastante cuidadoso en ese aspecto.

Un tenso silencio cubrió el lugar.

- lo siento señora Weasley- Dijo Sirius después de un rato.- No debería haber reaccionado así.

- Yo también te pido disculpas Sirius. Jamás debí dudar que serías buen padre.- Molly le sonrió, tranquilizándolo definitivamente.

- Entonces- Remus dudó pro continuó de todas formas.- ¿Podremos ser vecinos y amigos?

- Claro - Molly sonrió.- De todas maneras, no creo que ellos- Señala hacia arriba- Quieran separarse. Al parecer ya se hicieron amigos.

Sirius y Remus asintieron mientras ambos tenían amables sonrisas en sus rostros. Sintieron pasos bajando las escaleras y pronto entraron los cuatro niños.

- Mamá ¿puedes creer que Harry tiene una escoba de juguete? - Preguntó Ron emocionado.

- Sí, y tiene varios peluches. Afortunadamente para Ron ninguno de ellos se transformará en araña.- Fred y George intercambiaron sonrisas traviesas mientras que las orejas de Ron se ponían del mismo color de su pelo.

- Debemos irnos niños- Dijo Molly- me contarán todo en casa.- Los tres lanzaron quejas sobre eso, pero ella se mantuvo impasible.- Su hermano Bill nos viene a visitar hoy, supongo que no querrán hacerlo esperar.

Las caras de los tres hermanos se iluminaron.

- Nos vemos Harry. Nos vemos señores Lupin, Black.- Dijeron los tres al unísono.

- Gusto en conocerlos- Dijo Molly, mientras se marchaban a una casa, no muy lejos de allí, que parecía mantenerse en pie por arte de magia.

Probablemente era así.

Sirius sonrió de manera extraña, haciendo que Remus lo mirara preocupado y Harry divertido. Pero él no notó eso.

"Al menos sé donde dejar a Harry cuando Remus y yo vayamos a visitar a los Dursley".