Speranza e Luce
-----
Capítulo 9: Il Amore
-----
- ¿Ya casi llegamos?
- No lo se - le respondió la pelirroja a la castaña, llevandose las manos a la cabeza - Ya callate!! Tienes como una hora preguntando lo mismo!!
- ¿Por qué te llevas las manos a la cabeza? - preguntó la otra chica - ¿Te duele?
- Me duele porque no te callas...
- Es en serio - interrumpió Takuya - ¿Estas bien?
- No, no lo estoy...
No pudo soportarlo mas, asi que se recostó junto a una pared, cerrando los ojos y entrando en un trance como el que los había llevado a la montaña.
- Hay fuego... - susurraba ella - mucho fuego...
- Sigan chicos, yo me quedo con ella...
- ¿Seguro Ryo? - preguntó T.K.
- Ni que me fuera a comer... ademas le hace falta un descanzo a mis heridas, mejor vayanse y no se detengan...
- Fuego... no me gusta el fuego...
El joven se sentó al lado de la pelirroja, mientras los otros tres los miraban extrañados, pero asintieron al ver las heridas del castaño aun sin cicatrizar.
- Bueno, entonces nos alcanzan luego...
El ahora trio comenzó a alejarse de ellos, caminando por las escaleras de caracol hacia arriba, ignorando la conexión que Ruki tenía en esos momentos con Sora. ryo la sacudió un poco pero ella no dejaba de mencionar al fuego. Al ignorar la situación la sacudió mas feurte para que saliera del trance.
- Tranquilizate, aqui no hay fuego...
- Fuego... Agua...
El coronel tuvo que detenerla antes de que la pelirroja se tirara al vacio que había en las escaleras, tomandola fuertemente de la cintura con uno de sus brazos heridos.
- ¡¿Que demonios se supone que eres?!
Seguía sin responder, con los ojos en blanco, sintiendo ardor tanto en su brazo derecho como en su vientre, pero el la tenía fuertemente agarrada de la cintura, oprimiendo sus brazos e intentando sentarla en un escalón.
- Ya paso... tranquila... - el castaño comenzó a mecerla en sus brazos - tienes que ponerte bien para nuestra pelea...
Como si lo hubiera escuchado, ella se calmó, recargandose en su pecho y conciliando el sueño poco a poco.
- Tranquila, no dejare que nada te pase, porque solo yo puedo matarte...
Aunque realmente estaba considerando si el matarla, o simplemente dejarse llevar por otra cosa...
-----
El trio formado por Takuya, T.K. y Hikari por fin llegó a una gran puerta de madera, con incrustaciones de varias piedras de colores. Al entrar se dieron cuenta de que el lugar no era muy diferente a los dos primeros recintos de los guardianes, aunque este tenía una especie de altar al fondo, donde resplandecía algo de color dorado.
- Es el cetro...
- No tan rapido señorita Hikari - interrumpió Takuya, dando un vistaso a su alrededor - esto esta muy sospechoso, los otros guardianes aparecieron casi inmediatamente, pero este es el último y por lógica el mas peligroso...
Hikari asintió para darle la razón. En cierta forma T.K. sintió que sería su turno para pelear, lo sentía, lo pronosticaba y era lo mas seguro porque el era el único que faltaba de pelear. Hikari lo escuchó maldecir por lo bajo, pero ella estaba pensando absolutamente lo mismo y temía por el, sabía que le faltaba mucho, aquella vez que peleó con el en el castillo sintió que era un rival muy fuerte pero que le faltaba experiencia. Durante el tiempo que estuvieron con ls gitanos lo había visto entrenar un par de veces con Akiyama, y ahora en las peleas con los guardianes notó que el rubio tomaba nota mental de cada movimiento.
¿Que tanto ocultaba Takeru Takaishi? Esa era la cuestión de ella en esos momentos.
- ¿T.K.? - la castaña comenzó a buscarlo - T.K.!
Pero el rubio se acercaba cada vez mas al cetro, aunque no pudo hacerlo por mucho tiempo. Una nube de humo se interpuso entre el y el objeto, tomando la forma de un joven de cabellos lacios y azulados, de ojos azules y traje de color gris, muy diferente al de los demas guardianes, con capa del mismo color.
- No puedes tocar el cetro hasta derrotarme, se lo que buscan y para que lo quieren - mencionó el guardian ojiazul - por lo tanto tendras que luchar por el...
Esas palabras eran dirigidas al rubio, que miraba al guardián que sacaba una esfera transparente de energía que llenó parte del lugar, dejandolo atrapado a su merced en una pared invisible, dura como el acero , que le estaba enrojeciendo las manos a Hikari de tanto golpear.
- Dejelo asi princesa... - la detubo Takuya - esta en manos del valteriano ahora...
Ambos contrincantes desenfundaron sus espadas, y el guardián se quitó la capa para poder pelear mejor.
- Eres alguien de pocas palabras - le mencionó el rubio al guardián - aunque mejor me presento: Takeru Takaishi, de las legiones valterianas..
- Ken Ichijouji, ciudadano de Ikari, Rayleano y el ultimo guardián del cetro...
- ¿Asi que eres de los seres legendarios? Al igual que los otros... ya no existen hoy en dia...
- Aunque no lo creas soy el mas joven - mencionó Ichijouji con una sonrisa - solamente tengo 123 años...
Dicho esto ultimo ambos se abalanzaron, haciendo un intenso choque de espadas, con el que Hikari se sobresaltó al ver unas pequeñas chispas salir del golpe. Ambos eran agiles, tanto que las espadas a veces solo rosaban las vestimentas.
- ¿Cual es tu motivo para pelear? - preguntó el guardián al rubio - debes de tener uno para pelear con tanto entusiasmo - otro choque de espadas lo distrajo.
- Mi motivo es acabar con esta guerra que no tiene sentido - hubo otro choque de espadas.
- Hablo del verdadero motivo...
- ¿El verdadero? - el rubio se dio una vuelta para continuar con su choque de armas - o mejor dicho, la verdadera, esta esperando afuera de esta barrera...
Era una pelea cuerpo a cuerpo, espada contra espada y mirada contra mirada. La mejilla izquierda del rubio comenzó a sangrar debido a un roce de espada, pero uno de los brazos del guardián fue seriametne herido.
-El valteriano es bueno - mencionó Takuya - pero encuentro ciertas coincidencias de tecnicas...
- Aprendio de ustedes - respondió la joven - de todos nosotros... esa estocada de espada es mía...
En efecto era cierto, varios golpes que hacía T.K los había sacado de Hikari, los choques de espada de Ryo, la técnica de asiamiento y el movimiento de Takuya, y la agilidad de respuesta de la capitana Makino, al igual que otros movimientos que habían ejecutado los guardianes anteriores. O sea que Takeru realmente era un muy completo estuche de monerías, que blandía su espada de abajo hacia arriba y viceversa, golpeando con intensa furia desconocida.
- No entiendes! - le gritó el rubio al ojiazul - si la guerra se acaba no habra impedimento para que ella y yo estemos juntos!
Se abalanzó fuertemente, dando una fuerte pelea con movimientos rapidos que sorprendieron tanto a los espectadores como al mismo guardián. Ken se esfumó, justo como había llegado, dejando a T.K. blandiendo su espada en el aire.
- Cobarde... se esfumó! - gritaba Kari, enfurecida.
- No se esfumó, ahi esta - le dijo el castaño.
- Sal de dodne quiera que estes! - gritó T.K., euforico por terminar la pelea - No tengo tu tiempo!
- ¿Entonces admites que la amas? - dijo una voz fuerte que resonaba por todo el recinto, la de Ken.
- ¿Para qué quieres saberlo? No te importa!
- ¿Estas dispuesto a pelear por ella aunque te cueste la vida?
- Eso es absurdo! - gritó el rubio, intentando darle al humo con su espada - claro que si lo haria!!!
- ¿Entonces la amas?
Ya no podía negarlo mas, amaga a Hikari. En el tiempo que llevaban conviviendo había aprendido a quererla y por supuesto a amarla. Moviendo su espada agilmente, T.K. golpeó varias veces a Ken, rasgando parte del traje y haciendole sangrar levemente. Ken notó un pequeño corte en su pierna izquierda, asi que una vez que se alejó unos pasos vio al chico rubio muy cansado, respirando muy rapidamente por el esfuerzo.
- "Ya no puedo mas, me siento a punto de caer, no se si podré soportar... pero tengo que hacerlo, por Hikari y los otros..."
Sin previo aviso el rubio se abalanzó contra el guardian, sin dar tiempo a que este se repusiera. Ken solo podía intentar defenderse, cosa que no le sirvió de mucho porque cayó al suelo con la espada del rubio apuntandole al cuello con rabia. El guardián tenía sus ojos abiertos, mirandolo con susto y sudando frío.
De repente, T.K. retiró su espada y la guardó, para ofrecerle ayuda a Ken, dandole su mano para levantarse.
- Solo tenía que vencerte, no matarte...
La barrera se esfumó y Kari fue corriendo a auxiliar al rubio, atormentandolo con preguntas sobre su estado.
- Gane con todas las de la ley...
- Por supuesto - mencionó Ken, acercandolos al altar - ahora es cosa de que tanto la señorita como tu sean aceptados por el cetro...
- ¿Por qué ellos? - preguntó Takuya, reclamando.
- Porque tanto ella como el fueron la primera y el ultimo en enfrentar a los guardianes...
A Takuya eso le sonó lógico, pero el rubio supo inmediatamente que no era por eso. Supo que Ken lo hizo para saber si era correspondido por Hikari, quien sabe como, pero el guardian sabía como esas cosas se adivinaban por medio del cetro. Quien sabe si ese sería uno de los poderes del objeto.
- Tienen que sostenerlo ambos - les dijo Ken - solo asi podrán saber...
El cetro era un objeto dorado con varias piedras preciosas alrededor de la cúpula. Alrededor se sentía un aura muy mística y algo mágica, que tanto el rubio como la castaña se sentían demasiado raro al acercarse a el.
- "Por Valteria"
- "Por Milydrill"
- "Por toda la tierra!"
-----
- ¿Te sientes mejor pelirroja? Andabas toda como "ida", casi te caes al vacio...
Ella no respondió, simplemente se levantó y comenzó a caminar pos las escaleras, haciendo que el moreno la siguiera con pesar por culpa de sus heridas.
- Definitivamente eres una mujer muy reacia - decía el, con toda naturalidad y cansancio debido a la subida de escaleras - y eso me asusta...
- Pero bien que te gusta - respondió ella por vez primera en toda la conversación - asi que no te quejes...
- No lo malinterpretes, pero eres todo un caso...
- Ya te lo dije, solo soy complicada...
- No vayas tan rapido...
- No es mi culpa, simplemente siento que... algo me llama...
Ryo se fijó al ver que ella se detenía junto a una puerta de madera muy grande con incrustaciones, justo por donde habían entrado sus compañeros unas horas antes. Ella la recorrió con sus manos lentamente, reconociendo rapidamente las inscripciones, ya que eran las mismas que habían visto antes.
- Aqui es... estan adentro...
Al tocar la puerta sintió un ardor en su brazo y en su vientre, el castaño la detuvo antes de caer junto a la puerta, tomandola fuertemente de la cintura como había hecho antes de que ella se fuera a caer de las escaleras.
- No se porque me arde - ella intentaba aguantar el dolor - pero no voy a poder soportar mucho tiempo...
- Pues mas vale que no te mueras - respondió el - porque tenemos una pelea pendiente, donde solo yo puedo matarte...
- No habíamos quedado en una pelea, pero estoy de acuerdo con ella, asi que creeme, no podras matarme...
- Solamente yo puedo hacerlo, nadie mas...
- No si yo te mato primero...
Se sorprendieron al verse uno frente al otro, con sus rostros casi rozandose, sintiendo la respiración del otro muy cerca. La pelirroja ocultó un sonrojo y se separó bruscamente de el, que tenía un sonrojado muy notable.
- Creo que es mejor entrar - mencionó Ryo, dirigiendose a la puerta - nos han de estar esperando...
- Entonces entremos...
En cuanto abrieron la puerta, una luz resplandeciente les dio en sus rostros, sin dejarlos ver hacia adelante. La luz provenía del cetro, y después de que la luz desapareció pudieron ver a Hikari y a Takeru sosteniendolo dicho artículo entre sus manos. Ambos sonrieron al ver que todo había salido a la perfección. Con ayuda de la medicina del guardián Michael cuaron varias de las heridas. Ken sintió algo con respecto a la corsaria pero no dijo nada, mientras los guiaba hacia un pasadiso.
- Ese pasillo los llevará rapidamente al camino de Valteria, es todo lo que podemos hacer los guardianes...
- No importa, con eso será suficiente - rectificó el rubio, agradeciendole con una reverencia - gracias por ayudarnos...
- Que tengan suerte...
Los chicos no dudaron en seguir el pasillo en cuanto el guardián se esfumó, al caminar varias antorchas se encendían en las paredes como en los otros pasillos, pero la diferencia era que el camino era hacia abajo en vez de ascendente.
T.K. se acercaba discretamente a Hikari, que tenía el cetro en sus manos pero que inmediatamente guardó en una bolsa al ver la mirada de la pelirroja. Ciertamente la táctica del guardián había servido para que el rubio se diese cuenta de que era correspondido por igual por la castaña, y eso lo alegraba. Pero en cambio ella había notado que la pelirroja estaba muy extraña, con la cabeza baja y que ya no se peleaba tanto con Akiyama. No preguntó nada para no parecer indiscreta, ya lo descubriría por si sola.
- "No es casualidad que ella nos hubiera guiado, hay otro fin detras de esto... - pensaba la castaña para si misma, no quería perder dato de aquello que había descubierto - aun no nos ha dicho que era lo que decían las inscripciones de la piedra... simplemente no es casualidad..."
- En cuanto lleguemos a Valteria le mandarás un mensaje a tus piratas - le mencionó Takuya a Ruki, que se puso a la defensiva - y que nos traigan a Izumi...
- Primero usaré ese cetro para romper el hechizo de mis compañeros, luego ya veremos...
El moreno gruñó por lo bajo pero no la contradijo, ya lo arreglaría al salir de allí.
-----
"Bien, llevo varias semanas encerrada en este barco, y cuando puedo salir lo desperdicio. Pero es que no puedo escapar por miedo a que les hagan algo, a Takuya, y a la princesa, y por supuesto a Ryo que se ofreció a acompañarnos. A veces me da miedo el seguir aqui después de tanto tiempo, parece que fue ayer cuando salimos a buscar a la princesa, no niego que la encontramos, pero prisionera precisamente en este barco. Aquí en el barco Takuya y yo nos encontramos con el que secuestró a la princesa, un Valteriano muy extraño, pero... ¡Resultó que nuestro acompañante Ryo Akiyama tambien era uno de ellos!
Pensamos en un buen plan para cuando nos abandonaran los piratas a nuestra suerte: encontrar el cetro Ishtar. No tengo idea de para que sirve, pero al parecer la capitana del barco tiene alguna relación con el, incluso no me creo nada de que es un tesoro pirata y que tiene derecho a tenerlo, se que hay algo detras.
En estos momentos tanto Takuya como la princesa, los dos Valterianos y la capitana están en busca del dichoso cetro, porque tengo que recordar que estos piratas me tomaron prisionera por si algo le pasaba a su capitana. No me quejo, he hecho buenos amigos aqui; Takato el cocinero me ha explicado muchas cosas sobre el barco y la histora casi completa sobre su maldición, pero siempre se queda callado cuando le pregunto sobre la capitana. Aun asi nos hemos vuelto amigos. Con Koichi, el gemelo que si me habla bien, a veces hacemos competencias de quien lava mas platos o termina mas pronto los quehaceres que nos tocaron. Los chicos son buenos, intentan distraerme para que no me la pase triste, y se los agradesco demasiado, a Takato, Koichi, Henry, Osamu, e incluso Kouji aunque no me hable.
En otra ciudad cerca de Valteria, conocí a Juri Katou, una chica de muy buenos sentimientos pero al parecer tiene una relación con Takato, por la forma en que lo mira, aunque no estoy segura.
En estos momentos nos dirigimos a Valteria después de pasar una semana ahi con Juri. Se que Kouji tiene algo que ver, ya que lo vi con un papel en la mano hace dos días y le dijo el rumbo a Henry. Juri no viene con nosotros, pero estoy preocupada. Hace unos días tuve un presentimiento sobre Takuya, no se que sea pero se que no fue algo bueno. Si no le paso nada creo que yo misma lo mataré por mantenerme preocupada. ¡Ni una sola nota he recivido!
Ultimamente he estado pensando mucho en el... ¡No Izumi! ¡Su difunta esposa fue tu mejor amiga! ¡No puedes Izumi! Simplemente sería traición..."
- ¿En que estas pensando chica?
- En muchas cosas Takato, muchas cosas...
- Segun Henry mañana llegamos a Valteria... ¿Juri te prestó la ropa?
- Si, resultó tener la misma medida que yo y me la prestó para que no anduviera con el mismo traje todos los días... ¿Como supiste que era de ella?
- Se lo vi puesto varias veces...
- Con razon... - la rubia dió un largo suspiro - ¿Puedo hacerte una pregunta? - el castaño asintió - ¿Haz tenido un amor imposible?
- Pues durante un tiempo lo pensé asi, mas bien por la maldición. Aunque de todas maneras aunque no existiera eso la diferencia de edades es mucha...
- Tan siquiera contigo la edad no importa, y no hay ninguna sombra tras ustedes... deverían de intentarlo...
La rubia caminó deprimida hacia su camarote, sin que se le notaran las pequeñas lágrimas que salían de ss ojos. Definitivamente le hacía mucho daño el pensar en Takuya.
----------
Me quedó mas corto que el anterior... pero tenía que terminarlo aqui para empezár el capítulo 10 en una escena que me gustó mucho cuando la escribí.
Espero que aun sigan enganchados en esta historia, que pensé que se iba a acabar en el 10 pero se alargó sin querer y pues ya ven que no se acaba. Estoy como J.K. Rowling, ya tengo escrito el capítulo final pero me falta lo de enmedio xD
Nayru
