¡Hola a todos! X3
Durante los próximos dos meses es probable que suba los capítulos más seguidos, porque estaré de vacaciones x3
Stiby: Llegaron tres reviews x3...o.O ¿casi alcanzo a la verdadera? ¡¡Gracias!! ^//^ ...¿te gustó la boda falsa? A mi también xD...
Kelpie: el basilisco maligno lo mandó nuestro querido amigo Voldie...x3 tu sabes...este señor tiene muchos amigos así... y papá Sirius es lo mejor ^__^
Y una consulta...¿cómo se hacen las negritas y las cursivas? Perdón por mi ignorancia, pero sería feliz si alguien me respondiera ;_;
* * *
Harry dejó de mirar sus anteojos y volvió la vista a su padre.
- ¡Sirius!- Dijo, entre sollozos.- ¡Vamos, respóndeme!
Estaba rígido, como una estatua, en el suelo. Su pecho no daba señales de movimiento, parecía que no respiraba, que su corazón no latía. Parecía muerto...
- ¡Por favor, respóndeme!- Harry lo abrazó, mientras lloraba con amargura ¿Acaso esa serpiente lo había...? No. Sirius no estaba muerto. Su padre no estaba muerto.
Inmediatamente se limpió las lágrimas bruscamente con sus manos llenas de tierra, que le ensuciaron su cara. Miro detenidamente a Sirius. Su rostro tenia una expresión tan extraña...Sus ojos estaban abiertos, mostrando sorpresa.
Pensó en alguna manera de ir a avisar a Moony. Pero no quería molestar al licántropo, el día anterior había sido luna llena y debía estar agotado. Además no quería dejar a Sirius solo...¿Como llevarlo hasta la casa, si no sabía nada de magia?
"Por favor que alguien me ayude" pensó, angustiado.
Y escucho un ruido, como un quejido. Miró hacia todos lados pero no había nadie más que él y Sirius.
"Calma Harry...trata de averiguar cómo te vas a llevar a tu padre de aquí"
Y nuevamente escuchó aquel quejido. Pero esta vez, estaba seguro de haber reconocido la voz. Miro a su padre y observó sus ojos, que brillaban con fuerza.
¿Brillaban?
Harry sonrió con fuerza ¡Sirius estaba vivo!
- ¿Sirius, qué hago? No tengo cómo llevarte- Nuevas lágrimas aparecían en sus ojos. Cada vez se hacía más oscuro y gracias a esa serpiente estaba aterrorizado.
"Harry..."
Harry saltó un poco, asustado. Esa voz había sido de Sirius. Pero no era posible, este estaba como piedra en el suelo.
"Harry... no te asustes... me estoy comunicando contigo, telepáticamente, ...no será por mucho...pierdo mis fuerzas..."
- ¿Como te puedes comunicar conmigo?- Preguntó Harry, con voz aguda y asustada.
" Tenemos sangre Gryffindor...este es un don que todos los herederos tenemos..."
Harry asintió vigorosamente.
"Bien...para ir a casa...deb..debes...llamar a Amaterasu...ella nos podr..."
Sirius no continuó. Sus ojos ahora estaban algo opacos, pero aun tenían un poco de brillo, que le aseguraba a Harry que estaba vivo.
Este respiró profundo, para calmarse. Ya sabía lo que tenía que hacer. No sabía con exactitud como Amaterasu los iba a ayudar pero confiaba en Sirius.
Harry silbó con fuerza, haciendo que el sonido se escuchara por todo el bosque. Nadie creería que salía tanto aire de los pulmones de un niño de siete años. Y esperó. Pero no fue por mucho ya que pronto escuchó una bella canción y sintió una calidez que lo armonizó por completo. Miró hacia arriba y vio que Amaterasu volaba en su dirección.
El fénix aterrizó junto a su amo y este le acarició un poco la cabeza.
-Amaterasu...linda...debo pedirte un favor muy grande. Te ruego que me ayudes a llevar a Sirius a la casa. Una serpiente extraña lo dejó así...- Los ojos plateados del fénix se fijaron en los verde esmeralda- Ahora algo azulados- que tenía su dueño. Luego miró a Sirius en el suelo y asintió con la cabeza. Harry la miró lleno de dulzura y agradecimiento.- ¿Sabías que te quiero mucho?
Amaterasu tomó con sus patas ambos brazos de Sirius, que se mantenían en la misma posición que cuando cayó al suelo. Luego miró a Harry, con una cara que el niño pensó que significaba "esto será algo complicado". Comenzó a volar, no muy alto. Los pies de Sirius, apenas se despegaban del suelo. Muchas veces sus pies tocaron alguna roca, haciéndolo caer al suelo. Harry tuvo que acostumbrarse a aquello, aunque le preocupaba como terminaría su padre.
Finalmente, después de unos cuarenta minutos, llegaron a la casa. Ya adentro, Amaterasu lo dejó en el sillón de la sala de estar.
- Muchas gracias Amaterasu.- Dijo Harry, acariciando al fénix.
Harry se encontraba con las emociones revueltas. Cuando todo parecía ir bien, aparecía esa extraña serpiente gigante y hacía que su padre quedara así. Aún salían algunas lágrimas, pero Harry se encontraba algo más tranquilo. Al menos sabía que Sirius no había muerto.
Subió rápidamente las escaleras y tocó la puerta de la pieza de Remus.
- Adelante.- Respondió este, con voz cansada.
Harry entró lentamente. Remus se encontraba sentado en la cama, con un libro abierto entre sus manos. Se dio vuelta a ver a Harry y su expresión de cansancio se cambió a una de sorpresa y preocupación total.
- ¿Harry? ¿Eres tú?
Este asintió con la cabeza.
- Cambiaste mucho...- Comentó Remus.- ¿Pero dime qué pasó? ¿Por qué estás llorando?
Harry, que se encontraba cerca de la puerta corrió a abrazar al licántropo, quien estaba confundido.
- Remus...- Dijo Harry entre sollozos- Sirius...esa serpiente...
- ¿Sirius? ¿Qué pasó con Sirius?- La voz de el licántropo estaba llena de preocupación ¿Qué había pasado con Sirius para que Harry estuviese llorando?
Harry respiró profundamente para tranquilizarse ya que comenzaba a hiperventilarse.
- Estabamos en el bosque cuando...cuando apareció una serpiente gigante y...y no se qué pasó pero papá se quedó como de piedra...
Remus perdió todo el color de su cara. Si aquella serpiente gigante era un basilisco, eso quería decir que Sirius estaba...Notó como se le formaba un nudo en la garganta y sus ojos se nublaban. Pero debía tranquilizarse para decirle a Harry. No sería nada fácil. Justo cuando sabía la verdad y podía disfrutar a su padre, este...No quería mencionar esa palabra. Eso haría que se convirtiera en verdad..."Debo ser fuerte por Harry", pensó. Este lo miró un momento, para tomar aire y seguir relatando.
- Y la serpiente me dijo que un tal Señor Oscuro reinaría y que esto era una advertencia...y que debía tener odio...y ¿qué otra cosa dijo?...a sí...que era un hijo de sangresucia...aunque no sé que significa...
Remus trataba de asimilar la información que Harry le decía pero sin éxito.
- ¿La serpiente te dijo eso?- Inquirió.
- Sí, y Sirius- Remus sintió que el nudo de la garganta crecía- antes de quedar como piedra dijo que hablaba pars...pars algo...no terminó la frase.
- Pársel. Luego te explico. Ahora debemos-
Harry lo interrumpió:
- Debemos ayudar a papá, Remus. El sólo alcanzó a decirme como traerlo hasta acá, pero no pudo decirme como volverlo a la normalidad. Se le acabaron las fuerzas.
- Mira Sirius está...- Se detuvo. Volvió a repetirse las palabras que le había dicho Harry e inmediatamente el nudo de su garganta desapareció.- ¿Te...te habló? ¿Cómo?
- Dijo que era un don que teníamos los herederos de Gry...Gryf...Gryffindor. Pero eso no importa ahora, yo quiero que vuelva a estar normal.
Vio como Harry hacía un puchero, pero su corazón latió contento. Sirius no estaba muerto...sólo...sólo paralizado. Si bien recordaba las clases en Hogwarts, esto sólo sucedía cuando la víctima miraba los ojos de la serpiente a través de un reflejo. Pero ¿en qué cosa se pudo haber reflejado? Miró nuevamente a Harry y se fijó en su apariencia. Y notó que andaba sin anteojos.
- ¿Y tus lentes Harry?- Preguntó.
- Ya no los necesito. Se me cayeron en el bosque y por ellos pude ver a esa serpiente gigante...
"Entonces Sirius miró el reflejo del basilisco a través de los anteojos de Harry, por eso quedó paralizado" se dijo Remus.
Se sentó ahora al borde de la cama, mientras se colocaba zapatos. Se dirigió a su armario y sacó una chaqueta.
- Harry, vamos a ir a Hogwarts, a buscar ayuda.
- Pero...no puedo dejar a papá aquí solo...- Dijo Harry, dubitativo.
- No te preocupes, volveremos lo más rápido posible.- Remus sabía que no podía ser muy fácil convencerlo, pero debía hacerlo. No podrían hacerle nada a Sirius, era Harry el que estaba en peligro, debían hablar con Dumbledore. ¿Por qué jamás podían hacer algo ellos solos? Siempre tenían que recurrir a Dumbledore...- ¿De acuerdo Harry? Es por el bien de Sirius.
Harry miró el suelo un minuto, para luego mirar a Remus y asentir con la cabeza.
* * *
Harry cayó en el piso de la oficina del Director. Realmente no le gustaba viajar con polvos Flu. Remus, quien llegó después de él, le ayudó a levantarse y sacarse el hollín de encima.
Mientras ocurría esto dos personas los observaban. Ambas con curiosidad, solo que la de uno era mejor disimulada.
- Disculpen...- Dijo uno de ellos.- ¿ Me podrían explicar a que se debe esta visita?- Su voz era alegre, y sus ojos brillaban, tras unos anteojos de media luna.
- Lupin, estamos en una reunión.- Dijo el segundo, con voz arrogante. Sonaba fastidiado.
- Discúlpame Severus.- Respondió Remus.- Pero estamos aquí por algo serio. Sirius...
- ¿Qué le paso ahora a Black?- Espetó Severus.- No entiendo como le dieron la custodia de Potter...
- Severus, tranquilo- Dijo Dumbledore.- Debe ser algo importante ¿no es así?
Remus asintió, agradeciendo en silencio al Director por haber callado a Snape, que ahora lo miraba con el más profundo odio. Bueno... no se comparaba con el odio que siempre le reserva a Sirius...
- Realmente no sé por donde empezar Albus...Bueno por ahora puedo decirte que Sirius y Harry tuvieron un encuentro con un basilisco. Sirius quedó paralizado.
Tanto Severus como Dumbledore lo miraron. Un silencio muy tenso cubrió el lugar.
- Severus, lamento no poder continuar nuestra conversación como corresponde, pero debo atender este asunto a la brevedad.- Pero Severus no miraba al director, sino que fijaba su atención en Harry.- ¿Severus?
Este miró al director, pero sin dejar de echar miradas de reojo a Harry, que se había incomodado ante tal mirada.
- ¿Si, director?
- ¿Podrías ir a buscar a la profesora Sprout? Creo que sus mandrágoras nos ayudarán...
Severus asintió y dándole una última mirada a Harry salió de la habitación rápidamente, haciendo que su túnica hiciera un pequeño frufrú.
- Ahora, perdonen mi curiosidad, pero noto que el pequeño Harry ha sufrido un leve cambio desde la última vez que lo vi ¿Tendrían la amabilidad de decirme que ocurrió?
Remus y Harry se sentaron en las sillas frente a la mesa del director. Este último no alcanzaba con sus pies el suelo. Remus tomó aire para comenzar a explicar pero Severus entró, junto a una profesora llena de tierra.
- Venía a hablar contigo cuando Severus me encontró ¿Cuál es el problema?- dijo ella.
- Bueno, ocurre que hay una persona que fue paralizada debido a la mirada de un basilisco. Aún no sé bien cómo. Por eso me gustaría saber cuando habrán madurado las mandrágoras, que supongo que serán una cura para esto.- Dumbledore habló seriamente y sus ojos acompañaban su voz, aunque aún no perdían su brillo característico.
- Están comenzando a hacer fiestas, así que supongo que comenzaran a querer cambiarse de maceta en unas tres semanas. Ahí habrán madurado.
Harry la miró con una expresión de incredulidad ¿Tres semanas?
- ¿ Eso que quiere decir?- preguntó.
- En tres semanas aquella persona volverá a la normalidad.- Ella miró al niño con cara de ternura. Luego volvió la vista a Dumbledore.- Bueno si eso es todo yo me retiro. De ahí conversaré contigo Albus.- Dicho esto ella se marchó, dejando a las cuatro personas en silencio.
Severus miraba a Harry. No comprendía porqué el cambio de Harry. Antes era una copia a carbón de James, exceptuando por los ojos. Pero ahora...ahora se parecía a otra persona. Su cabello había cambiado. Sus facciones le recordaban a alguien pero no sabía a quien.
Y entonces se fijó en sus ojos. Eran de un color verde esmeralda, pero ahora tenían un tono azulado...
Abrió los ojos, incrédulo. No podía ser, pero todo se unía dando como resultado a una persona. Miró a Remus para luego exclamar:
- ¡ Lupin no es posible! Acaso Harry es...- Pero no terminó la frase, no quería.
Remus asintió. Se había puesto un poco pálido. Estaba agotado, la luna llena le había hecho mucho daño. Miró a Harry quien a su vez lo observaba con ojos suplicantes.
- Será mejor que me acompañen a casa. Ahí explicaré todo con más calma. Estoy agotado, además Harry tiene prisa por volver.
Severus, aún con ojos muy abiertos asintió.
- Además como yo haré la poción, debo ver en que estado está Black.
* * *
Con la ayuda de Albus, subieron a Sirius hasta su habitación, donde lo colocaron en su cama.
Severus que los acompañó hasta arriba observaba a Sirius y luego a Harry. Ahora que estaban juntos las diferencias eran muy pocas. Sus ojos , a pesar de ahora ser algo azules, seguían siendo los de Lily Evans.
Harry se quedó junto con Sirius, mientras que los otros tres bajaban a la sala de estar. Remus les ofreció una taza de té, la cual aceptó sólo Dumbledore.
- Bueno.- Dijo, sentándose en el sillón frente a ellos.- Será mejor comenzar a explicar. Supongo que se habrán dado cuenta del parecido entre Harry y Sirius y supondrán algo. Y si ese algo es que Sirius es el padre de Harry, están en lo correcto.
Dumbledore asintió, para que continuara. Severus se veía sorprendido, pero no dijo nada. Ya se lo suponía.
- La boda de James y Lily fue falsa. Justo antes de esa Sirius y Lily se casaron. Creyeron que era lo más seguro, ya que Voldemort creía que James era el heredero de Gryffindor e iba tras Lily por una razón desconocida. Si se escondían juntos sería mejor. Y para cuando tuvieron a Harry le colocaron un hechizo para que se asemejara a James. Además le colocaron el apellido Potter, para que o ocurriera nada sospechoso.
- ¿ Y a ti no te dijeron nada?- Preguntó Dumbledore.
- No porque Sirius creía que yo era el espía de Voldemort.
- Que tontos fueron. Todos los problemas que hizo iba a traer. ¿No pensaron en el futuro?
- En esa época apenas éramos niños Severus. No pensábamos en las consecuencias. Ni siquiera tú..
No recibió respuesta.
- De cualquier modo, Harry se enteró de esto y al principio no debe haberlo entendido, por lo cual se fue al bosque. Ahí Sirius le debe haber explicado mejor y fue ahí donde el basilisco se apareció.
- ¿Y cómo es que Sirius no terminó muerto?- Preguntó Dumbledore.
- Miró al basilisco a través del reflejo de los anteojos de Harry. Al no mirarla directamente no causó el mismo efecto.- Explicó Remus.- Y hay otra cosa que hay que ver. Harry habla pársel. Me dijo que la serpiente le había dicho que este era un aviso. Y que Voldemort reinaría.
Esto ninguno se lo esperaba.
- ¿Cómo puede...?- Exclamó Severus.
Dumbledore se veía pensativo.
- Tal vez, fue uno de los poderes que le transmitió Voldemort esa noche de Halloween, es la única razón posible.- Dijo, después de un rato.
Severus y Remus asintieron.
- Pues, creo que es hora de marcharse a Hogwarts. Pronto hablaremos de nuevo Remus, para ver como marchan las cosas.- Dumbledore desapareció.
Severus miraba a Remus.
- Hasta luego Lupin. Y cuida de Potter...¿O debería decir Black?- negó con su cabeza, para luego desaparecer.
Remus se dejó caer pesadamente sobre el respaldo del sillón.
Esas tres semanas serían muy difíciles.
Durante los próximos dos meses es probable que suba los capítulos más seguidos, porque estaré de vacaciones x3
Stiby: Llegaron tres reviews x3...o.O ¿casi alcanzo a la verdadera? ¡¡Gracias!! ^//^ ...¿te gustó la boda falsa? A mi también xD...
Kelpie: el basilisco maligno lo mandó nuestro querido amigo Voldie...x3 tu sabes...este señor tiene muchos amigos así... y papá Sirius es lo mejor ^__^
Y una consulta...¿cómo se hacen las negritas y las cursivas? Perdón por mi ignorancia, pero sería feliz si alguien me respondiera ;_;
* * *
Harry dejó de mirar sus anteojos y volvió la vista a su padre.
- ¡Sirius!- Dijo, entre sollozos.- ¡Vamos, respóndeme!
Estaba rígido, como una estatua, en el suelo. Su pecho no daba señales de movimiento, parecía que no respiraba, que su corazón no latía. Parecía muerto...
- ¡Por favor, respóndeme!- Harry lo abrazó, mientras lloraba con amargura ¿Acaso esa serpiente lo había...? No. Sirius no estaba muerto. Su padre no estaba muerto.
Inmediatamente se limpió las lágrimas bruscamente con sus manos llenas de tierra, que le ensuciaron su cara. Miro detenidamente a Sirius. Su rostro tenia una expresión tan extraña...Sus ojos estaban abiertos, mostrando sorpresa.
Pensó en alguna manera de ir a avisar a Moony. Pero no quería molestar al licántropo, el día anterior había sido luna llena y debía estar agotado. Además no quería dejar a Sirius solo...¿Como llevarlo hasta la casa, si no sabía nada de magia?
"Por favor que alguien me ayude" pensó, angustiado.
Y escucho un ruido, como un quejido. Miró hacia todos lados pero no había nadie más que él y Sirius.
"Calma Harry...trata de averiguar cómo te vas a llevar a tu padre de aquí"
Y nuevamente escuchó aquel quejido. Pero esta vez, estaba seguro de haber reconocido la voz. Miro a su padre y observó sus ojos, que brillaban con fuerza.
¿Brillaban?
Harry sonrió con fuerza ¡Sirius estaba vivo!
- ¿Sirius, qué hago? No tengo cómo llevarte- Nuevas lágrimas aparecían en sus ojos. Cada vez se hacía más oscuro y gracias a esa serpiente estaba aterrorizado.
"Harry..."
Harry saltó un poco, asustado. Esa voz había sido de Sirius. Pero no era posible, este estaba como piedra en el suelo.
"Harry... no te asustes... me estoy comunicando contigo, telepáticamente, ...no será por mucho...pierdo mis fuerzas..."
- ¿Como te puedes comunicar conmigo?- Preguntó Harry, con voz aguda y asustada.
" Tenemos sangre Gryffindor...este es un don que todos los herederos tenemos..."
Harry asintió vigorosamente.
"Bien...para ir a casa...deb..debes...llamar a Amaterasu...ella nos podr..."
Sirius no continuó. Sus ojos ahora estaban algo opacos, pero aun tenían un poco de brillo, que le aseguraba a Harry que estaba vivo.
Este respiró profundo, para calmarse. Ya sabía lo que tenía que hacer. No sabía con exactitud como Amaterasu los iba a ayudar pero confiaba en Sirius.
Harry silbó con fuerza, haciendo que el sonido se escuchara por todo el bosque. Nadie creería que salía tanto aire de los pulmones de un niño de siete años. Y esperó. Pero no fue por mucho ya que pronto escuchó una bella canción y sintió una calidez que lo armonizó por completo. Miró hacia arriba y vio que Amaterasu volaba en su dirección.
El fénix aterrizó junto a su amo y este le acarició un poco la cabeza.
-Amaterasu...linda...debo pedirte un favor muy grande. Te ruego que me ayudes a llevar a Sirius a la casa. Una serpiente extraña lo dejó así...- Los ojos plateados del fénix se fijaron en los verde esmeralda- Ahora algo azulados- que tenía su dueño. Luego miró a Sirius en el suelo y asintió con la cabeza. Harry la miró lleno de dulzura y agradecimiento.- ¿Sabías que te quiero mucho?
Amaterasu tomó con sus patas ambos brazos de Sirius, que se mantenían en la misma posición que cuando cayó al suelo. Luego miró a Harry, con una cara que el niño pensó que significaba "esto será algo complicado". Comenzó a volar, no muy alto. Los pies de Sirius, apenas se despegaban del suelo. Muchas veces sus pies tocaron alguna roca, haciéndolo caer al suelo. Harry tuvo que acostumbrarse a aquello, aunque le preocupaba como terminaría su padre.
Finalmente, después de unos cuarenta minutos, llegaron a la casa. Ya adentro, Amaterasu lo dejó en el sillón de la sala de estar.
- Muchas gracias Amaterasu.- Dijo Harry, acariciando al fénix.
Harry se encontraba con las emociones revueltas. Cuando todo parecía ir bien, aparecía esa extraña serpiente gigante y hacía que su padre quedara así. Aún salían algunas lágrimas, pero Harry se encontraba algo más tranquilo. Al menos sabía que Sirius no había muerto.
Subió rápidamente las escaleras y tocó la puerta de la pieza de Remus.
- Adelante.- Respondió este, con voz cansada.
Harry entró lentamente. Remus se encontraba sentado en la cama, con un libro abierto entre sus manos. Se dio vuelta a ver a Harry y su expresión de cansancio se cambió a una de sorpresa y preocupación total.
- ¿Harry? ¿Eres tú?
Este asintió con la cabeza.
- Cambiaste mucho...- Comentó Remus.- ¿Pero dime qué pasó? ¿Por qué estás llorando?
Harry, que se encontraba cerca de la puerta corrió a abrazar al licántropo, quien estaba confundido.
- Remus...- Dijo Harry entre sollozos- Sirius...esa serpiente...
- ¿Sirius? ¿Qué pasó con Sirius?- La voz de el licántropo estaba llena de preocupación ¿Qué había pasado con Sirius para que Harry estuviese llorando?
Harry respiró profundamente para tranquilizarse ya que comenzaba a hiperventilarse.
- Estabamos en el bosque cuando...cuando apareció una serpiente gigante y...y no se qué pasó pero papá se quedó como de piedra...
Remus perdió todo el color de su cara. Si aquella serpiente gigante era un basilisco, eso quería decir que Sirius estaba...Notó como se le formaba un nudo en la garganta y sus ojos se nublaban. Pero debía tranquilizarse para decirle a Harry. No sería nada fácil. Justo cuando sabía la verdad y podía disfrutar a su padre, este...No quería mencionar esa palabra. Eso haría que se convirtiera en verdad..."Debo ser fuerte por Harry", pensó. Este lo miró un momento, para tomar aire y seguir relatando.
- Y la serpiente me dijo que un tal Señor Oscuro reinaría y que esto era una advertencia...y que debía tener odio...y ¿qué otra cosa dijo?...a sí...que era un hijo de sangresucia...aunque no sé que significa...
Remus trataba de asimilar la información que Harry le decía pero sin éxito.
- ¿La serpiente te dijo eso?- Inquirió.
- Sí, y Sirius- Remus sintió que el nudo de la garganta crecía- antes de quedar como piedra dijo que hablaba pars...pars algo...no terminó la frase.
- Pársel. Luego te explico. Ahora debemos-
Harry lo interrumpió:
- Debemos ayudar a papá, Remus. El sólo alcanzó a decirme como traerlo hasta acá, pero no pudo decirme como volverlo a la normalidad. Se le acabaron las fuerzas.
- Mira Sirius está...- Se detuvo. Volvió a repetirse las palabras que le había dicho Harry e inmediatamente el nudo de su garganta desapareció.- ¿Te...te habló? ¿Cómo?
- Dijo que era un don que teníamos los herederos de Gry...Gryf...Gryffindor. Pero eso no importa ahora, yo quiero que vuelva a estar normal.
Vio como Harry hacía un puchero, pero su corazón latió contento. Sirius no estaba muerto...sólo...sólo paralizado. Si bien recordaba las clases en Hogwarts, esto sólo sucedía cuando la víctima miraba los ojos de la serpiente a través de un reflejo. Pero ¿en qué cosa se pudo haber reflejado? Miró nuevamente a Harry y se fijó en su apariencia. Y notó que andaba sin anteojos.
- ¿Y tus lentes Harry?- Preguntó.
- Ya no los necesito. Se me cayeron en el bosque y por ellos pude ver a esa serpiente gigante...
"Entonces Sirius miró el reflejo del basilisco a través de los anteojos de Harry, por eso quedó paralizado" se dijo Remus.
Se sentó ahora al borde de la cama, mientras se colocaba zapatos. Se dirigió a su armario y sacó una chaqueta.
- Harry, vamos a ir a Hogwarts, a buscar ayuda.
- Pero...no puedo dejar a papá aquí solo...- Dijo Harry, dubitativo.
- No te preocupes, volveremos lo más rápido posible.- Remus sabía que no podía ser muy fácil convencerlo, pero debía hacerlo. No podrían hacerle nada a Sirius, era Harry el que estaba en peligro, debían hablar con Dumbledore. ¿Por qué jamás podían hacer algo ellos solos? Siempre tenían que recurrir a Dumbledore...- ¿De acuerdo Harry? Es por el bien de Sirius.
Harry miró el suelo un minuto, para luego mirar a Remus y asentir con la cabeza.
* * *
Harry cayó en el piso de la oficina del Director. Realmente no le gustaba viajar con polvos Flu. Remus, quien llegó después de él, le ayudó a levantarse y sacarse el hollín de encima.
Mientras ocurría esto dos personas los observaban. Ambas con curiosidad, solo que la de uno era mejor disimulada.
- Disculpen...- Dijo uno de ellos.- ¿ Me podrían explicar a que se debe esta visita?- Su voz era alegre, y sus ojos brillaban, tras unos anteojos de media luna.
- Lupin, estamos en una reunión.- Dijo el segundo, con voz arrogante. Sonaba fastidiado.
- Discúlpame Severus.- Respondió Remus.- Pero estamos aquí por algo serio. Sirius...
- ¿Qué le paso ahora a Black?- Espetó Severus.- No entiendo como le dieron la custodia de Potter...
- Severus, tranquilo- Dijo Dumbledore.- Debe ser algo importante ¿no es así?
Remus asintió, agradeciendo en silencio al Director por haber callado a Snape, que ahora lo miraba con el más profundo odio. Bueno... no se comparaba con el odio que siempre le reserva a Sirius...
- Realmente no sé por donde empezar Albus...Bueno por ahora puedo decirte que Sirius y Harry tuvieron un encuentro con un basilisco. Sirius quedó paralizado.
Tanto Severus como Dumbledore lo miraron. Un silencio muy tenso cubrió el lugar.
- Severus, lamento no poder continuar nuestra conversación como corresponde, pero debo atender este asunto a la brevedad.- Pero Severus no miraba al director, sino que fijaba su atención en Harry.- ¿Severus?
Este miró al director, pero sin dejar de echar miradas de reojo a Harry, que se había incomodado ante tal mirada.
- ¿Si, director?
- ¿Podrías ir a buscar a la profesora Sprout? Creo que sus mandrágoras nos ayudarán...
Severus asintió y dándole una última mirada a Harry salió de la habitación rápidamente, haciendo que su túnica hiciera un pequeño frufrú.
- Ahora, perdonen mi curiosidad, pero noto que el pequeño Harry ha sufrido un leve cambio desde la última vez que lo vi ¿Tendrían la amabilidad de decirme que ocurrió?
Remus y Harry se sentaron en las sillas frente a la mesa del director. Este último no alcanzaba con sus pies el suelo. Remus tomó aire para comenzar a explicar pero Severus entró, junto a una profesora llena de tierra.
- Venía a hablar contigo cuando Severus me encontró ¿Cuál es el problema?- dijo ella.
- Bueno, ocurre que hay una persona que fue paralizada debido a la mirada de un basilisco. Aún no sé bien cómo. Por eso me gustaría saber cuando habrán madurado las mandrágoras, que supongo que serán una cura para esto.- Dumbledore habló seriamente y sus ojos acompañaban su voz, aunque aún no perdían su brillo característico.
- Están comenzando a hacer fiestas, así que supongo que comenzaran a querer cambiarse de maceta en unas tres semanas. Ahí habrán madurado.
Harry la miró con una expresión de incredulidad ¿Tres semanas?
- ¿ Eso que quiere decir?- preguntó.
- En tres semanas aquella persona volverá a la normalidad.- Ella miró al niño con cara de ternura. Luego volvió la vista a Dumbledore.- Bueno si eso es todo yo me retiro. De ahí conversaré contigo Albus.- Dicho esto ella se marchó, dejando a las cuatro personas en silencio.
Severus miraba a Harry. No comprendía porqué el cambio de Harry. Antes era una copia a carbón de James, exceptuando por los ojos. Pero ahora...ahora se parecía a otra persona. Su cabello había cambiado. Sus facciones le recordaban a alguien pero no sabía a quien.
Y entonces se fijó en sus ojos. Eran de un color verde esmeralda, pero ahora tenían un tono azulado...
Abrió los ojos, incrédulo. No podía ser, pero todo se unía dando como resultado a una persona. Miró a Remus para luego exclamar:
- ¡ Lupin no es posible! Acaso Harry es...- Pero no terminó la frase, no quería.
Remus asintió. Se había puesto un poco pálido. Estaba agotado, la luna llena le había hecho mucho daño. Miró a Harry quien a su vez lo observaba con ojos suplicantes.
- Será mejor que me acompañen a casa. Ahí explicaré todo con más calma. Estoy agotado, además Harry tiene prisa por volver.
Severus, aún con ojos muy abiertos asintió.
- Además como yo haré la poción, debo ver en que estado está Black.
* * *
Con la ayuda de Albus, subieron a Sirius hasta su habitación, donde lo colocaron en su cama.
Severus que los acompañó hasta arriba observaba a Sirius y luego a Harry. Ahora que estaban juntos las diferencias eran muy pocas. Sus ojos , a pesar de ahora ser algo azules, seguían siendo los de Lily Evans.
Harry se quedó junto con Sirius, mientras que los otros tres bajaban a la sala de estar. Remus les ofreció una taza de té, la cual aceptó sólo Dumbledore.
- Bueno.- Dijo, sentándose en el sillón frente a ellos.- Será mejor comenzar a explicar. Supongo que se habrán dado cuenta del parecido entre Harry y Sirius y supondrán algo. Y si ese algo es que Sirius es el padre de Harry, están en lo correcto.
Dumbledore asintió, para que continuara. Severus se veía sorprendido, pero no dijo nada. Ya se lo suponía.
- La boda de James y Lily fue falsa. Justo antes de esa Sirius y Lily se casaron. Creyeron que era lo más seguro, ya que Voldemort creía que James era el heredero de Gryffindor e iba tras Lily por una razón desconocida. Si se escondían juntos sería mejor. Y para cuando tuvieron a Harry le colocaron un hechizo para que se asemejara a James. Además le colocaron el apellido Potter, para que o ocurriera nada sospechoso.
- ¿ Y a ti no te dijeron nada?- Preguntó Dumbledore.
- No porque Sirius creía que yo era el espía de Voldemort.
- Que tontos fueron. Todos los problemas que hizo iba a traer. ¿No pensaron en el futuro?
- En esa época apenas éramos niños Severus. No pensábamos en las consecuencias. Ni siquiera tú..
No recibió respuesta.
- De cualquier modo, Harry se enteró de esto y al principio no debe haberlo entendido, por lo cual se fue al bosque. Ahí Sirius le debe haber explicado mejor y fue ahí donde el basilisco se apareció.
- ¿Y cómo es que Sirius no terminó muerto?- Preguntó Dumbledore.
- Miró al basilisco a través del reflejo de los anteojos de Harry. Al no mirarla directamente no causó el mismo efecto.- Explicó Remus.- Y hay otra cosa que hay que ver. Harry habla pársel. Me dijo que la serpiente le había dicho que este era un aviso. Y que Voldemort reinaría.
Esto ninguno se lo esperaba.
- ¿Cómo puede...?- Exclamó Severus.
Dumbledore se veía pensativo.
- Tal vez, fue uno de los poderes que le transmitió Voldemort esa noche de Halloween, es la única razón posible.- Dijo, después de un rato.
Severus y Remus asintieron.
- Pues, creo que es hora de marcharse a Hogwarts. Pronto hablaremos de nuevo Remus, para ver como marchan las cosas.- Dumbledore desapareció.
Severus miraba a Remus.
- Hasta luego Lupin. Y cuida de Potter...¿O debería decir Black?- negó con su cabeza, para luego desaparecer.
Remus se dejó caer pesadamente sobre el respaldo del sillón.
Esas tres semanas serían muy difíciles.
