Hoy estoy enojada. Por que? Porque no me dejaron dormir mis 15 horas de sueño, reprobé mi examen de administración, mi horario me está matando, mi madre canceló el internet por tiempo indefinido (de hecho me ayudaron a subir esto) y porque fanfiction me borró 7 fics que tanto trabajo me costó hacer. No lo digo por los fics, porque tengo el backup (si, por fin tengo backup) sino por los RR que tenían, los cuales apreciaba mucho, y que guardo en una carpeta de mi correo de yahoo. No sé si es fanfiction o alguien esté haciendo la maldad, pero he estado considerando en cambiarme a otra pagina de fics, pero lo que no me cae es... si no les gusta como escribo porque carajos se toman la molestia de reportarme? Simplemente dejen de leer y ya.
Ya no enfado, he hecho muchos corajes el día de hoy y no quiero estresarme como suele pasarme (de hecho ya lo estoy).
Por cierto, no me había dado cuenta de que cuando publiqué el capítulo anterior se cumplía 1 año de Speranza e Luce. Soy muy despistada xD
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Capítulo 14: Preludio
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Veo que me encontraste... - Oikawa salió de su escondite, haciendo que ella reprimiera una exaltación - sabes lo que busco, así que ahorraríamos muchos problemas si me lo das...
Eso yo no lo tengo, el cetro no está en mis manos - exclamó ella en un ataque de valentía.
Eso lo sé, pero no es eso lo que quiero de ti...
La pelirroja arqueó una ceja, sin entender lo que ese sujeto le pedía.
Si me matas no sabrás como utilizar el cetro, no es así?
Algo parecido... aunque realmente puedes imaginar: tu, yo y el cetro... un poder infinito como el mío, combinado con una habilidad de regeneración como la tuya y una magia milenaria... el ser invencible...
Acaso ese sujeto le hacía proposiciones indecorosas? No lo dudó ni un segundo, desenfundó su espada y apuntó al sujeto, que solo rió sarcásticamente.
Pero si es la espada del capitán Yamaki... la llamó Ginebra no? - Ruki abrió los ojos, sorprendida.
Así es, el capitán Yamaki me la heredó.
Y tu sabes el porqué?
Sea quien fuera, ella comenzó a sospechar de ese sujeto, que realmente sabía mas de lo que aparentaba.
Yamaki fue uno de los hombres de mas confianza de tu "padre", y que colaboró con su muerte... tal vez Yamaki sentía remordimientos y por eso te entrenó y heredó como capitana...
El señor Yamaki fue como un padre para mí, sea lo que sea que haya hecho...
Cómo un padre? No será que el realmente era tu padre?
La suposición le cayó como una bomba, no reaccionó hasta que escuchó una parvada de pájaros huir despavoridos, volteó para pelear contra el sujeto pero este ya no estaba.
Ruki!
Sora! Que estás haciendo aquí!
Sentí una energía extraña - mencionó la recién llegada - y tuve una extraña visión...
Ese estúpido...
Tranquila, ahora tenemos que impedir esta masacre.
Para cuando llegaron al frente de batalla ya habían comenzado las hostilidades. Tanto Taichi como Yamato se enfrascaron en una pelea cuerpo a cuerpo, mientras los demás tenían sus peleas propias.
Takeru intentaba no matar a nadie, solo daba golpes y utilizaba su espada una que otra vez, para mantenerse a salvo y mantener a su hermano contengo.
Daisuke se mantenía al margen, sin haber movido su ejército ni para atacar, pero reconoció al par de reyes peleando y al joven príncipe Ishida luchando tristemente, hasta que notó como una persona se hacía paso entre la multitud con mucha prisa, asestando golpes con la espada a ambos bandos. No era una persona, sino dos pelirrojas, una con una espada protegiendo a la otra de las hostilidades, y no pudo creer lo que miraba. Clavó su mirada directamente en los ojos de la pelirroja sin espada, siendo ella a la única que reconoció.
Sora! - gritó para que volteara, pero fue en vano porque ella seguía tras la otra pelirroja - Sora!
Era casi imposible alcanzarla, además la otra chica le estaba abriendo paso muy fácilmente en la batalla.
Pero esa Sora no reparaba en otra cosa que no fuera encontrar a Yamato para evitar una cruenta batalla.
Tenemos que llegar hacia donde están peleando.
Que crees que intento hacer? - le respondió su hermana, quitándose a un par de enemigos de encima - sería mas fácil si pudiéramos detener el tiempo.
Ruki defendía a capa y espada, porque no nada mas tenía que cuidar a su hermana, sino también su orgullo como corsaria.
"Como es que ese sujeto sabe del capitán? Cómo sabe que Yamaki me entrenó?"
Necesitas ayuda?
Akiyama! - exclamó al reconocer esa voz, proveniente de su lado izquierdo, donde Ryo se quitaba a un par de enemigos del camino - Que ra...!
Ve con el rey, detengan todo esto - la interrumpió él - yo las cubro.
Ella asintió, y junto con su hermana siguieron camino hacia el centro de la batalla, donde Taichi y Yamato intentaban demostrar quien era el mejor de los dos.
El polvo y la tierra se levantaba ocasionando un poco de perdida de visión, haciendo que Takeru se perdiera de vista para ambos ejércitos.
A veces le hubiese gustado tener el mismo coraje que su hermano para enfrentar las cosas, en vez de que su corazón fuera tn blando.
"Por qué parece que hay mas soldados de los que pelean?"
Tal vez nadie se había fijado por estar peleando duramente, pero por mas que los soldados acabaran con el ejército contrario, pareciera que había mas, como el doble o triple. Además de que el ejército de Daisuke seguía sin moverse, por lo tanto no podía ser uno de los enemigos.
"Algo está pasando aquí... esto es producto de un poder mas grande que no está a nuestro alcance"
Asi es niño... esto, es OMEGA!
Oikawa se apareció tras el, y solamente dijo la palabra "Omega" y los que parecían soldados se transformaron en horribles bestias de grandes hocicos y colmillos, cubiertos completamente de pelo y con unas temibles y filosas garras.
La mayoría de los soldados yacían inertes en el frío suelo del lugar de batalla, cuerpos inertes, mutilados, mordidos o cortados en pedazos por esos seres infernales.
El rubio apenas tuvo tiempo de tener miedo, ya que Oikawa se acercaba peligrosamente a él con un par de esferas de energía en sus manos.
Omega, el poder infinito de dios... crea y controla a las criaturas nunca antes vistas por la humanidad - decía Oikawa, sonriendo maléficamente, haciendo que Takeru se estremeciera del susto - A que no son hermosas?
Que es lo que buscas?
No se que le ve a esos adefesios, pero no dejaré que te salgas con la tuya - el rubio desenvainó su espada - aunque me cueste la vida!
Tonto!
El rubio fue expulsado y golpeado por un árbol debido al impacto de poder del enemigo, quedando inconsciente instantáneamente.
Oikawa sonrió, no valía la pena perder el tiempo con un rubito debilucho cuando tenía mejores cosas que hacer. Con ayuda de "Omega", su gran portal de otra dimensión, y la magia que dominaga, pronto todo el poder que quería iba a ser suyo.
Completamente.
Oikawa...
Volteó, refunfuñando cosas incomprensibles para ver a Daisuke, que como había visto el resplandor de las esferas de energia había ido a averiguar, siendo testigo de cómo Oikawa atacó a Takeru con un misterioso poder.
Que tanto viste?
Lo suficiente como para darme cuenta que eres un traidor! Y yo que te consideraba como un padre!
Traidor? Yo solo busco lo mejor para este mundo...
Se dispuso a hacerle el mismo ataque que al príncipe Ishida, pero Daisuke fue más rápido y corrió hacia el campo de ofensiva, intentando perderse entre la multitud de bestias y soldados restantes, pero dando una señal a su propio ejército para que atacaran a las bestias de Oikawa.
Su orgullo herido le indicaba ayudar en eso, mientras su mente intentaba ligar teorías, aunque sin éxito debido a su nerviosismo, y también a que un par de pelirrojas se le atravesaron enfrente.
Esas facciones, ese cabello rojo y esas miradas no significaban otra cosa, su familia, lo único que le quedaba de familia estaba casi frente a él. No podía dudarlo, ya que al solo pensarlo se le aceleraba el corazón.
Fue Ruki la que hizo que reaccionara, al darle una fuerte bofetada.
Luego habrá tiempo para los recuerdos - le dijo a Daisuke, mientras este se ponía una mano en la mejilla golpeada - ahora hay que acabar con esas cosas inmundas...
Pero que...
Cuida la retaguardia, no pierdas ningún movimiento del enemigo...
Entonces las dudas quedaron disipadas. Daisuke sonrió, y junto con Ryo Akiyama comenzó a cubrir al par de pelirrojas.
Y tu quien se supone que eres? - Preguntó Ryo al ver a Daisuke pelear a su lado - que tienes que ver con ellas?
Soy su hermano, y tu?
El novio de la roja con espada, bueno... pero ella no lo sabe!
Y eso?
Digamos que es una sorpresa!
No se distraigan! - gritó Ruki - tenemos que llevar a Sora con Yamato! Ahora!
Ya con otro ayudando con tanta bestia, las chicas pudieron moverse con un poco mas de movilidad, aunque pareciera que esas bestias no se acabarían nunca.
Ya basta! - gritó Sora cuando por fin localizaron a Yamato peleando con Taichi - ya no mas!
Pero...
Todo es culpa de Oikawa! - interrumpió Daisuke, haciéndose notar - ninguno de ustedes dos tiene la culpa. Si acaso la tiene que tener alguien, ese soy yo...
Daisuke...
No Yagami, es mi culpa por haber confiado en una persona que realmente tenía malas intenciones - se notaba decaído, y no era para tanto después de la traición de alguien en quien confiaba - fui un ciego y me dejé manipular por creer que realmente me apreciaba como si fuéramos familia... fue el hermano de Ishida quien me tuvo que abrir los ojos...
Mi hermano?
Está herido, del otro lado...
Tengo que llegar a él, mi hermano me necesita...
Tranquilo - Taichi le colocó la mano encima del hombro. No sabían si lo que había dicho Daisuke estaba en lo correcto, pero realmente ambos querían creer en el - no le ha pasado nada, estamos contigo...
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Hikari e Izumi iban lo más rápido que los caballos les daban, hacia donde se llevaba a cabo la batalla. Muy guardado en una bolsa de cuero, se encontraba el cetro milenario Ishtar, el cual solo esperaba ser utilizado. Hikari tenía un presentimiento, algo iba a suceder, y realmente no se equivocó; en cuanto llegó al lugar, justo al lado de un arbol vio a Takeru inconsciente, como si hubiese sido duramente golpeado.
Hikari lo reconoció enseguida, corriendo hacia el para asegurarse que estuviera bien.
Izumi solo rezaba para que Takuya no estuviera pasando por lo mismo, porque lo conocía, y lo mas probable era que estuviese peleando contra varios a la vez, por ser de carácter impulsivo.
No, no, no, no... - se repetía la castaña, sin dejar de abrazar a Takeru - no puedes estar muerto! No puedes!
Déjeme ver... - la rubia le tomó la muñeca al herido, para asegurarse del pulso - lo suponía, aun está vivo...
Eso me reconforta - volteó hacia donde estaban peleando varios soldados, a los cuales identificó como del ejercito de Daisuke - que son esas cosas peludas horribles?
No tengo idea...
Tengo que encontrar a Taichi cuanto antes...
Creo que no será necesario buscar - Izumi señaló hacia uno de los lados - porque ahí vienen...
Si, pero no te encontrarán - otra vez Oikawa, con su voz tétrica y sumamente misteriosa, el cual asustó al par de jóvenes cuando apareció - vaya, el cetro vino directo a mis manos...
"Parece que este sujeto es quien está detrás de todo esto, y no puedo permitir que el cetro caiga en sus manos..."
Asi que, o me lo da por las buenas... o tendré que quitárselo por las malas...
No podía dejar el cetro en manos de ese sujeto, pero tampoco podía dejar al rubio inconsciente, a merced de que ese loco le hiciera algo. Hikari miró a Izumi, luego le dio una mirada disimulada a la bolsa de cuero y regresó con Izumi, que captó la señal. El sujeto se acercaba, a paso lento, pero aun asi pronto estaría frente a ellas.
Inesperadamente, Hikari le lanzó el bolso a Izumi, que salió corriendo hacia donde se peleaba fieramente.
Estúpidas! - gritó Oikawa, ya demasiado enojado y lanzando unas bolas de energía hacia Hikari, que terminó al lado de Takeru, inconsciente - ese cetro será mio!
Sacó un frasquito con un líquido negro, vertió dos gotas en el pasto y murmuró un hechizo de magia negra. Las dos gotas tomaron la forma de dos monstruos tan grandes como un cedro, el primero una especie de araña de color rojo, ojos saltones y pelo blanco en su cabeza, y la otra criatura una rara especie de momia tuerta con un arma en las manos.
Arukenimon, Mummymon, tráiganme ese cetro y maten a quien se interponga!
Ambos monstruos se lanzaron tras Izumi, aunque esta ya les llevaba una ligera ventaja. Ruki la había visto a lo lejos e intentaba acercarse para sacarla de allí, según ella, solo una tonta sin experiencia en combate sería tan estúpida como para aventurarse en la batalla solo por un chico.
La araña gigante ya casi alcanzaba a la rubia, pero esta reaccionó de una manera sorprendente, lanzándole el bolso a Ruki con todas sus fuerzas antes de caer presa de unos vendajes de Mummymon, los cuales la lanzaron hacia unos arbustos.
Sora se dio cuenta y le dio una señal a Ryo al ver a Arukenimon atacar a su hermana, que se defendía con una espada en su mano derecha, mientras que con la izquierda sostenía el bolso con el cetro.
Pero ella ya no podía usarlo.
Solo quedaba una opción, así que volteó para ejecutarla.
Sora! Atrápalo!
Lo lanzó, solo para sentir como su espalda era desgarrada de abajo hacia arriba, como en una diagonal, cayendo al suelo y escupiendo sangre.
Oikawa salió de su escondite con la botella del líquido negro, el cual bebió por completo.
Su cabello se volvió de un color azul grisáceo, sus ojos se tornaron rojos y su piel se volvió tan pálida como la de un muerto. Un aura negra con algunos destellos eléctricos lo rodeaba, y crecio considerablemente de tamaño, llegando a ser un poco mas alto que Arukenimon y Mummymon.
No dejaré que me arruinen lo que he estado planeando por mas de cien años! - su voz también se había tornado mas gruesa y maléfica - ya que al parecer la Rikku ya no me sirve de nada - observó a Ruki en el suelo, con la espalda sangrante y con una hemorragia que no paraba - entonces voy a tener que acabar con todos ustedes!
La energía que emanaba era una gran maldad, una maldad pura que sobrepasaba los límites normales.
Que piensas hacer Sora? - preguntó Yamato al verla sacar el cetro del bolso.
Necesito que lo entretengan - lo miró a el y luego a Taichi - si unen fuerzas lograrán mantenerlo entretenido lo suficiente...
Tanto Takuya como Ryo se encargaban de aplastar a la momia y a la araña, y tanto Taichi como Yamato tomaron la responsabilidad de distraer al engendro de Oikawa.
Cada golpe, estocada y estrategia parecían no ser suficientes para acabar con ellos.
Hasta que una luz interminable hizo que Oikawa temblara de miedo.
Win dain a lotica
En val tu ri
Si lo ta
Fin dein a loluca
En dragu a sei lainVi fa-ru les shutai am
En riga-lint
Win chent a lotica
En val turi
Si lo ta
Fin dein a loluca
Si katigura neuver
Floreria for chesti
Si entina
Fontina Blu Cent
De cravi esca letisimo
De quantian
La finde reve
o.o.o.o.o.o.o.o.o.o
Buen final para un preludio del fin.
Ya no digo nada porque no se me ha quitado el coraje.
De nuevo, muchas gracias a Atori-chan que tenía el backup de "Todos a la Universidad" y "Yugi en Ingesulandia" pronto estarán de nuevo on-line y en otra página (por cierto Atori-chan, mándame de nuevo el 8, mi hermano andaba de idiota husmeando en el CPU y me lo borró T.T) pero yo les avisaré.
Y denle las gracias a Reiki-Tantei, que me hizo el favor de subir este capítulo, porque si han de atenerse a mi entonces hubiese tardado hasta que me volvieran a conectar el Internet.
Saludos desde México y gracias de antemano por sus preciosos RR que me mandarán xD
Nayru.
