Hola n.n
Tanto tiempo sin estar por aquí. Es que me fui dos semanas a la playa y aparte de tener varios días nublados no tenía como subir un capitulo x3
Pero ahora retorno a clases. Mi penúltimo año en el colegio T.T
Que nervios, este jueves comienza otra vez el calvario. Así que aproveché mis últimos ratos de libertad plena para escribir esto.
Flopy-Black: gracias por el review. Sé que estuvo cortito el capítulo, pero fue lo único que pude hacer. Peor es nada n.nU
Stiby: pues sí. Dejé a Moony en coma. Soy tan mala :(
Pues, vamos a ver si es pasajero o no :3
Me alegra que me hayas dado esa idea, porque así pude comenzar ese capítulo con mucha facilidad. Gracias.
Y bueno, la carne tampoco fue perfecta para la poción, porque no fue entregada tan voluntariamente. Bellabitch tuvo muchos problemas para cortarse su mano. Y lo mejor es que ya que Voldie no resucitó, ella se quedó sin esa mano(Kukuro se ríe sin piedad).
Ojalá te guste este también.
HermiArwenpotter: Soy mala. Moony está en comita n.n
Ojalá lo hayas pasado bien en tus vacaciones x3
Nelly Esp: Pues sí dije de que color era el fénix de Harry ahora. Era azul plata n.n
Lo de las demostraciones de poder de Harry... Admito que el niño es poderoso, pero hay que considerar que todavía es pequeño y no sabe mucho de la magia. Pero descuida, pensaré en una idea para que Harry ayude a Moony a despertar, aunque no aseguro nada n.nU
"Verás Harry... Cuando fuimos a rescatarte... Moony fue golpeado por una maldición."
Harry se puso tan blanco como Remus.
"Y... no sabemos cuál fue, y eso estamos investigando. Estoy tratando de recordar de que color era la maldición, pero no puedo..."
"¿Qué le pasa a Moony?" La voz de Harry temblaba, y sus ojos se llenaron de lágrimas por el miedo de que algo le hubiera pasado al licántropo.
"Harry... Moony está en coma"
Harry no respondió.
"¿Harry?" Murmuró inseguro Sirius.
Nada.
"Eh... ¿cachorro?" Sirius aún insistía.
Notó como los hombros de Harry se sacudían con violencia y notó que estaba llorando. Pero aparte de eso, no reaccionaba.
Sirius se agachó y abrazó a su hijo en un intento de consolación, tanto para él como para si mismo.
"Fue mi culpa" Susurró Harry después de un rato.
"¿Qué?"
Se dio vuelta y enfrentó a su padre, lleno de rabia, pena, impotencia.
"Fue mi culpa... Si no hubiera sido por mí Remus estaría despierto y feliz..."
Sirius suspiró. Su hijo era idéntico a él. Siempre echándose la culpa de todo lo que sucedía. Ojalá que hubiera salido a su madre en eso. Así Remus no tendría que—
Cortó su tren de pensamientos, dándose cuenta de que había puesto su propio dedo en la llaga.
¿Acaso su amigo no volvería a despertar¿Quedaría atrapado en su inconsciente por el resto de sus días, mientras él y Harry seguían con su vida? No. Ellos jamás podrían estar bien sin él. Para Sirius, Moony era su hermano, lo más importante después de su hijo. Y para el chico de ocho años que ya veía su infancia quedar atrás por aquel ser inhumano de nombre Voldemort... Para ese chico que era el vivo reflejo de él y Lily, que había sufrido la mitad de su vida en manos de unos idiotas. Para Harry, su Harry, Remus era su tío, un padre más. El padre que le enseñaba sobre criaturas y encantamientos. Que le reprochaba con una sonrisa que dejara de hacer bromas junto con Padfoot. Que en las noches de luna llena lo acurrucaba contra sí, como un lobo con su cachorro.
Sirius sabía, que Harry no podía estar sin Remus.
Y otra pregunta asaltó su mente. Una que lo dejó frío. Que hizo que su corazón se detuviera por meros segundos mientras el no podía escuchar siquiera su respiración entrecortada.
¿Y qué pasaría si Remus moría?
Era algo que no quería imaginarse.
Claro, si Remus permanecía en coma siempre estaría la esperanza de que algún día despertara. Pero... si fallecía, no habría vuelta atrás, no habría esperanza. Todo se habría acabado y ya no habría nada que hacer más que seguir con sus vidas.
Sirius cerró sus ojos, luchando por contener las emociones dentro de él. Por Harry, no quería preocuparlo más.
Se dio cuenta que se había dejado llevar demasiado por sus sentimientos y dudas y que aún no le decía nada a Harry.
Pero¿qué podía decirle?
Los recuerdos de hacía un par de horas permanecían frescos en su mente, como un óleo terrorífico que aún no se secaba, que aún no podía guardar en lo más profundo de su mente, que quería dejar en el olvido.
Sirius había ocupado su reloj como traslador y Harry desapareció de esa tenebrosa prisión. Y luego... luego escuchó a Remus advirtiéndole del peligro. El eco de ese grito(y le dolía pensar que podrían ser las últimas palabras que escuchara de su amigo) seguía resonando en sus oídos, en su mente. Remus le dijo que tuviera cuidado, y luego lo empujó al suelo, antes de que un rayo blanco golpeara la espalda del licántropo.
Sintió frío, como si hubieran vaciado una cubeta de agua gélida en su espalda.
"Un rayo blanco..."
"¿Qué cosa pap�?"
Sirius volvió a la realidad y observó a su hijo.
"Harry... escuchame bien. No fue tu culpa lo que le sucedió a Remus. Fue... mía en realidad. Él me protegió de un hechizo. Podría haber sido yo el que estuviera en la cama en estos momentos."
"Pero lo más importan Harry, es que ya recordé algo que puede ser importante para reconocer el hechizo. Hay esperanzas de que Moony se recupere pronto"
Esto iluminó la cara de Harry, que sonreía levemente ante la posibilidad de estar de nuevo con Remus.
"Quiero que duermas en esa cama" Señaló una cama junto a Remus "por ahora, mientras yo voy a buscar libros para comenzar la investigación y para avisarle también a Dumbledore."
Aquella idea no le agradó tanto a Harry. Hizo un puchero e iba a protestar cuando Sirius lo cortó.
"No Harry. Es peligroso que salgas de la enfermería, cuando hay hijos de mortífagos en este colegio."
Esa razón para tener que quedarse ahí hizo que la mueca de enojo de Harry creciera más. Sirius intentó una táctica diferente.
"Necesito que te quedes aquí Harry, por si Remus despierta o hay un cambio en su condición. Es muy importante saber como reacciona."
Esa idea confortó más a Harry y este la aceptó gustoso. Se sentó en la cama junto a Remus y se quedó observando al licántropo ansioso, como si este fuera a reir en cualquier segundo, diciéndole a Sirius y a él que todo había sido una broma de mal gusto, que deberían haber visto sus caras de preocupación.
Pero desde luego, Remus jamás haría una broma así. Ni siquiera Sirius sería capaz de asustarlos así si fuera a lastimarlos al mismo tiempo.
Y así dejó Sirius a Harry, rogándole a Merlín y a quien fuera que lo ayudara a encontrar el hechizo y la cura de lo que tenía en coma a su amigo lobuno.
Harry despertó sobresaltado después de soñar que una extraña criatura vestida en sacos le entregaba un pastel y le decía que era para una araña gigante en el bosque. La araña lo perseguía por todo el bosque hasta que él tropezaba con lo que parecía ser un centauro y luego vio una extraña luz verde y escuchó la risa cruel que tantas veces había escuchado en sus sueños.
Sintió el cálido sol en sus mejillas y se dio cuenta que ya había amanecido. Se sentía descansado y notó con dolor que aún tenía abierto el corte en su brazo. Miró hacia todos lados y notó a Remus en la cama frente a sus ojos. Se sentó en la cama del licántropo y tomó una de sus manos entre las suyas, mucho más pequeñas que las de el adulto.
Y ahí Harry Potter, en realidad llamado Harry Black ahogó un grito al darse cuenta de que Remus Lupin lo estaba mirando fijamente y presionaba con fuerza sus manos.
