Hola!

Disculpen que no he actualizado en mucho tiempo. He estado ocupada con la escuela y también como hubieron vacaciones, ir de un lado a otro y también estar en ocupaciones.

Gracias a todos los que leyeron y pusieron review

Holly Motto: Hola, Bueno, parece que si, esos dos parece que van a encontrar :-D, pero veremos lo que hay en el camino, y veremos lo que en realidad sucede

Yugi Moto 2: MUA, jejeje, si...lo que es ser lector y no escritor. Bueno, originalmente, como tú sabes, no sabía cómo hacer que alguna conexión existiera entre los dos, pero ahí fue..estaba escribiendo y se me ocurrió ..U. te cuidas mucho amiga! MUA!

CEAT: Gracias ..U, cuando lo releo, no puedo ver lo sentimental...pero, me parece que es porque yo lo escribí..ahy XD. Aquí tienes el otro capítulo. Gracias por el review

Shiroi-Tsuki: Si..es algo extraño como podrían contactarse...pero trataré de eso en el capítulo que viene. Me alegra de que te haya llegado el final. Gracias por tu review :-D

Sakura Kitsuhara: Hola, Gracias por el review. Aquí está el otro capítulo :-D

Kida Luna: jejeje, faraón tacaño, jajaja, no se me había ocurrido esto...pero la cosa es que Yami no envió la pieza...sino...música de misterio el destino..., sip, el destino.No entendí lo último de se "inmortal"..ojalá me lo puedan explicar. Gracias por su review :-D, me hacen feliz.

4

Abuelito, no lo puedo creeer!- Exclamó nuevamente Yugi con gran emoción. Los sentimientos podían ser vistos a distancia, y percibidos tan solo viendo sus brillantes ojos camesí, como si reflejaran por primera vez la alegria de ver, privada al ciego.

Con gran dulzura y cariño, tomo la pieza entre sus manos, y la observó detenidamente...era el mismo pedazo de metal que le dió la felicidad hacia algunos años. Podía recordar aquel momento tan vívidamente, su corazón sentía la felicidad de haber alcanzado tan grande triunfo..armar el rompecabezas del milenio.

El abuelo emocionado, miraba la escena con atención. Pensaba que si talvez alguien más los viera, pensaría que los dos están locos. -No hay espíritus que vengan a ayudarnos, dicen- Pensó Salomon -Pero, este fue la excepción a la regla- aclamó su mente, mientras él sonreía a su nieto.

La mirada de Yugi era la gran testiga de todos los detalles, algunos un poco grandes y sin delicadeza, pero otros sorprendentemente mostraban la exactitud del antiguo imperio de su faraón. El joven atrajo su mano al pecho, sentía su sangre correr, y a su corazón acelerarse más con la pieza en la superficie. Dio una última mirada tierna a aquel pedazo inerte de materia, y relevante regresó a mirar a los ojos de su abuelo, tan parecidos a los suyos. Ambos sonrieron, y Salomon no dudó en acercarse sorpresivamente para con sus brazos emvolver a su nieto quien estaba derramando lágrimas de emoción.

Vamos, no llores hijo...esto es motivo de alegría y celebración- decía suavemente cerrando los ojos, mientras daba unos golpecidos en la espalda de su nieto.

Ambos no podían soportar la alegría de al menos..ver una sola pieza de lo que tuvieron en el pasado.

Mientras tanto, en otro lugar, dos jóvenes estaban ya entreteniéndose con los juegos de la aracada. Se podía ver como la adrenalina corría por sus venas mientras presionaban una y otra vez los botones de aquel aparato rectangular, mucho más grande que ellos. Sus miradas estaban fijas y brillantes en el monitor de imágenes un tanto borrosas, pero muy cautivadoras de pánico. -Vamos viejo, tú puedes!- gritaba el moreno con desesperación, mientras a su grito se unían unos más de la pequeña multitud de jóvenes y niños que rodeaba a ambos. Algunas gotas de sudor se mostraban en la frente del chico rubio mientras más rápido pulsaba los cubos plásticos. Al final, abrió sus ojos en exaltación y fue cuando un color rojo asaltó al monitor de su juego por completo. -Wow, Joey, tienes el puntaje más alto!. Exclamó Tristán, acompañado de algunos niños fanáticos de los videojuegos. -Aprendan del maestro..ja!- Presumió el Joey mientras se alejaba lentamente del lugar con su amigo. -Viejo, eso fue fenomenal, nunca he visto a nadie jugar tan rápido!- Aquel chico moreno aún seguía un tanto emocionado, y más aún cuando miró atrás...habían personas tratando ya de ganar el puntaje de su amigo..incluso estaban discutiendo por ver quien lo intentaría primero. -Eso es lo que hacemos los expertos como yo- acto seguido, Joey sonrió orgulloso de su hazaña. -A que no eres tan bueno en matemáticas..- Su compañero..había arruinado un momento de fama y gloria...era de esperarse.

Awww..creo que iré a casa a tomar una siesta.- estirando sus brazos hacia arriba, Joey empezó a caminar hacia la salida. -Bueno, yo también voy, te acompañaré hasta la esquina si?- respondió Tristán mientras se unía a la trayectoria del rubio..ambos ya estaban saliendo de la arcada, rumbo a sus casas. Mientras caminaban conversaban de las cosas que habían sucedido en el día. No importaba si se repetían las anécdotas o no, nadie se atrevía a decirlo, aunque en sus mentes ya sabían tales historias, no se privaban de oírlas una vez más.

JAjajaja, qué graciosa fue la clase de la semana pasada, no es así Yugi, jajajajaja- Mientras Joey seguía riendo, su compañero se detuvo, mirando fijamente al suelo. Finalmente, antes de continuar, el rubio se dió la vuelta y preguntó -qué pasa?- sintiéndose extrañado por dicha parada. -Yugi no está aquí..recuerdas Joey?...Yugi no está aquí. Creo que hicimos mal hoy. No paraste de hablar como si él estuviese aquí.- Con voz con un acento un tanto oscuro, Tristán explicó su respuesta, mirando a los ojos color miel de su compañero. Joey respiró profundo..sintió un frío un tanto aterrorizante subir por su espalda. -es verdad...el no está aquí...en realidad, pensé que lo estaba- Ambos sabían lo que cada uno pensaba

El sol a cada instante se ocultaba tras los edificios y árboles, dejando una estela escaza de su color. Todo estaba ya oscuro, y algunas nubes grises rondaban por los cielos, paseando en la soledad de la luna. Una joven corría incesablemente, sus pasos eran un constante golpeteo que se oía a poca distancia. Sus ojos tan solamente se guiaban por la silueta de la calle hecha de luces, tanto de la misma ciudad como también del entorno. Con respiración agitada cruzaba las calles, teniendo cuidado de los autos y de no soltar su marrón bolso. Al fin, sonrió en señal de victoria. Había llegado a la casa tienda de su amigo a quien, con cierta desesperación, deseaba ver. Se apoyó en la puerta antes de tocar el timbre.-Espero que Yugi esté bien- Pensó mirando al interior de la casa a través del vidrio de la entrada

ding dong-

Ohh, creo que tendre que ir a ver quien es...pero mientras tanto, muchacho, guarda muy bien esa pieza. Mañana pensaremos que podremos hacer con ella sí?- Dijo Salomón a su nieto, quien mirándolo asintió en señal de una respuesta positiva, para luego sonreír y salir de la habitación. Y ahí quedó Yugi, sentado en su cama, con la misma sonrisa encantadora de hace unos cinco minutos, mirando hacia la puerta, y en sus manos reposaba la mágica pieza dorada de la felicidad.

No puede ser posible que haya que caminar tanto para ir a la puerta..grr- El anciano ya estaba llegando a su destino final, pero cuando alzó su mirada que había estado en el suelo, divisó una sombra, en la cual estaba dibujada una silueta un tanto concida. Acercóse más y a través del vidrio vio un par de ojos azules. -No puede ser...esto animará a Yugi aún más- Estiró su mano y se hizo a un lado. La puerta se había abierto. -Buenas noches señor...jejeje...vine a visitar a Yugi. Disculpe que lo moleste a esta hora- Dijo la castaña, de una manera un tanto tímida y avergonzada. -Hola, bienvenida. Puedes ir a la habitación de Yugi, ahí está...y por cierto...dónde están los demás?- Preguntó Salomon., alzando una ceja en señal de extrañeza. -Ellos...ellos, fueron a otro compromiso..pronto vendrán- Mientras pasaba Tea hasta las gradas, el abuelo soltó un suspiro. -Espero que vengan pronto...espero- Dicho esto, el anciano emprendió caminata hacia otra parte de la casa.

Eso..estuvo cerca. NO. Él lo sabe...Sabe que ya no somos tan unidos con Yugi como antes...creo que tendré que dar explicaciones.- Aquellos pensamientos iban una y otra vez, de un lado a otro de su mente, como si fuera un péndulo, cuya cuerda estaría a punto de romperse y caer de una vez por todas.

En la habitación, Yugi estaba desprevenido de su visita, pero ya había escondido su tesoro y estaba tranquilo reposando en su cama, mientras su mirada se concentraba en las casas y edificios externos a su pequeño mundo. Afuera, todo estaba mezclado, algunas pocas personas estaban por los alrededores de la ciudad, pero muchas más estaban caminando, confundiendose entre las luces y los autos. Los jóvenes lucían ropas extravagantes para poder ir a algún lugar. Los niños, algunos pasaban felices, otros siendo regañados pro sus padres. Los letreros fosforecentes se encendían varias veces para formar las figuras de las empresas a las que representaban. Los claxones de los autos parecían estar al unísono varias veces. Todo eso era un bullicio lejano..del cual en ese momento, Yugi, no podía ser partícipe. Con todo aquello, volvieron los recuerdos de cuando solía salir con sus amigos, e ir al centro de la ciudad...o al muelle. Por su mente pasaban las imágenes del agua que corría mientras cada uno de ellos trataba de obtener un pez con algún instrumental improvisado, también de sus sonrisas, de sus bromas...de todas las cosas que hacían por él...y ahora ya no hay nada de eso. Yugi podría ir al colegio temprano y encontrarse a alguien para conversar y si gustaba, jugar duelo de monstruos...pero todo eso se perdió, se perdió en el infinito no conocimiento de las causas. Parecía que la flor de su amistad, empezaba a morir y a deshojarse...a causa del viento y del mal clima que la azotan.

El joven estaba ensimismado en sus pensamientos, cuando de pronto sonó como si abrieran la puerta. Sus ojos camesí reconocieron aquella fisonomía tan especial y única. -Yugi, puedo entrar?- Preguntó la chica, aún siendo tímida por el horario de su visita. -Hola Tea, viniste!..estaba esperándolos!- Yugi se exaltó tremendamente, pero se sintió un tanto desalentado al ver a su amiga entrar sola. -Y Joey, y Tristán..dónde están?- Tea solamente cerró la puerta y se apoyó en ella...sabía que era muy mala para mentir, y empezaba a arrepentirse de haber ido.- Ellos no podían venir- Un silencio profundo invadió la habitación. Yugi en el fondo de su corazón sabía que su amiga mentía...y en ella vino el remordimiento de tantas cosas. Aquellos ojos camesí se habían quedado fijos en la nada. -No, Yugi..perdóname...te mentí. Vine, vine a ver cómo estabas. Supe que te enfermaste.- Pero, tratar de cambiar de conversación no había sido útil. Así, que espero a una respuesta de su amigo, al mismo tiempo que se acercaba a él. - Gracias Tea..no sabes cuando aprecio esto..pero...- La castaña se había sentado en la cama, a lado de Yugi, y tomó valor, respirando profundo. -Dime Yugi..dime. Yo fui quien les dijo que no vinieran...- De nuevo Tea se atrevió a usar su mala habilidad. -Siento que nos hemos distanciado. No dudo de tí...-

Mientras tanto, Salomon estaba de nuevo en la puerta de la casa tienda. -Más invitados- Pensó..-Pasen, Yugi está arriba- Dijo amablemente, mientras temía que todo esto fuese a terminar mal.

Los dos jóvenes que recién habían ingresado estaban subiendo las escaleras. Pero, de pronto, cuando iban a abrir la puerta de la habitación, oyeron a Yugi hablar con un acento extraño, así que se quedaron ahí para escuchar lo que estaba hablando con la otra persona..a la cual no ignoraban que estaba ahí.

No dudo de ti...pero ahora que me dices que quisiste venir sola...no sé, talvez porque ya es de noche. Pero..y Joey, y Tristán?. De Joey no puedo dudar, él es mi mejor amigo y creo firmemente que nunca le dejaré de preocupar tanto como yo me preocupo de él..y como lo aprecio. Igual a Tristán. Todos somos grandes amigos, no sé porque nos estamos separando..no sé, talvez soy yo-

No Yugi!- Dijo con lágrimas Joey, acompañado de Tristán, haciendo su entrada al escenario, al mismo tiempo que esto había sorpredido al resto de la pandilla que estaba dentro del cuarto. -Estás equivocado amigo...tengo mucho que decirte..mucho-...