DOBLE PERSONALIDAD
CAP1. El vendedor de medicinas
Notas de Autor: He cogido un personaje de otra serie de Samurai Deeper Kyo, ya que este personaje se me hace muy útil para esta historia, espero que os guste.
Kaoru iba paseando tranquilamente como un día cualquiera dirigiéndose al dojo. Mientras iba pensante en los entrenamientos que debía realizar para sus clases de kendo, sin darse cuenta, tropieza con alguien.
- AAAUCH- se quejan ambos.
- Lo siento, no le había visto…- se disculpa la chica.
- Oh! No se preocupe, a sido culpa mía, estaba pensante en mis cosas…- agrega.
Kaoru observó al hombre, era de estatura normal, pelo corto y moreno, ojos negros y cara inocente, llevaba un kimono muy roído y a sus espaldas portaba una caja.
- Deje que la ayude a levantar- dijo cortésmente prestando su mano.
- Gracias, es usted vendedor de medicinas?
- Así es, tengo muy buenos medicamentos y uno que hago que lo cura todo! Jeje- ríe amable.
De pronto, la llegó a la mente que debía comprar pomada para las cicatrices de Kenshin- No tendrá unas pomadas para cicatrices, verdad?
- Sí, además la hago yo con hierbas naturales, tome.
- Cuánto es- pregunta sacando su monedero.
- No se preocupe, por mi culpa se ha tropezado conmigo- posa su mano sobre la de Kaoru impidiendo que le diera dinero- asi que se lo regalo- sonríe.
- M-muchas gracias-se sonroja un poco- de todas formas también ha sido culpa mía.
- Gusto en conocerla, sayonara- se despide y sigue con su camino.
- Sayonara- responde feliz..
Al rato llega al dojo donde Kenshin estaba lavando la colada, la kendoka se acerca al samurai y le saluda- Hola Kenshin, ya he llegado.
- Hola Kaoru-dono, qué tal el paseo?
- Me ha sentado muy bien, por cierto, te he comprado una pomada para tus cicatrices.
Le enseña la pomada y Kenshin se queda extrañado en la cajita que portaba dicho contenido- Este no es el que me receta Megumi…
- Sí, lo se, es que me choqué con un vendedor de medicinas muy amable y para disculparse me lo regaló, dijo que lo hacía él.
- Pues lo probaré- sonríe- quiere que le prepare algo de comida?
- No gracias, voy a entrenar un rato- desaparece por la puerta.
- Hola a todos- se oye una voz y Kenshin se dirige al recibidor.
- Hola Sano, que tarde has venido hoy, te has picado de nuevo en los dados- pregunta burlón.
- Muy gracioso Kenshin… - luego mira el guerrero hacia los lados buscando a alguien- Has visto a Jo-chan?
- Está entrenando- explica.
- Entonces mejor me voy…- intenta escaquearse.
- Para qué la querías?
- Era para que me prestase algo de dinero, he conocido a un amigo en la sala de juegos y nos apetecía tomar algo por ahí, pero creo que rectificaré y que Tae me lo ponga en mi cuenta…- sonríe indeciso.
- Tu… cuenta…- dice con una gota en la cabeza.
Al rato, Kaoru sale de darse una ducha después del entrenamiento pero ve que Kenshin no se encontraba en el dojo- Yahiko!
- Dime- contesta el pequeño.
- Sabes dónde está Kenshin?
- Fue a dar un paseo- señala con el dedo hacia la calle.
- Jo! No me esperó- suspira triste- Bueno me iré yo por mi cuenta- se gira- Cuida del dojo Yahiko.
- Si es lo que siempre hago bruja.
- No quiero estropear mi buen día renacuajo…- y se va sin hacer mucho caso.
La muchacha decidió ir al Akabeko para visitar a sus amigas, entra y se encuentra sentado al vendedor de medicinas, se acerca a saludarle- hola de nuevo.
- Hola, qué tal anda usted? Le vino bien la pomada?
- No era para mí, era para un amigo.
- Oh! Lo siento, no me presenté- se levanta- Mi nombre es Kyôshiro Mibu.
- Yo Kaoru Kamiya, encantada.
- Quiere sentarse para tomar algo- la ofrece asiento.
- No, solo venía a saludar a unas amigas, estás solo?
- Estaba con un amigo.
- Un amigo- ve que no hay nadie a su lado- Y dónde est�?
- Se ha ido hace nada, he quedado para comer luego con él.
- Bueno, me tengo que ir, mata ne, Kyôshiro- aquel hombre le pareció muy amable y confiado.
Ky: Sayonara Kaoru-dono.
Esa palabra le resultó familiar, así le llamaba Kenshin, lo cual odiaba, hizo caso omiso y se marchó.
- Hola Kaoru- saluda Tae a Kaoru- en qué estabas pensando?
- Hola Tae, no nada, es que acabo de estar hablando con un vendedor de medicinas.
- A sí? Dónde- intenta buscarlo con la mirada.
- Está al…- pero ve que ya había desaparecido- vaya, se ha ido.
- Qué te trae por aquí?
- Venía a saludaros- ríe feliz.
- Dónde está Kenshin, Kaoru?
- No lo se, ha ido a pasear, según Yahiko.
- Camarera- alguien llama a Tae.
- Lo siento Kaoru, tenemos mucha gente y no puedo estar contigo.
- Lo entiendo- sale del Akabeko, acaba su segundo paseo y se encuentra en la entrada del dojo con Kenshin.
- Dónde te habías metido- pregunta la muchacha.
- Había ido a hablar con Saito, me había citado para hablar de unos asuntos, nunca me deja en paz…
- No habrá problemas de nuevo, verdad?
- No, nada- explica nervioso.
- Entremos.
- Ey, Jo-chan- la llama Sanosuke.
- Podrías saludar, no- dice algo enfadada.
- Para qué?
- Deja- cambia el tema- qué quieres ahora?
- Pues he traido a comer a un amigo ya que no tenemos nada de dinero, si no te importaría que comiese con nosotros, es muy buen hombre.
- Te crees que esto es una pensión- grita furiosa.
- No seas roñosa, anda…
- Sanosuke…
- Si molesto, mejor me voy, no se preocupen- aparece el "amigo" de Sano.
La muchacha reconoció esa voz, se giró y vió al vendedor de medicinas- Kyôshiro!
- Le conoces- pregunta el luchador extrañado.
- Sí- asienteél es el que me regaló la pomada de Kenshin- explica.
- Hola de nuevo Kaoru-dono, siento lo ocurrido.
- Por qué no me lo has dicho antes- exclama ilusionada- Claro, que te puedes quedar!
- No quiero molestar.
- Ven, te diré donde sentar.
Kenshin se acerca a Sanosuke y le pregunta- este es tu nuevo amigo?
- Sí- este contesta- acaba de llegar a Tokyo, su nombre es Kyôshiro.
- Sabes algo más de él?
- No que yo sepa, sólo que es un simple vendedor de medicinas, por qué lo preguntas?
- No te has fijado que lleva una katana de 5 saku…
- Sí, pero dice que solo la utiliza para ahuyentar a los ladrones.
- En serio- pregunta con desconfianza.
- Sí, venga, entremos a comer que me muero de hambre!
- Como siempre… - el samurai pelirrojo accede a ir a cenar.
Todos ya están sentados y empiezan a comer la comida preparada por Kenshin.
- Mmmm… - se relame Kyôshiro- Esto está delicioso, cocina muy bien Kaoru-dono.
- Eh… - ella se sonroja por vergüenza- No he sido yo, más bien fue Kenshin…
- En serio? Pues está genial- se gira hacia el "cocienro"- Por cierto, no me he presentado, soy Kyôshiro Mibu.
- A Sanosuke ya le conoces- presenta Kaoru- el pequeño repelente es Yahiko,…
- Bruja fea- se defiende- No la hagas caso, es una amargada…
- Te mato idiota!
- Eh… - intenta calmar la situacion el invitado- puede seguir con las presentaciones…?
- … lo siento Kyôshiro… el que está a mi lado es Kenshin Himura.
- Ah! Es el de la pomada, no es cierto- recuerda- Qué tal le fue?
- Muy bien, la hizo usted- contesta cortés.
- Sí, soy un especialista- explica- mira, les voy a enseñar mi medicina que lo cura todo- saca un frasquito de su caja, lo abre y estalla en la cara del chico. Todos se quedan sorprendidos ante la pequeña explosión.
- S- seguro que lo cura todo? JAJAJAJA- se ríe a carcajadas Yahiko.
- Aún debo cambiarle un componente… cof, cof- tose.
- Toma una de mis bolas de arroz Kyôshiro- le ofrece la kendoka- a ver que te parecen?
Coge una de ellas pero ve la cara de todos, una expresión de pena, esto dio miedo al muchacho aunque no quería herir a su anfitriona, asi que empezó a comerlo. Un sabor amargo, agrio y dulce a la vez empezó a sentir en sus papilas gustativos, una sensación horrible, empezó a ponerse de todos los colores y consiguió comerse todo. Kaoru esperaba impaciente saber la opinión del conejillo de indias.
- E-está m-muy ri-rico…- le costaba hablar.
- Quieres otro- pregunta contenta.
- NO- rectifica- Es que… estoy muy lleno ya, gracias…
- Increíble, se lo ha comido todo y aún no ha muerto- decía sorprendido el crío.
PLONK!
- Bruja- se queja con un chichón en la cabeza- No me pegues así, es la pura verdad!
- Al menos él sabe lo que es bueno y reconocer a una buena cocinera, no como vosotros- ruge.
- Bueno, debemos marcharnos- agrega Sanosuke.
- A dónde- ella se levanta.
- A buscarle un sitio de alojamiento, mi chabola es demasiada pequeña para los dos.
- Podría quedarse aquí- propone Kenshin.
- Buena idea!
- En serio- pregunta el vendedor de medicinas.
- Aj�, dormirás con Yahiko – señala a su pupilo.
- Muchas gracias, pero no puedo pagarles, no tengo casi dinero…
- No se preocupe por eso- dice el pelirrojo.
- Es verdad, todos los presentes son unos gorrones que nunca ponen dinero…- exclamó con ironía la dueña del dojo.
- Ejem… entonces me podría quedar yo tambien- se apunta el chico castaño- Venga Jo-chan…
- De acuerdo…- accede.
- Entonces Kyôshiro dormirá conmigo, Yahiko y Sanosuke juntos- dice el samurai.
- Yo con este enano- replica.
- Esto es injusto, prefiero que se venga Kyôshiro- también se queja.
- No discutáis y empezad a recoger todo esto- ordena Kaoru.
- Venga conmigo, mientras le enseño el dojo- le ofrece Kenshin a Kyôshiro.
- Gracias.
