Capítulo 9 Lágrimas bajo la lluvia
Mitsui corre tan rápido como puede hacia la playa. Está completamente empapado y cada vez le cuesta más correr por el peso de la ropa mojada. Pero no para de correr... hasta llegar a la cancha de basket que hay junto a la playa.
¡Kaede¡Kaede¡Ka...
De pronto, Mitsui ve a Rukawa, de espaldas a él, apoyado con ambas manos contra la pared. Mitsui deja caer su bolsa en el suelo mojado. Sigue lloviendo. Se acerca a Rukawa por detrás hasta estar bastante cerca de él pero sin tocarle.
Kaede, por favor, dime que te ocurre.
Casi sin dejarle terminar Déjame. Se vuelve por la izquierda de Mitsui, dándole la espalda. Mitsui le sigue.
¡Kaede !
Dándole la espalda ¡Déjame en paz!
Acercándose un poco más ¡Por favor! Estoy preocupado, Kaede: dime lo que te pasa. Acerca una mano hacia él
Avanza un paso No me toques. Mitsui se queda sorprendido por la frialdad de Rukawa Lo he oído todo.
Temiendo lo evidente ¿Qué has oído?
Todavía de espaldas Todo... lo de Sendou.
Avergonzado y dolido Rukawa, yo...
Aprieta los puños, aún sin volverse ¿Cómo has podido? Yo creía que tú...
Mitsui se da cuenta en este momento de los sentimientos de Rukawa: no se trata sólo de amistad, no es sólo eso lo que Rukawa siente por él... ni tampoco lo que él siente por Rukawa. Mitsui se siente mal por lo ocurrido con Sendou y sobretodo porque Rukawa se haya enterado así, aunque no puede negar que también siente algo especial por Sendou. Pero, en este momento, los sentimientos hacia Rukawa son mucho más fuertes que cualquier cosa del mundo.
Kaede... lo siento... yo... ¡estoy hecho un líoÚltimamente han pasado cosas y yo...
cortándole Yo... yo quería ser el único, creía serlo... Se vuelve para Mitsui. Está empapado igual que él, pero además de la lluvia, las lágrimas mojan su cara haciéndole sentir a Mitsui una tristeza enorme por todo lo ocurrido. A lo mejor interpreté mal tus sentimientos. Lo siento. Hace como para irse
¡No! Mitsui le coge la mano y le hace volverse hacia él. Se quedan mirando un rato a los ojos. Mitsui le seca una lágrima con el pulgar y le acaricia la mejilla Yo también...
Mitsui se acerca a Rukawa y le acaricia la boca con sus labios. Se funden en un beso cálido y apasionado. Cuando el beso termina, Rukawa se abalanza sobre Mitsui y le abraza muy fuerte. Mitsui le devuelve el abrazo, cobijando a Rukawa entre su pecho y sus fuertes brazos. Los dos se quedan un buen rato abrazados bajo la lluvia, que empieza a cesar.
Al otro lado de la calle, bajo un paraguas que le protege y acarreando la bici de Rukawa para devolvérsela, Ayako ha sido testigo de todo lo ocurrido en la cancha de basket cerca de la playa. Sorprendida y divertida, mira con afecto a los dos compañeros abrazados y empapados y sonríe. Se vuelve al gimnasio del instituto para dejar la bici como estaba. Por nada del mundo quería estropear un momento así. Al llegar al instituto, no puede evitar la sonrisa en su rostro.
¡Qué sospechoso!
Asustada ¡Aaah! Joder Riota¡que susto me has pegado!.
Cínico Si te he asustado será que estabas haciendo algo malo... ¡Vaya¿Qué es esto¿La bici de Rukawa?
Algo mosqueada Sí¿y qué¿Te pasa algo?
Cínico ¡Naaaaaada! Neuras Qué estabas haciendo ¿eh¿Por qué llevas su bici¿Dónde estabais¿Y Rukawa?
Le da un golpe con el paraguas en la cabeza ¡Cállate Riota! No ha pasado nada... al menos entre yo y Rukawa.
Intrigado ¿Eh¿Qué quieres decir con esto?
Dándose cuenta de lo bocazas que es No, nada, nada.
Más intrigado aún ¡Vamos Ayako¡No seas así¡Cuéntamelo!
Abre el paraguas. Riota se encoge de miedo ¡Ha ha ha ha! No seas miedica... ¡ni cotilla! Invítame a un café ¡estoy congelada!
¿Me contarás lo que ha pasado? Sea lo que sea...
Nooo... y no te pongas pesado o me voy a mi casa.
Pe, pero Ayako... Bueno, bueno, está bien, guárdate tus secretitos... ya me lo dirás algún día cuando...
Sus voces se pierden en la calle, camino a la cafetería. Muy detrás suyo, Mitsui y Rukawa van de camino al instituto, a recoger la bici, riéndose mientras andan y dándose pequeños golpes el uno al otro, cariñosamente.
A la mañana siguiente...
¡Achís!
¡Salud¡Achís!
¡Salud¡Achís!
Preocupado ¡Hay que ser idiotas¡Mira que salir corriendo con lo que llovía ayer¡Mirad como estáis ahora!
Divertido, deduciendo todo lo ocurrido el día anterior Déjales Akagi, suficientemente mal se encuentran ya... Oíd chicos ¿porqué no os vais a casa? Es mejor hacer cama y curarse pronto...
¡Achís! Sí, gracias Kogure, creo que será lo mejor...
Gori, con tono paternalista anda¡iros ya¡Eh! Mitsui y Rukawa: más os vale poneros bien pronto y no hacer el tonto. ¡Pensad en el nacional!
Riéndose Venga Akagi no seas así¿no ves lo enfermos que están?... Le guiña un ojo a Mitsui Nos vemos en unos días. ¡No hagáis el tonto!
Mitsui y Rukawa se quedan mirando y sonríen, recogen sus bolsas de deporte, sus libros y se van a casa.
Capítulo 10 Lo nunca imaginado sobre ti
