Harry Potter y La Sagrada Vid.
Por Katie Lupin.
Disclaimer: Nada de esto, excepto la trama y el personaje de Richard Laine, me pertenece, esto es sólo ficción, cualquier alcance con la realidad es sólo coincidencia... bueno casi, porque lo que es de la realidad y se expresa aquí se hace sólo con fines argumentales.
En el capítulo anterior...
- ¡Claro! No creo que ni a Hermione ni al imbécil de mi hermano les moleste ayudarte, espérame voy a buscarla, Ginny retrocedió unos pasos y se adentró en la habitación que compartía con la antes mencionada, dejando al joven Laine solo, una vez más, en el pasillo.
Capítulo IV: Nuestras pequeñas grandes guerras cotidianas...
Ginny abrió la puerta, encontrando a su compañera de habitación "concentrada" ante un libro de transformaciones.
- ¡Hola Mione!- gritó Ginny haciendo que su interlocutora se crispara.
- Eh...- recuperándose – hola Ginny, que te hizo regresar tan rápido, pensé que demorarías más, oye, por cierto, no sabes si se escuchó algún ruido afuera, creí escuchar algo...-.
- Este... sí, a eso venía... Richard, digo el señor Laine se va a quedar y me preguntó si le podríamos explicar cómo son las cosas aquí...-.
- ¿Explicar qué?...-.
- Este... no sé si has fijado amiga, pero aquí las cosas, incluso para los magos, son un poquito extrañas, y hasta a nosotros nos costó acostumbrarnos, no te molestaría ayudarme ¿Cierto?- Ginny puso su mejor cara de convencimiento.
- De acuerdo... lo que tú digas...- contestó la chica, rendida ante la carita de ángel de Ginny, la última la ayudó a levantarse de la cama y, ambas salieron de la habitación.
Richard se alegró de que las chicas salieran, después de todo parecía ser que su estadía en Londres no sería tan aburrida después de todo.
Harry se encontraba pintando la cerca, no podía decir que estuviese entretenido pero estando afuera, aunque fuese bajo un calor que para un inglés casi sería el inicio del Apocalipsis, parecía ser tan tortuoso para él y su ánimo. Una ola de calor azotaba al continente europeo y sus efectos, definitivamente, no se dejarían de sentir sólo porque el muchacho estaba pintando la cerca de la casa de sus tíos, por lo tanto, ya no le quedaba más que resignarse y apresurarse con su tarea para no asarse a punto quemado (N/A: como en los asados cuando la gente, como yo, pide la carne casi carbonizada).
- Por suerte ya me queda poco, tan sólo dos manos más y parecerá que esta reja fue hecha de color blanco y no solamente pintada de ese color... de veras mi tía está cada día más loca...- mascullaba el joven Potter mientras continuaba su labor, si bien no le molestaba que sus tíos le escucharan criticarlos, no pretendía, bajo ningún precepto, dejar que quién estuviese vigilando de parte de la orden lo escuchara lloriquear como un bebé, simplemente no podía permitirse esos gustos de la inmadurez cuando pretendía que lo tomaran en cuenta como un adulto, si las cosas estaban la mitad de mal de lo que él las imaginaba, entonces, el mundo mágico y él mismo no podía dejarse caer en la depresión, si no que debía preparase lo mejor posible y no dejar que lo volviesen a sorprender.
- Voldemort ya hizo de las suyas demasiado tiempo, la próxima vez que nos veamos las caras, yo saldré con vida, no ese maldito bastardo...- reflexionó Harry, mientras aplastaba la brocha contra la cerca de tal forma que esta se sacudía.
- ¿Qué demonios crees que haces Potter? Te mandé a pintar la cerca no a destruirla...- le gritó la tía Petunia desde la cocina, sin embargo, al oírse a sí misma se llevó la mano a la boca arrepentida y, finalmente se dio vuelta hacia la dirección contraria, como intentando borrar lo que acababa de suceder.
Harry, lejos de estar enojado por lo que acababa de suceder, simplemente lo ignoró y continuó en su trabajo, obligando a su mente a bajar a la terrenal tarea de pintar la cerca, en vez de, como hasta unos momentos atrás, que casi la destruía.
- Me pregunto qué será de los chicos ¿Estarán en La Madriguera? No... Deben estar en Grin... demonios...- Harry estrelló la brocha contra la cerca, - ¿Qué acaso no te puedes sacar ese asunto de una buena vez de la cabeza Harry?- se rindió de pintar la cerca y sentó en el pasto de la casa, apoyó su cabeza en su mano y dedicó los siguientes cinco minutos en pensar las peores cosas que le podría hacer a Voldemort cuando lo encontrara.
- Podría decapitarlo, ahorcarlo, picarlo en pedacitos y hervirlo en aceite caliente... no mejor, podría ahorcarlo, decapitarlo, picarlo en pedacitos, pasarlo por un desintegrador molecular como los de las películas, y después... después, buscar su ánima y perseguirla por el infierno para hacerlo bailar con un tutú rosa alguna canción que cantara Lockhart... pero yo debería esfumarme antes de que eso ocurriese, no me quiero ni imaginar la tortura que debe significar el ver a Voldemort en tutú y a Lockhart cantar... ¡Yak!- Harry se sacudió y no pudo evitar lanzar una carcajada al imaginar las cosas que estaba pensando; y, definitivamente, tampoco no pudo ignorar que aquella sonrisa, por breve que fuera, había aliviado un poco el nudo de su adolorido corazón.
Desgraciadamente, no pudo nisiquiera llegar a imaginar que, en los arbustos que habían al frente a la casa de los Dursley, la cara de Tonks, la auror que estaba de guardia para cuidarlo, resplandeció al ver como la faz de su protegido se iluminaba cuando sonrió.
- Quizás él también pueda superarlo algún día, tal como veo que Harry lo intenta...- Tonks sonrió y siguió vigilando al joven Potter.
Harry se sentía satisfecho de ver cómo dejó la cerca, mejor de lo que pensaba, o, por lo menos, de lo que habría creído cuando empezó.
- ¿Qué es exactamente lo que quiere saber señor Laine?- interrogó Hermione.
- Primero... no me digan señor, soy Richard, o por último, honremos la tradición inglesa y llámenme Laine... y lo que quisiera sabes es el cómo son las cosas aquí, no creo que simplemente se levanten y esperen sentados que los ataquen los mortifagos, por ejemplo, según los registros escritos de la Orden, cuando Hitler estaba buscando a la Orden, los hermanos, solían elaborar estrategias, emboscadas, distracciones, crearon personas, "mataron"-Richard hizo la señal de las comillas con las manos –otras, cosas como esas, ah, y el cuartel no tenía ni un momento de descanso, los iniciados se reunían en el cuartel o en diferentes casas de seguridad... cosas así...-.
- ¡Ah! Cosas como esas son las menos que va a encontrar aquí, sobre todo cuando a nosotros nunca, jamás, nos toman en cuenta...- se quejó Ginny – sin embargo, la Orden se reúne varias veces a la semana, dependiendo de qué tan neurótico esté Remus y tanto tiempo tengan los integrantes... o de si hay más información sobre los mortifagos, eso es lo que hemos podido extrapolar hasta ahora; o sea, por lo que puedes ver, es bastante relativo- .
- Ya ceo, esperemos que la Orden pueda ayudar en algo...-.
- Y hablando de ayuda... ¿Qué es lo que piensas hacer para proteger a Harry?- inquirió Hermione.
- Saben que no puedo decirles qué exactamente, eso lo decidirá la Rose- Croix, yo soy sólo un Ecuyer, es decir, el último de la lista dentro de todo el asunto-.
- Así, que conveniente...- opinó Hermione.
- Sí, es verdad...- le siguió Ginny.
- No me malinterpreten, no es que yo no quiera saber, pero hay una jerarquía, un conducto regular, esto... no puedo llegar y amenazar a todo el consejo para que me digan qué debo hacer con respecto al señor Potter, sobre todo cuando el consejo, de esto, no sabe nada...- Richard se llevó la mano a la boca, al igual que Hermione cuando la conociese. –Demonios y mil veces, demonios...-.
- Tienes ocho segundos para explicarte si no voy a gritar y Remus vendrá aquí en menos de lo que puedes decir Quidditch...- le indicó Ginny mientras miraba su reloj.
- Veamos... mi Nautonnier si es el Gran Maestre de la Orden, sin embargo, el tema de Harry tan sólo lo sabemos, en promedio, cuatro personas, y Uds, en la Orden del Fénix...-.
- ¿Por qué?-.
- Porque el asunto de juntar a todos las familias del Grial, no es un tema que a toda la Orden le interese... lamentablemente, hay gente que mataría por no ver que eso suceda...-.
- Y eso por...-.
- Hasta ahí llega mi conocimiento del asunto, y si me preguntan qué pienso: lo que sea qué signifique para ellos la reunión completa del Sangreal, debe ser muy malo, para que intentasen matar gente para conseguir su cometido-.
Hermione y Ginny trataban de procesar la información, mientras que Richard esperaba su respuesta.
- ¿Me ayudarán o no?- preguntó el joven iniciado a las muchachas.
Hermione iba a contestar cuando Ginny se le adelantó:
-Quizás... quizás no... Depende...-.
- ¿De qué?-.
- De que nos prometas una cosa...- respondió la chica.
- ¿Qué cosa?...-.
Hermione miraba a su amiga sin poder dar crédito de lo que veía, si bien durante el último tiempo había cambiado bastante, aún así no podía creer que estuviese chantajeando a al invitado del profesor Dumbledore.
- Nada demasiado grande... sólo un pequeño favor- le dijo Ginny poniendo su mejor cara de niña buena.
- Y ese favor... ¿Sería?...- inquirió Richard, sospechando lo que ella quería.
- Tan sólo que nos digas lo que se discutan en las reuniones de la Orden, bueno lo que consideres que puedas decir, y... que nos incluyas en lo que sea que van a hacer a proteger a Harry ¿De acuerdo?...-.
Hermione cambió de cara al oír la razón del chantaje de su amiga y sólo atinó a sonreír.
- Esos son dos favores...- Richard asomó una pequeña sonrisa –Sin embargo... creo que si no interfiere con los planes de mi labor para con el Santo Grial, lo podría hacer, pero Uds. También deberán ayudarme de yo necesitarlo...-.
- ¡Hecho!- gritó Ginny y le dio la mano a su interlocutor.
- Genial... ahora... ¿Podemos ir a buscar a Ron por favor?-.
Obedientemente, Richard y Ginny la siguieron.
Después de lo ocurrido durante el último verano, Harry trataba de distanciarse lo más posible de la familia Dursley, muy bien podía odiarlos, pero tanto como para arriesgarlos aún más hubiese sido injusto (Aunque según otros puntos de vista, esa opción debería ser revisada), por lo tanto, apenas Harry terminó su mandado se fue inmediatamente a su habitación; por suerte para él no tendría muchos problemas ya que Dudley no estaba en la casa y su tía estaba en su habitación.
Harry pasaba por enfrente de la habitación principal cuando escuchó a su tía llorar, la puerta estaba entreabierta así que Harry pudo ver por la reflexión del espejo cómo su tía veía viejas fotografías y periódicos que no alcanzaba a distinguir bien, de pronto, surgió dentro de él una sensación de necesidad ¡Había olvidado algo en su habitación! No podía recordar qué, pero era importante, lo sentía. Sin obviar lo que su tía podía estar haciendo, Harry se dirigió a su habitación.
Tocó el pomo de la puerta, entró, y al hacerlo vio sólo, lo normal dentro de ella, la sensación había desaparecido por completo, y no había nada que pudiera decirle qué había olvidado.
Pero, recordando lo que hacía su tía en su habitación Harry se dirigió hacia su baúl, sacando de este el álbum de fotos que le regalase Hagrid en su segundo año. Comenzó a pasar las hojas una a una llorando cada vez que estas mostraban a su padrino, el nudo que con la risa del jardín se aflojó volvió varias veces más fuertes, y aunque quería dejar de ojearlo, no pudo, llegó hasta la última página, una que no había visto antes, una que tenía algo especial.
Richard, Hermione y Ginny llagaban a la habitación de Ron cuando escucharon el clásico ¡Paf! Ocasionado por la aparición de los gemelos en el pasillo.
- ¡Hola pequeño Ronnie! Cuñadita y pequeña Ginny ¡Qué hay de nuevo!- exclamaron los gemelos quedándose mudos al ver al extraño junto a ellos - ¿Y Ud. Es?- dijeron con sorna refiriéndose al extraño.
- Se llama Richard y el resto sobre él a ustedes no les incumbe- los interrumpió su hermana dando por zanjado el asunto.
- Si nuestra pequeña hermanita dice que no nos incumbe...-.
- Entonces, dejaremos al caballero en paz... por ahora- terminaron los gemelos.
Los susodichos siguieron rumbo a su habitación en la casa y dejaron en paz a sus interlocutores, Hermione avanzó y tocó la puerta de Ron, escuchando un leve –Adelante- que los invitó a pasar.
Ron estaba analizando un tablero de ajedrez mágico donde jugaba contra las piezas, seguramente esa era la razón por la que no había escuchado a los gemelos pasar. Pensativamente movió su alfil dando por resultado una tragedia entre las pieza contrarias, que gritaban todo lo que podían reclamando por la pérdida de una de ellas. Sabiéndose acompañado tan sólo levantó una mano indicando que pronto daría por terminado el juego, por lo que tanto Ginny como Hermione se sentaron en las camas desocupadas, Richard, por su parte, se quedó parado junto al dintel de la puerta. Finalmente el menor de los hombres Weasley movió a su otro alfil dejándolo frente al rey contrario, con una teatral reacción (venia, reverencia del rey opositor y su posterior "muerte") dio por terminado el juego. Una vez disfrutada su victoria el joven Weasley se dio vuelta hacia sus visitas.
- ¿Qué sucede?-.
- Necesitamos que nos ayudes- le respondió Hermione.
- ¿Con qué? ¿Si se puede saber?-.
- A enseñarle a Richard cómo son las cosas aquí- indicó su hermana interrumpiendo a su cuñada y a su hermano, y, cambiando de un tono confiado a uno más insidioso continuó – y a cambio de eso nos ayudará con algo que nosotros también queremos-.
- Harry...- murmuró el pelirrojo.
- ¿Por donde empezamos?- exclamó Ron y le hizo una señal al joven en la puerta para que entrara, Richard lo hizo, cerró la puerta, sacó su varita y aplicó un hechizo silenciador.
Ron se dirigió hacia se baúl de donde sacó pergamino y pluma, además de un par de pisapapeles, mientras su hermana guardaba las piezas de ajedrez en su caja y los dejaba sobre la cama, cuando llegó a donde estaba el resto, desplegó en el suelo las cosas que acomodó de tal forma que pudiese ser un gran espacio para escribir.
- Veamos, la casa es así...- Ron fue dibujando un "mapa" de la casa, mientras iba explicando qué habitación era para qué cosa –y bueno ésta es la habitación de- su cara cambió de expresión y su voz se tornó melancólica –de un viejo amigo que ya no está... él hace poco murió...-.
- Lo siento- expresó Richard – deben haberlo querido mucho para que sus caras hayan cambiado tanto de sólo expresarlo-.
- Bueno, a él no le gustaría que estuviesen así de tristes, desgraciadamente la vida sigue, cuando mi abuelo murió, eso fue lo que me dijo mi madre, si bien eso no disminuye el dolor, lo hace un poquitito- hizo la seña con los dedos- más soportable, créanme, lo sé, aunque no se note demasiado-.
- De acuerdo ¿Dónde estaba? A sí, en el segundo piso, mira por aquí se puede acceder al ático...- la explicación siguió otro par de minutos, -Y eso... es todo... con respecto a la casa, las reuniones suelen ser cuando a la Orden le dan un soplo (N/A: el aviso) de algún ataque, y otras veces cuando sucede algo imprevisto, de cualquier forma a nosotros nos mandan derechito a nuestras habitaciones, por lo tanto nunca nos enteramos, aunque, según yo, hemos probado, en reiteradas oportunidades que somos dignos de confianza, creo que eso es lo más que podemos decirte sobre la Orden-.
- Tomando en cuenta de la extensa cátedra sobre los rincones de la casa... cof, cof, cof- Ginny se aclaró para continuar: - me gustaría contarte quién es quién aquí, bueno, conoces a Remus, el trabajólico (N/A: quiere decir que está obsesionado con su trabajo), que desde finales de mayo que no ha parado de devanarse la cabeza por desarticular los ataques mortifagos... después están los gemelos, Fred y George, no te preocupes por saber quién habla, es probable que ni ellos mismos lo sepan... mi madre, se encarga de mantenernos a raya y de cuidar la casa... mi padre, trabaja en el ministerio, en el departamento para el uso correcto de los artefactos muggles... mis hermanos mayores: Charlie, trabaja en Rumania, pero pidió unas largas vacaciones (las que se debía hace años) para ayudar a la Orden... Bill, trabaja en Gringotts, antes en Egipto, ahora en Inglaterra...- Ginny se llevó la mano al mentón en actitud pensativa – Sí, creo que son todos los que "viven" aquí, aparte de nosotros, claro está... Ahora los no viven por aquí... Ojoloco Moody, es un auror con una seria paranoia pero sus consejos sobre seguridad siempre ayudan, tiene un ojo mágico que gira 360º y detecta artes oscuras.... Nymfhadora Tonks, le gusta que le digan "Tonks", auror también, es bastante simpática- la chica estuvo hablando otros diez minutos, dándole un toque soporífero a la charla.
- Ginny, creo que ya entendió...- le reprendió su hermano.
- Te encanta hacerme sentir mal- se llevó el brazo en un teatral gesto que hizo reír a todos.
- Bueno, sé de los que por aquí orbitan, de los que viven, de donde queda casi todo, pero no me han dicho qué hacen ustedes aquí...-.
- ¡Ah! Eso es fácil,- fue el turno de Hermione para explicar –se supone que estudiamos – (Sí, claro ¿Te sientes bien Herm? dijo Ron, mientras tocaba la frente de su novia en busca de algún síntoma extraño)- Estoy bien Ron, bueno... cómo iba diciendo, hasta que me interrumpieron...- mirada asesina para su novio – se supone que estudiamos, aparte de eso, tenemos que ayudar con la limpieza de la casa, tratar de mantenernos fuera de problemas, mantenernos ocupados y no estorbar demasiado... es por eso que cuando nos conocimos, estábamos afuera.
- ¡OH!- exclamó el Ecuyer en señal de entendimiento.
- Cero que esas fueron suficientes explicaciones para un día... sin embargo no nos ha dicho qué es lo que Ud. Hace señor Laine...- sermoneó parsimoniosamente Ginny.
- Sí se los dije, cuando los conocí...- fue su respuesta.
- ¿Y pretendes que creamos eso?... tiene que haber algo más... sería injusto que la información sólo fluya desde nuestro lado...-.
- Creo que así tendrá que ser... al menos por ahora, créanme si les digo que me gustaría contarles, pero... no me es posible, yo también tengo superiores y a ellos no les gustaría que anduviese divulgando algo, cómo, mil años de secretos sólo porque ustedes me pregunten, pero les prometo que cuando el profesor se entreviste con mi señor, le enviaré una carta dónde le explique la situación y le pida autorización... ¿Puede ser?...-.
- La verdad es que yo considero que no...- habló Ron – sin embargo... creo que, aunque quisiéramos echarte no sería posible, así que no me queda de otra que esperar y confiar... pero una advertencia hay en esto... algo malo pasa debido a tu presencia aquí y ni yo, ni los Weasley descansaremos hasta hacértelo pagar, y ni siquiera la muerte será suficiente, sino será sólo el principio...-.
- De acuerdo... ya lo entendí...-.
- Qué bien...-.
De pronto, tratando de salvar la situación siguió - ¿Qué les parece jugar a algo...? hace tiempo que no jugamos a algo... lo que sea, pero que juguemos todos...-.
- ¿Recuerdas el Snap Explosivo?- preguntó Ron con Sorna.
- Puedes apostar a qué sí...-.
- De acuerdo... quien pierda lava los platos de la cena, recuerden que hoy vienen todos a comer... ¡y a la manera muggle!...- dijo Ron y se levantó y fue a buscar el juego, mientras, el resto se aprontaba a jugar.
- "Estos chicos no son tan fáciles de convencer... deberé tener cuidado..."- pensó Laine a modo de nota mental.
Harry contemplaba ante sí la tarea de Herbología, Pociones, Transformaciones y hechizos... hechas, y rehechas más de cinco veces cada una, tan largas y complejas, que no tendrían nada que envidiarle a las de Hermione... una vez regresaba a su habitación, le tomaba un respiro el encontrarse sumido en la culpa, y un minuto más encontrar algo que hacer como: hacer su tarea, o rehacerla, según fuese el caso; limpiar su escoba (la pobre ya estaba tan aseada que se iba a terminar gastando de tanto ser limpiada), ordenar su ropa, limpiar su habitación, dibujar, etc. Sólo, por no estar pensando o sufriendo, su corazón, simplemente no lo soportaba.
Extrañamente, sumido en su sopor, no se dio cuenta cuando su pluma comenzó a escribir, su mano se movía sola, sin que su cerebro mediara, su subconsciente, corazón, conciencia o como sea que quieran llamarle tomó el control de sus actos y escribió.
Una vez Harry volvió en sí, pudo diferenciar lo que ante sus ojos tenía, una lágrima rodó por su mejilla sin poder detenerla, en el papel frente a él decía:
Te extraño... Pero aún me muera En el intento... No me dejaré ganar Ningún otro sacrificio será en Vano. Esa es una promesa...
Era tan fácil de entender que llegaba a ser exasperante, todo el tiempo había estado clamándole y él no había querido escuchar... lo único que quería escuchar era una, cualquiera que fuera, razón para seguir y ella había estado siempre con él... No se rendiría, simplemente porque él necesitaba forjar su propio destino y no dejar que se lo manejaran, Voldemort no ganaría la guerra, simplemente porque no tenía nada por qué luchar, al contrario de él, él viviría para ver el día después del final, para ver el amanecer después de una oscura noche que ya había durado demasiado... y que pronto estaría por terminar...
En un lugar donde nada es blanco o negro, donde no reina ni la oscuridad ni la luz, donde no vive ni el silencio ni el ruido, sonde todo vuelve a su mismo punto inicial, un cambio hubo, algo se rompió dentro de ese inconstante equilibrio, una explosión lo hizo, y en esa explosión, un alma pasó del cielo, al último bastión antes del retorno...
Fin del chapter IV "Nuestras pequeñas grandes guerras cotidianas"...
Lo terminé!!!!!!!!!!!!!! Me demoré más de un mes, pero lo pude terminar....!!!!!!! estoy orgullosa de mi misma, sé perfectamente que no ha sido el mejor chapter pero estoy contenta de haberlo podido terminar, estoy en época de pruebas, o sea, me acueste tarde o temprano no puedo despertar y ando como vegetal durante todo el día, pero pude terminarlo.
Reviews:
Gracias a Luna ) que me mandó un mail a mi correo, gracias, me subió caleta el ánimo que me hayas escrito, aparte, de que estaba con mi mamá y el leerlo mi mamá quedó súper orgullosa de mí, y se le pasó el enojo porque tuvo que ir a firmar mi hoja de vida al colegio
Elizabeth Potter: lo del msn es súper complicado porque como no tengo internet es complicado y voy en cuarto medio se me hace complicadísimo tratar de meterme a internet a un horario fijo... sorry, espero que te guste este chapter... gracias por dejarme review, espero que lo sigas haciendo... lo del interrogatorio, si supongo que fue hábil, porque lo fue ¿No?... para esa parte me fijé en mi papá y mi abuela, ambos tienen complejo de mamá gallina... bueno gracias por tu review...
Josefa: gracias por tu review, aquí ya hay dos actualiazaciones... gracias...
YELACDGPWM: gracias por tu apoyo... aquí está el siguiente chapter...
A quien se me haya quedado en el tintero le pido disculpas y acepto Howlers..
Miércoles 21de julio: Lamento mucho la demora del chapter pero mi computador se echó a perder... la disquetera no funciona muy bien, no quiere abrir los disquetes ni tampoco quiere guardar archivos.... no sé qué demonios le pasa, pero hoy si pude guardar el archivo del fic, por eso puedo subirlo hoy, si les gusta el fic tendrán que esperarse un poco a que pueda terminar el próximo chapter y lo pueda guardar cosa que no tengo muy claro cuando pueda ser, así que por favor ténganme paciencia ¿Sí? Saludos a todos... se despide...Katie Lupin.
Miembro de la ODG.
