Capítulo 16 Mis sentimientos

Mitsui se queda un rato de pie en la oscuridad del parque. El corazón le palpita muy fuerte y es incapaz de quitarse de la cabeza las palabras de Rukawa.

Prométeme que esta noche pensarás en mí

Prométeme que esta noche pensarás en mí

Prométeme que esta noche pensarás en mí

Cierra los ojos y echa a correr ¡Claro que te lo prometo! ¡Te lo prometo! ¡Te lo prometo Kaede!

Mitsui llega corriendo a su casa.

¿Hisashi? ¿Cariño, eres tú?

Estremeciéndose ¡Brrrr! ¡Que frío! Claro mamá, ¿quién quieres que sea?

Saca la cabeza por la puerta del comedor. Sonríe He he… tienes razón cariño. Ala, dale un beso a tu madre le da un beso que hace muchos días que no nos vemos le da otro.

Le da un beso y se la quita de encima ¡Ay! No me sobes mamá… Por cierto, ¿cómo está el abuelo?

Igual, aún tiene para días pero tu tía ha querido ir a cuidarle y mira, yo he vuelto a cuidar de mi niño intenta abrazarle

Se quita Joer mamá, no me trates como a un crío que ya somos mayores.

Se ríe Ya lo sé, pero es que disfruto haciéndote rabiar.

Resopla

Por cierto… Vuelve a entrar para la cocina este paquete del recibidor ¿es tuyo?

¡El paquete! ¡El paquete que llevó Sendou por la mañana! Ya se le había olvidado lo del paquete después de todo lo ocurrido aquél domingo, a la vez frío y ardiente.

Inmerso en sus pensamientos Sí, es mío.

Hisashi, ¿qué quieres para cenar?

De pronto, se siente muy impaciente por abrir el paquete "¿qué habrá dentro?" Errr… nada mamá, he comido muchas porquerías en el cine… esto… me voy a dormir ¿vale?

Sale del comedor Bueno, como quieras, buenas noches cariño.

Le da un beso Buenas noches mamá.

Sube a su cuarto corriendo, saltando los escalones de dos en dos, con el paquete de Sendou bajo el brazo. Se echa en la cama y lo abre impaciente, desgarrando con furia el papel de embalar. Dentro está la ropa que Mitsui le había prestado a Sendou (calzoncillos incluidos) todo limpio y planchado. Además hay un par de vídeos de basket y una nota. Mitsui coge el papel, lo desdobla y lee:

"Te presto unos vídeos para que no te aburras cuando me marche. Además, así tendrás algo que devolverme y una excusa para quedar contigo otra vez.

Besos,

Akira Sendou"

- ¡Vaya! Sendou quería pasar el día conmigo pero… claro, como se encontró con Rukawa en la puerta… Se alborota el pelo con las manos ¡Mierda! ¿Qué voy a hacer? Pensaba que lo tenía muy claro esta tarde pero… ¡Joder! ¡Qué lío!

Mitsui aparta el contenido del paquete de la cama, y lo pone en la mesa. Se deja caer en el colchón, cansado, exhausto pero también nervioso y algo sonrojado. Pasan los minutos pero es muy temprano y el sueño todavía no gusta en venir a visitarle. Todo está en calma. No hay más que silencio y, a lo lejos, el distante ladrido de algún perro…

Bip Bip Bip Bip

Mitsui se pega un susto de muerte.

- Coge el móvil Al final tendré que tirarte al río: ¡sólo sirves para pegar sustos! Lo mira ¿Un mensaje? A ver… no conozco este número.

Quiero verte. Mañana después del entrenamiento en el gimnasio del Shohoku. No aceptaré un no. Buenas noches. Sendou.

"¡Sendou! ¿Cómo habrá conseguido mi móvil?" Suspira y se recuesta en la cama "¡Vaya! Y encima mañana tendré que verle… Menudo lío, Michi, menudo lío."

Bip Bip Bip Bip

¡Joder! ¿Otra vez? Y ahora ¿qué? Desbloquea el móvil: otro mensaje

Kaede móvil: Buenas noches Hisashi. Recuerda tu promesa. Yo también pensaré en ti.

Mitsui se pone colorado de repente. ¡Santo Cielo! Casi se olvida de lo que le había prometido a Rukawa… Mitsui se levanta de la cama y da un par de vueltas, nervioso, por la habitación… hasta que repara en un trozo de ropa que está en el suelo… una ropa de color azul. Se agacha y lo recoge: es una camiseta.

Sonriendo ¡Vaya cabeza Kaede! Mira que olvidarte la ropa en mi casa… ¡suerte que mi madre no lo ha visto!

Se echa en la cama. Cierra los ojos y estrecha la camiseta de Rukawa contra su pecho. Empieza a recordar… lo que ha ocurrido en el baño de su casa por la mañana, la caminata por el parque al lado de Rukawa, muriéndose de ganas de cogerle la mano sin poder hacerlo, la segunda vez que casi pasa algo con Rukawa pero que les interrumpen, en los lavabos del centro comercial, la manera como pudo cogerle la mano en la oscuridad del cine… su despedida en la parque… la promesa que le ha hecho.

Mitsui se ha quitado la camiseta y los pantalones. Empieza a acariciarse suavemente el torso, recorriendo con los dedos cada centímetro de su cuerpo firme y musculado. Se concentra en el olor que desprende la camiseta de Rukawa… un olor a azul intenso y a mar profundo. La punta de su dedo corazón acaricia y se hunde en su ombligo. Mitsui continúa el descenso, muy lentamente, introduciendo la mano en sus boxers, agarrando y moviendo rítmicamente su erguido miembro mientras empieza a mordisquear el dedo índice de la otra mano para ahogar sus suspiros de placer.

En su mente se mezclan los recuerdos de este domingo inolvidable con fantasías húmedas y calientes que su imaginación deja escapar por las ranuras de su recién descubierta sexualidad (o más bien homosexualidad). Pero pronto a las imágenes de Rukawa se añaden fantasías y recuerdos de Sendou: su cara, sus ojos, su sonrisa, su cuerpo… increíble. Mitsui siente un escalofrío recorrer su cuerpo y el clímax llegar repentina y profundamente, como una sacudida. Se queda en la cama, muy quieto, tanto que casi parece muerto… de placer. Luego abre los ojos. Busca por la habitación algo con qué limpiarse.

"Si me viera ahora Kaede, seguro que se echaría a reír"

Acabado, se pone los pantalones del pijama y se mete en la cama. Coge el móvil y manda un mensaje:

Me ha gustado mucho, Kaede. Me ha encantado pensar así en ti.

Y se duerme plácidamente mientras en otra parte de la ciudad un chico de pelo azabache y tez pálida alcanza el clímax al leer sus palabras en la pantalla de un móvil.