Capítulo 24 La decisión equivocada
Sendou y Mitsui entran en el pequeño piso ante la mirada extrañada de una vecina, que les cose a preguntas sobre su procedencia, su edad, sus estudios,… Después de responder muy educadamente a todas las inquietudes de la chismosa anciana, cierran la puerta y suspiran aliviados tras el proceso inquisitorial. Mitsui sonríe, dispuesto a hacer algún chiste a propósito de la situación pero se encuentra de pronto, sin saber como, aprisionado entre la puerta y el imponente cuerpo de su amigo, con sus labios acariciándole el cuello con pasión. El chico mayor cierra los ojos, dispuesto a dejarse llevar por el calor de los besos del muchacho de ojos violetas, que sostiene su cuello con la mano derecha mientras empieza a deslizar la otra por dentro de su camiseta. El sólo contacto con su piel hace estremecerse cada parte de su ser, cosa que su amante no pasa por alto.
Le susurra al oído, muy lentamente ¿Cuánto me has echado de menos?
Notando como sus besos descienden de la oreja a su nuez, enormemente excitado Mucho…
Sonriendo pícaramente Mmm… Hisashi…
Su respiración se acelera ¿Q… qué?
Desliza sus manos hasta el culo del chico, metiéndose por entre sus boxers y su piel ardiente Te comería hasta morir…
Se pone muy nervioso por sus palabras A… Akira…
Por toda respuesta, el chico menor empieza a comerle los labios a su amante, jugando a entrelazar sus lenguas a la vez que le arrastra sugerentemente hacia el sofá. Sendou saca sus manos de dentro los pantalones de Hisashi y le hace tumbarse, quitándole la camiseta para poder acariciar mejor su caliente piel. Hisashi empieza a desabrocharle los tejanos a Sendou mientras le da suaves besos en la boca, notando sus manos recorrer su torso desnudo, estremeciéndose a cada contacto con su piel. El chico mayor sube las manos por el cuerpo de su amante hasta que consigue deshacerse de la camiseta de éste. El sofá es estrecho y apenas caben el uno encima del otro. A Sendou empiezan a fallarle las fuerzas, por lo que se incorpora quedando sentado al lado del otro chico. Mitsui abre los ojos y se sienta para dejar sitio a su amigo. Empieza a mirarle detenidamente. La verdad es que está imponente, sólo con los tejanos entreabiertos, dejando asomar dos dedos de boxers de un rojo oscuro muy sugerente, con el torso descubierto… siente su cuerpo calentarse a cada segundo. Sin poder evitarlo, se muerde el labio, rojo de vergüenza y se hecha para atrás, tapándose los ojos con los brazos.
Enormemente divertido por la reacción del chico mayor ¿Qué te pasa?
Sin osar mirarle ¿Es que no te has visto?
Se mira con curiosidad ¿Tan mal estoy?
Se levanta y se le acerca ¿Estás de coña? ¡Eres el pecado en persona!
Tremendamente excitado por estas palabras Entonces prepárate porque hoy no va a haber dios que te salve…
Sin siquiera terminar de hablar, Sendou se lanza contra el otro muchacho, besándole apasionadamente mientras le despoja con premura de todas sus ropas. Sus caricias son cada vez más intensas y ardientes, al igual que sus besos. Al poco rato, Sendou vuelve al chico mayor de espaldas a él y empieza a recorrer su espalda con los labios, intentando ubicarse en la posición correcta para hacerle disfrutar del sexo como nunca en la vida lo ha hecho. No obstante, Mitsui se da la vuelta parando al otro chico al adivinar sus intenciones.
Mirándole con una mezcla de cariño y curiosidad ¿Qué pasa Hisashi?
Casi rogando Por favor… todavía no… no estoy preparado…
Le abraza muy tiernamente y le da un beso en los labios. Sonríe No pasa nada. No haremos nada que tú no quieras. Te quiero y no voy a hacerte daño.
Con el estómago encogido Gracias.
No era la respuesta que Sendou soñaba aunque sí la que esperaba. Empieza a besarle de nuevo con mucho cariño y sigue sus caricias con el mismo fin de darle placer a su amante, aunque con distintos medios. Pasan un rato increíble amándose el uno al otro, tras lo cual se quedan tumbados en el sofá, abrazándose mutuamente. Al cabo de un tiempo, Sendou empieza a acariciar los brazos que le acogen con ternura.
La hermana de Rukawa ya está bien ¿no?
Sorprendido Sí… más o menos… ¿cómo lo sabes?
La he visto hoy, cuando te esperaba a la salida del instituto…
Tiene mucha curiosidad ¿Y cómo la has reconocido?
Divertido Hombre… llama bastante la atención… Además, una chica me lo ha confirmado… aunque hay algo que no he terminado de entender…
¿Algo?
Sí, bueno… la chica estaba en la puerta del insti mirándola y cuando le he preguntado se ha puesto colorada…
Besándole en el hombro Es lógico… estás muy bueno…
Se ríe ¡Anda ya! No… lo que pasa es que creo que no se ha puesto colorada por mí sino por ella…
Se incorpora, preso de la sorpresa ¿Por Kikyo?
Mirándole sin tapujos Esa chica… Kikyo… a primera vista no parece gran cosa pero… te atrae nada más abrir la boca… es como un imán para todo el mundo…
Sospechando ¿No te habrás…? Es decir… ¿no te gusta verdad?
Sonríe y le besa Claro que me gusta. Creo que no hay casi nadie a quien pueda no gustarle. Pero no te pongas celoso, yo sólo te quiero a ti…
Mitsui le da un suave beso en los labios, inmerso en una felicidad que jamás había creído posible.
Y mientras todo esto sucede, en otra parte de la ciudad, una chica se encuentra con un joven moreno y muy atractivo en una cafetería que acaban de abrir. Pero la chica no se da cuenta de que alguien ha seguido sus pasos; muerto de celos y de curiosidad un chico pelirrojo intenta observar la cita a través de la ventana pero ante la incapacidad para ver nada, decide irse a su casa cabreado como un mono. La cita va como la seda, se divierten mucho los dos, sobretodo cuando Kikyo deja de hablar de Sakuragi. Por su lado, Hanamichi pasa la peor tarde y la peor noche de toda su vida, sobretodo al llamar a su amigo Yohei a las 10 de la noche y comprobar que todavía no ha llegado. El chico pelirrojo se revuelve en la cama en pleno ataque de insomnio hasta que decide llamar a Yohei a su móvil.
Descuelga el aparato, sumamente sobado ¿Quién…?
Muy nervioso ¿Lo has hecho? ¿Lo has hecho verdad?
Desubicado ¿Hanamichi? ¿Pero qué…?
Se cabrea por momentos ¡Dímelo joder!
Desperezándose ¿Decirte qué? Hanamichi son las 2 de la mañana…
Con un nudo en la garganta ¡Necesito saberlo joder! ¿La has besado verdad?
Entendiéndolo todo Joder Hanamichi… ¿para eso me despiertas?
A punto de estallar ¡Lo sabía! ¡Me cago en…!
Mosqueado No ¿vale? No la he besado. Buenas noches Hanamichi.
Yohei cuelga el teléfono algo cabreado con su amigo. Está claro que ha tenido un ataque de celos pero son amigos: no había motivo para molestarle a esa hora… él jamás le traicionaría y que Kikyo le gusta es algo que salta a la vista.
El día siguiente pasa lentamente para todos. Ya sólo quedan dos días para terminar las clases y los exámenes se hacen eternos y muy estresantes. Todos se dedican a estudiar tanto como pueden, pero hay dos personas con demasiadas cosas en la cabeza como para pensar con claridad. Hanamichi no para de montarse paranoias por lo bien que se llevan Kikyo y Yohei, mientras Mitsui se esfuerza para poner en claro sus sentimientos. Finalmente, los exámenes terminan y, ¿cómo no? El batallón de los suspendidos tiene que ir a estudiar a casa de Akagi. Kikyo está invitada pero decide que lo mejor es no ir. No quiere ser testigo de cómo Hanamichi se pone a babear por estar bajo el mismo techo que Haruko y es precisamente lo que hace al no encontrarse la otra chica en el sitio. Pero esa noche, Haruko toma la decisión de confesarle a Rukawa sus verdaderos sentimientos en caso de que apruebe los exámenes de repesca.
El día siguiente se levanta soleado y muy caluroso. Ya no tienen clase, pero Kikyo se dirige igualmente al instituto Shohoku para ver si su hermano y los demás han tenido suerte. Por fortuna, llega justo en el momento en que Ayako anuncia los resultados positivos de los exámenes. Todos estallan en risas y vítores para los sorprendidos aprobados. En la puerta del gimnasio, Kikyo agarra las manos del primero a quien encuentra a su lado: justamente Yohei Mito. Sakuragi está muy feliz por el resultado pero todo se desvanece al ver a Kikyo dar saltos de alegría cogida de las manos por Yohei. Está espléndida: lleva unos pantalones piratas negros con un trozo de ropa rojo rasgado a modo de falda y una camiseta de un grupo de metal europeo tremendamente ajustada. El largo pelo se agita al ritmo de los movimientos de su cabeza. Las botas acaban de darle ese toque salvaje y peligroso que tanto parece atraer a todo el mundo. El chico pelirrojo se muere de celos. Se acerca, interponiéndose entre los dos.
Herido Estás muy guapa.
Pasando un poco de él Gracias.
Le da la espalda y agarra a Yohei por el brazo Tengo que hablar contigo.
…
Lo suficientemente lejos como para que Kikyo no les oiga ¿A qué juegas?
Extrañado ¿Perdón?
Muy enfadado Más te valdría pedírmelo y dejar de tocar los cojones.
Se pica Mira Hanamichi, yo no he hecho nada malo y Kikyo tampoco. Sólo somos amigos… de momento.
Extrañado, aunque algo aliviado ¿De momento?
Dolido Oye tío, eres mi mejor amigo y ninguna mujer hará que esto cambie. Lo único que te pido es que te decidas rápido: Haruko o Kikyo. No puedes tenerlas a las dos y yo… creo que me estoy enamorando… así que si tú no estás dispuesto a hacerla feliz lo haré yo…
Le sabe mal por su amigo Yohei… es la primera vez que…
Triste ¿Que me intereso por una chica? Sí. Es la primera vez. Pero tus celos me indican que te gusta y ella te quiere de verdad así que te daré una sola oportunidad. A la vuelta del nacional tienes que haberte decidido. Si no, voy a lanzarme Hanamichi.
Le abraza amigablemente Gracias Yohei. Eres el mejor amigo.
¿Haruko o Kikyo? Una decisión difícil, des de luego… aunque parece que alguien ha tomado ya la iniciativa. En el gimnasio, la hermana menor de Akagi ha pedido a Rukawa que vaya a fuera a hablar con ella. Él accede, sintiendo que le debe algo después de lo de su hermana.
Muy colorada E… Rukawa… esto… yo…
Frío Perdona pero ¿te importaría ir al grano? Es que me gustaría entrenar un rato y…
Enrojece todavía más C… ¡Claro! Este… yo… es que… ¡Fuerza Haruko! ¡Es que tú me gustas!
…
Con la cabeza bajada todavía Me gustas des de que te vi, antes de entrar en el Shohoku y… me gustaría saber si tú…
Gélido No te equivoques. Estoy saliendo con alguien.
Levanta la cabeza, mientras las lágrimas empiezan a resbalar por su rostro ¿Estás… saliendo con… una chica?
Algo incómodo por la situación Sí, se llama Hitomi y… yo… estoy enamorado así que…
Llorando No me importa… yo… te voy a esperar. Cuando te canses de ella o dejes de quererla yo estaré aquí… Se va sin darle tiempo a responder
Para sí mismo Joder… vaya estúpida… pobre chica…
Michi sale por su espalda ¿A quién compadeces?
Muy tranquilo A la hermana de Akagi.
Extrañado ¿Y eso?
Se me acaba de declarar.
Abre los ojos como platos pero no puede decir nada…
Le he dicho que salía con "Hitomi"…
Sonríe reprobándole un poco Pobre chica…
Sí. Me ha dicho que me iba a esperar… pero a mí no me gustan las tías. No va a tenerme ni esperando toda la vida…
En este momento, un sentimiento de temor enorme empieza a despertar dentro de Mitsui. Siente que podría perder a Kaede en cualquier momento y eso le aterroriza. Pero ¿por qué? Estando solo con su estudio y sus pensamientos estos días estaba casi seguro de que quería a Sendou, de que estaba enamorado de él. Pero la decisión equivocada de Haruko le hace ver un punto de vista que no había observado: ¿cómo se sentiría sabiendo a Kaede entre los brazos de otro? Su expresión cambia radicalmente hacia una profunda tristeza: no se ha decidido ni de lejos. Está peor que antes y siente que no debe precipitarse porque si equivoca su decisión puede acabar tan solo como Haruko, aunque a ella todavía le queda Sakuragi, a quien desea fuertemente que se enamore de Kikyo (la verdad es que nunca ha sabido qué le veía el pelirrojo a la niñata de Haruko). Desecho en un mar de dudas, Mitsui se vuelve para entrar en el gimnasio. Rukawa ha entrado ya hace un rato y, al ver que él no le seguía, Ayako ha salido a por él.
En tono maternal ¿Todavía dudas, eh?
Suspira Acabo de derrumbarme. Esta mañana creía tenerlo clarísimo. Estaba decidido de que quería pasar mi vida al lado de Akira Sendou pero me acabo de dar cuenta de que no podría soportar perder a Kaede. ¿Qué voy a hacer? ¿Por qué tiene que ser todo tan difícil?
Le sonríe mientras le da unos golpecitos en la espalda No te comas el coco Mitsui. Las cosas no salen así. Tienes que dejar que tu corazón decida por sí solo, a su debido tiempo… pero no te duermas en los laureles mientras dos chicos tan increíbles sufren por tu culpa.
Suspira de nuevo, con pesar Ya lo sé… pero sólo tengo dos semanas. Y la primera voy a pasarla con Kaede en la estada… no sé si podré resistir…
Le aconseja muy acertadamente Habla con Kaede. Esta semana tenéis que concentraros así que no cuenta. Dile que te decidirás en los nacionales. Es sólo una semana más así que no creo que le sepa muy mal… tenéis que pensar en el campeonato…
Asiente, entrando en el gimnasio Tienes razón. Gracias Ayako.
Todos los del equipo se esfuerzan al máximo en ese último entrenamiento antes de la estada. Al finalizar, cuando se quedan solos limpiando la cancha, Mitsui le pide a Kaede una semana más para poder concentrarse en los nacionales. Kaede le sonríe y le confiesa que él mismo iba a proponérselo: el campeonato es muy importante y deben concentrarse al máximo para jugar bien. Los dos pasan la tarde paseando por el parque, cogidos de la mano ante la ausencia de gente.
Algo avergonzado Sólo hay una cosa que querría decirte Kaede…
Lleno de curiosidad ¿Qué pasa?
Se pone colorado He decidido que no voy a hacer nada más con vosotros hasta que me haya decidido…
No acaba de entender Te refieres a que no saldrás…
Cortándole Me refiero a que no quiero haceros sufrir más así que no pienso tocaros a ninguno hasta tenerlo claro…
Sonríe sonrojado Será duro pero te lo agradezco… no sabes cuanto…
