Capítulo 27 Una decisión y dos desengaños
El partido de esta mañana resulta ser muy duro, aunque afortunadamente el Shohoku logra sobreponerse. Al acabar, los chicos están tan exhaustos que casi se duermen en los bancos de los vestuarios, aunque entre ellos se encuentra un "elemento subversivo" que se lo impide escandalosamente.
- Mosqueado ¿Qué coño te pasa Hanamichi? ¡Estás histérico!
- Recogiendo todas sus cosas para irse a duchar ¡Déjame! No me ocurre nada Ryota… es que no encontraba una cosa pero ya…
- No se fía Sí, sí,… bueno, vamos a las duchas que me muero de hambre y hoy nos invita Anzai a un buen restaurante… mmm…
- Abre los ojos como platos ¡Qué bien! ¡El profesor Anzai es genial! ¡Qué hambre!
- Picándole por lo bajo Hisashi, eres un glotón…
- Se sonroja Ka… e… de… ¿por… porqué lo dices…?
- Sonríe y va para las duchas…
Los integrantes del equipo empiezan a ducharse y cambiarse tranquilamente, animados por la invitación de Anzai al restaurante. Mitsui hace que se tarda en encontrar sus cosas para no tener que ducharse a la vez que Kaede, por razones obvias. Kogure le ayuda amistosamente con su disimulo, intercambiando miradas de complicidad con los dos chicos. Cuando ya casi están todos, Sakuragi hace más de media hora que espera, cambiado y a punto, incordiando a todo el mundo para que se de prisa.
- Divertido ¡Hey Hanamichi! ¿Tanta hambre tienes?
- Muy nervioso Sí. No. ¡Venga Ryota espabila! Es que sois unos lentos…
- Se acerca por detrás ¿Has quedado con mi hermana, no?
- Se asusta ¡Ahhh! Susurrando Sí. Pero estoy muy nervioso…
- Serio Tranquilo, si todavía le gustas no creo que puedas cagarla lo suficiente en una tarde… Se va antes de que entre en cólera
- Le agarra del brazo para detenerle Es que ya la he cagado mucho y no quiero volver a decepcionarla…
- Sorprendido, se vuelve y sonríe Entonces trátala bien.
Sakuragi se queda tremendamente pensativo ante la respuesta de Rukawa. ¿De dónde ha salido aquella sonrisa? ¿Cómo puede ser que le ayude después de todo lo que le ha hecho, y encima con su hermana? El chico pelirrojo se siente un poco culpable por como ha tratado no sólo a Kikyo sino también a su hermano. Su atracción por Haruko le había cegado pero estaba siendo infantil. Se da cuenta al recordar las palabras de Kikyo días atrás: "Quisiera odiar a Haruko pero no es culpa suya que te guste ella y no yo…". Ambos son igual de temperamentales, pero está claro que ella es mucho más justa con las personas… siempre que no se trate de su hermano, claro. Se sonríe al recordar la primera vez que la vió: ¡estaba hecha una fiera! Le pegó a Haruko y luego le amenazó a él. "Hay que reconocer que los tiene bien puestos…". Millones de imágenes de la pequeña muchacha pasan por su mente, desconectándole por completo del mundo que gira a su alrededor, hasta que algo le golpea en el estómago.
- Asustado ¿Eh? ¿Quién…?
- Partiéndose de risa No sé en qué estabas pensando pero hazme el favor de volver a la tierra y vamos a comer ¿Quieres?
- Atónito Mi… Mitsui… Oye… ¿a ti te gusta Kikyo verdad?
- Muy sorprendido ¿Ehhh?
- Amistosamente Anda, no lo niegues… Te pasas el día en su casa y ella siempre te abraza y te defiende y habla bien de ti… me das envidia. Pero tú parece que no te decides y hoy ha quedado conmigo así que… si ella… si yo… si al final pasa algo… quiero que sepas que no soy un traidor y que a mi…
- Intentando que no se le escape la risa Sakuragi. Escúchame atentamente ¿vale? Kikyo es muy maja y muy guapa pero no me gusta. Estoy siempre en su casa por que Kaede y yo somos… amigos pero no hay nada más. Así que tranquilízate hombre ¡ya vayamos a comer ya!
- Suspira aliviado ¡Claro! Ha ha ha ha ha ha …
Los dos chicos se van con el resto del equipo y el entrenador Anzai, andando por la calle bajo la mirada impresionada de toda la gente que pasa a su alrededor, hasta llegar al restaurante. Es un pequeño restaurante de estilo tradicional: un restaurante de sushi. Los muchachos se ponen como locos, dando palmaditas de agradecimiento al profesor Anzai por su detalle. Empiezan a comer entre bromas y chistes pero, extrañamente, el glotón de Sakuragi es el que menos apetito parece tener. Todos se extrañan de su actitud, menos dos de sus compañeros, que deciden por casualidad ir al servicio en el mismo momento.
- Sonriendo ¿Le has visto? ¡Está hecho un flan!
- Cínico No sé a quién me recuerda Hisashi…
- Haciendo morros Gilipollas…
- Se acerca a él Repítelo.
- A dos dedos de su cara Gilipollas.
El chico de ojos azules agarra a su compañero por el cuello de la camiseta como si fuera a pegarle solo que, en vez de eso, le da un apasionado beso, al que siguen intensas caricias por su cuello y a lo largo de su espalda. Hisashi se estremece, temblando como una hoja en pleno mes de otoño. Siente que, de un momento a otro, sus sentidos van a estar totalmente fuera de control.
- Suplicante Por… favor… Kaede, para…
- Pícaro ¿Qué pasa? ¿No te gusta?
- Apartándole un poco Me encanta… pero no puede ser. Lo prometí…
- Sonríe algo triste Lo sé. Perdona es que… se me hace tan difícil…
- Acariciándole la mejilla Y a mí…
- Sonríe ampliamente Eres precioso.
- Le besa suavemente Tú también.
- Cogiéndole la mano Oye Hisashi… esta tarde… ¿me harías un favor?
- Suspirando sonrojado Este… Kaede, yo también me muero de ganas pero entiéndelo yo… lo prometí…
- Sonriendo Hehehehe No es eso tonto. Es que no me fío mucho de que la cita de mi hermana con Sakuragi vaya a ir bien y…
- Sonriendo ¿Quieres estar allí por si acaso?
- Asiente Ya sé que mi hermana me mataría si se enterara pero… ¿me vas a ayudar?
- Divertido ¿A seguirles? ¡Claro! Soy un gran espía, no lo dudes. Hehehehe
- Divertido Tonto. Le da un beso Gracias.
- Sonriendo como un bobo ¡De nada!
Los chicos salen del baño y siguen comiendo junto a los demás. Al terminar, todo el equipo se vuelve para el hotel. Sakuragi se lava los dientes a toda prisa, se echa un poco de colonia y corre escaleras abajo tan a prisa que casi se pega el ostión del siglo al llegar a bajo, donde Kikyo ya le espera.
- Aguantando la risa ¿Pero qué haces hombre?
- Se pone rojo Pe… perdón… yo…
- No aguanta Ha ha ha ha ha… Anda vamos… No sea que te mates antes de salir…
- Baja la cabeza Mierda, soy un torpe.
- Le sonríe Sí, pero a mí me encanta.
Los dos empiezan a pasear lentamente, seguidos a escasos metros por dos de los chicos del equipo en "misión espía". Se ríen y bromean todo el rato, hablando sin parar de tonterías y otras cosas. Pasan por una tienda de gorros cerca del paseo, dónde Kikyo "persuade" al chico pelirrojo para que se los pruebe todos, partiéndose de risa con las monerías que éste hace cada vez. Los dos chicos escondidos les observan, intentando aguantar a su vez la risa que les provocan las situaciones, hasta que oyen una voz justo detrás.
- Intrigada ¿Qué hacéis?
- Rukawa la coge del brazo y la hace agacharse ¡Shhhh! ¡Cállate!
- Muy sonrojada Ru… Rukawa
- Se vuelve para mirarla Tú ¿eres la hermana de Akagi, no?
- Sonriendo Sí. Mitsui… esto… ¿qué hacéis aquí?
- Algo picado ¡Cállate niña! Hisashi, vamos, que les perdemos…
- Se levantan y les siguen Verás, Sakuragi ha quedado con su hermana y no se fía mucho así que les seguimos…
- Algo dolida por la noticia Ah… ya… ¿os importa que venga?
- Irritado Haz lo que quieras pero sin hablar ni molestar ¿estamos? ¡Hisashi!
Los tres siguen agachados a la pareja, con Rukawa a la cabeza y Haruko a la cola de la "expedición". A medida que pasa la tarde la calle se llena de gente, que mira extrañada a la pareja que hacen el alto chico de pelo rojo y la extraña chica que le llega sólo un poco más allá de la cintura, pero sobretodo a los tres individuos que parecen seguirles agazapados tras cualquier cosa que pueda proporcionarles un escondite seguro.
Pero a diferencia de lo que pensaba el chico de ojos azules, la cita va de maravilla. Pasean, leen cómics en una tienda hasta que les echan por armar escándalo, toman helado, hablan, se ríen… hasta que empieza a hacerse tarde. Se encuentran en el paseo al lado de la playa, viendo paradas de pulseras, collares y demás cuando el sol empieza a esconderse tras el horizonte. Ambos se quedan parados un momento viendo enrojecer el cielo, hasta que a Kikyo le da un arrebato y echa a correr hacia el mar.
- Sorprendido ¿Qué haces?
- Sin parar de correr, empezando a desnudarse ¡Vamos a bañarnos! Se mete en el agua con el bikini que llevaba debajo
- Avergonzado, llega hasta la orilla Pe… Pero yo no llevo bañador…
- Le mira pícaramente A mí no me importa.
Sakuragi se queda parado unos instantes sin saber qué hacer, mientras los tres espías llegan a las rocas junto a las que se está bañando la muchacha.
- Divertido Kaede, ¿qué te apuestas a que lo hace?
- Sonriendo ¿El qué? ¿Meterse? ¡Está cantado!
- Asustada ¡No! ¡Claro que no se va a meter! No lleva bañador…
- Desagradable Tú no conoces a mi hermana.
Los tres sacan la cabeza para ver qué es lo que decide el pelirrojo, pero éste ya se ha quitado los pantalones y se está metiendo en la fría agua, cuando la chica empieza a salpicarle y a reírse. Finalmente, el chico termina de meterse, intentando ahogar a Kikyo por haberle salpicado. Ambos juegan en el agua un rato, hasta que la chica sale corriendo, huyendo del muchacho de pelo rojo que intenta ahogarla. Pero éste es más rápido, y alcanza su pie antes de que salga por completo, haciendo que Kikyo se la pegue contra la arena y se vuelva tremendamente enfadada. Pero al volverse, Sakuragi la está abrazando, estrechándola contra su firme y cálido torso.
- Le aparta furiosa ¡Déjame!
- Asustado Ki... kyo… yo no…
- Mirándole a los ojos No me toques.
- Suplicante Perdóname… yo… creía que tú…
- Seca Te lo dejé bien claro aquella vez: no consiento que me abraces si no es para…
- Cortándola Te quiero.
- Sorprendida ¿Q… qué?
- Le acaricia la mejilla Te quiero.
Sakuragi acerca su cara a la de Kikyo y le da un suave beso en los labios, al que siguen muchos más, tumbados ambos sobre la arena. Al otro lado de las rocas, los tres espías se agachan. Haruko siente un gran dolor en el pecho. Sabe que ha perdido definitivamente a Sakuragi y, aunque no estuviera enamorada de él, le sigue doliendo. Pero, al volver su rostro para los otros chicos, puede ver a su amado Rukawa sonriendo como jamás le ha visto hacer. De repente se siente más feliz, pero nada permanece cuando la vista de la chica desciende hasta ver entrelazadas las manos de los dos muchachos, quienes parecen haberse olvidado completamente de ella.
- Sonriendo Hisashi… le ha…
- Acariciándole el pelo Le ha dicho que la quiere. Ya está. Es feliz. Todo ha salido bien.
- Le abraza fuerte, besándole por encima de la ropa ¡Estoy tan contento!
- Llorando Cómo… ¿cómo podéis…? ¡Mitsui! ¿Tú… eres… "Hitomi"?
- Mirando al otro chico ¡Por dios Kaede! ¿Pero qué le contaste?
- Divertido Ha ha ha ha
- Se levanta furiosa ¡No puedo creerlo!
- Muy serio Oye, hermana de Akagi... Si en algo has querido a Kaede, no le digas nada de esto a nadie ¿de acuerdo?
Haruko se va llorando de su lado sin responder, aunque ambos están completamente seguros de su silencio. Hisashi y Kaede se quedan abrazados mirando como el sol se esconde tras el mar y aparece la luna, dando brillos especiales al azul de los ojos del chico menor, mientras al otro lado de las rocas, su hermana y el chico de pelos de fuego están… profundizando en su relación. Hisashi se encuentra totalmente feliz. Desearía poder quedarse así el resto de su vida, aunque todavía no está seguro de por quién va a decidirse pues la persona que le espera en Kanagawa es también alguien muy especial.