Capítulo 28 Juego de tres
Los partidos del campeonato nacional son cada vez más duros para el equipo pero, finalmente, acaban teniendo unos buenos resultados. Los chicos regresan a Kanagawa más que contentos, y son recibidos por su familia y amigos como héroes. Pero durante el campeonato han pasado muchas cosas, cosas que han hecho cambiar a muchos de ellos. Para dos de los chicos del equipo, la dureza de los partidos ha sido superada de largo por la dificultad de tener que aguantar sin hacer lo que ambos se morían de ganas de hacer. Su amigo de gafas les dio muchas oportunidades para estar solos, pero eso solamente empeoraba las cosas ya que Hisashi no podía dejar de cumplir su promesa, pese a los instintos y los deseos que ardían en su interior. Al regresar a casa, el muchacho mayor decide encerrarse en su casa dos días enteros para meditar y pensar a cuál de los dos chicos que ocupan su corazón quiere realmente. La decisión es difícil y le llevará mucho tiempo tomarla, pero sabe que tiene que decidirse cuanto antes: todos están sufriendo demasiado, incluso él. Pero a la mañana de su segundo día de encierro, dos chicos se encuentran casualmente por la calle…
- Sonríe, cambiando su expresión de sorpresa Hola, Rukawa.
- Serio Hola Sendou. ¿Qué hay?
- Deja de sonreír Pse… Voy tirando… ¿tú?
- Suaviza su expresión Igual… ¿nos sentamos?
- Asiente Es gracioso.
- ¿Qué?
- Tú y yo. Somos rivales en la cancha y fuera. Yo creía que me odiabas pero ahora… ya no estoy tan seguro…
- ¿Odiarte? Yo no te odio. Somos demasiado parecidos…
- ¿Tú crees?
- Asiente Ambos queremos el mismo puesto, el mismo título y el mismo hombre.
- Sonriendo Sí. Queremos lo mismo. Pero eso no quiere decir que nos parezcamos… si fuera así, él ya se habría decidido…
- Cierto. ¿Crees que lo haga hoy?
- ¿Decidirse? No. No puede y le entiendo bien…
- Extrañado ¿Qué quieres decir?
- Se encoge de hombros No sé… yo tampoco podría… Es una sensación…
- Entonces…
- No sé. Pero se me ha ocurrido algo que… a lo mejor puede ayudarle a decidirse.
- Interesado aunque desconfiando ¿El qué?
- Sonrojado Podríamos… secuestrarle y… hacer algo los tres…
- Incrédulo ¿Qué?
- Nervioso Bueno… no es que se lo proponga a todo el mundo pero… igual así…
- Colorado ¿Me estás hablando de hacer un trío?
- Le mira Sí.
- Indignado No.
- ¿Por qué?
- Se levanta Por que no. No pienso dejar que nos compare así…
- Le coge el brazo para evitar que se vaya No se trata de eso. Le mira, con lágrimas en los ojos Yo le quiero, más de lo que piensas. No quiero que se decida sin estar una vez más conmigo… no me lo perdonaría. Él prometió no estar con ninguno por separado y yo prometí luchar por él… todo lo que pudiera.
- Se vuelve a sentar Te entiendo.
- ¿Entonces?
- Suspira hondamente Está bien. Pero nada de llegar hasta el final ¿estamos?
- Asiente, cogiéndole la mano Me alegro de que mi rival seas tú, aunque yo te considero más que eso.
- Extrañado ¿Qué quieres decir?
- Mirándole a los ojos con sinceridad Que pase lo que pase, me gustaría tener tu amistad.
- ¿Por mucho que duela?
- Sí. Por mucho que duela.
- Sonríe Entonces dalo por hecho… Akira.
- Sonríe Gracias… Kaede.
Los dos chicos se levantan y empiezan a andar sonrientes por la calle, con dirección a casa de Mitsui. Por el camino, ambos hablan animadamente, tristes porque alguno de los dos perderá hoy a la persona que quiere, contentos por haber encontrado hoy a un nuevo amigo. Al llegar a casa del chico, llaman al timbre sin pensarlo, pero ninguno de los dos cuenta en que su madre se encuentre en casa.
- Sonriendo Hola. ¿Sois amigos de Hisashi?
- Con su sonrisa encantadora Sí. Me llamo Sendou Akira, y éste es Rukawa Kaede. Encantados de conocerla.
- Sonriendo Yo soy la madre de Hisashi. Encantada. Mirando a Rukawa Tú eres el chico que se quedó con mi Hisashi cuando estuvo resfriado ¿cierto?
- Se sonroja mucho Sí señora.
- Les hace pasar ¡Oh! Muchísimas gracias. No sé qué habría hecho ese hijo mío sin ti ese día…
- Reverencia No se preocupe señora, fue un placer…
- Mirada de complicidad Esto… ¿podríamos hablar con él un momento?
- Sonriendo Claro hijos, sentaros. Pasan al salón mientras su madre llama arriba ¡Cariño! ¡Tienes visita!
- Des de arriba ¿Quién es?
- Bromeando Unas chicas muy monas.
- Despreocupado No estoy…
- A los otros dos Siempre dice igual. Ese hijo mío… Gritando No cariño, son tus amigos…
- Empieza a bajar ¿Qué amigos? Los de la banda, los del equipo… especifica mamá… Les ve y se pone colorado Hola…
- Aguantándose ambos la risa Hola…
- A su madre Esto… mamá… nos vamos fuera un rato… ya te llamaré ¿vale?
- Le besa la mejilla Vale cariño, pero ve a cambiarte…
- Apartándose Mamá, ya estoy bien, déjame…
- Yéndose para la cocina ¡Que niño! Siempre con los pantalones rotos y esas camisetas que…
- Algo sonrojado ¿Vamos fuera?
- Asienten y salen …
- Nervioso Esto… chicos… creo que yo…
- Se ponen uno a cada lado No digas nada. Vamos a mi casa y hablamos ¿vale?
- Sonriendo No te preocupes, no nos vamos a pelear ni nada. Ahora somos amigos.
- Desconcertado ¿En serio?
- Asienten Sí.
Los tres chicos llegan pronto a casa de Rukawa. No hay nadie. Su hermana está de viaje con sus padres y no llegan hasta mañana. Abren la puerta y se dirigen hacia la habitación, sin poder evitar el asombro por parte de Sendou al ver la casa dónde vive su amigo.
Una vez en el cuarto, Mitsui se sienta en la cama, dispuesto a decirles que aún no ha tomado una decisión definitiva, aunque ya lo tiene bastante claro, de manera que está dispuesto a escuchar lo que ellos tengan que decirle. Pero los otros dos chicos no le dejan ni empezar a hablar. Uno a cada lado, empiezan a besarle el cuello, subiendo hacia las orejas, mordiendo y lamiendo su piel cada vez más caliente. El chico mayor se queda pasmado, no puede reaccionar de ninguna de las maneras, mientras los dos chicos a su lado le acarician y le besan sin parar. Mitsui cierra los ojos y decide dejarse llevar, pensando que no puede hacer daño a ninguno puesto que han sido ellos los que han empezado con el juego. Deja caer su cuerpo en la cama, mientras nota los finos dedos de Kaede desabrocharle los pantalones y las fuertes manos de Akira subir por dentro de su camiseta. Sus sentidos le asombran, se sorprende a sí mismo por poder distinguir las caricias de cada uno aun con los ojos cerrados. Pero son tan diferentes…
Pronto le han despojado de sus ropas y, siguiendo el juego bajo la mirada del chico mayor, empiezan a desnudarse el uno al otro, con un leve sonrojo en sus mejillas, en parte por vergüenza, en parte por placer. Hisashi se incorpora, quedando sentado en la cama para contemplar mejor a sus dos amantes, hasta que están completamente desnudos. Entonces, el chico de ojos violeta se pone detrás suyo, besándole el cuello y los hombros mientras le deja notar en la espalda el alcance de su atractivo en él. Por su parte, el muchacho menor se acerca con movimientos gatunos e insinuantes para empezar a morderle y lamerle el torso y los pezones. Las caricias de los dos chicos consiguen estimular por completo al muchacho mayor, arrancándole graves gemidos de placer del fondo de su garganta.
Los labios de Sendou se topan con los suyos, distrayendo la atención del chico que tiene delante, cosa que éste aprovecha para descender hasta su sexo y empezar a acariciarlo con los labios. Puede notar la lengua del chico de ojos violetas en contacto con la suya, mientras su sexo se introduce en la boca del otro muchacho, que empieza a succionarle ávidamente, parando justo antes de que pueda llegar al clímax. Kaede asciende por su cuerpo, robando sus labios de la boca de Sendou, permitiendo que éste continúe lo que él ha dejado a medias. Hisashi alarga la mano hacia su derecha y empieza a acariciar el sexo del chico menor, masturbándole a la vez que el otro muchacho sigue haciéndole estremecer al acariciar con su lengua y su boca su miembro, parando de vez en vez para que no se venga antes de tiempo. En un momento, Sendou asciende, colocándose al otro lado del chico mayor, que alarga hacia él la otra mano para devolverle las caricias como lo está haciendo con Kaede. Los dos chicos no paran de gemir sonrojados mientras besan y lamen enérgicamente la piel de su compañero, hasta venirse por completo en sus manos. Ambos se miran, sonriendo, muy sonrojados, bajando instantes después para seguir lamiéndole el sexo suavemente, a la vez, entrelazando sus lenguas con el miembro del chico mayor. Éste no tarda en venirse, estimulado por las caricias y la excitante visión de los dos.
Los tres chicos se quedan tumbados en la cama, abrazando a Hisashi, en medio de ellos. Por un momento, los tres se sienten completamente felices, como si pudieran quedarse así por el resto de sus vidas. Pero para ellos esto ha sido un tremendo esfuerzo, un regalo para la persona a la que quieren, para lo que han tenido que reprimir y aguantar los inevitables celos que te asaltan cuando ves a un amigo besar a la persona a la que quieres. Pero Hisashi también ha sentido esos celos, sobretodo por uno de ellos, cosa que le ha ayudado a hacer definitiva su ya casi tomada decisión.
Al cabo, los chicos se visten y deciden ir a tomar un paseo, para que aquello que les tenga que decir no les haga tanto daño como estando en casa de uno de ellos. Al llegar a un pequeño parque medio abandonado, los dos chicos se sientan en un banco, mientras Hisashi se apoya contra un árbol, tremendamente triste y algo asustado por hacer lo que sabe que debe hacer.
- Rukawa le habla, muy suavemente Hisashi… ¿estás bien?
- Asiente, suspira y se vuelve a los otros dos con los ojos llenos de lágrimas Yo… No puede continuar
- Sendou le sonríe Has tomado una decisión ¿verdad?
- Asiente, empezando a llorar, hablando entre sollozos Yo… ojalá no tuviera que hacerlo… vosotros… sé que os he hecho daño y ¡lo siento tanto! Yo… no sabía… me gustáis los dos, pero no sabía a quién quería… y… ahora… ahora lo tengo claro… no sé cómo decir esto para que no duela y conservar la amistad de ambos porque… no soportaría perder a nadie… pero… de quién estoy enamorado es… de… Kaede…
- Sendou se levanta con lagrimas en los ojos, pero con una sonrisa en los labios Me alegro de haber podido estar junto a ti. Has tomado una buena decisión. Yo… No te olvidaré. Le besa en los labios suavemente, siendo correspondido por Hisashi Te querré siempre, Hisashi. Yo tampoco quiero perderos… pero ahora debo irme.
- Le para un momento, abrazándole Sendou. Gracias. Eres maravilloso. Yo tampoco te olvidaré nunca.
- Sendou se va, dirigiendo una última sonrisa a Kaede…
- Preocupado Espérame Hisashi, ahora vuelvo. Le besa Te quiero.
Kaede sale corriendo tras Sendou, hasta que logra alcanzarle. El rostro de Sendou está bañado en lágrimas y, al sentir el agarre de Kaede, se lanza a sus brazos llorando. Al poco, deshace su abrazo, mirando al chico con una sonrisa.
- Triste ¿Qué haces aquí? Deberías estar con él…
- Preocupado Me está esperando, pero debía comprobar que estás bien. Somos amigos ¿recuerdas?
- Le abraza Si. Muchas gracias Kaede. ¿Sabes? Sería tan fácil odiarte, enfadarme contigo o con él… pero no puedo. No quiero perderos a ninguno.
- Extrañado Entonces, ¿por qué no has luchado por él?
- Le acaricia la mejilla Lo he hecho, pero él ha tomado su decisión. Ahora eres suyo. Será feliz contigo. Eres mi único amigo de verdad, así que más te vale.
- Asiente, mientras una lágrima resbala por su mejilla Sí. ¿Puedo llamarte mañana?
- Sonríe Dame un par de días. Nos vemos el viernes en el café de la estación ¿vale?
- Le abraza Vale. Pero si hay algo…
- Yéndose Te llamaré. "Ya sé por qué te ha elegido. Eres realmente perfecto."
Kaede se queda parado viendo como el chico se aleja. Hacerse amigos ha sido en verdad algo repentino, pero era lo que ambos deseaban des de hace mucho. Su amistad supone saber que jamás perderán al chico al que ambos aman, aunque sólo sea como amigo. Además, los dos han sido capaces de hallar la paz y el consuelo por fin en alguien al que pueden llamar amigo.