Lulita: Hola, un placer conocerte y saber que te gusta mi principio aunque es algo... malo. Bueno, lo de H/H espero que nadie se deje guiar por las apariencias por que en el trasncurso de la historia no se va a ver mucho con quien se va a quedar y solo les digo que confien. Besos y gracias por leer mi historia.
Flydown: Que tal? Hola, gracias por leer mi historia y por tu comentario y sugerencia. Espero que no te guste este capi, aunque no va a H/H, quizas despues.
II. PERDIDA EN EL REINO DEL SUR Y ENCONTRADA POR EL REY ZABINNI
Hola, tigre. –respondió cariñosamente Draco al pequeño.
Llegaste rápido. –dijo el niño separándose de Draco.
Mira, tigre, ella es Hermione. –dijo Draco haciendo que el niño por primera vez volteara a ver a la castaña.
¡La has traído, Draco! –exclamó emocionado, luego el niño como recobrando la compostura -. Gusto conocerla señorita Hermione, mi nombre es Andrew.
Hermione parecía estática delante de ambos chicos. Estaba asustada, impresionada y sin habla. Solo pudo asentir la cabeza en respuesta al niño. ¿Qué significaba todo aquello¿Aquel hombre seria realmente de la resistencia? Quería creer que si, pues esa era una esperanza para regresar a la base de comando. Sin embargo había algo más que le inquietaba de ese hombre. ¿Por que tenia la extraña sensación de que ya lo conocía?
Tanto Andrew como Hermione y Draco continuaron el camino. Adelante iba Draco junto a Andrew y unos pasos atrás andaba Hermione ya sin las esposas. Caminaban por veredas oscuras y solitarias. Habían muros altas y oscuros, con moho, con humedad, con sufrimiento. Hermione caminaba con su mente en otra parte. Cuando de improviso observó el rostro de Draco en una de las murallas, solo su cabeza. Se le erizaron todos los vellos del cuerpo, paró de improviso observando el lugar donde había visto aquello. Ahora no había nada, solo había sido su mente, su subconsciente o... ¿una visión?
Cuando volvió en si, se dio cuenta que Draco y Andrew se había adelantado bastante. Trató de seguirles el paso, pero estos ya iban muy adelante.
Esperadme. –exclamó.
Andrew giró su rostro para observar a la muchacha intentar adelantarse. Draco por otra parte no parecía haberse dado cuenta, o por lo menos eso aparentaba. Andrew, entonces, volteó a mirar a Draco, pero este parecía ensimismado. El niño se detuvo a esperar a Hermione, Draco continuó su camino.
Gracias –dijo Hermione al encontrarse con el niño, y este le sonrió con mucha ternura -. Vamos. –dijo Hermione extendiéndole una mano.
En esos momentos salieron de la vereda, para encontrarse en una gran calle, concurrida de muchas personas. Venia una especie de carruaje. Pero Andrew no se detuvo ante el carruaje, quería seguir a Draco aunque ya ni Andrew ni Hermione podían verlo.
El carruaje se detuvo a tiempo para no lastimar el niño.
Marginales inservibles, basura. –le gritó el conductor del carruaje a Hermione que abrazaba a Andrew en forma protectora.
¿Que pasa Filch? –escuchó Hermione que alguien decía desde dentro de carruaje.
Una cría de rata que se atravesó, majestad Zabinni. –dijo Filch en tono solemne.
¿Zabinni? No, eso no podía ser. Que mala suerte. Ahora Hermione se sintió en problemas reales. Tuvo ganas de correr de allí, de desaparecer, de esconderse, pero sabia que si lo intentaba lo mas seguro es que la mataran aunque fuese por la espalda y también al pequeño Andrew.
En esos instantes en que había decidido enfrentar al rey Zabinni, este bajó del carruaje. Ni Hermione ni el niño se movieron. Zabinni los miró detalladamente, con mirada calculadora y fría como témpanos amenazantes.
Señor. –comenzó a hablar Hermione, decidió que debía aprovechar la oportunidad de que el rey no sabia quien era ella -. Déjeme decirle –continuó, sabia que eso era lo mejor -. Déjeme decirle que se ve muy bien usted hoy. –finalizó Hermione con una sonrisa muy coqueta.
El rey sonrió sinceramente. Hasta Filch parecía impresionado con esto. El rey se acercó a Hermione mirándola como nunca.
¿Y cual es el nombre de la mujer que osa detener mi carruaje solo para decir lo bien que veo hoy? –dijo Zabinni quien continuaba sonriendo aunque ahora más cínicamente.
Herm... Herm, señor. –dijo Hermione intentando ocultar su nombre, casi metía la pata.
El rey miró a Hermione y luego al niño que tenia en brazos, luego se volteó para caminar hacia su carruaje. Y solo hasta que estuvo a punto de quedar completamente dentro de este, dijo:
Eres más bella de lo que me habían contado, Hermione Granger. –dijo y luego ordenó a Filch que marchara. Y así Hermione aun impresionada y sin poder entender la actitud de Zabinni, se quedó mirando como el carruaje se alejaba.
Este es el final del segundo capitulo, si me tardo escribiendo el tercer capitulo es porque aun no he aprendido a poner los capítulos bien. Ya saben, soy novata escribiendo en esta pagina. ¿Se acuerdan?
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