Fecha: Sábado 17 de abril de 2004
CAPÍTULO NO. 3
Notas de la Autora: Bueno, como les dije anteriormente, la mayoría de estos capítulos ya los tengo escritos, es sólo cuestión de pasarlos al computador, ya que están escritos en mi cuaderno de diario ;0) Espero que no se les olvide que la mayoría de lo que escribo son recuerdos que Éowyn tiene y que van a haber partes que son de la historia en tiempo actual y la gran mayoría que son los recuerdos. Espero que no se confundan. Bueno, se "supone" que estos tres capítulos iban a ser el CAPÍTULO NO. 1, pero como ven, se ha alargado más de lo que yo esperaba, entonces les puedo asegurar que este Fan Fiction será un "poquitín" largo, ojalá no les aburra. A mi personalmente, no me ha aburrido... ni me aburrirá jamás escribirlo!! EN VERDAD ME ESTOY DIVIRTIENDO DE LO LINDO ESCRIBIENDO!! Bueno, como siempre escribo mucho, creo que ya no seguiré con más "Notas de la Autora" en este capítulo. Espero les guste este Capítulo, les advierto que tiene una partecita "rojita" XD pero no es mucho... ni tampoco "XXX" =D
~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Allí estuvieron largo tiempo, abrazados, hasta que el sol empezó a ceder, entonces regresaron; con los últimos acontecimientos ocurridos, ambos habían perdido por completo el apetito, pero luego de pasar unas horas juntos lo habían recuperado y en gran manera, como pudo percatarse Faramir al ver a su esposa alimentarse.
Estáis hambrienta –dijo entre risas al ver que Éowyn comía más de lo normal- parece que estáis comiendo por dos –añadió aun sonriendo.
Podría ser –le respondió la joven, y al ver el rostro de completa confusión de su esposo, rápidamente añadió- el desmayarte te da el doble de apetito.
Ya veo –dijo Faramir, pero aún no estaba del todo convencido, parecía analizar cuidadosamente los últimos acontecimientos y al final cayó en cuenta de algo que había pasado por alto- Éowyn... –añadió mientras su rostro palidecía y reflejaba completo asombro- hace unos días sufriste nauseas constantes... ¿no es así? –la Dama asintió- no estarás... ya sabes...
¿qué? –preguntó Éowyn simulando ignorancia al respecto y ocultando una sonrisa al ver el rostro de su esposo.
¿esperando? –preguntó Faramir luego de un momento de silencio, en el cuál intercambiaron miradas.
No, no lo creo –respondió Éowyn con total calma, sin quitarle la vista de encima a Faramir, pendiente por cualquier reacción- El anciano me hubiese dicho, y únicamente mencionó a las preocupaciones como una razón de mi desmayo –no se equivocó, pudo notar un rastro de decepción en el rostro de su amado esposo.
Bien... es sólo que los síntomas podrían coincidir y yo pensé que quizá... –bajó la vista- olvídalo –concluyó y siguió alimentándose, aunque su rostro aún denotaba decepción, Éowyn sonrió.
Luego de tomar la cena se quedaron platicando largo tiempo, hasta que la joven se percató que ya había anochecido- ¿os gustaría acompañarme a los jardines nuevamente? –Le preguntó a Faramir.
¿Porqué me preguntáis si ya conocéis mi respuesta? –le respondió, inmediatamente se puso de pié y le extendió la mano a Éowyn para ayudarle a incorporarse.
Ella aceptó la ayuda que le ofrecía su esposo- ¿Porqué sois tan caballeroso y adorable, hombre de Góndor? No os dais cuenta que ya no puedo enamorarme más de ti, mi Señor –sonrió mientras abrazaba a Faramir luego de incorporarse.
Me agrada escuchar eso –dijo el joven Senescal y posteriormente cargó a Éowyn en sus brazos, ésta sonrió amenamente.
Sabes, me estoy acostumbrando a que no me dejes caminar, luego vais a arrepentiros cuando sólo desee estar en vuestros brazos –dijo la joven, luego añadió- aunque... eso de que sólo desee estar en vuestros brazos... ya es un hecho –rodeó con un abrazo el cuello de su esposo.
Jamás me arrepentiría por acostumbraros a estar siempre en mis brazos –dijo Faramir mientras le daba un tierno beso a Éowyn- siempre estaré feliz al teneros tan cerca de mi –añadió al separarse del beso.
.:~*~*~*~:.
Éowyn terminó de tomar su desayuno, se puso de pié y se aproximó a la ventana, desde donde se podían observar los jardines, la noche anterior a la partida de Faramir, éste la había llevado hasta allí en brazos... miró fijamente hacia un punto en especial... y recordó lo que había ocurrido...
.:~*~*~*~:.
Faramir depositó a Éowyn en la grama y luego se recostó a su lado, las estrellas brillaban intensamente en el cielo.
Y pensar que pude haberme perdido de toda esta dicha por cumplir los deseos de mi padre –suspiró.
Y yo por creer amar a otra persona –añadió Éowyn, ambos rieron, esos sucesos acababan de ocurrir... pero para ellos parecían ser muy lejanos.
Faramir cerró los ojos y se quedó profundamente dormido. Éowyn no se percató de ello, se debatía entre si debía decirle a su amado que iban a ser padres o si debía callar hasta su regreso, pensaba mientras miraba el cielo estrellado.
¿Deseáis tener ya un heredero, mi Señor? –preguntó, pero esperó un momento y no escuchó respuesta alguna- ¿Faramir? –lo llamó mientras se incorporaba un poco para ver el rostro de su esposo, lo encontró profundamente dormido; siempre le derretía el corazón verlo así... unos mechones de su cabello negro caían elegantemente sobre su rostro... su respiración lenta y apacible... y los hermosos rasgos de su rostro reflejando tanta paz... Éowyn no encontraba nada más tentador y provocativo que esto...
Me dejasteis hablando sola... –susurró mientras se inclinaba hacia el rostro de su esposo- y conozco la mejor manera de despertaros –añadió mientras acercaba sus labios a los suyos... le besó, mientras con su mano derecha acariciaba sus cabellos; no pasó mucho tiempo cuando sintió que Faramir le empezó a corresponder el beso y al instante siguiente sintió cómo las manos de su amado empezaban a jugar con sus cabellos dorados.
Como ya había logrado despertarlo, Éowyn intentó separarse de tan apasionado beso, pero Faramir se percató de sus intenciones y la acercó nuevamente con ambas manos.
Pronto Éowyn sintió que estaba respirando entrecortadamente y que su corazón latía con violencia... a sus manos ya no les bastaba jugar con el cabello de Faramir, querían recorrer todo su cuerpo... pero definitivamente los jardines, siento un lugar tan visible, no podría ser nunca el mejor lugar para dejar escapar sus más profundos deseos.
Faramir... –dijo mientras con un gran esfuerzo logro separarse del beso de su amado, éste abrió los ojos y la miró fijamente.
¿Si? –preguntó casi sin aliento.
Me pareció que os decepcioné cuando os respondí que no estaba esperando –dijo mientras se recogía el cabello con ambas manos, el calor que sentía era insoportable, a pesar de que la noche estaba helada.
Faramir sonrió mientras miraba a Éowyn recogerse el cabello, el viento que corría le dificultaba la tarea- es que me hubiese encantado que me dieras esa noticia... un hijo de ambos –dijo al acercarse nuevamente al rostro de su esposa y la envolvió en otro apasionado beso, más intenso que el anterior.
Éowyn sabía que no le sería tan fácil escapar en esta ocasión, esta vez... ella no quería escapar, sus manos se deslizaron dentro de la camisola de Faramir y empezaron a recorrer su pecho, entonces volvió a recordar que estaba en los jardines y era muy seguro que algún mozo o alguna criada pasara por allí en esos momentos, les podrían ver.
Volvió a separarse de Faramir, pero no se detuvo a ver la reacción de éste, se puso inmediatamente de pie, tratando de recuperar el aliento, sentía que su corazón iba a escaparse de su pecho por la violencia con la que latía.
Faramir la miraba desde la grama y sonreía- fueron vuestros labios quienes me despertaron... ¿y ahora desean escapar? –exclamó mientras se ponía de pie también, Éowyn sonrió.
¿Habéis advertido en dónde nos encontramos? –preguntó la joven entre risas.
La verdad... no –respondió el joven Senescal mirando a su alrededor y Éowyn pudo notar, mientras la luz de la luna iluminaba el rostro de su amado, que éste se sonrojaba un poco.
Eso pensé –añadió la joven entre risas- creí que no sería el lugar indicado para darle libertad completa a mis más profundos deseos.
Como siempre, tenéis razón –añadió Faramir mientras se aproximaba a su esposa- creo que deberíamos dirigirnos a un lugar... más... privado –dijo entre susurros.
Estoy de acuerdo –acotó Éowyn y al ver a su esposo tan cerca de ella y sentir su cálida respiración en su cuello... sintió otra vez que los latidos de su corazón se aceleraban y que se volvía a quedar sin aire.
No debisteis... haberme... despertado de... esa... manera –le susurraba Faramir mientras sus cálidos labios besaban el cuello de Éowyn, sentía la respiración agitada y entrecortada de la joven.
Creo... creo... que debemos irnos –susurró Éowyn casi sin aliento... y sin pérdida de tiempo tomó de la mano a su esposo y lo dirigió hacia el interior.
Sólo había dado unos pasos cuando sintió que Faramir la volvía a levantar en sus brazos- ¿qué hacéis? –preguntó confundida.
Únicamente estoy tratando de haceros recordar nuestra noche de bodas –le respondió mientras le daba un cálido y cariñoso beso en los labios, Éowyn se estremeció.
Llegaron a sus aposentos y Faramir la colocó suavemente en su lecho y antes de que él se le aproximara... Éowyn ya lo tenía envuelto en otro apasionado beso.
Éowyn... –dijo Faramir entre susurros mientras intentaba separarse del apasionado beso de su esposa- me estáis poniendo a dudar en mi decisión de dirigirme a Minas Tirith, no sé si podré resistir tantos días lejos de vuestra cálida compañía...
Me alegro al escucharos decir eso, mi Señor –musitó Éowyn mientras besaba el cuello de su esposo- eso significa que si sigo así, toda la noche, no os atreveréis a partir hacia Minas Tirith –con una habilidad y velocidad increíble... le quitó la camisola- y os aseguro, mi amor, que puedo estar así por siempre... sin desfallecer...
¿Desfallecer?... esa palabra hizo recordar a Faramir los sucesos que habían ocurrido por la mañana... pasó por su mente la imagen de Éowyn desplomándose junto a él y luego al anciano que le decía que su Señora debía descansar... y era justamente lo que no estaba haciendo... ¡descansando! y también le había advertido el anciano, que no debería alterarla en ninguna manera... y era justamente lo que estaba logrando... ¡alterándola!
Sintió un escalofrío que recorrió todo su cuerpo ¿qué se suponía que estaba haciendo? Su esposa había estado indispuesta por la mañana y ahora esto, sin siquiera pensarlo dos veces se separó de Éowyn... ésta lo miró completamente confundida.
¿Qué os ocurre Faramir? –preguntó preocupada- ¿acaso he dicho o he hecho algo que os ofendiera?
No, por supuesto que no mi amor –respondió éste mientras se alejaba más de Éowyn, su respiración entrecortada aún- nada de lo que hicieras o dijeses, jamás podría ofenderme... jamás.
Entonces... ¿qué os pasa? ¿porqué os alejáis de mi?
Creo que será mejor dejar todo esto para mi regreso –respondió él recuperando el aliento.
¿Qué? ¿Porqué? –gimoteó Éowyn con pavor.
El anciano me advirtió que necesitáis paz y descanso... y que no debía alteraros...
¿Eso os dijo? –preguntó la Dama mientras trataba de recordar lo que le había pedido al sanador que le dijera a su esposo, definitivamente eso no fue lo que había querido que se le dijese a Faramir; y cuando éste se colocó nuevamente la camisola, Éowyn perdió toda esperanza.
La joven sintió que el calor volvía a inundar su cuerpo, pero esta vez de coraje, si hubiese tenido al anciano frente a ella... le hubiese dicho unas cuentas cosillas, pero al único que tenía enfrente era a Faramir, quien la miraba fijamente- Sabes, mi Señor... –le dijo sonrientemente- creo que deberíais dormir en la recámara para invitados, no vaya ser que os presione para que me quites la paz y tranquilidad que ahora poseo –añadió en tono sarcástico, seguidamente se desplomó en la cama y se cubrió de pies a cabeza con las sábanas de seda, Faramir la miraba desconcertado.
Éowyn, por favor... –empezó a decirle el joven Senescal mientras se recostaba al lado de su esposa e intentaba quitar la sábana del rostro de la joven- mañana debo partir hacia Minas Tirith... ¿dejaréis que vuestro esposo duerma solo en otra habitación? –preguntó entre risas.
Mi Señor está alterando mi paz e interrumpiendo mi descanso –respondió Éowyn sarcásticamente bajo la sábana- os suplico que os retiréis.
Está bien –acotó Faramir al escuchar a Éowyn pedirle que se retirara- como deseéis –bajó de la cama y se dirigió a la puerta- únicamente os recuerdo que estaré... fuera... por... varios... días –esto último lo dijo despacio y bien audible.
Al escuchar a su esposo, Éowyn retiró un poco la sábana de su rostro, dejando libre un ojo, con el cual miró a Faramir, quien se disponía a abrir la puerta para retirarse de la alcoba- ¿Varios días? –pensó y sin siquiera darse cuenta gritó- Esperad!
¿Si? –preguntó Faramir dándose la vuelta y mirando la silueta de su esposa, que era reflejada por la luz de la luna que se filtraba por la ventana, él sabía muy bien que sus palabras habían tenido el efecto que buscaba cuando las dijo.
No os retiréis... quedaros a dormir aquí conmigo... –susurró Éowyn.
A continuación Faramir se aproximó nuevamente a su esposa, se subió a la cama y la abrazó.
Sois una caprichosa... –dijo mientras le besaba en la frente.
Lo sé –dijo Éowyn mientras se acomodaba en los brazos de Faramir y cerraba los ojos.
El joven Senescal se cubrió con las sábanas y pronto, ambos se quedaron profundamente dormidos.
CAPÍTULO NO. 3
Notas de la Autora: Bueno, como les dije anteriormente, la mayoría de estos capítulos ya los tengo escritos, es sólo cuestión de pasarlos al computador, ya que están escritos en mi cuaderno de diario ;0) Espero que no se les olvide que la mayoría de lo que escribo son recuerdos que Éowyn tiene y que van a haber partes que son de la historia en tiempo actual y la gran mayoría que son los recuerdos. Espero que no se confundan. Bueno, se "supone" que estos tres capítulos iban a ser el CAPÍTULO NO. 1, pero como ven, se ha alargado más de lo que yo esperaba, entonces les puedo asegurar que este Fan Fiction será un "poquitín" largo, ojalá no les aburra. A mi personalmente, no me ha aburrido... ni me aburrirá jamás escribirlo!! EN VERDAD ME ESTOY DIVIRTIENDO DE LO LINDO ESCRIBIENDO!! Bueno, como siempre escribo mucho, creo que ya no seguiré con más "Notas de la Autora" en este capítulo. Espero les guste este Capítulo, les advierto que tiene una partecita "rojita" XD pero no es mucho... ni tampoco "XXX" =D
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Allí estuvieron largo tiempo, abrazados, hasta que el sol empezó a ceder, entonces regresaron; con los últimos acontecimientos ocurridos, ambos habían perdido por completo el apetito, pero luego de pasar unas horas juntos lo habían recuperado y en gran manera, como pudo percatarse Faramir al ver a su esposa alimentarse.
Estáis hambrienta –dijo entre risas al ver que Éowyn comía más de lo normal- parece que estáis comiendo por dos –añadió aun sonriendo.
Podría ser –le respondió la joven, y al ver el rostro de completa confusión de su esposo, rápidamente añadió- el desmayarte te da el doble de apetito.
Ya veo –dijo Faramir, pero aún no estaba del todo convencido, parecía analizar cuidadosamente los últimos acontecimientos y al final cayó en cuenta de algo que había pasado por alto- Éowyn... –añadió mientras su rostro palidecía y reflejaba completo asombro- hace unos días sufriste nauseas constantes... ¿no es así? –la Dama asintió- no estarás... ya sabes...
¿qué? –preguntó Éowyn simulando ignorancia al respecto y ocultando una sonrisa al ver el rostro de su esposo.
¿esperando? –preguntó Faramir luego de un momento de silencio, en el cuál intercambiaron miradas.
No, no lo creo –respondió Éowyn con total calma, sin quitarle la vista de encima a Faramir, pendiente por cualquier reacción- El anciano me hubiese dicho, y únicamente mencionó a las preocupaciones como una razón de mi desmayo –no se equivocó, pudo notar un rastro de decepción en el rostro de su amado esposo.
Bien... es sólo que los síntomas podrían coincidir y yo pensé que quizá... –bajó la vista- olvídalo –concluyó y siguió alimentándose, aunque su rostro aún denotaba decepción, Éowyn sonrió.
Luego de tomar la cena se quedaron platicando largo tiempo, hasta que la joven se percató que ya había anochecido- ¿os gustaría acompañarme a los jardines nuevamente? –Le preguntó a Faramir.
¿Porqué me preguntáis si ya conocéis mi respuesta? –le respondió, inmediatamente se puso de pié y le extendió la mano a Éowyn para ayudarle a incorporarse.
Ella aceptó la ayuda que le ofrecía su esposo- ¿Porqué sois tan caballeroso y adorable, hombre de Góndor? No os dais cuenta que ya no puedo enamorarme más de ti, mi Señor –sonrió mientras abrazaba a Faramir luego de incorporarse.
Me agrada escuchar eso –dijo el joven Senescal y posteriormente cargó a Éowyn en sus brazos, ésta sonrió amenamente.
Sabes, me estoy acostumbrando a que no me dejes caminar, luego vais a arrepentiros cuando sólo desee estar en vuestros brazos –dijo la joven, luego añadió- aunque... eso de que sólo desee estar en vuestros brazos... ya es un hecho –rodeó con un abrazo el cuello de su esposo.
Jamás me arrepentiría por acostumbraros a estar siempre en mis brazos –dijo Faramir mientras le daba un tierno beso a Éowyn- siempre estaré feliz al teneros tan cerca de mi –añadió al separarse del beso.
.:~*~*~*~:.
Éowyn terminó de tomar su desayuno, se puso de pié y se aproximó a la ventana, desde donde se podían observar los jardines, la noche anterior a la partida de Faramir, éste la había llevado hasta allí en brazos... miró fijamente hacia un punto en especial... y recordó lo que había ocurrido...
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Faramir depositó a Éowyn en la grama y luego se recostó a su lado, las estrellas brillaban intensamente en el cielo.
Y pensar que pude haberme perdido de toda esta dicha por cumplir los deseos de mi padre –suspiró.
Y yo por creer amar a otra persona –añadió Éowyn, ambos rieron, esos sucesos acababan de ocurrir... pero para ellos parecían ser muy lejanos.
Faramir cerró los ojos y se quedó profundamente dormido. Éowyn no se percató de ello, se debatía entre si debía decirle a su amado que iban a ser padres o si debía callar hasta su regreso, pensaba mientras miraba el cielo estrellado.
¿Deseáis tener ya un heredero, mi Señor? –preguntó, pero esperó un momento y no escuchó respuesta alguna- ¿Faramir? –lo llamó mientras se incorporaba un poco para ver el rostro de su esposo, lo encontró profundamente dormido; siempre le derretía el corazón verlo así... unos mechones de su cabello negro caían elegantemente sobre su rostro... su respiración lenta y apacible... y los hermosos rasgos de su rostro reflejando tanta paz... Éowyn no encontraba nada más tentador y provocativo que esto...
Me dejasteis hablando sola... –susurró mientras se inclinaba hacia el rostro de su esposo- y conozco la mejor manera de despertaros –añadió mientras acercaba sus labios a los suyos... le besó, mientras con su mano derecha acariciaba sus cabellos; no pasó mucho tiempo cuando sintió que Faramir le empezó a corresponder el beso y al instante siguiente sintió cómo las manos de su amado empezaban a jugar con sus cabellos dorados.
Como ya había logrado despertarlo, Éowyn intentó separarse de tan apasionado beso, pero Faramir se percató de sus intenciones y la acercó nuevamente con ambas manos.
Pronto Éowyn sintió que estaba respirando entrecortadamente y que su corazón latía con violencia... a sus manos ya no les bastaba jugar con el cabello de Faramir, querían recorrer todo su cuerpo... pero definitivamente los jardines, siento un lugar tan visible, no podría ser nunca el mejor lugar para dejar escapar sus más profundos deseos.
Faramir... –dijo mientras con un gran esfuerzo logro separarse del beso de su amado, éste abrió los ojos y la miró fijamente.
¿Si? –preguntó casi sin aliento.
Me pareció que os decepcioné cuando os respondí que no estaba esperando –dijo mientras se recogía el cabello con ambas manos, el calor que sentía era insoportable, a pesar de que la noche estaba helada.
Faramir sonrió mientras miraba a Éowyn recogerse el cabello, el viento que corría le dificultaba la tarea- es que me hubiese encantado que me dieras esa noticia... un hijo de ambos –dijo al acercarse nuevamente al rostro de su esposa y la envolvió en otro apasionado beso, más intenso que el anterior.
Éowyn sabía que no le sería tan fácil escapar en esta ocasión, esta vez... ella no quería escapar, sus manos se deslizaron dentro de la camisola de Faramir y empezaron a recorrer su pecho, entonces volvió a recordar que estaba en los jardines y era muy seguro que algún mozo o alguna criada pasara por allí en esos momentos, les podrían ver.
Volvió a separarse de Faramir, pero no se detuvo a ver la reacción de éste, se puso inmediatamente de pie, tratando de recuperar el aliento, sentía que su corazón iba a escaparse de su pecho por la violencia con la que latía.
Faramir la miraba desde la grama y sonreía- fueron vuestros labios quienes me despertaron... ¿y ahora desean escapar? –exclamó mientras se ponía de pie también, Éowyn sonrió.
¿Habéis advertido en dónde nos encontramos? –preguntó la joven entre risas.
La verdad... no –respondió el joven Senescal mirando a su alrededor y Éowyn pudo notar, mientras la luz de la luna iluminaba el rostro de su amado, que éste se sonrojaba un poco.
Eso pensé –añadió la joven entre risas- creí que no sería el lugar indicado para darle libertad completa a mis más profundos deseos.
Como siempre, tenéis razón –añadió Faramir mientras se aproximaba a su esposa- creo que deberíamos dirigirnos a un lugar... más... privado –dijo entre susurros.
Estoy de acuerdo –acotó Éowyn y al ver a su esposo tan cerca de ella y sentir su cálida respiración en su cuello... sintió otra vez que los latidos de su corazón se aceleraban y que se volvía a quedar sin aire.
No debisteis... haberme... despertado de... esa... manera –le susurraba Faramir mientras sus cálidos labios besaban el cuello de Éowyn, sentía la respiración agitada y entrecortada de la joven.
Creo... creo... que debemos irnos –susurró Éowyn casi sin aliento... y sin pérdida de tiempo tomó de la mano a su esposo y lo dirigió hacia el interior.
Sólo había dado unos pasos cuando sintió que Faramir la volvía a levantar en sus brazos- ¿qué hacéis? –preguntó confundida.
Únicamente estoy tratando de haceros recordar nuestra noche de bodas –le respondió mientras le daba un cálido y cariñoso beso en los labios, Éowyn se estremeció.
Llegaron a sus aposentos y Faramir la colocó suavemente en su lecho y antes de que él se le aproximara... Éowyn ya lo tenía envuelto en otro apasionado beso.
Éowyn... –dijo Faramir entre susurros mientras intentaba separarse del apasionado beso de su esposa- me estáis poniendo a dudar en mi decisión de dirigirme a Minas Tirith, no sé si podré resistir tantos días lejos de vuestra cálida compañía...
Me alegro al escucharos decir eso, mi Señor –musitó Éowyn mientras besaba el cuello de su esposo- eso significa que si sigo así, toda la noche, no os atreveréis a partir hacia Minas Tirith –con una habilidad y velocidad increíble... le quitó la camisola- y os aseguro, mi amor, que puedo estar así por siempre... sin desfallecer...
¿Desfallecer?... esa palabra hizo recordar a Faramir los sucesos que habían ocurrido por la mañana... pasó por su mente la imagen de Éowyn desplomándose junto a él y luego al anciano que le decía que su Señora debía descansar... y era justamente lo que no estaba haciendo... ¡descansando! y también le había advertido el anciano, que no debería alterarla en ninguna manera... y era justamente lo que estaba logrando... ¡alterándola!
Sintió un escalofrío que recorrió todo su cuerpo ¿qué se suponía que estaba haciendo? Su esposa había estado indispuesta por la mañana y ahora esto, sin siquiera pensarlo dos veces se separó de Éowyn... ésta lo miró completamente confundida.
¿Qué os ocurre Faramir? –preguntó preocupada- ¿acaso he dicho o he hecho algo que os ofendiera?
No, por supuesto que no mi amor –respondió éste mientras se alejaba más de Éowyn, su respiración entrecortada aún- nada de lo que hicieras o dijeses, jamás podría ofenderme... jamás.
Entonces... ¿qué os pasa? ¿porqué os alejáis de mi?
Creo que será mejor dejar todo esto para mi regreso –respondió él recuperando el aliento.
¿Qué? ¿Porqué? –gimoteó Éowyn con pavor.
El anciano me advirtió que necesitáis paz y descanso... y que no debía alteraros...
¿Eso os dijo? –preguntó la Dama mientras trataba de recordar lo que le había pedido al sanador que le dijera a su esposo, definitivamente eso no fue lo que había querido que se le dijese a Faramir; y cuando éste se colocó nuevamente la camisola, Éowyn perdió toda esperanza.
La joven sintió que el calor volvía a inundar su cuerpo, pero esta vez de coraje, si hubiese tenido al anciano frente a ella... le hubiese dicho unas cuentas cosillas, pero al único que tenía enfrente era a Faramir, quien la miraba fijamente- Sabes, mi Señor... –le dijo sonrientemente- creo que deberíais dormir en la recámara para invitados, no vaya ser que os presione para que me quites la paz y tranquilidad que ahora poseo –añadió en tono sarcástico, seguidamente se desplomó en la cama y se cubrió de pies a cabeza con las sábanas de seda, Faramir la miraba desconcertado.
Éowyn, por favor... –empezó a decirle el joven Senescal mientras se recostaba al lado de su esposa e intentaba quitar la sábana del rostro de la joven- mañana debo partir hacia Minas Tirith... ¿dejaréis que vuestro esposo duerma solo en otra habitación? –preguntó entre risas.
Mi Señor está alterando mi paz e interrumpiendo mi descanso –respondió Éowyn sarcásticamente bajo la sábana- os suplico que os retiréis.
Está bien –acotó Faramir al escuchar a Éowyn pedirle que se retirara- como deseéis –bajó de la cama y se dirigió a la puerta- únicamente os recuerdo que estaré... fuera... por... varios... días –esto último lo dijo despacio y bien audible.
Al escuchar a su esposo, Éowyn retiró un poco la sábana de su rostro, dejando libre un ojo, con el cual miró a Faramir, quien se disponía a abrir la puerta para retirarse de la alcoba- ¿Varios días? –pensó y sin siquiera darse cuenta gritó- Esperad!
¿Si? –preguntó Faramir dándose la vuelta y mirando la silueta de su esposa, que era reflejada por la luz de la luna que se filtraba por la ventana, él sabía muy bien que sus palabras habían tenido el efecto que buscaba cuando las dijo.
No os retiréis... quedaros a dormir aquí conmigo... –susurró Éowyn.
A continuación Faramir se aproximó nuevamente a su esposa, se subió a la cama y la abrazó.
Sois una caprichosa... –dijo mientras le besaba en la frente.
Lo sé –dijo Éowyn mientras se acomodaba en los brazos de Faramir y cerraba los ojos.
El joven Senescal se cubrió con las sábanas y pronto, ambos se quedaron profundamente dormidos.
