Nota de la Autora:  Bueno, luego de tanto tiempo (dos semanitas) vuelvo a actualizar!! ;0) pronto empezaré a hacerlo más seguido... lo prometo =D, no puedo decir mucho sobre este capítulo, únicamente que espero que les guste... y bueno, ahora no puedo comentar más ya que toy lo suficientemente apagadita como para escribir más... muchas cosas han pasado que no esperaba... TTTT y mis amigas no están cuando más las necesito... otra vez...

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Respuesta a Reviews:

Aleín: ¡Aiya Aleín! Sí, sé que me he demorado... pero... es que no me gustaba como quedaba escrito el cap, sorry por la demora ... ¿Faramir muerto? Ejem... quizá sí, quizá no... con tantas amenazas mejor voy a pensar mucho cada capítulo... jijiji... espero que te guste este ;0)

...Natadriel... : ¡Aiya HB! ¿Excelente? Hmmm... a mi aún no me convence... pero gracias por creer que ha quedado así ;0)

Qué bien que te agradara la incorporación de Manwë y Nena eso fue gracias a mi Osellë Edhel!  Ya me pongo a actualizar... gracias por tomarte el tiempo en dejarme un review HB!! ¡¡¡Nos vemos!!!

Aralindë:  ¿Maravilla de Fic? TT moriré!! ¡Gracias! Por considerar así a mi FF! Ufff... si de hablar sobre Faramir se trata... ahhh... (baaaabaaa) ¡Pero qué hombre! No sabes lo feliz que me he sentido al leer eso de que soy increíble escribiendo... sniff... qué felicidad!! Sé que es algo triste lo de la muerte de Faramir... pero es el destino de Éowyn Y.Y   ¿Cuánto durará la historia? Hmmm... había pensado en 20 capítulos... pero por lo visto serán menos... quizá 17 o 15... algo así ;0) pero don't worry que estoy tratando de no defraudarlas... by the way... dime... ¿sobre qué situación te fascinaría que escribiera? Me fascinaría que me dieras ideas... Bien, muchas gracias por tu review!!!

Hada:  Aiya Hada!! Sí, lo sé, soy una trágica... jejeje... pero ya mejoraré ;0) ¿Por qué tanto retraso? Por perezosa que soy... ¬¬' lo acepto... pero ya me pongo a escribir más seguido... ¿Faramir muerto? Hmmm... quizá sí, quizá no... y por Éowyn don't worry, que de plano se le olvidó que debe mantenerse con vida por el bebé (aunque yo no creo que sólo hayan tenido a Elboron), en fin... ¡Gracias por tu review Hada!

Edhelren-Ar-Feiniel: ¡Osellë! ¿Qué te me has hecho? Creo que tas enfadada conmigo ya que no me respondes... V.V me fascinaría que me respondieras... en verdad que no me caerían mal unas palabritas de aliento... créeme que no estoy pasando por un buen momento... me ha pasado de todo de ayer viernes para hoy... T.T  Bueno, ojalá y me respondas el lunes... ya que por la situación... no voy a estar en la city por la semana venidera... hay algo que me ocupará... Me haces muchísima falta...

Allison Black:  ¡Aiya Allison! Yep, sigo vivita aún... el balrog aún no me alcanza =P jijiji... ¿Qué si lo maté? Oye... ¡yo no me atrevería a hacerle tal cosa a ese hombre! ... pero los orcos sí... jijiji... Don't worry que ya te quitaré la angustia... ;0)  ¡GRACIAS POR TU REVIEW ALLISON! Y dime... ¿por qué no nos encontramos en el msn...?  ¿Te estás conectando a otra hora? OO

Vale:  ¡Sorry Vale! Pero ya sabes que lo mío es la angustia... jijiji... claro que te debo tu cap de Bori y Fara chiquitos... y ya verás que el derroche de ternura también se me da XD  ¡Ya vienen los momentos lindos! Este cap es la prueba... bueno, a medias... aún hay angst de fondo... pero no puedo evitarlo!!

¡Muero! Yo quero, yo quero! Quero la información que tienes sobre David y Fara!!! DIME!! DIME!! DIME!! DIME!!!  Bueno, espero que me pases la info!!! ¡¡SALUDITOS VALE!!

Éowyn-Princess-of-Ithilien:  ¡Aiya Éo! Qué bien que te guste mi FF y no lo estés leyendo por obligación... ufff... me has quitado un gran peso de encima... y mira eso: el comal le dice a la olla... pero si tu me estás haciendo sufrir con tu FF también!!! ¡No te quejes! Bien, prometo que actualizaré más seguidido ;0)  Espero que la inspiración nunca se vaya de tu lado... ¡MIQUE-LI VANIMA!!

Hermi-de-Harry:  Manita... ya sé que no kchas!! Pero te agradezco el review!!! ¡GRACIAS!

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Bueno, y como es tradición... acá van las songs... ;0)

Song1:

Fragmento de

"Taking Over Me"

From Evanescence

I lie awake and try so hard not to think of you

But who can decide what they dream and dream unto?

I believe in you

I'll give up everything just to find you

I have to be with you

To live

To breathe

You're taking over me

Song2:

"Still"

From Diana King

I watch you as you sleep

I think about tomorrow

And pray you'll never go

Somewhere I couldn't follow

Young as we are now

We won't live forever, sad but true

If you went away

I'd still be loving you

Still be wanting you

Looking in your eyes

I see our children's children

As sure as the sun will rise

Together we shall see them

But if this cannot be

Time won't change the way i feel, it's true

If you only knew

I'd still be loving you

Still be wanting you

Even if you weren't mine

You know I couldn't love you better

And even if you were dying

I wouldn't care, I'll be there for always

Still be loving you

Still be wanting you

Still be loving you

Still be wanting you

Still be...

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Por Sarah Starlight

Podría Ser

Capítulo No. 10

En su Búsqueda .

Y pronto la noche se cerró, rápida y oscura; el silencio que trae la oscuridad era interrumpido únicamente por una sombra que caminaba sobre el bosque, ninguna estrella de Varda se atrevía a penetrar la oscuridad imperante, todo parecía favorecer al ambiente lúgubre que caía sobre Ithilien.

Únicamente el sonido de cascos de caballo sobre ramas secas irrumpía en el silencio: una figura se  deslizaba lentamente entre los árboles:  Éowyn, la Dama Blanca y Señora de Ithilien, guiaba a Windfola, su caballo, entre los bosques; no había querido seguir el sendero para no alertar a sus enemigos, avanzaba lentamente, ensimismada en pensamientos de añoranza y melancolía, frías lágrimas continuaban deslizándose sobre sus pálidas mejillas.

Todo estaba tranquilo en la densidad de la noche, se dejaban escuchar por ocasiones unos ruidos que parecían lejanos y próximos: unas aves parloteaban a lo lejos... al menos eso era lo que lograba identificar la Dama.

Faramir amaba el bosque, estar allí le recordaba a él, tantas veces recorrieron ese camino juntos: ella deleitándose con los amplios conocimientos que su esposo poseía… y ahora que reparaba en ello, Éowyn jamás pensó encontrar a un hombre como él:  un capitán a quien sus hombres seguirían incluso a la muerte… y a la vez un hombre sabio, versado en los antiguos manuscritos; si estuviera a su lado le haría saber lo mucho que le respetaba y admiraba, lo mucho que apreciaba los momentos que pasaba a su lado, lo mucho que lo amaba.

Una delicada luz a la distancia logró sacar a la Dama de sus pensamientos… parecía ser la luz irradiada por una fogata, Éowyn reconoció rápidamente que la luz provenía del sendero que dirigía hacia Minas Tirith: no debería estar prendida una fogata en ese lugar.

Bajó de Windfola y le susurró unas palabras, inmediatamente el animal retomó el camino de vuelta: regresaba a Emyn Arnen, sin embargo su Señora se quedaba, Éowyn lo observó alejarse y perderse en la densidad de la noche, luego sigilosamente desenvainó su espada y se aproximó al fuego distante.

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Mi Señora Éowyn –Anleth llamaba a la puerta de la recámara de los Señores de Ithilien, pero nadie respondía a su llamado- ya ha anochecido, debéis probar bocado.. por favor –la joven trataba de no desatarse en llanto.

El Capitán Beregond le había aconsejado dejar sola a la Dama Éowyn, pero no podía permitir que se consumiera por el dolor, Anleth negó con la cabeza- Os suplico que me dejéis entrar –decía mientras llamaba con más insistencia- al Señor Faramir no le hubiese gustado veros así a causa suya… -bajó el rostro en espera de alguna respuesta, siquiera escuchar el sonido de sollozos- voy a entrar con o sin vuestro permiso –dijo al no recibir señal alguna, inmediatamente abrió la puerta y con sigilo ingresó.

Todo estaba sumido en la oscuridad y Anleth no distinguía la silueta de su Señora- Dama Éowyn… ¿dónde estáis? –inquirió con pena, pero no escuchó ningún sonido, agudizó la vista pero no logró divisar siquiera su silueta- ahora regreso… voy por un cirio –añadió mientras volvía a salir de la recámara con presteza, no le agradaba para nada no haber escuchado ni siquiera los sollozos de su Señora, empezaba a temer.

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Al acercarse a la luz, Éowyn comprobó que se trataba de fuego, una gran llamarada en el sendero… el terror comenzó a acumularse en su corazón: creía saber lo que iba a encontrar allí, aferró con fuerza la espada y apresuró el paso, al estar frente a la llamarada, se escondió tras un roble con la espada lista para atacar.

Una… pira… -sollozó al observar tras un gran roble la llamarada que aún consumía los cuerpos sin vida de los soldados, la vista se le nubló por las lágrimas y sintió como un frío indescriptible la abrazaba, inmediatamente dejó caer la espada y se  rodeó con sus brazos… ¿no había sido suficiente estar presente cuando el Näzgul atacó a su tío, el rey Théoden? Ahora había visto, con sus propios ojos, el fuego que con seguridad consumía el cuerpo de Faramir.

Lentamente se dejó caer sobre sus rodillas- todo está perdido… -susurró para sí- poco disfruté de vuestra compañía y de vuestro amor mi Señor… ¿por qué os habéis marchado y me habéis dejado sola? Nada tiene el valor suficiente para que permanezca acá… lejos de vuestro brazos… -decía mientras se retiraba el yelmo.

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Anleth volvía a la recámara de la Señora Éowyn, pero ahora acompañada por un cirio que iluminaba todo a su alrededor- he vuelto mi Señora- susurró mientras ingresaba a la alcoba, pero al estar dentro una nueva preocupación empañó su rostro- no está –dijo para sí mientras inspeccionaba con los ojos cada rincón de la recámara y comprobaba que la Dama no estaba allí- debemos encontrarla –sollozó plenamente angustiada mientras salía de la habitación a toda prisa.

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Tanta dicha… arrebatada –susurró la Dama mientras la luz irradiada por la pira le iluminaba levemente parte del rostro- lo que temía Éomer –añadió con amargura mientras en su mente se posó un recuerdo, tan claro como el de la noche en que el soldado llegó con la noticia de la emboscada.

No alcanzarías nunca a comprender la dicha que tengo al veros tan sonriente hermana mía –dijo Éomer mientras esbozaba una sonrisa en los labios... a su lado, Éowyn asentía.

Os seguí a la guerra con la esperanza de encontrar allí el fin a mi existencia –susurró Éowyn con seriedad mientras observaba al cielo plenamente estrellado- nunca imaginé que como resultado de mi imprudencia encontraría lo que tanto deseé -volvió el rostro y miró fijamente el de su hermano- Éomer… en verdad os agradezco por preocuparte por mí… estaré bien –sonrió.

No conozco muy bien al hombre que has elegido como esposo… pero tanto el rey Elessar como Mithrandir lo tienen en buena estima- Éomer miraba hacia el interior del castillo de Oro de Meduseld- háblame sobre él –le pidió a su hermana.

Hermano… -comenzó a decir Éowyn- Faramir no es semejante a los otros hombres de esta época… -Éomer la miraba con una sonrisa en el rostro y la Dama se sonrojó levemente- podría pasar el resto de la noche hablándote sobre las razones por las cuales lo amo, sus cualidades… pero únicamente he de decirte que él ha sido capaz de ver en mi a la verdadera Éowyn, la bondad en su mirada fue capaz de alejar el invierno que habitaba en mi corazón –sonrió plenamente- y en su lugar dejó la primavera y la calidez del amor -añadió con un brillo de extremada felicidad en los ojos.

Estás enamorada, ya veo –dijo Éomer al finalizar de escuchar a su hermana, tomó un semblante de seriedad y preocupación en el rostro- pero temo que tanta dicha se deba únicamente a una persona y que algún día ese hombre sea arrebato de tu lado y todo la razón de tu existir se vaya con él.

Empezamos una era de paz hermano mío… no tienes nada porqué tener- susurró Éowyn segura de sus palabras.

Espero estar equivocado Éowyn y que mis temores no se vuelvan jamás tu realidad… no soportaría verte sumida en la tristeza y la desesperación al verte privada de la razón de tu felicidad –Éomer se aproximó a ella y le dio un cálido abrazo –ahora vayamos dentro, porque vuestro futuro esposo debe estar buscándote- añadió entre risas al separarse del abrazo- esta noche es para celebrar vuestro compromiso- concluyó mientras se encaminaba al lado de la Dama Blanca hacia el interior del castillo y ambos reían de felicidad.

Y toda la razón de mi existir se vaya con él –susurró Éowyn- pero que acertados han sido vuestro temores hermano mío –añadió mientras levantaba la mirada y tomaba en sus manos nuevamente la espada y el yelmo- no deseo ser una viuda y vivir una vida sin luz... si he de morir bajo las mismas manos que arrebataron la vida de Faramir... que así sea, pero antes de ello intentaré cobrar venganza- añadió mientras se colocaba el yelmo y escondía sus dorados cabellos bajo éste- deben haberse internado en el bosque –susurró mientras se limpiaba las lágrimas de las mejillas y tomaba una apariencia fría y desesperada en el rostro, pero cuando se puso de pie daba el primer paso un resplandor dorado a una corta distancia llamó su atención, se aproximó al objeto que reflejaba la luz de las llamas.  Lo levantó cuidadosamente y lo observó detenidamente: una daga de oro grabada con figuras de caballos.

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Capitán Beregond… ¡no está en ningún lugar del castillo… se ha marchado –sollozaba Anleth desesperada mientras el Capitán de la Compañía Blanca trataba de tranquilizar a la joven: había buscado con los demás sirvientes del castillo a la Dama Blanca, pero no la habían encontrado.

No pudo haberse ido sin que nadie se percatara de su salida –dijo Beregond con preocupación- debe estar aún dentro de las murallas de Emyn Arnen –añadió.

No está… y no se dónde podrá estar: temo lo peor... debemos encontrar a mi Señora –sollozaba Anleth.

Buscaremos en cada rincón de Emyn Arnen hasta encontrarla y en todo Ithilien si es necesario –dijo Beregond mientras se encaminaba hacia las murallas de la ciudad y Anleth lo seguía de cerca.

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Oculto dentro de una cuerva y recostado sobre un helechal yacía el cuerpo inconsciente de una persona.

Está malherido… debemos llevarlo de inmediato a Minas Tirith, a las Casas de Curación –dijo angustiado un hombre mientras intentaba curar las heridas de la persona recostada en el helechal.

Hay orcos rondando –respondió otro hombre mientras observaba hacia el claro del bosque –hemos tenido suerte en salvar nuestra vida y traer con nosotros a nuestro príncipe- añadió; ambos hombres vestían de verde y café y ceñían espadas; a un lado, reposando contra la pared de la cueva se encontraban unas lanzas relucientes de hoja ancha, dos arcos grandes y carcajs repletos de flechas.

Pero si no se le curan las heridas no logrará pasar la noche y nuestro esfuerzo habrá sido en vano… Mablung debemos hacer algo por curarlo.

A orillas de los arroyos crece una planta medicinal que podría ayudarnos, voy a ir por algunas hojas… quedaos en mi posición -Mablung se dirigió hacia el lugar donde descansaban sus armas y tomó un arco y un carcaj- aún así debemos llevarlo a las Casas de Curación –añadió mientras dirigía su mirada hacia el cuerpo inconsciente de Faramir- luego bajó.

El montarás observó como su compañero se confundía entre la oscuridad de la noche y se puso de pie dispuesto a ocupar su lugar, pero escuchó que Faramir murmuraba algo- sueños de fiebre –susurró para sí el soldado mientras observaba con preocupación a su señor- ojalá que Eru permita que el Príncipe Faramir resista hasta el alba y podamos llevarlo a Minas Tirith –añadió mientras se dirigía hacia el lugar de vigilancia.

Mientras tanto, la mente de Faramir divagaba en recuerdos de su infancia…

Hermano –un niño de aproximadamente cuatro años corría tras un chico mayor –Boromir espérame -le llamaba mientras recorría las empedradas calles de la ciudad blanca; al correr tan rápido tropezó y cayó, sin embargo no había intentado siquiera ponerse de pie nuevamente cuando unos brazos lo levantaron...

Faramir ¿os habéis hecho daño? -inquirió preocupado el chico mientras inspeccionaba de pies a cabeza a su hermano menor.

Faramir sonrió –estoy bien –dijo mientras observaba el rostro de Boromir con sus vivos ojos grises y se sacudía la tierra de las vestimentas- nuestra madre desea veros, por eso os llamaba –añadió sonriente.

Ahora debo ir con nuestro Padre, pero al terminar con mi entrenamiento iré a ver a nuestra madre –dijo Boromir mientras empezaba a caminar nuevamente, pero unas pequeñas manos sujetaron las suyas y lo detuvieron.

Es importante, nuestra madre quiere pedirte algo –dijo Faramir, y sin esperar a recibir una respuesta de su hermano, lo dirigió hacia el lado opuesto.  Boromir se dejó guiar mientras sonreía.