UNA LÁGRIMA EN LA OSCURIDAD

CAPÍTULO 5: Tristeza...

Todo estaba en calma. Era dolorosamente familiar y a la vez tan extraño.... nunca había pensado en volver a aquel lugar, escenario de batalla.... allí...donde sus amigas habían caído por protegerla.

Luchó contra las lágrimas. No podía permitirse llorar, no tenía derecho a llorar por sus amigas... no era quien...

A pesar del tiempo todavía podían distinguirse manchas de sangre en la tierra reseca. Cayó de rodillas suplicando perdón a los cielos, sintiéndose una escoria.. sintiéndose.. vacía.

Aun no comprendía por que continuaba con vida, pero su único alivio le estaba negado. Si ellas habían muerto por salvarla, el suicidio no era una opción. Tenía que continuar con su vida, tenía que seguir adelante con el dolor instalado en su pecho, ya parte de ella.

Sabía que Luna estaba preocupada por ella. A pesar de todos sus esfuerzos por superar lo sucedido aún seguía sintiéndose de la misma manera, pero intentaba simular, para evitarle preocupaciones a su familia, su gata y sus amigos. Alex y Maya hacían todo lo posible por animarla, sin saber cual era aquel secreto que corroía su alma todos los días. No necesitaban enterarse, no habían insistido para conocerlo.

Serena se los agradecía, aún sin palabras.

Se levantó renuente, deseando poder quedarse en aquel mismo lugar para siempre... pero les debía a sus amigos y familia el estar bien.. y aunque le doliera hasta el mismo respirar, debía mostrarse feliz y alegre.

- Serena, has recibido un llamado de Alex - le dijo su madre apenas entró a su casa - quiere que te reúnas con ellos tan pronto puedas en el centro comercial.

- De acuerdo, gracias por avisarme - respondió con la voz todavía quebrada. Su madre frunció el ceño, pero no dijo nada. Esa misma noche lo discutiría con Kenji.

Tomó un baño rápido y se vistió casi al descuido, con un simple par de jeans y una remera sin mangas negra. No tenía ganas de fijarse en su apariencia.

Llegó unos quince minutos tarde.

- Tienes mala cara – dijo Alex con simpatía – mala noche?

Serena sacudió la cabeza.

- Estoy bien... – agregó mientras buscaba una silla vacía.

Seiya, Maya y Milenne también estaban allí. Los dos primeros la observaron algo preocupados.

- Estas segura? – le susurró Maya en cuanto se sentó a su lado.

- De veras.. no se preocupen por mí.

Milenne hizo un gesto con la mano que nadie supo interpretar.

- ordenamos? Estoy muriéndome de hambre – dijo sin mirar a la recién llegada. De hecho ni siquiera la había saludado.

- Estoy de acuerdo contigo – Serena asintió revisando el menú. Aún no se había dado cuenta de la hostilidad abierta de la otra.

Una media hora mas tarde, la mesa se hallaba repleta de vasos descartables vacíos y envolturas de hamburguesas.

- Hacía tiempo que necesitaba comer algo así – dijo Seiya palmeándose el estómago y sonriendo alegremente.

- Ha estado bien – agregó Maya terminando su malteada y dejándola junto a los demás desechos.

Serena había permanecido callada. Sabía que sus amigos estaban preocupados por ella y se había propuesto hacer un verdadero intento por mostrarse alegre, pero hasta el momento, no había conseguido mas que esbozar algunas sonrisas débiles.

"las chicas no me reconocerían" – pensó con tristeza. Se puso de pie. De pronto aquel lugar se le hacía pequeño y sin aire.

- Discúlpenme pero debo irme... – murmuró comenzando a alejarse de la mesa. Los demás la miraron sorprendidos.

- Quieres que te acompañe? – preguntó Alex levantándose dispuesto a seguirla.

- No! Es decir.. no gracias. Necesito estar sola – agregó mirándolo a los ojos. Entiéndeme.

Él le sostuvo la mirada unos segundos.

- bien – asintió volviendo a tomar asiento.

Serena se alejó con pasos rápidos. A donde ir? Sabía que estaba volviendo a deprimirse.. de hecho ya estaba deprimida del todo, pero no podía hacer nada por evitarlo... no quería hacerlo.

Me merezco sentirme así. Es mi castigo por permanecer con vida.

La tarde había caído y pequeñas estrellas comenzaban a aparecer en el cielo. No tenía ganas de volver a casa, tampoco de volver con sus amigos.

Continuó caminando, sin saber donde iba.


- Estoy preocupado por Serena – dijo Alex muy serio. Milenne torció la boca en un gesto amargo, pero nadie lo notó.

- Si.. yo también – asintió Maya – últimamente ha vuelto a deprimirse.

Seiya permanecía en silencio. Quizás pudiera hablar con ella si la encontraba sola. A pesar del poco tiempo que había transcurrido desde que se conocieron, sentía una gran confianza hacia ella.

- Milenne, tu que opinas? – preguntó Alex mirándola fijamente. Ella despertó de sus pensamientos.

- Que opino? De que?

- Serena.. – dijo Maya mirándola molesta. Había notado las miradas incendiarias que la joven le dirigía a su amiga cuando creía que nadie lo notaba.

- No se lo que sucede con ella.. – respondió escuetamente. Se puso de pie – voy al baño, vuelvo en unos minutos.

Se alejó sabiendo que no podía haber permanecido allí. La tal Serena no le caía bien.. estaba demasiado cerca de Alex y eso no le hacía gracia. Pero no quería que él o Seiya se enfadaran con ella, por lo que había decidido fingir y tolerar su presencia. Pero aquella tolerancia era lo único que pensaba darle.


Estaba anocheciendo y la playa se encontraba desierta. Serena era la única que se encontraba allí. Con las sandalias en una mano y el mar lamiéndole los tobillos, caminaba despacio, queriendo disfrutar cada segundo.

Tokio estaba despertando en ella una vez mas. Amaba su ciudad, amaba la gente, los lugares.. los recuerdos la agobiaban, pero en momentos como ese eran su consuelo.

Quizás podría intentarlo una vez mas, probar de ser feliz.

Un pequeño destello en los cielos llamó su atención. Una estrella fugaz? Sus ojos se abrieron por la sorpresa cuando descubrió que no era uno, sino tres. Las lágrimas mojaron su rostro pero sonreía.

Ahora son realmente tres estrellas fugaces viajando por el universo – susurró. Seiya.. Yaten.. Taiki. Descansen en paz.

Cayó de rodillas al sentirlas débiles, mojándose la falda. No le importó. En ese momento era solo ella, frente al océano. Michiru, Amy... la brisa sacudía sus cabellos.. Haruka.. Cerró los ojos y aspiró hondo.

Chicas...

Ahora lo comprendía. El mensaje final que intentaban darle.


- Serena!

No hubo respuesta.

- Serena! Despierta!

- Mmmmm...

- SERENA!

- Mmdime..

- Llegarás tarde. Acaso quieres otro trabajo extra sobre el Increíble Mundo de las trompetas?

Aquello fue mas efectivo que tres jarras de agua bien fría. Se levantó apartando las frazadas y corrió al baño. Tras cambiarse y bajar por una tostada, su único desayuno si quería llegar a tiempo, salió corriendo en dirección a la universidad.

- Parezco niña de primaria – masculló – pero no llego..

Maya se le unió sin decir una sola palabra. Me recuerda a Mina..pensó ya a dos cuadras de su destino.

Se separaron en el pasillo sin decir una sola palabra, sabiendo que se verían en cuestión de horas, ya que les tocaba una de aquellas materias comunes a todos que las autoridades del lugar habían impuesto.

- Maldición! – la clase ya había comenzado. El profesor estaba de espaldas a la clase, escribiendo algo en el pizarrón. Su asiento estaba cerca... la puerta abierta... quizás....

La clase entera contuvo el aliento mientras veían a la pobre rubia que intentaba pasar desapercibida. Lo lograría?

Serena se sentó bruscamente y miró ansiosamente al frente. No... continuaba de espaldas. Soltó el aire que había estado conteniendo hasta el momento.

-... y con esto concluye el teorema. Preguntas? – dijo aquel volviéndose hacia sus alumnos. Una persona llamó su atención.. una cabellera rubia.. una expresión que luchaba por parecer inocente y despreocupada.

- Señorita Tsukino?

- Si profesor – respondió ella. Tranquila! No puede haberte visto.....

- Ha llegado tarde, señorita Tsukino. Que la ha retrasado esta vez?

- P..perdón? – debía continuar con su mentira?

- Dije..ha llegado tarde.

- N.no.. he llegado como todos los demás – ayúdenme..ayúdenme!

- No la he visto al entrar.

- Somos muchos.. quizás no se fijó en mi.. o no me vio.

- Claro que si.

- Ella ha llegado conmigo profesor – dijo Seiya.

El observó a su alumno un instante.

- bien.. entonces harán juntos un trabajo especial. Les daré el tema a la salida.

- No es justo! – gritó Serena, pero Alex la tomó de un brazo y le susurró que no siguiera metiéndose en líos.

Seiya la observó enfurruñarse.

- parece que ha recuperado parte de su ánimo... - sonrió.


Aca termina el quinto cap... espero les haya gustado. En el prox. aparece otro de los guerreros.. y un encuentro que no esperaba...

Silver-Moonlight-81: Sobre quien es Meisha... se enterarán mas adelante... jejej.. va a aparecer en el prox cap..

TaNiTaLoVe: Hola!! me alegra ver que te haya gustado... este fic lo adoro, hace 3 años que vengo escribiendo pedacitos y finalmente me decidí a escribirlo todo..je.. tu fic lo visite.. lo leí.. viste mi rr???? en fin..te dejo q me operaron el otro día de apendicitis y no puedo estar mucho tiempo frente a la comp porque me canso.... gracias por el rr