Aca van los encuentros Draco-Ginn q me pidieron... respondo rr abajo!
SONRISA IMAGINARIA
CAPÍTULO 7: Hermione
Draco estaba aburrido. Queriendo escapar de su novia y su insípido parloteo por unas horas, entró en el edificio principal buscando donde esconderse para perderla de vista. El baño de hombres? no, sería el primer lugar donde ella iría y conociéndola no vacilaría en entrar; las aulas? tampoco, era capaz de revisarlas una a una. Deseó tener una torre de astronomía como en Howarts, aunque de haber sido así probablemente se arrojaría al vacío simplemente por matar el aburrimiento.
Caminó por los pasillos. No se veía a nadie, todos los estudiantes estaban en fiestas varias y reuniones sociales. Un pequeño cartel, medio borroso por la cantidad de mensajitos en aerosol que tenía encima le llamó la atención: Biblioteca. Perfecto! jamás se le ocurriría buscarlo allí, de sobra sabía que estaba mal visto por la "elite" universitaria.
La Biblioteca estaba tan vacía como lo había esperado. Sin saber muy bien como pasar el tiempo comenzó a recorrer los estantes, buscando algún libro que no hubiera leído antes.
Un pequeño ruido se escuchó cuando estaba a punto de tomar "El llanto de las mariposas". Retirando su mano, avergonzado de que alguien pudiera verlo leyendo libro tan inapropiado para un hombre buscó el origen de aquel sonido. Finalmente la encontró. Weasley. Rodeada de libros, escribía febrilmente en un cuaderno, consultando cada tanto un enorme volumen que tenía abierto frente a sí.
Draco sonrió. no necesitaba libros, había encontrado con que entretenerse.
- Weasley - saludó acercándose al escritorio y esbozando su característica sonrisa de superioridad "marca Malfoy". Ella no le contestó... de hecho ni siquiera levantó la vista, aunque apretó la lapicera con mas fuera al reconocer la voz de quien le había interrumpido.
Draco no se inmutó ante su silencio. Tomó uno de los libros que estaban desparramados sobre la mesa y fingió hojearlo.
- Veo que has pasado demasiado tiempo con el trío maravilla - comentó fingiendo desinterés - o acaso quieres tomar el papel que Granger dejó hace mucho tiempo?
Ginny no dijo nada. Clavó sus ojos en él demostrando una clara exasperación. Malfoy se sintió algo incómodo y de hecho, bastante infantil, pero no quiso dar su brazo a torcer. Acentuando la arrogancia de su expresión lo intentó de nuevo.
- Que ha sido de la sangre sucia?? no volví a oir hablar de ella?
Ginny suspiró. Malfoy no la dejaría seguir.
- no te metas con Hermione - siseó molesta - no eres digno ni de mencionar su existencia. Por cierto, necesitas algo? estoy ocupada y con poco tiempo para perder en tonterías como el escucharte.
- Me desilusionas Weasley.. Vengo aquí con toda la intención de mantener una charla amena y ni siquiera eso puedes hacer bien.
Ginny se puso de pie. Cerró sus libros y cuadernos y comenzó a ordenar el escritorio.
- Pues cuanto lo siento - respondió con voz monótona. La próxima vez avísame antes y me disfrazaré a ver si así te entretienes. Colgándose la mochila al hombro comenzó a alejarse.
- No finjas que no te intereso, niña - gritó Malfoy - sabes que te mueres por mí..
Ella se paró en seco y giró la cabeza.
si, lo admito - Draco la miró sorprendido - beso el suelo que tu pisas, me vuelves loca y escribo tu nombre en el espejo de cada baño al que entro..etc. etc. contento? ahora déjame en paz que tuve suficiente de tí por el día entero.
Y dicho esto salió apresurada, evitando que él pudiera responderle.
Algo estaba ahogándola. Se sentía atrapada, envuelta en una red imaginaria de la cual no podía escapar. Era una simple marioneta, conducida por lazos invisibles.
No sabía si gritar, correr o golpear algo. Ignoraba que era podría ayudarla a liberar aquella presión que se albergaba en la boca del estómago.
Un grito se escondía en lo mas profundo de si misma. El grito silencioso que purgaba por salir y decirle al mundo que estaba harta.
Abrumada, se levantó de la sala común y salió a los jardines. Era un típico día de verano. La mayoría de los estudiantes había salido a tomar aire y se encontraban tumbados en la hierba, de cara al sol. Muchos de ellos reían.
Se sintió apartada, diferente. Caminó a paso rápido buscando un lugar donde nadie podría molestarla.
Finalmente halló unos arbustos altos y se escondió tras ellos. Fijó su vista en las aguas refulgentes del pequeño lago. Tan parecido a Howarts, tan familiar que dolía...
Sintió un ligero peso sobre su cabeza y escuchó un débil ulular. Pigwidgeon. Levantó la mano para acariciar suavemente a la pequeña lechuza. Esta se subió a su mano, y Hermione pudo bajarla a la altura de sus ojos.
La contempló largamente mientras pasaba sus dedos por las suaves plumas del ave. Sus ojos se ensombrecieron, empañados por los recuerdos que aquella le traía. Ron, Harry... Howarts, la Orden... Voldemort.
Pig había sido un regalo de Sirius a Ron. Como los extrañaba!... en aquellos días jamás hubiera siquiera pensado que en un futuro no muy lejano aquellos a quienes tanto amaba no volvería a verlos jamás.
Comprendió como se sintió Harry con la pérdida de su padrino, aquel fin de año donde el principio de la guerra había comenzado. Habían sido incapaces de ver lo profundamente lastimado que había quedado su amigo. Si bien sabían cuanto amaba Harry a Sirius, no habían podido ver cuanto dependía este de su segundo padre.
Harry Potter, el niño que vivió. Los recuerdos de casi siete años de continua convivencia pasaron uno tras otro, como si estuvieran reproducidos en una película.
Pero tras aquellos recuerdos, felices o trágicos, se hallaba algo mas; una maraña de sentimientos que se entremezclaban haciendo difícil el ponerles un nombre a cada uno de ellos.
Tantas víctimas, tantas pérdidas. Hermione nunca volvió a sentirse feliz. Sus padres, preocupados por ella, le habían prohibido volver al mundo mágico, intentando inútilmente, proteger a su hija. Pero había sido tarde. Y lo unico que habían logrado era impedirle el acceso a las pequeñas cosas que podrían haberle ayudado a mejorar.
Encerrada entre muggles, la joven se convirtió en una sombra de aquella que había sido. Sus padres habían visto con desesperación como su hija se deslizaba por la vida como un espectro. Con la esperanza de resucitar aquellas ambiciones perdidas hace tiempo, habían convenido en mandarla a una de las mas prestigiosas universidades: Yale.
Hermione no protestó. Indiferente a todo, no le preocupaba donde estar. Que sentido tenía todo si no podía compartirlo con Harry y Ron?
Los veía caer. Una y otra vez. Todas las noches, las imágenes de la última batalla no la dejaban descansar mas que unas cuantas horas, hasta que se despertaba, con el corazón a punto de estallar en su pecho y lágrimas cayendo sin que pudiera hacer nada para detenerlas.
Hasta Pig había dejado de ser el mismo tras la muerte de su amo. Ahora pertenecía a Ginny, de la cual no tenía noticias hacía ya dos o tres años. Ambas habían intentado verse muchas veces, pero aquel dolor se interponía, impidiendo sentirse cómodas en presencia de la otra.
Comenzaron a caer gotas. Pigwidgeon ululó y Hermione lo cubrió con su abrigo. Se puso de pie lentamente y emprendió el camino de regreso a su dormitorio. A su lado, muchos corrían intentando resguardarse de la lluvia, pero ella no se inmutó y continuó sin apresurarse.
Ginny observaba por la ventana de su dormitorio, preguntándose donde rayos estaba su lechuza. Había terminado su carta a Bill unas horas antes, pero Pig no se encontraba cerca para llevarla.
Aun utilizaba ese medio para enviar y recibir el correo. Sentía la necesidad de conservar, por lo menos algunas costumbres de su mundo, para no perder todo contacto con él.
A pesar de estar completamente adaptada al mundo muggle, a menudo se sentía un ratón en medio de gatos. Se preguntó si a todos los miembros de la comunidad mágica les sucedería lo mismo. Quizás debería hablar con sus hermanos un día de estos.
La puerta se abrió y Milla entró por ella hasta dejarse caer sin ninguna gracia en la cama de su amiga.
- estoy aburrida – dijo apartando el pelo de su rostro – quieres salir a dar un paseo?
Ginny se volvió hacia la ventana. En realidad prefería quedarse recordando, pero sabía que jamás levantaría su ánimo de esa forma.
- de acuerdo – accedió de mala gana.
Milla bajó a esperarla mientras ella se cambiaba de ropa. Cinco minutos mas tarde se unió a su amiga y ambas salieron en dirección a la ciudad.
- que quieres hacer? – le preguntó Ginny.
- No tengo idea – respondió la rubia – casi lamento que no nos hallan dejado tarea.
- Que dices?
- Dije casi!.. no estoy tan loca... pero el aburrimiento me puede.
- Bien..salgamos a caminar un rato. Aunque recuerda que tengo que estar aquí en un par de horas.. tengo tutoría – dijo como quien dice "tengo que dejar que un elefante baile sobre mis hombros mientras me patean los tobillos un par de enanitos azules".
Hermione había regresado a su habitación. Estaba completamente empapada, y algunos mechones de cabello se le pegaban a la cara. Pig, cubierto con el abrigo que todavía tenía las plumas secas y ululaba suavemente.
Lo dejó en el perchero ya que no podría salir a la universidad donde estaba Ginny hasta que la tormenta no arreciara.
Abrió su cuaderno. Estaba lleno de cartas y poemas, todas sobre Ron, la guerra o los caídos. Era su único alivio.
- Aun no entiendo que clase de cerdo mononeuronal puede ser el responsable de que mi tutor sea Draco Malfoy... quien me manda a mi a anotarme jussssto en la misma universidad? no..mejor dicho.. quien lo manda a él a existir???????
Ginny iba murmurando quejas y maldiciones mientras se dirigía a la sala donde sería la primera reunión tutor-alumna. Absolutamente furiosa contra los seres superiores que al parecer estaban en su contra, iba caminando lo mas lentamente que podía. Llevaba en su mochila su varita.
"por si cualquier cosa" - se había dicho mientras la guardaba en su mochila. Todavía le resultaba increíble que Faye haya dicho que estaba celosa porque a ella le había tocado una mujer.
Flashback- Estas loca????? - gritó Faye apoyando las manos sobre la mesa y mirando a su amiga como si de veras hubiera contraído alguna enfermedad mental.
- Estas loca tu por preguntarme si estoy loca?? - remató Ginny aún con el ceño fruncido. Estaba preparándose para asistir a su primera tutoría con Malfoy y no le hacía ni cinco de gracia. Había hablado con toda persona que se le ocurrió para tratar de cambiarlo, había ido con la enfermera para fingir que se sentía mal y poder saltearse la reunión (pero era tan mala actriz que el resultado fue que le dieran algo para beber absolutamente desagradable y le dijeran que no tenía nada que justificara faltar a ningun lado).
- Ginny.. ese hombre está buenísimo! - declaró Liza tomando asiento junto a su amiga - podrá ser un cretino, pero es un cretino muy buen mozo...
- No me interesa que tan bueno esté Malfoy - respondió ella con firmeza mientras revisaba furtivamente un pequeño librito de magia que tenía a escondidas buscando el mejor hechizo para desmayarlo si él intentaba cualquier cosa o le decía algo fuera de lugar - es un idiota y no me interesa tener ningún tipo de relación con un idiota.
- Bien..en ese caso..si no te interesa para nada, no te importará que me acerque a él, no es cierto? - preguntó Faye sonriendo maliciosamente.
- QUE!? tu acercarte a Malfoy??????? te vas a contagiar?!?!
- de que podría contagiarme? - preguntó ella poniéndo los ojos en blanco ante la tozudez de su amiga.
- estupidez, idiotez, sarcasmo, perversión, depravación, inmoralidad, ... y puedo seguir hasta completar una lista muy muy larga! - respondió enumerando con los dedos.
- Ginny.. eso es decisión de Faye - interrumpió Milla intentando frenar la discusión - al parecer Ginny estaba a punto de saltarle al cuello a un Draco imaginario en venganza por las palabras de su amiga.
- no si yo puedo evitarlo - murmuró ella mientras se daba por vencida con el libro y decidiendo que cualquier cosa improvisaría un hechizo cualquiera. .
Fin del Flashback.
El pasillo estaba semi oscuro y el silencio era ensordecedor. Ni siquiera una mosca andaba por allí a esas horas. Por lo general, después de clases todos abandonaban el edificio corriendo para no volver hasta el día siguiente. Pero Malfoy, por alguna razón, le había mandado un mensaje diciendo que aquella era la única hora posible en la cual el podía y que era obligación de ella asistir si no quería verse en problemas. Aun pensando que maldición era mas dolorosa por la obvia amenaza de la nota, avanzó apretando la correa de la mochila todavía mas fuerte, como si pudiera reemplazarla con el cuello de su enemigo.
Llegó frente al salón en el cual él la había citado y tocó con suavidad. Nadie respondió. Volvió a tocar pero no obtuvo respuesta alguna.
- Bien...me sentaré adentro a esperarlo cinco minutos y después me ire a quejar directamente con el rector diciendo que mi tutor es un vago irresponsable que me deja abandonada. Así me libraré de él.
- Llegas tarde! - la voz de Malfoy la sobresaltó.
- Solo por cinco minutos – respondió molesta – no irás armar un escándalo por ello, o si?
-El no respondió. Ginny avanzó hasta sentarse en uno de los numerosos banquitos y lo miró desafiante.
- bien – comenzó este
- bien – respondió ella..
- me imagino que alguien como tu tiene innumerables problemas.. así que empieza.. no tengo todo el día para escuchar a una chiquilla inadaptada.
A punto de clavarle un lápiz en los ojos suspiró contando hasta diez.
"no debo permitir que me altere, no debo permitir que me altere..no debo permitir que.."
- Weasley.. – Draco interrumpió sus pensamientos
- Que
- Empieza..
- Esto es una pérdida de tiempo Malfoy.. no pienso contarte de mi vida y dudo que a ti te interese.. así que.. para que molestarnos? Ambos diremos que nos hemos reunidos, tu me has ayudado.. y asunto terminado!.. puedo irme?
Lo dudo... hay gente vigilando las entradas y salidas.. además.. yo soy muy responsable – dijo con un deje de burla.
Ella suspiró fastidiada. Comenzaba a ponerse de muy mal humor.
- bien, me rindo... de que quieres hablar?
- No quieres hablar de tus cosas y no tienes tareas pendientes... porque no me cuentas algo mas entonces?
Ginny le dirigió una mirada de franco fastidio.
- como que?
- sobre tus amigas por ejemplo.. - respondió él – Cornwell no está nada mal...Thompson..tampoco...
Si Draco quería molestarla, había dado en el blanco. Se puso de pie de un salto y se acercó hasta quedar cara a cara con Malfoy.
- escúchame, patético intento frustrado de sex-symbol...manten tus manos y tu persona lejos de mis amigas, o la gente comenzará a preguntarte porque tienes la razón de llamarte hombre entre los ojos.
- vaya, la gatita tiene garras....
- si - interrumpió ella - y puede arañarte muy fuerte.. así que ten cuidado.
- Celosa Weasley? – preguntó satisfecho de la reacción de la pelirroja.
- De ti? Te das demasiada importancia Malfoy... jamás lograrás nada conmigo.
Él la empujó contra la pared impidiéndole la escapatoria.... deteniendo sus brazos con los suyos...
- Suéltame...- comenzó a forcejear pero Draco la tenía fuertemente agarrada. Su corazón comenzó a latir tan fuerte que tuvo miedo de que él pudiera oírlo. Sus miradas chocaron por un instante.... un segundo mas tarde, estaban besándose con furia.
jejej decidí cortarlo ahí.. aunque dentro de poquito subo el prox. cap... ando medio apurada..así que respondo rápido.. besosssss
SaraMeliss: jajaaj aca tenes algo finalmente.. después de tantos pedidos ;) espero te haya gustado!!
Andy-Wm: jaj ningún problema... me alegró muchísimo que te guste el fic..... ahora empiezo a hacer los caps mas largos!
